124 aniversario
del nacimiento de Monseñor Miguel Ángel Builes (+1971) fundador de Los
Misioneros Javerianos de Yarumal .
En el evangelio de este domingo, “le
traen un sordomudo (a Jesús) y le suplican que imponga las manos sobre él”.
Al igual que a este hombre nosotros estuvimos presentes ante Cristo, el día de
nuestro bautismo, para que nos enseñara a escuchar su Palabra. Que la
celebración de este domingo nos ayude a escucharle mejor para que podamos
comunicar correctamente la Buena Nueva a todos aquellos a quienes Dios nos
envía.
L E
C T U
R A S
(Tomadas de http://betania.es)
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE ISAIAS 35, 4-7a
Decid a los cobardes de corazón:
-- Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene
en persona, os resarcirá y os salvará. Se despegarán los ojos del ciego, los
oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mundo
cantará. Porque han brotado aguas del desierto, torrentes de la estepa; el
páramo será un estanque, lo reseco un manantial.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 145
R.- ALABA, ALMA MÍA, AL SEÑOR
Alaba alma al señor.
Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos. R.-
El Señor liberta a los cautivos.
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a al os peregrinos. R.-
El Señor sustentará al huérfano y a
la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. R
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SANTIAGO 2, 1-5
Hermanos:
No juntéis la fe en Nuestro Señor Jesucristo glorioso con la acepción de
personas. Por ejemplo; llegan dos hombres a la reunión litúrgica. Uno va bien
vestido y hasta con anillos en los dedos; el otro es un pobre andrajoso. Veis
al bien vestido y le decís: "Por favor, siéntate aquí, en el puesto
reservado." Al otro, en cambio: "Estate ahí de pie o siéntate en el
suelo". Si hacéis eso, ¿no sois inconsecuentes y juzgáis con criterios
malos? Queridos hermanos, escuchad: ¿Acaso no ha elegido Dios a los pobres del
mundo para hacerlos ricos en la fe y herederos del reino que prometió a los le
aman?
Palabra de Dios
ALELUYA Mt, 4, 23
Jesús proclamaba la Buena Noticia del Reino, y curaba toda enfermedad en el
pueblo.
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 7, 31-37
En aquel tiempo, dejó Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino
del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron a un sordo,
que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él,
apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la
saliva le tocó le lengua: Y mirando al cielo, suspiró y le dijo:
-- Effetá (esto es, "ábrete").
Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y
hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto
más se lo mandaba, con más insistencia proclaman ellos. Y en el colmo del
asombro decían:
-- Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.
Palabra del Señor
A GUISA de introducción:
Puestos aparte para escuchar
Terminé de leer hace poco “Meme le silence à une fin”, libro en el
que la ex política y ex candidata a la presidencia colombo-francesa Ingrid
Betancur relata sus 6 años y medio de cautiverio en la selva secuestrada por la
guerrilla colombiana de las FARC.
Sin lugar a dudas tan terrible
experiencia de suplicio y humillación causada por las múltiples vejaciones de
las que fue victima llevó a esta mujer a abrir sus ojos y oídos con la
complicidad de las largas horas de silencio y meditación y de esta manera
sufriera una transformación que no se esperaba…una conversión. Todo comenzó con
la lectura de la Biblia, luego la profundización en la persona de María, la
meditación y recitación del Santo Rosario y la devoción al sagrado Corazón de
Jesús.
Por supuesto que toda esta
experiencia de fe (más que religiosa y simplemente mística) no fue remarcada ni
mucho menos difundida por los diarios de habla española…Esto solo tuvo eco en
Francia y otros países francófonos que se interesaron a fondo por sus vivencias. Esto muestra como lo diremos en esta reflexión,
qué tan selectivos somos en lo que escuchamos y vemos no solo por querer
personal sino porque los mass media nos imponen y comunican lo que ellos solo
quieren…
De ahí la importancia de saber lo que leemos, lo que escuchamos, filtrar y
alimentarnos de lo que enriquece el alma (y no lava el cerebro como dirían los
necios).
