miércoles, 24 de octubre de 2012

28 de octubre del 2012: 30º Domingo del Tiempo ordinario B

 Hoy la liturgia nos hace “gritar hacia Dios” con Bartimeo el mendigo ciego. La Iglesia moviliza nuestra fe en este grito, que los apóstoles querían ahogar! Y este grito va derecho al corazón de Dios, al corazón de Cristo.
Qué importa lo que nosotros sintamos.  De domingo en domingo, hemos de vivir la fiesta de la fe con su misteriosa alegría…






PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE JEREMÍAS 31, 7-9

Así dice el Señor:
-- Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos, proclamad, alabad y decid: el Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del país del Norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel. Efraín será mi primogénito.
Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL
SALMO 125
R.- EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTROS, Y ESTAMOS ALEGRES.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
La boca se llenaba de risas,
la lengua de cantares. R.-

Hasta los gentiles decían:
“El Señor ha estado grande con ellos”.
El Señor ha estado grande con nosotros,
Y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Nagueb.
Los que sembraban con lágrimas,
cosechan entre cantares. R.-

Al ir, iba llorando,
llevando la semilla.
Al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R.-


SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA A LOS HEBREOS 5, 1-6

Hermanos:
Todo Sumo Sacerdote, escogido entre los hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa de ellas tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el caso de Aarón.
Tampoco Cristo se confirió a si mismo la dignidad de Sumo Sacerdote: sino Aquel que le dijo:
-- Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.
O como dice otro pasaje de la escritura:
-- Tú eres Sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Palabra de Dios


ALELUYA 2 Tim 1, 10b

Nuestro Salvador Jesucristo destruyó la muerte, y sacó a la luz la vida, por medio del Evangelio.


EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 10, 46-52

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
--Hijo de David, ten compasión de mí.
Muchos le regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
--Hijo de David, ten compasión de mí.
Jesús se detuvo y dijo:
-- Llamadlo.
Llamaron al ciego diciéndole:
-- Ánimo, levántate, que te llama.
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo:
-- ¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
-- Maestro que pueda ver.
Jesús le dijo:
-- Anda, tu fe te ha curado.
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

Palabra del Señor



A guisa de introducción:

La fe atrevida de Bartimeo

El cantante y predicador Martin Valverde dice alguna vez a propósito del ciego Bartimeo (personaje central con Jesús este domingo), palabras más, palabras menos  que  aquel mendigo, “ciego de profesión”, sino tenia buenos ojos si tenia por demás una buena  voz (fuerte y decidida) para gritarle a Jesús: “Hijo de David ten compasión de mí”.

Todos admiramos en Bartimeo, el hombre mendigo e invidente, sentado a la orilla del camino, su audacia, su arrojo, su osadía…Sus ganas de salir adelante…Su FE inmensa (con mayúscula) en Jesús y lo que Él podría hacer por Él.

De algún modo, todos nosotros nos parecemos a Bartimeo…Sentados a la vera del camino, podemos ver pasar la vida, sus luces, su oscuridad, su belleza, su miseria…Pero seremos capaces de sobrepasar esta etapa y dejar brotar la Fe en Dios, tener la convicción que solo Él en su Hijo Jesús puede brindarnos lo que necesitamos para VIVIR, pan que sacie nuestra hambre de plenitud, el agua que calme nuestra sed profunda y o darnos la Felicidad completa…?

Bartimeo nos invita a preguntarnos en el plano de la fe:  tenemos todo lo que nos hace falta para vivir la existencia plenamente?