domingo, 31 de octubre de 2010

Mi semblanza del Padre "Polito"


APOLINAR  DE JESUS CUARTAS SANCHEZ. Pbro.

Nació en Amagá, el 10 de diciembre de 1914. Hijo de Antonio Cuartas y de Luisa Sánchez. Sacerdote del Seminario de Misiones de Yarumal, donde se ordenó en 1942.
Profesor del Seminario. Párroco de Puente Aranda, en Bogotá. Maestro de Novicios. Cofundador de la revista “Seminario de Misiones”.
Autor del vals San Miguel, dedicado a Monseñor Miguel Ángel Builes. Además de trisagios y otras obras para orfeón.
                                                          
(del diccionario biográfico de antioquenos)





**** 
Le decíamos cariñosamente “Polito” que en principio provoca la imagen de “algo frio” o aislado, pero nada más lejos de ello porque el padre Apolinar (de las tres primeras silabas de su nombre, de ahí alguien deduciría  su mote en  diminutivo) fue un hombre cálido, amante de la relación, de la conversación y la comunión con sus hermanos, con la gente.


Cuando ingresé al seminario de Misiones en 1988 el padre Apolinar de Jesús  Cuartas  Sánchez (1915-2010) compartía sus conocimientos en Derecho Canónico con los teólogos de los 3 cursos superiores. Nosotros los filósofos o seminaristas inicialistas solo lo veíamos furtivamente y o lo saludábamos cuando caminaba por los corredores  o lo veíamos en la Casa de Emaús , su residencia en  los últimos años.

Para ese tiempo “Polito” frisaba los 75 años y a pesar de su voz medio chillona y aguda, y su lento  y pausado hablar no podía dejar de ser seductor y arrobador con sus conversaciones, sus “tiros” y pequeñas anécdotas (casi siempre jactanciosas)  relativas a su vida misionera y a sus conocimientos en lo jurídico-eclesial.


Junto al ya resucitado Padre Gilberto Gallo “Gallito” , el padre Apolinar eran por ese tiempo, nuestros viejos guía y paradigma de sacerdocio misionero. Yo recibí clases de “Gallito”  más del padre Cuartas nunca fui alumno, pero ello no me impidió entrar en contacto algunas veces con él.


Como bien anota Melco (padre Melquisedec Sánchez), el padre Apolinar nos llamaba a todos los seminaristas y quizás a algunos sacerdotes por el apellido, a mí me decía Quiceno y creo que lo vería por última vez en el año 2002.


Con Marceliano Serrato, mi compañero  acá, recordamos algunas cosillas referentes a “Polito” y quiero remarcarlas con el ánimo de expresar mi reconocimiento al hombre, al hermano, el misionero, amigo y maestro de todos los Misioneros de Yarumal:


Bien sabemos que era tío de uno de los personajes más representativos y emblemáticos de la vida socio-política de nuestro país: Belisario Betancur Cuartas, sobrino por la parte de su hermana Ana Otilia. Y además del gran orgullo y fiereza que sentía por ser servidor misionero de Dios, dejaba ver socarronamente su jactancia , “pequeña vanagloria” como anota también Melco, por ser pariente del ex presidente de Colombia. Recuerdo que una vez después de haber salido de convalecencia le pregunte como la había pasado (aunque no recuerdo exactamente si le pregunte por su sobrino ilustre)  y me dijo que “por acá ha venido Belisario a darme un saludito, pero no se pudo demorar mucho por sus ocupaciones”… Lo cierto es que las visitas de Belisario a la casa donde residía en Medellín, eran todo un evento por el interés que se despertaba ante su presencia, aun después de haber dejado la presidencia… En su interior y exagerando con simpatía su  ánimo de vanagloriarse, podríamos decir que Polito decía: “Yo soy el tío de Belisario y Belisario puede decir con orgullo yo soy sobrino del Padre Apolinar Cuartas”, je,je.


“Polito” también se vanagloriaba de conocer de cabo a rabo el libro de Código de Derecho Canónico. Decía (y era cierto) conocer de memoria cada uno de los artículos y comentarios  y con solo decirle un número pasaba a explayarse ampliamente sobre el tema.  En su docencia y la hora de transmitir sus conocimientos dicen que era bastante práctico sólo insistía e invitaba a profundizar a los alumnos en los que él consideraba eran los artículos y parágrafos mas importantes y esenciales, “lo otro - decía – muchachos no les va servir para mucho…”


Visto que él trabajaba en el Tribunal Eclesiástico de la Curia en Medellín, de vez en cuando en las clases o en las conversaciones espontáneas en las horas de solaz y descanso se ufanaba de sus erudición  en el Derecho canónico que nos decía a cada rato, palabras más, palabras menos  “Allá en el tribunal eclesiástico me preguntan y hasta me proponen los casos más difíciles a resolver por que  los otros  no saben qué hacer…”


