miércoles, 23 de febrero de 2011

27 de febrero del 2011: 8o Domingo del tiempo ordinario Ciclo A


8o Domingo del tiempo ordinario
Ciclo A
27 de febrero del 2011
LECTURAS
PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 49, 14-15

Sión decía: “Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.” ¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues aunque ella se olvida, yo no te olvidaré.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

SALMO 61

R.- DESCANSA SÓLO EN DIOS, ALMA MÍA

Sólo en Dios descansa mi alma

Porque de él viene mi salvación;

Solo él es mi roca y mi salvación,

Mi alcázar: no vacilaré. R.-



Descansa sólo en Dios, alma mía

Porque él es mi esperanza;

Solo él es mi roca y mi salvación,

Mi alcázar: no vacilaré. R.-



De Dios viene mi salvación y mi gloria;

Él es mi roca firme,

Dios es mi refugio.

Pueblo suyo, confiad en él,

Desahogad ante él vuestro corazón. R.-


SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 4, 1-5

Hermanos:

Que la gente sólo vea en vosotros servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. Ahora, en un administrador lo que se busca es que sea fiel. Para mi lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero, no juzguéis antes de tiempo, dejad que venga el Señor. El iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.

Palabra de Dios.


ALELUYA Heb 4, 12

La palabra de Dios es viva y eficaz, y escruta los sentimientos y pensamientos del corazón.


EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 6, 24-34

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

“Nadie puede estar al servicio de dos amos. Porque despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará la primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. Por eso os digo: no estéis agobiados por la vida pensando qué vais a comer, ni por el cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? ¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podría añadir una hora al tiempo de su vida? ¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan, ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por la mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le bastan sus disgustos.”

Palabra del Señor.

A guisa de introducción:

“No estamos solos

Las preocupaciones de todo tipo aparecen en nuestra vida y nos agobian en todo momento: problemas de trabajo, salud delicada de uno mismo, de nuestra pareja, un amigo o alguien cercano, falta de tiempo para descansar y o entretenerse y por ende tener un buen equilibrio vital…Todavía más grave, la desolación que produce el cierre de fábricas y empresas, el engaño y el fraude  (robo violento, inseguridad) , la amenaza de ser secuestrado o  agredido…situaciones que desestabilizan la seguridad de tantas familias y grupos comunitarios.

Jesús hablo con sus discípulos de las inquietudes de este género. Y les aconsejó no dejarse acaparar por preocupaciones que podrían hacerles perder de vista la venida de su Reino en nuestro mundo. Sobretodo les hizo ver las atenciones de Su Padre para con ellos, un Dios que tiene “corazón de madre”, que entiende  (comprende) las necesidades vitales de sus hijos, como lo enunciaba en 1978 el Papa Juan Pablo I. 

Lejos de invitarlos a esquivar sus responsabilidades primarias, Jesús les ha asegurado  que Dios estaba  a su lado en las situaciones difíciles y de incomodidad.

En los países pobres, la preocupación por la comida, por el agua potable y la vestimenta perdura. En países con menos situaciones de pobreza, mayores y o más fuertes preocupaciones nos incomodan.

Ahora preguntémonos:
¿Nuestra confianza en Dios estará fuertemente arraigada en nosotros para que
confiemos nuestras inquietudes y problemas entre las manos de Aquel “que sabe” (conoce) nuestras necesidades?
                                                                                  Louis -André Naud


UNA APROXIMACION PSICOLOGICA  DEL TEXTO EVANGELICO (1)

Jean-Luc Hétu
RADICALIZARSE

Decir que Jesús tuvo una opción de clase a favor del proletariado de su tiempo sería un anacronismo. Pero es claro que el compartió la sensibilidad del mismo Dios de cara a los pobres, a los marginados y a los desviados socialmente.

De otro lado, Él ha mostrado públicamente su opción en favor  de los pequeños y de los oprimidos en las Bienaventuranzas, que constituyen un verdadero manifiesto de este propósito.

Es más, Jesús vio  lejos y bien claro en las instituciones de su tiempo y por ello denunció con frecuencia su carácter arbitrario y opresor.  Por tanto, Jesús nunca pensó en abatir estas instituciones, quizás lo haya seriamente soñado (o contemplado esa posibilidad), pero El alejo esta perspectiva como una tentación.

Por sorprendente  que pueda aparecer esta afirmación a los ojos de los cristianos de izquierda, es necesario decir, que fue su fe lo que le impidió ser revolucionario (guerrillero, subversivo, hombre de violencia). En  el corazón  (centro) de su fe, estaba la convicción de  creer en la ternura eficaz del Padre por todo ser humano.  Al menos su visión religiosa de la historia y del mundo era que este mundo y  sus instituciones pasarían para darle paso (surgimiento) a un mundo nuevo  como dádiva (don)  de Dios.

