lunes, 12 de abril de 2010

LOS ADOLESCENTES NO SON UN DOLOR DE CABEZA


Tenemos hoy  muchos "dolores de cabeza":

Entendiéndose esta expresión como la alusión a problemas, dificultades, embrollos, que se nos salen de las manos, nos abruman, confunden y nos hace ver o creer que no hay salida, liberación, solución...
No sé cual sean "los dolores de cabeza particulares" suyos, comprendida esta expresión, pero yo sacaría nuestros hijos adolescentes y su proceso, sus vivencias, dificultades de esa lista...Porque ellos no son “dolores de cabeza” , más bien constituyen una alerta, un dolor (algo que se adolece) y lo cual necesita atención...
Y los adolescentes,  habría que aclarar, no todos actúan o hacen lo que hacen para "llamar simplemente la atención"...

Hace años leía una frase en la revista de selecciones del Reader digest:

“Los adolescentes se inventaron (o están ahí) precisamente para que sus padres no pierdan tanto tiempo ante el teléfono”.
Por hoy habría que sumarle más cosas al teléfono:
El trabajo absorbente y alienador,  por ejemplo,  los negocios, el internet, los hobbies, gustos o entretenimientos personales, aficiones  o dependencias nocivas etc.
No es fácil tratar con ellos, educarlos,  asumirlos y por ende  entenderlos, comprenderlos.
Diariamente los medios de comunicación presentan noticias en los diferentes países de adolescentes relacionados en casos criminales (sin hablar de suicidio) de robo, violencia, vicios como el alcohol, el sexo desaforado o mal comprendido…Qué está pasando?
Como sacerdote, son varias las personas que de mi familia misma, amigos, parroquianos en diversas partes del mundo me hablan con angustia, preocupación de sus hijos que atraviesan la adolescencia , de lo que hacen o dejan de hacer.

Por eso he querido compartirles diversas notas extraídas de diferentes fuentes  y autores de internet que les ayudará, les dará pistas  posiblemente  para enfrentar ese reto , esa preocupación de la cual hay que “ocuparse”  que constituyen nuestros adolescentes y esta hermosa etapa de la vida que necesita tanta luz y orientación…Pues ellos, no son a la final, repito, “dolor de cabeza”.
Un profesor para INVITARNOS a superar las  angustias,  y dificultades que mayoritariamente existen solo en nuestras cabezas nos solía decir:
“No se preocupe, ocúpese!
Y yo diría entonces que no nos sigamos preocupándonos por nuestros adolescentes y sus comportamientos…OCUPEMONOS DE ELLOS Y SUS SOMBRAS, Y SUS LUCES.






La adolescencia

Etimología:


Nota sobre la etimología de la palabra "adolescencia"