Y otra pequeña historia para finalizar: en el 2002 , recién ordenado esperaba en la Casa de Emaús hasta que se diera mi viaje para Bélgica y recuerdo que “Polito” sin preguntárselo me dijo entre otras cosas:  “ese muchacho que llaman “Quijote” (padre  Juan Solórzano  ) no ganaba Derecho Canónico, respondió mal el examen, yo ahí por salvarlo , pues sabía que estaba nombrado para ir a Asia le coloque un 3…”


Y no pretendo hacer quedar mal acá a mi hermano y amigo Juan Solórzano, pues hasta la historia la hemos compartido riendonos , juntos acá en Canadá el año pasado…jeje


Todo esto no es más que el fruto del deseo de hacer un pequeno homenaje , pero un gran reconocimiento a un excelente ser humano, hombre de Dios, misionero fiel, profesor emérito, jurista practico, y mùsico discreto (pues confieso no sabia mucho de su aficion y talento musical).


Ha resucitado esta mañana, próximo a los 96 años  nos ha dejado…sabemos que el padre “Polito” había sufrido muchas intervenciones quirúrgicas en los últimos años  (tanto que jocosamente el padre Guillermo Bedoya, coordinador de la casa de Emaús en el 2006, solía decir que “el padre Apolinar tenía más operaciones que el álgebra de Baldor”)…Y seguramente que èl tambien reiría con esta ocurrencia.


Se ha ido un hombre de excelente sentido del humor, de inmensa calidad humano-espiritual.


Mis oraciones y solidaridad para con todos mis hermanos javerianos de Yarumal  y la familia del padre Apolinar.


Desde el cielo intercede por nosotros padre,  “Polito”. Amen.


P. GUSTAVO QUICENO JARAMILLO. mxy

BIBLIOGRAFIA:

DICCIONARIO BIOGRAFICO DE ANTIOQUENOS:



viernes, 29 de octubre de 2010

EN LOS 100 ANOS DE LA MUERTE DE JEAN HENRY DUNANT: EL FUNDADOR DE LA CRUZ ROJA INTERNACIONAL (2)


viernes 29 de octubre de 2010

Tomado de :
BLOG DEL CUENTADOR

CUALQUIER OTRA COSA / HENRI DUNANT


 “Lo que un hombre puede hacer es soñar 
Lo que un hombre puede hacer es amar 
Lo que un hombre puede hacer es cambiar el mundo 
Y hacer que sea de nuevo joven 
Aquí ves lo que un hombre puede hacer”. 
 Traducción mía de un extracto de la canción “What one man can do” de John Denver.
    

Mi tío Talabarto me dijo un día que cambiar el curso de un río era una cosa relativamente sencilla. Yo le dije que no, que ello era más bien una tarea titánica y él me apostó un almuerzo a que podía hacerse en un muy poco tiempo, si yo tenía bien a acompañarlo. Acepté la apuesta y entonces fuimos a un río; al llegar, mi tío me pidió que intentara mover yo solo una piedra del tamaño de un baúl grande que se encontraba cerca del agua. Hice el esfuerzo, pero no pude; entonces él me ayudó a moverla y luego me indicó que entre los dos la trasladásemos justo hasta la orilla del río. El agua que pasaba por ahí se desvió ligeramente a causa de la nueva piedra. El almuerzo de ese día es uno de los que he pagado con mayor gusto en mi vida.

Mañana 30 de Octubre se cumplirán 100 años de la muerte de Henri Dunant (en la ilustración a la izquierda de este párrafo), un activista suizo a favor de la causa humanitaria cuyos postulados sirvieron para la creación de la Cruz Roja Internacional y de los Acuerdos de Ginebra. En 1901 Dunant recibió, en conjunto con el pacifista francés Frédéric Passy, fundador de la Liga de la Paz, el primer premio Nobel de La Paz de la historia.

Conozco –porque además estoy casado con una humanitaria– algo de la influencia que han tenido los planteamientos de Dunant en el mundo; considero también que infortunadamente, todavía se ignora mucho sobre cuánto la Cruz Roja Internacional y otras organizaciones han hecho por aliviar el sufrimiento de tantos. Creo que vale la pena insistir en el tema.

No será suficiente un breve artículo de blog para hablar como es debido, sobre este hombre y su visión, pero contemos al menos que durante un viaje de negocios, el 24 de Junio de 1859, Dunant pasó por Solferino, población al norte de Italia, justo después de una sangrienta batalla de 9 horas en la que los ejércitos de Francia y Cerdeña derrotaron al ejército austríaco. Alrededor de 38.000 hombres muertos y heridos yacían después en el campo sin recibir prácticamente ninguna asistencia.

Frente a tal horror, Henri Dunant decidió organizar en lo posible a la población cercana, en su mayoría mujeres y chicas jóvenes, a fin de asistir a los heridos, sin importar de qué bando formaban parte. En tanto la población carecía de recursos, él mismo organizó la compra de materiales y ayudó a levantar hospitales de campaña. Aparentemente no hablaba italiano, de manera que mientras auxiliaba insistía en dos palabras: “Tutti-Fratelli” (Todos hermanos) que aprendió de sus colaboradoras. La frase aún identifica hoy a los socorristas, cuyo día se celebra cada 24 de Junio en recuerdo de aquel esfuerzo.