Con el riesgo de caer en anacronismos, es necesario decir que esta comprensión de las cosas impidió a Jesús el hecho de que se politizase pero lo llevo a RADICALIZARSE.

Ante el tiempo que corre aceleradamente, que presiona, no es oportuno pasar por la reforma de las instituciones. Pero es importante que cada ser humano se radicalice, es decir que descienda a su raíz y opte claramente por  esto que es esencial  y que encontrará en el fondo de sí mismo.

Pero viendo que no habido fin del mundo, nosotros ahora debemos hacer mucho más que analizar el efecto de las instituciones sobre la humanidad, así como Jesús había comenzado a hacerlo.  Es necesario comenzar por cambiarlas, pero poniendo mucho cuidado de  alinear bien  nuestra crítica y nuestra estrategia. Y las orientaciones de base dadas por Jesús aquí, aparecen valiosas a este efecto.

Así, no hay que vivir más para el consumo, porque la vida es mucho más que comer y vestir (v.25). Hay que vivir con sentido y para el sentido. Hemos de profundizar y optar por el Reino. Y optar por el Reino, es buscar primeramente imitar de manera concreta la justicia de Dios, es decir, su manera (de Él) de ser fiel a sus promesas de liberación concreta de todo ser humano, comenzando por el que está en las peores condiciones.

Liberar al ser humano es una misión que no es más fácil ni más difícil en el siglo XXI que en el siglo I. Y es una misión que es confiada a todo cristiano y no solamente a los cristianos de izquierda (revolucionarios, subversivos, je,je).

Es una misión que comienza lentamente, como la semilla plantada en la tierra, es una misión donde se  exige que  uno “comience por sentarse para calcular y juzgar “ (Lucas 14,28); es una misión que se encarna (o concretiza) en pequeñas acciones proporcionales a nuestra disponibilidad y nuestros recursos, porque “quien es fiel para un pequeño compromiso” llegara a ser “fiel también para uno grande” (cf. Lucas 16,10).

El compromiso por construir la justicia puede parecernos superior a nuestras fuerzas  si uno mira el mañana (el futuro, el avenir), pero Jesús nos dice: “No se inquieten por el mañana. Cada día tiene su propio fardo (su propio afán)”. A cada día le es suficiente su compromiso, en la medida que este sea auténticamente evangélico (es decir, mientras que responda al llamado y la esencia del Evangelio).


« Busquen primero el Reino de Dios y su justicia… » (2)

P. Yvon-Jacques Allard (s.d.v)

Una lectura superficial del evangelio de hoy nos induciría al error.

Ha condenado (demonizado) Jesús al dinero? Ha recomendado él, el descuido o la negligencia, la pereza? Habría aconsejado Jesús de no prevenir las necesidades del mañana?  No es este el sentido, la esencia de las Palabras del Señor.

“Ninguna persona puede servir a dos señores (o amos)…Ustedes no pueden servir simultáneamente a Dios y al dinero…” Aquí está la clave del texto.

Es lamentable (ha sido un error) que los traductores de la Biblia no hayan conservado acá la palabra que Jesús utilizo ciertamente. “ustedes no pueden servir a la vez Dios y a Mammon…”

Esta palabra aramea se ha conservado en el texto griego de Mateo , porque según todo indica con verdad, viene de la boca misma de Jesús, ya que el arameo era su lengua materna.

«Mammôn», en arameo, significa efectivamente  « el dinero »( la plata, la lana, la pecunia, la money…) “la ganancia”, “el beneficio”, “la riqueza”.  Al oponer Dios y “Mammon” ,  parece ser que Jesús personifica el dinero y lo hace o presenta como una especie de ídolo. Jesús piensa en el dinero como si fuera el adversario de Dios (el enemigo), el “príncipe de este mundo” que esclaviza la humanidad.

San Jerónimo,  remarca que Jesús no condena el hecho de tener dinero sino más bien “de servir al dinero”. El , que había trabajado con su padre en Nazaret con el sudor de su frente, El quien había reprochado al servidor infiel de no haber hecho fructificar su dinero en el banco en la parábola de los talentos, no condena el uso del dinero pero si ser esclavo, servidor sumiso del dinero.

Jesús ataca la esclavitud (y o la sumisión) al dinero que es el verdadero cáncer de nuestra sociedad. Nuestra civilización occidental esta ahora mismo a punto de destruirse a sí misma, bajo el ritmo infernal que le impone la carrera al standing, al lujo extremo, a las futilidades (juguetes baratos) de todo tipo. 

Se malgasta los recursos del planeta con el fin de aumentar los beneficios de un pequeño número de especuladores. Se continúa el pillaje de los países pobres en provecho de los países ricos. 