Es muy frecuente encontrarse hoy , sobre todo en ámbitos educativos, con una concepción acerca del significado de las palabras "adolescencia" y "adolescente" relacionada con una supuesta etimología que los mismos diccionarios se encargan de señalar con cierta ambiguedad y hasta con inexactitudes. Se hace derivar estos términos del verbo castellano "adolecer" que a su vez vendría del verbo latino adolescere que según los diccionarios significa: "..padecer alguna dolencia habitual; caer enfermo; fig. Tener o estar sujeto a vicios, pasiones o afectos, o tener malas cualidades, causar enfermedad o dolencia". Sin explicar porqué, estas definiciones aparecen en los diccionarios confusamente entre el significado anteriormente señalado y el de "crecer". Es exacto que exista en latín el verbo "doleo", emparentado probablemente con el griego "deleo" = herir, dañar y cuyo significado sería el de "doler, sentir dolor" y el incoativo "dolesco" = afligirse, apesadumbrarse. Pero de ninguna manera este verbo forma un compuesto con la partícula "ad" para significar "adolecer, sufrir" y menos para derivar en "adolescencia" Este fenómeno de manipulación lingüística se denomina "sustracción etimológica". La deriva etimológica se ha dado históricamente a través del verbo castellano "adolecer" que ha venido a significar, carecer, faltar algo y que se lo hace derivar de dolesco = afligir, dolerse, caer enfermo. Entre los romanos la adolescentia no era una edad donde se "adolecía de algo" o se sufriera. En latín la palabra adolescentia, proviene del verbo adolesco, que no deriva de ad y doleo, sino de ad y oleo y su incoativo olesco. Este verbo expresa la idea de "el crepitar de los fuegos sagrados; los que llevan y transmiten el fuego; el crecer, desarrollarse, desenvolverse la razón, el ardor" Además de esta temática etimológica es importante notar la implicación ideológica y pedagógica que esta sustracción tiene. Se desliza de un plus como es el significado que le daban los romanos ("el que porta el fuego de la vida nueva") hacia un minus ("el que adolece, el que carece, el que le falta, tiene defectos o sufre") Esta deriva no es casual en sociedades donde se apunta a generar minusvalías (la mujer, las minorías raciales, étnicas, la marginación adolescente, etc.) Pedagógicamente hablando se generan dos concepciones antagónicas de la educación: una centrada en la supuesta "carencia del adolescente", con el consecuente despliegue de estrategias tendientes a "llenar, cubrir, suplantar, etc.", este vacío y otra centrada en el concepto (apoyado en la etimología) de "potencial, de crecimiento, de desarrollo hacia, de capacidad para ser desarrollada, etc." de la cual derivaría toda una estrategia pedagógica que pone énfasis en que el adolescente "alcance logros adultos" y no en "esperar que se le pase la enfermedad de la adolescencia para entrar al mundo del adulto". Françoise Dolto lo ha expresado así : "La adolescencia es además un movimiento pleno de fuerza, de promesas de vida, de expansión. Esta fuerza es muy importante, es la energía de la mencionada transformación. Como los brotes que salen de la tierra, uno tiene necesidad de "salir". Tal vez por eso la palabra salir es tan importante. Salir es abandonar el viejo cascarón que se ha tornado un poco asfixiante, es a la vez tener una relación amorosa. Es la palabra clave que traduce bien el gran movimiento que nos sacude" ("Palabras para adolescentes") Este también es el sentido profundo que las culturas coya, quechua y aymará le dan al joven cuando recién nace: se entierra la placenta y se guarda el cordón umbilical en el fogón de la vivienda para pedirle a la Pacha y a los Achachilas, los antepasados que esta sangre nueva portadora de la sangre vieja permanezca manteniendo este fuego, esta cultura viva.

(Nota extraída del libro “Etimologías” del Lic. Rodolfo Valentini)




Definicion de WIKIPEDIA:

La adolescencia es un continuo crecimiento de la existencia de los jóvenes, en donde se realiza la transición entre el infante o niño de edad escolar y el adulto. Esta transición de cuerpo y mente, proviene no solamente de sí mismo, sino que se conjuga con su entorno, el cual es trascendental para que los grandes cambios psicológicos que se produce en el individuo lo hagan llegar a la edad adulta. La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social, por lo tanto sus límites no se asocian solamente a características físicas.
A diferencia de la pubertad, que comienza a una edad determinada a los doce o trece debido a cambios hormonales, laadolescencia puede variar mucho en edad y en duración en cada individuo pues está relacionada no solamente con la maduración de la psiquis del individuo sino que depende de factores psico-sociales más amplios y complejos, originados principalmente en el seno familiar.[cita requerida]
Muchas culturas difieren en cuál es la edad en la que las personas llegan a ser adultas. En diversas regiones, el paso de la adolescencia a la edad adulta va unido a ceremonias y/o fiestas, como por ejemplo en el judaísmo el Benei Mitzvácelebrado a los doce años. Aunque no existe un consenso sobre en que edad termina la adolescencia, algunos psicólogoscomo Erik Erikson consideran que la adolescencia abarca de entre los doce o trece años hasta los veinte o veintiún años.1Según Erickson este período de los 13 a los 21 años es la búsqueda de la identidad y define al individuo para toda su vida adulta, quedando plenamente consolidada la personalidad a partir de los 21 años.2 Ya que el término de la adolescencia depende de la madurez psicológica la edad exacta en que termina no es homogénea y dependerá de cada individuo.

