viernes, 28 de octubre de 2011

Un humanista de todos los tiempos: ERASMO


Erasmo de Rotterdam
       (Holanda, 1466/1469-1536)        

  Escritor, erudito y humanista holandés, principal intérprete de las corrientes intelectuales del renacimiento en el norte de Europa. Nació entre el 26 y 28 de octubre, probablemente entre 1466 y 1469, en Rotterdam, hijo ilegítimo de un sacerdote, Roger Gerard, y de la hija de un médico.




No sé por qué, desde que escuché por primera vez,  el nombre de ERASMO y “elogio a la locura” se quedaron para siempre en mi mente como un dato quizás en un principio vago, o mecánico, es decir un solo algo memorizado como escueta respuesta a una pregunta de cultura general…

Pero algo  debió contarnos el profesor de filosofía y de historia de la pedagogía,  Don Jorge Octavio López en el transcurso de una de su cátedra,  quizás,  en el salón de clase o al exterior a la entrada de la Normal,  donde había un  prado sobre el cual nos sentábamos mientras él nos contaba la filosofía con su modulación de voz  a ratos rutinario y en veces con apuntes en ocasiones arrobadores  …Era el año 1986, cuando cursaba 5º de bachillerato, llamado ya para esta época 10º grado.

Con el nombre de Erasmo volvería a encontrarme dos años después en la formación filosófica del seminario.  Pero como era de comprenderse, de él nos hablaron poco (por  el veto que la Iglesia le impuso a su obra y pensamiento en su época) y más bien conocimos ampliamente sobre el utópico  Tomas Moro (su amigo) y otros contemporáneos suyos.

Hoy por hoy he logrado descifrar el porqué de  la fascinación que ejerce sobre mí y muchos espíritus Erasmo de Rotterdam, primero porque fue un humanista, un hombre que busco con sinceridad la verdad, fue inconforme y rebelde frente a las instituciones de su tiempo, mismo la Iglesia en la cual fue ordenado en un principio sacerdote (sin vocación).

Es de destacar también su espíritu curioso, su amor por la filología, el latín y las traducciones de la Biblia, y de todo texto que consideraba podría dar más alas de libertad y felicidad a la generación de su época.

Erasmo retradujo o corrigió la misma Vulgata de San Jerónimo, traducción de las sagradas escrituras,  reconocida oficialmente por la Iglesia…Nuestro hombre fue tan osado que llegó a decir que había varias incongruencias, es decir, que había partes que fueron mal traducidas por el santo de Jerusalén.

Se valió de la sátira y del sarcasmo para poner al desnudo la decadencia moral del mundo de su tiempo, y, especialmente, de la Iglesia. Condenó las indulgencias y toda la práctica de devoción formal tan decisivamente como lo hizo, más tarde, Lutero. Contra las obras meritorias, la religiosidad formalista y las reglas monásticas está, según Erasmo, la verdadera religiosidad, que es fe y caridad, conforme a las enseñanzas de los Evangelios.

Erasmo como se dice en el documental que les dejo abajo, navegó entre dos aguas:  las del catolicismo y las de la reforma protestante a la que le diera alas con sus ideas…Es decir, Erasmo alimentó e inspiró a Lutero quien dará el salto definitivo hacia el cisma.

Por ello recibirá ataques de la Iglesia Católica, quien lo acusará de su complot y su influencia negativa para que naciera el protestantismo y por su parte Lutero y sus seguidores le acosarán y vilipendiarán por no unírseles y constituir una fuerza decisiva e influencia para su naciente iglesia…

Cierto el caso es que Erasmo no apoyó con fervor los postulados o prescripciones  de ninguna, aunque es necesario decir que permaneció siempre en el seno católico, aunque no estuviera de acuerdo con las exageraciones y o pretensiones de la jerarquía… prefirió permanecer fiel a sus ideas y pensamiento y siempre abogó más bien por un retorno a la ética cristiana de los primeros siglos…Y por ende en ninguno de los 2 bandos vió que esta se concretara.

Erasmo es para nosotros hoy un paradigma de libertad, independencia y sinceridad interior, indudablemente uno de los más grandes humanistas que ha dado la historia.

