miércoles, 21 de noviembre de 2012

25 de noviembre del 2012: DOMINGO DE CRISTO, REY DEL UNIVERSO



El Rey que festejamos hoy se presenta como Aquel que ha venido a dar testimonio de la VERDAD. Y nosotros sabemos lo que ese testimonio le ha costado ( y o le trajo como consecuencia).
La VERDAD incomoda siempre: ahora bien, a quien la dice se le hace callar, o bien se le ridiculiza, o aun todavía se le mata.




PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE DANIEL 7, 13-14

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

Palabra del Señor



SALMO RESPONSORIAL

SALMO 92

R.- EL SEÑOR REINA, VESTIDO DE MAJESTAD.

El Señor reina, vestido de majestad,

el Señor, vestido y ceñido de poder. R.-


Así está firme el orbe y no vacila.

Tu trono esta firme desde siempre,

y tú eres eterno. R.-


Tus mandatos son fieles y seguros,

la santidad es el adorno de tu casa,

Señor, por días sin término. R.-



SEGUNDA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS 1, 5-8

A Jesucristo, el Testigo fiel, el Primogénito de entre los muertos, el Príncipe de los reyes de la tierra. A aquel que nos amó, nos ha liberado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre, a El, la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

¡Mirad! Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que le atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí Amén.

Dice Dios:

--Yo soy el Alfa y el Omega, el que es, el que era y el que viene, el

Todopoderoso.
                  
Palabra del Señor



ALELUYA Mc 11, 10

Bendito el que viene en nombre del Señor: Bendito el Reino que llega, el de nuestro padre David



EVANGELIO

 LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN
SAN JUAN 18, 33b– 37

En aquel tiempo, preguntó Pilatos a Jesús:

-- ¿Eres tú el rey de los judíos?

Jesús le contestó:

-- ¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?

Pilatos replicó:

-- ¿Acaso yo soy judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí ¿Qué has hecho?

Jesús le contestó:

-- Mi reino no es de este mundo. Si me reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.

Pilatos le dijo:

-- Conque, ¿tú eres rey?

Jesús le contestó:

-- Tú lo dices: Soy Rey. Yo para esto he nacido y por eso he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz.

Palabra del Señor


A guisa de introducción:

La realeza de Jesús

Cuando era niño y adolescente recuerdo mi participación en las procesiones de semana santa de mi pueblo, antecedidas por grandes estatuas (que llamábamos imágenes) y el sacerdote acompañado de sus servidores o monaguillos…El domingo de ramos con que se abría la semana mayor y que festeja la entrada de Jesús a Jerusalén, era representado por el mismo sacerdote que hacia de Jesús y montaba sobre un burro…y todo mundo entonaba casi todo el tiempo aquella legendaria canción:

TU REINARAS, ESTE ES EL GRITO
QUE ARDIENTE EXHALA NUESTRA FE,
TU REINARAS OH REY BENDITO, PUES TU DIJISTE REINARE…

REINE JESÚS POR SIEMPRE,
REINE SU CORAZÓN,
EN NUESTRA PATRIA Y EN NUESTRO SUELO
QUE ES DE MARIA LA NACION…

TU REINARAS, DICHOSA ERA,
DICHOSO PUEBLO CON TAL REY,
SERA TU CRUZ NUESTRA BANDERA
TU AMOR SERA YA NUESTRA LEY …

Pero lo cierto es que aquel canto popular escuchado con mucha atención tiene en resumen el mensaje del evangelio de este domingo: “la soberanía de Jesús, es el deseo ardiente de los cristianos, de su fe…Que Jesús reine es la esperanza de la llegada de un mundo mejor; su reino será el comienzo de una nueva época, de una sociedad nueva, de un mundo más fraternal y justo.

En este domingo, como Iglesia Católica celebramos a Cristo Rey, fiesta que fue instaurada por el Papa Pio XI en 1925. La fiesta fue una respuesta de la Iglesia a la subida al poder del fascismo con Mussolini en Italia. Era una protesta contra la exclusión de Dios de la sociedad. Esta exclusión es de actualidad aun.

