lunes, 7 de noviembre de 2011

13 de noviembre del 2011: 33o domingo del tiempo ordinario A

“Si no vas a Misa estas Lecturas te acercaran a una sintonía más clarificadora, solidaria y hermosa. Si vas, te servirán de recuerdo y preparación. Y si no vas, pero quieres ir, te ayudaran a acercarte a la puerta”.




PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE LOS PROVERBIOS 31, 10-13. 19-20. 30-31

Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Vale mucho más que las perlas. Su marido se fía de ella, y no le faltan riquezas. Le trae ganancias y no pérdidas todos los días de su vida. Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos. Extiende la mano hacia el huso, y sostiene con la palma la rueca. Abre sus manos al necesitado y extiende el brazo al pobre. Engañosa es la gracia, fugaz la hermosura, la que teme al Señor merece alabanza. Cantadle por el éxito de su trabajo, que sus obras la alaben en la plaza.
Palabra de Dios


SALMO RESPONSORIAL
SALMO 127
R.- DICHOSO EL QUE TEME AL SEÑOR.

¡Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R.-

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa; tus hijos,
como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R.-

Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R.-


SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES 5, 1-6

Hermanos:
En lo referente al tiempo y a las circunstancias no necesitáis que os escriba. Sabéis perfectamente que el Día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Cuando estén diciendo: "paz y seguridad", entonces, de improviso, les sobrevendrá la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta, y no podrán escapar. Pero vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un ladrón, porque todos sois hijos de la luz e hijos del día; no lo sois de la noche ni de las tinieblas. Así, pues, no durmamos como los demás, sino estemos vigilantes y despejados.
Palabra de Dios.


ALELUYA Jn 15, 4a. 5b

Permaneced en mi, y yo en vosotros --dice el Señor--, el que permanece en mí da mucho fruto.


EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 25, 14-15.19-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:
--Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. "Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor." Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira he ganado otros dos." Su Señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor."

Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: "Señor, sabía que eras exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco para que al volver yo pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al quien tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”.

Palabra del Señor.


A guisa de introducción:

APLICADO

Quizás la palabra que más utilizaban nuestros profesores y padres en las reuniones de escuela era APLICADO …”Gustavo es un niño muy aplicado”. Con el tiempo y poco a poco comprendería que querían decirme con aquella palabreja…Es decir, como alumno que asistía clase era asiduo, atento a las explicaciones del profesor, buen compañero, participante en las actividades lúdicas, deportivas, artísticas, demostraba que me gustaba estudiar y en particular un área específica (el lenguaje, el español y la literatura, en el colegio).

Aquella palabra seria entonces elogio, como música para el oído, un cumplido (el mejor) de progenitores y maestros.

La aplicación, el hecho de ser aplicado,  en efecto es el  empleo o puesta en práctica de un conocimiento o principio, a fin de conseguir un determinado fin; entonces yo aplicaba mis conocimientos en las tareas de redacción, de escribir, a la hora de hablar…”Aplicado” también iba de la mano con “disciplinado”, aquel que empleaba bien el tiempo, era puntual, no tenía dificultades para cumplir el reglamento escolar y escuchar las recomendaciones y o consejos de los profesores…

La aplicación,  el estar despierto, ser sensible, y que es cualidad del corazón, significaba para ellos y para mí el ENTUSIASMO (entos= dentro, Zeus= dios) o sea llevando Dios adentro) en las actividades y realizaciones y que donaba alas en la labor y estimulaba el sentido del deber bien hecho.

En una parábola, Jesús cuenta que un propietario o Señor (que representa al Padre), confía una fuerte suma de dinero a sus servidores antes de ausentarse. Cuando regresa, el amo se llena de alegría al ver como dos de ellos han hecho fructificar sus bienes. Imaginemos ahora el Padre (Dios) quien constatando nuestros esfuerzos exclamaría: “Eh, que tu si eres un hombre despierto! (aplicado) / una mujer despierta ¡(aplicada).

Por lo tanto no es fácil darse plenamente, entregarse totalmente y tomar riesgos.

La imagen del servidor que entierra su tesoro nos recuerda que el miedo está en nuestra puerta, paralizando nos impulsos y haciéndonos dudar de la bondad de Dios. Y entonces de dónde sacar el coraje y /o la valentía cuando vemos que el tiempo corre a toda prisa y la energía disminuye?

Cuando era niño y mis padres o algún maestro me  estimulaba y decían “aplicado” “buen alumno” “obediente” (que escucha y aplica), muchas posibilidades se abrían en mí.

Y si Dios, desde ahora, mientras que usted lee estas líneas pusiera su mirada de admiración sobre usted? Y si Él ya lo hubiera escogido para regocijarse con usted? Todo está ya ahí, en este momento preciso, lo que nos permite afirmar: “para un corazón aplicado y/o despierto nada es imposible!”