Lo que cultivó y acrecentó su apertura de espíritu,  fue sus numerosos viajes y encuentros con personajes y ambientes que promulgaban la tolerancia y el respeto por la libertad humana…

   Fue el más grande humanista del Renacimiento y sin duda el escritor más elegante y agudo de su tiempo. Hombre esencialmente de letras, su doctrina dio origen al movimiento erasmista. Abierta su mente a todas las cuestiones y erudito ingenioso, Erasmo es un precursor del espíritu moderno. Su ideal fue únicamente ético: reforma gradual y pacífica de la Iglesia y la sociedad civil, hasta conseguir una sociedad humanizada, donde el hombre pudiera desarrollarse al máximo.

 Entre sus obras escritas en latín destacan: Adagios (1500); Elogio de la locura (1511), dedicada a su amigo Tomás Moro; Manual del caballero cristiano (1502); Doctrina del príncipe cristiano (1516), que escribió para Carlos V; Coloquios (1518); El ciceroniano (1527) y Sobre la pureza de la iglesia cristiana (1536).

Rotterdam, Erasmo de

Nacionalidad: Holanda

1469 - 1536

Humanista

Escritor en lengua latina, cursó primero estudios en Deventer y posteriormente en el colegio de Montaigu, en París (1495). Tomados los hábitos menores, viajó a Oxford (1498) y regresó a Francia, donde publicó sus "proverbios" o "Adagios" (1500) y el "Enchiridion militis christiani" (1504), traducido al castellano por el Arcediano del Alcor. Marcha a Bolonia en 1506, viajando por Italia y residiendo en Roma durante un año. De nuevo en Londres, fue recibido por Tomás Moro en 1509, escribiendo aquí el "Elogio de la locura" (1509-1511).

Aunque tuvo relación con las principales figuras de su tiempo, como los papas Julio II y Clemente VII o el reformador Lutero, su espíritu libre y crítico le ocasionó la enemistad tanto de católicos como protestantes. Contra estos, refutó la teoría que defendía el libre albedrío del ser humano, escribiendo ""De libero arbitrio diatribe sive collatio" (1524). Una obra anterior, sus "Colloquia familiaria", fue en parte censurada por la Curia romana a través de la Sorbona. Muy criticado dentro de la Iglesia romana, criticó la Reforma y la misma corriente humanística que él mismo representaba para no ser excomulgado. Sus ideas influyeron en España a través de una minoría selecta, entre la que se contaban los Valdés, J. de Vergara, el Arcediano del Alcor o A. de Virués. Contra el erasmismo se convocó en 1527 la Junta de Valladolid, sin que llegara a ningún acuerdo a causa de su disolución por miedo a la peste. El papa Paulo IV prohibió en 1559 la difusión de la obra erasmista.

Erasmo de Rotterdam
       (Holanda, 1466/1469-1536)        

  Escritor, erudito y humanista holandés, principal intérprete de las corrientes intelectuales del renacimiento en el norte de Europa. Nació el 26 o 27 de octubre, probablemente de 1466, en Rotterdam, hijo ilegítimo de un sacerdote, Roger Gerard, y de la hija de un médico. Asistió a severos colegios monásticos en Deventer y Hertogenbosch y, después de la muerte de su padre, se hizo agustino en Steyn. En 1492 se ordenó sacerdote y trabajó para el obispo de Cambray, estudiando las filosofías escolástica y griega en la Universidad de París. Disgustado por la vida sacerdotal, buscó un empleo secular, y más tarde recibió la dispensa papal para vivir y vestir como erudito laico. Desde 1499 viajó incansablemente de ciudad en ciudad trabajando como profesor y conferenciante, escribiendo constantemente e investigando manuscritos antiguos. Mantuvo una voluminosa correspondencia -se conservan más de mil quinientas cartas- con importantes personajes de la época. A lo largo de cuatro viajes a Inglaterra trabó amistad con eruditos de la nueva enseñanza humanista como John Colet, fundador del colegio Saint Paul de Londres, Thomas Linacre, fundador de la Real Universidad de Medicina, Tomás Moro, escritor y Lord Canciller de Inglaterra, y William Grocyn, profesor de griego en Oxford. Él mismo enseñó griego en Cambridge, con lo que contribuyó al establecimiento del humanismo en Inglaterra, y en especial, al desarrollo de los estudios clásicos en la enseñanza cristiana. Mientras estuvo en Italia se doctoró por la Universidad de Turín y se hizo amigo del editor veneciano Aldo Manuzio. En la ciudad suiza de Basilea fue amigo y redactor del editor Johann Froben y en esta misma ciudad murió el 12 de julio de 1536.

