lunes, 11 de abril de 2011

Celebrando un año màs de vida: la espontaneidad de un poema


Aun camino con pasos largos,
Y me maravillo de lo que contemplo;
La vitalidad interna aun me habita;
Si hay un Dios dentro de mi cuerpo.

La ilusión hace ver todo bello;
Nunca deseo dejar de contar y cantar;
Cada día es una página de amor,
En esta historia de mi vida sin par.

El amor es el motor de mi vida,
La compasión de Jesús es mi bandera;
Cuando la existencia no tiene sentido
Ella es solo una pobre quimera.

Es inevitable no pensar en mi madre,
En todo lo que ella me transmitió
Con su gesto adusto, su mano tierna
Y su fuerte voz me mostro a Dios.

Y qué decir de mi padre tan callado,
Pero tan honesto y trabajador,
Con sus silencios y sus ejemplos
Siempre me dijo la honradez es mejor.

El abuelo Tomas hace poco partió;
Cuanto aprendí de él Dios mío;
Mi  gran padre contador de cuentos
Espantador de toda tristeza y del hastío.

Y a mi familia y mis amigos gracias
Por hacerme sentir deudor de la ternura,
Perdónenme mis silencios mis ausencias
Sin ustedes hoy mi vida no tendría contextura.

Y a ustedes que me rinden homenaje hoy
Amigos míos Dios los bendiga y los proteja,
Porque es con el calor de su afecto, su amor y detalles
Que el alma se vuelve aneja pero no más vieja…

En mis 42 años,
En la distancia todo mi cariño, reciban mi bendición
Que ante todo es la Bendición de Nuestro Padre
Tierno y Misericordioso del cielo,
A Él le digo nuevamente gracias por todas sus bondades…