“Conozcamos más y mejor al Fundador…bebamos en la fuente de sus escritos…comprometámonos a vivir en coherencia con la herencia espiritual que nos legó…Hagamos posible que su
SUEÑO se haga realidad”
Hna Aminta Gómez (superiora general de las Hermanas Misioneras de Santa Teresita)
Hoy 9 DE SEPTIEMBRE se celebran 120 años del nacimiento de Miguel Angel Builes Gómez , el fundador de los Misioneros Javerianos de Yarumal.
Sobre su vida, ministerio sacerdotal y episcopal han escrito hijos suyos como el Padre Oscar Osorio Jaramillo. mxy (Misionero Javeriano de Yarumal) autor del libro “Un profeta del acontecer nacional” y Maria Dolly Olano. Mht ( Hermana Misionera Teresita), eminentes biógrafos de uno de los Obispos más polémicos pero también carismáticos de este país.
En 1988 cuando se celebró el centenario de su nacimiento, el Doctor Jaime Sanín Echeverry, padre de Nohemí y por petición de los superiores de la comunidad de los Misioneros de Yarumal, sacó a la luz pública la primera biografía sucinta escrita por alguien ajeno a las congregaciones que el prelado había creado. Su visión de laico e historiador profundo, posibilitó una semblanza amena e interesante, pero a la vez intensa del monseñor nacido en Don Matías Antioquia un 9 de septiembre.
Así que para saber y obtener más amplia información acerca de la vida de nuestro Monseñor, llamado por nosotros sus hijos javerianos, teresitas y misericordiosas “Padre Fundador” , bastará con consultar esas fuentes escritas, bien concebidas y presentadas a los lectores en los últimos 30 años, desde cuando se empezó a ahondar y publicar sobre su biografía.
Aunque no hay que olvidar que antes de unas biografías positivas , digamos oficiales de Monseñor, el señor Miguel Zapata editó en 1973 “LA MITRA AZUL”, donde se narran detalles y o anécdotas que no favorecen mucho al que fuera llamado “Obispo misionero de Colombia”. En una de sus primeras alusiones a Builes, Zapata escribe: «No era enjuto como muchos campesinos desnutridos que recorrían las veredas de su pueblo. Creció fuerte y arrogante. Trató de castigar su cabeza con un gesto de modestia que le daba mayor aire de atracción. Ofrecía una sonrisa forzada que constreñía la poderosa mirada innata» (ZAPATA RESTREPO, Miguel. La mitra azul. Miguel Angel Builes: el hombre, el obispo, el caudillo)
Mi cometido en este artículo es presentar diría “Las dos caras de la moneda” haciendo un rastreo sobre la persona de Monseñor Builes en la Gran Red Virtual.
Cabe advertir ante todo que este compendio de citas y artículos de referencia a nuestro personaje, lo hice teniendo en cuenta sólo las primeras 100 de las aproximadamente 4.320 páginas en español que aparecen hoy en el motor de búsqueda de google.com, después de digitar “Monseñor Miguel Ángel Builes”.
La primer fuente accesible en la red para informarse ampliamente sobre la persona del egregio Obispo de Don Matías es http://santoralcatolico.blogspot.com/ que ofrece una reseña completa de MAB desde su nacimiento hasta la muerte y amplia influencia que ha tenido en la historia reciente de Colombia.
En segundo lugar destacaría la página del Padre Gustavo Vélez llamada “Tejas Arriba” , a la que se puede acceder haciendo click sobre este vínculo http://www.tejasarriba.org/builes.htm y donde se hallarán apuntes apoyado en documentos bibliográficos de la hermana María Dolly Olano, el padre Oscar Osorio.mxy y Jaime Sanín.
En cuarto lugar, es obvio que su la comunidad femenina más representativa del ilustre Monseñor no hiciera alusión en su espacio virtual a su insigne fundador, se puede acceder acá:
Monseñor Builes fue un personaje polémico, de eso no hay ninguna duda, querido por unos, odiado y denigrado por otros.
Por ejemplo, Según el periodista y economista Alberto Velásquez, en su libro Colombia, Entre el Sismo y el Cisma, a partir de 1948 el obispo de Santa Rosa de Osos, Miguel Ángel Builes, arreció sus ataques contra el liberalismo. Cuenta el autor que sus sermones eran incendiarios y llenos de rencor frente a todos los que militaban en este partido.