Al respecto yo publiqué una nota aca en mi blog días después de la publicacion de su libro y sus testimonios de conversion:
La Ingrid que fue liberada el 2 de julio del
2008 no era la misma Ingrid que fue secuestrada aquella tarde de domingo de
febrero del 2002.
Fue necesario sufrir tan terrible experiencia para que sintiera la
presencia de Dios, abriera su corazón, sus oídos y todos sus sentidos ante lo
infinito…Ingrid por lo que relata, experimenta lo que todo ser
humano siente desolación, decepción ante Dios y luego consolación, esperanza,
compañía, acción en su favor…
Personalmente la lectura de su
relato me llevó a la conclusión que como
al sordomudo del evangelio de este domingo, a Ingrid le fue necesario ser
empujada aparte, darle lugar al silencio, encontrarse con el rechazo, el
sufrimiento para así abrir sus oídos y sus ojos, para ver de otro modo la
existencia que para ella una mujer de relativo éxito, acomodada, aburguesada y
célebre antes del secuestro, no representaba mayores dificultades…
Muchos cuestionan el valor del
sufrimiento y echan en cara a Dios esta falla de su creación, este lunar en la
vida humana…No se dan cuenta como decía palabras más, palabras menos el escritor
Herman Hesse: “El dolor, el sufrimiento
(mismo causado por otros) , las enfermedades y la muerte no están ahí para
adormecernos ni para amilanarnos, al contrario ellos constituyen un reto para
ennoblecer nuestra alma y engrandecer nuestro ser” (en Peter Camenzind).
Estar con Dios y confiarse a Él es la garantía de poder ser escuchados y
hablar como debe ser…
Por qué seremos tan sordos, tan
selectivos de manera negativa en lo que escuchamos? …Por qué se nos pasan las
horas hablando sandeces y utilizando la lengua para juzgar, para denigrar de
los otros (sin mirar la propia paja antes de mirar la ajena) y nos privamos de
crecer personalmente, hacer grandes a los otros y construir una sociedad, un
mundo mas humano, justo y feliz? Por
qué? Simple y llanamente porque la mayor parte del tiempo, Dios no está
presente en nuestros diálogos, en nuestra comunicación, en nuestras palabras…Preferimos llenarnos de perjuicios,
alimentarnos de las mentiras que mil veces repetidas (por los periodistas, los
foristas malintencionados, los soberbios y necios que abundan por todo lado)
las asumimos como verdades…
Este domingo la lección a aprender es fácil: dejarnos llevar aparte por
Jesucristo, dejarnos impulsar por su Espíritu que está siempre presto a
empujarnos y hablarnos al oído y así poder escuchar su Palabra de Vida, dejar meter sus dedos en nuestra lengua para
desenredarla, purificarla y hacernos comunicadores de su amor y su ternura.
Esta sanación (signo o milagro)
del sordomudo, revela la SALVACIÓN que Dios ofrece a todos los humanos. Jesús
nuestro Salvador ha venido para establecer la comunicación entre Dios y
nosotros.
Jesús nos dice a todos y a cada
uno de nuevo “Effata”, ábrete, despliega todos tus sentidos y compromételos en
la construcción del mundo nuevo mientras esperas mi segunda venida.
Por los sacramentos que son
acciones concretas y bien sensibles, el Señor nos toca, nos habla y nos sana
hoy...quizás apenas iniciando ese camino de felicidad y salvación que un día comenzó
con Ingrid Betancurt en situaciones tan adversas.
