jueves, 1 de marzo de 2012

4 de marzo del 2012 : 2o Domingo de cuaresma (B)



PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL GÉNESIS 22, 1-2.9-13.15-18




En aquellos días Dios puso a prueba a Abrahán llamándole:

-- ¡Abrahán!

Él respondió:

-- Aquí me tienes.

Dios le dijo:

-- Toma a tu hijo único, al que quieres, a Isaac, y vete al país de Moria y ofrécemelo en sacrificio, sobre uno de los montes que yo te indicaré.

Cuando llegaron al sitio que le había dicho Dios, Abrahán levantó allí un altar y apiló la leña, luego ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar, encima de la leña. Entonces Abrahán tomó el cuchillo para degollar a su hijo; pero el ángel del Señor gritó desde el cielo:

-- ¡Abrahán, Abrahán!

Él contestó:

-- Aquí me tienes.

Dios le ordenó:

-- No alargues la mano contra tu hijo ni le hagas nada. Ahora sé que temes a Dios, porque no te has reservado a tu hijo, a tu único hijo.

Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en sacrificio en lugar de su hijo. El ángel del Señor volvió a gritar a Abrahán desde el cielo:

-- Juro por mí mismo --oráculo del Señor--: Por haber hecho eso, por no haberte reservado tu hijo, tu hijo único, te bendeciré, multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo y como la arena de la playa. Tus descendientes conquistaran las puertas de las ciudades enemigas. Todos los pueblos del mundo se bendecirán con tu descendencia, porque me has obedecido.

Palabra de Dios





 SALMO RESPONSORIAL
SALMO 115

R.- CAMINARÉ EN LA PRESENCIA DEL SEÑOR, EN EL PAÍS DE LA VIDA

Tenía fe, aun cuando dije:

“Qué desgraciado soy."

Mucho le cuesta al Señor

la muerte de tus fieles. R.-



Señor, yo soy tu siervo,

siervo tuyo, hijo de tu esclava:

rompiste mis cadenas.

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,

invocando tu nombre, Señor. R.-



 Cumpliré al Señor mis votos,

en presencia de todo el pueblo;

en el atrio de la casa del Señor,

en medio de ti Jerusalén. R.-



 SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 8, 31b-34

Hermanos:

Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por nosotros, ¿cómo no nos dará todo con Él? ¿Quién acusará a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica, ¿Quién condenará? ¿Será acaso Cristo que murió, más aún, resucitó y está a la derecha de Dios, y que intercede por nosotros?
Palabra de Dios




 ACLAMACIÓN Mt 17,5

En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre: “Ese es mi Hijo, el Amado, escuchadle”

EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 9, 2, 10



En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo.

Se les apreció Elías y Moisés conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús:

-- Maestro. ¡Qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres chozas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.

Estaban asustados y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió y salió una voz de la nube:

-- Este es mi Hijo amado; escuchadlo.

De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús los mandó:

-- No contéis a nadie lo que habéis visto hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos.

Esto se les quedó grabado y discutían que querría decir aquello de resucitar de entre los muertos.
Palabra del Señor





A guisa de introducción:

Debo confesar con humildad que solo vine a tener un entendimiento claro del significado de la TRANSFIGURACIÓN hace pocos años…Y aun, cada vez que leo este pasaje en cualquiera de los 3 evangelios sinópticos, descubro cosas novedosas. Si, porque el asunto va mas allá de un resplandecimiento de Jesús, de una luz blanca encandiladora que se apodera del maestro y arroba la inteligencia de sus 3 discípulos que le acompañaron en su subida a la montaña: Pedro, Santiago y Juan.
  

Este misterio de la TRANSFIGURACIÓN, tiene muchos significados, es polisémico, rico en interpretaciones. Veamos al menos 3:


1.     El evento se presenta como un momento luminoso tanto para Jesús como para sus discípulos…Es un momento de consolación, de esperanza, DE UNA NUEVA MIRADA sobre la historia y los eventos… después del anuncio de la Pasión por parte del Maestro (la cruz se avista en el horizonte, ya que el rechazo por parte de los notables y poderosos, la incredulidad en el nuevo profeta se hacen cada vez más  evidentes…Los apóstoles no comprenden nada…Ahora sobre la montaña, les devela (o descubre) el misterio intimo de su persona…Por la transfiguración comprenden entonces que Él es el Hijo de Dios, y así con este aperitivo de la Pascua (o Resurrección)  les permite ver todo claro…



2.     El relato tiene como objetivo mostrar en el NT a Jesús como el profeta definitivo, después de Moisés y Elías que aparecen junto a Él, ellos simbolizan la Antigua Alianza (AT) de la Ley (Moisés) y los profetas (Elías). Jesús es la Palabra definitiva y única valedera de ahora en adelante, Él es el emisario, el mensajero, el Hijo de Dios que viene a proclamar la Buena Nueva para todos los hombres de todas las épocas venideras.