Hoy en día, su proceso de beatificación y canonización está en marcha, pero la labor no ha sido fácil, debido a los muchos enemigos que aun le sobreviven en el siglo XXI. Personas que no guardan simpatía por el Obispo de Don Matías, debido a que consideran injustas y exageradas sus posiciones políticas contra el liberalismo y el comunismo en esos años 50 y 60, porque el Obispo de Santa Rosa consideraba que esas posiciones políticas e ideológicas no iban con la Doctrina de la Iglesia y con las buenas costumbres.
Pero es curioso y simpático constatar por los documentos históricos como mi Padre Fundador se opuso a los carnavales, a los reinados, no gustaba que las mujeres usaran pantalón ni montaran a caballo y que mucho menos éstas usaran la minifalda.
Uno de sus anti-biógrafos Miguel Zapata escribe a propósito de lo anterior:
Monseñor Builes fue un líder por excelencia, monolítico en sus creencias, batallador incansable y muchas veces «la voz que clama en el desierto”, en su particular forma de ver las cosas. Se le señaló como cabeza de un clero ultramundano, carlista y cavernario. Sus actitudes, nada diplomáticas en un período en que la Iglesia procuraba crear un ambiente de tolerancia con el partido liberal en el poder, hicieron de él un personaje odiado. Carecía de estrategia. Dice Zapata: «Builes se consideró tutor de la jerarquía eclesiástica en Colombia. Fustigaba a los demás obispos llamándolos perros adormecidos,>. Su voz era la única tronante era anunciar los horrores del liberalismo…(Tomado de http://santoralcatolico.blogspot.com/). Y continúa más adelante este antibuilista:
Su voz era la única tronante para anunciar los horrores del liberalismo. «No sólo se tomó el derecho de trazar normas a la jerarquía en general, sino que delimitó las funciones de los diputados». Por medio de sus ardientes pastorales, Builes lanzó sus rayos no sólo contra las actitudes políticas; casi todos los aspectos de la vida nacional fueron fustigados por su incesante crítica, rico filón para el sarcasmo de sus detractores. Su primera andanada fue contra la moda femenina. En la pastoral de 2 de febrero de 1927 escribió: «Mas como la moda es una dulce tirana, pero TIRANA, a última hora ha dejado de ser moda femenina en las mujeres para volverse en ellas mismas moda masculina, y han resuelto aparecer ante la faz del mundo, pásmese el cielo, vestidas de hombre y montadas a horcajadas [en los caballos] con escándalo del pueblo cristiano y complacencia del infierno [...] La naturaleza humana en su tendencia a la relajación moral, buscó maneras indecorosas de vestir, a través de los siglos; pero jamás llegó a soñar con implantar el uso del vestido del hombre para la mujer. Semejante invención estaba reservada a los tiempos modernos y a la nefanda acción de las logias [...J perdida la mujer se perdió todo». A continuación describía, a sus humildes ovejas de las montañas antioqueñas, las usanzas de hoteles y estaciones de Norteamérica, y, antes que horrorizar, desertaba tal vez la envidia y las ansias de imitar a las pecadoras de ultramar. Rotundamente sentenció: «Nos sentimos movidos a censurar y reprobar, como en efecto censuramos y reprobamos tal práctica abominable ante Dios [... ) reservándonos a Nos personalmente la absolución de este pecado contra la moral cristiana [...] sin que puedan hacerlo ni aun los venerables vicarios foráneos en ningún tiempo». De tal manera, monseñor Builes instituyó dos nuevos pecados, exclusivos para las mujeres de su jurisdicción: el uso de los pantalones y montar «a lo hombre» a caballo, con el agravante de que sólo el obispo en persona podía absolverlas.
“…Como se sabe, tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, Builes incitó a la revuelta y al aniquilamiento de los liberales, etc., etc., atacando, a medida que el mundo progresaba, todo lo que significara mejora en la vida del hombre: el cine, la radio, los bailes, la vida misma… http://www.arquitrave.com/Ajuste_de_Cuentas/p_barba.html
Durante aquellos años de su episcopado, hasta a la invasión de la pornografía en la sociedad parece haberla presentido, y el daño posterior que iba a forjar en las generaciones venideras según el columnista Daniel Pacheco de El Espectador la advirtió, cuando criticó al cine en 1948 pronunciándose acerca del séptimo arte como “uno de los medios más eficaces de dañar las almas si no se le pone cortapisa”.
