viernes, 10 de febrero de 2012

11 de febrero: Día de NUESTRA SEÑORA DE LOURDES


11 de febrero

"Oh Madre mía, a vuestro corazón confío las angustias de mi corazón,y a él vengo a buscar ánimo y fortaleza ". 

Santa Bernardita, Cuaderno de notas íntimas, Pg. 28

Nuestra Señora de Lourdes



El 11 de febrero de 1858, en la villa francesa de Lourdes, a orilla del río Gave, Nuestra Madre, Santa María manifestó de manera directa y cercana su profundo amor hacia nosotros, apareciéndose ante una niña de 14 años, llamada Bernadette (Bernardita) Soubirous.

La historia de la aparición empieza cuando Bernardita, quien nació el 7 de enero de 1844, salió, junto a dos amigas, en búsqueda de leña en la Roca de Masabielle. Para ello, tenía que atravesar un pequeño río, pero como Bernardita sufría de asma, no podía meter los pies en agua fría, y las aguas de aquel riachuelo estaban muy heladas. Por eso ella se quedó a un lado del río, mientras las dos compañeras iban a buscar la leña.

Fue en ese momento, que Bernardita experimenta el encuentro con Nuestra Madre, experiencia que sellaría toda su vida, "sentí como un fuerte viento que me obligó a levantar la cabeza. Volví a mirar y vi que las ramas de espinas que rodeaban la gruta de la roca de Masabielle se estaban moviendo. En ese momento apareció en la gruta una bellísima Señora, tan hermosa, que cuando se le ha visto una vez, uno querría morirse con tal de lograr volverla a ver".

"Ella venía toda vestida de blanco, con un cinturón azul, un rosario entre sus dedos y una rosa dorada en cada pie. Me saludó inclinando la cabeza. Yo, creyendo que estaba soñando, me restregué los ojos; pero levantando la vista vi de nuevo a la hermosa Señora que me sonreía y me hacía señas de que me acercara. Pero yo no me atrevía. No es que tuviera miedo, porque cuando uno tiene miedo huye, y yo me hubiera quedado allí mirándola toda la vida. Entonces se me ocurrió rezar y saqué el rosario. Me arrodillé. Vi que la Señora se santiguaba al mismo tiempo que yo lo hacía. Mientras iba pasando las cuentas de la camándula Ella escuchaba las Avemarías sin decir nada, pero pasando también por sus manos las cuentas del rosario. Y cuando yo decía el Gloria al Padre, Ella lo decía también, inclinando un poco la cabeza. Terminando el rosario, me sonrió otra vez y retrocediendo hacia las sombras de la gruta, desapareció".

A los pocos día, la Virgen vuelve a aparecer ante Bernardita en la misma gruta. Sin embargo, al enterarse su madre se disgustó mucho creyendo que su hija estaba inventando cuentos -aunque la verdad es que Bernardita no decía mentiras-, al mismo tiempo algunos pensaban que se trataba de un alma del purgatorio, y a Bernardita le fue prohibido volver a la roca y a la gruta de Masabielle.

A pesar de la prohibición, muchos amigos de Bernardita le pedía que vuelva a la gruta; ante ello, su mamá le dijo que consultara con su padre. El señor Soubiruos, después de pensar y dudar, le permitió volver el 18 de febrero.

Esta vez, Bernardita fue acompañada por varias personas, que con rosarios y agua bendita esperaban aclarar y confirmar lo narrado. Al llegar todos los presentes comenzaron a rezar el rosario; es en ese momento que Nuestra Madre se aparece por tercera vez. Bernardita narra así esta aparición: "Cuando estábamos rezando el tercer misterio, la misma Señora vestida de blanco se hizo presente como la vez anterior. Yo exclamé: 'Ahí está'. Pero los demás no la veían. Entonces una vecina me acercó el agua bendita y yo lancé unas gotas de dicha agua hacia la visión. La Señora se sonrió e hizo la señal de la cruz. Yo le dije: 'Si vienes de parte de Dios, acércate'. Ella dio un paso hacia delante".

Luego, la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".

Luego de este intenso momento que cubrió a todos los presentes, la noticia de las apariciones se corrió por toda el pueblo, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, aunque otros se burlaban.

Entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858 hubo 18 apariciones. Éstas se caracterizaron por la sobriedad de las palabras de la Virgen, y por la aparición de una fuente de agua que brotó inesperadamente junto al lugar de las apariciones y que desde entonces es un lugar de referencia de innumerables milagros constatados por hombres de ciencia.






Nuestra Señora de LourdesEl 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX había definido el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Como queriendo indicar que el cielo ratificaba lo que había hecho en la tierra el Vicario de Jesucristo, el 11 de febrero de cuatro años después (1858), la Virgen María se aparecía a la niña Bernardita Soubirous. Y lo hizo dieciocho veces en total... En la abertura de la roca de Massabielle se alza ante su vista una joven, inmóvil y silenciosa; "tan bella que cuando se la ha visto una vez, se querría morir para volverla a ver". Vale la pena escuchar a ella misma relatar, con su gran ingenuidad, lo que allí pasó:

"Cierto día fui a la orilla del río Gave a recoger leña con otras dos niñas. Enseguida oí como un ruido. Miré a la pradera, pero los árboles no se movían. Alcé entonces la cabeza hacia la gruta y vi a una mujer vestida de blanco, con un cinturón azul celeste y sobre cada uno de sus pies una rosa amarilla, del mismo color que las cuentas de su rosario. Creyendo engañarme, me restregué los ojos; pero alzándolos, vi de nuevo a la joven, que me sonreía y me hacía señas de que me acercase. (..) " 

"Entonces se me ocurrió rezar y metí la mano en el bolsillo para buscar el rosario. Me arrodillé. Vi que la joven se santiguaba... Mientras yo rezaba, ella iba pasando las cuentas del Rosario (..) Terminado el rosario, me sonrió otra vez, se elevó un poco y desapareció. (..) Aquella Señora no me habló hasta la tercera vez...

Vale la pena recordemos un poco a Santa Bernardita Soubirous. Nació el 1844 y fue la mayor de seis hermanos. Era una chica sencilla, sin apenas preparación ni cultura pues sus padres, sumamente pobres,  no pudieron enviarla a hacer estudios especiales. En la tercera aparición le dijo la Virgen María: "No te haré feliz en este mundo sino en el otro". Y se cumplió. No fue en su vida ni seglar ni religiosa llevada en palmitas como se podría suponer.



El día once de febrero de aquel año 1858 cayó en jueves. Era un día crudo de invierno. Bernardita acompañada de su hermana Toneta y su amiguita Juana, marchan para ver si encuentran leña para calentarse en la lumbre. Su madre le había encargado a Bernardita que, como gozaba de poca salud y se constipaba enseguida, procurase no mojarse los pies. Su hermana y Juana cruzaron el riachuelo. Ella se quedó sola y es entonces cuando llegó la aparición que ya hemos visto relatada de su pluma...
Cuando volvieron Toneta y Juana les preguntó Bernardita: ¿"Habéis visto algo?" Bernardita estaba radiante, y ellas, todo curiosas, le preguntaron: ¿"Y tú, qué has visto?"... Con gran sigilo, y no sin antes hacerles prometer que a nadie lo dirían, les refirió la visión que había tenido... Pero... llegadas a casa todo se descubrió. El calvario que esperaba a la pobre Bernardita no es fácil describirlo en pocas líneas. Le prohibieron volver a la gruta, pero impulsada por una fuerza interior, allí acudió y allí vio a la Virgen dieciocho veces.En la sexta, el 21 de febrero, "dirigió un momento la mirada por encima de mi cabeza, para recorrer el mundo. Después, volviéndola llena de dolor sobre mí, me dijo: "Ruega a Dios por los pecadores". Igualmente, varias veces, después: Penitencia, penitencia. En la undécima, este encargo: Vete a decir a los sacerdotes que hagan construir aquí una capilla,
Y dos días más tarde: Deseo que se venga aquí en procesión.
El 4 de marzo una madre sumerge a su hijo enfermo en el manantial nuevo, que se ha abierto paso al lado de la gruta; y proclama la primera su alegría, al sentir sano a su hijo.
El 25 de marzo "viéndola tan amable, le pregunté su nombre. Me sonrió. Se lo volví a preguntar, y volvió a sonreírse. Insistí de nuevo, y me dijo"Soy la Inmaculada Concepción". El 16 de julio, más hermosa que nunca, sonriendo con dulzura inefable, inclinó la cabeza en señal de despedida y desapareció".
Santuario de Lourdes (Francia)
Pronto aquel humilde paraje de Lourdes se hizo famoso en todo el mundo. Empezaron a acudir peregrinos venidos de todas partes, hasta ser un lugar de Peregrinación para Europa y otras partes del mundo. No hay duda de que es uno de los Santuarios más visitados y más venerados de todos los continentes. Allí han ido descreídos y han encontrado la fe. Enfermos de cuerpo y de alma, y han hallado la salud para ambas cosas o para una de los dos. Allí se respira una gran devoción, la presencia de Jesucristo en la Eucaristía, del amoroso perdón y de la actividad de la Mediadora de todas las gracias. Quien la visita una vez sale con el firme propósito de volver una y más veces para poder experimentar la presencia sobrenatural que allí se respira. Son muchos los milagros que desde la Gruta de Massabielle obra la Virgen María a cuantos acuden a Ella. 

