Erasmo de Rotterdam
(Holanda, 1466/1469-1536)
Escritor, erudito y humanista holandés, principal intérprete de las corrientes intelectuales del renacimiento en el norte de Europa. Nació entre el 26 y 28 de octubre, probablemente entre 1466 y 1469, en Rotterdam, hijo ilegítimo de un sacerdote, Roger Gerard, y de la hija de un médico.
No sé por qué, desde que escuché
por primera vez, el nombre de ERASMO y “elogio
a la locura” se quedaron para siempre en mi mente como un dato quizás en un
principio vago, o mecánico, es decir un solo algo memorizado como escueta
respuesta a una pregunta de cultura general…
Pero algo debió contarnos el profesor de filosofía y de historia de la pedagogía, Don Jorge Octavio López en el transcurso de una de su cátedra, quizás, en el salón de clase o al exterior a la entrada de la Normal, donde había un prado sobre el cual nos sentábamos mientras él nos contaba la filosofía con su modulación de voz a ratos rutinario y en veces con apuntes en ocasiones arrobadores …Era el año 1986, cuando cursaba 5º de bachillerato, llamado ya para esta época 10º grado.
Con el nombre de Erasmo volvería a
encontrarme dos años después en la formación filosófica del seminario. Pero como era de comprenderse, de él nos
hablaron poco (por el veto que la
Iglesia le impuso a su obra y pensamiento en su época) y más bien conocimos
ampliamente sobre el utópico Tomas Moro
(su amigo) y otros contemporáneos suyos.
Hoy por hoy he logrado descifrar el
porqué de la fascinación que ejerce
sobre mí y muchos espíritus Erasmo de Rotterdam, primero porque fue un humanista,
un hombre que busco con sinceridad la verdad, fue inconforme y rebelde frente a
las instituciones de su tiempo, mismo la Iglesia en la cual fue ordenado en un
principio sacerdote (sin vocación).
Es de destacar también su espíritu curioso,
su amor por la filología, el latín y las traducciones de la Biblia, y de todo
texto que consideraba podría dar más alas de libertad y felicidad a la generación
de su época.
Erasmo retradujo o corrigió la
misma Vulgata de San Jerónimo, traducción de las sagradas escrituras, reconocida oficialmente por la Iglesia…Nuestro
hombre fue tan osado que llegó a decir que había varias incongruencias, es
decir, que había partes que fueron mal traducidas por el santo de Jerusalén.
Se valió de la sátira y del sarcasmo para
poner al desnudo la decadencia moral del mundo de su tiempo, y, especialmente,
de la Iglesia. Condenó las indulgencias y toda la práctica de devoción formal
tan decisivamente como lo hizo, más tarde, Lutero. Contra las obras meritorias,
la religiosidad formalista y las reglas monásticas está, según Erasmo, la
verdadera religiosidad, que es fe y caridad, conforme a las enseñanzas de los
Evangelios.
Erasmo como se dice en el
documental que les dejo abajo, navegó entre dos aguas: las del catolicismo y las de la reforma protestante
a la que le diera alas con sus ideas…Es decir, Erasmo alimentó e inspiró a
Lutero quien dará el salto definitivo hacia el cisma.
Por ello recibirá ataques de la
Iglesia Católica, quien lo acusará de su complot y su influencia negativa para que
naciera el protestantismo y por su parte Lutero y sus seguidores le acosarán y vilipendiarán
por no unírseles y constituir una fuerza decisiva e influencia para su naciente
iglesia…
Cierto el caso es que Erasmo no apoyó con fervor los postulados o prescripciones de ninguna, aunque es necesario decir que permaneció
siempre en el seno católico, aunque no estuviera de acuerdo con las
exageraciones y o pretensiones de la jerarquía… prefirió permanecer fiel a sus
ideas y pensamiento y siempre abogó más bien por un retorno a la ética cristiana
de los primeros siglos…Y por ende en ninguno de los 2 bandos vió que esta se concretara.
Erasmo es para nosotros hoy un
paradigma de libertad, independencia y sinceridad interior, indudablemente uno
de los más grandes humanistas que ha dado la historia.
