domingo, 18 de marzo de 2012

18 de marzo del 2012: 4o domingo de cuaresma


Cuarta semana de reflexión hacia una conversión ecológica:

VIVIR UNA METANOIA  (Cambio de enfoque y o perspectiva)

Lectura del Evangelio de San mateo 13, 3b-9: El sembrador

Jesús les habló de muchas cosas, usando comparaciones o parábolas. Les decía: «El sembrador salió a sembrar.  Y mientras sembraba, unos granos cayeron a lo largo del camino: vinieron las aves y se los comieron. Otros cayeron en terreno pedregoso, con muy poca tierra, y brotaron en seguida, pues no había profundidad.  Pero apenas salió el sol, los quemó y, por falta de raíces, se secaron.  Otros cayeron en medio de cardos: éstos crecieron y los ahogaron.  Otros granos, finalmente, cayeron en buena tierra y produjeron cosecha, unos el ciento, otros el sesenta y otros el treinta por uno. El que tenga oídos, que escuche.»



            Una parábola para ayer, hoy y mañana!

Esta es una de las parábolas más conocidas. En pocas palabras, Jesús compara el corazón de una persona con una tierra de diferente calidad, y la palabra de Dios con una semilla que es depositada en ella. El juego o asunto es simple y directo: nuestra "tierra”, es fértil, pedregosa o contaminada?

Jesús había crecido en el campo. En su vida cotidiana Había encontrado y hablado  con los agricultores y los que criaban animales, y además poseía un buen conocimiento de los ciclos de la naturaleza. Así para hablar de la vida humana y espiritual, muchas de sus enseñanzas se inspiran en los fenómenos naturales, como por ejemplo la germinación de una semilla.

Pero la mayoría de nosotros vive ahora lejos del campo. En nuestras ciudades comprendemos menos ciertos ciclos de la naturaleza porque en lo cotidiano no los vemos casi. A fuerza de comer fresas en invierno, a uno se le olvida que su verdadera temporada (o estación) es de corta duración!

Este distanciamiento o lejanía  de la naturaleza no tendrá también un impacto en nuestra vida espiritual y moral? Juan Pablo II lo había resumido de la siguiente manera: “La crisis ecológica es un problema moral. No es posible construir una sociedad pacifica, (sin) ignorar ni el respeto de la vida ni el sentido de la integridad de la creación” (1º  de enero de 1990).

Por lo tanto,  la naturaleza que nos rodea no debiera parecernos tan extraña. Tomemos el ejemplo de aquellos que se acercan a ella : un canoero sabe leer las olas, un agricultor sabe leer el cielo, un alpinista sabe leer la roca, simplemente desarrollando su sentido de observación.

Retomemos la costumbre de inventar parábolas y metáforas relativas a la naturaleza. Y ya que nuestra sociedad está totalmente volcada en la búsqueda de espiritualidad, los cristianos deberíamos ser los primeros en ofrecer enseñanzas inspiradas o emanadas de la naturaleza; no será esta la mejor manera de seguir el ejemplo de Jesús?

Por ejemplo, seria interesante desarrollar una espiritualidad inspirada en la observación del diente de león. Menos espectacular o vistoso que el tulipán, la rosa o el clavel, él goza de ventajas innegables. El diente de león crece y forma granos que se dispersan a los cuatro vientos; cuando se camina sobre ellos (o se les pisa) o cuando se les corta,  el resurge y crece de nuevo un poco mas corto, porque sus raíces son profundas.

De igual modo, no dejemos marchitar nuestra fe como los tulipanes, pero renazcamos cada vez, a pesar de las dificultades que afrontamos,  como el diente de león, finalmente signo de resurrección y perseverancia para nuestra fe.

El que tenga oídos que escuche!



Dele importancia al desafío de crear su propia parábola inspirada en la naturaleza y las maravillas de la creación. Este ejercicio lo acercara de la pedagogía de Jesús. Estar mas atentos a nuestro mundo, significaría causar impactos en nuestra vida espiritual y así obrar una verdadera metanoia.

Esta palabra griega, traducida muy a menudo por “penitencia” o “arrepentimiento”, hace alusión preferiblemente un cambio “más allá de nosotros”, un cambio de dirección, un movimiento de conversión, es una sacudida de la persona para que ella se abra a algo mas grande y que la supera.

ORACIÓN

Oh gran Dios Creador, tu has hecho nuestro mundo, la naturaleza,
para que la vida surja y resplandezca.
No solamente los animales y los vegetales pueden alimentarnos,
vestirnos, abrigarnos, sino que ellos igualmente pueden
instruirnos e inspirarnos.
De este modo tu Palabra caerá en una buena tierra,
Un corazón a la escucha de tu creación.


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Gustavo Quiceno