Nota:  en otros contextos o lugares, “Aplicado” puede ser sinónimo de disciplinado, dedicado, “sabio”, “listo”, “buen chico”, “un as”, “una belleza”,  “piloso” , “que está en la jugada”, etc.


REFLEXIÓN

Atreverse a utilizar su pequeño talento:

La venida del Mesías no ha puesto fin a la historia, como muchos lo pensaban: Jesús ha inaugurado bien el Reino de Dios en la tierra pero el tiempo continúa. Asediado o atacado por conflictos y catástrofes, él es el vector de la misión universal de la Iglesia, quien tiene el deber de anunciar la Buena Noticia y él está dirigido hacia la Parusía, la venida del Hijo del Hombre. Entonces el tiempo tiene así un sentido y una significación.

Entre el “Jesús que ha venido” y el “Jesús que vendrá”, el periodo intermedio es capital: el truco o misión a realizar es aportar a la humanidad la alegría de la Buena Nueva. Pero al alargarse, la historia se presta para despertar toda clase de dudas: Sera cierto que Cristo vendrá? Vale la pena  continuar con el trabajo misionero?

Es por ello que  Jesús en sus últimas enseñanzas subraya que el peor peligro para los discípulos no es la exacerbación (ataque, furia)  del mal, la lujuria y ambición, el ateísmo, la gravedad de las persecuciones. El mayor peligro está en el desánimo, la tibieza, el miedo de los discípulos que pierden la esperanza.  Estas son personas geniales, respetuosas y honestas, ellos practican sus ritos, dan una moneda a los pobres…pero ellos no esperan más.

·        Ellos han dejado apagarse la llama de la fe (parábola de las 10 vírgenes o doncellas del domingo pasado).

·        Ellos no luchan más (tiran la toalla): parábola de este día.

SERVIDORES RESPONSABLES

En el momento de contar su relato, Jesús sabía que « iba a partir ». Por la muerte, cierto, partirá a casa de su Padre, quien, un día no conocido, le volverá a enviar.

Su Pascua ha realizado lo esencial : la salvación del mundo se ha efectuado pero  ella no ha sido impuesta. El Reino de Dios debe propagarse, proponerse ante las libertades: es el suceso más importante, la clave de la historia, el stop (pare) para la maldad, el racismo, el odio, la guerra y la apertura a la amistad, la reconciliación y la paz.

Para ello, es necesario que aquellos (as) que lo han recibido, lo anuncien a los demás, a la multitud de todas las naciones. Los creyentes, los cristianos, los bautizados son todos servidores que han sido llamados y han recibido capacidades diferentes.

Ya que el Señor nos respeta, nos hace responsables. EL nos confía dones de un valor inestimable: el “talento” es la moneda más fuerte de la época: correspondía aproximadamente a 35 kg de oro!!! (y es a partir de esta parábola que la palabra TALENTO entrara en el lenguaje corriente entendida  en el sentido de “capacidad”).

El evangelio, el descubrimiento de un Dios que ama tanto el mundo a quien le ha dado su Hijo, el camino de las Bienaventuranzas, la misericordia infinita con el hijo pródigo y la mujer adúltera, el bautismo y la Eucaristía, el misterio de la Iglesia, comunidad pecadora y perdonada: todas estas realidades son regalos de un precio infinito y nosotros debemos hacerlas fructificar.

Cada uno ha recibido su parte, más o menos, sin que se pueda saber la razón de por qué tan poco o por qué tanto. Pero cada quien debe cumplir con su misión.


EL RETORNO Y LA RENDICION DE CUENTAS

Mucho tiempo después, el amo regresa y pide cuentas…

“mucho tiempo después”: el plazo o tiempo de espera de la Parusía será inmensa porque la Buena Noticia está lejos de ser presentada a todos los pueblos. También la tentación es grande de bajar los brazos. La parábola sacude nuestra apatía, hace volver nuestros ojos hacia el avenir ineluctable, despierta nuestra responsabilidad: un día el Señor volverá. Y nos pedirá rendirle cuentas.

La gracia es  más que un regalo, pues nos invita a trabajar: la vocación es misión. La profesión de fe es en efecto una “profesión”: hay un trabajo de ser cristiano. Y existen  mil maneras de ejercer esta profesión: la fe no es un privilegio para conservar en el secreto de la conciencia: ella activa, remueve, inquieta, moviliza, compromete, ocupa,  responsabiliza. Cada quien deberá dar cuentas. De acuerdo a lo que ha recibido.