La ambición o avaricia de Wall Street ha provocado la crisis económica actual y ha arruinado a millones de personas. Mientras que se derrumbaba la economía mundial, ciertos tiburones de las finanzas acumulaban sumas colosales. A causa de sus decisiones irresponsables, un incalculable número de personas honestas han perdido su empleo. Esta crisis ha provocado una turbulencia sin precedentes en todos los países del globo.

Otro punto de reflexión acerca del “Mammon de iniquidad”: Parece ser que para ciertos puestos financieros hay siempre fondos disponibles, mientras que otros están de cara a recortes sustanciales. Para el Ministerio de Guerra y de la Defensa, siempre hay fondos (y o presupuestos). Los lobistas de la industria militar están omnipresentes en los corredores del Gobierno y las armas más sofisticadas constituyen uno de los “platos” o negocios más lucrativos del planeta (de ahí viene que en el fondo se diga que la paz no le conviene a nadie, porque no da tanto dinero como la guerra y su tráfico y  o negocio –mercado negro de las armas, por ejemplo).

El precio de un solo tanque de guerra, permitiría alimentar a miles de personas con hambre!

El costo de un solo caza bombardero permitiría la implantación de centenares de farmacias de pueblo, lo que podría salvar la vida de un gran número de niños y de personas de la tercera edad!

Cuantos estados en el mundo invierten más en armamentos que en educación, en salud y en servicios sociales!

Entonces La reflexión de Jesús sobre el dios « Mammon » es también válido para nuestros días como lo era en su tiempo. El dinero puede ser un maravilloso servidor, pero es un malísimo amo.

 “Por eso les digo: no estén agobiados por la vida pensando qué van a comer, ni por el cuerpo pensando con qué se van a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento y el cuerpo que el vestido? Miren a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo su Padre celestial los alimenta. ¿No valen ustedes más que ellos?

La preocupación, la angustia, es efectivamente una de las formas de servidumbre que la riqueza conlleva.  El mundo moderno occidental esta estadísticamente más propenso al infarto, a las depresiones y a los suicidios que el resto del mundo.

Jesús no está ni contra el trabajo, ni contra la competitividad, ni la eficacia  ni contra el dinero. El primer capítulo del libro del Génesis nos invita a “dominar la tierra y a someterla”. Y Jesús, afirma que “Aquel que trabaja merece su salario” (Mateo 10,10). El condena el hombre que no hizo fructificar el talento recibido (Mateo 25,14-30).

Lo que Cristo destaca hoy es que no hay que tomar el dinero como un ídolo o una divinidad que nos esclavice completamente. Jesús quiere arrancarnos de la idolatría y del poder del dinero.

Desde siempre, y de manera particular hoy, se rinde homenaje a Mammon, el dios dinero, ofreciendo sobre su altar todo tipo de sacrificios: la salud, los principios éticos, la familia, los amigos, etc. Cuantas personas tienen una agenda negra de citas, mas no tienen tiempo para la familia y los amigos! “Nadie puede servir dos señores : Dios y Mammon

Al final del texto, Jesús resume su enseñanza en una formula densa y viva : “Sobre todo buscad el Reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura” Este ha de ser nuestra primera preocupación y no la última. En esta búsqueda del Reino, encontraremos la justicia, el compartir con equidad, 
la fraternidad humana y la paz entre nosotros.

COMENTARIO LITÚRGICO BREVE (3)
TRABAJAR POR EXTENDER EL REINO

Por David Llena

Dios no nos abandona. Demos el salto, trabajemos para el Señor, para extender su Reino con todos nuestros talentos, con todas nuestras fuerzas, con todo nuestro ser, Él se encargará de hacerlo fructificar. Nos lo dice San Pablo: lo que se busca es que seamos fieles. Nuestro trabajo, nuestra familia, todo lo nuestro es realmente Suyo. Somos administradores, no dueños, por tanto debemos trabajar por extender el Reino en nuestro trabajo, nuestra familia, todo lo nuestro sabiendo que Dios no nos abandona.

A modo personal…

Sin lugar a dudas que el célebre voto de pobreza (junto a los otros dos) está arraigado e inspirado en estas y otras palabras de Jesús en el Evangelio.

“El abandono y total desprecio de todo lo terreno” como dice la novena tradicional de aguinaldos. La vida monástica misma, el testimonio inmenso y admirable de San Francisco  de Asís y de miles de santos a través de la historia…Ellos nos han mostrado que es posible la renuncia a los bienes materiales, al tener, al deseo de oprimir los otros…

Pero se habrá entendido y permítanme preguntar hoy, se entiende aun la esencia de este voto de pobreza evangélica  (es decir, de acuerdo al pensamiento y deseo de Jesús) tanto al interior como fuera de la Iglesia (estructura tradicional y milenaria?)

Tanto para clérigos como para laicos, ahí les queda la cuestión…


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Pequeño misal de Prions en Église (27 février 2011)

HETU, Jean-Luc. Les options de Jésus.