La música caribeña , especialmente la interpretada por Daniel Santos y Damaso Pérez Prado , parece que tampoco fue de su devoción:
“…Por esa época, a Daniel lo alcanzó un baculazo lanzado por "Nos" Miguel Ángel Builes, obispo de Santa Rosa para toda Colombia. Builes puso el grito en el cielo en un oficio a través del cual exhortó a sus ovejas a no caer en las redes de la música caribeña profana interpretada por el anacobero y por el diminuto rey del mambo, don Dámaso Pérez Prado. Santos, pues, tuvo el honor de haber sido "prohibido para todo católico" como ciertas películas que recibían ese inri en las páginas sociales de El Colombiano, el diario local.
Seguramente pesó en el ánimo de Monseñor la fama de Daniel, de quien se decía que tenía autorización policial para meterse un cacho de marihuana cuando la yerba apenas crecía en la aceptación de los rumberos. Tal vez a esa fecha se remonte el estigma que durante años pesó sobre el cigarrillo Lucky Strike cinco letras sin filtro, que, decían, se utilizaba como soda o pasante de la marachafa… (http://www.jornada.unam.mx/2005/03/20/sem-oscar.html)
A partir de 1959, y durante tres años consecutivos, Yarumal realizó las Fiestas del Bambuco, pero monseñor Builes, indignado, promulgó desde Santa Rosa de Osos una homilía en la que criticaba el "desgraciado invento de la fiesta pagana del bambuco". Estas fiestas ponían en riesgo a Yarumal, que era 'un nido de palomas eucarísticas' pero podría convertirse con tanto bailar en "una caverna de serpientes venenosas y una guarida de fieras carniceras". Los organizadores no tuvieron otra opción que llevarse las fiestas para Neiva, en donde se celebran desde entonces.
Y hasta al protestantismo criticó calificándolo como «una quinta columna del imperialismo» para esclavizar a América Latina a los Estados Unidos.
Quienes defienden a MAB argumentan que hay que situar al prelado en el contexto histórico y resulta entonces anacrónico pretender condenarlo hoy…Monseñor siempre buscó con conciencia la verdad, los principios éticos y evangélicos…Que lo hizo con expresiones exageradas y desconsideradas, es cierto, pero no se puede olvidar u obviar la santa intensión que le movía.
Pero también Miguel Ángel Builes también tuvo buenas ideas, agregadas a la fundación de sus comunidades misioneras, es bueno recordar que fue gracias a El que el municipio de Caucasia (Antioquia), hoy no se llame “Cañofístola”, según refiere la historia:
En 1927, el obispo Monseñor Miguel Ángel Builes y los principales líderes cívicos del pueblo de Cañafístula proponen cambiar el nombre de Cañafístula por Caucasia, que significa a orillas del Cauca; ese mismo año es aprobado el cambio de nombre por el Concejo de Margento…
En la página http://www.lopaisa.com/desc.html, Monseñor Builes es loado y catalogado por su autor, como uno de los grandes forjadores de Antioquia, aunque es nombrado de último, no deja de ser reconfortante que se nombre al lado al lado de personajes tan trascendentes para la historia y cultura paisa como el poeta Epifanio Mejía, Rodrigo Arenas, Carlos Castro Saavedra entre otros.
Me permito transcribir y subrayar el verso que rinde homenaje a nuestro ilustre Obispo:
Es bueno señores si se ufanan de su tierra
que guarden un poco su cultura y su sepa
pues paisa que diga que merece respeto
no aclame su ancestro por mero decreto.
Saber de Antioquia no es delito ni ruego,
es llevar en la sangre un puñado de sueños,
es andar por caminos untados de arrieros,
trasegar por el alma de un recuerdo ligero.
Si no fuera la historia del añejo escribano
y el legado febril que han dejado los años
no tendría valor la misión de los hombres
que entregaron su vida como muestra que asombre.
Forjadores altivos se vistieron de mitos
repitiendo los hechos a través de sus hijos
que herederos ufanos transmitieron sedientos
la verdad decorada exaltada en aliento.
Juan de Dios Aranzazu cual bastión legendario
la pureza total del tenaz Belisario
Juan José Botero y su amor por el predio
Don Rodrigo Arenas escultor del egregio.
Pedro Justo Berrío exelente y sincero
José María Bravo el músico entero
Fidel Cano Gutiérrez fundador de los diarios
José María Córdova adalid libertario.
José Félix Restrepo legislador magistrado
Carlos Castro Saavedra el poeta entonado
Don Tomás Carrasquilla escritor especial
la heroína Simona y su clamor nacional.