De regreso en Ginebra, Dunant escribió el libro “Recuerdo de Solferino”, que publicó con sus propios medios en 1862. En él relata su experiencia en aquel campo y propone crear una organización neutral que asista a los soldados heridos. Dunant promueve luego su idea en Europa y el 3 de Febrero de 1863, Gustave Moynier, entonces presidente de la Sociedad Ginebrina para el Bienestar Público, decide tratar el asunto en una reunión. Se crea así un comité de cinco personas, Dunant entre ellas, cuya primer encuentro oficial se realiza el 17 de Febrero de 1863, fecha considerada como la de la fundación del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Un libro que nació a raíz del encuentro más bien fortuito de un negociante suizo con la guerra y en el que tal vez el autor quería exorcizar las atrocidades que observó, se traduce hoy en 186 sociedades nacionales dedicadas a ofrecer entre otros, servicios de apoyo en rescate de accidentes, emergencias o catástrofes, programas sanitarios y sociales, y asistencia a personas afectadas por guerras y conflictos.

Yo he tenido la suerte de compartir una parte de mi vida con voluntarios. Me he encontrado con gente angustiada ante las complejidades del mundo que quisieran cambiar todo de una buena vez, pero que viendo ejemplos como el de personajes como Ghandi, Martin Luther King o Nelson Mandela, sienten que lo que hacen no es suficiente.

Cierto es que a veces surgen personas capaces de aglutinar a su alrededor una fuerza tal que modifica algo para siempre. Pero estos casos son excepciones fundamentales a una regla que dice que las iniciativas menores, sostenidas en el tiempo, trasforman al mundo mucho más que una acción puntual, por espectacular que esta sea. Creo firmemente que el conjunto de simples decisiones diarias que toman los ciudadanos con el propósito de hacer que al menos una parcela de este mundo sea mejor, si se mantienen en el tiempo, tiene más impacto que cualquier otra cosa.

Estoy seguro de que prácticamente ninguno de los colosos cuyos ejemplos pueden llegar hasta a abrumar, hicieron lo que hicieron con el objetivo de convertirse en tales. Eso sí, escogieron un área específica de insatisfacción sobre la que sentían que valía la pena intentar una mejora, le dedicaron una buena cantidad de energía y fueron capaces de sostenerse en ello en el tiempo. En cualquier caso, tampoco lo hicieron en solitario; cuando ponemos el foco en la visión que aportaron, corremos el riesgo de olvidar que otros los acompañaron.

Permítame entonces una sugerencia final: si usted siente que hay un dominio específico en el cual cree que sería valioso mejorar, en el que usted puede aportar algo y al puede dedicar una parte de su tiempo sin afectar demasiado otras áreas importantes de su vida, no se amilane ante modelos ilustres, que el planeta está repleto de otros más sencillos y modestos, pero cuya sumatoria es al final mucho más grande e importante. Son muchos los ríos cuyo curso puede ser cambiado y además, como decía mi tío Talabarto, si arreglásemos TODAS las cosas que no marchan bien en el mundo, ¿qué dejaríamos para los que vienen?

El mismo Henri Dunant nos ayuda al respecto cuando en “Recuerdo de Solferino” dice: “Un llamamiento de esta índole se dirige tanto a las damas como a los caballeros, tanto a la princesa sentada en los peldaños de un trono como a la humilde sirvienta huérfana y abnegada, o a la pobre viuda sola en la tierra, y que desea dedicar sus últimas fuerzas a aliviar los sufrimientos de su prójimo; se dirige tanto al general o al mariscal de campo como al filántropo y al escritor que puede, desde su despacho, divulgar, en sus publicaciones, una cuestión que afecta a toda la humanidad y, en un sentido más restringido, a cada pueblo, a cada comarca, incluso a cada familia, dado que nadie puede considerarse invulnerable contra los avatares de la guerra”.

Sirvan los 100 años de la desaparición de Dunant para saludar los próximos 100 años de iniciativas ciudadanas cotidianas que se llevan silenciosamente a cabo en todas partes del mundo. Si usted es parte de alguna de ellas, reciba también mis felicitaciones. Todos podemos hacer algo, pero recuerde que mover una piedra es no sólo más fácil si lo hacemos con otra persona, sino también más divertido.

EN LOS 100 ANOS DE LA MUERTE DE JEAN HENRY DUNANT: EL FUNDADOR DE LA CRUZ ROJA INTERNACIONAL


Si , un día como hoy el 30 de octubre de 1910 registran las enciclopedias y la efemérides histórica que moría HENRI DUNANT, el suizo filántropo y por ello hombre muy sensible que reflexionaría a partir de la guerra de Solferino, la que contemplaría un poco sin participar de lleno,   y al ver el horror y la situación de los combatientes heridos convencería a los líderes y gobernantes de su tiempo para fundar LA CRUZ ROJA INTERNACIONAL.

