miércoles, 7 de diciembre de 2011

8 de Diciembre: La Inmaculada Concepción de la Virgen María



Texto del Evangelio (Lc 1,26-38):

En aquel tiempo, fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.

1
REFLEXIÓN

DEL SERVICIOS BIBLICO LATINOAMERICANO

Gn 3,9-15.20: ¿Dónde estás?

Salmo responsorial 97: Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas

Ef 1,3-6.11-12: Dios nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo

Lc 1,26-38: Alégrate, María, llena de gracia; el Señor está contigo

Hoy los textos nos hacen una muestra de que el plan de Dios se realiza con los medios menos aceptados en la sociedad: Una mujer, pobre, humilde, de la periferia, es la interlocutora del mensajero de Dios, que vincula a María en el proyecto liberador del Padre.

Eran días en que el pueblo esperaba de muchas formas la llegada del Mesías. Las difíciles condiciones de vida acrecentaban las expectativas populares. Dios se manifiesta de manera inesperada en la elección de una mujer del pueblo.

Así el texto del evangelio muestra hasta dónde llega la voluntad de Dios. Aquello que se considera imposible para la humanidad es posible para Dios, como la concepción de un hijo por una mujer adulta, el caso de Isabel; después por una joven mujer sin esposo, el caso de María. Estos hechos nos muestran que el querer de Dios rompe con todas las estructuras humanas.

Pongamos en las manos de Dios la vida de las mujeres, madres, hijas, hermanas, especialmente las que luchan de manera comprometida por un mundo más justo e igualitario.


2. Cuando Dios visita Él llama.

Desde el siglo XII, ciertos monasterios celebraban la fiesta de la Virgen Inmaculada.

Hoy celebramos nosotros dos cosas: Primero,  constatar el hecho que DIOS NOS LLAMA! Un llamado que es una opción. Es lo que San Pablo afirma en su Carta a los Corintios: “En Cristo, él nos ha elegido (escogido) antes de la creación del mundo” (1,4). No somos el fruto de un azar (o destino) ciego, nacimos gracias a una elección, por un llamado de Dios.

Lo que celebramos también hoy, es la respuesta de la Virgen a este llamado. Una respuesta que es un SI perfecto, entero, constante, ante la venida de Dios en su vida. Y he aquí, por consecuente UNA  mujer (un ser humano) que el Mal no ha podido tocar! “más joven que el pecado”, ha escrito Bernanos. Y he aquí UNA mujer que puede guiarnos en nuestra respuesta a este llamado. Una respuesta anclada en su FE y su HUMILDAD.


3        
La fiel y firme María

“…Hágase en mí según tu palabra”, decía María (Lucas 1,37) ¡Qué confianza! ¡Qué abandono! El sí de María a Dios es un ejemplo para nosotros, que la mayor parte del tiempo, queremos tener el pleno control de nuestra vida.  Es seguro, puede ocurrírsenos decirle a Dios que tome las riendas de nuestra vida. Pero es más verdad que casi todas las veces, en lo concreto, muy a menudo más bien le dictamos el camino a tomar.

María ha tenido la simplicidad de querer vivir, entregar (gastar) la vida de acuerdo a la voluntad de Dios. Ella había comprendido en su interior que la Voluntad divina no es nunca punible o difícil. La Voluntad de Dios no es una serie de eventos que nos suceden porque sí. Ella se inscribe preferiblemente en lo que hacemos por conservarnos fieles a su amor, a pesar de los sucesos que nos sacuden. Así, un accidente no es algo querido por Dios. Al contrario, lo que Él quiere, es que encontremos un camino, en ese drama, para continuar marchando tras sus pasos, con esperanza, alegría y amor.

A lo largo de toda su vida, María ha tomado ese camino de la fe que permanece constantemente anclada sobre el agua del agua viva. Sea en la reacción de José ante su maternidad, en la huida a Egipto, mismo  en el ministerio de Jesús o en el momento de su arresto, Maria ha permanecido firme, perseverante y fuerte.

Pidámosle en este día de fiesta mariano, interceda por nosotros para que seamos también fieles y permanezcamos firmes en la fe.