domingo, 5 de febrero de 2012

PEDRO ARRUPE: La vida de un hombre de Dios que fue un regalo para todos y quien nos enseñó a mirar el lado bueno del mundo



Pedro Arrupe y Gondra (Bilbao; 14 de noviembre de 1907 – Roma, Italia; 5 de febrero de 1991) fue un sacerdote jesuita español de origen vasco y Prepósito General de la Compañía entre 1965 y 1983.

El 5 de febrero de 1991, un día como hoy,  o sea hace 21 años recuerdo con nitidez que ingresaba al seminario menor de Yarumal para iniciar allí, en una de sus dependencias el AÑO DE NOVICIADO O ESPIRITUALIDAD que llaman con mi comunidad de los Misioneros Javerianos de Yarumal. Yo frisaba los 22  y llegaba a aquel frio pueblo, mas frio por estos días, con el corazón palpitante, el alma ansiosa y mucha expectativa para vivir un etapa trascendente de mi vida.


Aquel mismo día, sabría poco después moría en Roma el Padre Pedro Arrupe quien había sido durante 17 años Superior General de la Compañía de Jesús, conocida también en el mundo entero como “la orden de los Jesuitas”. Esta noticia de su resurrección la relaciono siempre con aquel día trascendental también para mi cuando me disponía a iniciar un periodo fuerte de discernimiento y caracterizado por la oración, la meditación y el conocimiento profundo del carisma de la comunidad y el conocimiento de mi mismo.

Mismo si en aquella época no contábamos con las ventajas que nos ofrece hoy el internet y los medios modernos de comunicación, los detalles de su muerte y mucho más aun los detalles de su vida extraordinaria nos llegaron como en especie de fogonazos, en pequeños trozos brillantes que nos descubrían una existencia digna de ser admirada, contada y por lo mismo imitada.

La vida del Padre Arrupe  fue "intensa, llena de carisma y trascendencia", afirmaba el músico y compositor Gontzal Mendibil que en el año 2007 , cuando se celebró el centenario de su nacimiento creo  y escribió el  espectáculo musical  titulado “Arrupe  mi silencio”para rendirle homenaje.






Biografía en la página de los Jesuitas:


Conferencia de Peter-Hans Kolvenbach sobre el Padre Arrupe en la Universidad de Deusto: