miércoles, 17 de abril de 2013

Banda Sonora de mi vida (3)


11.   El libro de mi vida (Los Terrícolas)- BALADA

Después de “Si me faltaras tú”, la voz femenina de este grupo venezolano ejerce una extraña fascinación de dulzura, nostalgia y tristeza a la vez. Es una canción dedicada a alguien o ese algo que sabemos solo podrá llenarnos: el amor ideal? Dios? Qué, quién es eso, cuyo calor necesita EL LIBRO DE MI VIDA?..Qué puedo pedir? Tan solo tu amor…bella melodía que era el reverso o la otra cara de la no menos sublime y bien escrita “Hoy te confieso”.



12.   Gloria  (Humberto Tozzi) - POP

En el futuro libro de mi autobiografía que si Dios me concede la vida de editar y publicar un día hay unas páginas que irremediablemente serán encabezadas con el título de “Gloria de mi infancia”…Era su nombre con referencia celeste-divina, ella la primera niña que me permitió despertar un sentimiento de atracción, una extraña sensación que apenas incipiente era inevitable no llamar AMOR…Dónde estará Gloria? Y coincidencia fabulosa!  el cantante italiano acumulaba éxito con este hit que sonaba mundialmente en la radio y la tv de esos años 77 y 78…yo frisaba los 9 años y ya me sentía enamorado…Te acuerdas amigo John?



13.   Sufro por ti (El Caballero Gaucho) - POPULAR

Una canción entre las tantas de Don Luis Ángel Ramírez EL CABALLERO GAUCHO,  que ya escuchaba en el pueblo, en casa del abuelo o en las correrías que hacíamos con él, la abuela y mis tíos…



14. Te quiero tanto (Ivan)- BALADA

Con seguridad que al escuchar esta canción pensaba en Gloria.



15. Disimula (Rodolfo Aicardi)- POPULAR

Una canción popular que me hace evocar un chiste malo de un compañero de 5o de primaria…Estudiábamos con un chico hijo de un famoso arriero de apellido Bedoya y era lanzada la pregunta para molestarle…saben qué le dijo la mamá a Bedoya? (no recuerdo su nombre), no? Pues “Dame un beso y arrea las mulas”…la canción lógicamente sonaba mucho este año 1981. Rodolfo realmente decía: “Dame un beso y disimula”.




21 de abril del 2013: 4º Domingo de Pascua (c)


PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 13,14.43-52
En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.
Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios. El sábado siguiente casi toda la ciudad acudió a oír la Palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones:
-- Teníamos que anunciaros primero a vosotros la Palabra de Dios; pero como la rechazáis y nos os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: “Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra."
Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron mucho y alababan la Palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna, creyeron. La Palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocando una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio. Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 99
R.- SOMOS PUEBLO Y OVEJAS DE TU REBAÑO
Aclama al Señor, tierra entera
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.-

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.-

El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades. R.-

SEGUNDA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL APOCALIPSIS 7, 9.14b-17
Yo Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos. Y uno de los ancianos me dijo:
-- Estos son los que vienen de la gran tribulación, han lavado y blanqueado sus manos en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios dándole culto día y noche en su templo. El que se sienta en el trono acampará entre ellos. Ya no pasaran hambre ni sed, ni les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.
Palabra de Dios

ALELUYA Jn 10,14
Yo soy el Buen Pastor, dice el Señor, conozco a mis ovejas y ellas me conocen.

EVANGELIO
 LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 10, 27-30
En aquel tiempo, dijo Jesús:
-- Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno.
Palabra del Señor 


A guisa de introducción:

Jesucristo el pastor por antonomasia

Nunca he ocultado mi pasión por el lenguaje y el origen de las palabras. Este estudio semántico de las fuentes o raíces de las palabras se llama ETIMOLOGIA.

Es interesante constatar que la palabra PASTOR, viene del  latín pastor que a su vez  está compuesto del verbo pascere (apacentar, hacer pastar, llevar a pacer) y la partícula tor que significa agente aquel que provoca la acción, o sea pastor significa aquel que hace pastar; pascere viene de la raíz indoeuropea  pa (comer, proteger), que nos dio pan.

En este sentido la palabra PASTOR se identifica plenamente con Jesucristo que desde su encarnación hasta su ascensión al cielo y mientras estuvo con sus discípulos y quienes le siguieron se mostró como su protector y dador de pan, guía hacia buenos pastos y compartió varias mesas:

La mesa (comida) de la aurora o amanecer:  que se nos ha contado en el evangelio del domingo pasado luego de la pesca milagrosa a orillas del mar de Tiberiades (Juan 21, 1ss).

La mesa (comida) del mediodía: Las bodas de Caná (Juan 2), la cena con sus amigos de Betania, y tantas otras…

La mesa (comida) de las bienaventuranzas: sobre la montaña.

La mesa (comida) de la misericordia: en casa de Zaqueo y del Hijo Prodigo.

La mesa (comida) REFERENCIAL, central  y oficial de su memorial:  La cena del Jueves Santo, origen de nuestras EUCARISTIAS.

La mesa (comida) del atardecer: compartida con los discípulos de Emaús (Lucas 24).