La parábola advierte al “pequeño cristiano ordinario o normal” que con la boca abierta de admiración ante los grandes santos busca pretexto para justificar su inacción (inmovilidad). Es el servidor que ha recibido nada más que un talento quien es advertido: mismo si ha sido poco lo que hemos recibido de Dios, esto debe ser utilizado. Para marcar la insistencia capital, la parábola se atreve a comparar a Cristo con un amo duro e inflexible.: no se juega con la responsabilidad cristiana. La misión no es una opción facultativa. La gracia que no se utiliza vuelve a ser tomada, y por lo tanto la pierde quien la había recibido.

De nuevo Mateo evoca la perspectiva horrible del “afuera”, del desespero de haber perdido su vida.


LA COMUNIDAD CRISTIANA ES COMUNIDAD MISIONERA

Nuestras parroquias, nuestras comunidades cristianas cambiarían del todo si cada miembro aportara a la asamblea (al grupo) lo poco que es capaz de hacer. La coyuntura actual es propicia para esta conversión.  Por mucho tiempo, la abundancia de responsables (sacerdotes, religiosos, religiosas) ha hecho que las comunidades reposaran por ellos: a los otros no se les pedía que seguir el tren, practicar las ceremonias.

Hoy es más que urgente de rencontrar el impulso colectivo de las primeras iglesias donde se le enseñaba a todo bautizado que el devenía en el acto un miembro activo. Los trabajos a realizar son inmensos.

Los pastores deben considerar como misión urgente buscar , en dialogo con todos los bautizados, la gama o conjunto de actividades diferentes , todo lo que hay por hacer para que la comunidad funcione (marche, camine); y después ha de llamar a repartirse las tareas y  meterse de lleno conjuntamente al trabajo.

Hará falta mucho coraje y paciencia para sacudir la apatía y el miedo de algunos : cuantos curas se desalientan (desaniman) ante la muralla de rechazos : « Oh, ustedes saben , yo, no hace falta que me pidan nada…Yo, yo soy un bueno para nada…yo, yo no tengo tiempo…” “servidor malo y perezoso!”

Pero  por otro lado muchos bautizados están listos – preparados, después de mucho tiempo, para asumir ciertas funciones : y vea pues, nadie les ha ocupado (comprometido) aun. Ciertos clérigos y laicos acaparan las tareas como privilegiados perpetuos y no osan darle confianza a otros.

Como llegar a  ser una Iglesia de « buenos y fieles servidores »?

En una sociedad que seduce (cautiva, encanta),  y que hace brillar  todos los placeres que pretenden llenar (colmar) nuestro hoy, cómo devolverles a los cristianos la esperanza de la única ALEGRIA que permanece, la alegría de Dios?

Como convencerlos de que « en el banco de Dios », no hay ningún riesgo de falla, de decepción, y que por el contrario nos da la certeza que los modestos desvelos, la entrega por amor y la caridad, serán recompensados hasta el céntuplo (100 veces)?


REFLEXION (2)

“Muy bien servidor bueno y fiel. Entra en la alegría de tu Señor ».

La parábola de los talentos es un homenaje a la libertad humana. Estos talentos simbolizan las cualidades personales que hemos recibido y las responsabilidades que nos han sido confiadas: nuestra familia, nuestros vecinos, las personas con quienes vivimos, nuestro mundo, la naturaleza y todo lo  que está en nuestro ambiente.

Dios confia en nosotros y pone responsabilidades suyas en nuestras manos. El nos pide utilizar los dones recibidos por el bien de nuestro pequeño universo (mundo). El nos quiere creativos y nos invita a dejar de lado la pereza, la inercia y la pasividad para que hagamos algo bueno y bonito por las personas que nos rodean. Él nos dice esta mañana: “He aquí mis dones, mis talentos y he aquí las personas que les he confiado. Vayan y den muchos frutos”.

Raoul Follerau, el apóstol de los leprosos escribía en una de sus reflexiones: “Soñé que un hombre se presentaba en el juicio de Dios: “Tu ves Señor, yo he obedecido tu ley, yo no he hecho nada de deshonesto, de malo, de impío. Mis manos están limpias…”- “Sin duda, respondió el Señor, sin duda, pero tus manos están vacías! De hecho, tú no has hecho nada, tú no has arriesgado nada, nada has producido”.  En la parábola de los talentos, Jesús nos recuerda que no existe verdadero cristianismo sin compromiso ni riesgo. Y es eso lo que nos han ensenado (o mostrado) la gran cantidad de santos y sobretodo mártires a lo largo de la historia.

El tercer servidor ha sido incapaz de apreciar la confianza y la estima que el amo  le tenía. Él se encerró en sí mismo, y él ha terminado por tener miedo. Él es sancionado porque por miedo de hacer mal, no ha hecho nada, por miedo a equivocarse y no lograr nada, él se ha quedado paralizado. El enterró su talento y perdió el examen.

