martes, 27 de septiembre de 2011

2 de Octubre del 2011: 27o domingo del tiempo ordinario A

EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 21, 33-43

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
-- Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?
Le contestaron:
-- Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.»
Y Jesús les dice:
-- ¿No habéis leído nunca en la Escritura?: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente" Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.

Palabra del Señor.

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“Hemos de aceptar el hecho que, durante siglos,el mundo moderno ha estado poblado de individuos posesivos y centrados en sí mismos”.
(Marc Kingwell en "À la poursuite du bonheur" : "En búsqueda de la felicidad").

Los frutos de nuestros talentos y nuestros esfuerzos, el tiempo que se nos ha dado, el dinero y los bienes que poseemos, todo eso debe servir al bien de todos.

Cuando Jesús menciona la viña, uno se espera que vaya a seguir una historia de paz y de prosperidad. Pero en el texto de hoy, los responsables de la viña no piensan sino en matar para apoderarse de un bien que no les pertenece.

Pero que lección sacar de este evangelio hoy? Saquemos una primera:
El amor, la bondad, la fraternidad, son justicia y verdad. Pero este amor no es ceguera y debilidad, y esta bondad no es blandura, sino determinación. No es suficiente con que portemos una etiqueta de calidad. No estamos dispensados (exentos) de trabajar. Y el Padre espera que demos fruto (que produzcamos), pero frutos de calidad. 

El grito de un amor decepcionado debe hacernos medir la intensidad de este amor, despertarnos, sacudir nuestra torpeza. Es una oportunidad.

Si entendemos  la viña en su conjunto, o la viña como la Iglesia, la viña como el conjunto de nuestras comunidades locales, encontraremos el mismo problema. Así, cada eucaristía es una invitación a volvernos a interrogar (preguntarnos), la eucaristía provoca en nosotros un examen de conciencia, ella nos dice que somos convocados de nuevo sobre el terreno (campo de trabajo) de la Viña, para realizar mejor y con grandeza nuestra misión. La celebración será entonces reconciliación, renacimiento, nueva partida. Ella será más bella, más verdadera, más alegre…
La vida y el dinamismo de la Iglesia dependen también de todos nosotros.

Es de ese modo como el senor nos renueva su confianza. Nos corresponde a nosotros demostrarnos dignos.

Después del Concilio Vaticano II, los bautizados  precisamente vuelven a descubrir esta dignidad de miembros del Pueblo de Dios. Vale la pena entonces leer los textos que hablan del sacerdocio común de los bautizados. Es importante que cada uno se muestre digno de la confianza que Jesús nos da. Es a nosotros a quienes Jesús confía la gerencia de su Vina. 

 El mensaje de la parábola de hoy, es que Dios nos ha confiado el mundo en el cual vivimos, para el bien de todos. Nos toca a nosotros responder a esta invitación con todos los talentos (cualidades, valores) que hemos recibido.

En la parábola de los viñadores, Dios nos invita a ser responsables para así construir un mundo mejor. Esta responsabilidad no concierne solamente a los gobernantes o jefes de comunidades, incluida la Iglesia (con su papa, sus obispos, sus sacerdotes), sino también que nos concierne a cada uno de nosotros. Dios nos confía nuestra familia, nuestros hijos y nietos, nuestro universo del trabajo y de pasatiempo y diversión (descanso y recreación). Deberemos dar cuentas de nuestra gestión. Los frutos de nuestros talentos y de nuestros esfuerzos, el tiempo que se nos ha dado, el dinero y los bienes que poseemos, todo ello debe servir al bienestar de todos.

El pecado de los viñadores de la parábola, es el de querer apropiarse (adueñarse de) los frutos que no les pertenece. Ellos quieren ser gerentes de la tierra con el solo propósito de aprovecharse y beneficiarse. Al reflexionar sobre lo que pasa en nuestro mundo de hoy, nos damos cuenta que después de los tiempos de Jesús, ningun progreso se ha hecho en el plan del egoísmo y de la irresponsabilidad! Nada nuevo bajo el sol!

Muchos creen que librándose (o deshaciéndose) de Dios, la viña pasara a pertenecerles. Es eso lo que hicieron Adan y Eva al seguir el consejo de la serpiente: “ustedes serán como Dios…ustedes ocuparan el lugar de Dios…ustedes serán dioses”. Numerosos son los convencidos o que piensan que Dios estorba, que uno no tiene necesidad de Él. De día en día se restringe (o prohíbe) más su mención y cabida en la vida pública (v.g no exposición de crucifijos), en el mundo de la política y de los negocios. Por su parte, el evangelio nos revela que entre más presente esté Dios, mas grande será para nosotros la posibilidad de crear un mundo de paz, de fraternidad y de amor.


Para Jesús el Reino de Dios estaba abierto a todos los seres humanos « de buena voluntad», o sea, que tuvieran como valor primero de su vida el Amor y la Justicia. El Reino es «Vida, Verdad, Justicia, Paz, Gratuidad, Amor». Por eso, no eran importantes para Jesús las diferencias raciales, de género o de cualquier otro tipo: todas las personas «de buena voluntad», todas las que estén dispuestas a vivir la solidaridad fraterna, están invitadas. Y Jesús no sólo lo propuso como un ideal, sino que lo realizó en la práctica.

Esta manera de actuar y de pensar le acarreó agudos y profundos conflictos con los grupos religiosos y políticos de la época, incluso con sus propios discípulos. Para los hombres ortodoxos esta apertura del Reino de Dios a los extranjeros, enfermos y pecadoras era absolutamente impensable. Más aún, ellos consideraban que fuera de Israel y de su particular religión no había salvación para nadie. Se consideraban «propietarios» del Reino de Dios.

Jesús los desafía abiertamente, y por medio de esa comparación con la viña, les muestra que la ortodoxia recalcitrante no conduce a la salvación. El profeta de Galilea se burla de las pretensiones privatizadoras de los ortodoxos y les muestra que Dios entrega el Reino a aquellas comunidades que viven el amor y la justicia. El Reino no es propiedad privada de nadie ni de ningún grupo en particular. Nadie lo tiene asegurado a título de una raza o religión concreta.

 El primer elemento importante de esta historia, es que Dios nos OCUPA, nos confía su Viña. Él quiere que seamos sus socios. Es bueno entonces preguntarse: QUÉ HACEMOS CON LA VINA DEL SEÑOR? Que le sucede al mundo que Dios nos ha confiado? Qué hay de la paz entre las naciones, de la distribución de los bienes de la tierra, del calentamiento climático, de la deforestación, de las lluvias acidas, de la desaparición de numerosas especies animales? Son preguntas pertinentes para cada uno de entre nosotros responsables de nuestro planeta. Nuestra calidad de vida está afectada por todos esos problemas.

Como en la parábola de hoy, nosotros podemos creer que somos los propietarios del mundo que se nos ha confiado y que hemos de hacer todo lo posible por guardar (acapararnos) los frutos para nosotros mismos de manera egoísta, sin pensar en los demás y sin preocuparnos de lo que legaremos (dejaremos) a las siguientes generaciones.


DE   CALIXTO  ( http://www.tejasarriba.org)

En el Nuevo Testamento, esa viña elegida del Señor es su Iglesia.

Pero también los cristianos de hoy podemos repetir la conducta del pueblo judío. También puede afectarnos su complejo de superioridad.

Si leemos detenidamente la parábola nos encontramos con el verbo “arrendar”. ¿Cuántos de nosotros nos hemos creído dueños de la Iglesia? Apenas somos sus servidores.
Una manera de apoderarnos de ella es programarla a nuestra imagen y semejanza: Cómoda, conformista, a veces elástica, a veces monolítica. Otra manera es imponer a los demás nuestra propia verdad. La verdad del Señor es una, pero son múltiples los modos de captarla. O exigir a los prójimos que se matriculen en nuestro estilo de piedad, unas veces austero, otras sentimental, desinhibido o demasiado estructurado. Olvidamos que lo esencial del Evangelio es una entrega personal al Señor, en la sinceridad y en la confianza. Otras veces también nos presentamos cómo dueños de la Iglesia porque juzgamos condenando. Imponemos nuestra propia interpretación de la ley, con toda su letra menuda.
Nos apoderamos del hombre. Los cristianos no estamos lejos de la manipulación ascética, si predicamos un Dios exclusivo y a nuestro servicio, si limitamos la entrada a su santuario.

Con prácticas aparentemente correctas, quizás hemos herido a muchos y aun podríamos haber matado a alguien. Y el Señor dijo: “Lo que hicisteis con alguno de estos, mis hermanos pequeños, conmigo lo hicisteis”.

Para evitar todo esto, comprendamos que la Iglesia, aquella viña , no es un regalo para disfrutarlo. Es ante todo un don para compartirlo.

**
Esta parábola recapitula en pocas frases todo el esmero y la solicitud del Señor para su pueblo.

Alguien ha escrito que el amor de Dios no se define con simples adjetivos. Se describe con verbos: El Señor crea. Acompaña al hombre en su camino. Se muestra a Abraham y lo saca de Caldea. Hace alianza con los patriarcas. Se acuerda de la esclavitud de su pueblo. Lo rescata de Egipto. Lo conduce a través del desierto.

Le regala una tierra prometida que mana leche y miel. Suscita profetas. Organiza un reino.

Se hace hombre en las entraña de María. Busca un grupo de amigos. Comparte con ellos su poder de salvación. Les confía su mensaje. Crea una comunidad de escogidos. Les enseña unos signos. Muere y al tercer día resucita.

En la historia particular de cada uno se repite, en miniatura, esa misma historia general de salvación. El Señor, en frase de Isaías, conserva nuestros nombres escritos en sus manos. Un día nos llama a la vida. De entrada nos regala la libertad. Se arriesga amorosamente a perdernos, buscando que lo escojamos libremente. Nos adopta por hijos en el bautismo. Nos invita a una comunidad de fe, de amor y de esperanza. Señala nuestro camino con los signos de su presencia que son los sacramentos.

Se disfraza, para hacernos compañía, con el rostro de quienes nos aman. Nos envía profetas que hablan nuestro mismo lenguaje, sienten lo mismo que nosotros, son de nuestra tribu.

Sufre y muere con nuestros dolores y nuestros fracasos. Resucita en el árbol que retoña, en el día que regresa, en el hijo que madura, para avisarnos a cada paso que El es la Vida.

¿Por qué, entonces, esta viña amada y escogida que somos nosotros, produce tantas veces frutos amargos?

APLICACIÓN



No puede ser mal interpretada esta parábola.

Ninguno de entre ustedes piense una vez que ha escuchado este texto que Dios es como el propietario de la parábola y que se venga hasta el punto de destruir a aquellos que no entran en sus proyectos y que desnaturalizan (desvirtúan) su imagen. Dios no se parece al propietario de la Viña, así como tampoco ustedes se parecen a estos viñadores mal intencionados. Esta historia se nos cuenta para decirnos que cuando se quiere modificar la imagen de Dios, Dios no responde a nuestros deseos y Dios no se conforma  con  (o toma la forma de ) aquello que queremos .

No imaginen, con el pretexto de ser fieles al texto que Dios va a castigar los infieles como lo hace el propietario del relato, al contrario, ustedes lo saben bien, Dios va a encarnizarse (proponerse con fuerza) por ganarse para Él a todos los seres humanos, comenzando por los viñadores de la parábola. Es ahí donde reside la dificultad de esta parábola. Ella no nos pide identificar a  los personajes del relato con Dios o con nosotros mismos. Ella nos pide  apreciar la situación descrita acá con el fin de que corrijamos, en función de  que hemos comprendido,  nuestros comportamientos bajo la mirada de Dios.

Nadie ni cualquier otro, es propietario de la Iglesia, ni el papa, ni los obispos, ni los sacerdotes, ni los laicos. Todos somos sarmientos y en esta condición, bajo este nombre, todos estamos llamados a dar los frutos de justicia y de amor que Dios espera de nosotros.

En nuestra calidad de cristianos bautizados y confirmados, somos enviados para testimoniar el evangelio. Pero no hemos de olvidar que nosotros no somos más que los canales de la Gracia de Dios. Él cuenta con nosotros para que su Salvación (la felicidad, la realización, la plenitud) llegue (contagie) a todos sus hijos.

Para nosotros es un llamado a eliminar de nuestra vida todas las tendencias egoístas que bloquean la acción del Señor. La santidad es ser transparente a la luz que viene de Dios y vivir de su vida.

Entonces como el apóstol Pablo, podremos decir: “No soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mi”.

Para llegar allá, necesitamos de la ayuda del Señor. En nuestras vidas, está siempre el pecado que nos hace darle la espalda. Pero a partir de un mal, Dios puede siempre hacer surgir un bien. Él ha transformado la triple negación de Pedro y ha dado la posibilidad de una triple declaración de amor. Y es así como Él ha podido darle a Pedro una confianza todavía más grande. El mismo Cristo ha sido capaz de hacer cambiar los peores criminales transformándolos en santos. De igual forma Él es capaz de cambiarnos a cada uno de nosotros y hacernos sus amigos (a pesar de nuestra desidia, apatía, escepticismo, incredulidad, cobardía, miedo…). 


Tendremos verdadera dificultad en aplicarnos la parábola si partimos de la idea de que aquellos jefes religiosos eran malvados y tenían mala voluntad. Nada más lejos de la realidad. Su preocupación por el culto, por la Ley, por defender la institución, por el respeto a su Dios era sincera. Lo que les perdió fue no estar alertas y confundir los derechos de Dios con sus propios intereses. De esta manera llegaron a identificar la voluntad de Dios con la suya propia y creerse dueños y señores del pueblo. Si la viña no es propiedad de los arrendatarios, tampoco pueden serlo los frutos.

Los destinatarios de la parábola son los jefes religiosos. No se pone en duda que la viña dé frutos. Se trata de criticar a los que se aprovechan indebidamente de los frutos que corresponden al Dueño.

Claro que podemos y debemos hacer una crítica de nuestra religión. A Jesús le mataron por criticar su propia religión. Atacó radicalmente los dos pilares sobre los que se sustentaba: el culto del templo y la Ley.

Tenemos que recordar a nuestros dirigentes que no son dueños, sino administradores de la viña. La tentación de aprovechar la viña en beneficio propio es hoy la misma que en tiempo de Jesús, y no tenemos que escandalizarnos de que muchos de nuestros jerarcas no respondan a lo que el evangelio exige. Por lo menos, los sumos sacerdotes y los fariseos se dieron cuenta de que iba por ellos. No estoy tan seguro de que hoy, seamos capaces de aplicarnos el cuento.
La historia nos demuestra que es muy fácil caer en la trampa de identificar los intereses propios o de grupo, con la voluntad de Dios. Esta tentación es mayor, cuanto más religiosa sea la persona. Esa posibilidad no ha disminuido un ápice en nuestro tiempo.

El primer paso para llegar a esta actitud es separar el interés de Dios del interés del hombre. El segundo es oponerlos. Dado este segundo paso ya tenemos todo preparado para machacar al hombre en nombre de Dios. Que es lo que hacemos con demasiada frecuencia.

¿Qué espera Dios de mí hoy? Naturalmente, es un modo de hablar, porque Dios no puede esperar nada de nosotros porque nada podemos darle. Él es el que se nos da totalmente y no podemos devolverle nada. Lo que Dios espera de nosotros no es para Él, sino para nosotros mismos.

Lo que Dios quiere es que todas y cada una de sus criaturas alcance el máximo de sus posibilidades de ser. Como seres humanos que somos, tenemos que alcanzar nuestra plenitud precisamente por aquello que tenemos de específico, nuestra humanidad.

Dios espera que seamos plenamente humanos. ¿Pero no somos ya seres humanos? No. Somos un proyecto, una posibilidad. Desde que nacemos tenemos que estar en constante evolución. Jesús, como ser humano, alcanzó esa plenitud y nos abrió el camino para que todos podamos llegar a ella. Según él, ser más humano es ser capaz de amar más. La preocupación por el otro (derecho, justicia) es el único camino para alcanzar la meta.

Si se adjudica la viña a otro pueblo, es para que produzca sus frutos. Es la conclusión general que podíamos sacar de todo el relato. Ahora bien, ¿de qué frutos nos habla el evangelio? Los fariseos eran los cumplidores estrictos de la Ley.

El relato de Isaías nos dice: “esperó de ellos derecho y ahí tenéis asesinatos; espero justicia y ahí tenéis lamentos”.

En cualquier texto de la Torá hubiera dicho: esperó sacrificios, esperó un culto digno, esperó oración, esperó ayuno, esperó el cumplimiento de la Ley. Pedir derecho y justicia es la prueba de que el bien del hombre es la norma suprema para Dios.

Jesús da un paso más. No habla ya de “derecho y justicia”, que ya era mucho, sino de amor, que es la norma suprema.

La denuncia nos afecta a todos en la medida que todos tenemos algún grado de autoridad religiosa, y todos la utilizamos buscando muestro propio beneficio en lugar de buscar el bien de los demás.

No sólo el superior autoritario que abusa de sus súbditos como esclavos a su servicio, sino también la abuela que dice al niño: si no haces esto, o dejas de hacer aquello, Jesús no te quiere.

Siempre que creamos tener algo de lo que los demás carecen, Dios espera que lo pongamos al servicio de todos. Siempre que utilizamos nuestra superioridad para aprovecharnos de los demás, estamos apropiándonos de los frutos que no son nuestros.

El evangelio nos da la única alternativa posible al desastre de la historia: Hacer de la piedra desechada por los arquitectos, la piedra angular. Edificar sobre Cristo es la única salida para una humanidad que avanza a trancas y barrancas hacia su plenitud.

En este día, te pedimos Señor: Permítenos de estar ahí donde Tu nos has puesto. 
Permítenos ser buenos servidores de tu Reino. Amen

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
KINGWELL, Mark. À la recherche du bonheur.

DRÔME, Jean, Sermon du dimanche matin en http://jbesset.blogspot.com/

ALLARD, Yvon-Jacques, reflexión cristiana en http://cursillos.ca

RODRIGUEZ, Marcos, reflexión tomada de http://feadulta.com

CAMPAZIEU, Jean, homilia del domingo en http://dimancheprochain.org


VELEZ, Gustavo en La noticia del domingo  en http://tejasarriba.org




sábado, 24 de septiembre de 2011

En los 75 años del nacimiento del padre de la Rana René o Rana Gustavo

Una persona que sin duda habrá marcado la infancia de muchos como a mí, pertenecientes de las generaciones X y Y es sin duda Jim Henson. 


Este nombre no les dirá quizás nada, pero en este día 24 de septiembre Jim Henson celebraría sus  75 años.

Pero quien es Jim Henson? Y si yo les hablara de la  Rana René (Kermit the frog en USA, Rana Gustavo, mi tocayo en Espana),  la Cerdita Piggy? Con seguridad! Jim Henson es el creador de los populares Muppets, llamados telenecos en España,  esas marionetas que nos marcaron a muchos en nuestra infancia.


Icono inolvidable de mi infancia es la Rana René, que veía en “Plaza Sésamo”  a finales de los años 70 en la televisión…En esos días cuando la “caja mágica” era amena, entretenida y a la vez educativa. Me reí mucho con la cerdita piggy y los viejitos gruñones en “Los Muppets”.


Quizás es uno de los más importantes marionetistas de la televisión moderna.


En este 24 de septiembre, Jim Henson celebraría sus 75 años. Es por esta razón que Google le dedica un logo interactivo sobre su página de acogida.
Este es el logo:



James Maury Henson , es un marionetista originario de Estados Unidos. Nació un día como hoy el 24 de septiembre de 1936 en Greenville, y  murió hace 21 años, el 16 de mayo de 1990 en New York a la edad de 53 años como consecuencia de una neumonía. 


Henson es especialmente recordado por ser el creador, en 1964, de "los muppets", un tipo de marionetas de tela dotadas de gran movilidad, y el líder creativo del equipo detrás de su éxito prolongado a lo largo de varias décadas. Henson consiguió crear un conjunto interesante de personajes desarrollando ideas novedosas con un sentido del ritmo y el humor que conectó con una audiencia tanto infantil como de adultos. Sus obras se recuerdan en parte por promover valores positivos en la infancia como la amistad, la magia o el amor, temas que aparecían en la mayor parte de sus obras.





Entre sus personajes más conocidos es de obligado cumplimiento citar a "Kermit the Frog" (la rana Gustavo en España-mi  tocayo o tocaya? Qué orgullo! o la rana René en Hispanoamérica), una de sus primeras creaciones de éxito. Fue el titiritero y voz del personaje desde 1955 hasta su muerte, en 1990.




A  pesar de su desaparición, el trabajo de Jim Henson es hoy todavía reconocido y es muy popular.  Tanto que se está anunciando la salida dentro de poco de  un filme de los Muppets.















REFERENCIAS:


http://es.wikipedia.org/wiki/Jim_Henson
http://discretoencanto.blogspot.com/2007/03/la-rana-ren-filosofando.html

OTRO VINCULO INTERESANTE ACÁ SOBRE LA VERDADERA HISTORIA DEL ORIGEN DE LA RANA RENE:


lunes, 19 de septiembre de 2011

En el 90o aniversario del nacimiento de PAULO FREIRE



Nació en Recife, Brasil, en el año 1921. Estudió letras y se doctoró en 1959 en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis Educación y actualidad brasileña. Fue parte del primer Consejo Estatal de Educación de Pernambuco y en 1961 fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife. Dos años luego, realizó su primer experiencia educativa de grupo, dentro de la Campaña Nacional de Alfabetización, logrando la alfabetización de 300 trabajadores rurales en mes y medio.

Luego, victima del golpe militar de 1964, Freire tuvo que abandonar su actividad ya que la consideraban como ‘subversiva’ (otro intento para acallar y silenciar). Motivado por esto, se refugió en Chile, donde participó en diversos planes del gobierno de Eduardo Frei. En este mismo país es donde escribe Pedagogía del oprimido, cuyo texto no es bien visto por autoridades de allí.

Paso por la Universidad de Harvard, colaborando con los grupos dedicados a la reforma educativa en los ámbitos rurales y urbanos. Viajó a Ginebra y trabajó en los programas de educación del Consejo Mundial de las Iglesias. Y luego regresó a su país donde ejerció la docencia en dos universidades. Fue secretario de educación en San Pablo, recibió el premio internacional ‘Paz y Educación’ de la UNESCO y fue investido doctor honoris causa por una muchas universidades de todo el mundo. En 1997 fallece en San Pablo.

“Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.” Paulo Freire

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Fue en 1988, cuando hacia mi primer semestre de filosofía en el SEMISIONES de Medellín, cuando por primera vez oí hablar de PAULO FREIRE.


Yo frisaba los 19 años y nuestro pedagogo brasilero rondaba los 70 , vivía en Brasil, donde difundía su sabia palabra y preconizaba sus ideas sobre la educación democrática, después de haber estado exiliado y perseguido por ende criticado por sus planteamientos revolucionarios para la época en lo concerniente a la pedagogía…


Nuestros profesores de 5º y 6º semestre  (en 1990) que nos impartieron materias concernientes a la metodología y didáctica de la filosofía nos hablaban con admiración de este brasilero, que en sus años dorados,  para mí, ahora que veo las fotos, me parece su rostro una amalgama entre mi entrañable profesor de teología P. Alberto Restrepo  González y el periodista y escritor Juan Gossain…(les invito a ustedes , quienes los conocen también, a comprobarlo).


Paulo Freire fue algo así como un sacerdote de la pedagogía, incluso predicaba sobre la relación didáctica alumno-maestro con una dulzura y sabiduría equiparable a un clérigo enamorado de su evangelio.


Paulo Freire hablo siempre en sus seminarios, conferencias y en sus libros de democracia, de respeto al proceso de aprendizaje del otro, de la humildad del docente, de la importancia de reconocer la cultura, la historia y el medio ambiente de quienes se asumen como educandos (alumnos, pupilos).


A pesar que sus ideas ya eran difundidas y conocidas en las décadas de los 60s y 70s solo fue a finales de los 80 cuando fueron expuestas (con timidez y sigilo) y quisieron ser puestas en práctica en las escuelas y todos los centros educativos de América Latina.


Incluso el mismo Freire a causa del exilio y la persecución pudo difundir sus ideas y exponer su pensamiento antes en países como Suiza y en Guinea Ecuatorial (África).


Hay que decir que en aquella época aun no era posible tal difusión en masa y gran escala , y por ellos sus libros y pensamiento nos llegaron un poco tarde a Colombia , por ejemplo.


Sin lugar a dudas que “La escuela Nueva” y “la educación personalizada” (inspirada también en las ideas y pensamiento de Emanuel Mounier) estaban y aún siguen impregnadas de la esencia que quería destacar en el ejercicio de educar de Freire.


Podríamos decir que Paulo Freire rescato de algún modo a muchos maestros anteriores a él, comenzando por Sócrates quien con su METODO DE LA MAYEUTICA, pretendía siempre hacer llegar a los alumnos por sus propias respuestas al conocimiento, para el maestro de Aristóteles, era cuestión de hacer salir a la luz lo que se encontraba en el interior de cada hombre…Es decir, el educando no es una tabla rasa, una olla vacía, cuando el alumno llega a la escuela y se confronta con el maestro y todo el sistema educativo establecido hay que tener la premisa del ambiente, de la historia y los sentimientos que han forjado ese alumno.


Después por qué no decir que en la pedagogía propuesta por FREIRE hay mucho de Jesús de Nazareth, yo diría por su espíritu de compasión, su intención de reintegrar a la sociedad lo que el “status quo” considera marginalizado…asumir el educando con dulzura, tratarlo con ternura y hablarle con respeto para ampliar más su deseo y capacidad de aprendizaje.

Y sin duda que podríamos nombrar a otros pensadores y o maestros como el francés Mounier, quien quiso crear una fraternidad fundada sobre un bloque de valores comunes y un método que privilegiara la discusión y la pluralidad en los puntos de vista.  


Personalmente y en mi experiencia como docente durante muchos años ( en la escuela pública, privada y en la Iglesia) puedo decir que FREIRE ha sido uno de los pensadores y o autores (maestros) que junto a Jesús y Sócrates ha influido en mi practica pedagógica.


Pienso que FREIRE en nuestros días continua siendo muy actual y necesario…Es más me atrevería a decir que sus planteamientos no han sido aplicados con toda la fuerza que debiera en ese amplio y complejo universo pedagógico-didáctico-educativo.

Sus principales obras y aportes han sido tres:
  • La educación como práctica de la libertad. En esta obra, como nos deja ver su nombre, resume lo que veníamos exponiendo; el empleo de la educación para desarrollar la libertad de las personas.
  • Pedagogía del oprimido. Aquí realiza un estudio y análisis de las causas que oprimen a un hombre y cómo hacer para dar vuelta dicha situación.
  • Extensión o comunicación. Profunda critica a las tradicionales formas y campañas de alfabetización, las cuales Freire considera que adolecen de graves y grandes faltas.
Retomando la primer obra, cuyo texto define el trabajo de Paulo Freire, es preciso mencionar cómo planea llevar adelante la educación liberadora. En este sentido, tres ideas centrales aparecen: la relación educador educando, los niveles de conciencia y el rechazo de la educación bancaria, una educación donde el educando es sólo un objeto en el proceso de educación que no le permite ejercer la liberación y se mantiene en la ignorancia.

Para englobar y entender su pensamiento, hay que comprender la situación que se vivía a su alrededor (y que aun se sigue viviendo). Una situación humana a la que él, con estas obras y aportes, quiere modificar a través de un proceso educativo dialéctico, donde el hombre sea un agente de su propia liberación. La educación siempre debe partir de la realidad que rodea a cada hombre.


Y en este día para hacer homenaje también a ese gran apóstol de la educación democrática y crítico acérrimo de la “educación bancaria” y despersonalizada y NO CUESTIONADORA, he aquí otros artículos sobre su vida y obra:


Paulo Freire, la pedagogía de los sueños

por Kintto Lucas


En la tarde que Paulo Freire comenzó a ser alfabetizado, en el suelo de la quinta de su casa en las afueras de Recife -estado de Pernambuco, Brasil-, con palabras que nada tenían que ver con el mundo adulto sino con el suyo propio, teniendo como pizarrón la tierra y como tiza una ramita de árbol, el mundo del niño no fue violentado sino penetrado y comprendido. Tal vez desde entonces los sueños de Paulo Freire comenzaron a ser históricamente viables. Hace algún tiempo, en una conversación Paulo Freire decía: “Perdidos están los que no sueñan apasionadamente, que no son románticos. Yo sueño con que nunca más se vacíen las calles. Que nunca más los líderes políticos se sirvan de las plazas llenas para poder negociar arriba. Sueño con que aprendamos todos a asumir democráticamente los cambios. Sueño con una sociedad reinventándose de abajo hacia arriba, donde todos tengan derecho a opinar y no apenas el deber de escuchar. Este es un sueño históricamente viable, pero demanda que la gente anteayer hubiese descruzado sus brazos para reinventar esa sociedad”.

Esas palabras pintan entero a Paulo Freire, quien comenzó con sus métodos pedagógicos en el estado brasileño de Pernambuco para más tarde trasladarlos a todo Brasil... y al mundo.

LA CARA FEA DE LA ESCUELA

Con el golpe militar de 1964 en Brasil vienen la cárcel y los años de exilio. Años plenos de trabajo, invitado por diversas naciones para que brindara su experiencia como educador. Y así anduvo por Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe, Angola, Cabo Verde, Nicaragua y Granada. Regresó al Brasil y entre1988 y 1992, fue Secretario de Educación de Sao Paulo. "Nuestra preocupación central al frente de la Secretaría de Educación fue cambiarle la cara fea a la escuela municipal -decía Paulo en aquel momento". Dificultades económicas, edificios en mal estado, programas antiguos, son algunas de las realidades que afectan a las escuelas en América Latina. ¿Sería esa la cara fea de la escuela? "Nuestra escuela pública siempre fue una escuela autoritaria y elitista.



El exceso de autoridad del poder con relación a las escuelas, es la causa de los obstáculos que encuentran los hijos de los trabajadores, los hijos de las ‘favelas’, primero para entrar a la escuela y después para permanecer en ella. Gran parte de los niños de las clases populares en todo Brasil no entra a la escuela -hay ocho millones en edad escolar fuera de las aulas- y los que entran son reprobados luego. Irónicamente ese fenómeno se llama ‘evasión’ escolar".


