viernes, 11 de septiembre de 2009

EL QUE PIERDA SU VIDA POR MI Y EL EVANGELIO LA SALVARA…


Sigo pensando mucho en la vida, la persona y la obra MISIONERA del Padre Gustavo Vélez, nuestro padre, hermano, amigo, el maestro ameno, sonriente y pedagogo.

 Me pregunto mucho en qué momento le toco afrontar la muerte: sería pocos minutos después de saberse perdido? o una horas posteriores de la noche oscura de ese mismo domingo? Cuáles serian sus últimos pensamientos, sus finales reflexiones? Algo nos cuenta el amigo que le acompañaba en la caminata, el padre Calixto reconoció su testarudez, la dura realidad que no debió haber dejado el camino indicado para tomar una trocha que lo llevaría quizás sin saberlo y presentirlo a ese momento definitivo, misterioso y aun desconcertante para todo ser humano.

Me pongo a mirar la Palabra de Dios de este próximo domingo 24º del tiempo ordinario y uno de los tantos comentarios que sobre el evangelio respectivo escribió Calixto:


Cara a cara en la sombra
“Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo. Por el camino les preguntó: ¿Quién dice la gente que soy yo?”. San Marcos, cap. 8.

Le escribimos al amigo ausente, lo llamamos por teléfono a ciudades distantes, señalamos sus fechas en nuestro calendario, volvemos a organizar en la memoria la baraja de sus recuerdos. Medimos con sus criterios nuestra vida, separamos a la derecha todas las cosas que le agradan, dejando a un lado las restantes, rememoramos nuevamente el lugar, el día, la hora del primer encuentro.

Pero todo esto es poca cosa, en comparación con el momento en que volvemos a encontrarlo cara a cara. La beata Isabel de la Trinidad, una carmelita francesa, nos define la fe cómo un “cara a cara en la penumbra”.

Los amigos de Jesús habían escuchado sus parábolas, habían admirado su poder frente a los demonios, ante la enfermedad, contra la muerte. Hasta que un día...

Por el camino de Cesarea, Jesús les pregunta: “¿Quién dice la gente que soy yo?”.

Hay circunstancias en que el Señor nos coloca frente a El, cara a cara. A veces en la sombra, otras bajo una claridad meridiana. Nuestra vida vale en la medida de nuestra respuesta. Conocemos muchas respuestas cualificadas:

-Alguien que ganaría más dinero en la empresa privada, acepta un cargo público.

-En la Primera Comunión de la hija revisamos nuestro pasado y nos acercamos al Señor.

-La batalla con la enfermedad culmina en el reencuentro con un Dios amigo.

-Al tropezarnos contra nuestra limitación descubrimos a Aquel que es ilimitado y perfecto.

Una tragedia colectiva nos transforma de repente en comunidad y nos invita a ver al Señor cara a cara.

En la historia de cada uno de nosotros existe un capítulo, donde guardamos con cierto pudor las experiencias de Dios. Ellas nos van iluminando el panorama hasta el encuentro pleno, cara a cara, que es la muerte. Las sombras de esta hora suprema nos orientan hacia la luz definitiva.

La literatura cristiana habla frecuentemente del encuentro final con Dios. Pero lo llama casi siempre juicio, rendición de cuentas, examen.

Pocas veces nos lo presentan cómo el cara a cara con alguien que nos ama. Si amamos al Señor, venceremos el miedo. Los compromisos del amor son más sólidos que las amenazas.

Es posible regresar a Dios desde las tierras más distantes. Pero empecemos a hablarle desde lejos.

Señalemos sus fiestas en nuestro calendario, ordenemos en nuestra mente sus recuerdos, midamos con sus criterios nuestra vida, promovamos en el mundo todas las cosas que le agradan.

Y luego recordemos con infinita alegría los lugares, los días y la hora en que nos hemos vuelto a encontrar con El.

CALIXTO , siempre quiso creer que la muerte no es final de todo y así lo transmitió siempre con su vida, sus escritos, su música, su don de gentes, su sonrisa, mientras celebraba la eucaristía, mientras se tomaba un tinto o departía en cualquier lugar con nosotros.