La mesa (comida) de noche: donde Jesús se hace acompañar de Nicodemo.

Celebrar el día del BUEN PASTOR es una ocasión favorable también para celebrar LA JORNADA MUNDIAL DE LA ORACION POR LAS VOCACIONES, pues toda vocación tiene su origen en el llamado y el ejemplo de Jesús.

Jesús se nos presenta este domingo como el PASTOR por antonomasia (el prototipo del Pastor), el buen pastor, el que da su vida por sus ovejas. Aquel a quien sus ovejas reconocen y escuchan su voz porque  El los conduce a los pastos de bienestar, de felicidad y que les da sentido a su vida, posibilitando una vida y vida en abundancia (Juan 10,10).

Es también un día para pensar en tantos sacerdotes, maestros y líderes comunitarios que nos han guiado y marcado nuestra vida por su ejemplo, su entereza, su ternura y esperanza en el pastoreo. Pienso particularmente en el padre Hincapié,  sacerdote

Jesús ante el miedo



Cada teologo o iluminador de la Palabra de Dios insiste a veces en resumir el pecado en uno solo: unos dicen que es LA IMPACIENCIA y yo estoy de acuerdo, la ausencia de PAZ Y DE CIENCIA (sabiduria de Dios) en nuestra existencia nos vuelve facilmente presas del temor, de la angustia...Olvidamos la fuente inanerrable de la PAZ que nos da Jesucristo (SHALOM hebreo no PAX romana que es solo ausencia de guerra, de conflicto), la paz que el mundo no puede dar ...

Comparto  esta bella carta de Jesus sobre su experiencia personal del miedo que podra alentarnos y levantarnos de nuestras paralisis y fobias...

