martes, 24 de diciembre de 2019

24 y 25 diciembre 2019: La Natividad de Jesús



LECTURAS 

 PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 9, 1-3.5-6

El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande, habitaban tierras de sombra, y una luz les brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo: se gozan en tu presencia, como gozan al segar, como se alegran al repetirse el botín. Porque la bota que pisa con estrépito y la túnica empapada en sangre, serán combustible, pasto del fuego. Porque la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los quebrantaste como el día de Madían. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva al hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de Consejero, Dios guerrero, Padre Perpetuo, Príncipe de la Paz. Para dilatar el principado con una paz sin limites, sobre el Trono de David y sobre su Reino. Para sostenerlo y consolarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y para siempre. El celo del Señor lo realizará.

Palabra de Dios



SALMO RESPONSORIAL

SALMO 95

R.- HOY NOS HA NACIDO UN SALVADOR: EL MESÍAS, EL SEÑOR

Cantad al Señor un cántico nuevo,

cantad al Señor, toda la tierra;

cantad al Señor, bendecid su nombre. R.-

 
Proclamad día tras día su victoria,

contad a los pueblos su gloria,

sus maravillas a todas las naciones R.-

 
Alégrese el cielo, goce la tierra,

retumbe el mar y cuanto lo llena;

vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,

aclamen los árboles del bosque. R.-


Delante del Señor que ya llega,

ya llega a regir la tierra.

El juzgará el orbe con justicia

y a los pueblos con su verdad. R.-



SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A TITO 2, 11-14

Ha aparecido la gracia de Dios, que trae la salvación para todos los hombres; enseñándonos a renunciar a la vida sin religión y a los deseos mundanos, y a llevar ya desde ahora una vida sobria, honrada y religiosa, aguardando la dicha que esperamos: la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro: Jesucristo. El se entregó por nosotros para rescatarnos de toda impiedad, y para prepararse un pueblo purificado, dedicado a las buenas obras.


Palabra de Dios
 

 EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 1, 1-18

En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió.

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz.

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Juan da testimonio de él y grita diciendo:

-- Este es de quien dije: "El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo."

Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.



Palabra del Señor

 2.    R E F L E X I Ó N 


“ El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz”

La fiesta de navidad puede provocar muchas emociones, impulsos de ternura, de buenos sentimientos de reconciliación inesperada y de paz provisoria. Es la fiesta más popular, aquella que emociona a una gran cantidad de personas en el mundo. Ninguna fecha del año ocasiona un tal desplazamiento de familias, un tal movimiento de regalos, tantas celebraciones religiosas y profanas.  Ninguna otra celebración cristiana ha suscitado tal cantidad de canciones (villancicos, góspeles, arrullos) en todas las lenguas y en todos los estilos musicales. Ningún otro acontecimiento ha sido tan representado a menudo por los grandes maestros de la pintura y de la escultura.

El día de navidad  pueden suceder cosas increíbles: hermanos y hermanas se reconcilian, algunas personas  ayudan los pobres y los desfavorecidos, otras  visitan personas enfermas que están desahuciadas y desanimadas y que sufren de soledad. La gente tiende la mano a los parientes olvidados, a los niños abandonados…Cada uno de nosotros conoce ejemplos que son verdaderos pequeños milagros!

Navidad parece recordarle a nuestro mundo en guerra, contaminado, afectado por el calentamiento global y que sufre por la destrucción de la naturaleza…a nuestro mundo de sufrimiento, de batallas jurídicas, de discordias políticas y sociales , que existe una alternativa al odio, al sensualismo y materialismo, a la corrupción, a la violencia! La visión de que  un mundo mejor existe, que una sociedad alternativa es posible! Es esta visión que Dios nos invita a celebrar en esta fiesta de navidad.

La noche, el frio, la oscuridad, la niebla espesa son símbolos de la infelicidad y la injusticia. Esas son las imágenes de nuestros problemas familiares, de nuestros problemas de salud, de nuestra falta de comunicación, de nuestras relaciones frustradas. Celebrar navidad a media noche, ambientados por la lluvia (o la nieve), rodeados de frio, es reconocer que el amor y la vida son más fuertes que todas nuestras tinieblas (u oscuridades)  y maldades.