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Concepto

La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que una de cada cinco personas en el mundo es adolescente, 85% de ellos viven en países pobres o de ingresos medios y alrededor de 1.7 millones de ellos mueren al año.3 La OMS define la adolescencia como la etapa que va entre los 11 y 19 años, considerándose dos fases, la adolescencia temprana 12 a 14 años y la adolescencia tardía 15 a 19 años.4 Sin embargo la condición de juventud no es uniforme y varía de acuerdo al grupo social que se considere

Males adolescentes

EDUARDO JORDÁ | ACTUALIZADO 07.04.2010 - 01:00

LOS adolescentes de hace cincuenta años no eran muy distintos de los de ahora. No es cierto que se haya producido una especie de mutación moral. Cualquier adolescente es caprichoso y narcisista. Cualquiera se cree el centro del mundo. Y cualquiera se cree con derecho a hacer lo que quiera, sin límites ni imposiciones. Si no fuera así, no sería un adolescente, sino un borreguito.

Lo que pasa es que un adolescente actual ha recibido una educación muy distinta. Ya no hay presión social por parte de padres, maestros, vecinos, tíos y abuelos. Ya no hay una vigilancia más o menos constante ni el temor a hacer algo que pueda ser castigado. Ya no hay una responsabilidad prematura que cumplir: trabajar para ayudar a la familia, o estudiar para alcanzar una vida mejor. Y sobre todo el adolescente actual cuenta con la influencia constante que recibe a través de la televisión e internet. Esa influencia es casi siempre de carácter sexual -¡ah, la webcam!-, pero va mucho más allá, porque también determina la actitud que se debe tomar ante la vida. Y ahí aparecen la obsesión por la moda, la fama y el éxito. Y ahí está la clave de todo. Basta fijarse en las poses de chulería patológica con que los adolescentes se fotografían en Tuenti o en Facebook. Muchas chicas de trece años parecen putones de un local de carretera. Y muchos chicos parecen actores porno en una despedida de solteras. Y repito que ahí está la gran diferencia.

Esa hipersexualización de todos los aspectos de la vida, sin que los adolescentes tengan preparación ni experiencia real, es un hecho muy difícil de asimilar. ¿Están capacitados para creerse que la vida es así? ¿Está su mente madura para todos esos alardes de precocidad sexual? ¿Y tienen las referencias morales suficientes para desenvolverse en ese mundo? Me atrevo a decir que no, o sólo en unos pocos casos. La mayoría de los padres de esos adolescentes trabajan largas horas fuera de casa y no están dispuestos a dejarse la piel conversando con sus hijos y comentando lo que hacen y controlando lo que ven.

Por eso es muy ingenuo que los psicólogos se sorprendan de la frialdad y de la ausencia de culpa en muchos de los adolescentes y jóvenes que protagonizan algunos hechos muy graves (y lo mismo da que sean atropellos con víctimas mortales o asesinatos a sangre fría). Es normal que sea así. Esos adolescentes se han criado pegados a la tele y al ordenador, en pisos estrechos, sin apenas amigos y a menudo solos, hablando por el móvil durante horas o enganchados a los chats donde se enamoran y se pelean y lloran y ríen y viven las múltiples vidas ilusorias que no pueden llevar a cabo en la vida real. Así que no hay nada raro ni nada patológico en todo lo que ocurre. Es normal que sea así.

Factores de riesgo en adolescentes
Tipos de factoresConducta
Alteraciones en el desarrollo puberalMenarquia precozdiscapacitación o retardo mental.
Desatención y otros problemas en la relación familiarFugas frecuentes o deserción del hogar, desempleo del jefe del hogar mayor a 6 meses.
Trastornos de la conducta alimentariaMalnutriciónhipertensión arterialarterosclerosisdiabetesenfermedades crónicas, como el cáncertuberculosis, etc.6
Riesgos intelectualesAnalfabetismo, bajo rendimiento y/o deserción escolar, crisis de autoridad, tiempo libre mal utilizado, segregación grupal
Factores biológicosTabaquismoalcoholismo y otras drogas; uso de automóviles
Riesgos sexualesembarazos,7 infertilidad.
Factores socialesAislamiento, depresión, gestos suicidas, conductas delictivas y/o agresivasnomadismo.
IndependenciaLucha por identidad, humor cambiante, mejora su habilidad para el lenguaje y expresión, quejas de interferencias con independencia.8
OtrosEmpleo de recursos para evitar la realidad: ritoscomunas, pseudo-religiones.


Cómo criar a los niños para que se opongan a la violencia: lo que usted puede hacer

Casi todos los días las noticias cuentan historias sobre niños que cometen actos de violencia, a menudo contra otros niños.
Las investigaciones indican que la conducta violenta o agresiva suele aprenderse a una edad temprana. Sin embargo, los padres, familiares y otras personas que cuidan niños pueden ayudarles a aprender cómo enfrentar sus emociones sin usar la violencia. Los padres y otras personas pueden también tomar medidas para reducir o minimizar la violencia.