Esto también de paso me recuerda a una canción del artista español  Dyango llamada “querer y perder” que con respecto al amor dice: “…Pero es mejor querer Y después perder que nunca haber querido…”

Un segundo elemento importante de ésta parábola es la distribución de los talentos. Es necesario resistirse a la tentación de compararse con los demás. No se trata de los talentos de los otros sino de los talentos que Dios me ha confiado. “Hay diversidad de dones, nos dice San Pablo: a uno se le ha dado una palabra de sabiduría, a otro una palabra de ciencia, a otro la capacidad de acercarse a las personas solas, al otro un don de empatía para los limitados en sus fuerzas, etc”…El cuerpo tiene muchos miembros pero forma un todo y todos los miembros son importantes a pesar que sean diferentes (1 Corintios 12,4-12).

Según mis capacidades, yo he recibido un cierto número de talentos. En su homilía sobre el texto de hoy, un sacerdote contaba la historia de una madre de familia africana, quien daba a sus 3 hijas tres recipientes diferentes para ir a buscar agua en los pozos del poblado: un recipiente de 5 litros a su hija de 16 años, uno de 3 litros a su hija de 12 y uno de un litro a la más pequeña de 7 años. Todas las 3 participaban en el bienestar de los miembros de la familia.

La parábola nos invita a utilizar lo mejor posible los talentos que hemos recibido, en beneficio de la gente,  que no ocurra que al final de nuestra vida le digamos al Señor:  Mira Señor yo te devuelvo el corazón que me has dado, lo he utilizado poco para no cometer errores (no equivocarme). El sueño (la fantasía) que me has confiado, yo te lo devuelvo tal cual me lo habías dado. Ella está casi nueva, ella nunca ha servido. El juicio se dará sobre los frutos que habremos producido: “ yo los he escogido para que ustedes produzcan frutos  y que los frutos permanezcan.

En la vida, es necesario el coraje (la valentía) para tomar riesgos. Jesús ha sido duro con los fariseos que impedían todo cambio y que querían “levantar un muro alrededor de la ley y las tradiciones de Israel”, con el fin de protegerlas. El cristianismo no es una religión de museo. El Señor critica las tradiciones religiosas conservadoras que se niegan a evolucionar, a desarrollarse, a cambiar de acuerdo a las necesidades de los tiempos. Debemos evitar apagar el espíritu  “que sopla donde quiere y renueva continuamente la faz de la tierra”.

Al final de nuestra vida, una cuestión simple se nos hará: “Es que el pequeño mundo que nos ha sido confiado por Dios es más bello, más cálido, más justo y más humano después que nosotros lo hemos habitado?” Cristo dirá entonces: “muy bien servidor bueno y fiel. Entra en la alegría de tu Señor”.


Referencias :


Pequeño « Prions en Église », misal edición Quebec (Canadá)


martes, 1 de noviembre de 2011

Joyeux anniverssaire! ADAMO


Y de él fue de los pocos y uno de los primeros audio-casete originales que tuve entre mis manos. Era por allá a finales y comienzos  de 1980, y  aquel registro hoy ya superado por la tecnología, tenía inolvidables canciones como “Mis manos en tu cintura”, “mi rol”, “un mechón de tu cabello”, “pequeño amor”. 

Junto con José Luis Perales y Camilo sesto arrullaría mi final infancia y desconcertante adolescencia. Si, han adivinado hablo del cantante italo-belga SALVATORE ADAMO, más conocido simplemente como ADAMO, quien nació un dia como hoy el 1o de Noviembre de 1943. Hoy cumple pues 68 abriles.


Su voz y sus canciones son predominantemente nostálgicas, tristes, pero en sus letras hay constantemente una invitación al amor, a la ternura y sus temas preponderantes son también la nostalgia, el olvido y el desamor en las relaciones de parejas.


La primera vez que vi a Adamo en imagen movida después de las caratulas de sus discos LP 33, fue en un programa de la televisión belga en el 2002, en mis primeros días de arribo a Bruselas la capital de su país, a donde fui para estudiar el francés. Lo entrevistaba alguien y supe que tenía su residencia en París. La verdad aun uno de mis pequeños sueños era y es  asistir a uno de sus conciertos. 

Las canciones de Adamo en francés constituyeron para mí una gran motivación y ayuda a la hora de aprender la lengua gala, visto que ya conocía desde muchísimo tiempo atrás sus melodías en español, enfrentarme con las letras y descubrir el sentido original de su intención fue algo que me fascinó enormemente.


Para mí sus mejores canciones son:


Inch Allá, que es un bello poema homenaje cantado a las víctimas del holocausto judío.

http://www.youtube.com/watch?v=RezNmQZy1HE&feature=results_video&playnext=1&list=PLE8036E33E9F897D8


Cae la nieve (Tombe la neige), que es de las canciones traducidas a más idiomas en el mundo, inclusive existe versión en japonés y en tagalo (una lengua local de Filipinas).