Lo que cultivó y acrecentó su
apertura de espíritu, fue sus numerosos
viajes y encuentros con personajes y ambientes que promulgaban la tolerancia y
el respeto por la libertad humana…
Fue el más grande humanista del Renacimiento y sin duda el escritor más
elegante y agudo de su tiempo. Hombre esencialmente de letras, su doctrina dio
origen al movimiento erasmista. Abierta su mente a todas las cuestiones y
erudito ingenioso, Erasmo es un
precursor del espíritu moderno. Su ideal fue únicamente ético: reforma gradual
y pacífica de la Iglesia y la sociedad civil, hasta conseguir una sociedad
humanizada, donde el hombre pudiera desarrollarse al máximo.
Entre
sus obras escritas en latín destacan: Adagios (1500); Elogio de la locura
(1511), dedicada a su amigo Tomás Moro; Manual del caballero cristiano (1502);
Doctrina del príncipe cristiano (1516), que escribió para Carlos V; Coloquios
(1518); El ciceroniano (1527) y Sobre la pureza de la iglesia cristiana (1536).
Rotterdam,
Erasmo de
Nacionalidad:
Holanda
1469 - 1536
Humanista
Escritor en
lengua latina, cursó primero estudios en Deventer y posteriormente en el
colegio de Montaigu, en París (1495). Tomados los hábitos menores, viajó a
Oxford (1498) y regresó a Francia, donde publicó sus "proverbios" o
"Adagios" (1500) y el "Enchiridion militis christiani"
(1504), traducido al castellano por el Arcediano del Alcor. Marcha a Bolonia en
1506, viajando por Italia y residiendo en Roma durante un año. De nuevo en
Londres, fue recibido por Tomás Moro en 1509, escribiendo aquí el "Elogio
de la locura" (1509-1511).
Aunque tuvo
relación con las principales figuras de su tiempo, como los papas Julio II y
Clemente VII o el reformador Lutero, su espíritu libre y crítico le ocasionó la
enemistad tanto de católicos como protestantes. Contra estos, refutó la teoría
que defendía el libre albedrío del ser humano, escribiendo ""De
libero arbitrio diatribe sive collatio" (1524). Una obra anterior, sus
"Colloquia familiaria", fue en parte censurada por la Curia romana a
través de la Sorbona. Muy criticado dentro de la Iglesia romana, criticó la
Reforma y la misma corriente humanística que él mismo representaba para no ser
excomulgado. Sus ideas influyeron en España a través de una minoría selecta,
entre la que se contaban los Valdés, J. de Vergara, el Arcediano del Alcor o A.
de Virués. Contra el erasmismo se convocó en 1527 la Junta de Valladolid, sin
que llegara a ningún acuerdo a causa de su disolución por miedo a la peste. El
papa Paulo IV prohibió en 1559 la difusión de la obra erasmista.
Erasmo de Rotterdam
(Holanda, 1466/1469-1536)
Escritor, erudito y humanista holandés, principal intérprete de las
corrientes intelectuales del renacimiento en el norte de Europa. Nació el 26 o
27 de octubre, probablemente de 1466, en Rotterdam, hijo ilegítimo de un
sacerdote, Roger Gerard, y de la hija de un médico. Asistió a severos colegios
monásticos en Deventer y Hertogenbosch y, después de la muerte de su padre, se
hizo agustino en Steyn. En 1492 se ordenó sacerdote y trabajó para el obispo de
Cambray, estudiando las filosofías escolástica y griega en la Universidad de
París. Disgustado por la vida sacerdotal, buscó un empleo secular, y más tarde
recibió la dispensa papal para vivir y vestir como erudito laico. Desde 1499
viajó incansablemente de ciudad en ciudad trabajando como profesor y conferenciante,
escribiendo constantemente e investigando manuscritos antiguos. Mantuvo una
voluminosa correspondencia -se conservan más de mil quinientas cartas- con
importantes personajes de la época. A lo largo de cuatro viajes a Inglaterra
trabó amistad con eruditos de la nueva enseñanza humanista como John Colet,
fundador del colegio Saint Paul de Londres, Thomas Linacre, fundador de la Real
Universidad de Medicina, Tomás Moro, escritor y Lord Canciller de Inglaterra, y
William Grocyn, profesor de griego en Oxford. Él mismo enseñó griego en
Cambridge, con lo que contribuyó al establecimiento del humanismo en
Inglaterra, y en especial, al desarrollo de los estudios clásicos en la
enseñanza cristiana. Mientras estuvo en Italia se doctoró por la Universidad de
Turín y se hizo amigo del editor veneciano Aldo Manuzio. En la ciudad suiza de
Basilea fue amigo y redactor del editor Johann Froben y en esta misma ciudad
murió el 12 de julio de 1536.