Alejandro Echavarría fundador empresario
Camilo Antonio Echeverri de los más honorarios
la palabra profunda de Fernando González
el pintor Pedro Nel sembrador de ideales.
El señor Efe Gómez campesino ingeniero
Atanasio Girardot el mártir viajero
Gregorio Gutiérrez declamador del maíz
Doña Bertha Hernández, la mujer y el país.
Fernando Gómez Martínez sutil director
Luis López de Mesa humanista y doctor
Epifanio Mejía un altivo antioqueño
Alejandro López de su estirpe dueño.
Esteban Jaramillo ministro exelente
Javiera Londoño la matrona ferviente
Ciro Mendía el soneto festivo
Liborio Mejía presidente furtivo.
La dama fecunda se dio en María Cano
en Laura Montoya el amor del hermano
en Mariano Ospina la bravura emanada
en Ricardo Rendón la línea marcada.
Paulina Posada y su misión cultural
Camilo C. Restrepo dirigente especial
Salvo Ruiz de Concordia trovador exponente
Baldomero Sanín humanista y docente.
El Ñito Restrepo predecesor folclorista
Francisco de Paula Pérez un gran Periodista
Carlos E. el presidente adorado en altares
la prestancia infinita de Marco Fidel Suárez.
Miguel Angel Osorio realista y profundo
Rubén Piedrahíta gobernante fecundo,
la exquisita Sofía nos dio sus recetas
Débora Arango sus figuras inquietas.
Jorge Robledo Ortiz de la raza sus versos
Ramón Vásquez que dio en óleos sentimientos
el audaz Pepe Sierra destilaba el mañana
Joaquín Antonio Uribe conoció la montaña.
Marceliano Vélez fue activista puro
Carlos Vieco Ortiz compositor maduro
Rafael Uribe el más grande de todos
José María Villa la obra en sus poros.
León Zafir amó la tierra labrantía
Tartarín Moreira la luz de sus días
Jorge Molina las acacias sembradas
Pelón Santamarta la antioqueña anhelada.
Luis Angel Arango su nombre elevó
Don León de Greiff en rasgos voló
Manuel Mejía Vallejo inspiró su novela
Marianito Eusse fulgió en las estelas.
Fernando Botero esculpió en el viento
Carlos Mauro Hoyos mitigó en su aliento
Aníbal Muñoz cardenal del pueblo
Miguel Angel Builes orador del suelo.
Son Algunos Seres de tantos nombrados
que el sino de Antioquia en lo alto han dejado
no se justifica la palabra necia
que cabe en aquellos que sufren de amnesia.
La tierra señores no es reina fortuita
ni es inspiración de ideas gratuitas
es mucho más grande que cualquier acuerdo
nacido del fondo... del útero abierto.
Ayer la palabra de Dios hacía referencia a la misión o el rol del profeta, que es ante todo de ser centinela, ese fue el testimonio del profeta Ezequiel en la primera lectura.
“…La actitud vigilante es un rasgo del auténtico profeta. Estar atento a lo que pasa para alertar y prevenir al pueblo. El profeta verdadero está siempre atento a escuchar la Palabra de Dios. Lee los acontecimientos de la historia y los interpreta a la luz de la Palabra de Dios”…El profeta centinela, está pendiente de los peligros que acechan al pueblo. Por eso, el profeta es responsable directo de lo que le puede pasar. El profeta tiene la misión de abrir los ojos. Pero también el pueblo puede aceptar o rechazar la interpelación profética. Lo que no está bien, es apsar por alto el peligro…” (comentario de los servicios bíblicos koinonia.org, 23 domingo tiempo ordinario cicloA).
Miguel Ángel Builes entendió su ministerio, misión y episcopado así. Respondió a las circunstancias de una época y actuó y habló con esos sentimientos.
La clave está en contextualizarlo y así asumirlo como debe ser, comprenderlo y por ende tolerarlo, sin desconocer la pasión y la intención que lo movía.
En nuestros días se ha llegado al otro extremo, el del silencio cómplice de los pastores y lideres de la Iglesia. Ya no son muchos que levanten la voz para anunciar y denunciar que es la doble labor de todo profeta. Hace rato que ningún obispo nuestro hace alusión a las raíces directas de la hecatombe, de la violencia y la corrupción que oprimen por ejemplo a Colombia. Cuando mas en algunas ocasiones los Obispos se expresan con respecto a temas poco relevantes y nimios, pero callan ante hechos tan graves como los mencionados.
Quizás haga falta nuevos bríos y un nuevo espíritu que mueva y conmueva a la Iglesia de nuestros días. De todos modos ahí está el testimonio en la historia de Miguel Angel Builes y que sigue siendo un referente, un paradigma para ejercer con más autenticidad la misión profética. Y Monseñor Builes como lo recalca e insiste frecuentemente el padre Oscar Osorio Jaramillo. mxy en sus escritos biográficos de nuestro obispo, MAB fue un contemplativo de la historia y por ende un analista profundo de los signos de los tiempos, que buscaba a la final La Gloria de Dios y la salvación del mundo.
Con todo ahí está persona de Monseñor con su luz y oscuridad, con su pasión y obsesión, con sus dos caras que no podemos pretender desconocer, sobretodo la contraparte. Pienso que ello también, al reconocerlo ha de servirnos para nuestra vida y ministerio y a la vez amar también más la humanidad de nuestro Padre Fundador.
Espero no recibir muchas pullas o críticas condenándome por este compendio. Nuestro hermano el padre Nicolás Vásquez. mxy, el año pasado o antepasado, ya había elaborado un escrito presentando de manera muy detallada y textual esa parte “poco amable y amada e inconveniente” de la imagen de nuestro patriarca y si mal no recuerdo vinieron muchos bastonazos…
Para terminar me atrevo entonces a enviar este artículo al sitio oficial de nuestro Instituto, dejándolo a la consideración de los coordinadores de dicho órgano informativo.
Por iniciativa propia, ateniéndome a las consecuencias yo lo publico en mi blog personal, a donde se podrá acceder libre y abiertamente.
Lo he hecho ante todo buscando que se conozca de manera más completa a nuestro formador y se revele más esa parte humana, apasionada y a la vez defectuosa. No lo hago para que se piense que soy un intelectual y buscar así reconocimientos o halagos (como se insinuó acerca del opúsculo del Padre Nicolás). Y pues a la final , yo no me quedo recalcando sólo lo “negativo”, porque está más expreso en las publicaciones que salen a la luz de manera abierta aquello “iluminador”, “ejemplarizante” y “quijotesco” de Monseñor, mientras que esos defectos episcopales siguen pretendiendo obviarse o ignorarse y por ende ocultarse y mantenerse en el cuarto de San Alejo.
Que quede constancia de mi gran amor y admiración y por supuesto profunda fe y devoción por la vida y obra de quien consideraré siempre mi padre Fundador.
P. GUSTAVO QUICENO JARAMILLO. mxy
Bogotá 8 de septiembre 2008
En El 2000 participé en un concurso de ensayo sobre la vida y obra de Miguel Ángel Builes, mi escrito ocupó el segundo puesto y lo pueden leer acá:
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Mons. Miguel Angel Builes, hecho obispo en 1924 durante el gobierno de Pedro Nel Ospina, es el más experimentado de los prelados antioqueños y nunca ocupó una sede distinta a la de la diócesis en que nació, creció, se educó y fue ordenado obispo. Campesino pobre, no tuvo estudios especiales, se formó en el seminario de Antioquia con clérigos eudistas europeos procedentes de las zonas más católicas de Francia, y fue promovido por Mons. Maximiliano Crespo, a quien sucedió en el gobierno diocesano de Santa Rosa. Conservador radical, con hondas convicciones espirituales, creativo, audaz , manifestó siempre una línea de continuidad inalterable en relación a lo que él consideraba su fidelidad a la Iglesia.
Hay documentos que muestran a Mons. Builes también como objeto de mucho rechazos. Para él ese odio es parte del sacrificio que su apostolado le impone por su entrega decidida a hacer el bien. En el caso de su colega en el episcopado su actitud tolerante en la compleja maraña política de la diócesis de Antioquia era una agresión a la fe católica. Mons. Andrade perdió finalmente el apoyo de la Santa Sede, y salió de la diócesis en medio de una enorme pesadumbre a finales de 1952, casi al mismo tiempo que Mons. Builes recibía la Cruz de Boyacá, que le fue concedida durante el gobierno de Laureano Gómez, y su promoción al solio pontificio que le concedió la Santa Sede. El obispo de Antioquia, enfrentado a la problemática de una diócesis de mayorías liberales, pasaba por ser un obispo liberal, es decir, una extraña figura, “en la que sobra el cura”.