 Es mi vida (C’est ma vie),




Mi gran noche (canción que sonaba bastante el año de mi nacimiento 1969), y de cuya  canción también grabo versión Raphael. Acá cantan los dos juntos en este video




Un mechón de tu cabello (une mèche de cheveux)



Mis manos en tu cintura (mes mains sur tes hanches),


Tu nombre (Ton nom)


Y


Ella anda.(elle)


En este día feliz cumpleaños 68 para Adamo, do quiera se encuentre!


Biografia:


Salvatore Adamo (nacido el 1 de noviembre de 1943 en Comiso) es un cantautor ítalo-belga. Tuvo gran éxito comercial durante los años 1960 y 1970, principalmente en Europa, América Latina, Japón y Estados Unidos.


A los cuatro años su padre decidió abandonar Italia y se trasladaron a Bélgica. El padre de Salvatore Adamo no escatimó esfuerzos para dar a su hijo la mejor educación posible dada su habilidad e ingenio, Adamo fue un distinguido estudiante y uno de los mejores de su escuela. Durante ese período nacieron sus cinco hermanas y un hermano. En ese periodo comenzó a sentirse atraído por la música y fue así como aprendió a tocar la guitarra para acompañarse en sus cantos. Y entonces lo escuchamos a "media voz", como su canción Mis Manos en tu cintura.





lunes, 31 de octubre de 2011

6 de noviembre del 2011: 32o Domingo del tiempo ordinario


Si no vas a Misa estas Lecturas te acercaran a una sintonía más clarificadora, solidaria y hermosa. Si vas, te servirán de recuerdo y preparación. Y si no vas, pero quieres ir, te ayudaran a acercarte a la puerta.

PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA 6,12-16 


La sabiduría es radiante e inmarcesible, la ven fácilmente los que la aman, y la encuentran los que la buscan; ella misma se da a conocer a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa: la encuentra sentada a la puerta. Meditar en ella es prudencia consumada, el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones; ella misma va de un lado a otro buscando a los que la merecen; los aborda benigna por los caminos y les sale al paso en cada pensamiento.

Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL
SALMO 62 


R.- MI ALMA ESTÁ SEDIENTA DE TI, SEÑOR, DIOS MÍO.

Oh Dios, tu eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansía de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua. R.-

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloría!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios. R.-

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos. R.-

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo. R.-


SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES 4, 13-17


Hermanos:
No queremos que ignoréis la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo, a los que han muerto en Jesús, Dios, los llevará con él. Esto es lo que os decimos como Palabra del Señor: nosotros, los que vivimos y quedamos para su venida, no aventajaremos a los difuntos. Pues él mismo, el Señor, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que aún vivimos, seremos arrebatados con ellos en la nube, al encuentro del Señor, en el aire. Y así estaremos siempre con el Señor. Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.
Palabra de Dios.


ALELUYA Mt 24, 42a. 44
Estad en vela y preparados, porque a la hora que menos pensáis viene el Hijo del Hombre.


EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 25, 1-13


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

-- El Reino de los Cielos se parecerá a diez doncellas que tomaron sus lámparas y salieron a esperar al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran sensatas. Las necias, al tomar las lámparas, se dejaron el aceite; en cambio, las sensatas se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz:

--¡Que llega el esposo, salid a recibirlo!

Entonces se despertaron todas aquellas doncellas y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las sensatas:

--Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.

Pero las sensatas contestaron:

-- Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis.

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo:

--Señor, señor, ábrenos. Pero él respondió:

--Os lo aseguro: no os conozco.

Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora.

Palabra del Señor


A guisa de introducción:

QUE NOS RESERVA LA NOCHE?

En el evangelio de este 32º domingo del tiempo ordinario, Jesús narra una parábola que ocurre en la noche. Este contexto (ambiente o puesta en escena) es determinante para poder comprender toda la significación del relato.


La noche es un tiempo de espera y de puesta a prueba que lleva a cada persona a los límites de sus recursos. Es decir, es en la noche cuando nos tornamos más débiles, temerosos y somos conscientes de nuestras limitaciones. Veamos por qué.


Para muchos de nosotros, las noches son exigentes. Algunos se levantan para cuidar a algún pariente o persona cercana, mientras que otros sufren de insomnio (por ejemplo mi abuela paterna que tiene hoy 85 años, hace grandes esfuerzos por mantener cerrados los ojos). Hay trabajadores que vigilan y o guardan para afrontar las crisis y urgencias que pueden ocurrir en todo momento (caso de bomberos, enfermeros, paramédicos, celadores, etc).