Referencias conversión de Ingrid:
Aproximación psicológica del evangelio:
Realización personal y justicia social
Ante la angustia de morir de
manera inevitable, vivir de cara al odio y el maltrato humano es posible como para
Ingrid construirse una fe a partir de la lectura de la Biblia…Ella confiesa en
una entrevista al periódico “journal du dimanche” en Francia- después de la
afirmación del periodista: “Usted aparenta ser más religiosa que antes de su
secuestro”- Hace unas horas estaba con
mis hijos y mi primer marido y ellos me dijeron: “para ya de hablar de religión, todo el mundo
va a creer que te has convertido en una rana de recipiente con agua bendita”,
esto no es cierto pero lo que si es seguro es que tengo una fe inmensa. Yo pienso que mi liberación es un milagro,
yo lo creo de verdad. Antes tenía la fe pero una fe de ritual. Uno cree pero
uno puede pasársela de lado, pasársela por la galleta. En la jungla yo no podía
ignorar la fe. Ella ha sido mi fuerza, después ha llegado a manifestarse en una
presencia absoluta. Para mi es una realidad más que evidente…como veo ahora
esta mesa y que yo toco.
-
Es un encuentro con Dios?
-
SI, con
seguridad. Pero no mística: yo no he escuchado nada, no he visto ninguna
imagen. Pero he tenido una profunda
convicción de su amor.
Ella precisa al periódico
“Pelerin” que esta certeza del milagro
le viene de una promesa que ella había hecho al principio del mes de junio del
2008: “yo no sé que significa exactamente
“consagrarse al Corazón de Jesús”, pero si tu me anuncias en el curso del mes
de junio que es tu mes, la fecha en la cual yo seré liberada, yo te perteneceré
del todo a Ti”.
La angustia, la transformación de
la “fe de ritual” en una fe inmensa, la
certeza de ser escuchada y la manifestación divina en el milagro, dan a la
transformación psicológica de Ingrid Betancurt la dimensión de una conversión mística,
mismo si ella rechaza este término…
Antes de su secuestro, la
presencia de la injusticia social lleva a Ingrid como a Job a dudar, al menos de la sabiduría divina
(Job 24).
A la luz del conjunto de la
revelación (descubierta por la lectura de la Biblia), este reflejo o
pensamiento primero aparece sano, porque Dios efectivamente ha definido su
intervención en la historia en términos de salvación por los oprimidos y los
alienados de todo tipo.
En efecto, la gran corriente
profética nos muestra de manera muy clara que Dios ha unido de un modo
indisoluble la pareja o bina JUSTICIA SOCIAL y LIBERACIÓN PERSONAL…Según esto
veamos un pasaje del profeta Isaías:
“Es por la justicia que reina un rey y los príncipes ejercen el principado
por el derecho;
Cada uno es como un refugio contra el viento, un refugio contra el
temporal…
Entonces no se cerraran más los ojos de aquellos que ven, las orejas de los
auditores estarán atentas,
los indisciplinados
tratarán de aprender y los tartamudos hablarán correctamente… (Isaías 32,1-4)
La situación que Dios entrevé es entonces la siguiente :
Los hombres y las mujeres protegidos “por la justicia” y “por el derecho
(…) contra
el viento” y “contra el temporal” de los egoísmos y las opresiones individuales
y colectivas,
los hombres y mujeres abiertos, con el ojo
abierto y la oreja atenta, con un corazón ávido de comprender, y capaces de
expresarse…
Aquí esta descrito el sueño de Dios, en términos conmovedores por su
actualidad política y psicológica. El liberador que Dios anuncia y envía,
empieza a su modo a realizar este sueño, por un lado poniendo en jaque un poder
religioso fuertemente opresor, y por otro lado llevando a las personas a ellas
mismas, en un plan psicológico.
Pero por razones que permanecen
misteriosas, la realización de este sueño de liberación total se presenta como
una tarea a largo termino.
Cada uno de los evangelistas se dedica a su manera a mostrarnos que el
proceso ha sido comenzado por Jesús, y este es el sentido del presente relato
de la sanación del sordomudo.
Tres capítulos después del pasaje
citado más arriba, Isaías evoca de nuevo el proyecto de liberación de Dios,
dentro de un contexto político, aquel
de la liberación del exilio en Babilonia y en términos psicológicos: “entonces
los ojos de los ciegos se abrirán, los oídos de los sordos se abrirán, entonces
el cojo saltará como un siervo y la lengua del mudo gritara de alegría”
(Isaías 35,5-6).
