sábado, 6 de julio de 2013

No me puedo quedar callado...respuesta a un periodista




Hay un periodista de Manizales, que parafraseando a  Cervantes digo: de cuyo nombre puedo acordarme pero que omito al principio,  para evitar polémicas tontas, y que  de vez en cuando con sus artículos aparecidos en el periódico regional “me da papaya” o me incita a escribir para de paso rebatirle.

En uno de sus últimos artículos y en el cual le dejaba un comentario, afirmaba que “los libros de autoayuda tienen mucho éxito entre las personas con pereza mental…los bajitos de punto”. Con este postulado de entrada, sigue avanzando para meter en un mismo saco y a quienes llama “tramadores”: “gurus, horoscoperos, culebreros, pastores de diversas iglesias y sacerdotes católicos”

Si, no se equivocan, quien escribe es un clérigo católico  y obviamente no me pude quedar callado ante semejante “arrumada confusa”, en la que nos incluye el citado señor…Como quien dice lo que decimos (en blogs, en las iglesias, en la radio y tv, no es más que con el ánimo de pescar incautos e ignorantes).

Así pues, de acuerdo con lo que dice nuestro amigo,  el que va a misa, lee, medita y se interesa por escuchar conferencias sobre la Palabra de Dios (La Biblia), es una persona fácilmente influenciable, débil de carácter y poco inteligente.  Para él esto es inadmisible (increíble, insoportable, intolerable, no puede ocurrir).

Según el citado cronista, todos somos charlatanes que no buscamos más que la lana y cómo sobrevivir. Mientras que Jesucristo en el evangelio de este domingo hace llamado urgente a salir de sí mismo, del egoísmo y anunciar al mundo el amor de Dios y trabajar por la paz (crea la empresa misionera, somos obreros), el maestro no pasa por alto que  “todo obrero merece su salario” (Lucas 10, 1-12 ss).

La lanza en ristre continúa en contra de los pastores protestantes, que creo también merecen respeto, pues el susodicho dice: “Basta sintonizar un canal religioso en el televisor donde el pastor embelesa con sus peroratas, gestos y zalamerías, mientras todos los presentes entran en trance, repiten salmos y frases prefabricadas, alzan las manos al cielo y algunos llegan a desmayarse. Falsos mesías, personajes histriónicos con facilidad de expresión que recurren a la debilidad del ser humano para lucrarse. Se aprovechan de personas perdidas en un mar de incertidumbre, quienes buscan desesperadas algo de dónde agarrarse. El mundo está lleno de charlatanes que amasan fortunas a punta de carreta”

Llega a tal punto su desfachatez (que llama escepticismo) mezclando en un mismo párrafo la acción de Walter Mercado y un sacerdote carismático con el poder de curación.

Ignora el señor de Manizales que existe en la Iglesia, y desde tiempos de los primeros discípulos los denominados carismas o dones de profecía, de sanación, de consejo (o enseñanza) (1 carta a los Corintios capitulo 12 y 13).  Y entonces los llama a ellos : Falsos mesías, personajes histriónicos con facilidad de expresión que recurren a la debilidad del ser humano para lucrarse”.

Piensa que todo puede explicarse con la LOGICA y la CIENCIA, para el señor periodista, sobre este mundo no hay cabida para el misterio, creo que no sabe lo que repite la Biblia muchas veces (Jeremías 10,37; Lucas 1,27) y lo que  el mismo Jesucristo dijo: “Para dios nada es imposible“todo es posible para Dios” (Marcos 10,27) …Eso se llama soberbia, falta de humildad (y después dicen que el pecado original no existe o no sigue teniendo vigencia hoy).

Habla de los casos concretos del ex clérigo Gonzalo Gallo (porque será sacerdote hasta la muerte), del padre chucho y el Padre Linero…Y a todos 3 igualmente los mete en la misma mochila (defecto recurrente en sus postulados). Aunque yo soy seguidor de estos “colegas”, si se hacer diferencias entre ellos. Hay que saber que no todo lo que dicen los medios sobre dichos personajes es cierto,  hasta donde sé el padre chucho continuó ejerciendo su ministerio después del alejamiento de los medios de comunicación oficiales.

El Padre Linero es quien ahora aparece más en las redes sociales, la tv y la radio, sin embargo le admiro su estilo, su afán de orientar a la gente en el día a día en los areópagos  modernos (lugares de evangelización)  apoyándose en la Palabra de Dios y la Eucaristía…Tiene sus seguidores, tiene su “manera” o carisma y así no me guste, ni me ayude mucho, no hay que pasar por alto que a otros ayudará a ser mejores personas.

El señor Gonzalo Gallo es otra cosa, respetando sus razones para haber renunciado al sacerdocio, fue triste que haya “colgado la sotana” y que ante las incomprensiones de su obispo no se hubiera moldeado y seguido las sugerencias que le invitaban a respetar las verdades (dogmas), la recta doctrina que tiene necesariamente la Iglesia. Ahora como hombre fuera de la Institución y  que según él le ponía  las restricciones a su libertad, pienso que aun así continua haciendo bien con sus charlas sobre la autoestima y el perdón.


Usted me disculpará señor periodista, pero no me duele decirle una vez más que no tiene razón…Así me llame intransigente, fundamentalista, retrasado, conservador…pero hay que exigir respeto, así como usted expone su VERDAD, su supuesta verdad, yo expongo la mía a la que usted también tildara a su turno de “supuesta”.