Jesús, Dios, hoy continúa compareciendo ante los tribunales humanos. Se acomoda o se ubica a Dios en el dominio de las conciencias, en la vida privada, pero es prohibido o se impide que se le haga aparecer en público. Pero la fiesta de este día va más allá de las cuestiones políticas y de las prioridades.

En el mundo antiguo, el rey, el reino, la ciudad, el estado, además de ser ideas políticas, eran también símbolos religiosos cargados de esperanza.

La celebración de Cristo, Rey del Universo, no es una reflexión sobre el gobierno de los hombres, pues nos encontramos en otro orden de ideas. Este evangelio dice que Jesús ha venido al mundo para dar testimonio de la verdad. Jesús es la luz que  nos hace ver los hombres y las cosas tal como son. Jesús hace aparecer la verdad, Él le proporciona un sentido a nuestra vida y a nuestra muerte. La fiesta de Cristo, rey del universo, propone una respuesta al sentido mismo del mundo, ella le da significación al universo.

Cuando Cristo dice a Pilato que su Reino no es de este mundo, no quiere decir que su reino no puede existir ahora. El afirma preferiblemente que su Reino no está basado sobre el modelo que nos ofrece el mundo que conocemos. No es una soberanía de poder, de riquezas y de privilegios, pero si es  una soberanía de servicio y de fraternidad. Y aquello que muestra lo mejor y la mas grande diferencia entre el reinado del emperador Tiberio César (anclado en el poder de Roma en el momento)   y el de Cristo, es el perdón que JESÚS ofrece a quienes le han condenado a muerte: "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34).

Estamos invitados a luchar contra la idolatría de todas las cosas que intentan ocupar el lugar de Dios en el mundo y en nuestra vida.

Proclamar que Cristo es rey del universo, significa aceptar que Él reina concretamente en nuestra vida, sobre nuestra pequeña vida o existencia, tan llena de cuidados y preocupaciones. Su reinado transfigura toda nuestra existencia.

El nuevo libro del Papa sobre la Infancia de Jesús: La interpretación y o creencia popular de ciertos pasajes bíblicos

"Las palabras de Jesús (yo agregaría también “las de la Biblia”)  son siempre más grandes que nuestra razón. Siempre supera nuestra inteligencia".   
                                                           (Benedicto XVI)





El Papa Benedicto XVI además de ser el vicario de Cristo y el líder católico de la Iglesia, es un excelso teólogo, un brillante escritor y maestro.

Pero lo que quiero hacer en este articulo no es ampliar sobre el contenido de su ultimo libro sobre “la infancia de Jesús”, donde confirma entre otros dogmas “la concepción virginal de María” y “La resurrección de Cristo”, sino más bien, es cierto, partir de una de las primeras afirmaciones que hacen “boom” en este momento sobre las redes sociales (“en el pesebre no había ni mula ni buey”); por ejemplo Don Jediondo (caracterizado por Pedro Gonzalez) dice en twitter "que claro no estaban en el pesebre porque nos estaban representando como diplomáticos en La Haya por el caso del conflicto fronterizo territorial de los cayos con Nicaragua…"je,je…

Es cierto que se han enclavado y vuelto afirmaciones casi que indiscutibles y verdaderas, algunas interpretaciones surgidas a raíz de ciertos pasajes bíblicos como el del fruto prohibido del libro del Génesis (2); los sabios venidos de oriente (que visitan a Jesús) (Mateo 2) , la conversión de San Pablo camino de Damasco (Hechos de los apóstoles 9)…Y ahora se suma (a las que mi mente recuerda) los hipotéticos testigos animales del nacimiento del Hijo de Dios citados por Benito XVI: la mula y el buey...
                       
Comencemos por el pasaje del Génesis, donde nos han ensenado que en la culpa o pecado de desobediencia (orgullo, soberbia) de nuestros primeros padres Adán y Eva tuvo mucho que ver un fruto que se les había  prohibido comer…Y siempre el imaginario popular ha identificado ese fruto con la manzana…mismo si el texto bíblico no especifica cual es la fruta…

Tomó, pues, Yahveh Dios al hombre y le dejó en al jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase.

16. Y Dios impuso al hombre este mandamiento: «De cualquier árbol del jardín puedes comer,
17. mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comieres de él, morirás sin remedio.»

por qué?  Algún  pintor que recreara la escena hace largo tiempo vistió al fruto prohibido de manzana…

LA MANZANA, ¿FRUTO DEL PECADO ORIGINAL?



18 julio, 2011         · by Wikicurios      · in Cultura, Noticias.       ·


Según el Génesis, Jesús vino al mundo a salvarnos del Pecado Original. Pero en este libro no se hace ninguna referencia al tipo de fruto que comieron Adán y Eva del Árbol Prohibido. ¿Es por lo tanto una manzana?

 En el libro del Génesis, primero de la Biblia, se hace la siguiente cita: “Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte”.

Y ahora, ¿por qué muchos piensan que el fruto de este árbol era una manzana? La respuesta es la siguiente: en numerosos mitos, la manzana es símbolo de amor y deseo en sus dos aspectos: el positivo y el peligroso. La manzana que se le ofreció a Afrodita, la diosa griega del amor, dando a entender que era la preferida de entre las diosas, fue la provocante de la Guerra de Troya (tal vez en 1194 -1184 a. C.)

 Alberto Durero, pintor alemán, fue pionero en pintar “Adán y Eva”, cuadro en el que se muestra a los dos individuos desnudos ante el Árbol Prohibido, teniendo éste como fruto la manzana. Esto lo hizo porque, aun estudienda en una escuela medieval, tenía influencias de pintores italianos que, en la Antiguedad Clásica, ponían la idealización de figuras y la mitología.

 Por tal motivo, y al tener esa influencia, Durero “nombró” la manzana como el fruto del Pecado Original por lo que representaba en la era mitológica, sin tener en cuenta que en las futuras generaciones la manzana fuera la “representación del Pecado Original”.


LOS MAGOS VENIDOS DE ORIENTE:
Ni eran 3, ni eran reyes, ni eran magos?



Siempre identificados como los “3 reyes magos”, que como nos decía un experimentado y sabio sacerdote profesor en el seminario “ni eran 3, ni eran reyes, ni eran magos”. ni tampoco estuvieron en el pesebre

Leamos el pasaje exacto de San Mateo:
 “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos” – Mateo 2:1
La Biblia hace mención de unos “magos” (en el idioma original, “μάγος,” que se usaba también para referirse a sabios), no “reyes magos.” No hay mención de que fueron tres. No hay mención de raza alguna. Ni siquiera nombres. La próxima vez que les mencionen los nombres de Melchor o Gaspar, indaguen de dónde proviene eso. Si les contestan que está en la Biblia, ya saben que no es así.
Del mismo modo, los reyes magos tampoco estuvieron en el “nacimiento” como se acostumbra representarles.
“Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron…” – Mateo 2:11
La palabra clave es “casa.” No dice “establo.” El motivo por el cual encontraron al niño en su casa fue porque habían transcurrido por lo menos dos años después de su nacimiento.
“Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.” – Mateo 2:17

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Los Magos de Oriente ni eran reyes ni eran tres
Según el historiador italiano Franco Cardini


Los Magos de Oriente ni eran reyes ni eran tres, según el historiador italiano Franco Cardini

Según explica el historiador italiano Franco Cardini, autor del libro Los Reyes Magos, historia y Leyenda, los Magos de Oriente que fueron a Belén a adorar a Jesús, no eran Reyes ni eran tres, y ni siquiera viajaban en dromedario, sino que todas estas singularidades les fueron atribuidas en interpretaciones teológicas posteriores al evangelio.

En una entrevista concedida a la agencia Efe, Franco Cardini resaltó que el único evangelio de los cuatro canónicos que hace referencia a estos populares personajes es el de San Mateo. El evangelista se limita a consignar que «unos magos que venían del Oriente», sin especificar cuántos, se presentaron en Jerusalén conducidos por una estrella, que señalaba el nacimiento del Rey de los Judíos.

Los historiadores consideran que, con el término «mago», San Mateo se refería a astrólogos o sacerdotes persas que profesaban el mazdeísmo, la religión de Zaratustra, explica Cardini en su libro, recientemente publicado en español por Península.

