viernes, 25 de noviembre de 2011

Diario del Papa Juan XXIII" DECÁLOGO PARA LA VIDA DIARIA


La santidad de la Iglesia y su sabiduría humana se expresan claramente en lo que se ha llamado "Decálogo Diario del Papa Juan XXIII"
DECÁLOGO PARA LA VIDA DIARIA
 
 
Sólo para hoy, buscaré vivir del todo positivamente, sin tratar de solucionar los problemas de mi vida todos de una vez.
 
Sólo para hoy, pondré el mayor cuidado en mi presentación, vistiendo modestamente; no levantaré la voz; seré cortés en mi trato; no criticaré a nadie, excepto a mi mismo.
 
Sólo para hoy, estaré feliz en la seguridad de que fui creado para ser feliz, no sólo en la otra vida, sino que también en ésta.
 
Sólo para hoy, me adaptaré a las circunstancias, sin pretender que todas las circunstancias se adapten a mis propios deseos.
 
Sólo para hoy, dedicaré 10 minutos de mi tiempo a una buena lectura, teniendo presente que, como el alimento es necesario para la vida del cuerpo, así una buena lectura es necesaria para la vida del alma.
 
Sólo para hoy, haré una buena acción y no lo contaré a nadie.
 
Sólo para hoy, haré a lo menos una cosa que no me gusta hacer; y si mis sentimientos se rebelan, cuidaré que nadie lo note.
 
Sólo para hoy, haré un propósito para mi mismo. No podré cumplirlo a la letra, pero lo haré. Y me guardaré de dos males: de la impaciencia y de la indecisión.
 
Sólo para hoy, creeré firmemente, a pesar de las apariencias, que la buena Providencia de Dios cuida de mí más que de ningún otro que vive en este mundo.
 
Sólo para hoy, no temeré. En particular no temeré gozar de lo que es hermoso y confiaré en la bondad.
 
Para concluir: un propósito que lo incluye todo.

“Quiero ser cordial hoy y siempre para con cada uno”Por este camino, podemos poner en práctica las esperanzas del Papa Juan para cada cristiano.
“Cada creyente en este mundo debe ser una chispa de luz, un centro de amor, levadura vivificante en la masa y cuando sea así, más vida tendrá en su más interior más profundo, en comunión con Dios.”
 
Fuente: L'Osservatore Romano