3.     Si bien es cierto que subir a la montaña (entrar en contacto con Dios), para orar es importante para renovar fuerzas, recibir consolación, seguridad y reafirmarse en el discipulado, también es cierto que es preciso descender, ver cara a cara las dificultades del mundo (encontrar al hermano) y ser militantes poniendo en practica lo que quiere Dios de cada uno y de acuerdo a su vocación…La ascética, la espiritualidad es benéfica pero esa oración ha de alimentar nuestra creatividad, nuestro coraje y esperanza para seguir trabajando por la construcción de la sociedad nueva, el mundo alternativo y casi utópico donde la justicia, el amor y la paz de Cristo sean reales y o evidentes.


En conclusión, un día u otro, vivimos experiencias de luz: un encuentro, un momento de oración, una prueba (o dificultad), una Palabra del Evangelio, la admiración o arrobamiento ante un paisaje…Todo ello, nos abre los ojos y nos permite ver la grandeza de Dios y la belleza de las personas que nos rodean. Dios llega a ser alguien que se hace cercano y que nos ama. Y los otros no son simples concurrentes o aparecidos, sino “prójimos” (próximos , cercanos) en humanidad.


Nuestra vida entonces TRANSFIGURADA toda, se abre a un mañana donde despunta un sol radiante…




Aproximación Socio-Política del Evangelio:



Marcos divide su evangelio en dos partes exactamente iguales.

La primera parte presenta a Jesús como el Mesías que se esperaba y esta termina por otro lado con el reconocimiento explicito de Pedro de este mesianismo del maestro: “Tu eres el Mesías” (8,29).


La segunda parte de su evangelio presenta a Jesús como el HIJO DEL HOMBRE que debe sufrir y pasar por la muerte.


La división o escisión de las dos partes es muy clara: “…Después Él comienza a enseñarles que era necesario que el Hijo del Hombre sufriera mucho…(8,31), y no muy lejos de aquí esta situado el episodio de la Transfiguración.


Todo el evangelio de Marcos se descubre entonces como la descripción de las dos experiencias de fondo de Jesús: su bautismo y su transfiguración, durante los cuales Él es tocado por la presencia de Dios y durante los cuales la Palabra de Dios se hace clara para Él. (En los dos casos, es por la misma citación del Profeta Isaias que la Palabra de Dios llega a Jesús: “He aquí mi servidor, en quien yo me complazco (Mi hijo Bien-Amado)…”

En el bautismo Jesús  descubre que Dios lo llama para comprometerse con Él en la línea del pasaje de Isaias citado mas arriba:  “Miren a mi servidor bien amado…; yo te he destinado para ser luz de las naciones, abrir los ojos a los ciegos, a liberar los prisioneros…” (Isaías 42,1-7).

La transfiguración  puede interpretarse como la época en que Jesús comprende que las cosas serán complicadas y cada vez más difíciles para Él, y cuando Jesús revive con la misma intensidad una experiencia análoga, y  se reafirma  más  decidido,  fiel en su compromiso.

En lenguaje cristiano, el equivalente de la transfiguración seria la CONFIRMACIÓN, que viene después del Bautismo, de manera ideal tiene un momento significativo en la evolución del creyente, para darle la seguridad de la presencia y del sostén de Dios en el corazón de las decisiones y u opciones a veces desgarradoras que él debe asumir.


Para Jesús, en todo caso, es el momento favorable para tomar “Un segundo aire”, para acoger mas profundamente dentro de Él a Dios que viene para sostenerlo en una fidelidad que se anuncia exigente.

En el momento que Jesús vive esta experiencia, los tres discípulos implicados, son conscientes de las diferentes dimensiones de esta experiencia: recuerdo de la primera opción, anticipación del sufrimiento, opción por una fidelidad nuevamente asumida en la continuidad de la fe?


Uno puede dudarlo. Pero lo esencial es que con el contexto y el repliegue, nosotros mismos tenemos acceso a este misterio de Jesús en su profundidad y su efecto de encauzamiento. Y entonces, la Palabra resuena para nosotros: “Miren lo que mi Hijo ha vivido. Adéntrense ustedes en su experiencia y asuman su vida como Él ha asumido la suya”.


Con Jesús, una luz nueva invade nuestro mundo. Por la fe, nuestra mirada no se detiene en las apariencias, sino que ella abraza el corazón de las personas y de los eventos. Nuestra misión no es acaso ser luz, hacer la luz alrededor de nosotros? Gracias a todos aquellos que escuchan y viven el evangelio, Jesús continua haciendo la Iglesia mas radiante y el mundo mucho más bello…




REFLEXIÓN:

Este es mi Hijo Amado! Escúchenlo!