El evangelio de San Mateo especifica también que los magos ofrecieron al niño Jesús como presentes oro, incienso y mirra. A partir de aquí, explica Cardini, «el número de tres magos se fija bastante rápidamente» entre los Padres de la Iglesia, dado que «se hace una relación entre el número de regalos y el número de magos» No obstante, hasta entrado el siglo V, en algunos escritos seguían hablando aún de cuatro magos. El primero que convirtió en Reyes a los magos fue Tertuliano, quien descubrió en el Antiguo Testamento, concretamente en los Salmos de David, un pasaje que aseguraba que unos Reyes acudirían a ver al Mesías poco después de su nacimiento. El tratamiento de Reyes era mucho más aceptable para los teólogos que el de Magos que «se asociaba con nigromantes o brujos», explica Cardini.

San Agustín, por su parte, determinó que los Reyes habían llegado hasta Belén montados en dromedarios para salvar una incongruencia temporal. «Según la tradición cristiana occidental, la estrella subió al cielo en el momento en que Jesús nació, el 25 de diciembre, y los Reyes llegaron desde Asia a Belén en 13 días, lo que es difícil de creer para la época», indica Cardini. Ante esta contradicción, y haciéndose eco de un evangelio apócrifo que aseguraba que los Magos viajaron en camellos, San Agustín dedujo que los Reyes debieron montar en dromedarios «porque él era africano y sabía que eran más veloces que los camellos».

Según Cardini, los Reyes Magos acabaron convirtiéndose en la tradición teológica e iconográfica occidental en «un símbolo de todos los paganos que se convierten al cristianismo sin pasar por la tradición judía». «Los tres Magos son los representantes de todos los pueblos de la Tierra y cada uno de ellos se convierte en rey de uno de los tres continentes conocidos y en encarnación de las razas humanas: hay un europeo, un asiático y un africano», asegura el historiador italiano, quien precisa que, a partir, del siglo XII y XIII, se coloca ya habitualmente «un mago negro».

Franco Cardini relata como los Reyes Magos «son también símbolo del tiempo, del pasado, el presente y el futuro, y por eso sus figuras representan un hombre anciano, uno de mediana edad y uno joven». Además, los Magos son símbolos de la Trinidad y encarnan los tres papeles de Cristo como Dios (la divinidad), como Rey (el alma) y como hombre (el cuerpo), según el historiador italiano. Asimismo, sus regalos representan el poder político (oro), la divinidad (el incienso) y la resurrección (la mirra).


La mula y el buey…ausentes en el pesebre y en el momento del  nacimiento de Jesús?

      No hay Belén o simple Nacimiento en el que falten los entrañables buey y mula junto al pesebre. Pero los Evangelios no dicen nada de que en el establo hubieran un buey y una mula. ¿De dónde viene entonces la tradición de representarlos junto a la Sagrada Familia en el Nacimiento?
           Siguiendo a Benedicto XVI, debemos indicar que para entender este punto hay que retrotraerse a la época de los Padres de la Iglesia, y a la interpretación que hicieron de un famoso pasaje del Libro de Isaías (1, 3):

           Conoce el buey a su dueño y el asno el pesebre de su amo; Israel no conoce, mi pueblo no entiende.



El Niño, el buey y la mula

2007-12-21

Por Leonardo Boff (http://servicioskoinonia.org)


  Los evangelios no hablan del buey y la mula que habrían estado en el pesebre junto a Jesús sobre las pajas. Pero la tradición habla de ellos. Su historia es conmovedora y encanta a niños y adultos. Y en estos tiempos ecológicos adquiere un significado especial. Vamos a contar la verdad de esta historia antigua que es narrada a su manera en cada lengua.
Un campesino tenía un buey y una mula muy viejos e inservibles para el trabajo en el campo. Se había encariñado con ellos y le habría gustado que muriesen de muerte natural, pero se consumían día a día. Así que resolvió llevarlos al matadero. Cuando tomó la decisión se sintió mal y no consiguió dormir en toda la noche.
El buey y la mula notaron que había algo raro en al aire. Movían inquietos sus osamentas sin poder dormitar. La vida había sido dura. Habían pasado por varios dueños. De todos habían recibido muchos palos. Era su condición de animales de carga.
Hacia la media noche, de repente sintieron que una mano invisible los conducía por un estrecho camino hacia un establo. Decían entre sí: «¿Qué nos obligarán a hacer en esta noche fría? Ya no tenemos fuerzas para nada».
Fueron conducidos a una gruta donde había una lucecita trémula y un pesebre. Pensaban que irían a comer algo de heno. Quedaron maravillados cuando vieron que allí dentro, sobre unas pajas, tiritando, estaba un lindo recién nacido. Un hombre inclinado, José, procuraba calentar al niño con su aliento. El buey y la mula comprendieron inmediatamente. Debían calentar al niño. También con su aliento. Acercaron sus hocicos. Cuando percibieron la belleza y la irradiación del niño sus viejos esqueletos se estremecieron de emoción. Y sintieron un fuerte vigor interno. Con sus hocicos bien cerquita del niño empezaron a respirar lentamente sobre él, y así se fue calentando.
De repente, el niño abrió los ojos. «Ahora va a llorar», dijo la mula al buey, «verás que le asustaron nuestros feos hocicos». El niño, por el contrario, los miró amorosamente y extendió su pequeña mano para acariciar sus hocicos. Y seguía sonriendo, como si fuera una cascada de agua.
«El niño ríe», dijo José a María. «No para de reír». «Debe ser que le hizo gracia el hocico del buey y la mula». María sonrió y quedó callada. Acostumbrada a guardar todas las cosas en su corazón, sabía que era un milagro de su divino niño.
El hecho es que los propios animales se sintieron alegres. Nadie les había reconocido ningún mérito en la vida. Y he aquí que estaban calentando al Señor del universo en forma de niño.
Cuando volvían hacia casa notaron que otros burros y bueyes los miraban con un aire de admiración. Estaban tan felices que al avistar la casa, hasta se arriesgaron a un galope. Y ahí se dieron cuenta de que estaban realmente llenos de vitalidad.
Volvieron al establo. Por la mañanita vino el patrón para llevarlos al matadero. Ellos lo miraron compungidos, como diciendo: «¡déjanos vivir un poco más!». El patrón los miró sorprendido y dijo: «¿pero son éstos mis viejos animales?, ¿cómo es que están tan vigorosos, con la piel lisa y brillante y las patas firmes y fuertes?»
Y dejó que se quedaran. Durante años y años sirvieron fielmente al patrón. Pero él siempre se preguntaba: «Dios mío, ¿quién trasformó de repente en jóvenes y robustos a aquella mula y aquel buey tan viejitos?» Los niños, que saben del niño Jesús, pueden darle la respuesta.


En el camino de Damasco cuando ocurrió su conversión…San Pablo cayo yendo a pie…o se cayo de un caballo?


¿Qué sabemos del famoso caballo del que cayó San Pablo cuando de camino a Damasco vio o escuchó a Jesús produciéndose su repentina conversión, que le llevó de perseguir cristianos a ser el más apasionado, vehemente y carismático de entre ellos?

            Pues bien, el famoso caballo del que se cayó San Pablo, nunca existió. Que San Pablo se convirtió al cristianismo en especiales circunstancias es un hecho fehaciente del que los siglos han dejado hermosa constancia en la fabulosa comunidad cristiana de casi 2.000 millones de seres que somos hoy los cristianos gracias, entre otras cosas si no sobre todo, a la labor evangelizadora de San Pablo. De que la conversión de San Pablo coincidió con una caída que debió de ser virulenta hasta el punto de quedar el apóstol de los gentiles preso de una ceguera de la que tardó hasta tres días en curar, cabe menor duda aún. Pero lo que es el caballo ese del que supuestamente se cayó el apóstol de los gentiles para convertirse, de ese caballo precisamente, lo único que podemos decir es que... ¡¡¡no existió nunca!!!