Cuando ocurre una curación de forma incomprensible, el médico responsable de la peregrinación, da cuenta de ello al doctor encargado de la oficina médica de Lourdes. Si el proceso indagatorio es positivo, el caso es elevado al Comité Internacional de Lourdes, con sede en París, compuesto por unos 30 facultativos de todas las especialidades y pertenecientes a diversas razas, ideologías, nacionalidades y creencias, incluso agnósticos. Y finalmente entra en juego la autoridad eclesiástica. El estudio en cada caso es minucioso, y para admitir el posible milagro, exige cuatro requisitos:


a) Dolencia incurable o curable sólo excepcionalmente.
b) Total ineficacia de los remedios empleados en su tratamiento.
c) Que haya sobrevenido de manera instantánea o casi instantánea.
d) Que haya sido absoluta.

Quien quiera más detalles puede consultar la sección "Curaciones y milagros" de la página web del santuario (http://www.lourdes france.com/hola.htm).
El diario francés "Le Monde" documentó en su edición del 22-23 de diciembre, el último milagro reconocido oficialmente en Lourdes, experimentado por el señor Jean Pierre Bely, francés de 66 años, enfermero, paralizado por una esclerosis múltiple.

El diario laico vespertino ofrece toda una página (la 12) con muchos detalles sobre esta curación, científicamente inexplicable, de una enfermedad que el señor Bely comenzó a sentir en 1972. Cuando fue de peregrinación a Lourdes, el 5 de octubre de 1987, había sido reconocido por el sistema sanitario francés con un grado de invalidez del cien por cien.
El milagro acaeció en octubre de 1987 cuando el señor Bely llegó a Lourdes en condiciones dramáticas, pues quienes lo acompañaban creían que no podría terminar el viaje. Al concluir la peregrinación, recibió la unción de los enfermos en la explanada del santuario. Cuando regresó a su casa tras la peregrinación, ya podía caminar. Hoy día han desaparecido prácticamente todas las secuelas de la enfermedad que parecía acabar con su vida. El doctor Patrick Fontanaud, médico que le atendió, agnóstico, reconoce abiertamente que no se explica científicamente lo que sucedió.
El doctor Patrick Theillier, jefe de la oficina médica de Lourdes, reveló a "Le Monde" que está a punto de concluirse el proceso de reconocimiento de otras dos curaciones milagrosas acaecidas en el santuario: una joven francesa de 25 años y una italiana de 60, ambas curadas en 1995.
Si los dos procesos concluyen positivamente, serían las curaciones número 67 y 68 reconocidas a lo largo de estos 145 años.
ORACIÓN PARA PEDIR LA SALUD DE LOS ENFERMOS

¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para pediros que derraméis a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.

Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuchéis: pero acordaos, os diré como vuestro siervo San Bernardo, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado de Vos. ¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por vuestra mano curaciones innumerables en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo…(dígase el nombre del enfermo/a). Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más, alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios, prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.

Virgen de Lourdes, ¡ rogad por nosotros !.
Consuelo de los afligidos, ¡ rogad por nosotros !.
Salud de los enfermos, ¡ rogad por nosotros !.
Rezar tres Avemarías.


Lourdes en directo


ORACIÓN DE SAN AMBROSIO
Si me abrasa la fiebre,
Tú eres la fuente que refresca.
Si me oprimen las culpas,
Tú eres la liberación.
Si necesito ayuda,
Tú eres la fuerza.
Si tengo miedo a la muerte,
Tú eres la vida.
Si deseo el cielo,
Tú eres el camino.
Si huyo de las tinieblas,
Tú eres la luz.
Si me falta nutrirme,
Tú eres el alimento.
Amén
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Nuestra Señora de Lourdes

La Historia - Lourdes, Francia



El 11 de febrero de 1858, Bernadette, una niña de catorce años, recogía leña en Massbielle, en las afueras de Lourdes, cuando acercándose a una gruta, una de viento la sorprendió y vio una nube dorada y a una Señora vestida de blanco, con sus pies descalzos cubiertos por dos rosas doradas, que parecían apoyarse sobre las ramas de un rosal, en su cintura tenia una ancha cinta azul, sus manos juntas estaban en posición de oración y llevaba un rosario.

Bernadette al principio se asusto, pero luego comenzó a rezar el rosario que siempre llevaba consigo, al mismo tiempo que la niña, la Señora pasaba las cuentas del suyo entre sus dedos, al finalizar, la Virgen María retrocedió hacia la Gruta y desapareció. Estas apariciones se repitieron 18 veces, hasta el día 16 de julio.

El 18 de febrero en la tercera aparición la Virgen le dijo a Bernadette: "Ven aquí durante quince días seguidos". La niña le prometió hacerlo y la Señora le expresó "Yo te prometo que serás muy feliz, no en este mundo, sino en el otro".

La noticia de las apariciones se corrió por toda la comarca, y muchos acudían a la gruta creyendo en el suceso, otros se burlaban.
Santa Bernardet
En la novena aparición, el 25 de febrero, la Señora mando a Santa Bernadette a beber y lavarse los pies en el agua de una fuente, señalándole el fondo de la gruta. La niña no la encontró, pero obedeció la solicitud de la Virgen, y escarbó en el suelo, produciéndose el primer brote del milagroso manantial de Lourdes.

En las apariciones, la Señora exhortó a la niña a rogar por los pecadores, manifestó el deseo de que en el lugar sea erigida una capilla y mando a Bernadette a besar la tierra, como acto de penitencia para ella y para otros, el pueblo presente en el lugar también la imito y hasta el día de hoy, esta práctica continúa.

El 25 de marzo, a pedido del párroco del lugar, la niña pregunta a la Señora ¿Quien eres?, y ella le responde: "Yo soy la Inmaculada Concepción".

Luego Bernadette fue a contarle al sacerdote, y él quedo asombrado, pues era casi imposible que una jovencita analfabeta pudiese saber sobre el dogma de la Inmaculada Concepción, declarado por el Papa Pío IX en 1854.
En la aparición del día 5 de abril, la niña permanece en éxtasis, sin quemarse por la vela que se consume entre sus manos.

El 16 de julio de 1858, la Virgen María aparece por última vez y se despide de Bernadette.

En el lugar se comenzó a construirse un Santuario, el Papa Pío IX le dio el titulo de Basílica en 1874. Las apariciones fueron declaradas auténticas el 18 de Enero 1862.
Lourdes es uno de los lugares de mayor peregrinaje en el mundo, millones de personas acuden cada año y muchísimos enfermos han sido sanados en sus aguas milagrosas. La fiesta de Nuestra Señora de Lourdes se celebra el día de su primera aparición, el 11 de febrero. 





El Mensaje que la Santísima Virgen dio en Lourdes, Francia, en 1858, puede resumirse en los siguientes puntos:

1-Es un agradecimiento del cielo por la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, que se había declarado cuatro años antes (1854), al mismo tiempo que así se presenta Ella misma como Madre y modelo de pureza para el mundo que está necesitado de esta virtud.

2-Es una exaltación a la virtudes de la pobreza y humildad aceptadas cristianamente, al escoger a Bernardita como instrumento de su mensaje.

3-Un mensaje importantísimo en Lourdes es el de la Cruz. La Santísima Virgen le repite que lo importante es ser feliz en la otra vida, aunque para ello sea preciso aceptar la cruz.

4-Importancia de la oración, del rosario, de la penitencia y humildad (besando el suelo como señal de ello); también, un mensaje de misericordia infinita para los pecadores y del cuidado de los enfermos





Santa Bernadette Soubirous: nació el 7 de enero, de 1844, en el pueblo de Lourdes, Francia. Su nombre era Marie Bernard, pero la llamaban Bernadette. Su salud era precaria, desde niña fue asmática, tiempo después de las apariciones, fue admitida en la Comunidad de Hijas de la Caridad de Nevers. En julio de 1866 comenzó su noviciado y el 22 de septiembre de 1878 pronunció sus votos, falleció unos meses después, el día 16 de Abril de 1879.

La vida de Bernadette, después de las apariciones estuvo llena de enfermedades y humillaciones, soporto muchos dolores, tenia tuberculosis, un tumor en la rodilla, problemas en los oídos.



En los primeros años con las monjas, la Santa jovencita sufrió mucho, no solo por su mala salud, sino también a causa que la Madre superiora del lugar que no creía en sus enfermedades, inclusive decía que cojeaba de su pierna para llamar la atención. 

Como religiosa se dedicó a ser asistente de enfermería y más tarde cuando ya estuvo muy mal de salud, fue sacristán. Antes de morir dijo: "Ruega Señora por esta pobre pecadora".

Santa Bernardita Incorrupta
30 años más tarde, su cadáver fue exhumado, y hallado en perfecto estado de conservación, unos años después, poco antes de su Beatificación, efectuada el 12 de Junio de 1925, se realizó un segundo reconocimiento del cuerpo, el cual seguía intacto.

Bernadette fue Canonizada el 8 de Diciembre de 1933. Su cuerpo incorrupto todavía puede verse en el Convento de Nevers, dentro de un féretro de cristal. La festividad de la Santa se celebra el 16 de Abril.




Sta Bernardette
Dos virtudes resaltaban en Bernardette: la piedad y la modestia. Para ser piadoso no es necesario ser sabio. Aún cuando se hizo religiosa, ella misma decía que no sabía como orar y sin embargo pasaba largas horas en oración. Y su oración no era mecánica, sino que le hablaba a Dios y a la Virgen como se habla con una persona cara a cara. Era pues una oración del corazón, intensa, honesta y eficaz.



