jueves, 23 de febrero de 2012

24 de febrero del 2012: Viernes después de la ceniza:



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REFLEXIÓN HACIA UNA CUARESMA Y O CONVERSION ECOLOGICA:

Ayer hablábamos de la primera plaga: las aguas convertidas en sangre…

Hoy la segunda plaga:

LAS RANAS

(Éxodo 7:25,8:1-15) 


La segunda plaga de Egipto fueron las ranas. Dios dio instrucciones a Moisés de que dijera a Aarón que estirase su vara sobre el agua, y hordas de ranas invadieron Egipto. Los hechiceros de Faraón fueron capaces de duplicar esta plaga con su magia. Sin embargo, dado que no pudieron eliminar la Plaga, el Faraón se vio obligado a conceder el permiso de salir a los israelitas a Moisés, a cambio de que éste accediera a acabar con la Plaga. Para convencer al Faraón de que realmente la plaga era un castigo divino, Moisés dejó que el Faraón eligiera el momento en el que terminaría la plaga. El Faraón eligió como fecha el día siguiente, y todas las ranas murieron a la hora señalada. Sin embargo, el Faraón revocó su autorización, y los Israelitas permanecieron en Egipto.



Dios dice:

“Miren, no ven ustedes? La polución del agua trae como consecuencia malformaciones de todo tipo  en los anfibios y los peces,  modificaciones genéticas con consecuencias desastrosas: batracios que nacen deformes y son incapaces de reproducirse. Los anfibios de América del Norte están enfermos a causa de la Atrazina, un herbicida nitrogenado cada vez más y que feminiza hasta un 90% las ranas-leopardo. El nitrógeno contenido en los pesticidas para hacer sus pastizales o prados de jardín más verdes produce algas azules que proliferan en los lagos y terminan inexorablemente por asfixiarlas.

Y miren como especies exóticas invaden los territorios que no son los suyos como la rana-toro, originaria de California, que aparece en Francia, devorando los batracios, los reptiles y ciertas aves. O los sapos-búfalo que han invadido a Australia, y de los cuales no logran desembarazarse.

No ven ustedes lo que yo veo? Conviértanse!”


BIBLIOGRAFIA:




Carême au quotidien 2012.  DAVID FINES ET NORMAN LEVESQUE