Navidad es la gran fiesta de la alegría y la esperanza, es la fiesta que nos invita a dejar entrar a Dios en nuestras vida y a arremangarnos para hacer nuestro mundo mejor.

En el corazón de esta noche de navidad, venimos a rehacer el plan de esperanza. Esta fiesta nos habla de nuevas posibilidades, de proyectos a realizar. Dios nos propone una “visión o mirada nueva”.

En Belén , Dios fue mal recibido. Lucas nos dice que « no había lugar para ellos en la posada »…María y José debieron encontrar una granja y San Juan escribe : « Dios vino para los de su casa y los suyos no le recibieron”…Pero agrega: “A aquellos que lo recibieron, Él les ha dado el poder de ser hijos e hijas de Dios”.

Es verdad que el mundo nos sacude, que tenemos muchas cosas por hacer, como la gente de Belén, y no tenemos mucho tiempo, no tenemos un lugar  para Dios en nuestra vida. Nosotros ponemos a menudo la pancarta “ocupado” en la puerta de nuestro corazón. Todo está ocupado por nuestra carrera, nuestros hobbies, nuestros deportes, nuestras muchas actividades. Pero en Navidad, apartamos –tomamos una hora para acoger al Señor y para compartir nuestro deseo de hacerle un pequeño rincón en nuestra vida.

Para nosotros, navidad es mucho más que el fin de las grandes compras y recorridos por los centros comerciales, es el principio de algo nuevo, es partir de nuevo. El Señor toca  a nuestra puerta para que durante el año que viene, podamos acogerle en nuestra mesa y en nuestra vida.

 En la noche de Belén resuena un anuncio maravilloso: “Paz en la tierra a todos los hombres y mujeres  que ama el Señor”. Todo el proyecto de Dios se encuentra en esta frase. Y Jesús agrega, en el evangelio de Juan: “Yo he venido para que tengan la vida y la vida en abundancia”.

El Señor entra en nuestro mundo, llega a ser uno de nosotros para invitarnos a crear un mundo mejor, un mundo de fraternidad y de paz, comenzando por nuestras familias, nuestro entorno, nuestro lugar de trabajo. Dios no se interesa totalmente por lo que hayamos hecho en el pasado, no se interesa por  nuestras estupideces y errores de ayer ni por  nuestros pecados de antaño. Lo que le interesa es nuestro avenir (futuro).

La cuestión que se nos hace en esta fiesta de navidad es la siguiente : « Que puedo hacer yo para que la vida sea mejor en mi familia, con mis vecinos y amigos, en el trabajo…? Y no solamente en este día de navidad sino además  durante todo el año nuevo que pronto comenzará.

El niño del pesebre nos recuerda que el más bello regalo que podemos hacer en esta noche de Navidad no es un artefacto electrónico (wii, celular, pc, i-phone, etc) o un bello vestido, sino más bien un perdón acordado, una caricia ofrecida, un tiempo de diversión compartido, una mano tendida, una intercambio de sonrisas. Nuestros regalos, este año, podrían tener la simplicidad de la vida, de la fraternidad  y del amor…Lo que no nos impide de ofrecer también regalos electrónicos, vestidos deportivos, juguetes infantiles, perfumes finos, etc.

En esta noche de navidad, y a través del mundo, nos sumamos a las miles y miles de comunidades cristianas. Y si , en la casa, bajo el árbol de navidad, tenemos un pequeño pesebre, podemos aprovechar para explicarles a los niños que , para cada uno de nosotros, esta grande fiesta, la más importante del año, es también una fiesta religiosa, una fiesta donde Dios se hace presente.

La buena noticia (evangelio) no viene del mercado de juguetes, sino de nuestro Dios quien ha venido (se ha hecho hombre, se ha encarnado) por nosotros. Él nos acompaña  a lo largo de toda nuestra vida. Con el podemos reconstruir aquello que parecía arruinado, devastado, destruido.

“El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz, sobre los habitantes del país en sombras, una luz ha resplandecido” (Isaías 9,1)



FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!