            La conversión de San Pablo no es un hecho baladí en los textos canónicos, hasta el punto de que se narra en nada menos que tres ocasiones. Una de ellas, (cronológicamente hablando, la última de las tres, sin embargo la más descriptiva e importante) en los Hechos de los Apóstoles, donde se hace en los siguientes términos:

            “Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le envolvió una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: «Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?» Él preguntó: «¿Quién eres, Señor?» Y él: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y te dirán lo que debes hacer.» Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto, pues oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía sus ojos bien abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le introdujeron en Damasco. Pasó tres días sin ver, y sin comer ni beber” (Hch. 9, 3-9)

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 Brown (2002). Introducción al Nuevo Testamento, II, p. 588-589: «Se ha afirmado a menudo que la famosa red romana de carreteras facilitó la expansión del cristianismo, y las películas de romanos nos pintan a las cuadrigas deslizándose a lo largo de esas vías pavimentadas con duras losas. Sin duda alguna Pablo aprovechó tales caminos cuando pudo pero en muchas regiones no pudo gozar de tal lujo. El Apóstol, además, fue un artesano itinerante que hubo de luchar para conseguir dinero para alimentarse. Un vehículo con ruedas habría estado fuera de sus posibilidades. Viajar a caballo era dificultoso, puesto que no se utilizaban estos animales para largas distancias y se necesitaba estar ducho en equitación (dada la ausencia de sillas y arreos tal como hoy los conocemos). Pablo probablemente no tuvo posibilidades o deseos de gastar dinero en un asno que transportara su equipaje, puesto que los soldados se sentían inclinados a requisar tales animales de los viandantes que no podían ofrecer resistencia. De este modo podemos imaginarnos a Pablo marchando a lo largo de los caminos acarreando sus limitadas posesiones en un saco, cubriendo cada día un máximo de treinta kilómetros.»

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Por Caravaggio, en la Iglesia de Santa María del Popolo, en Roma. En las obras de arte y en la creencia popular se tiene la imagen de que Pablo cayó de su caballo, cuando ni en las epístolas paulinas ni en los Hechos de los Apóstoles se menciona la caída de un caballo. Podría tratarse, pues, de un anacronismo.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:













El Papa culmina su obra sobre Jesús

Iglesia

El Papa culmina su obra sobre Jesús

Iñígio Domínguez. Roma|21/11/2012 a las 17:17  
Benedicto XVI cierra su trilogía sobre la vida de Cristo, en su intento por probar que los evangelios «no son mitos», con un libro dedicado a su nacimiento
El título del tercer y último libro de Benedicto XVI sobre la vida deCristo puede llevar a error. 'La infancia de Jesús' no habla de suniñez, sino de su concepción nacimiento. No podía ser de otra manera, pues no hay menciones a los primeros años de Jesús, salvo el episodio del niño hallado en el templo, que cierra el libro. Y son los evangelios la base del análisis del Papa, con una atención escrupulosa por cada palabra, que con esta trilogía ha intentado dar historicidad a la figura de Cristo, como un personaje real, y categoría de prueba casi científica de verdad.

En este volumen, que sale publicado en España y otros 49 países en nueve lenguas, con un millón de copias, Ratzinger insiste en ese método, capital en su forma de ver la fe, pues para él se conjuga sin problemas con la razón. Por ello contempla su empresa literaria de nueve años como su contribución al diálogo con los no creyentes y las sociedades descreídas, además de un vehículo para reforzar en los católicos una fe con sólida base intelectual. En este sentido, siempre ha firmado los libros con su nombre laico y el de pontífice, y el Vaticano repitió ayer que no es un texto "magisterial, sino expresión de la búsqueda personal del rostro de Jesús por parte del Papa".

Los inconvenientes de 'La infancia de Jesús', calificado como "antesala" de los otros dos libros, son los de los anteriores. Un ateo no verá ninguna lógica en sus argumentaciones y el creyente se encontrará de nuevo con un libro denso, lleno de citas de teólogos, casi todos alemanes, pensado casi para eruditos y expertos. Pero es más accesible, con 147 páginas, no 300 y 400 como los otros dos.
La virginidad de María