Y lo que es mucho más cierto es que los ojos humanos ven mal en la oscuridad. El anochecer nos hace más vulnerables. La noche puede parecer amenazante, como lo canta si bien cierta cantante y  poeta quebequense:

“tú eres ausencia, un negro inmenso, el silencio y el olvido.

Tu eres la noche, todo es posible y todo me asusta en medio de mis suspiros”.


Es por ello que las primeras generaciones de cristianos, se reunían para orar en el momento justo cuando se encendían las lámparas. De igual manera, en la vigilia pascual y en la mesa de media noche de navidad, los cristianos festejamos con efervescencia Cristo como luz en la oscuridad.


Cuando viene la noche, en mi vida o en la vida de mis seres queridos, soy capaz de perseverar en mi fe? La fe, la esperanza y el amor que me habitan soportan bien durante las horas difíciles? Mi lámpara permanece encendida a pesar de la oscuridad?

Prisioneros del corto término:

Un verano, un joven que montaba en su motocicleta muere al chocarse contra un automóvil en la única intersección del pueblo. El golpe es duro para sus compañeros y por cierto tiempo, las motos circulan de manera más lenta. En la primavera siguiente, todo se olvida y las motos vuelven a su velocidad de antes.


Jesús nos dice: traten de retener la lección un poco más, por más largo tiempo. Acuérdense de la historia de Noé: “en aquellos días de otrora, se comía, se bebía, y uno se casaba…No se creía en nada hasta que vino el diluvio que se los llevo a todos: así será el evento de la llegada del Hijo de Hombre” (Mateo 24,38-39).


La lección ha sido probablemente tenida en cuenta algunos años, pero quien en nuestros días, espera todavía al Hijo del Hombre? Hemos comenzado la misma locura del ir y venir de antes del diluvio y vivimos a la velocidad de las motocicletas y en medio de la inconsciencia de nuestras acciones! Muchos sienten que lo esencial se les resbala entre los dedos, pero nada hacen por cambiar eso. Otros sienten que sería necesario ir más despacio, darse el tiempo para orar y reflexionar, volverse atento a la música de Dios en el fondo de su ser, pero la rueda continùa dando vueltas y ella gira rápido.


Las vírgenes “necias”, son justamente personas que habían perdido el sentido de la vida, que se habían alejado  de la buena vía, y que ya no estaban en contacto con su proyecto inicial. Ellas se habían “adormecido” y volvieron a caer prisioneras del corto término: "se comía, se bebía, se compraba, se vendía, se plantaba, se construía” (Lucas 17,28)…Hasta el día que ellas se dieron cuenta que habían pasado de largo y habían sido negligentes con su objetivo. Pero era ya muy tarde para recomenzar.


El regreso del Hijo del Hombre, que Jesús y los primeros cristianos situaban a corto término, es necesario situarlo ahora en el largo término. Y la parábola nos invita a permanecer fieles en nuestra intuición primera, al igual las que vírgenes sabias que no pierden de vista el proyecto del principio y la parábola concluye en una cuestión clave: “Cuando venga, Jesús nos reconocerá? Se reconocerá en nuestras vidas? Encontrará su fe en la nuestra, sentirá nuestra oración en continuidad con la suya? Encontrará afinidad con él en nuestro compromiso social? Se sentirá cómodo al ver la plaza (o el lugar) que el mal ha tomado en nuestra vida? O no encontrarà en el mundo nada más que gente que comía y bebía?


REFLEXION:

El evangelio de hoy nos habla de vírgenes (o doncellas o  chicas jóvenes) sabias y de vírgenes necias (como nos gusta decir en los apuntes cómicos).


La palabra “necias” , “insensatas” o “locas”, “môrai”, no significa totalmente una persona sin inteligencia, sino más bien una persona impía, aquel o aquella que es lo bastante loca para oponerse a Dios (de esos abundan en nuestra sociedad hoy).


El Salmo 14,1 dice: “El insensato (môros) dice en su corazón: no hay Dios!” En los evangelios, “moros” designa “aquel o aquella que construye su casa sobre la arena y no pone en práctica las palabras de Jesús” (Mateo 7,24)…Se trata entonces de una actitud espiritual.


Esta parábola se aplica a cada uno de nosotros : a veces, somos como las doncellas prudentes que han sabido hacer reservas (prevenirse o proveerse)  y a veces somos como las chicas estúpidas que no piensan que en el momento presente.

El ser humano y el animal tienen la costumbre de hacer previsiones y proveerse. Cuando el invierno está cerca, los osos se preparan para el sueño invernal (hibernación) , los castores y los mapaches buscan lugares cálidos y protegidos. Las ardillas amontonan nueces y demás semillas lo suficiente para sobrevivir hasta la primavera. Nosotros equipamos nuestros coches con las llantas apropiadas para el invierno, sacamos nuestros mantos y nuestras botas, los guantes, los gorros, compramos madera y aceite para la chimenea. Los humanos al igual que los animales son a la vez advertidos y prudentes, sabios y vigilantes, en su manera de actuar.