Curioso, en su página web tejasarriba.org, y entre el mucho material maravilloso que publicó allí, creó una novena novedosa para orar por los fieles difuntos. El Padre Vélez siempre consideró que la novena tradicional tan arraigada entre nuestra sociedad y nuestras comunidades eclesiales católicas era demasiado tétrica y hasta asustadora por la manera como comunicaba la esperanza sobre la muerte…Por eso quiso inspirado por el Espíritu componer unas oraciones y consideraciones que enseñaran de manera más positiva y festiva (sin que por ello fuera Light) , el significado de la muerte para el cristiano.

La última vez que le vi en Medellín, recibí de sus manos una edición impresa en España de esa novena que él llamo: “Hacia la Casa del padre”, inclusive le pedí su permiso para reproducirla y popularizarla entre la comunidad con la que trabajaba en Bogotá, y êl estuvo de acuerdo, pidiendo solo a cambio orar mucho por su vida y su vocación sacerdotal misionera.

Fue una coincidencia si, porque jamás se me pasó por la mente que fuera la última vez que nos veríamos frente a frente sobre este escenario , pues el adiós fue normal sin prolongaciones, sin protocolos, un simple hasta luego…

Si , tenía que ser así porque este trasegar por este mundo es un solo un paso hacia algo definitivo, hacia la casa del padre…y Calixto lo entendía así.

Quiero durante estos días de la novena por el Padre Gustavo , invitar a toda su familia , a nuestros hermanos javerianos y a tantos laicos y personas mismo (no católicas) a que realicemos esta novena (creada por el mismo) y que en la consideración de cada dîa oremos por Calixto, solicitemos su intercesión ante el Padre y su Hijo el Buen Pastor…

En este momento, como un ocurrente lector y seguidor de Calixto sugirió en uno de los comentarios sobre la pâgina web de EL COLOMBIANO  debe haber movimiento , barullo en el cielo por su llegada, cuanta eternidad habrá ahora en esas tertulias entre el Padre eterno, su Hijo Jesús , y cada uno de todos los santos con Calixto…Qué conversaciones extensas y cortas se desencadenarán ahora, cuantas preguntas e iluminaciones de Calixto para ellos y de ellos dirigidas a Calixto.


P.D:

Me preguntaba por la hora exacta de la muerte de Calixto, debido a que el domingo pasado , en el momento que le arribaba quizás esa situación angustiante al Padre Gustavo, perdido en ese follaje, me ocurrió acá algo curioso. Estaba tranquilo descansando y leyendo , a la vez que veía televisión en mi cuarto, cuando de repente y sin saber por qué se activó la alarma de incendios …Inmediatamente salté de mi silla para abrir todas las puertas y recorrer de manera vertiginosa la casa y así ubicar las supuestas llamas, pero acabé de recorrer todos los aposentos e instalaciones, mismo fui a la iglesia y no había absolutamente nada…Pocos minutos después apagamos la alarma, los bomberos llegaron, inspeccionaron cada rincón de la casa y nada: FALSA ALARMA, simplemente se había activado por un detector de humo en el techo de la iglesia, no sabemos que pudo despertar la alarma, la hipótesis es que algo, una pequeña nube condensada de calor y polvo pudo afectar la sensibilidad del detector, algo que quería salir TEJAS ARRIBA de la iglesia…

Todo se calmó, se quedó en que se pediría una revisión a la compañía de la alarma, porque aparentemente no había nada anormal…

Tres horaS más tarde, después de mi oración vespertina y mi comida, antes de disponerme a dormir supe por el Internet de la desaparición del Padre Calixto aquella tarde…


Que Dios los bendiga,


P. GUSTAVO QUICENO JARAMILLO.mxy

Rigaud –Quebec

Canadá


miércoles, 9 de septiembre de 2009

SEMBLANZA DE CALIXTO


SEMBLANZA DE CALIXTO

PADRE, MAESTRO, HERMANO Y AMIGO



El 31 de enero de 1988 llegue al Semisiones en Medellín. Me disponía a emprender la aventura de seminarista para llegar a ser sacerdote misionero de Yarumal algún día. No se si fue esa misma noche o al día siguiente que vi al Padre Gustavo Vélez Vásquez en uno de los extensos corredores de esa gran construcción que antes servia de instalaciones al colegio Ferrini en el Barrio Calasanz . Supe que era uno de los 5 sacerdotes formadores que acompañarían los mas de 100 alumnos que iniciábamos ese año.