Y me ha parecido muy raro, digo extrañado que google, el famoso motor de búsqueda que nos tiene habituados a sus “doodles” ( es decir logos o dibujo conmemorativo) no haya ideado uno para este dia y hacer homenaje a Dunant y a la Cruz Roja Internacional que tanto ha ayudado durante mas de un siglo a la humanidad con su labor filantrópica y médica.


Jean Henry Dunant o también escrito, Jean Henri Dunant (Ginebra, 8 de mayo de 1828 - Heiden, Suiza, 30 de octubre de 1910) fue un hombre de negocios suizo, filántropo y activista en favor de la causa humanitaria, cuya labor fue reconocida internacionalmente con el primer Premio Nobel de la Paz junto con Frédéric Passy en 1901.

Dunant fue testigo durante un viaje de negocios en 1859, de las secuelas de la batalla de Solferino en Italia, cuyo impacto le llevó a escribir sus memorias y experiencias en el libro Un recuerdo de Solferino en el que reclamó la creación de un cuerpo de voluntarios para socorrer a los heridos de guerra. Esta petición sirvió más tarde para la fundación de la Cruz Roja Internacional. En 1864, la Convención de Ginebra fue adoptada en base a algunas de los postulados humanitaristas de Dunant.

La cruz roja también es el emblema inicial del Movimiento, inversa de los colores de la Bandera de Suiza, en reconocimiento a sus fundadores y su neutralidad. La cruz roja, junto con la media luna roja y el cristal rojo sobre fondo blanco, son emblemas humanitarios reconocidos oficialmente por casi la totalidad de países del mundo y su uso está enmarcado en el Derecho Internacional Humanitario, por lo que deben ser respetados en toda circunstancia, para que se puedan desarrollar las labores humanitarias en los desastres y conflictos armados.

LA CRUZ ROJA sería un grupo humanitario de voluntarios que se preocuparían siempre en tiempos de guerra, calamidades y o  desastres de proteger , asistir, curar  y o auxiliar hombres y mujeres con total imparcialidad, es decir sin mirar partidos, religiones, razas ni ningún tipo de diferencia cultural.

No es seguro que el símbolo de la cruz roja tenga en principio inspiración religiosa, así tampoco la media luna roja (versión de la cruz roja para los países de Oriente Medio, y musulmanes) ni  el cristal rojo (pensado originalmente con la idea de la estrella de David roja para los judíos).

Principios fundamentales:

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja realiza su labor bajo siete principios fundamentales que rigen las actuaciones de esta organización, creando un vínculo de unión entre las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el CICR y la FICR.

Los Principios Fundamentales garantizan la continuidad del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y su labor humanitaria.

Humanidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.

Imparcialidad: No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.

Neutralidad: Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.

Independencia: El Movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento.

Voluntariado: Es un movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado.

Unidad: En cada país sólo puede existir una Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.

Universalidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal.

Misión del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja:

Prevenir y aliviar, en todas las circunstancias, los sufrimientos humanos.

Proteger la vida y la salud y hacer respetar a la persona humana, en particular en tiempo de conflicto armado y en otras situaciones de urgencia.

Tratar de prevenir las enfermedades y promover la salud y el bienestar social.

Fomentar el trabajo voluntario y la disponibilidad de los miembros del Movimiento, así como un sentimiento universal de solidaridad para con todos los que tengan necesidad de su protección y de su asistencia.

Actividades de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y Media Luna Roja

Cada Sociedad Nacional de la Cruz Roja, como auxiliar del estado en el ámbito humanitario tiene funciones acordes a las necesitades del país o responsabilidades que otorgan los estados y estas pueden ser:

Promoción de los principios fundamentales y valores humanitarios

Campañas de prevención de enfermedades.

Mensajes familiares y mensajes de buena salud.

Campañas para promover el respeto a la diversidad y la dignidad humana, reducir la intolerancia, la discriminación y la exclusión social.

Apoyo a las áreas de juventud.

Intervención en casos de desastre

Búsqueda y rescate.

Atención pre hospitalaria.

Abastecimiento de agua.

Alojamiento temporal.

Preparación para desastres.

Campañas de recolección de ropa, juguetes y alimentos.

Solicitud de medicamentos.

Capacitación a la comunidad en gestión de riesgos.

Primeros auxilios.

Donaciones voluntarias.

Mejora de los servicios de salud en la comunidad.

Donación de sangre.

Servicio de ambulancias.

Hospitales e instituciones de formación.

Servicios médico, Psicológico y odontológico.

Apoyo social y acompañamiento al adulto mayor, niños y en general a personas vulnerables.

Las personas que integran la Cruz Roja no reciben dinero como sueldo, pues son voluntarios (excepto técnicos, por ejemplo, un socorrista que trabaja todo el día en la playa). Trabajan para evitar el sufrimiento humano, y por el bienestar de todos.

Además, para evitar incidentes, ninguna persona que sea remunerada por su acción en Cruz Roja puede acceder a puestos políticos en la jerarquía de la institución.

++++

Mi experiencia con la Cruz Roja :

No sé exactamente en qué año  se estableció en mi pueblo Marquetalia un grupo o comité de la Cruz Roja. Solo recuerdo que a finales de los 80, exactamente en 1987 cuando finalizábamos el bachillerato, varios compañeros prontos a graduarnos hicimos parte del Comité juvenil. Héctor Ivan González llegó a ser coordinador jefe de nuestro grupo, otros integrantes recuerdo que fueron Jairo Contreras, Mario Adolfo Gonzalez, Graciela y Mincho Betancurt, Danilo Palacio, Sorani Castaño…

En un comienzo nos reuniríamos en el Hospital San Cayetano, allí también había un equipo de radio-comunicaciones,  después se establecería una sede propia justo al lado del Centro de sanidad para llevar a cabo nuestros encuentros.

Recuerdo que yo alcance a portar el carnet de voluntario y en algunas fiestas y actividades culturales estuve pronto y preparado  para enfrentar cualquier emergencia…Solo una vez recuerdo haber vestido el overol azul que era nuevo ese año…Lo gracioso del asunto es que no recuerdo haber recibido una formación a fondo y convincente por lo menos en primeros auxilios…De hecho le tenía en ese tiempo bastante miedo a la sangre, a las agujas, a que me inyectaran e inyectar a otro… Lo inolvidable de haber pertenecido a la cruz roja será sin duda las reuniones para festejar y los paseos de olla o campamentos que se realizaban en las vacaciones…

Solo estuve unos cuantos meses en la Cruz Roja, pero sin lugar a dudas el paso por la institución  juvenil me ayudo de algún modo a ser más sensible socialmente y me llevaría a descubrir junto a la actividad pedagógica que lo mío era el sacerdocio, servir a los necesitados,  al mismo tiempo que les comunicaba la Buena Nueva de Jesucristo.

En este día llegue mi bendición para todos los voluntarios y benévolos que hacen parte de esta noble e importante institución.

Gracias por dar parte de su vida, de su tiempo, compartir sus conocimientos, su coraje, su ciencia para transmitir esperanza y socorrer y salvar vidas con imparcialidad, bondad, valentía y AMOR.

Feliz día!

OTRA PEQUENA BIOGRAFIA DE HENRI DUNANT:

Jean-Henri Dunant

Filántropo suizo fundador de la Cruz Roja (Ginebra, 1828 - Heiden, Apenzell, 1910). Este comerciante y banquero del patriciado de Ginebra militó en su juventud en movimientos cristianos. En 1859, mientras intentaba reunirse con Napoleón III para exponerle los problemas de sus negocios en Argelia, contempló el campo de batalla de Solferino después del enfrentamiento de los ejércitos austriaco y franco-piamontés que combatían en la guerra de unificación italiana; impresionado por aquel espectáculo de horror y por la ineficacia de los servicios sanitarios de la época, escribió Un recuerdo de Solferino, libro que publicaría en 1862.

Desde entonces se lanzó a una campaña de sensibilización de los gobiernos y la opinión pública acerca de los sufrimientos de los heridos de guerra, luchando por mitigar las consecuencias humanas de los enfrentamientos bélicos, ya que no era posible acabar con ellos. Fruto de sus esfuerzos fueron la fundación de un servicio sanitario neutral para actuar en los campos de batalla -la Cruz Roja Internacional (1863)- y la reunión de la conferencia internacional que adoptó la Convención de Ginebra sobre heridos de guerra (1864).

La dedicación a esta causa humanitaria le llevó a descuidar sus negocios, quedando totalmente arruinado en 1867; tras unos años de gloria pasajera, hubo de dimitir como presidente de la Cruz Roja y abandonar temporalmente Suiza perseguido por sus deudores. Halló refugio en la Francia del Segundo Imperio, cuyo titular -Napoleón III- le prestó apoyo incluso después de ser derrocado y exiliarse en Inglaterra.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

http://wikipedia.org


pagina de videos de nachochile


buscabiografias.com







martes, 26 de octubre de 2010

En los 120 Años de la muerte del creador de Pinocho: CARLO COLLODI



Hasta el viejo Hospital de los muñecos,
llegó el pobre Pinocho mal herido,
un cruel espantapájaros bandido,
lo sorprendió durmiendo y lo atacó.
Llegó con su nariz hecha pedazos
y una pierna en 3 partes astilladas
y una lesion interna y delicada,
eI médico de guardia lo advirtió.

Al viejo cirujano, Ilamaron con urgencia
y con su vieja ciencia, pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados,
todo esto sera en vano le falta un corazón.

El caso es que Pinocho estaba grave
y en si de su desmayo no volvía
y el viejo cirujano no sabía,
a quien pedir prestado un corazón.