Marcos presenta en Jesús al gran agente de esta liberación total, al
contarnos la sanación del sordomudo en los términos que reenvían directamente a Isaías.
(Ejemplo: el adjetivo “hablando difícilmente” no se encuentra sino dos veces en
la biblia griega, sea aquí, en Marcos 7,32, y allá en Isaías 35,6).
El combate que Jesús ha sostenido y conducido y que ha dejado como legado a
sus discípulos: la responsabilidad de continuar debe entonces ser llevado de
frente (adelante) al plan político y al plan sicológico. Y
cuando nosotros estemos tentados a disociar esta pareja, realización personal-liberación social, es bueno escuchar a Jesús
advirtiéndonos de no separar lo que Dios ha unido!
Reflexión CENTRAL:
Los milagros de Jesús
¿Hizo Jesús milagros? ¿En qué consistieron? ¿Por qué los hizo? ¿Qué sentido
tenían para los que los presenciaron? ¿Qué sentido tienen ahora para
nosotros?... Son preguntas que los cristianos debemos hacernos y
tratar de encontrar la respuesta adecuada, si queremos ahondar en el sentido
que tuvo la vida y la obra del Mesías. Jesús realizó acciones que para aquellas
gentes eran superiores a las posibilidades humanas. Los milagros más seguros
realizados por él son los de curaciones. Los demás, los que se refieren a la
naturaleza, parecen relatos simbólicos con el fin de glorificar su
personalidad.
¿Pueden tener los milagros de
curaciones alguna explicación natural que fuera desconocida para los
contemporáneos de Jesús? Hoy sabemos que existen curaciones sorprendentes... La
respuesta a esta pregunta queda abierta, y responder positiva o negativamente a
ella no denota mayor ni menor fe. Lo que
sí es evidente es que Jesús, con estas acciones, mostraba la proximidad de Dios
a los hombres como ningún otro lo hizo nunca.
El valor de los milagros no está en que sean acciones sorprendentes, sino
en que son signos de la posibilidad que tiene el hombre de poder llegar a una
plena realización personal, en la que no haya enfermedad ni limitación de
ningún tipo. Jesús no hace milagros para
demostrar que es Dios, sino para mostrarnos hasta el fondo el proyecto de
hombre que tiene Dios. Con ellos tampoco pretende resolvernos
mágicamente las limitaciones y las contradicciones humanas, sino dejarnos
signos sobre cuál es el verdadero camino humano y cuáles sus posibilidades.
Pretendía ayudar a levantarse a los que se ven perdidos y sin futuro, inculcar
el deseo de luchar por una vida digna a los marginados, animar a los pueblos a
descubrir los caminos de la liberación colectiva.
Despertar los sentidos
Los seres humanos nos comunicamos
a través del oído y de la palabra, escuchando y hablando, leyendo y
reaccionando…
Hoy tenemos otros medios tecnológicos
(chats, foros, emails, blogs…) Es así como nos relacionamos unos con otros y
captamos los acontecimientos que están a nuestro alrededor. Sin olvidar,
naturalmente, la vista. Sólo podemos
decir que una persona es adulta cuando interpreta correctamente lo que oye y es
capaz de responder adecuadamente con un criterio personal. Es corriente tratar a los demás como
objetos, metiéndoles a la fuerza nuestras ideas sin darles tiempo a que las
entiendan, a la vez que pretendemos que las acepten sin protestar. Es frecuente entre amigos, entre padres e
hijos, entre esposos, entre profesores y alumnos... Y esto, que ocurre tan
asiduamente a niveles de grupos reducidos, es dramático a escala de sociedad:
la manipulación de los medios de información, entre los que la influencia de la
televisión y el internet alcanza cotas incalculables, hace que vivamos en un
mundo en el que los pueblos se han quedado sordos y mudos en su mayoría, con el
agravante de que creen que oyen y hablan... ¡Como vivimos en democracia! La
verdad es que oyen palabras como si no las entendieran, y hablan palabras sin
criterio propio, como si todos hubieran aprendido la misma lección. No percibimos el significado de los
acontecimientos, no sabemos recibirlos con espíritu crítico, somos incapaces de
pronunciar un juicio personal y equilibrado sobre las noticias que nos llegan
constantemente. Es necesario que nos curemos de esta sordomudez. Es necesario
que los pueblos lleguen a la madurez en cada una de las personas que los
componen; lo mismo como comunidades.