COSAS DEL LENGUAJE

Paulo Freire siempre pensó que enseñar a leer y escribir a esos niños exige otra comprensión del lenguaje. "Eso implica reconocer que hay una sintaxis propia de las clases populares -decía-. Cuando esto no se toma en cuenta, se están poniendo obstáculos al proceso de aprender a escribir y leer. Es un absurdo que en las escuelas primarias de las áreas populares, se subraye con rojo ‘errores’ de idioma como la concordancia entre el verbo y el pronombre. En Brasil decimos ‘a gente’ que significa nosotros. La gente popular dice ‘a gente llegamos’ en lugar de ‘a gente llegó’. Yo pregunto ¿quién determinó que ‘a gente llegó’ es lo válido? ¿Quién dijo que este es el portugués llamado patrón culto? Si hay un patrón culto es porque hay uno que no lo es. ¿Quiénes hablan lo inculto? Las masas populares. Allí ya se plantea la cuestión de poder con respecto al lenguaje. La gramática aparece como un instrumento de poder y represión. No es que defienda la tesis de que los niños populares deban seguir diciendo ‘a gente llegamos’. Deben aprender a decir ‘a gente llegó’ y conocer la razón gramatical por la cual dicen eso.



Pero antes tenemos que respetar la sintaxis popular. Respetar la identidad de su cultura, de su sabiduría. Y para que los niños populares aprendan el llamado ‘patrón culto’, debemos partir de su patrón, por lo tanto de su lenguaje, demostrándole que ellos también hablan bonito".



Esas mismas palabras las dijo siendo Secretario de Educación, y la prensa tituló "Freire no quiere que los profesores corrijan". "Miren como es posible distorsionar y hacer un mal tremendo -comentaba Paulo en esa ocasión-. Un gran número de profesores, un poco ingenuos, quedaron convencidos de que no tenían que corregir nada. La educación es una acción que implica corrección, autocorrección y un permanente proceso de crecimiento de cada uno. No se crece sin corrección. La cuestión es saber cómo corregir, por qué, en función de qué y para qué".



Algunos niños aprenden a leer y escribir superando el primer momento de expulsión, pero son reprobados después en distintas disciplinas. "Esto ocurre - enfatizaba el pedagogo brasileño-, porque la escuela les impone una forma de apreciación que no se corresponde con el tipo de experiencia social que esos niños tienen. Cambiar la cara a la escuela es, en el fondo cambiar la organización de los programas de estudio, es alterar la comprensión metodológica de la enseñanza, la comprensión de lo que significa ‘enseñar’, de lo que significa ‘aprender’. Y eso no se hace por decreto. Pero no se puede democratizar la escuela de una manera autoritaria porque sería un contrasentido. Cuando uno se da cuenta de eso, descubre que hay algunos caminos para lograr ese objetivo. El principal es el convencimiento de los profesores, la formación científica permanente del cuerpo docente".


PENSAR CREATIVAMENTE

Las dificultades encontradas por Paulo Freire al frente de la Secretaría de Educación fueron muchas.



Tal vez eso afirmó la teoría de los que señalan que para modificar la educación primero hay que cambiar la sociedad. "Con la experiencia de la práctica uno percibe que no hay que esperar a que la sociedad cambie -comentaba-. La mejor manera que tendríamos de no hacer nada, sería esperar que la sociedad cambie, porque ahí no cambia nada. En la alcaldía estuvimos metidos en el subsistema oficial, una burocracia que hizo todo lo posible para perjudicar nuestro trabajo, sin embargo se hizo bastante".



Otra forma de autoritarismo es la segregación con niños que no cumplen los patrones de aprendizaje exigidos por la escuela. Son los niños derivados a lo que en muchos países se denomina ‘Escuelas Especiales’. "En Brasil - comentaba sonriendo-, son pésimas. Los niños de esas escuelas son normales pero son reprimidos. Los test, para percibir la inteligencia o la habilidad son absurdos. Me comentaban el caso de tres niños de Sao Paulo que fueron considerados incompetentes desde el punto de vista del ritmo y en relación al aprendizaje de lectura y escritura. Inmediatamente después de ser considerados incapaces, empezaron a bailar un zamba acompañándose con una caja de fósforos, mostrando la creatividad que tenían. Es terrible que nos dejemos caer en la trampa de la falsa cientificidad, afirmando cosas que no son".


MENOR ESCRUTACIÓN

Otro motivo de debate es la "capacidad" de ciertos "educadores" para castrar la creatividad de los niños.



"Uno de los problemas más importantes que tenemos en este fin de siglo - decía Freire-, por el alto desarrollo tecnológico es la pérdida de la curiosidad y la creatividad. Cada vez queda un espacio más pequeño para la curiosidad y la creatividad. Algunos pocos, lejos de las grandes masas, producen conocimientos al servicio de una minoría que comanda el mundo desde el poder. Estas minorías son las únicas que se están dando el lujo de pensar creativamente, de indagar y desarrollar su curiosidad. Ellas piensan curiosamente para que las mayorías no piensen. Los educadores pueden jugar un papel fundamental para cambiar esa realidad".



Paulo Freire falleció a los 75 años y hasta el final estuvo creando, pensando, escribiendo y reflexionando. Tal vez por eso, todavía encontraba una forma fluida de comunicarse con la juventud. "Hay que aprender con los jóvenes - decía-, y entender cómo ellos entienden la vida, que no es necesariamente igual. Para mi el rock es una locura. Esa desarmonía, ese barullo...



Pero eso tiene que ver con el tiempo histórico de la juventud. Yo no puedo esperar que esta juventud inquieta, decepcionada con los viejos, en conflicto consigo misma y su tiempo quiera ‘boleros’. Su forma de expresar la vida y la comunicación es la anticomunicación. Yo tengo el derecho de que no me guste, pero tengo el deber de entender y no simplemente decir esto no sirve. Mi criterio de la belleza es diferente".



Una charla con Paulo Freire dejaba múltiples enseñanzas, dejaba su humanismo, su humildad, su sabiduría. Cuando conversaba enseñaba, pero también aprendía. Siempre estaba aprendiendo, apostando a la pedagogía de los sueños.

Las 20 Máximas de Paulo Freire

  1. Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los alumnos no han hecho.
  2. Mi visión de la alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado.
  3. Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos.
  4. Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo.
  5. Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando.
  6. Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad.
  7. Enseñar exige saber escuchar.
  8. Nadie es, si se prohíbe que otros sean.
  9. La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
  10. No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.
  11. Decir la palabra verdadera es transformar al mundo.
  12. Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa.
  13. El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación.
  14. El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas
  15. Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.
  16. Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre
  17. La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados «ignorantes» son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una «cultura del silencio».
  18. Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra.
  19. Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización.
  20. La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre.



Fuente: Rebelión / Periódico Nuevo Enfoque

"CONTIGO -Paulo Freire- APRENDÍ. . ."

Por Angel Sáez
Revista Enseñar-Ensoñar, 1995

Hoy es 4 de abril de 1.995. Son las 12.15 de la mañana y estoy en un tren que acaba de salir de la estación de Alicante con destino Madrid. Hace dos horas estabas pronunciando una conferencia y hace diez minutos nos acabamos de despedir después de una agradable conversación en un café cercano a la estación.



En el tren hay música ambiental y suena un bolero de Armando Manzanero que empieza diciendo algo así como "Contigo aprendí que existen nuevas y mejores emociones. Contigo aprendí a conocer un mundo nuevo de ilusiones. Descubrí que la semana tiene más de siete días, a hacer mayores mis contadas alegrías y a ser dichoso yo contigo lo aprendí...". Y he pensado que el título del bolero coincida con el de esta especie de " reflexión - relectura - redescubrimiento" de lo que yo aprendí contigo desde que, por primera vez, hace ahora 21 años, escuché por primera vez tu nombre (Y no precisamente en la Escuela de Magisterio, sino en una iglesia de un barrio de Bilbao).



Contigo aprendí... que existía un tipo de educación que yo hasta entonces desconocía.



Pensaba que la educación era el acto de depositar, de transferir, de transmitir valores y conocimientos y resulta que tú, a eso, le llamabas educación bancaria.



En esa educación bancaria el "saber", el conocimiento, es una donación de quienes se juzgan sabios a quienes se juzgan ignorantes.



En ese tipo de educación:



El educador es siempre quien educa; el educando, el que es educado



El educador es quien sabe; los educandos quienes no saben



El educador es quien piensa; los educandos son los objetos pensados



El educador es quien habla; los educandos quienes escuchan dócilmente



El educador es quien disciplina; los educandos los disciplinados



El educador es quien opta y prescribe su opción; los educandos quienes siguen su prescripción



El educador es quien actúa; los educandos son aquellos que tienen la ilusión de que actúan.



El educador es quien escoge el contenido programático, los educandos a quienes jamas se escucha, se acomodan a él



El educador es el sujeto del proceso; los educandos ,meros objetos.



Contigo aprendí... que existe otro modelo de educación al que tu llamabas educación problematizadora. Y en esta educación , por el contrario, los educandos van desarrollando su poder de captación y de comprensión del mundo que, en sus relaciones con él, se les presenta no ya como una realidad estática sino como una realidad en transformación, en proceso.



Esta educación se fundamenta en la creatividad y estimula la reflexión



La educación liberadora desmitifica constantemente la realidad.



Considera el diálogo como lo fundamental para el aprendizaje;.



Despierta la creatividad.



Estimula la reflexión y la acción sobre la realidad.



Refuerza el carácter histórico de los hombres y de las mujeres y los reconoce como seres en proceso, inacabados.



Apuesta por el cambio sin exclusivizarlo.



Se hace revolucionaria.



Presenta las situaciones como problemas a resolver.



Humaniza a los hombres y a las mujeres mediante la búsqueda del ser más en la comunión y la solidaridad.



Contigo aprendí... una frase que desde entonces se quedó grabada en mi mente, aunque a veces en la práctica diaria se me olvida ( cada vez con más frecuencia) : Ya nadie educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a si mismo, las personas se educan en comunión, mediatizadas por el mundo.



Contigo aprendí... que la persona, en cualquier época y lugar del mundo, nace ontológicamente inconclusa, pero potencialmente "capaz de aprender a decir su palabra", es decir, de acercarse críticamente a la realidad.



Contigo aprendí... que la educación es "el llegar a ser críticamente consciente de la realidad personal, de tal forma que se llega a actuar eficazmente sobre ella"



Contigo aprendí... que "Concientización" es algo más que la " toma de conciencia", que incluye además el compromiso con la acción, con el cambio.



Contigo Aprendí... que la educación con sus programas y sus métodos, debe consistir en hacer que la persona llegue a ser sujeto, que se construya como persona, que transforme el mundo, que entable con los demás relaciones de reciprocidad, que haga su cultura y su historia



Esto exige que sea una educación que libere y no que domestique. Las personas sólo pueden participar activamente en la historia, en la sociedad, si descubren que pueden cambiarla, crearla. Esto requiere una toma de conciencia. En esto consiste el objeto primario de la educación. Hay que provocar una actitud crítica, de reflexión que lance a la acción.



Contigo Aprendí... que una educación que no está hecha de diálogo, mata el poder creador no sólo de aquél que se educa sino también del educador, en la medida en que éste se transforma en una persona que "impone fórmulas y comunicados", pasivamente recogidos por sus alumnos, nadie crea, ni el que impone, ni aquellos que reciben. Ambos se atrofian. Es la negación misma de la educación.



Muchas veces no intercambiamos ideas, sino que las dictamos. No trabajamos con el educando, sino sobre él. Le proponemos una orden, a la cual no se adhiere, sino que se "ajusta". No le proporcionamos medios para pensar, pues al recibir de nosotros la fórmula, él la conserva sin más, no la incorpora, pues incorporar supone el esfuerzo de la re-creación, de la re-invención.



Contigo Aprendí... que conocer no es el acto a través del cual un sujeto transformado en objeto recibe de manera dócil y pasiva los contenidos que otro transmite. Conocer implica: una presencia curiosa del sujeto frente al mundo; una acción transformadora sobre la realidad; una búsqueda constante, invención y reinvención; una reflexión crítica personal sobre el acto mismo del conocimiento.