Entonces llegó el Hada protectora
y viendo que Pinocho se moría,
le puso un corazón de fantasia
y Pinocho sonriendo despertó
y Pinocho sonriendo despertó.

Pinocho, Pinocho, hay pobre Pinocho.
***

Para quienes tenemos hoy 30, 40 años y más, es seguro que esta canción nos pone nostálgicos. Desde el momento que nos impusieron y o presentaron la historia de Pinocho en nuestra infancia, en la calle y la escuela , este se convertiría quizás en uno de los personajes más entrañables, presentes y muy inolvidables de nuestra vida, junto a Blanca Nieves, Caperucita Roja, Pulgarcito y La Cenicienta.

Pinocho siempre ha estado vigente,  y haciéndose muy querido y por ende celebre por los distintos filmes  para televisión y  cine  que se han hecho  y se siguen realizando en todo el mundo.

CUENTO (version rápida)

En una vieja carpintería, Geppetto, un señor amable y simpático, terminaba más un día de trabajo dando los últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había construído este día. Al mirarlo, pensó: ¡qué bonito me ha quedado! Y como el muñeco había sido hecho de madera de pino, Geppetto decidió llamarlo Pinocho.

Aquella noche, Geppeto se fue a dormir deseando que su muñeco fuese un niño de verdad. Siempre había deseado tener un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada buena y viendo a Pinocho tan bonito, quiso premiar al buen carpintero, dando, con su varita mágica, vida al muñeco.

Al día siguiente, cuando se despertó, Geppetto no daba crédito a sus ojos. Pinocho se movía, caminaba, se reía y hablaba como un niño de verdad, para alegría del viejo carpintero. Feliz y muy satisfecho, Geppeto mandó a Pinocho a la escuela. Quería que fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito Grillo, el consejero que le había dado el hada buena.

Pero, en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del grillito. En lugar de ir a la escuela, Pinocho decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas. Al ver esta situación, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que decía una mentira, se le crecía la nariz poniéndose colorada. Pinocho acabó reconociendo que no estaba siendo bueno, y arrepentido decidió buscar a Geppetto. Supo entonces que Geppeto, al salir en su busca por el mar, había sido tragado por una enorme ballena.

Pinocho, con la ayuda del grillito, se fue a la mar para rescatar al pobre viejecito. Cuando Pinocho estuvo frente a la ballena le pidió que le devolviese a su papá, pero la ballena abrió muy grande su boca y se lo tragó también a él. Dentro de la tripa de la ballena, Geppetto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieran a pensar cómo salir de allí. Y gracias a Pepito Grillo encontraron una salida. Hicieron una fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres tripulantes. Todos se encontraban salvados.

Pinocho volvió a casa y al colegio, y a partir de ese día siempre se ha comportado bien. Y en recompensa de su bondad el hada buena lo convirtió en un niño de carne y hueso, y fueron muy felices por muchos y muchos años.

FIN

QUIEN ERA CARLO COLLODI?

Carlo Lorenzini (Florencia, Italia, 24 de noviembre de 1826 - id. 26 de octubre de 1890), más conocido como Carlo Collodi, o sólo Collodi, fue un periodista y escritor italiano, conocido especialmente por su novela Las aventuras de Pinocho.

Hijo de Domenico Lorenzini (cocinero de un marqués) y de Ángela Orzali. Su nombre completo era Carlo Lorenzo Fillipo Giovanni Lorenzini. Su pseudónimo, que utilizó desde 1856 hace referencia al pueblo de la Toscana donde nació su madre.

Inmortalizado por ser el creador de Pinocho, escribió sin embargo varias novelas y comedias más.

Su madrina fue la duquesa Mariana Ginori. Fue al colegio y al seminario, donde estudió retórica y filosofía. Gracias a esto tuvo acceso a los libros prohibidos por la Iglesia y el propio Duque. Su primer trabajo fue en una librería a los 18. Frecuenta los ambientes revolucionarios contra el dominio de Austria y se enrola como voluntario en el ejército de Toscana durante la Guerra de la independencia (1848 - 1860). Su activo interés en la política hace que sus primeras obras literarias se publiquen en el periódico satírico Il Lampione. El periódico es censurado por orden del Gran Duque de Toscana en 1849 pero reaparece en mayo de 1860.

A primeros de 1856 alcanza fama con su novela In vapore y su intensa actividad en otros periódicos políticos como Il Fanfulla; al mismo tiempo es empleado de la Comisión para la Censura del Teatro. Durante este tiempo compone varios cuentos y relatos satíricos (algunos simples recopilaciones de sus anteriores artículos), incluyendo Macchiette (1880), Occhi e nasi (1881), Storie allegre (1887).

En 1875 entra en la literatura infantil con Racconti delle fate, una traducción de los cuentos de hadas en francés de Perrault. En 1876 escribe Giannettino (inspirado por el Giannetto de Alessandro Luigi Parravicini ), Minuzzolo e Il viaggio per l'Italia di Giannettino, una serie desde la que explora la reunificación de Italia desde el prisma irónico de Giannettino.