Una de las tareas más urgentes de
los cristianos es la de ayudar a despertar los sentidos del pueblo o comunidad
en el que viven para que llegue a tener conciencia de su situación y quiera
salir de ella. La salvación que nos trae Jesús corre o va a la par con la promoción de
los seres humanos y de las comunidades. Jesús
increpa a nuestros oídos para que se abran, y a nuestra lengua para que sea
capaz, después de examinar los acontecimientos, de pronunciar un juicio maduro.
Dios quiere que nos comuniquemos
El presente texto nos narra un
nuevo milagro realizado por Jesús en tierra pagana. Quiere llevar también su
salvación-liberación al mundo que los judíos consideraban como marginado. Se
encuentra solamente en Marcos. Jesús se encuentra bien en territorio pagano.
Leamos el episodio en su realidad concreta y busquemos, a la vez, su
simbolismo. El comienzo del relato, más que una descripción detallada y exacta
del itinerario seguido por Jesús, lo que hace es situarnos en el ambiente
pagano en que se desarrolla la escena. No está lejos de la región de Gerasa, de
donde fue obligado a alejarse como consecuencia de la faena de los cerdos (Mc
5,1-20). "Decápolis" -palabra griega que significa "diez ciudades"-
era una federación de diez ciudades situadas en la Transjordania (al este del
río Jordán), constituida el año 63 antes de Cristo para debilitar los poderes
locales y reforzar en la región la influencia helenista.
El encuentro con el enfermo se
produce a través de la mediación de otras personas. La gente presenta a Jesús
"un sordo, que, además, apenas podía hablar"; un sordo que, a causa
de la sordera, sólo puede hablar con mucha dificultad, no logra articular bien
las palabras. Toda una imagen de la
impotencia humana; un representante del dolor y la esperanza de la humanidad
entera.
¿No vivimos encerrados, ignorándonos unos a otros? ¿Nos escuchamos y nos
hablamos? En la familia, en el trabajo, entre amigos, ¿no sirven las palabras
más para llenar vacíos que para comunicarnos? ¿Podremos romper esta
incomunicación? Suplican a Jesús "que le imponga las
manos" para aliviarlo de su indigencia o curarlo del todo de ella. En
ningún momento se habla o se insinúa algo sobre la fe del enfermo o de sus
acompañantes. Posiblemente Jesús no se la exige por tratarse de paganos. Le
basta comprobar que el enfermo desea salir de su situación y la buena voluntad
de los acompañantes.
Dios quiere que salgamos de nuestro individualismo y nos comuniquemos;
quiere que dejemos de ser sordos y mudos a todo lo que no seamos nosotros
mismos, única forma de oír y hablar como personas adultas; a la vez, quiere que
ayudemos a oír y hablar a los sordomudos que se encuentren a nuestro lado. Porque entre nosotros hay también sordos y
mudos: personas que jamás han escuchado una palabra de amistad, que viven
cerradas al mundo que les rodea; personas que apenas saben hablar, que no saben
salir de sí mismas para abrirse y dar algo a los demás... y que necesitan que
alguien las ayude a salir del círculo cerrado en que viven; personas que aceptan sin más todo lo que
ven, oyen o leen en los medios de comunicación -¿manipulación?-.
La curación se realiza "apartándolo de la gente". Jesús busca el
silencio y el alejamiento de los hombres; sus milagros nunca pretenden ser
gestos espectaculares destinados a impresionar; no tiene
ningún deseo de conseguir aplausos y fáciles adhesiones bajo el influjo del
entusiasmo. No quiere provocar un mesianismo triunfalista, para el que las
masas siempre están preparadas.