El padre Calixto siempre tuvo los cabellos blancos , los lentes acordes , perfectos a la medida de sus facciones , una gran estatura , una tenue pero dulce sonrisa y sobretodo una gran inteligencia y amenidad a la hora de transmitir el Evangelio.

Compartimos con el todo ese año de 1988. El era el encargado de los alumnos de 3º de Filosofía que según nos contaba le daban “brega”, por ser tan tremendos, bullosos e indisciplinados, el mismo remarcaba su desorden dentro de los cuartos y los armarios.

En una de las primeras conversaciones con el a la mesa, nos decía: “Vea hombre, con esos muchachos de tercero puede pasar como en la parábola del evangelio, donde el padre les puede pedir un huevo y le dan una serpiente”.

Era un hombre muy leído, calmo en sus gestos, pausado en su andar. Amigo de acostarse temprano, y velaba porque se impusiera el silencio en los pasillos cercanos del cuarto donde dormitaba. En el mismo pasillo que el , alrededor estaban los apartamentos de los alumnos de 3º Filosofía , abajo vivían los de segundo nivel y en el otro pasillo adjunto en el primer piso vivíamos nosotros, los novatos, los recién llegados que no sabíamos muchas cosas sobre la disciplina seminarîstica , como el mismo me lo hizo saber.

Resulta que una noche por allá, era viernes creo, nos encontrábamos un grupo de 10 jugando a la perinola, en el cuarto estudio central , en pijama , apostando dinero y haciendo tremendo alboroto, eran las 10 30 pasadas y creo que no nos habíamos dado cuenta del momento. De repente, alguien tocó la puerta y todo el mundo salio corriendo hacia sus dormitorios, agarrando lo que podían en carrera las monedas que podían. Yo fui el único que no se asusto, ni salió corriendo, yo fui tranquilamente a abrir la puerta y me encontré bajo el umbral la imponente figura del Padre “Calixto” , como lo llamábamos, que en pijama me dijo: “Vea hombre lleva casi seis meses en el seminario y todavía no sabe a que horas es la acostada”, creo que yo solo atiné a decirle, “bueno padre” y” Buenas noches” , luego se fue sin decir más palabra.
Calixto velaba mucho por la disciplina y el silencio en los cuartos después de las 10 de la noche que era la hora reglamentaria de acostada.

Con el padre Calixto las eucaristías eran “bacanas”, tenían algo especial. Cuando nos tocaba con el, amábamos su forma de hablarnos, de predicar la palabra de Dios con términos y ejemplos y situaciones cercanas a nosotros, jóvenes entre los 18 y 20 anos.
Recuerdo una o dos veces que me toco preparar la misa con el. La primera vez al final de la misa me hizo ver que el purificador y mismo el corporal estaban manchados diciéndome : “Vea hombre , estas manchitas salen con ariel o fab blanqueador”…
Era hombre de unos tiros finos en el humor, siempre lo destacamos en eso.

El 11 de abril de 1988 unos grupos tuvimos la misa con él, el lugar fue en la improvisada capilla que teníamos en esos días, mientras se construía la oficial grande que existe hoy en el seminario. Aquel día era mi cumpleaños y por tanto me había tocado a mí mismo preparar la misa, el padre por ello, la víspera , se había enterado de mi cumpleaños, y coincidencialmente como ese día también es la fiesta de fundación de las Hermanas Teresitas en 1929 dijo en el comentario o en la pequeña homilía (no recuerdo ) esto: “Hoy estamos de fiesta, muy contentos, agradeciéndole a Dios por dos motivos especiales, pues resulta que un día como este nuestro Fundador dio nacimiento a las Hermanas Teresitas…y 40 anos mas tarde nacería un hermoso niño en Marquetalia, a quien le pondrîan como nombre Gustavo”.