Lorenzini estaba fascinado por la idea de usar un carácter amigable para expresar sus propias convicciones mediante alegorías. En 1880 comienza a escribir Storia di un burattino ("Historia de una marioneta"), también llamado Le avventure di Pinocchio, que es publicado semanalmente en Il Giornale dei Bambini (el primer periódico italiano para niños).

Lorenzini muere sin saber la fama y popularidad que espera a su obra; en la alegoría de la historia, Pinocho comienza a llevar su propia vida, independiente de la del autor. Es uno de los temas de inspiración de la obra de Luigi Pirandello Sei personaggi in cerca d'autore. Lorenzini fue enterrado en la Basílica de San Miniato al Monte en Florencia.

Obra

    * Macchiette (1880)
    * Occhi e nasi (1881)
    * Storie allegre (1887)
    * Racconti delle fate
    * Giannettino (1876)
    * Minuzzolo
    * Il viaggio per l'Italia di Giannettino
    * Le avventure di Pinocchio. Storia di un burattino

Argumento

El carpintero Gepeto (Geppetto) siempre ha deseado tener un hijo y con ese deseo un buen día esculpe una marioneta de madera con forma de niño. Antes de terminarla, demuestra estar viva y ser traviesa y desobediente, y Gepeto la llama Pinocho.

Obra

Originariamente, Collodi no pensó en su trabajo como una obra de literatura infantil: en la versión original, Pinocho es ahorcado por sus innumerables faltas y sólo en versiones posteriores la historia obtendría su famoso final en el que la marioneta se convierte en un niño de verdad.

Con esta trama se han hecho varias películas y adaptaciones incluidas en otras historias. Entre ellas se destaca la original película de Disney (Pinocho) protagonizada por dibujos animados basados en el original.

Años más tarde, se estrenó otra versión de Pinocho, con un tema futurista, donde en vez de ser un muñeco de madera, era un robot (Pinocho 3000).
Difusión

Este personaje tuvo una enorme difusión. La primera versión en español, que corrió a cargo de Rafael Calleja, hijo del fundador de la Editorial Calleja e ilustrado por Salvador Bartolozzi en una adaptación más castiza de la novela.

Se ha convertido en un clásico de la literatura infantil y se han realizado más de veinte películas, entre las que se incluyen la realización de dibujos animados de Disney del año 1940, la película de Luigi Comencini de 1972 y el film del año 2002 dirigido y protagonizado por Roberto Benigni.

La película animada de Disney, aunque es una adaptación libre de la historia de Collodi, es considerada una pieza maestra dentro de la animación y ha sido designada como "culturalmente importante" por la biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, y fue seleccionada para su preservación en el Registro de Películas del mencionado país.

Alekséi  Nikoláyevich Tolstói escribió una famosa adaptación en ruso del libro original, llamado Las aventuras de Buratino (Burattino significa marioneta en italiano).

La historia de Collodi también ha sido llevada al teatro por muchos directores alrededor de todo el mundo.

Lo que nos ensena pinocho

 ''Las Aventuras de Pinocho'' escrito por el italiano Carlo Collodi, relata las peripecias de un muñeco de madera creado por Geppeto, un viejo y amable ebanista/escultor, que decide técnicamente desde el momento en que nace no obedecer las reglas y convertirse en un niño de carne y hueso. Aunque el libro está muy contado debemos referirnos aquí, de manera breve; a la parte psicológica de Pinocho.

A diferencia de Peter Pan (niño que nunca quiso crecer) Pinocho desea ser de carne y hueso para vivir las experiencias de un chiquillo normal, pero en el camino de su deseo aprenderá que no todo en la vida es tan fácil como parece y que además, existen ciertas cosas que deben ser ganadas. Resulta entonces (desde un punto de vista muy personal) interesante que a pesar de ser un muñeco de madera Pinocho sufra las mismas emociones que un niño de carne y hueso; un niño que se siente rechazado, que pelea con el mundo y sus reglas, que le hace la vida imposible a sus padres sólo para al final arrepentirse con todo su corazón (de madera? nos preguntamos) de las molestias emocionales que ha causado a aquél quien lo quiere no importa que. Todos podríamos pensar que se trata de un hijo rebeldo, del hijo pródigo de la Bbiblia, cuando lo cierto es que Pinocho puede muy bien ser relacionado con cada uno de nosotros.

Es una muestra hermosísima de creencia, no religiosa sino espiritual. A nuestro entender, el autor (consciente o inconscientemente) nos enseña su punto de vista relativo a Dios (Yavhe, divinidad, como deseen llamarle).

Pinocho resulta la esperanza nunca abandonada por la humanidad de que a pesar de todo lo que hacemos al mundo y unos a otros existe ese ser perfecto a quien no le importa que nuestras manos estén sucias, o que nos encontremos dentro de una ballena. Esa entidad increiblemente hermosa que nos acompañará paso a paso, cuales bebés que somos, permitiéndonos aprender de su mano y de nuestros errores, sin abandonarnos nunca.