Jesucristo quiere hombres y mujeres libres a su lado. Esto
lo distingue de los taumaturgos helenistas, que buscaban el sensacionalismo y
la admiración de los hombres. Lo aparta de la gente, de la masa, para que pueda
oír y hablar. La multitud, como tal, es
incapaz de comprender y de transmitir lo comprendido. La multitud es curiosa y ávida de novedades, incapaz de profundizar,
fácilmente manejable. Para entender el mensaje de Jesús es necesario que nos
apartemos de todo lo mundano: de sus criterios y valores. Jesús nos desvela el secreto de un
"milagro" que podemos y debemos realizar frecuentemente también
nosotros, ya que nuestra sordera y mudez se suceden periódicamente: quedarse a
solas, en silencio, lejos de la gente, procurando interpretar los
acontecimientos con la ayuda de Jesús. Recobraremos la capacidad de escuchar y
la posibilidad de hablar.
La curación
"Le metió los dedos en los
oídos y con la saliva le tocó la lengua". Jesús no quiere hacer magia. Los
gestos que realiza eran comunes entre los curanderos de la antigüedad, que
atribuían a la saliva propiedades curativas. De esta forma se acomoda al pensamiento
del pueblo y no deja duda alguna de su intención de curarlo. Sin embargo, todo
eso no es más que la preparación: la
curación la va a realizar por su palabra, después de haber elevado los ojos al
cielo -gesto de oración- para pedir la ayuda del Padre y en comunión con él.
El "suspiro" de Jesús hemos de entenderlo como una profunda
participación suya en la miseria humana, que aparece dramáticamente evidente en
aquel hombre.
La fórmula "ábrete" la dice en arameo, que el evangelista traduce
para sus lectores, conservándola en el texto. Es una palabra que no se dirige a
los órganos enfermos, sino al mismo paciente. En la mentalidad judía es todo el
hombre el que está enfermo, y cuando se cura, la salud penetra también en los
órganos dañados. Por antiguo que sea el relato y por extraño que
pueda resultarnos, el cuadro constituye una imagen adecuada de lo que ocurrió
con la curación que Jesús llevó a cabo:
todo el hombre ha quedado sano. Las dolencias que deforman la creación de
Dios quedaron eliminadas, volviendo a aparecer en toda su originalidad la
creación de Dios. Al principio de la creación, Dios todo lo hizo bien (Gén
1,31); en el día de la consumación todo lo hará nuevo (Ap 21,5). La curación es un signo de esa nueva
creación que Dios realizará algún día.
La curación se realizó
inmediatamente: "Y al momento se le abrieron los oídos, se le
soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad". Y aquel hombre,
que hasta ese momento había vivido encerrado en sí mismo, en su pequeño mundo,
se convirtió a partir del encuentro con Jesús en una persona capaz de estar y
de relacionarse con los demás hombres. Se abrió a una nueva visión de las
cosas, descubrió otro mundo de valores y adquirió la valentía para expresarse
con dignidad y sin mordaza alguna. Había "nacido al Espíritu" (Jn
3,6).
Cuando a una persona se le abren los oídos interiores por la experiencia
interior de la luz, inmediatamente se le desata la lengua. Deja de hablar de
cosas superfluas, de dar importancia a lo que no la tiene, y comienza a hablar
de justicia, libertad, amor.... de la clase de hombre que hay que ser para
serlo de verdad y de Dios que nos ama. Toda su persona anuncia otros criterios y otros valores. Sabe escuchar
a todos y sabe lo que los otros dicen con la palabra, con el gesto, con el
silencio, incluso con un grito o con una ofensa. Y sabe expresar el propio
interior, hacer partícipes a los demás de las propias ilusiones, decepciones,
esperanzas y sufrimientos.