Amaba la oración. Ella sabía muy bien como rezar el Santo Rosario el cual siempre llevaba en su bolsillo. Lo tenía en sus manos cuando se le apareció la Virgen. Su primer gesto en momentos de cualquier prueba o dificultad era siempre tomar su rosario y empezar a recitarlo.


La pequeña escogida por la Virgen tendría mucho que sufrir hasta el día de su muerte, tanto sufrimientos morales como físicos; pero nunca debemos olvidar que Dios guía a esta pequeña niña y que ella era responde con humildad, abandono, fe y coraje. Bernardette poseía además virtudes que serían criticadas durante toda su vida como "defectos". Por este error de la gente se puso en duda también la autenticidad de las apariciones.

Esta niña de solo 14 años (cumplidos en Enero 7 1858), tuvo que ser sabia, firme, extraordinariamente valiente y saber discernir, para poder enfrentarse con las personas que trataban de disuadirla, entre ellas sacerdotes, obispos, jefes de la policía, procuradores, etc.

Para tener una idea de la fortaleza interior y la capacidad de su juicio, podemos ver algunas de las frases que dijo durante los interrogatorios a los que tuvo que someterse. Después de que el Procurador Imperial, el señor Dutor, hizo quedarse de pie por mucho tiempo a Bernardette y a su mamá, al fin les dijo condescendientemente:

-"Ahí hay sillas. Pueden sentarse"

Bernardette respondió: "No. Pudiéramos ensuciárselas"

En otra ocasión, cuando le preguntaron sobre el idioma en que le habló la Virgen, Bernardette dijo:
-"Ella me habló en dialecto"

-"La Virgen María no pudo haber hablado en dialecto", le respondieron, "Dios y la Virgen no hablan dialecto".

A lo que ella respondió: "¿Cómo podemos saber nosotros dialecto si ellos no lo hablan?"

-"Oh, ¿por qué piensa que me habló en Francés? ¿puedo yo hablar en Francés?"

En la doceava aparición Bernardette le acercó un rosario a la Virgen. Un sacerdote le preguntó después de la aparición: ¿Así que ahora también bendices rosarios?
Bernardette se rió y dijo: "Yo no uso una estola, ¿o sí?."

Otro le preguntó: "Así que Bernardette, ahora que la Virgen te ha prometido que irás al cielo, no necesitas preocuparte del cuidado de tu alma".

Bernardette: "Pero Padre, yo solo iré al cielo si me porto correctamente"

Sus interrogatorios serían de largas horas, algunas veces días enteros; y sus interrogadores trataban de engañarla para que contradijera sus declaraciones. Pero ella se mantenía alerta, en guardia, sabiendo que ellos no querían la verdad, sino probar que lo había inventado todo.

Bernardette tuvo que enfrentarse frecuentemente con el párroco de Lourdes, Abbé Peyramale, quién tenía fama por su mal genio. Sin embargo todas las veces que nuestra santa fue a verlo, a pesar del temor que sentía, nunca se echó atrás, sino que siempre vencía su natural miedo. Su voluntad de cumplir con lo que la Virgen le había encargado podía mucho más que el mal genio del sacerdote.

Y así vemos como Bernardette cumple los deseos de la Virgen a pesar de grandes obstáculos y de sus propias flaquezas. Al final, en el último día de las apariciones, el 25 de marzo de 1858, la Virgen revela su identidad dándole a Bernardette la prueba que tanto pedía su párroco para creerle.

Las palabras de la Virgen, "Yo Soy la Inmaculada Concepción" , fueron las que derrumbaron de una vez por todas el muro de la incredulidad en el corazón de párroco, quién se convirtió desde ese momento en su más grande defensor y apoyo, usando su mismo temperamento contra los que atacaban a la niña.

A diferencia de otras apariciones, como La Salette, Pointman, Fátima, Knock, Beuraing, exceptuando la Medalla Milagrosa; Bernardette era la única vidente. No tenía otros que corroborasen el testimonio y le sirviesen de apoyo. Su única fuente de fortaleza era la misma Virgen Santísima. Pero esta era suficiente para ella.

Llegaría un tiempo donde sus cualidades, su fuerza interior, su rapidez al contestar, todas usadas para defender las Apariciones de la Virgen, se usarían en su contra. Aquellos que la apoyaban sabían entender sus grandes virtudes, pero para los que la criticaban eran sus grandes defectos. A su fortaleza interna le llamaban terquedad; a su rapidez en responder le llamaban insolencia. Una vez en el Convento de San Gildard, en Nevers, cuando fue acusada de tener amor propio, ella dibujó un círculo y puso la marca del dedo en el centro del mismo y dijo: "Que el que no tenga amor propio ponga su dedo aquí" (indicando la marca del centro).

Las apariciones fueron para Bernardette un regalo inmerecido, un regalo que que en si mismo no la hizo santa. Era un regalo para el mundo, pero que al mismo tiempo por su admirable correspondía a la gracia, la llevaría a la santidad.

Hemos de tener claro que Santa Bernardita no fue canonizada por haber visto a la Virgen Santísima, sino por haber subido por la escalera de la santidad a través de enormes pruebas y cruces. Para ser santo no es necesario haber tenido grandes experiencias místicas. Es suficiente tener estas dos cosas: humildad y amor. Es en la asidua oración y en la vida de virtud que el amor se expresa a sí mismo.

Lourdes
La humilde jovencita escogida para tan gran misión, permaneció después de las apariciones como era antes, es decir la Virgen se encargo de conservarla sencilla, humilde y modesta. No le gustaban el bullicio ni la popularidad. 
Pasaba como una mas, excepto por sus virtudes, por su inocencia, su candor y rectitud en su obrar. Hizo su primera comunión el mismo ano 1858, el 3 de junio, día de Corpus Christi. Nada espectacular sucedió excepto que ella había piadosamente recibido a Jesús.

Dios seguía visitándola, no con brillantes apariciones, sino por la prueba amarga de los sufrimientos: de la incomprensión, burla, casi siempre estaba enferma, soportaba dolores de toda clase, recogida y resignada con paciencia. Sufría de asma crónica, tuberculosis, vómitos de sangre, aneurisma, gastralgia, tumor de una rodilla, caries en los huesos, abscesos en los oídos que le ocasionaron sordera, que esta se le quito hasta un poco antes de su muerte.

La Virgen le dijo a Bernardette: "No te prometo hacerte feliz en este mundo, sino en el próximo". Y estas palabras de la Virgen se cumplieron plenamente en nuestra santa. Mucho tuvo que sufrir durante su vida hasta su muerte a los 35 años. La salud de Bernardette era muy delicada, muchas veces tenía que estar en cama con fiebre; tenía días bien críticos con ataques de asma que muchas veces eran bien dolorosos.

Muchos encontraban cura en la fuente de Lourdes, pero no Bernardette. Un día le preguntaron: "¿No tomas del agua de la fuente?. Estas aguas han curado a otros, ¿por qué no a ti?. Esta pregunta insidiosa pudo haberse convertido en una tentación para Bernardette en no creer en la aparición, pero ella no se turbó. Le respondió:



"La Virgen Santísima quizás desea que yo sufra. Lo necesito"

¿Porqué tu más que otros?
-"El buen Dios solo lo sabe".

¿Regresas algunas veces a la gruta?
- "Cuando el Párroco me lo permite".

¿Porqué no te lo permite todo el tiempo?
-"Porque todos me seguirían".

Antes habías ido aún cuando se te había prohibido.
- "eso fue porque fui presionada."

La Virgen Santísima te dijo que serías feliz en el otro mundo, así que estas segura de ir al cielo.
- "Oh no, eso será solo si obro bien".

¿Y no te dijo Ella que hacer para ir al cielo?
-"Nosotros lo sabemos muy bien; no es necesario que yo lo diga".





Bernardette no podía recibir en su casa el cuidado que ella necesitaba para su frágil salud y el gran número de visitantes curiosos le causaban fatiga. Viendo esta necesidad, Abbé Peyramale pidió a la Superiora del Hospicio de Lourdes que acogiera a la niña. Le dijo:

"Es con ustedes que la niña debe estar. Ustedes pueden darle el cuidado que ella necesita en todos los aspectos".

En el año 1860, las Hermanas de la Caridad de Nevers, que servían el hospital y la escuela, le ofrecieron un asilo titular. Desde aquel día permaneció bajo su techo, con su salud delicada, pero con su consigna de siempre: no llamar la atención de nadie. Aún cuando sus padres ya se habían mudado de la cárcel y vivían en un molino, le dieron permiso sin dificultades de permanecer con las hermanas. Su madre lloró por su partida pero sabía que era por el bienestar de la niña.

En el hospicio Bernardette fue asignada bajo el cuidado de la Hermana Elizabeth, quien le debía enseñar a leer y escribir mejor. Bernardette tenía 16 años, era julio de 1860. La superiora le dijo a la Hna. Elizabeth: "se dice que ella no es muy inteligente, mira a ver si es posible hacer algo con ella".

La Hna. Elizabeth al entrar en contacto con Bernardette diría: "Encuentro en ella una inteligencia muy viva, un candor perfecto y un corazón exquisito". Ella diría a la madre superiora: "Mi querida Madre, la han engañado. Bernardette es muy inteligente y asimila muy bien la doctrina que se le da."