Pese a su edad, su formación de época, el padre Gustavo siempre fue un hombre abierto al Espíritu, por eso su teología siempre fue tan apetecida, tan gustada y disfrutada. Sus comentarios evangélicos y demás escritos, fueron siempre fruto de una erudición profunda, de un estudio exegético dedicado que era procesado en su inteligencia perspicaz, atinada, fina y llena de humor blanco e inofensivo pero muy pedagógico.

Tenemos entendido que el Padre Gustavo no fue muy “misionero de selva” – y/o campo, y por eso, algunos pocos detractaron de su obra , y criticaron con cortas e insensatas razones. Fue catalogado peyorativamente también, yo diría por unos pocos como un “misionero de escritorio”, pero su trabajo y su labor fue tan valida tanto como la de cualquier misionero que haya entregado su vida entre las comunidades indígenas y afroamericanas menos favorecidas con las que trabaja su Instituto. 31 anos de publicación de mini-homilías en el periódico El Colombiano de Medellín , es prueba fehaciente de esto. A muchas personas casi incrédulas llego, arribó con su pluma a esos rincones y lugares de la inteligencia y sitios físicos reacios a la Buena Nueva, y a lo que el llamo “La parroquia de Zaqueo”.

El Padre , el pastor, nuestro resucitado hermano Vélez entendió que su vocación era evangelizar a través de los Medios de Comunicación Social y por ello desde los anos 50 y 60 , empezaría colaborando esa labor quijotesca de la creación de la revista SEMSIONES, con las rústicas imprentas y las antiguas maquinas de escribir. Allí plasmaría sus escritos , sus bellas reflexiones poéticas, las letras de sus canciones, que hablaban del pescador, del profeta de Galilea de una manera atractiva por siempre para sus lectores.

Por varias ocasiones fue director de comunicaciones de nuestro Instituto. Escribió muchos editoriales, apoyó siempre la promoción de la labor de sus hermanos misioneros en tierras lejanas, a través de las publicaciones en papel, en radio, en televisión. Tenia un programa en la emisora el Minuto de Dios, varios días a la semana, recuerdo que en el 2006, a mi venida a vacaciones de Camerún, me hizo una entrevista en dos entregas ahí mismo en Medellín . Para Televida fue productor y presentador de programas de entrevista a personalidades comprometidas con la difusión de la Buena Nueva.

Un excelente músico, un egregio poeta. Compositor de muchas canciones misioneras.
Llegó a ser , creo sin proponérselo un maestro en el arte de la HOMILETICA, y acogió la idea de ir por todo el mundo y por el país mismo, dentro de las diferentes diócesis hacia los sacerdotes y obispos para compartirles las técnicas de una BUENA HOMILIA o un ameno sermón (llamada así en otra época la reflexión después del evangelio).

El padre Calixto nos decía verdades respecto a esto en el seminario , haciéndonos a la vez reír: “vea muchachos, no regañen a los poquitos que vienen a misa, antes denles el gusto, incentívenles la agradable sensación de estar ahí” , y era cierto, porque él lo hacia sentir a uno ante el altar, la palabra y el sacrifico eucarístico felices, contentos…En verdad, el tiempo no se sentía compartiéndolo , escuchándolo o conversando con el Padre Vélez.

Se mofaba de los gestos, características o prototipos que se pueden encontrar entre los sacerdotes , tanto que creo en un momento de buen humor el horóscopo clerical, o sea en cada signo situó a un prototipo de cura, de acuerdo con las características y premoniciones que según los astros refieren para cada signo del zodiaco. En esto y mucho mas, Calixto nos reveló cuanto sabía sobre los humanos y sobretodo cuan comprensivo era de la humanidad sacerdotal.
EN EL SEMINARIO nos decía para animarnos ante los malos ejemplos de curas y párrocos que encontrábamos en nuestro trabajo pastoral se fin de semana: “Vea muchachos, miren, pónganle mucho cuidado a esos padrecitos , para que cuando se ordenen no vayan a ser como ellos”, como quien dice que lo fundamental era siempre aprender lo bueno de nuestros maestros y no lo malo.