Jesús nos libera para que liberemos
"Les mandó que no lo dijeran
a nadie". Vuelve a aparecer el "secreto mesiánico" y la
consiguiente transgresión. Es necesario que la gente no descubra aún en Jesús
al Mesías, porque este título resulta muy ambiguo y es esencial que sea
purificado a través de la muerte en cruz: la gente debe descubrir que el Mesías
verdadero es el Crucificado, y para ello estaban todavía muy, inmaduros. Aunque
la consigna de silencio no es respetada, la gente no llega nunca -en el
evangelio de Marcos- a concluir que Jesús es el Cristo; admira sus obras, pero
no le da el titulo que le correspondería por ellas. De esa forma el secreto
mesiánico queda a salvo. Quedan asombrados, pero no llegan realmente a la fe. Y
cuando al final del episodio exclaman: "Todo
lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos", están
citando unas palabras de Isaías que se refieren al tiempo final de la salvación
(Is 35,5-6). Jesús realiza la liberación
que anuncia Isaías; la curación es el anuncio de su buena nueva, el signo de
que un día podremos oír las noticias como son en realidad, sin intermediarios
que las manipulen, dar a las cosas su valor verdadero y hablar sin ningún tipo
de miedo o de trabas.
Jesús nos libera para que liberemos. Una liberación que afecta a toda la
persona, a los aspectos individuales y a las estructuras. Para poder escuchar y
transmitir fielmente la palabra de Dios necesitamos vivir en contacto con la
realidad humana. ¿Cómo trabajar por transformarla si no la conocemos? El
sordomudo ha sido curado: puede oír y hablar; pero son los demás los que
hablan. El prefiere callar. Y es que
para hablar hace falta tener algo que decir; para callar necesitamos un
misterio que adorar. ¡Cuánto ganarían la palabra y el silencio si solamente
hablasen los que son capaces de escuchar! Saber escuchar y saber hablar son dos
ideas plenamente evangélicas.
Esta sordera y este mutismo, ¿no nos afectan también a cada uno de
nosotros? ¿Vivimos abiertos a lo que sucede a nuestro alrededor, o nos hacemos
los sordos para no complicarnos la vida ante los problemas personales y
sociales que nos rodean? Si
somos sordos, también somos mudos; si no somos capaces de escuchar, tampoco
seremos capaces de responder adecuadamente a nuestras necesidades y a las
necesidades de los demás y del mundo.
Debemos abrir bien los oídos para
poder escuchar qué es lo que se le pide a nuestra comunidad, qué problemas hay
a nuestro alrededor a los que debemos dar una respuesta. Si hacemos así, la
salvación-liberación de Dios estará llegando verdaderamente a nosotros.
FRANCISCO BARTOLOMÉ GONZÁLEZ
ACERCAMIENTO A JESÚS DE NAZARET -
3
PAULINAS/MADRID 1985.Págs. 79-85
OBJETIVO DE VIDA DE LA SEMANA
·
Cada día
me esforzaré, ensayare por sacar tiempo para escuchar los otros: vecinos, colegas
de trabajo, nuevos conocidos, sin olvidar mi familia. Por qué no convertirme en
una persona de dialogo?
·
Me
preguntaré y averiguaré si en mi comunidad parroquial o junta de acción comunal
es necesaria mi ayuda y o colaboración; me esforzaré una vez implicado en posibilitar
la comunicación entre todos sus miembros, mismo con las personas más alejadas o
distantes.
APLICACIÓN (De Fray Marcos)
Si queremos que El Reino de Dios llegue a los
marginados antes de haber entrado nosotros en él, caemos en la trampa de la
programación. Mientras no cambiemos nosotros, por mucha atención que reciban,
no ha llegado el Reino de Dios, ni para nosotros ni para ellos.
Para Jesús, la señal de que el Reino de Dios
ha llegado, es que los sordos oyen, los cojos andan, los ciegos ven, y los
pobres son evangelizados. Él, con esa actitud para con los excluidos, está
haciendo presente a Dios.
En eso consiste el Reino: en que los que
excluimos dejemos de hacerlo, y los excluidos dejen de sentirse excluidos a
pesar de sus limitaciones.
El objetivo de Jesús no es erradicar la
miseria, sino hacer ver que hay algo más importante que la salud y que la
satisfacción de las necesidades más perentorias. Sacar al pobre de su pobreza
no garantiza que lo hemos introducido en el Reino. Salir de nuestro egoísmo y
preocuparnos por los pobres, sí puede hacer que el pobre encuentre el Reino de
Dios.
Si el reino de Dios no se manifiesta en
nuestra relación con los más débiles, es porque no ha llegado a nosotros
todavía. Con el evangelio en la mano, no podemos pensar en un Reino de Dios
puramente espiritual.
Ya hemos dicho muchas veces que una relación
auténtica con Dios es imposible al margen de una preocupación por los demás.
Creer que amamos a Dios sin amar al prójimo es una ilusión. Los cristianos no hemos aprendido la lección,
ni como individuos ni como iglesia.
El ejemplo de Santiago, dentro de su
simplicidad, es esclarecedor. ¿Quién de los aquí presentes aprecia más a un
andrajoso que a un rico? ¿Qué sacerdote, incluyéndome a mí, trata mejor a los
pobres que a los ricos? La conclusión es clara: el Reino de Dios aún no ha
llegado a nosotros.
¡Ábrete del todo! Sería también hoy el grito
que nos lanzaría Jesús. El mensaje de Jesús tendría que operar en nosotros los
mismos efectos que tuvieron su saliva y su dedo en el sordomudo. Todos tenemos
de algún modo los oídos cerrados y la lengua atada. Escuchar es la clave para
ponernos en marcha y descubrir cuál debe ser mi trayectoria en la vida.
Esta postura es mucho más común de lo que
solemos pensar. Un proverbio oriental dice: si te empeñas en cerrar la puerta a
todos los errores, dejarás inevitablemente fuera la verdad.
Todos estamos, de alguna manera, en esa
actitud. El episodio de hoy nos debe hacer reflexionar. Todos tenemos que
abrirnos a la verdad y tratar de ir a
todos, llevándoles un poco de ilusión para seguir adelante.
Jesús dijo: “Yo soy la puerta, el que entre
por mí quedará a salvo, podrá entrar y salir y encontrará pastos” (Jn 10, 9).
Pero, “puerta” se puede entender como el hueco que permite el acceso a una
estancia o el elemento material que girando sobre unos goznes, puede permitir o
impedir el paso.
El contexto de la cita deja claro que se trata
de la apertura para entrar y salir. Pero por desgracia, estamos utilizando a
Jesús como el elemento que impide el paso a nuestro interior y a la intimidad
de Dios. Hemos cerrado la puerta y nos hemos guardado la llave.
También lo advirtió Jesús: ¡Ay de vosotros
escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los demás las puertas del Reino
de los Cielos! Ni entráis vosotros ni dejáis pasar a los que quieren entrar (Mt
23, 13). Algún día hablaremos de esto.
Meditación-contemplación
Ábrete del todo!
La clave de toda vida espiritual es la apertura.
Como una esponja debes dejarte empapar.
Pero para ello, no hay más remedio que exprimirte.
………………..
Si te vacías de todo lo terreno que
hay en ti,
lo divino que también está en ti, te inundará.
Es más simple que el mecanismo de un chupete.
En la medida que te vacíes te llenarás.
…………..
Si estás lleno del mundo, tu acción
será mundana.
Si estás lleno de Dios, rezumarás espíritu.
Trabaja por lo primero.
Lo segundo será siempre una consecuencia espontánea y lógica.
REFERENCIAS:
1.
Pequeño misal
“Prions en Église”, edición quebequense, Novalis, 2009.
2.
Para las
lecturas bíblicas: http://betania.es
3.
HÉTU,
Jean-Luc. Les Options de Jésus.
4.
BETANCOURT,
Ingrid. Même le silence a une fin.
Gallimard, Canadá,
2010.
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Gustavo Quiceno