JESÚS, UN HOMBRE QUE NO SE DEJÓ PARALIZAR POR EL MIEDO

Yo, Jesús como todo ser humano peregrino en la tierra tuve miedo muchas veces ante los peligros, amenazas, insidias, planes para asesinarme… pero no me dejé dominar por él, sobre todo no me dejé paralizar, ni dejé de hacer lo que quería hacer por miedo.
Las críticas, insultos, amenazas no me resultaban indiferentes, no me gustaban ¿a quien le gustan o de verdad no le importan? Pero nada de eso me impidió el amor, la libertad, la coherencia.
Al comienzo de mi vocación, de la llamada a hacer de mi vida una pasión por proclamar y realizar el Reino de Dios, tuve miedo. Me sentí en sintonía con todas las personas que ante la llamada a salir de lo conocido para arriesgar hacia lo desconocido sienten miedo y al tiempo experimentan en lo profundo de su corazón el “no temas, Yo tu Dios estoy contigo”. Esa experiencia de sentir a Dios conmigo, es más descubrirme como hijo amado de Dios en quien él se complace fue el estimulo y el fundamento de mi seguridad inquebrantable. Esa profunda verdad que me constituía no me la podía arrebatar nadie, no dependía de nadie más que de Dios mismo  y su fidelidad y amor son gratuitos e inquebrantables.
Eso no significa que pasé mi vida sin miedo, no es así incluso recuerdo muy bien las veces que no subí a Jerusalén porque sabía que me buscaban para matarme, y otras predicaba en los pequeños poblados para que no me localizaran, Intentaba ser prudente pero no incoherente.
Yo sabia que me buscaban para matarme, esa certeza se convirtió dentro de mi en un miedo intenso, en una angustia de muerte que no tuve ningún problema en comunicar a mis íntimos amigos, pero ellos no supieron no pudieron acompañar mi angustia y postrado en tierra volví a acudir a mi Dios. Ante Él, lo mismo que había hecho ante mis discípulos,  no tapé mi miedo y mi angustia, mi cuerpo somatizó en forma de gotas de sangre el trance por el que estaba pasando, mi cuerpo participaba de esa angustia y lo deje temblar, sudar…gritar…me postré buscando fuerza, paz, seguridad en su amor [1].
Salí de mi oración reconfortado y fuerte para afrontar lo que me esperaba: el abandono de mis discípulos, la tortura, el dolor que iba a producir a quines me querían y por último mi muerte.
Ahí en la cruz viví no sólo el dolor sino la noche, el silencio de Dios, mi grito orante daba cuenta de ello pero una vez más abandoné mi vida y mi muerte en sus manos.
Durante mi vida fue testigo del miedo de mis amigos, de las personas que temían ser reprendidas, prediqué parábolas donde los protagonistas tenían miedo quería animarlos a vivir bien esa emoción, a no tenerle miedo al miedo.
Hoy quiero recordaros todas esas palabras pero no para hacer memoria sino para que cada un@ de vosotr@s os situéis ante vuestros propios miedos y escuchéis mis palabras.
“No temáis a quienes, aunque pueden dañar tu cuerpo pero no pueden matar vuestra alma”[2]Es decir pueden haceros daño a ti y la gente que quieres pero sólo en vuestro yo exterior (a mi me criticaron, insultaron, calumniaron, torturaron y asesinaron), pueden despojaros de todo (a mi me dejaron desnudo en la cruz) pero no podrán jamás dañar vuestra identidad más profunda, vuestro verdadero ser. No podrán jamás destruir la verdad de que sois hijos e hijas amadas, nadie podrá separaros del amor de Dios[3].
No os dejéis asustar por el futuro, éste es siempre impredecible e incontrolable, aprended a vivir el presente, se lo dije muy claro a mi gente“bástele a cada día su propio afán”[4]Arriesgad a vivir en la inseguridad propia de la vulnerabilidad humana para poner vuestra seguridad última en manos de vuestro Dios Madre-Padre. De un modo bello y poético les dije a quienes me seguían:” No os angustiéis pro vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo, que vais a poneros…Mirad los lirios del campo y las aves del cielo…vosotros valéis mucho más que ellos[5] fue mi manera de animarles a vivir el presente y abandonar el futuro en las manos de Dios.
A veces os asustan fantasmas, no realidades, es vuestra imaginación la que os hace ve lo que no hay. Eso mismo le pasó a mi gente. Después de mi muerte yo seguía vivo era  yo mismo pero ya no era lo mismo y mis discípulos con frecuencia cuando experimentaban mi presencia nueva se asustaban y creían que era un fantasma. Un de esas veces ellos estaban pescando y al amanecer les hice sentir mi presencia y llenos de miedo creyeron ver un fantasma y tuve que tranquilizarlos diciéndoles no temáis que soy yo[6] . Pedro se lanzo para venir hacia mí pero en vez de escuchar mi voz, escuchó el viento, y tuvo miedo de su miedo y sintió que perdía pie y se hundía. Pero ahí estaba, yo para sostenerlo y animarlo a no dudar[7].
También hoy os digo con todas mis fuerzas, cuando escuchéis el rugir de la fuerza del viento en la tormenta, y estáis viviendo un tiempo de tormenta profunda, no dudéis. No dudéis de cuales son vuestras anclas de seguridad, de vuestra ruta, de vuestros compromisos adquiridos. Hoy os digoaquí estoy yo de nuevo para deciros no os dejéis hundir, ni paralizar por el miedo, agarraos fuertemente unos a otros, tomad las manos de quienes os las extienden para sosteneros juntos. No estáis  solos en cada mano tendida que sostiene ahí estoy yo sosteniéndoos.
Un día sentí una profunda admiración por una mujer que tuvo el coraje de arriesgar incluso su vida al tocarme en una situación de impureza legal, buscando su salud, confiando en que si tocaba la orla de mi manto se sanaría, la sanó su coraje, su valentía, su confianza. Sintió miedo y con razón, podía ser condenada, pero su deseo de salud era más fuerte que su miedo, luchó por ella misma y yo la alabé y le ayudé a recuperar su salud y su vida[8].
Por eso os digo: no dejéis de luchar por vuestro bien físico, psíquico, espiritual… es vuestro derecho y no dejes que nadie en nombre de leyes que dicen sagrada os arrebaten ese derecho. El Dios en el que yo creo pone siempre a las personas, su salud, su felicidad por encima de las leyes. No os dejéis amedrentar con castigos, excomuniones, amenazas… de nuevo ayudaros unos a otros a luchar por vuestros derechos humanos como derechos divinos.
No tengáis miedo de perder para ganar, es una paradoja pero es así, muchas veces hay que soltar aquello a lo que nos aferramos para ganar en libertad y en amor. Un día yo fui a Gerasa allí me encontré como símbolo de una realidad a un hombre que decían estaba poseído por muchos demonios, yo le ayudé pero los demonios (todas esas realidades que impiden, dificultan el amor, la justicia, la compasión, la inclusión…) que habitaban en esa persona o quizás en ese pueblo eran muchos  y se fueron a meter en una piara de cerdos, que se precipitaron en el mar. Los habitantes no miraron el bien de la persona sanada sin la pérdida económica y me pidieron que me marchara de allí[9].
¿No os podría pasar hoy a vosotros que no estáis dispuestos a perder nada de lo que tenéis para ayudar a otros por que, como pasa con el cerdo, todo os parece valioso y aprovechable? No son tiempos fáciles para nadie pero el sálvese el que pueda tan popular, tan repetido e incluso aplaudido no es camino de justicia, de solidaridad, de amor, no es camino de quienes quieren hace de este mundo un mundo más fraterno, como Dios lo sueña.
Me despido de vosotros por hoy, no os dejéis paralizar por el miedo, ni manipular por los miedos que los poderosos de turno quieren meteros en el cuerpo para domesticaros, afrontar con sabiduría y coraje vuestro ser humano vulnerable y por tanto lleno de inseguridades en el vivir diario pero con la seguridad inquebrantable de que en lo más verdadero y profundo de vuestro ser NADIE PUEDE HACEROS DAÑO.
Jesús de Nazaret el que no se dejó paralizar por el miedo.


[1] Mc 14,32-42
[2] Mt, 10, 28
[3] Rom 8, ¿?
[4] Mt 10, 32?
[5] Lc 12,22-31
[6] Mt 14,25-27
[7] Mt 14
[8]  Lc 5,31-35
[9] Lc 8,26-39


REFERENCIA:

http://emmamartinezocana.com