Sin ser brillante, Bernardette adquirió gran cantidad de conocimiento elemental. En su tiempo en el hospicio, permaneció siendo una niña de su edad. Era recta, sincera, piadosa pero traviesa, muy vivaz, a quien le encantaba reír, jugar y bromear. Muchas veces la ponían a cuidar niños más pequeños, como era la costumbre en las escuelas elementales y Bernardette se mostraba tan joven y juguetona como la más pequeña niña.

Uno de los niños diría mas tarde:

"Bernardette era tan simple. Cuando le pedían que nos cuidara, lo hacía de una manera tal, que parecía otra niña jugando con nosotros, que no nos hacía pensar tanto en su aventura milagrosa. Criados con este pensamiento de que nuestra compañera había visto a la Virgen, lo considerábamos tan natural como un niño de hoy día que ha visto al presidente de la república".

Bernardette era completamente natural en su comportamiento diario, sin embargo era muy seria tocante a su vida cristiana.

Al crecer, Bernardette tuvo como toda joven, sus momentos de vanidad, queriendo estar arreglada y lucir bien. Pero todas estas vanidades pasaron por ella rápidamente y sin dejar ningún rastro en su corazón.

Decía la Hna. Victorina: "La fiebre pasó rápidamente y no dañó su profunda piedad".

La comunidad contaba con las oraciones de Bernardette. Un día una religiosa, la Madre Alejandrina, sufrió una torcedura y el médico le mandó a tener reposo. Pero ella era muy activa y le pidió a Bernardette que le pidiera a la Virgen que la curara. Bernardette inmediatamente fue a rezar ante la estatua de la Virgen en la capilla. Oró con todo su corazón. ¿Qué pasó?... no sabemos nada más que al otro día el doctor encontró a la Madre Alejandrina ocupada en su trabajo, como si nada hubiese pasado.






La Virgen Santísima le dio una gracia especial al llamarla a la vida religiosa. Parece que nunca Bernardette consideró en serio el matrimonio. A los 19 o 20 años, en 1863, la vocación de ser religiosa se le presentó claramente. Había considerado vagamente ser carmelita, pero no fue difícil hacerle comprender que su salud era muy delicada para enfrentar los rigores del Carmelo.


Fue el Obispo Forcade de Nevers, que tenía en su diócesis la Casa Madre de las Hermanas de la Caridad del hospicio y la escuela de Lourdes, quien contribuyó definitivamente en su orientación. El le preguntó cuáles eran sus intenciones para el futuro y ella le respondió: "Señor Obispo, todo lo que pido es quedarme en esta casa como una sierva"



Pero hija mía, ¿no has pensado en llegar a ser una religiosa como las hermanas a las que tan apegada estás?.  
- "Oh, Señor Obispo, nunca he creído que esto pudiese ser para una ignorante y pobre niña como yo. Usted sabe bien que soy pobre y no tendría la dote necesaria".

No es la pobreza lo que debe detenerte. Se puede hacer una excepción a la regla y recibir a una joven sin dote, si ella tiene signos claros de vocación".
- "Señor Obispo, sus palabras me han tocado profundamente, le prometo que pensaré en ellas" .

Bernardette comprendía que una decisión como esta no se hace sin consideración y reflexión. El Obispo estaba muy complacido con su prudencia y le recomendó que se tomara su tiempo e hiciera su decisión con completa libertad y sin apresuramiento.
En Agosto de 1864, Bernardette dijo a la Madre Superiora del Hospicio:
"Madre mía, he orado mucho para saber si estoy llamada a la vida religiosa. Creo que la respuesta es "sí". Yo quisiera entrar en su congregación si soy aceptada. Permítame pedirle que le escriba al Obispo".

En respuesta la superiora abrazó a Bernardette y sus lágrimas de gozo fueron su afectuosa respuesta.

Habiendo hecho su elección, más ataques de enfermedad y la necesidad de tratar varios remedios retardaron la puesta en práctica de su promesa.

En 1866 escribió: "Estoy mas presionada que nunca a dejar el mundo. Ahora he decidido definitivamente y espero dejarlo pronto".

Por fin llegó el gran día a comienzos de Julio de 1866, tenía 22 años de edad. Por última vez fue a la amada gruta donde su despedida fue de todo corazón."¿Ven la gruta?, era mi cielo en la tierra". Al día siguiente se despidió de su familia y en Julio 4 1866, Bernardette dejó su pueblo natal para nunca más volver.


Antes de partir improvisa una oración tomando como pauta el Magnificat: acción de gracias por la pobreza de su esclava. Se dirige directamente a María: "Si, Madre querida, tu te has abajado hasta la tierra para aparecerte a una débil niña..Tu, reina del cielo y la tierra, has querido servirte de lo que había de mas humilde según el mundo".




Se va para comenzar su noviciado. Llegaron al convento de las Hermanas de la Caridad de Nevers, el 7 de julio de 1866 en la noche. El domingo Bernardette tuvo un ataque de nostalgia que le llevó a estar llorando todo el día.  La animaban diciéndole que este era un buen signo ya que su vida religiosa debía empezar con sacrificio. En los anales de la Casa Madre se lee:

"Bernardette es en realidad todo lo que de ella hemos oído, humilde en su triunfo sobrenatural; simple y modesta a pesar de que todo se le ha unido para elevarla. Ella ríe y es dulcemente feliz aunque la enfermedad se la está comiendo. Este es el sello de la santidad, sufrimiento unido a gozo celestial."






Ni la superiora, la hermana Josefina Imbert, ni la maestra de novicias Madre María Teresa Vausou, entendían el tesoro que se les había confiado. Sí, admitían que la Virgen se le apareció, pero la veían tan "ordinaria", que tenían dificultad en ver santidad en ella. Su idea de santidad aparentemente era diferente a la de la Iglesia.
En el proceso diocesano de Beatificación, el Reverendo P. Peach, profesor de teología dogmática en el seminario de Moulins, les dijo a sus estudiantes:

"El testimonio llegó a esto, que Bernardette era muy ordinaria. Pero cuando se les preguntó si ella era fiel a las reglas, si tenía que ser corregida por desobediencia o en referencia a la pobreza y castidad, todas se apresuraron a decir: "Oh no, nada de eso".


¿Por qué sus superioras la juzgaban tan mal?; solo se puede encontrar respuesta en que era parte de la Providencia Divina para la santificación de Bernardette. De manera particular la Maestra de Novicias, Madre María Teresa Vauzou, quién fue la causante de muchos sufrimientos espirituales de Bernardette durante los 13 años que vivió en el convento. La Madre María, quien era estimada por su ojo agudo y su penetración psicológica, nunca fue capaz de leer en esta alma límpida su íntima unión con Dios, ni tampoco su total abandono a los deseos de su divina voluntad, la cual formaba su vida interior.



Bernardette, sin haber estudiado sobre la formas de oración, pasaba horas en ella, recitando su rosario con gran fervor. Vivía en unión perpetua con la Virgen Santísima y a través de Ella con Jesucristo.

"Bernardette estaba totalmente perdida en Dios".
Al recibir el hábito de postulante, recibió su nombre de religiosa el cual sería su mismo nombre bautismal, Sor María Bernarda.






Tres semanas después de haber recibido el hábito, Bernardette enfermó de gravedad con un nuevo ataque de tuberculosis y tuvo que ser puesta en la enfermería.

Esta crisis de sofocación asmática y de tos fue tan seria que el médico pensaba que su muerte era inminente.

La Madre Superiora llamó al Obispo y este le administró el Sacramento de Extrema Unción, pero ella no pudo recibir el Viático porque constantemente estaba vomitando sangre. Pensando que Bernardette estaba a punto de morir, la Madre Superiora quiso darle el consuelo de pronunciar sus votos. Habló con el Obispo, y la comunidad dio su aprobación unánime.


Sabiendo lo que iban a hacer, Bernardette respondió con una sonrisa de agradecimiento. Fue el Obispo Forcade quien presidió la ceremonia. Bernardette dio su consentimiento por medio de signos ya que no podía hablar. Entonces le fue dado el velo de profesa. Se pensaba que estaba a punto de morir, pero Bernardette siempre ponía su salud en las manos de la Virgen.



La nueva religiosa se durmió y se despertó a la mañana siguiente en un estado de felicidad que ella declaró a su Superiora:  

"Mi Reverenda Madre, usted me hizo hacer la profesión religiosa porque pensaba que iba a morir. Bueno, mire no voy a morir" .

La Madre Superiora entonces le respondió: "Tonta, tú sabías que no ibas a morir y no nos lo dijiste. En este caso, si no has muerto para mañana en la mañana, te quitaré el velo".


Y la hermana María Bernarda, con admirable sumisión heroica, le respondió simplemente:



"Como usted desee, reverenda Madre". 

Y a pesar del dolor que esto le causaba, supo aceptar este cáliz que el Señor le enviaba.

Su madre murió en Diciembre 8, 1866, tenía 45 años y esta fue una de las tristezas más grandes que experimentó. En medio de su dolor dijo al Señor:

"¡Mi Dios, tú lo has querido! Yo acepto el cáliz que me das. Que tu Nombre sea bendito".

Durante su noviciado, Bernardette fue tratada más severamente y quizás más cruelmente que las otras novicias. Sus compañeras decían: "No es bueno ser Bernardette". Pero ella lo aceptaba todo y veía en ello la mano de Dios.
Bernardette profesó el 30 de octubre de 1867 con el nombre de Sor María Bernarda. Tenía 23 años. Sin embargo, la felicidad de ese momento fue teñida por una ruda humillación.

Cuando llegó el momento de distribuir a las nuevas profesas los trabajos, la Madre Superiora respondió a la pregunta del Obispo: "¿Y la hermana Marie Bernard?, "Oh, Señor Obispo, no sabemos que hacer. Ella no es buena para nada". Y prosiguió: "Si desea, Señor Obispo, podemos tratar de usarla ayudando en la enfermería". A lo cual el Obispo consintió. La hermana Marie Bernard recibió el dolor de esta humillación en su corazón, pero no protestó, ni lloró, simplemente aceptó el cáliz.

Otro cáliz que pronto tomaría fue la muerte de su padre en 1871, 6 años después que su mamá. Supo de la muerte de su papá, a quien no había visto mas desde que dejó Lourdes, pero sabía que había muerto en la fe.

Una hermana la encontró llorando a los pies de la estatua de la Virgen y cuando la hermana la iba a consolar ella le dijo:

"Mi hermana, siempre ten una gran devoción a la agonía de nuestro Salvador. El sábado en la tarde le oré a Jesús en agonía por todos aquellos que morirían en ese momento, y fue precisamente en el mismo momento en que mi padre entró a la eternidad. Que consuelo para mí el quizás haberle ayudado".

Muchas tribulaciones tuvo que pasar; humillaciones, grandes y pequeñas se apilaban sobre ella y ella decía:

"Cuando la emoción es demasiado fuerte, recuerdo las palabras de nuestro Señor, "Soy Yo, no tengan miedo". El rechazo y humillaciones de mis Superioras y compañeras inmediatamente agradezco a nuestro Señor por esta gran gracia. Es el amor de este Buen Maestro el que hará desaparecer el árbol del orgullo en sus malas raíces. Mientras más pequeña me hago, más crezco en el Corazón de Jesús."

A Bernardette se le concedió un gran regalo al comienzo de 1874. Había sido asistente de enfermería, un trabajo que amaba mucho, pero sus fuerzas se diminuían.

Después de un ataque de bronquitis en el otoño de 1873, por el cual tuvo que ir al hospital, se determinó que estaba muy débil para seguir ayudando en la enfermería y se le dio el trabajo de menos esfuerzo físico en el Convento, el cual era al mismo tiempo el más importante, y el cual ella amó mucho más que el de ayudante de enfermería; la nombraron asistente de sacristán.

Su nueva posición le daba la oportunidad de pasar mucho tiempo en la capilla, cerca del Santísimo Sacramento. Estaba casi sin supervisión, lo que le permitía hablarle al Señor en el Tabernáculo, sin que nadie pensara que ella era extraña.

Manejaba todos los artículos sagrados con gran reverencia. El corporal, los purificadores y las albas los trataba consciente que Jesús Encarnado los había tocado durante el Sacrificio de la Eucaristía. Por eso no permitía que nadie le ayudase en este ministerio.

Pero este regalo no duró por mucho tiempo ya que su salud constantemente empeoraba. A partir de 1877 no es más que una inválida. Se le provee cuidado lo más posible y ella obedece todas las prescripciones.

Pronunció sus votos perpetuos el 22 de septiembre de 1878, en un tiempo en que se sentía mejor. Pero no duró mucho. Al siguiente 11 de diciembre, retornó a la enfermería, para nunca más salir. Sus últimos meses fueron muy difíciles, haciéndole pasar por la noche oscura del alma. Perdió confianza, la paz del corazón y la certeza del cielo. Fue tentada al desánimo y desesperación. Pensaba que era indigna de la salvación. Este fue su cáliz más amargo y su sufrimiento mayor.

También sufría mucho físicamente. La cama le causó tener la espalda repleta de llagas. Su pierna tuberculosa se le reventó. Desarrolló abscesos en los oídos, los que la hicieron prácticamente sorda por un tiempo. Si no hubieran sido tan evidentes sus síntomas, nadie se hubiese sospechado que estaba enferma. Su actitud tan serena y gozosa no manifestaba el profundo sufrimiento que padecía. No perdió su fortaleza y su aceptación.

A una hermana le dijo que iba a orar para que el Señor le mandara consolación, ella le respondió: "No, no, no consolación, solo fortaleza y paciencia" .

Bernardette padeció su pasión durante la Semana Santa de 1879. El día 16 de Abril de 1879 rogó a las religiosas que la asistían que rezaran el rosario, siguiéndolo ella con gran fervor. Al acabar un Ave María, sonrió como si se encontrara de nuevo con la Virgen de la Gruta y murió. Eran las 3:15 PM.

Sus últimas palabras fueron la conclusión del Ave María: "Santa María, Madre de Dios, ruega por mí pobre pecadora....pecadora...".

Su cuerpo fue puesto en la pequeña Capilla Gótica, situada en el centro del jardín del Convento y la que estaba dedicada a San José. Fue en esta Capilla en la que, después de 30 años, en Septiembre 22, 1909, reconocieron el cuerpo, en vista al proceso de Beatificación diocesano. El cuerpo fue hallado en perfecto estado de preservación. Su piel dura, pero intacta, mantuvo su color. Hubo un segundo reconocimiento en Abril 18, 1925, poco antes de su Beatificación el 12 de Junio de 1925.

Bernardette fue Canonizada el 8 de Diciembre de 1933. Y celebramos su fiesta el día en que partió a la casa del Padre, el 16 de abril.

Lourdes se ha convertido en el santuario Mariano mas visitado de Europa y el segundo en el mundo, después del Santuario de la Virgen de Guadalupe en México. Infinidad de enfermos han sido sanados en las aguas milagrosas de Lourdes, pero el mayor milagro siguen siendo las muchísimas conversiones del corazón.

Santa Bernardette todavía se puede observar incorrupta en su capilla en Nevers, dentro de un féretro de cristal donde parece estar dormida. Su dulzura y paz aun toca los corazones.




¡Santa Bernardette, ruega por nosotros!

Tomado del Centro Católico de Evangelización SCTJM corazones.org


http://www.aciprensa.com/juanpabloii/viajes/Lourdes2004/signos.htm




En los 20 años de la muerte de ALEX HALEY, el autor de “Raíces”




Esa octava noche, bajo la luna y las estrellas, solo con su hijo, Omoro completó el ritual del nombramiento. Llevando al pequeño Kunta entre sus fuertes brazos, caminó hasta el borde de la aldea, levantó al bebé con la cara vuelta hacia el cielo y dijo en voz baja:  “–Fend kiling dorong leh warrata ka iteh tee”. (« Observa lo único que es más grande que tú)" .

(fragmento en las primeras líneas del libro  “Raíces”)

Y entonces cuando estaba recogiendo trozos de madera para hacer un tambor, el soberbio Kinté, hijo de Omoro, es capturado por los Toubabs que lo envian a recoger el algodon del otro lado del oceano, en Virginia. El destino de su raza esta sellado: sus descendientes serán esclavos del padre al hijo, humillados, abatidos, vendidos al mejor postor, separados de aquellos que aman. Al revivir la historia de su abuelo y su línea de familia a través de 7 generaciones, el autor describe la historia terrible, desgarradora y verídica de sus ancestros africanos. Una inmensa saga.


A principios de los 80’s nos llego a Colombia la serie “Raices”, basada en el libro de titulo original “Roots” de Alex Haley. 
Aquella historia nos conmovió hasta los tuétanos por su realismo, por mostrar la triste epopeya sufrida por los afroamericanos desde su desarraigue en África hasta su llegada en América.
Todos nos acordamos del protagonista Kunta Kinté, el antepasado más remoto y  referenciado por el autor Haley.



Cuando Alex Haley era un niño, en Henning, Tennessee, su abuela solía contarle historias, sobre su familia -historias que retrocedían a los abuelos de la abuela y a las generaciones más remotas- hasta un antepasado que ella llamaba "el africano". Contaba que ese hombre había vivido al otro lado del océano, cerca de lo que él llamaba "Kamby Bolongo" y que un día cuando estaba cortando un tronco en el bosque para fabricarse un tambor, fue atacado por cuatro hombres, apaleado, encadenado y arrastrado a bordo de un barco de esclavos con destino a la América Colonial.

¿De dónde provienen los negros americanos? ¿Cuáles son sus verdaderas raíces? Cuando un escritor negro, Alex Haley, se planteó estas preguntas, no conocía todavía el alcance que podían tener las respuestas. ¿Podía acaso tener historia un pueblo, una raza arrancada de su país natal, en África, y esclavizada por los blancos en América?

Dato a dato, nombre a nombre, el autor fue reconstruyendo la historia de su antepasado Kunta Kinte, negro mandinga cazado como una alimaña en Gambia y vendido como esclavo en una plantación de algodón de los Estados Unidos.  El resultado es esta novela amasada con el miedo, la crueldad, el amor, el odio y la ternura de un negro norteamericano que, al encontrar su propia historia, encontró también la de todos sus hermanos de raza.

Biografía:

Alexander Murray Palmer Haley nació en Ithaca, en el Estado de New York El 11 de agosto de 1921. Hijo de Simon Alexander (profesor) , y de Bertha George Palmer quien es también maestra. La familia se instala en 1921 en Henning, en Tennessee donde el joven Alex pasara los 5 primeros años de su vida. Es en Henning que Alex va a familiarizarse con las historias de su abuela materna, Cynthia Palmer, que hace remontar la genealogía de Alex hasta su tatarabuelo. Este último, era según ella un africano cuyo nombre original era “Kin-Tay” y quien fue renombrado Toby al momento de su llegada a los Estados Unidos.