La obra de Erasmo pone de manifiesto su
enorme erudición y elegante estilo latino, que amenizaba con paciencia e
ingenio. Adagios (1500, ampliados en 1508), una recopilación de proverbios
latinos, estableció su reputación como erudito. La mayor parte de sus primeras
obras atacan las prácticas corruptas de la Iglesia y el escolasticismo
racionalista fomentado por los clérigos. En Manual del caballero cristiano
(1503) y su famosa sátira Elogio de la locura (Encomion moriae seu laus
stultitiae, 1511), que dedicó a Moro, aboga por una vuelta a la primitiva ética
cristiana. Aunque su obra más trascendente fue la traducción al griego del
Nuevo Testamento (1516), basado en manuscritos nuevos, con notas críticas y
acompañada de una nueva traducción latina, que demostraba lo poco rigurosa que
era la Vulgata latina. Por estas obras, que influyeron a los reformadores
religiosos de la época, se le llama padre de la reforma. Erasmo expuso sus
opiniones progresistas acerca de la educación en Sobre el método del estudio
(1511) y La enseñanza firme pero amable de los niños (1529). Sostenía que el
latín elemental y el cristianismo básico han de enseñarse en el hogar antes de
empezar el bachillerato formal a los siete años. El latín también debía
enseñarse primero de manera coloquial y después a través de la gramática, un
método similar a las técnicas actuales de enseñanza.
También es avanzada su
defensa de la educación física, su crítica a la disciplina severa y su
insistencia en despertar el interés de los alumnos. En 1517, cuando la reforma
se convirtió en un tema candente bajo el liderazgo decidido de Martín Lutero,
la vida intelectual de Erasmo cambió de dirección. Hasta entonces admirado y
temido como crítico, se volvió apologista, en realidad sin confiar en los
católicos ni en los reformistas y siempre rehusando tomar partido. Siguió siendo
católico aunque con frecuencia se asoció con los reformistas. Por los continuos
ataques, en sus Coloquios (1518), a los males y errores de las autoridades
eclesiásticas y a las supersticiones le acusaron de luterano, acusación que
negó con vehemencia. También le acusaron de disimular sus verdaderas opiniones
por miedo a las consecuencias. Para rebatirlo escribió una declaración completa
de su posición teológica, Disquisición acerca del libre albedrío (De libero
arbitrio, 1524), que incluye un ataque brillante a Lutero. El contraataque de
Lutero provocó una polémica final de Erasmo, Hyperaspistes (1526). Mientras
tanto preparó muchas ediciones eruditas de las obras de los padres de la
iglesia con el editor Froben. Aunque se le considera precursor de la Reforma y
sus obras fueron incluidas en el Indice de Obras Prohibidas por el Concilio de
Trento, su guerra contra la ignorancia y la superstición procede más de sus
convicciones de humanista que como teólogo. Después de su muerte sus obras
fueron prohibidas por la Iglesia católica y denunciadas por muchos
protestantes, pero anticiparon la tolerancia en los Países Bajos y las obras de
Voltaire, Anatole France, Bertrand Russell y otros. No fue un reformador
religioso, como Lutero y Calvino, ni quiso participar en discusiones
teológicas; fue un auténtico hombre de letras y, como humanista, un precursor
de la época. Existe una Universidad Erasmo en Rotterdam y la red de la
Comunidad Europea para los intercambios académicos se llama Erasmus en su
honor.
Adagios:
El que conoce el arte de vivir
consigo mismo ignora el aburrimiento.
La verdadera amistad llega cuando
el silencio entre dos parece ameno.
El colmo de la estupidez es
aprender lo que luego hay que olvidar.
En el estudio no existe la
saciedad.
En el país de los ciegos el tuerto
es el rey.
Mejor es prevenir que curar.
Para el hombre dichoso todos los
países son su patria.
Reírse de todo es propio de tontos,
pero no reírse de nada lo es de estúpidos.
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Gustavo Quiceno