A lo largo de nuestra existencia, es indudable  que nosotros hemos vivido momentos difíciles en los cuales una reserva de amor, de ternura y de comprensión nos han permitido “afrontar  con éxito esas situaciones”. Y entonces nos hemos preguntado: “como he podido yo sobreponerme a todo eso?” La fuerza de carácter, la perseverancia, la esperanza y el amor nos han permitido recoger los frutos de una clarividencia rica en paciencia y en comprensión.


Y o por el contrario, nosotros hemos experimentado personalmente el costo de una falta de previsión: cuando una pérdida de empleo o un cese de actividades inesperado nos toma de improviso, cuando la falta de solidaridad provoca el fin de una gran amistad, cuando malentendidos continuos llevan a la separación o al divorcio.


Nosotros no podemos esperar que un proyecto se prolongue cuando los recursos se agotan, no podemos llegar a la  primavera sin haber hecho reservas en el otoño. La diferencia entre las jóvenes sabias y las jóvenes necias es la capacidad de hacer reservaciones.


Algunas personas piensan que las “sabias” son egoístas ya que ellas no quieren compartir el aceite, pero el evangelio subraya aquí que al fin de cuentas nosotros debemos SOLOS asumir la responsabilidad de nuestra decisión (opción o elección). Nosotros no nos salvaremos sea   porque tenemos una tía religiosa, un hermano sacerdote, o una madre que reza el rosario todos los días o padres que van a la misa regularmente o un hijo que trabaja con los inmigrantes y los pobres. Uno deberá responder personalmente por lo que hemos hecho o hemos dejado de hacer (el pecado de omisión tan recurrente y del cual poco o casi nunca nos damos cuenta y no lo confesamos). Cristo insiste sobre la responsabilidad de cada uno.


En la novela de Thorton Wilder, « El puente de San Luis Rey », cuya accion se lleva a cabo en el Peru, el autor cuenta la historia de algunas personas que viajan en una diligencia en el siglo XIX. Una vez llegan a San Luis Rey, el viejo puente se cae bajo el peso de la diligencia y todos los pasajeros pierden la vida. Wilder cuenta enseguida la historia de cada uno de los viajeros: un abocado, un sacerdote, una enfermera, un hombre de negocios, una madre de familia, un trabajados de la construcción, una sirviente de familia burguesa. Al fin de cada capitulo narrando la vida de uno de los figurantes, Wilder se pregunta: Estaba ella, estaba él listo para encontrar a su creador? La misma pregunta podría hacerse para las 3000 personas que han perdido la vida luego del ataque terrorista del 11 de septiembre, o todavía cuando alguien muere súbitamente en un accidente, muere de un ataque cardiaco, un cáncer, o es víctima de un tsunami o de  un terremoto.


Ciertas personas creen que la fe cristiana es una especie de alienación, una creencia que no tiene  influencia sino después de la muerte y que los cristianos no se interesan o preocupan por el  tiempo presente…Y es exactamente lo contrario. La fe cristiana nos invita a actuar ahora, a no desperdiciar el tiempo que se nos ha dado. La eternidad comienza ahora y el tiempo se nos ofrece como un regalo para que abramos los ojos y el corazón y así poder realizar todo el bien posible.


« Estén listos ! » No se trata de adivinar cuándo llegara el momento de la muerte, sino más bien de estar siempre listos para el encuentro con el Señor.


Nosotros los cristianos no vivimos con un calendario entre las manos, tratando de descubrir el día que el Señor vendrá, nosotros vivimos más bien con una brújula que nos indique la dirección a seguir para llegar a buen puerto. Y cuando el día de la muerte llegue , que eso sea dentro de una semana o dentro de muchos anos, nosotros estaremos listos, con aceite de reserva.


El aceite de la caridad permite a nuestra lámpara permanecer encendida : « cada vez que ustedes lo hicieron con uno de estos pequeños, es conmigo que ustedes lo hicieron ». Dios nos da el tiempo para que podamos prepararnos bien para su venida. “Aquellas que estaban listas (preparadas) entraron en la sala de Bodas”.


El evangelio remarca aquí que al fin de cuentas nosotros debemos solos asumir la responsabilidad de nuestra decisión (elección, opción o escogencia).

La fe cristiana nos invita a no desperdiciar el tiempo sagrado que se nos ha dado...


 APLICACIÓN:

En estos domingos «finales» del año litúrgico, los textos nos dirigen una invitación a reflexionar sobre el «fin» de toda existencia. Éste fin es considerado no sólo como la meta en que la vida adquiere realización o acabamiento, sino también como la meta del caminar histórico colectivo del ser humano y de la realidad toda. Semanas pues privilegiadas para contemplar este aspecto ineludible de nuestras vidas.