El padre de Alex Haley se casa por segunda vez, dos años después la muerte de esta ultima y cuando el joven Alex tiene 10 años. Lejos de ser un estudiante brillante, Haley no se apasionara mas por los estudios y en 1939 a la edad de 17 años, se enrola por 3 años en la marina americana. Y sobre la embarcación “Pamlico” es un chico que hace de todo…Y para matar el tiempo se dedica a la escritura y aprende a escribir historias y contar relatos.

Haley comienza por escribirle a su familia y a sus amigos, enviando hasta 40 cartas por semana. En retorno, recibia con aproximación la misma cantidad de cartas que había enviado. Y llega a ser rápidamente célebre entre sus camaradas marinos, y estos últimos le solicitan que escriba sus cartas, y algunos le ofrecen remuneración financiera.

Alex Haley escribe entonces para ellos cartas, netamente cartas de amor, destinadas a las esposas, novias, amantes…En mayo del 43, es transferido sobre el “USS Murzim”, un carguero que navega en el Pacifico, en la época teatro de operaciones de guerra. 

Haley continua escribiendo y rápidamente describe las escenas de combate, y uno de sus artículos es publicado en un periódico de la marina, “Coast Guard Magazine”, en febrero de 1944.

Paralelamente Halley, enviará artículos a revistas de gran publico, pero necesitara esperar muchos años antes de ver uno de sus escritos publicados. Estos años le posibilitaran sin embargo perfeccionar su estilo de escritura.

Un articulo de Haley en el cual describe la decepción de los marinos que permanecen sin noticias de sus familias o amigos es entonces retomado en los grandes periódicos del país. Cerca del fin de la guerra Haley es nombrado responsable de un periódico de la Marina. Su trabajo es apreciado y le amerita ser ascendido de grado. En lo sucesivo será reportero, co-responsable editorial, después director de la publicación de los guarda costas, llamado “Helmsman” (es entonces nombrado en el QG del 3er distrito de los guarda costas en New York).

En Junio del 49, es promovido como periodista, primera clase, y en diciembre jefe de redacción, un puesto creado especialmente para él ya que era el único y apto para ocuparlo en la Marina. Continua a escribir para la marina y trabaja como auxiliar del responsable de las relaciones publicas. El ocupara este puesto hasta 1959, fecha de su salida de la marina a la que abandona después de haber pasado allí 20 años.

Despues de dejar la marina, Alex Haley se convierte en escritor de tiempo completo, trabaja para el “Reader’s Digest” donde escribe especialmente biografías. Conduce de modo paralelo entrevistas que serán reconocidas en su momento por la revista “Playboy”. Miles Davis es la primera personalidad recibida por Haley en el marco de sus entrevistas. La entrevista de Miles Davis aparece en el numero de septiembre de 1962. En esta entrevista, Miles Davis habla con libertad expresando sus sentimientos a propósito del racismo.

Las entrevistas realizadas por Haley toman con el tiempo una importancia significativa en la revista. Haley realizara de igual modo otras entrevistas descollantes de personalidades celebres, como Martin Luther King, (la mas larga que este ultimo haya concedido a una revista) o Casius Clay, (quien explica con detalles porque cambia su nombre por el de Mohammed Ali). Sammy Davis Jr o Quincy Jones hicieron parte de las celebridades entrevistadas por Alex Haley. Pero es su trabajo sobre Malcolm X que va a hacer famoso a Haley en todos los Estados Unidos. 
  
Para poder terminar su libro, Haley siguió durante 2 años a Malcolm X y trabajó con él.             

De sus conversaciones, logra extraer como producto la autobiografía de Malcolm X,  tal como fue expresada por el mismo Malcolm X.  La idea de realizar un libro surge después de la entrevista de Malcolm X realizada en 1963 por Haley por cuenta de “Playboy”. En la época de sus primeros encuentros, Malcolm X es todavía el portador de la palabra de la nación del Islam. El libro publicado en 1965 (después de la muerte del líder afroamericano) tendrá un gran impacto en el movimiento negro en los Estados Unidos.

En la autobiografía, Malcolm X describe su experiencia de racismo en pequeñas ciudades, la violencia racial, los delitos que él ha cometido y que lo hacen ir a la cárcel. En 1977, después de casi 10 años de su aparición, se habían vendido más de 6 millones de ejemplares de la autobiografía de Malcolm X  en USA y el resto del mundo. Ella fue ubicada por la revista Time como uno de los 10 libros de no ficción mas importantes del siglo XX.

Pero el trabajo de Haley sobre Malcolm X será superado por otra obra que le dará la gloria, el premio Pulitzer y una fama mundial. 

En 1976, su novela “Roots”: the saga of an American Family”  (“Raices la saga de una familia americana” ) es publicada. El libro es una adaptación más o menos novelada de la historia de su propia familia. Esta comienza con la captura de Kunta Kinte, un africano capturado en 1767 en Gambia y llevado a la provincia de Maryland en el sur de Estados Unidos donde el se convierte en esclavo. Haley afirma ser descendiente de la séptima generación de Kunta Kinte.

Haley se entrego en cuerpo y alma al proyecto para que este tomara vida. Le fueron necesarios mas de 10 años de búsqueda e investigación, de viajes, de escritura en diversos continentes para dar a luz este libro. Él recorrio los Estados Unidos, viajo a al continente africano a Gambia, al pueblo de Jouffouré para encontrar las huellas de sus ancestros y para encontrar un narrador de historias local, Kebba Kanji Fofana, quien con su memoria oral de la historia pudo citar el nombre de “Kunta Kinte”, el ancestro de Alex Haley.

En 1977, « Roots » gana el premio nacional del libro en USA (National Book Award) y un Premio Pulitzer especial. En el transcurso de un año, se vendieron millones de ejemplares de la obra y llega a ser un soporte o referente especial en al menos 500 universidades americanas. Enseguida fue traducido a mas de 37 lenguas. En  « Raíces » (el nombre de « Roots » en español)  Haley mostraba que los esclavos no venían de “ninguna parte”, y que ellos habían  traído consigo de África las tradiciones que habían sobrevivido, como ciertas canciones, creencias, palabras…

De otro lado, su retrato o perfil de Kunta Kinte mostraba que los esclavos no aceptaron su condición dócilmente, sino que siempre trataron de huir o de rebelarse. La adaptación para la televisión de “Raíces”, emitida por primera vez entre el 23 y 30 de enero de 1977 atrajo a mas de 130 millones de telespectadores, la más gran audiencia de la historia de la televisión americana para esta época.

Pero a pesar de todo esto tan positivo « Raíces » fue sujeto de muchas controversias. Primero, el libro fue señalado como plagio. Después de un proceso, Haley firma un acuerdo por 650.000 dólares, con Harold Courlander, autor de un libro titulado  “The African” (“El Africano”). Haley había admitido que amplios pasajes de “Raíces”  habían sido copiados de este libro, pero afirmo que si se los había apropiado, no fue de manera intencional…Haley fue igualmente perseguido en 1988 por otra autora, Margaret Walker, pero esta ultima fue rechazada por el tribunal.

Bien que Haley haya reconocido que su novela era antes que nada una obra de ficcion, afirmo que su ancestro fue Kunta Kinte, un africano arrancado del pueblo de Juffuré situado en la actual Gambia. El adoptó  el nombre de Toby en Estados Unidos y tuvo una hija llamada Kizzy, quien seria la tatarabuela de Alex Haley. El escritor afirmo igualmente haber identificado el barco sobre el cual Kunta Kinte había sido transportado de África a América en 1767.

  Sin embargo, según ciertos genealogistas e historiadores que han retomado las investigaciones de Haley, la historia no cuadra. Si bien es cierto que  un esclavo llamado Toby ha sido referenciado en esta época, él figuraba por tanto ya en los registros en 1762, o sea 5 años antes de la fecha señalada por Halley, y éste había muerto antes del nacimiento de sus supuestos descendientes.

Se ha afirmado igualmente que el narrador de historias que Haley había encontrado en Gambia había sido prevenido sobre las investigaciones históricas que aquel realizaba, y se había arreglado el citar el nombre de Kunta Kinte haciendo creer así a Halley que había descubierto en verdad el pueblito donde su ancestro se había originado.

Después, Alex Halley trabaja en otros proyectos, como la historia de Henning, la ciudad donde habia crecido,  o sobre una biografía de Frank Wills, el oficial de seguridad que había descubierto el          robo que desata el asunto del “Watergate”. El trabaja igualmente en una serie televisada llamada “Palmerstown”, y escribe noticias.

En 1987, Haley quien vivía en California específicamente en Beverly Hills, se muda para irse a vivir en el Tennessee, el Estado donde su familia había vivido.

ALEX HALEY Murió de una crisis cardiaca un día como hoy, el 10 de febrero de 1992 en Seattle. Su libro “Queen”, una novela épica centrada en la rama familiar de Simón Alexander Haley, su padre, fue terminada en 1993 después de su muerte.

A pesar de las controversias que rodean el libro, “Raíces” tuvo un impacto fantástico en los Estados Unidos y en el mundo, en una época donde el país salía justo del fin de la lucha por los derechos civiles, cuando los afroamericanos buscaban entonces todavía su lugar como ciudadanos americanos a parte entera. Como lo escribirían periodistas del “Time Magazine”, “Raíces”, le había permitido a los blancos comprender mejor la historia de los Negros, y había ayudado de modo simbólico a los Negros americanos a hacer parte de la comunidad social americana.