Ahora bien, en las décadas de 1940 y 1950 se dieron tres fenómenos en la ciudad, que impulsaron a la Iglesia a revivir su participación en la política antioqueña. Los cambios económicos y demográficos la estimularon a tomar posiciones ideológicas, que
contribuyeron a la polarización de las relaciones entre liberales y
conservadores. En la década de los cuarenta, la ciudad vivió la
emergencia de sindicatos de orientación marxista, la migración rural y la expedición de una legislación social para remediar las necesidades de la población urbana creciente. En este contexto, y siguiendo a Melo (1988), mientras los sacerdotes jesuitas orientaban la clase obrera en Antioquia, la Iglesia provinciana, por su parte, encabezada por el obispo de Santa Rosa de Osos, Miguel Angel Builes, reafirmaba valores fundamentalmente rurales y tradicionales (http://www.eafit.edu.co/NR/rdonlyres/72BAE6ED-A743-4E83-93EB-E2B864F0F7BF/0/El_lenguaje_de_la_violencia.pdf)
El narrador de EG atribuye esta complacencia en la persecución y la muerte del supuesto enemigo religioso a monseñor Builes, personaje siniestro de la Iglesia Católica que actuó en el país con suma intolerancia desde los años treinta hasta finales de los cincuenta (González, 1976; Zapata, 1973). De él dice: “De Santa Rosa viene un grito, el grito de un esquizofrénico. Grito de muerte, muchos muertos, las manos teñidas de sangre impía recibirán la bendición de Dios Nuestro Señor. Eso predica” (194).
Basta mirar las pastorales de monseñor Ezequiel Moreno a finales el siglo XIX y comienzos del XX durante la guerra de los Mil Días (Valderrama 1986) y las de monseñor Builes desde las décadas del treinta hasta los años sesenta para comprobar el grado de intolerancia religiosa y fanatismo político de estos jerarcas de la Iglesia católica (González F. 1976; Zapata 1973, 1978).
Para las autoridades de la Iglesia, los peligros que amenazaban la Religión y la Patria eran el comunismo, las sectas y los partidos anticristianos, que “afilan sus puñales contra el corazón de la iglesia y las instituciones de la república (Semanario 9 de Abril, Mayo, 21,1948, 8); según monseñor Builes, obispo de Santa Rosa de Osos, se debían defender los intereses religiosos señalando los peligros espirituales como lo demandaba el Papa y de lo cual él mismo daba ejemplo: “mostrando al enemigo y ordenando a los sacerdotes, religiosos y religiosas de Italia y del mundo acudir a las urnas y votar contra los enemigos de Cristo” (1948, 8). De ahí que, de acuerdo con las normativas del Papa -Pío XII-, y como afirmaba Monseñor Builes, había que acudir a las urnas y votar contra los enemigos de Cristo…
En junio de 1948 la carta pastoral vuelve a ser tema, los católicos debían entonar preces de desagravio al Corazón de Jesús, el viernes 4 de Junio que era su día clásico, por las ofensas que le hicieron las turbas rojas en la tarde nefasta del viernes 9 de abril: «Todos los católicos deben desagraviar a Jesucristo, ha dicho Monseñor Builes, por las ofensas que padeció el 9 de Abril» (Semanario 9 de Abril,Junio 4, 1948, 6). De lo anterior, se puede deducir el vínculo entre la Iglesia y la Política,visible en esa campaña de reorganización moral que se precisaba para salvar la República; la Iglesia edificó un orden y un controlpolítico-moral que precisó de la construcción del enemigo.
“A los 120 años de su nacimiento, Monseñor Builes emerge como paradigma para imitar, escuela espiritual para vivir, adalid para seguir. Nuestro Padre, no ha muerto, permanece. Su figura se acrecienta con el paso de los años; su herencia, rica herencia, se nos entrega generosamente en la medida en que logremos penetrar en la profundidad de esa mina inagotable, su sólida espiritualidad. El sigue alentando el ardor misionero de sus hijos, con el testimonio de su vida carismática y profética. Para la familia MAB, LA CELEBRACIÓN DE ESTA EFEMÉRIDES de su fundador, se convierte en exigencia de FIDELIDAD; en un punto de apoyo, para tomar nuevo impulso misionero, para expresar que para nosotros (as) como para Pablo, y como para el amado Fundador, “el amor de Cristo nos apremia” (2 Cor 5,14) y la situación de la humanidad no evangelizada, son acicate continuo que nos impulsa en forma generosa y comprometida al anuncio del Evangelio” (Hna Aminta Gómez (Superiora General de las HMT)