Los textos de estos últimos domingos de año litúrgico nos invitan a velar, a estar preparados. No para que la muerte nos coja confesados, esa es la visión miope que nos han querido inculcar. Por fortuna, ya no pensamos en ese Dios vengativo que está al acecho para ver cómo puede cogernos en un renuncio y condenarnos. De ahí la tremenda frase: “Dios te coja confesado”, que es un insulto a Dios y a todo el mensaje de Jesús.


 Dios no nos espera al final del camino para someternos a un juicio; lo cual daría por supuesto que de entrada hay sospecha de culpabilidad. No, Dios está en nosotros todos los instantes de nuestra vida para que podamos llevarla a plenitud, es decir, para salvarnos en Él.


 Se ha aprovechado este lenguaje para meter miedo a la gente: No sabéis el día ni la hora de vuestra muerte. ¡Temblad! Y eso que, en este ciclo A de Mateo nos libramos de los textos apocalípticos, que son todavía mucho más terroríficos y nos pueden despistar aún más.


 No es la muerte la que tiene que dar sentido a nuestra vida, sino al revés, sólo aprendiendo a vivir se aprende a morir. Aunque sólo os quedara un segundo de vida, haríais muy mal en pensar en la muerte. Sería mucho más positivo el vivir plenamente ese segundo. La muerte no arregla nada; si hay problemas, debemos arreglarlos mientras estamos de pie.


Hoy, Jesús nos advierte fuertemente: “vigilen, porque no saben ni el día ni la hora”. No, no se trata de una amenaza para infundirnos miedo. El evangelio es ante todo Buena Noticia que debe cambiar de manera radical nuestra vida. La segunda venida de Cristo se nos presenta como un evento maravilloso para el cual hemos de prepararnos a lo largo de toda nuestra vida. Este encuentro (reencuentro) con Él será una gran fiesta. Pero como cada uno lo sabe, una fiesta debe prepararse. Aquel que esperamos, es nuestro SALVADOR. Es necesario estar listos para recibirlo. Esto supone una vigilancia todos los días y un comportamiento conforme con la Voluntad de Dios.


Los sabios, los prevenidos, los avisados, son aquellos que han decidido permanecer en la fidelidad. Ellos se han dado de manera regular tiempos de oración. Ellos se han alimentado de la Palabra de Dios y de la Eucaristía. Ellos han comprendido que un fuego que no es alimentado con leña se apaga rápido. Un día, Jesús dijo: “guarden (conserven) sus lámparas encendidas”: esta lámpara, es la lámpara de nuestra conciencia. Para nosotros los cristianos es la lámpara de nuestra fe, de la oración. El aceite de esta lámpara, es el amor de Dios que debe impregnar toda nuestra vida. El problema es que a veces, hay tempestades en nuestro mundo y nuestra vida. Cada quien piensa en la crisis mundial que sacude nuestro mundo. Muchos sufren a causa de la violencia, del rechazo, de la enfermedad, ellos no tienen fuerza para esperar. Pero el señor está siempre ahí. Nada puede separarnos de su amor. Y como en otro tiempo al borde del lago de Galilea, Él nos vuelve a decir : « Por qué dudan , por qué tienen miedo, hombres de poca fe? Este evangelio es entonces para nosotros un llamado presuroso a beber en la fuente de este amor que está en Dios.


Puede que estemos sorprendidos por la dureza de la respuesta a las vírgenes que llegan después las otras. La puerta está cerrada y no pueden entrar. Si a lo largo de nuestra vida, le cerramos la puerta a Dios, no es necesario sorprendernos que ella permanezca cerrada a su regreso. Esto será la consecuencia de nuestra opción (elección, decisión). El Señor está aquí. El toca a nuestra puerta cada día para invitarnos a seguirle. El mismo es la puerta de las ovejas, una puerta siempre abierta y acogedora. Es por Él que somos invitados a pasar para entrar en esta gran fiesta de la cual nos habla el evangelio de este domingo. Nadie puede hacerlo por nosotros.


EN ESTE DIA SENOR, TE PEDIMOS : Ayúdanos a permanecer despiertos y a reconocer los signos de tu presencia en medio de nosotros. Con toda la Iglesia te pedimos; “Ven Señor Jesús, hemos previsto tu regreso, estamos despiertos para vigilar”. Amén.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

http://betania.es

Pequeno Misal "Prions en Église", edicion quebequense.

HÉTU,Jean-Luc.  Les options de Jésus.

http://dimancheprochain.org

http://cursillos.ca

http://feadulta.com

http://servicioskoinonia.org