viernes, 5 de mayo de 2006

"Para olerte mejor", le contesto el lobo a Caperucita


Le contestó el lobo a Caperucita:
“Para olerte mejor!”

Para todo ser humano es difícil aceptar su físico, su apariencia, el empaque que Dios le dio y más cuando éste desentona con las categorías estéticas o de belleza creadas e impuestas por la sociedad donde nace y se desenvuelve...Dicen los “psicólocos” que de los momentos más significativos y trascendentes en la vida de cada ser humano, es aquella primera vez en la que el se ve totalmente reflejado en un espejo...Yo , personamente , estoy convencido de esta verdad.
Como hace tiempo yo vengo confesándome en mis artículos, quisiera empezar una serie de disertaciones o reflexiones en voz alta sobre mi apariencia física y más aun todavia, en detalle, tomando cada uno de mis rasgos particulares...Empezaré por hablarles sobre lo que me ha pasado y lo que he pensado y aprendido en torno a mi apéndice nasal u nariz que llaman!
La sociedad que nos rodea, las personas más cercanas a nosotros ,y desde nuestra más temprana edad ayudan a hacernos conscientes de nuestra apariencia...Y es sobre todo en el ambiente escolar que uno descubre se posee una parte del cuerpo que se aleja de las categorias “normales”...Así recuerdo nítidamente que cuando tenía 10 anos, antes de una competencia de carrera uno de mis camaradas me dijo “si usted se cae va a hacer un hueco en la tierra”...Esa frase comenzó a trabajar en mi “psique” y ayudar a cerciorame o darme cuenta que “había algo con mi nariz”...Extrañamente no notaba ninguna anormalidad en el rostro de mis abuelos paternos , ni mis tíos, ni tampoco en el de mi papá, ante ello fui verdaderamente ciego o poco detallista y sólo con el pasar de los años pude darme cuenta de la desproporción de sus tabiques y por ende lógicamente cerciorarme que era causa y no “problema” (quede bien claro!) de herencia genética ...Tal vez sufrí un poco de complejos por mi nariz durante la escuela y el bachillerato, pero por allá a comienzos de 1980, recuerdo oi hablar de una famosa cantante y actriz de cine y teatro norteamericana que acaparaba los medios, revistas y televisión faranduleras de la época, y que como yo contaba con una gran nariz que la hacía ver “raramente bella”, esa mujer era Barbra Streissand[1]...Un gran consuelo para mi; y eso inconscientemente creo ayudó a mejorar mi autoestima...Después supe de otro actor frances Gerard Depardieu (de enorme nariz) que al mismo tiempo representó en el cine , años más tarde otro célebre personaje literario narizón, poeta romantico y noble: Cyrano de Bergerac...quien conquistara el amor de su amada Susana a pesar de su defecto físico...
Estando en la universidad en Medellin, conocí otros de “nariz especial” . Y recuerdo en particular a un valluno que le deciamos “el ñato” , imagínense! Este ñato era un duro para “quebrar “ o conquistar las muchachas, despertaba con facilidad simpatía entre el gremio femenino, sobre todo entre las chicas y de hecho tenía muchas amigas, y todos los demas seminaristas y universitarios (en especial los “ñatos” como él) nos interrogábamos nosotros mismos cómo le hacía para ser tan popular entre las féminas, hasta que un dia llegamos a pedirle que nos contara su secreto , a lo que Faunier, como se llamaba nuestro companero, soberbio y sin falsa humildad respondió: “la lengua mis amigos, “el verbo”; las niñas son contentas cuando les echan piropos y les dices por ejemplo qué bella estás, qué inteligente eres...”, es decir , el “ñato” nos queria decir que la fuerza , el secreto, no estaba en la nariz sino en la lengua.
Inclusive dos de entre esos compañeros con “nariz especial” , se atrevieron y tuvieron los medios económicos para hacer ciertas reformas en el centro de su cara, uno a causa de un accidente de deporte y otro por “vanidad “ personal ...Después se les veía ” raros pero sin belleza ” y recordaba aquella frase, palabras más , palabras menos de la misma Barbra Streissand expresada ante alguien que le hiciera la sugerencia de operarse su órgano de la respiracion: “No, no lo hare jamás porque al hacerlo perdería algo de mi esencia...No sería más Barbra Streissand”
A veces he tenido también la tentación de operarme la nariz; pero luego pienso en lo dicho por La Streissand , me arrepiento y digo consolándome escuchando la voz de mi conciencia cimentada en la fe de carbonero: “Hay que aceptarse tal y como Dios me hizo”...Solo cuando me veo en algunas fotografías y en videos de perfil “griego” me sobresalto un poco...Pero la verdad es que con el pasar de los años , he aprendido a aceptar y amar mi nariz.
La nariz es necesaria: es la vía aérea principal de nuestro aparato respiratorio. Cuando inhalamos aire por los orificios de la nariz, el aire entra en la cavidad nasal y viaja hasta la parte superior del paladar. (El paladar es la pared que separa la nariz de la boca, a veces llamado el techo de la boca.). El aire pasa luego a través de la boca y la garganta y acaba pronto en los pulmones. Cuando éstos están listos para exhalar el aire viejo, la nariz es la principal vía para que el aire abandone el cuerpo.
Pero la nariz no inspira simplemente el aire y lo lleva hasta los pulmones -lo calienta, lo humidifica y lo filtra primero (humidificar significar añadir humedad). El interior de la nariz está recubierto de una membrana mucosa, que es una capa de tejido delgada y húmeda. Esta membrana calienta el aire a medida que pasa y lo humidifica un montón - de hecho, ¡el aire que entra por la nariz alcanza casi un 75% de humedad!
La nariz sabe cómo filtrar las cosas del aire antes de que llegue a la garganta. En la superficie interior de parre anterior de la nariz hay unos pelitos protectores que atrapan polvo y otros irritantes que serían nocivos si se inhalasen. Y algunos irritantes que quedan atrapados allí son tan irritantes que la nariz quiere deshacerse de ellos enseguida -¡al estornudar! El estornudo es una forma involuntaria de eliminar una irritación de la nariz. El cerebro, los músculos y la nariz trabajan juntos para hacer salir volando de la nariz esas partículas a velocidades a veces de hasta 100 millas por hora. ¡Eso es un estornudo veloz! Y a cada lado de la parte superior de la garganta, detrás de la cavidad nasal, se encuentran las adenoides. Estos son masas de tejido que contienen células que ayudan a combatir los gérmenes que podríamos haber inhalado.
La nariz nos permite oler todo lo que nos rodea. Al igual que los ojos nos ofrecen información al ver y nuestros oídos nos ayudan a oír, la nariz nos ayuda a saber qué sucede al oler. De hecho, ¡la nariz es tan potente que puede llegar a oler hasta 10.000 olores diferentes! Lo hace con la ayuda de muchas partes ocultas dentro de la cavidad nasal y la cabeza.
En la parte superior de la cavidad nasal (el agujero que hay detrás de la nariz) se encuentra el epitelio olfativo. Olfativo es la palabra técnica que tiene que ver con el olfato. El epitelio olfativo es un grupo de células nerviosas con pelitos microscópicos llamados cilios que salen de las células. Los cilios están recubiertos de receptores especiales sensibles a las moléculas del olor que viajan por el aire. Estos receptores son muy pequeños - ¡hay al menos 10 millones en la nariz! Hay al menos 20 tipos distintos de receptores y cada uno tiene la capacidad de sentir una determinada clase de moléculas de olor.
Cuando las moléculas del olor entran en la nariz, estimulan a los cilios que empiezan a producir señales nerviosas. Las señales nerviosas se mueven por los receptores y llegan hasta el nervio olfativo, que luego transmite las señales al bulbo olfativo. Este es un lugar que está justo debajo de la parte frontal del cerebro en la parte superior de la cavidad nasal. La función del cerebro es interpretar las señales nerviosas e identificar el olor para nosotros.
La mucosa de los cornetes secreta o produce moco, al igual que el resto de las estructuras cubiertas por ella en la nariz. El moco es un elemento vital para este órgano respiratorio. Se dice que un adulto normal de 70 Kg. llega a producir aprox. unos 750 C.C. de moco en el transcurso de 24 horas. Casi un litro que en forma imperceptible pasa al tubo digestivo.
Lo normal es que con el movimiento ciliar, producido por el epitelio cilíndrico vibrátil de la mucosa, el moco vaya desplazándose léntamente hacia el estómago, cumpliendo así con su ciclo de trabajo.
Podemos imaginar este fenómeno comparándolo con un sembradío de trigo movido por el viento en un campo. En el caso de la mucosa nasal, el movimiento ciliar se hace de forma muy lenta hacia adelante y más rápida hacia atrás.
El moco, que humecta y mejora la temperatura del aire que respiramos, cumple también otras funciones de protección para nuestro organismo. Funciones que se catalogan como físicas y químicas.
De las últimas, destaca la que realiza la mucina, poderosa enzima componente del moco que destruye bacterias y otras sustancias extrañas que impregnan el aire que respiramos.
Pero el moco también cumple funciones de protección al organismo conocidas como de tipo físicas o mecánicas. Por su carácater viscoso, el moco nasal es capaz de atrapar partículas un poco mayores que se adhieren al mismo, para inmovilizarlas y evitar que ingresen al árbol respiratorio. Estas partículas pasan luego al interior del estómago donde serán finalmente destruidas, fagocitadas o excretadas.
En aquellos casos de patología, tanto las características normales de la mucosa como desde luego, el propio moco, sufrirán variantes acordes a la enfermedad.
La coloración, aspecto y tamaño de la mucosa son siempre evaluadas por el especialista al revisar la nariz. Por cierto, alguien poco familiarizado con la anatomía nasal, fácilmente podrá diagnosticar que un paciente tiene tumores o pólipos nasales, cuando lo que realmente está viendo es la cabeza normal del cornete inferior. Por su parte, el moco es también un reflejo natural de respuesta a una enfermedad determinada y sufrirá cambios de acuerdo al padecimiento que se trate.
La mayoría de las personas piensan en la lengua cuando se habla del sentido del gusto. ¡Pero no podríamos sentirle el gusto a nada sin la ayuda de la nariz! La capacidad del olfato y el gusto van de la mano porque el olor de los alimentos nos permite saborearlos mejor[2].
Porque la verdad es que si se tiene conciencia de la utilidad de este órgano , seguramente si se tiene una nariz de gran dimension uno debe sentirse orgulloso, pues se tienen menos problemas de respiracion, “se puede oler mejor” . como decía el lobo a la caperucita a la pregunta de esta última “por qué tenia la nariz tan grande”...”para olerte mejor”!
Mis colegas de gran nariz “felicitaciones” , abajo complejos , que viva la Streissand, Depardieu, Diego Leon Hoyos y todo el gremio!
Y ya me voy por que es pasado mediodia y ya siento el olor del almuerzo que me revela tengo hambre! Y en Africa el hambre es peligrosa!








[1]
[2] Informacion de diversas paginas médicas del Internet, 2003

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Gustavo Quiceno