9 de julio
Facundo Cabral (cantante y poeta
argentino)
Mi artículo de homenaje en su momento acá:
23 de julio
Ammy
Winehouse (cantante inglesa)
Personalmente no fui seguidor o fan de esta cantante pero me sorprendió ver el despliegue mediático intenso que provoco su suicidio...
Acá les comparto una nota hallada en internet en clave de opinión sobre la muerte de esta gran artista, noticia que como todas: positiva o negativa nos ha de llevar a una acertada reflexión que nos posibilite crecer , valorar la vida y por ende hacernos mas humanos (nota mía)
OPINIÓN: Amy Winehouse, una artista con control
de su arte, no de su vida
El
crítico Gene Seymour se enfoca en las letras vibrantes e irónicas de la
cantante por encima de los detalles de su muerte anunciada
Por Gene Seymour
Lunes, 25 de julio de 2011 a las 10:58
Nota del editor: Gene Seymour ha escrito
sobre música, cine y cultura para el New York Times, Newsday, Entertainment
Weekly y el Washington Post.
(CNN) — ¿Triste? Sí, insoportablemente.
¿Impactante? Por desgracia, no.
Cuando esto se escribe, nadie sabe a
ciencia cierta cómo o por qué Amy Winehouse murió el sábado. Las autoridades
británicas usaron la palabra “inexplicable” para caracterizar las
circunstancias. Los que saben quién era, qué hacía y cómo ha vivido tienen sus
sospechas. Las multitudes que amaban su música están devastadas, pero la
conjetura es que muy pocos de ellos están sorprendidos. Sus peores temores se
han confirmado.
La muerte de Winehouse, de 27 años,
culmina casi una década de un éxito impresionante, y una voluntaria
autodestrucción. Siempre existía una contradicción desconcertante entre la
música soleada, optimista, de rhythm and blues que encantó a millones, y el
deprimente y exasperante espectáculo público que hizo de sí misma en los
tabloides y en el escenario.
A veces, estas dos cepas se combinaban;
sobre todo, en el sencillo con ventas de platino, Rehab, con su pegadizo
estribillo: “They tried to make me go to rehab/ I said, no, no, no...”
(“Trataron de hacerme ir a rehabilitación / Yo dije: no, no, no ...”) Y se
convirtió, para bien o para mal, en una melodía característica que cristalizó
su relación de acercamiento-rechazo con los intentos de dejar la adicción a las
drogas y al alcohol.
No les llevó mucho tiempo a los
reporteros indicar que la muerte de Winehouse llegó a la misma edad que las de
Janis Joplin, Kurt Cobain, Jim Morrison, Brian Jones y Jimi Hendrix, los cuales
siguen siendo mártires emblemáticos en el altar de la autodestrucción. Incluso
aquellos que deseaban creer que ella aún podía escapar de ese destino, tendían
a desviar la mirada, sobre todo en el último par de años, para no ver lo que
parecía un choque inevitable.
Sin embargo, en ausencia de hechos
concretos (por lo menos hasta el momento), no parece tener mucho sentido especular
sobre lo que provocó la muerte de Winehouse. Y tiene aún menos sentido
empantanarnos en sentimentalismos o recriminaciones justas. Existen demasiadas
hermanas sobrias haciendo fila para azotar nuestros oídos con anuncios de
represalias y lecciones precautorias.
Aunque los hechos estén ahí, yo prefiero
hablar de música, que, al igual que en el caso de todos los artistas jóvenes
muertos citados antes, será todo lo que realmente importe cuando el mundo
valore a Amy Winehouse a largo plazo.
Su música era, como he señalado
anteriormente, soleada y vibrante. Sus canciones pueden ser mordazmente
divertidas y conscientemente descaradas. Rehab fue el ejemplo más evidente,
pero no fue menos enganchadora o merecedora que otros temas de Back to Black de
2006, el álbum ganador de varios Grammy que ahora tenemos, por desgracia, que
reconocer como su obra maestra.
Escuchar Black, sobre todo ahora, es
deleitarse con un talento que parecía encantado con su propio potencial, al
igual que su audiencia. La voz de Winehouse presentaba un gran sonido, pero
también era lo suficientemente ágil como para evocar no sólo a las divas
afroamericanas del soul de 1960 y 1970, sino también a los cantantes de jazz y
cabaret de 1940 y 1950, quienes basaron su ingenio en doblar o estirar notas en
lugar de multiplicarlas o subdividirlas. Ella parecía tan en control de su arte
que provoca que uno se pregunte por qué parecía tener tan poco control sobre su
vida.
Incluso esa voz cautivadora no podía
dominar los sarcásticos y tal vez macabros demonios que acechan en sus letras.
Uno piensa en el coro de You Know I'm No Good: “I cheated myself/ Like I knew I
would...” (“Me engañé a mí misma/ Como yo sabía que lo haría...”) Había
publicaciones en línea el sábado que hacían referencia a esta línea de Tears
Dry on Their Own: “You walk away/and the sun goes down...” (“Tú te alejas/ y el
sol se oculta...”).
No hay forma de evitar que los
deconstruccionistas vean el aspecto irónico de estas letras; y me arrepiento un
poco de haber sacado el tema. En este momento, prefiero pensar en cómo ella me
hizo sonreír. Que los demonios, los suyos y los de todos los demás, sean
condenados.
Las
opiniones expresadas en este comentario son exclusivamente de Gene Seymour.
26
de julio
Joe
arroyo (cantante y compositor colombiano)
MARTES 26 DE JULIO DE 2011
Muere famoso salsero colombiano Joe Arroyo
Tomado de BBC Mundo, Bogotá
Por Arturo Wallace
Nació Álvaro José Arroyo González, pero pasó a la historia de la música como Joe Arroyo y en su natal Colombia lo llamaban simplemente "El Joe".
Y aunque es posible que en América Latina haya quien no conozca su nombre, lo más probable es que todos hayan escuchado al menos algunos acordes del más grande de sus éxitos: "Rebelión".
Esa salsa pegajosa que dice: "No le pegue a la negra".
"Es la salsa más importante que tiene el país. De hecho, puede ser la canción más importante de Colombia", le dijo a BBC Mundo Mauricio Silva, autor de una biografía del cantante que falleció este martes en la clínica de Barranquilla en la que estaba ingresado desde finales de junio.
"Tiene una música espectacular y el país entero la baila y la canta".
"Pero también es un manifiesto profundísimo. Una crónica en la que 'el Joe' condensó la historia entera del pueblo negro de América Latina", explicó.
Y lo que la letra de "Rebelión" hizo por la historia, el conjunto de la obra de Arroyo también lo hizo por la música, pues en él convergieron todos los ritmos negros de ese caribe en el que nació, creció y murió.
Eso le garantizó un lugar en el Olimpo de la música negra del Caribe, en el que según Silva sólo alcanzan Bob Marley, Celia Cruz, Ismael Rivera, Benny Moré y, por supuesto, el Joe.
"África en América"
La inmensa obra de Arroyo -autor de 107 canciones, 40 de las cuales llegaron a ocupar el primer lugar de popularidad- va mucho más allá de la salsa y no se puede resumir en una canción.
Pero no deja de ser emblemático que tanto "Rebelión" como la historia de Arroyo tengan su punto de partida en Cartagena, ciudad a la que Silva describe como "la más negra de toda Colombia".
"Tiene una música espectacular y el país entero la baila y la canta."
Mauricio Silva, biógrafo de Joe Arroyo
La canción, "en los años 1600, cuando el tirano mandó".
La vida de Arroyo, el 1ro de noviembre de 1955.
"Nació en Nariño, que es el barrio de los palenqueros en Cartagena", cuenta Silva.
Y, como resultado, creció hablando esa lengua criolla de origen bantú, herencia de los esclavos cimarrones que se establecieron al sureste de la ciudad, a finales del siglo XV, que son los protagonistas de "Rebelión".
El pequeño Álvaro creció además acunado por los numerosos ritmos de origen africano que convergían en el puerto de Cartagena.
Ritmos como la soka, el calipso, la salsa y el merengue, pero también la salsa africana y otros propios del folklore negro colombiano como la terapia, la champeta y el porro, que más adelante él se encargaría de investigar, rescatar y fusionar en un ritmo único y propio: el "joesón".
"Él es la gran representación de todo: los porros, la salsa, el calipso, África…", le dijo a BBC Mundo su biógrafo
"Joe es la prueba fehaciente de África en América", afirmó.
Debut en un burdel
El Joe comenzó a escribir su leyenda a muy temprana edad.
Según Silva, "desde los dos años estaba cantando. Lo celebraban mucho las tías, lo llamaban las emisoras".
Y a los ocho años empezó a cantar en los burdeles de Cartagena, convertido en un precoz cantante profesional.
"Luego, un arzobispo supo del cuento, mandó a llamar a Joe y lo metió en un coro".
Ahí conoció a otros músicos importantes con los que empezó a hablar en serio de música, a interesarse por en serio por su herencia musical.
Y el resto, como se dice, es historia.
A los 13 años, Arroyo se escapó de casa y dejó atrás los burdeles de la zona de tolerancia de Tesca, donde seguía cantando, para integrarse a una orquesta de Barranquilla llamada "La Protesta".
En 1973 se convirtió en el vocalista principal de la popular orquesta de salsa "Fruko y sus Tesos", con la que algunos años atrás ya había grabado el éxito "El ausente", y con la que recorrió el mundo.
Y en 1981 fundó su propia orquesta, "La verdad", con la que desarrolló el "joesón" y se consolidó como uno de los grandes de la música tropical.
"Entre 1985 y 1994 Joe Arroyo no tenía comparación en el mundo de la salsa", afirma Silva, autor de "El centurión de la noche. La vida cantada de Joe Arroyo".
"Como alguna vez me dijo un amigo, entre el 85 y el 94 el Joe era Pelé", le dijo a la BBC.
Y más entusiasta aún era un grafitti aparecido en una esquina bogotana –Calle 67 con Carrera 7ma, para mayores datos- que en 1989 anunciaba: "El Joe es Dios".
Las muchas muertes de el Joe
La intensa vida de Arroyo, su capacidad para sobreponerse a las tragedias, y sus flirteos con la muerte, también contribuyeron a aumentar su leyenda.
En 1983 el cantante fue desahuciado por un problema de tiroides, y la prensa anunció su muerte "por una sobredosis de drogas".
En el año 2000 los medios lo volvieron a dar por muerto, luego de que un coma diabético se combinara con neumonía mientras estaba de gira por Barcelona.
Y dos años después, la muerte de su hija Tania, a causa de un problema cardíaco, no le impediría cumplir con un concierto previsto para el día siguiente y le inspiraría la canción que lleva su nombre.
"En sus canciones está el mapa de su vida, las mujeres que lo traicionaron, los cachos que él puso, sus drogas", explica Silva.
Pero el actor Jair Romero, quien interpreta a Arroyo en la telenovela "El Joe, la leyenda" -que se empezó a transmitir en Colombia apenas dos meses antes de la muerte del cantante- prefiere destacar sobre todo su calidad humana y su sencillez.
"Cuando uno habla de la música colombiana, el referente es Joe Arroyo", le dijo a BBC Mundo.
"Pero él era un man muy sencillo, un vocero del pueblo, que dijo lo que el pobre quiere expresar".
"Además, pesar de su grandeza se quedó en la costa, se quedó en Barranquilla. No como otros que se van a Miami", destacó.
Y a pesar de sus numerosos problemas de salud, Arroyo nunca dejó de componer, viajar, bailar y cantar, llegando a realizar más de 200 presentaciones en vivo por año, muchas veces alternando entre el escenario y el hospital.
"Por eso no hay, no va a haber nadie como Joe Arroyo", dijo Romero.
Por eso el artista estaba supuesto a recibir el Premio Especial de la Academia del Grammy Latino a su trayectoria el próximo 9 de noviembre.
Por eso Colombia entera estuvo pendiente de su salud desde que fuera internado en la clínica La Asunción de Barranquilla, el pasado 27 de junio, por un edema pulmonar y afecciones en sus riñones.
Y, por eso, todo el país, y el mundo de la salsa, lo lloran.
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2 de agosto del 2011
Baruj Benacerraf (medico venezolano)
Nacimiento 29 de octubre de 1920, Caracas, Venezuela
Fallecimiento 2 de agosto de 2011, 90 años, Boston, Estados Unidos
Ocupación biólogo,
médico
Baruj Benacerraf (Caracas, Venezuela, 29
de octubre de 1920 - Boston, 2 de agosto de 2011)1 fue un médico de origen
venezolanoque ganó, junto con Jean Dausset y George D. Snell, el Premio Nobel
de Fisiología o Medicina en 1980.
El galardón les fue concedido por sus
descubrimientos relacionados con estructuras determinadas por la genética en la
superficie de la célula que regulan las reacciones inmunológicas, más
concretamente los genes denominados genes Ir del Complejo mayor de
histocompatibilidad y que regulan la respuesta inmune frente a un determinado
antígeno soluble. Es decir, demuestra que la respuesta inmune frente a un
antígeno es distinta para cada individuo y es heredada según las leyes de
Mendel. Todos los individuos pueden responder frente a un mismo antígeno
soluble pero cada individuo reconoce distintos determinantes antigénicos. Ese
patrón de reconocimiento individual es heredado de los progenitores.
Baruj Benacerraf es egresado de la
Universidad Columbia y de la Escuela Médica de Virginia en Richmond. Se
naturalizó en los Estados Unidos en 1943. Practicó la medicina en el ejército
de los Estados Unidos hacia el final de la Segunda guerra
mundial.[editar]Biografía
En 1948 inicia su carrera de
investigador. En 1970, ingresa como profesor de patología en la Escuela de
Medicina de la Universidad Harvard. Es elegido miembro de la Academia
norteamericana de Artes y Ciencias en 1972 y de la Academia de Ciencias de los
Estados Unidos en 1973. Recibe el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en
1980. En 1990 recibió la National Medal of Science por sus contribuciones
médicas.
[editar]Premios
Además del Premio Nobel, posee:
1992: Honorary Degree of Doctor of
Sciences, Gustav Adolphus University.
1992: Honorary Degree of Doctor of
Sciences, Harvard University.
1993: Honorary Degree of Doctor of
Sciences, Université de Bordeaux.
1995: Honorary Degree of Doctor of
Medecine, University of Vienna.
1996: Gold Cane Award of the American
Association por sus investigaciones en patología.
1996: Charles A. Dana Award por sus
logros pioneros en Salud y Educación.
[editar]Referencias
↑ Cf. Denise Gellen, «Baruj Benacerraf,
Nobel Winner in Medicine, Dies at 90», nytimes.com, 3-8-2011, consultado el
2-8-2011.
[editar]Enlaces externos
1980 Nobel Medicine
Nobel autobiography
****
Esta semana en el último artículo de homenaje a los que se fueron en el 2011:
BUBBA SMITCH
BERNARDO TOBON DE LA ROCHE
GIL MONTANA
ANDY WHITFIELD
GASPAR HENAINE (Capulina)
STEVE JOBS
PEDRO ARMENDARIZ