Sugerencias para tratar con los niños

Los padres desempeñan un papel valioso para reducir la violencia al criar sus hijos en hogares seguros y llenos de afecto. Aquí presentamos algunas sugerencias que pueden resultar útiles. Es posible que no pueda seguir cada una exactamente, pero hacer todo lo que esté a su alcance supondrá una gran diferencia en las vidas de sus hijos.

Brinde a sus hijos amor y atención constantes

Cada niño necesita una relación fuerte y afectuosa con un padre u otro adulto para sentirse seguro y desarrollar un sentido de confianza. Hay menos probabilidad de que se desarrollen problemas de conducta y delincuencia en niños cuyos padres participan en sus vidas, en especial a una corta edad.
No es fácil demostrarle amor a un niño todo el tiempo. Puede resultar incluso más difícil si usted es joven, no tiene experiencia, su familia es monoparental, o si su hijo está enfermo o tiene necesidades especiales. Si su bebé parece sumamente difícil de cuidar y consolar, analice esto con su pediatra, con otro médico, un psicólogo o un proveedor de salud mental, quienes pueden darle consejos y recomendarle clases para padres en su localidad que enseñan formas positivas de lidiar con las dificultades en la crianza de los hijos.

Asegúrese de que sus hijos sean supervisados

Los niños dependen de sus padres y familiares para recibir aliento, protección y apoyo a medida que aprenden a pensar por sí mismos. Sin la supervisión adecuada, los niños no reciben la orientación que necesitan. Los estudios indican que los niños sin supervisión suelen tener problemas de conducta.
Insista en saber dónde están sus hijos en todo momento y quiénes son sus amigos. Cuando no pueda vigilar a sus hijos, pídale a una persona de confianza que los vigile por usted. Nunca deje a niños solos en la casa, aunque sea un breve período.

Anime a los niños en edad escolar y mayores a participar en actividades extracurriculares supervisadas como equipos deportivos, programas de tutoría o recreación organizada. Inscríbalos en programas comunitarios locales, en especial aquellos dirigidos por adultos cuyos valores usted respeta.

Video (clickea el play)  y  letra  de la hermosa canción de Jose Luis Perales ,  para dedicar a nuestros adolescentes :


YO TAMBIÉN TUVE 15 AÑOS


Escúchame

yo también tuve quince años

escúchame
se me escaparon de las manos

y ya lo ves

estoy rozando los cuarenta
Pero he buscado unos minutos

para ti
Puedes decir que no

que tus problemas no me importan,
pero no es verdad

yo fui también así

rebelde como tú

Tienes un presente, vívelo,
Eres el futuro y creo en ti
Eres la respuesta y la consecuencia

del amor
Tienes el fuego,

cuídate de él, cuídate

Tienes unas manos que llenar,
Tienes un espacio que cubrir
Tienes mil preguntas

la respuesta vive solo en ti
Tienes un sueño, acarícialo

ve tras él.

Escúchame

yo también tuve quince años
Se me escaparon tanto sueños

y ya lo ves
Tu estás a tiempo de intentarlo
Hay tantas cosas que despiertan

para ti
Puedes decir que no

que en el esfuerzo no hay futuro
Pero no es verdad

yo fui también así

rebelde como tú

Tienes tantas cosas que aprender
tienes mil estrellas sobre ti
abre la ventana hoy la luna brilla para ti
debes creerme
dime que es verdad, dímelo

Tienes un presente, vívelo,
Eres el futuro y creo en ti
Eres la respuesta
y la consecuencia del amor
Tienes el fuego
cuídate de él, cuídate



Acompañe a sus hijos a actividades de juego supervisadas y observe cómo se llevan con los demás. Enséñeles a sus hijos cómo responder adecuadamente cuando otros recurren a insultos o amenazas o lidian con el enojo dando golpes. Explíqueles que esas no son conductas adecuadas y anímelos a mantenerse alejados de los niños que se comportan así.

Muestre a sus hijos conductas adecuadas con su ejemplo

Los niños suelen aprender siguiendo un ejemplo. La conducta, valores y actitudes de los padres y hermanos tienen una gran influencia en los niños. Los valores de respeto, honestidad y orgullo de su familia y las tradiciones pueden ser fuentes importantes de fortaleza para los niños, en especial si se enfrentan con presiones negativas de otros niños de su edad, viven en una zona violenta o asisten a una escuela en una zona peligrosa.

La mayoría de los niños actúan agresivamente a veces y pueden golpear a otra persona. Sea firme con sus hijos con respecto a los posibles peligros que implica una conducta violenta. Recuerde también elogiar a sus hijos cuando resuelvan problemas en forma constructiva y sin recurrir a la violencia. Es más probable que los niños repitan las buenas conductas cuando son recompensados con atención y elogios.
Los padres alientan a veces conductas agresivas sin saberlo. Por ejemplo, algunos padres piensan que es bueno para un niño aprender a pelear. Enséñeles a sus hijos que es mejor solucionar las riñas hablando con calma, y no con puñetazos, amenazas o armas. Y más importante aún, no les pegue a sus hijos.

Sea consecuente con las reglas y disciplina

Cuando establezca una regla, aténgase a ella. Los niños necesitan una estructura con expectativas claras para su conducta. Establecer reglas y luego no hacerlas cumplir resulta confuso, esto puede suscitar que los niños se salgan con la suya.
Para establecer las reglas, los padres deben hacer participar a los niños siempre que sea posible. Explíqueles qué espera y cuáles son las consecuencias de no seguir las reglas. Esto los ayudará a aprender a comportarse de un modo que sea beneficioso para ellos y para quienes los rodean.

Mantenga la violencia lejos de su hogar

La violencia en el hogar puede causar miedo y ser dañina para los niños. Los niños necesitan un hogar seguro y lleno de afecto donde no tengan que crecer con miedo. Un niño que ha visto violencia en su hogar no siempre se vuelve violento, pero hay más probabilidad de que trate de resolver los conflictos a través de la violencia.
Procure que su hogar sea un lugar seguro y no violento, y siempre desanime el comportamiento violento entre hermanos. Tenga en cuenta también que las discusiones hostiles y agresivas entre los padres asustan a los niños y les dan un mal ejemplo.
Si hay situaciones de abuso o lesión física o verbal entre personas en su hogar, obtenga ayuda de un psicólogo u otro tipo de proveedor de salud mental. Este profesional lo ayudará a usted y a su familia a entender por qué se produce la violencia doméstica y cómo detenerla.

Procure que sus hijos no vean demasiada violencia en los medios de comunicación
Un informe publicado a comienzos de este mes confirmó nuevamente que ver demasiada violencia en televisión, en las películas y en los videojuegos puede tener un efecto negativo en los niños. Usted como padre, puede controlar la cantidad de violencia que sus hijos ven en los medios de comunicación. Estas son algunas ideas:

Limite el tiempo de ver televisión de 1 a 2 horas por día. 
Asegúrese de saber qué programas de televisión miran sus hijos, qué películas ven y a qué tipos de videojuegos juegan.Hable con sus hijos sobre la violencia que ven en los programas de televisión, en las películas y en los videojuegos.Ayúdelos a entender cuán doloroso sería en la vida real y las graves consecuencias de las conductas violentas.Analice con ellos maneras de resolver problemas sin recurrir a la violencia.

Ayude a sus hijos a oponerse a la violencia
Enséñeles a responder con palabras firmes pero manteniendo la calma cuando otros insultan, amenazan o golpean a otra persona. Ayúdelos a entender que se necesita más coraje y liderazgo para oponerse a la violencia que para secundarla.

Ayude a sus hijos a aceptar y llevarse bien con otras personas de diversas razas y origen étnico. Enséñeles que criticar a las personas porque son diferentes es algo hiriente y que insultar es inaceptable. Asegúrese de que entiendan que usar palabras para comenzar o alentar la violencia, o aceptar silenciosamente una conducta violenta, es dañino. Advierta a sus hijos que las amenazas y los actos de intimidación pueden derivar en violencia.

Este material se extrajo de un folleto preparado mediante un proyecto de colaboración entre la Asociación Americana de Psicología y la Academia Americana de Pediatría. Pueden solicitarse copias del texto completo dirigiéndose a American Academy, Division of Publications, 141 Northwest Point Blvd, PO Box 927, Elk Grove Village, IL 60009-0927.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS