martes, 23 de noviembre de 2010

28 de Noviembre del 2010: Primer Domingo del Adviento CICLO A

 Empezamos este domingo un nuevo año litúrgico. Tiempo de Gracia, regalo divino, que se nos ofrece y se nos da para ser mejores. 

 La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

Esta es su triple finalidad:

- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.

- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.


- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creido en Él; vivido como hijos fieles del Padre y hermanos buenos de los demás. Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

En el Evangelio, varias veces nos habla Jesucristo de la Parusía y nos dice que nadie sabe el día ni la hora en la que sucederá. Por esta razón, la Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y la proyección:

Revisión: Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo. Todos los días podemos y debemos ser mejores.

Proyección: En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos en Adviento sino siempre. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósitos para evitar caer de nuevo en lo mismo.
 
Algo que no debes olvidar

El adviento comprende las cuatro semanas antes de la Navidad.
El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento , para tomar conciencia de nuestro errores, fallas (pecados) y acelerar  asi  la llegada del Señor.
En el adviento nos preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando volverá como Rey de todo el Universo.
Es un tiempo en el que podemos revisar cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y convertirnos de nuevo.
Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida para mejorar como personas.

Cuida tu fe

Esta es una época del año en la que vamos a estar “bombardeados” por la publicidad para comprar todo tipo de cosas, vamos a estar invitados a muchas fiestas. Todo esto puede llegar a hacer que nos olvidemos del verdadero sentido del Adviento. Esforcémonos por vivir este tiempo litúrgico con profundidad, con el sentido cristiano.
De esta forma viviremos la Navidad del Señor ocupados del Señor de la Navidad.


COMENTARIO A LAS LECTURAS

"ESTÉN ATENTOS PORQUE NO SABEN EL DÍA CUANDO EL SEÑOR VENDRÁ"

"Estén preparados, pues sera en la hora que menos piensen que el Señor vendrá" 

Cristo resume la actitud superficial que nos invade al compararnos con la gente de los tiempos de Noé: "Antes del diluvio se comía, se bebía, uno se casaba...La gente no creía en nada no dudaba, hasta que llego el diluvio matándoles a todos".

Jesús no dice que la gente fuera mala o inmoral en tiempos de Noé. Eran hombres y mujeres como nosotros que sentían la alegría y la pasión de vivir! Ellos se ocupaban en toda normalidad de sus asuntos presentes sin pensar nada mas. Qué les reprocha el Señor?: « La gente no dudaba de nada, no la creía hasta el día del diluvio...». Jesús les reprocha lo superficial en su actitud. Ellos creían que su vida terrestre era infinita y obligaban la fragilidad y por tanto la finitud de la condición humana.

Como en los tiempos de Noé, hoy la humanidad esta como anestesiada. El progreso material tiende a adormecernos. Se cree que el mundo donde vivimos no tendrá fin, hasta el día que llega el despertar mas brutal,cuando  se era inconsciente del peligro.

Cuando llega un 11 de septiembre o una crisis monetaria internacional, o un aumento repentino de los precios del petroleo, una enfermedad imprevisible, una epidemia que no se puede controlar, un accidente grave, un terremoto, un Tsunami destructor...entonces, todas nuestras seguridades se van por tierra.

Las Torres de New York eran el símbolo de la estabilidad, de la riqueza, de la supremacía y del poder económico de América del Norte. El ataque a estas torres  ha cambiado el curso de la historia y ha provocado cambios en nuestra manera de vivir. Sus consecuencias negativas han superado todo lo que Osama ben Laden habría podido esperar de este ataque terrorista. Uno podría preguntarse: cuantas entre esas 3000 personas que murieron en las torres, estaban listas para encontrar su Creador?..."Como en los tiempos del diluvio, dice Jesús , es peligroso e irresponsable no dudar de nada»...de hacer como si nuestro diluvio no nos llegará jamás.

 En nuestras vidas, a veces los proyectos que nos preocupan más y que han sido construidos con mucho sacrificio se derrumban en un instante: por ejemplo, la compañía donde trabajamos  sus oficinas son trasladadas a China u otro país, una enfermedad repentina nos ataca en nuestra juventud, un accidente nos provoca la invalidez y nos hace incapaces de ganarnos la vida, un ser amado desaparece sin advertirnos. Cristo nos dice hoy: "Estén vigilantes y estén preparados ya que no saben cuando esos sucesos pueden producirse".

El cristiano debe permanecer despierto y prepararse para todas las eventualidades no por miedo o por nerviosismo, sino porque quiere utilizar el tiempo que tiene disponible para construir una sociedad más justa, más humana y más fraternal. "La venida del Señor"  será entonces una visita esperada y recibida con alegría.

 Es necesario recordar que el tiempo de Adviento no se limita a las cuatro semanas de preparación para la navidad. El adviento debe llegar a ser para nosotros un estilo de vida, una actitud constante de imaginación creativa y de esperanza permanente. A pesar de todos los problemas, todas las calamidades, todas las enfermedades, sabemos que la vida vale la pena de ser vivida y que la muerte no es el fin de todo. El Adviento nos da una razón para vivir, una razón para amar y para esperar "ahora". Es una invitación a construir un mundo mejor, según el deseo de Dios.

Que bueno reflexionar sobre este bello versículo de la primera lectura de hoy, verso rico en imágenes que expresa la paz querida y o deseada por Dios: " De sus espadas forjarán arados y de sus lanzas podaderas". Nadie levantará espada contra   espada , ni una nación contra la otra,  nadie se entrenará más para la guerra" (Isaìas 2,4). El proyecto de Dios  para nosotros es un proyecto de paz y de fraternidad.

Imagínense un mundo donde los diferentes países gastaran más sus presupuestos y recursos económicos en agricultura que en armamento y por ende  el arte de la guerra llegaría a ser inútil, donde la tecnología militar seria puesta al servicio del desarrollo social y rural. En lugar de hacer frente al combate , los soldados asegurarían la seguridad de los pueblos y ciudades. Con el dinero de los armamentos, se podría dar comida a la población. Las escuelas y hospitales surgirían un poco por todo lado...En nuestras familias no habría ni abusos, ni violencia, ni odio. Cada uno de nosotros "rompería sus espadas y lanzas" para volver a encontrar la paz en la  familia y alrededor de ella. he aquí el sueno de Dios para la humanidad!

El cristiano es un creyente que se pone en acción para mejorar su pequeño mundo y vive con intensidad el presente, pero sin ansiedad, ya que el trabaja para que el Reino de Dios venga entre nosotros.  Cada instante puede ser el de Cristo cuando toque a la puerta. Cualquiera que sea el día y la hora, esta visita no sorprenderá al servidor fiel y vigilante. El abrirá la puerta con alegría para acoger el Señor que entrará en su casa, y se sentará a la mesa preparada.

"Estén preparados y alerta, porque el Hijo del hombre va a venir", nos dice Jesús.

Buena semana y que Dios les bendiga! 


Referencia bibliográfica:

pagina argentina catolica, 

Pagina de http://cursillos.ca. Traduccion del francés de la reflexión del P. Yvon- Allard. s.d.v