lunes, 2 de abril de 2012

3 de abril del 2012: Martes Santo



Reflexión cuaresmal ecológica: 6ª parte CELEBRACION:De las tinieblas de la muerte a la nueva vida (Resurrección) 


Lectura del profeta Amos 9, 13-15: Una completa restauración

“Ya se acerca el momento-dice Yahvé- en que el que quien labora alcanzará al segador, y el que vendimia alcanzará al sembrador (…) ellos construyen sus ciudades en ruinas para morar en ellas; plantan sus viñas para beber su vino(…) ellos no serán más arrancados de su tierra, la que yo les he donado- dice el Señor, tu Dios”.



Una terrible hambruna es el gran flagelo del Cuerno del África desde hace varios años y afecta más de 12 millones de personas en Somalia, Kenia y Etiopia. Las causas son numerosas:

conflictos armados,
especulaciones que provocan el grave aumento en el precio de alimentos y cereales,
insuficiencia en las reservas de los stocks alimentarios, y
sobre todo la peor sequìa de los últimos 60 años  que ha causado cosechas cada vez menos abundantes y por tanto insuficientes para la población,  y la muerte del ganado. Se necesitará mucho tiempo para que la situación se restablezca.

Sin embargo, la buena noticia es que varias agencias internacionales se han movilizado para ayudar a estas poblaciones hambrientas; se trata netamente de numerosas Iglesias por intermedio de la agencia ACT (Action of Churches Together) Acción de la unión (o Conjunto) de Iglesias, del Consejo Ecuménico de las Iglesias (COE).

Personas provenientes de todas las creencias religiosas, están convencidas que Dios realizara la completa restauración que ha prometido.

Dios Creador, enséñanos el sentido de la justicia!

2 de abril del 2012: Lunes Santo



Hacia una conversión ecológica:
Sexta semana o parte de CELEBRACION: De las tinieblas de la muerte a la vida nueva


Lectura del libro del Profeta Isaías 65,17: Una nueva era

Pues Yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva y el pasado no se volverá a recordar más ni vendrá más a la memoria.



No faltan la proposición de soluciones para cambiar las cosas:
educar y concientizar,
adoptar leyes y reglamentos respetuosos hacia el medio ambiente,
desarrollar una teología de solidaridad,
invertir en fondos equitativos,
reformular rituales o hábitos a veces contradictorios, etc.

Algunos preconizan que seria acertado
disminuir nuestras emisiones de C02 por la instauración de una taza (o impuesto) sobre el Carbono para reducir los embalajes superfluos,
conducir o manejar carro responsablemente, haciendo asumir el precio real de las emisiones de gas a efecto invernadero de los vehículos a sus propietarios,
mejorar el régimen de impuestos y rentas sobre la explotación de los recursos naturales.

 Pero, si estas medidas se quedan solo a nivel externo y o ajeno a nosotros, qué cambiará? No arriesgamos a convertirnos en cínicos, resignados?

Para crear una tierra nueva y un cielo nuevo no es acaso necesario abordar estos cambios necesarios de nuestros hábitos de vida como el “desarrollo viable”  o como por ejemplo las medidas de “austeridad feliz”, según la buena palabra de Pierre Dansereau, el “padre” de la ecología quebequense, fallecido el otoño pasado?

Dios Creador, enséñanos el sentido de la justicia!