La obra de Erasmo pone de manifiesto su enorme erudición y elegante estilo latino, que amenizaba con paciencia e ingenio. Adagios (1500, ampliados en 1508), una recopilación de proverbios latinos, estableció su reputación como erudito. La mayor parte de sus primeras obras atacan las prácticas corruptas de la Iglesia y el escolasticismo racionalista fomentado por los clérigos. En Manual del caballero cristiano (1503) y su famosa sátira Elogio de la locura (Encomion moriae seu laus stultitiae, 1511), que dedicó a Moro, aboga por una vuelta a la primitiva ética cristiana. Aunque su obra más trascendente fue la traducción al griego del Nuevo Testamento (1516), basado en manuscritos nuevos, con notas críticas y acompañada de una nueva traducción latina, que demostraba lo poco rigurosa que era la Vulgata latina. Por estas obras, que influyeron a los reformadores religiosos de la época, se le llama padre de la reforma. Erasmo expuso sus opiniones progresistas acerca de la educación en Sobre el método del estudio (1511) y La enseñanza firme pero amable de los niños (1529). Sostenía que el latín elemental y el cristianismo básico han de enseñarse en el hogar antes de empezar el bachillerato formal a los siete años. El latín también debía enseñarse primero de manera coloquial y después a través de la gramática, un método similar a las técnicas actuales de enseñanza. 

También es avanzada su defensa de la educación física, su crítica a la disciplina severa y su insistencia en despertar el interés de los alumnos. En 1517, cuando la reforma se convirtió en un tema candente bajo el liderazgo decidido de Martín Lutero, la vida intelectual de Erasmo cambió de dirección. Hasta entonces admirado y temido como crítico, se volvió apologista, en realidad sin confiar en los católicos ni en los reformistas y siempre rehusando tomar partido. Siguió siendo católico aunque con frecuencia se asoció con los reformistas. Por los continuos ataques, en sus Coloquios (1518), a los males y errores de las autoridades eclesiásticas y a las supersticiones le acusaron de luterano, acusación que negó con vehemencia. También le acusaron de disimular sus verdaderas opiniones por miedo a las consecuencias. Para rebatirlo escribió una declaración completa de su posición teológica, Disquisición acerca del libre albedrío (De libero arbitrio, 1524), que incluye un ataque brillante a Lutero. El contraataque de Lutero provocó una polémica final de Erasmo, Hyperaspistes (1526). Mientras tanto preparó muchas ediciones eruditas de las obras de los padres de la iglesia con el editor Froben. Aunque se le considera precursor de la Reforma y sus obras fueron incluidas en el Indice de Obras Prohibidas por el Concilio de Trento, su guerra contra la ignorancia y la superstición procede más de sus convicciones de humanista que como teólogo. Después de su muerte sus obras fueron prohibidas por la Iglesia católica y denunciadas por muchos protestantes, pero anticiparon la tolerancia en los Países Bajos y las obras de Voltaire, Anatole France, Bertrand Russell y otros. No fue un reformador religioso, como Lutero y Calvino, ni quiso participar en discusiones teológicas; fue un auténtico hombre de letras y, como humanista, un precursor de la época. Existe una Universidad Erasmo en Rotterdam y la red de la Comunidad Europea para los intercambios académicos se llama Erasmus en su honor.


Adagios:

El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento.

La verdadera amistad llega cuando el silencio entre dos parece ameno.

El colmo de la estupidez es aprender lo que luego hay que olvidar.

En el estudio no existe la saciedad.

En el país de los ciegos el tuerto es el rey.

Mejor es prevenir que curar.

Para el hombre dichoso todos los países son su patria.

Reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de estúpidos.