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 “Raíces”, de este modo también suscitado un interés de los afroamericanos y de los Negros de Diáspora por el África y por sus raíces.          Hoy, un afroamericano que lo desee puede gracias al progreso de las ciencias determinar de cual lugar de África, y de cual sus ancestros en particular son originarios.

Por ejemplo Spike Lee ha sabido que ciertos ancestros suyos habrían venido de una parte del África que se encuentra hoy en Camerún, mientras que Whoopi Goldberg ve remontar sus orígenes en lo que hoy es la Guinea Ecuatorial.

                       
Para leer en línea o descargar el libro “Raíces” en español, hacer click acá:




Referencias bibliográficas:


http://www.grioo.com/info11086.html


http://www.amnistiacatalunya.org/edu/2/esclav/esclav-alex-haley.html




http://literalia.com






Acá un interesante articulo que invita a reflexionar sobre la esclavitud , la discriminación de otrora y en la actualidad:


http://html.rincondelvago.com/esclavitud_1.html



Otro sitio para profundizar sobre la teleserie:

http://parecequefueayer.espaciolatino.com/Raices.html


miércoles, 8 de febrero de 2012

12 de febrero del 2012: 6º domingo del tiempo ordinario (B)

"A mí me duele sentarme a la mesa, comer con buen apetito y dormir sin pesadillas después de haber visto el espectáculo atroz de tantos hambrientos y de tantas miserias humanas. Por eso grito con voz en cuello para los que prefieren cerrar los ojos, los voluntarios de la sordera, los que visten esmoquin para arreglar el mundo y les pido justicia. Grito para que me oigan; se lo pido en nombre de Dios". También su mensaje para los cristianos es provocador: "La caridad es la proyección del rostro de Cristo en el rostro del pobre, del que sufre. Si Cristo mañana volviera a golpear a tu puerta..., ¿qué harías? El sería como en aquel entonces un pobre, un hombre solo, seguramente un trabajador, quizás desocupado...".

(Raoul Follereau, periodista comprometido con la causa de los leprosos)

Lecturas


PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL LEVÍTICO 13, 1-2.44-46


El Señor dijo a Moisés y Aarón:
-- Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel y se le produzca la lepra, será llevado al sacerdote de Aarón o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra, y es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra, andará harapiento y despeinado, con la barba rapada y gritando: "¡Impuro, impuro!" Mientras le dure la lepra, seguirá impuro: vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento.

 

Palabra de Dios
 

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 31
R.- TÚ ERES MI REFUGIO; ME RODEAS DE CANTOS DE LIBERACIÓN

 

Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor,
no le apunta el delito. R.-

Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: "Confesaré al Señor mi culpa",
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R.-

Alegraos, justos, con el Señor;
aclamadlo, los de corazón sincero. R.-


SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 10, 31-11, 1

 

Hermanos:
Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios. Por mi parte, yo procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de ellos, para que todos se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.

Palabra de Dios

 ALELUYA Lc 7, 16
Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y Dios ha visitado a su pueblo.

 EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 40-45

 
En aquel tiempo se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
-- Si quieres, puedes limpiarme.
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó diciendo:
-- Quiero: queda limpio
La lepra se le quitó inmediatamente y quedó limpio. Él le despidió encargándole severamente:
-- No se lo digas a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.
Pero cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aún así acudían a él de todas partes.

Palabra del Señor






 


A guisa de introducción:

Discriminación o compasión?

 

Cuando estuve en Camerún (África) vi muchos ancianos que habían sido victimas de la lepra. La señal de ello eran muñecas de las extremidades superiores desprovistas de dedos, pies estropeados, en fin personas con los brazos incompletos, limitados de alguna forma a causa de una de las enfermedades más temidas y aborrecidas por el ser humano.
 

Por fortuna en los últimos años, los descubrimientos de la medicina han logrado casi que erradicar tan espantoso flagelo.
 

La primera lectura tomada del Levítico nos muestra la calamidad social que representaba la lepra entre el pueblo judío: causa de discriminación, de rechazo, de abandono para quien la padecía. Mas hoy hemos de contemplar el contexto de tal situación de rechazo y no juzgar apresuradamente con nuestros cánones y visión (por supuesta mas moderna, madura) de nuestro tiempo. El hecho de aislar el enfermo, hemos de entenderlo así,  buscaba el bienestar de la mayoría, se sacrificaba el individuo por referencia al pueblo, y lo mas tenaz es que el leproso debía convencerse de su estado y aceptar mismo su desgracia anunciándose y actuando como alguien indeseable para la comunidad con el fin de no ser tocado y no contagiar a nadie. Así la ley de Moisés contemplaba estas prescripciones con respecto a la lepra porque contemplaba el bienestar de la mayoría y se creía que ese era el querer de Dios…Era la interpretación, la inspiración divina plasmada en la ley y por supuesto se creía actuar bien.
 

Pero he aquí que Jesús aparece en el Evangelio demostrando que Él ha venido para instaurar una Buena Noticia: Una historia fascinante e incomoda se nos cuenta en la lectura del evangelio de hoy, poniendo en escena un leproso y a Jesús que pone  fin a la discriminación para dar paso a la compasión. Jesús se revela (se manifiesta)  y se rebela (respecto a la ley) con su gesto provocador y subversivo de contaminarse tocando al leproso (al desechado, al aislado, al rechazado).
 

Una vez mas con su paso entre el pueblo Jesús viene para mostrar el nuevo rostro de Dios, casi que la antítesis de aquel que se dilucidaba en el Antiguo testamento: un Dios que acoge, que libera tanto al individuo como al pueblo, un Dios compasivo y que no discrimina, un Dios que reintegra en la sociedad y que le  devuelve la dignidad a quien la creía perdida.
 

En nuestro mundo de hoy son muchos los leprosos que vemos representados en las personas despreciadas, ignoradas, dejadas de lado, rechazadas…No se les quiere ni ver. No se les quiere escuchar. No se acepta que se les hable. Se les pide no molesten a nadie. Ellos están ahí, acá, cerca de nosotros MUY VIVOS O YO DIRIA  están Vivientes, debido a la connotación peyorativa que ha tomado la palabra “vivos” (timadores, tramposos)  o “vividores” para nosotros. Ellos digamos mejor sobreviven, subsisten a pesar de nuestra incomodidad…En la práctica se les pretende negar el derecho de vivir…Y hay quienes se dicen: “Es bastante triste…ellos se lo han merecido…no les queda que desenvolverse, “arreglárselas como pueden”…

Vayan y vean! Su piel no tiene  buen color: quien se les acerca para entablar conversación? Ellos acaban de salir de la cárcel: quién les ofrece un empleo? Ellos son seropositivos (han contraído el VIH) quiénes quieren llegar a ser sus amigos? Ellos no tienen ni siquiera un salario mínimo para vivir: acaso esto nos concierne en verdad, nos importa?  Ellos viven muy lejos de nosotros!


Este evangelio entonces nos interpela respecto a todos esos hermanos que muy a menudo sin darnos cuenta, consideramos prácticamente como leprosos.


Aproximación psicológica del evangelio:
 

Una lectura atenta de este relato nos permite discernir bajo la curación de la lepra, un exorcismo del leproso. Tres indicios nos conducen a esta conclusión. Primero que todo, según ciertos manuscritos, “Jesús se llena de cólera (o ira santa?) y no “se llena de compasión o tiene piedad” (v.41), cuando ve aproximarse hacia Él la victima de la lepra. Más que impaciencia de cara al enfermo, esta cólera de Jesús seria atribuible a su encuentro aun con un demonio.
 

Enseguida, el primer sentido del verbo griego traducido acá por o “despedir”  (v.43) es “lanzar afuera”, y es un verbo que es utilizado cuando Jesús expulsa un demonio. En lugar de traducir “irritándose contra él (el leproso), Jesús le despide…”, se podría entonces comprender así: “irritándose contra él (el demonio), Jesús le hace salir”.
 

En fin, en el v.42, la lepra “abandona, sale” del enfermo como un espíritu “sale” de un poseso (o poseído).
 

En la mentalidad de la época, no se distingue con claridad entre una curación y un exorcismo, puesto que en los dos casos a una persona cortada o desprovista  de una parte de ella misma, esta parte  se le devuelve y se le vuelve a poner en contacto con la totalidad de su potencial. Tal es el sentido del poder liberador (mesiánico) de Jesús: liberar la gente de aquello que les disminuye como personas, cuales quiera sean las modalidades concretas de su alienación.
 

Es posible explorar lo que está bajo la base existencial de este episodio y de generar una significación que nos toque, o nos conmueva hoy. 

La lepra es por excelencia, el símbolo de una deficiencia personal que separa o aísla de la comunidad. Aquel que es consciente de su deficiencia, no osa mas entrar en contacto con el otro, sea por miedo de hacerle mal, sea por miedo de provocarse dificultades o problemas. Recíprocamente, la seguridad exige que se evite tal o cual persona a causa de su deficiencia. El milagro de la curación (o sanación) llega a hacernos comprender que esta deficiencia desaparece cuando dos hombres aceptan sinceramente ir al encuentro el uno del otro, a pesar de su  miedo mutuo de provocar mal o de hacerse daño. Una liberación se produce cuando se toma el riesgo del contacto, cuando uno acepta existir ante otro con toda su fragilidad y cuando el otro acoge calurosamente este proceso (marcha o movimiento).