Carlo Collodi nos da una muestra maestra , el saber que al final del camino  una sombra acogedora para todos nosotros existe. Sólo debemos buscarla con toda la fe de la que somos capaces, no se nos exige más.

CONCLUSIONES (Aclaro de alguien no simpatizante de la Iglesia y las religiones)

Si bien la historia de la instrucción, o la educación de Pinocchio hay una denuncia en contra del ocio y la holgazanería, detrás de todo se entrevé “otra” historia, con significado iniciático y espiritual que el mismo Lorenzini – al igual que otros escritores de cuentos clásicos, como el  supieron manejar con maestría.

Reordemos que Pinocchio ya existe en potencia en el trozo de madera del Maestro Gepetto: en ese leño, formado con noble materia de la tierra, hay un ser adormecido, que, pasando las pruebas, es llevado a un estadio superior.
Pinocchio, al ser de madera tenía vida, a lo menos latente, pero, sin embargo, carecía del libre albedrío pues estaba dormido.

Desconocía el sendero de la virtud y la liberación, pues era un “muerto viviente”.

Lamentablemente, la mayoría de los seres humanos son como Pinocchio.
Siguen el camino más fácil y no saben que existe algo mejor.
La verdad es que hay sólo dos clases de personas en todo el mundo: los pocos que se han dado  cuenta del poderoso esquema del Gran Arquitecto. Y la inmensa masa que todavía no lo conoce.

Los últimos viven para ellos mismos, y están muy esclavizados por sus pasiones, desdeñando los silabarios donde están las letras ocultas, esquivando el Conocimiento, en una ingenua ignorancia que los deja a merced de quienes pueden engañarlos o transformarlos en burros de carga.

En cambio, los primeros viven para su evolución, acorde con el Plan de la Eterna Presencia.

Pinocchio es esclavo de sus “agregados sicológicos” o “yoes” y sus mentiras hacen que le crezcan la nariz y más tarde las orejas de burro.

Es decir, la vida descarriada y la mentira lo lleva a un retroceso a lo involutivo, donde la nariz que crece representa las ataduras terrenales, la materialidad. (Un agregado facial).

Una y otra vez Pinocchio recoge lo que siembra.
Sus malas acciones lo llevan a una vida desgraciada, donde el muñeco paga con sufrimiento el Karma generado, como enseña el simbolismo de la cadena que circunda nuestro amado templo.

En la trama del cuento, Lorenzini sostiene que el ser humano, y especialmente las personas de mentes sencillas, no siempre aprenden las lecciones de la vida, o las oportunidades que les dan los dioses, y vuelven a tropezar con la misma piedra: en efecto, si analizamos la ley el ritmo representada por el triángulo que preside el templo, ¿no representa la forma en que se ha desarrollado nuestra historia, que Hegel explicara en forma tan didáctica?.

Pinocchio no es ajeno a estos ciclos, y pese a que ya está al cabo que la astucia y la traición lo habían engañado antes, y no obstante lo que el Hada le advirtió cuando lo redime, vuelve a caer.

Nuestra historia – a lo menos la de los pueblos del Occidente geográfico, de cuya cultura el autor forma parte – no es otra cosa que la alternancia de momentos de imperialismo y feudalismo, de democracia y dictadura, de ilustración y dogmatismo, de espiritualidad y materialismo, de paz y de guerra, y volvemos a caer en los ciclos, salvo que se nos haya dado , por la vía de la iniciación, las herramientas para escapar a la ley del ritmo: así Pinocchio pasa por momentos de acatamiento de la Ley (alcanzar el conocimiento y respetar la moral) y de desidia y abandono, entre el Hada y sus falsos amigos, el Gato y la Zorra, hasta que las enseñanzas de la primera y las experiencias de vida le permiten crecer y llegar al estado de humano perfecto, comparable con el estado de serenidad que enseña la Orden.

El ser humano algo aprende, pero no todo, y, por su imperfección, ha sido víctima de las faraones, de los césares decadentes, de los sacerdotes aztecas, de los reyes bárbaros sanguinarios, de los papas y u inquisición, de los emperadores bizantinos, de los otomanos, de los nazis, de los agentes secretos de las más diversas dictaduras o de los predicadores del fin de la historia y la globalización, y , sin duda volverá a levantarse, aunque tampoco sea arriesgado pensar que volverá a caer.

Como hemos notado, en el relato de Pinocchio se narran las desventuras del muñeco Profano que no puede controlar su destino pues es esclavo de sus pasiones y su renacimiento como Humano Iniciado, luego de la “muerte mística”.

La labor de adaptación del cuento de Carlo Collodi al cine fue realizada magistralmente por otro maestro: Walt Disney, que respetó la esencia del cuento, pero transformó a Pinocchio en un muñeco más querido que el descrito por su autor en 1882.

Vale la pena volver a leer “Pinocchio” y describir el maravilloso contenido espiritual de sus locas aventuras.•.

BIBLIOGRAFIA