Un paradigma del peculiar método de Ratzinger se halla en la cuestión de la virginidad de María. Le dedica un pasaje titulado precisamente 'El parto virginal: ¿mito o verdad histórica?'. Según apunta, es algo que "debemos preguntarnos con toda seriedad", por si es solo "una pía leyenda". ¿Cómo se responde Benedicto XVI? Primero cita mitos similares de egipcios, griegos, romanos y judíos, pero concluye que no se parecen. Y ya pasa a deducir que "las narraciones de Lucas y Mateo no son mitos desarrollados posteriormente". Tendrían sus raíces en la tradición bíblica y "en su contenido provienen de la tradición familiar". Es decir, el Papa cree que la fuente es la propia Virgen, que contó su experiencia a los primeros cristianos. Para la exégesis crítica moderna esto es algo "bastante ingenuo", admite, pero Ratzinger rebate con un "¿por qué no?". También opina que la concepción de Cristo, igual que su resurrección, son "un escándalo para el espíritu moderno", porque "a Dios se le concede" actuar en la esfera espiritual, pero no sobre la materia. Para el pontífice no es algo "irracional o contradictorio, sino algo positivo: el poder creador de Dios".
Los reyes magos y el pesebre
Con los reyes magos es aún más simple: "¿Se trata de historia o de una meditación teológica?". El Papa acepta, con el teólogo Jean Daniélou, que podría ser una invención sin que en realidad se alterara ningún pilar de fe, pero tiene "la convicción", sin más, de que son hechos reales. Cierra el libro secundando una reflexión de Klaus Berger que es su última argumentación definitiva, aplicable a toda la trilogía: "Hay que suponer, hasta prueba contraria, que los evangelistas no pretenden engañar a sus lectores, sino que quieren contar hechos históricos".

En otros casos el Papa se mueve en la continua referencia a citas de profetas que al cumplirse demostrarían la verdad de lo ocurrido y en el entramado de la rica tradición bíblica. Así explica hasta la mula y el buey de Belén, que no estaban en el pesebre. En resumen, toda la erudición que maneja el Papa sirve para dar sentido a los evangelios, aunque realmente no pruebe nada. En otros momentos simplemente acepta el misterio, como cuando San Mateo sitúa en el portal de Belén solo a María y su hijo, con San José ausente.

Benedicto XVI se agarra a datos objetivos cuando los hay. Por ejemplo, la época del nacimiento de Jesús ("No es el impreciso 'érase una vez' del mito, pertenece a un tiempo exactamente datable y a un ambiente geográfico exactamente indicado"); el hecho de que Herodes asesinó efectivamente a sus tres hijos por el miedo a que le derrocaran, en referencia a la verosimilitud de la matanza de los inocentes; e incluso la explicación de la estrella de Belén, pues ese año hubo "una gran conjunción de Júpiter y Saturno en Piscis" a la que se añadió "la explosión de una supernova". A fin de cuentas, aunque el Papa está volcado en unir fe y razón, el libro resulta ser una gran catequesis, no una demostración empírica. Él mismo lo asume al final: "Las palabras de Jesús son siempre más grandes que nuestra razón. Siempre supera nuestra inteligencia". 

Homenaje a Ernesto Mccausland (1961-2012)




He sido un aficionado y amante del periodismo desde mi juventud…Y entre la noticia titular sensacionalista de primera plana o el hecho político –social - judicial contado sin más, me quedo con la columna de opinión, la visión filosófica y humana de las cosas que ofrece una crónica periodística…

Esto ultimo fue siempre lo que apasionó al barranquillero ERNESTO MCCAUSLAND, quien ha muerto esta mañana después de sucumbir a un cáncer en sus vías digestivas…Con apenas 51 años nos ha dejado uno de los periodistas y narradores más importantes del país, equiparable a Juan Gossain, Heriberto Fiorillo o al mismo García Márquez…

A lo mejor ahora en el cielo, Ernesto esté desde ya entrevistando a San Pedro y preguntándole por todas las cosas curiosas que se dicen de él, esforzándose por hacer la noticia con el testigo o protagonista de primera mano con tinte humano como siempre lo hizo sobre este mundo…

Gracias Ernesto por tu periodismo trascendente, por tus crónicas humanas, tu esfuerzo no vano siempre de mostrar ambas caras de la moneda noticiosa…Gracias por ensenarnos que un periodista también puede ser sabio, tolerante, amante de la cultura y los libros, de la música, del cine…Si, fuiste un hombre polivalente, multifacético, acogedor, buen amigo, sencillo…así te recuerdan todos tus amigos que hoy te dicen a Dios, hasta pronto y que cuando nos veamos esperamos nos deleites con tus crónicas desde la eternidad…


Blog personal de Ernesto Mccausland:   http://www.ernestomccausland.com/