El leproso estaba excomulgado porque se le tenía miedo, y en la fuente u origen de toda excomunión, existe el miedo de una contaminación. El leproso había sido declarado impuro, y  religiosamente esto era una justificación teológica del miedo que pervivía bajo todo ese manto. De tal modo que Jesús y el leproso, todos dos optan por un contacto verdadero, rechazando (o respondiendo)  de este modo a las categorías religiosas de la pureza, y rompen con la dinámica de la excomunión, asumiendo los riesgos de su encuentro.


He aquí entonces lo que es liberador: actuar no en función de las convenciones religiosas y sociales, no en función de sus miedos (de ambos), sino en función del evento que ha surgido ante ellos y que es signo diciente, actuar en relación con la persona que esta ahí delante mi, con sus problemas y sus recursos, y hacer con ella la parte del camino que uno pueda.




REFLEXIÓN
 

“Señor  si  lo quieres, puedes limpiarme…”
 
Hoy, Jesús ataca a los prejuicios y a la exclusión: “lleno de compasión… (no sintiendo lástima, que es la más acertada traducción) extendió la mano y lo tocó “.
 

La intención del evangelista Marcos no es recordar de manera simple un milagro de sanación, sino más bien decirnos QUIEN ES JESÚS. El derribaba las barreras de las leyes humanas y sociales, que prohibían tener contacto con los leprosos, Él sentía compasión por los “intocables” arrojados lejos de la ciudad y rechazados por todos. Al actuar así, el mismo Jesús llega a ser un “intocable” o mas bien un “indeseable” o como decimos horrorosamente para referirnos a ciertos hermanos privados de tanto: DESECHABLES: “Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado…”
 

Este evangelio nos invita a responder a la pregunta: Quienes son los leprosos del siglo XXI?
-    Aquellos que viven en los tugurios, en las favelas, en los  barrios marginados de todo el mundo y en nuestro país.
-    Los desempleados y los mendigos sin techo que viven en la calle.
-    Los ex convictos  (ex prisioneros) que no pueden reinsertarse  o rencontrar su lugar en la sociedad.
-    Las personas que están esclavizadas por todo tipo de dependencias (droga, alcohol,  juegos, sexo desaforado…), los alienados.
-    Las personas a quienes se les encierra en prisiones secretas y en prisiones del Estado, donde la tortura está al orden del día.
-    Las personas ancianas que esperan la muerte en medio del aislamiento y el abandono.
-    La ola de inmigrantes que llegan por miles…

Hay una gran cantidad de leprosos y excluidos en nuestra sociedad moderna!
 

Entrar en contacto con aquellos que sufren es esencial en nuestro compromiso cristiano.
 

Francisco de Asís debe su conversión en gran parte, gracias al encuentro  que tuvo con un leproso. Ha sido el texto del evangelio de hoy lo que le hizo salir de su mediocridad y le provocó  un cambio radical en su vida.

Por ello escribiría en su testamento: “ver los leprosos me parecía insoportable, pero cuando me sentí interiormente  empujado a abrazar a uno de ellos, todo se ha derrumbado, se ha sacudido, todo ha cambiado”. Francisco se convierte por un beso a un leproso. Literalmente él se ha vuelto sobre si, se ha visto a sí mismo, se ha transformado, él ve a las personas, él ve la vida de otra manera.
 

Cosa parecida le ocurrió al Padre Damián (1840-1889) sobre la Isla de Molokai y al periodista francés  Raoul Follereau (1903-1977) quien junto a su mujer Madeleine Boudou, consagró su vida ala causa de  los leprosos. Fue él quien introdujo la Jornada Mundial de los leprosos, una pagina del evangelio celebrada en 127 países.

El contacto de Jesús con el leproso es en efecto el equivalente de la parábola del buen samaritano en la vida real. Es también el símbolo de la intervención de Dios en cada una de nuestras vidas.


Detrás la imagen de la lepra, encontramos todas nuestras fragilidades, nuestras limitaciones, nuestras toxicomanías, lo que nos desfigura y nos carcome del interior, todo aquello que nos impide ser miembros en parte entera de la comunidad humana y de ofrecer todo aquello que tenemos de original o único en nosotros. Todos tenemos necesidad de la ternura de Dios. Y todos estamos invitados a seguir el ejemplo de Cristo, aportando un poco de consuelo y de esperanza a aquellos que están enfermos, que son rechazados y marginados.


Al final del evangelio de San Marcos, Jesús indica los signos que acompañarán a los miembros de su pueblo: “Ellos impondrán las manos a los enfermos y estos se sentirán mejor” (Mc 16,18).


Ser discípulo de Cristo, es ser sanado por Él y caminar tras sus pasos actuando como Él.





APLICACIÓN ( de http://feadulta.com)
Fray Marcos

 
 Al oír la primera lectura y la explicación sobre las consecuencias sociales y religiosas de la lepra en tiempos de Jesús, nos quedamos horrorizados. Pero pensándolo un poco, ¡qué hipócritas somos! ¿Acaso no mantenemos hoy dosis de marginación mayores que las del tiempo de Jesús? 


 La lepra producía exclusión porque la sociedad era incapaz de protegerse de ella por otros medios. Hoy la sociedad sigue creando marginación por la misma razón, no encuentra los cauces adecuados para superar los peligros que algunas conductas sociales suponen para los instalados en el bienestar. En la mayoría de los casos no somos todavía capaces de hacer frente a esos peligros con actitudes verdaderamente humanas. A veces se toman medidas para aliviar la situación de los marginados, pero a la vez, teniendo mucho cuidado de no cambiar la situación que la genera, porque eso supondría perder nuestros privilegios.
 

 Seguimos levantando muros de separación, cada vez más eficaces, entre la sociedad satisfecha y los marginados de toda índole. Un cristiano, no sólo no debe poner un dedo para construir esos muros, sino que debe estar dispuesto a derribarlas.
 

 Jesús se pone al servicio del hombre. Lo que tenemos que hacer es servir a los demás como hace Jesús. Dios no tiene nada que ver con la injusticia, ni siquiera cuando está amparada por la ley, sea humana o divina.
 

 Jesús se salta la Ley, tocando al leproso. Ninguna ley humana, sea religiosa, sea civil, puede tener valor absoluto. Lo único absoluto es el bien del hombre. El valor de cada persona es absoluto en sí, no depende de ningún aditivo ajeno a ella misma. Pero para la mayoría de los cristianos sigue siendo más importante el cumplimiento de la ley, que el acercamiento al marginado.
 

También seguimos teniendo una actitud contraria a la de Jesús, cuando consideramos a otros apartados de Dios porque han “pecado”, o nos sentimos nosotros mismos apartados de Dios porque no hemos cumplido con las normas.
 

Como para los fariseos del tiempo de Jesús, la Ley sigue estando por encima de las personas. Seguimos temiendo a un Dios que sólo nos acepta cuando somos puros. Seguimos creyendo en un Dios legislador y leguleyo. Ese no es el Dios de Jesús.
 

No creo que haya uno solo de nosotros que no se haya sentido leproso y excluido por Dios. El pecado es la lepra del espíritu que es mucho más dañina que la del cuerpo. Es un contrasentido que, en nombre de Dios, nos hayan separado de Dios.
 

El evangelio de Jesús, es sobre todo buena noticia sobre Dios. El Dios de Jesús es Padre y es Madre porque es Amor. De Él, nadie nunca se tiene que sentir apartado, excluido.
La experiencia de ser aceptado por Dios, es el primer paso para no excluir a los demás. Pero si partimos de la idea de un Dios que excluye, encontraremos mil razones para excluir en su nombre. Es lo que hoy seguimos haciendo.
 

 Seguimos aferrados a la idea de que la impureza se contagia, pero el evangelio nos está diciendo que la pureza, el amor, la libertad, la salud, la alegría de vivir, también pueden contagiarse. Tendríamos que dar este paso si de verdad somos cristianos.
 Seguimos justificando demasiados casos de marginación bajo pretexto de permanecer puros. ¡Cuántas leyes deberíamos saltarnos hoy para ayudar a todos los marginados a reintegrarse en la sociedad y permitirles volver a sentirse seres humanos!

Meditación-contemplación
 
Si quieres, puedes limpiarme. Quiero, queda limpio.
Es imposible decir más en menos palabras.
La actitud de cada uno
no hubiera servido de nada por separado.
El efecto liberador surge por la reciprocidad.
…………………
 Todos estamos con frecuencia
en la situación del leproso y de Jesús.
Como impuros necesitamos una mano que nos limpie.
Como seres humanos con entrañas,
podemos compadecernos
de los que esperan nuestra ayuda.
……………………
 El nuevo nombre del amor,
tendría que ser compasión.
Todos los que encontramos en nuestro caminar
esperan que sepamos hacer nuestras sus “pasiones”.
Un mundo donde fuésemos todos
capaces de compadecernos,
sería el “Reino de Dios”.

……………………
Fray Marcos

Bibliografía:


1.    http://betania.es (para las lecturas)


2.    Pequeño misal “prions en Église”, edición para  Quebec, 2012.


3.    HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.


4.    http://cursillos.ca (reflexión del P. Yvon-Allard. Sdv)


5.    http://feadulta.com (reflexion de Fray Marcos)


6.    http://www.padredamian.com/biografia.php (para ampliar sobre el padre Damián) 


7.    http://www.chasque.net/umbrales/rev187/28-29.HTM (para ampliar sobre el laico Raoul Follereau, comprometido con los leprosos).


Aportes personales  y diversas fuentes