Su testimonio de vida, su trabajo todo, fue en verdad muy valioso y hoy debemos reconocer esa misión silenciosa, poco rimbombante, pero que nos deja como legado y ejemplo a seguir en ese siempre actual y desafiante areópago del mundo de los MCS.

Quiero terminar este escrito agradeciendo ante todo a Dios por la presencia en este mundo y en las vidas de quienes lo quisimos de la persona del Padre Vélez. Un hombre de Dios, un hermano mayor del cual aprendí mucho. Ante todo la pasión por la Buena Nueva de Jesús, saborearla y transmitirla con gusto, con lenguaje sencillo y llamativo.
Dos, al encontrarlo y conocerlo en el Seminario, reforcé el gusto por la música, la poesía, las letras…Al seminario llegue motivado, el me incentivó con su voz de animo por este camino y nos enseñó muchas lecciones de redacción, métrica y buena expresión. Dos cosas sencillas por ejemplo que le aprendí: Nunca escribir frases tan largas que cansen al lector. Y dos , no abusar demasiado del adverbio terminado en mente y buscar siempre reemplazarlo por otro sinónimo.

El año pasado lo vi por ultima vez, antes de venir al Canadá. Fui a la Casa de las Lauritas en Belencito , donde desde hacia 20 años era capellán de las Hermanas. Allí fui con otro amigo de los dos el Padre Jorge Enrique Coronel, ex javeriano y hoy sacerdote de la diócesis de Medellîn. Lo vimos rozagante, fuerte, lúcido, bordeando los 79 anos, como siempre sonriente, amable, comunicativo , ameno…
Fue un excelente padre, hermano, amigo. Siempre estuvo ahí en la comunicación, por Internet, por telefono, y mâs cuando se le requería.

Padre Calixto hoy has traspasado esas tejas arriba (así llamaste la columna semanal del colombiano sobre el comentario de la Buena Nueva de Jesús)…Que el Padre Bueno y su Hijo el Maestro Eterno el que transmitiste con tu inteligente pluma, dándole hambre y ganas a tantos hombres y mujeres de conocerlo mas te hayan acogido y dado el lugar que mereces en aquel lugar soñado, en ese Reino… La Madre del Cielo también te ha acogido en sus brazos. Allá nos veremos un día para que nos contemos las impresiones de esa nueva dimensión , recordando lo que decíamos acá en vida sobre la tierra: “acerca de esos misterios, estas cosas, allá hablaremos o allá te cuento”.


Fragmento de una de las homilias (de tejas arriba) sobre el evangelio del prôximo Domingo de CALIXTO:
En cambio el Evangelio no prohíbe luchar contra el dolor, aunque nos invita a iluminarlo. A descubrir entre todas las cruces que nos salen al camino, aquella o aquellas que son las nuestras. Y a recibirlas con cariño. Como lo hizo Jesús.
Aseguraba el Maestro que él no tenía una piedra para reclinar la cabeza. Sin embargo, el evangelista anota que a la hora de morir “inclinando la cabeza, entregó su espíritu”. Su cruz se le convirtió aquella tarde en apoyo. Y en pasaporte para ingresar a la gloria.
Entonces es necesario aceptar nuestra cruz. ¡Tantas veces la hemos rechazado!. Pero ella regresa cada tarde, con la terca intención de acompañarnos.
Si recibimos la cruz, ella a la vez nos acogerá entre sus brazos, hasta volverse preciosa. Tal es el adjetivo que, según la tradición, el apóstol Andrés le dio a la suya, cuando le llevaban al suplicio. Nuestra cruz es el precio de una vida mejor y perdurable.
…………
Aparte del HOROSCOPO CLERICAL
SIGNO ESCORPION, el signo zodiacal de Calixto:
Arriésguese a algo, aún con temor al fracaso. Sería una hermosa aventura. Y pregúntese a menudo qué ha hecho en su vida por el Evangelio y qué ha dejado de hacer.
Tenga en cuenta además que los títulos honoríficos son apenas unas sílabas más para el epitafio. Trate de vivir a todas horas con sencillez cuanto nos enseñó Jesús de Nazaret.