La transfiguración sobre la montaña se sitúa en un momento crucial de la vida de Jesús. Durante  cierto tiempo la multitud había recibido su mensaje con entusiasmo, pero el Señor había llegado ha ser una amenaza para las autoridades locales que se pusieron a atacarle y a criticarle formándose una lucha encarnizada contra Él.  Entonces la multitud dejan de seguirle de manera gradual.  Jesús se dio cuenta que sus enemigos buscarían hacerle morir. El comparte sus miedos con sus discípulos y consagra la mas grande parte de su tiempo a prepararlos para que tomen su bandera y su proyecto. 


El texto nos dice que Jesús, se retira a la montaña para orar, tal y como lo hacia de modo habitual en cada momento importante de su vida. Pero esta vez se  lleva consigo a Pedro, a Santiago y a Juan. Son los mismos 3 que le acompañarán en el Jardín de Getsemaní, la víspera de su Pasión.


Poco tiempo antes, Pedro se había escandalizado por las Palabras de Jesús donde afirmaba que en Jerusalén seria arrestado, torturado y condenado a muerte. Él no comprendía nada más, porque eso se oponía a todas las ideas que él tenía sobre el “Mesías”


La transfiguración en la montaña ocurre entonces en un periodo de confusión y desaliento (o desánimo). Ella es entonces para los 3 apóstoles un momento de consolación. La transfiguración proyecta una luz nueva sobre el caminar de Cristo. El mensaje de este evento importante es el siguiente: “Mismo si   un día ustedes me ven desfigurado, golpeado, humillado, asesinado, sepan que yo soy siempre el Hijo Amado que da su vida por amor”.


Este evangelio ilumina la vida de Jesús, pero también aclara cada una de nuestras existencias en particular. Frente a las dificultades que encontramos todos los días, los momentos de contacto con Dios (la oración) pueden darnos el coraje necesario para descender de la montaña  y hacer frente (encarar) los problemas de la vida cotidiana.


Martin Luther King,  en medio de las amenazas de muerte recordaba este pasaje bíblico de la transfiguración  y escribiría  en su diario: « Yo he subido a la montaña  para orar y he podido entrever la tierra prometida…Este encuentro con Dios me ha permitido continuar mi lucha por la justicia”.


Y en verdad que es fácil “tener fe” cuando todo va bien en nuestra familia, en el trabajo, en nuestro país…Cuando la economía marcha en plenitud y cuando  nosotros tenemos buena salud. Y la confianza y la fe, es mucho mas difícil cuando atravesamos  un periodo de crisis, en la enfermedad,  cuanto todo parece incierto…

A veces es difícil ver la luz en el fondo del túnel.  Nosotros buscamos lo máximo de seguridad posible, multiplicamos nuestras pólizas de seguro pero la vida es siempre un riesgo y ningún seguro puede protegernos contra todas las eventualidades negativas. La enfermedad y la muerte son realidades cotidianas, lo mismo que las divisiones en nuestras familias, las separaciones y los divorcios, la violencia intrafamiliar, la vejez, la soledad…


Pedro muy bien  habría querido quedarse en la montaña, donde se sentía en paz y lejos de todos los problemas de la vida cotidiana: “Qué bueno es estar acá, hagamos tres tiendas…” Pero él ha debido descender al llano (al plan) y retomar dolorosamente el camino detrás de Jesús. Pero este momento de oración y de transfiguración le había vuelto a dar el coraje de continuar su camino.


Es importante para nosotros, los cristianos, entrar en contacto con Dios de manera regular, para enseguida seguir a Jesús a Jerusalén.


El Domingo de la transfiguración es un poco como un oasis en medio del desierto, un pozo en una región sin agua, una fuente de agua clara en la ruta de nuestra peregrinación hacia la vida plena y total. En esos momentos de encuentro con Dios, el Señor nos da seguridad y nos recuerda que somos siempre los Hijos e Hijas bien amados de nuestro Padre del Cielo.




Otro comentario acá muy inclusive, aterrizado y ameno para tener en cuenta :









ORACIÓN-CONTEMPLACIòN



Señor Jesús, como Pedro y los discípulos,

a veces nosotros no comprendemos  los planes de Dios Padre

quien quiere salvar a todos los humanos por tu muerte en la cruz.

Nosotros con frecuencia nos sentimos acongojados y desconcertados por el sufrimiento, el de nuestro prójimo, tanto por las personas inocentes y por el nuestro.

Amilanados por las tinieblas de nuestro mundo,

tenemos la impresión que nada se comprende.

En la montaña de la transfiguración,

Tú has dejado entrever, un poco como un rayo,

 la belleza divina de tu rostro.

El mismo Dios nos ha enseñado el secreto de tu persona:

Tú eres su Hijo Bien-Amado, mismo en (y a pesar de)  el sufrimiento.

Ayúdanos Señor Jesús, a escucharte siempre,

a caminar sobre tus huellas y a donar nuestra vida.

Contigo todo se ilumina, se hace claro y la Pascua despunta en el Horizonte.




Traducción del francés:


de Normand Provencher


BIBLIOGRAFÍA:

Para las lecturas:


HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus. fides. 1978 .





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Gustavo Quiceno