Contigo Aprendí... que el conocimiento no debe limitarse a la mera comprensión de la presencia de las cosas. El conocimiento debe orientarse hacia la comprensión de la totalidad. El conocimiento es ausencia de neutralidad; el saber científico no puede verse fuera de sus condicionamientos histórico-sociológicos. La ciencia no puede ser neutra. Por lo mismo, no puede existir una pedagogía neutra ni una práctica educativa al margen de la estructura social y la dinámica histórica de las personas a las que esa práctica se dirige.



Contigo Aprendí... que debemos capturar nuestra alienación cotidiana, la alienación de la rutina, de repetir cosas burocráticamente, de hacer todos los días a las diez lo mismo, porque "hay que hacerlo", sin preguntarnos por qué. Deberíamos hacernos cargo de nuestras vidas y comenzar a ejercer el control. Deberíamos tratar de incorporarnos y escapar a la opresión del tiempo.



En estas sociedades tan complejas a veces nos encontramos viviendo sumergidos en el tiempo, sin una apreciación crítica y dinámica de la historia, como si ésta nos pasara por encima, regulando y dirigiendo nuestras vidas inexorablemente. Este es un fatalismo que inmoviliza, ahoga y finalmente mata. La historia no es nada de esto. Tratemos de entender la vida, no necesariamente como la repetición cotidiana de las cosas, sino como un esfuerzo por crear y recrear, y como un esfuerzo también por rebelarnos.



Contigo Aprendí... que necesitamos ser sujetos de la historia. Y para ser sujetos, necesitamos sin duda dirigirnos críticamente a la historia. Como participantes activos y sujetos reales, sólo podemos construir historia cuando somos permanentemente críticos con nuestras propias vidas.



Henry A. Giroux dice de ti que no eres sólo un hombre del presente, sino también eres un hombre del futuro. Tu discurso, tus acciones, tu calidez y tu punto de vista representan una forma de reconocer y criticar un mundo. Tu trabajo y tu presencia nos recuerda no sólo lo que somos, sino también las posibilidades de aquello que podemos ser.



Contigo Aprendí... que los hombres y las mujeres no se hacen en el silencio, sino en la palabra; la palabra no puede florecer en la soledad y no debe estancarse en el mero pronunciamiento, sino que debe estar ligada a la acción y la reflexión. El diálogo es el encuentro de los hombres y de las mujeres mediatizados por el mundo.



Contigo Aprendí... que la palabra no es el privilegio exclusivo de unos pocos, sino un derecho de todos, lo que implica que nadie tiene derecho a arrebatar la palabra a los demás.



Contigo Aprendí... que la palabra y la acción están íntimamente enlazadas; la palabra sin acción es verbalismo, y la acción sin la palabra (sin reflexión) es activismo.



Contigo Aprendí... (o lo intenté al menos) que cada persona es libre de hacer sus opciones, de seguir su camino y de tener un territorio propio que nadie puede traspasar sin violar el derecho a la libertad. El respeto a la libertad del otro implica por tanto, no apropiarse de ese terreno que le pertenece



Contigo Aprendí... a valorar las "pequeñas" cosas de la vida porque sé que te gusta realmente querer y sentirte bien con los demás. Te gusta vivir , vivir tu vida intensamente. Eres el tipo de persona que ama apasionadamente la vida. Por supuesto has de morir algún día, pero tienes la impresión de que cuando mueras, también será intensamente. Ésta es también la forma en que trabajas en pedagogía. Ésta es la forma en que haces amigos, y la forma en que lees un libro. No puedes leer un libro desinteresadamente. No puedes leer un libro que no te afecte o no te movilice ¡Te gusta vivir!



Para ti lo más importante de la vida es trabajar creando una existencia desbordante de vida, una vida bien pensada, una vida creada y recreada, una vida hecha, rehecha y movilizada en la existencia. Cuanto más haces algo, más existes. Y tu existes intensamente.



Te encanta conversar, conversar con amigos, recordando y reviviendo experiencias pasadas



Te encanta comer, crees que existe cierta conexión entre el comer, el hecho de disfrutar comiendo, la sensualidad y la creatividad. También te gusta beber un poco, leer, escuchar música, , escribir cartas



Sientes lo que hay de incompleto dentro de ti, en niveles biológicos, afectivos, críticos e intelectuales, lo incompleto que te empuja constantemente, curiosamente y amorosamente hacia otras personas del mundo, buscando la solidaridad y la superación de la soledad.



Contigo Aprendí... que debemos tener una actitud crítica ante todo. Ya se trate de una gota de lluvia (que estaba a punto de caer pero se congeló, convirtiéndose en un hermosos copo), o de un pájaro que canta, un autobús que corre, una persona violenta en la calle, una frase en el periódico, un discurso político, un rechazo amoroso, lo que sea, siempre debemos adoptar una visión crítica, la de una persona que cuestiona, que duda, que investiga y que quiere iluminar la propia vida que vivimos.



Contigo Aprendí... que somos seres históricos, que navegamos en el tiempo, que somos inacabados, y que debemos estar en permanente proceso de búsqueda.



Contigo Aprendí a ver la luz del otro lado de la luna. Contigo aprendi...



Este artículo es, en su mayor parte, síntesis de algunas conferencias, entrevistas y artículos de Paulo Freire; así como de la siguiente bibliografía:


FREIRE P. : "The politics of educatión. Culture, Power and liberation", 1985, Editado en España como "La naturaleza política de la educación", Paidos/MEC, 1990.


ROGELIO BLANCO: "La pedagogía de Paulo Freire", Zero, Madrid 1982

CUADERNOS DE PEDAGOGÍA: "15 personajes en busca de otra escuela", Laia Barna, 1984


JESÚS PALACIOS: "La cuestión escolar", Laia Barna, 1979

FREIRE P Y MACEDO D.: "Literacy. Reading the word and the world. Editado en España como "Alfabetización; Lectura de la palabra y lectura de la realidad", MEC/Paidos, 1989


INODEP: "El mensaje de Paulo Freire, Marsiega, Madrid 1972

FREIRE PAULO: "La pedagogía del oprimido", Tierra nueva, Montevideo, 1970 (Siglo XXI)





 REFERENCIAS

http://es.wikipedia.org/wiki/Paulo_Freire

 http://www.elortiba.org/freire.html