EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a sus discípulos, diciendo:
-- En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
Palabra del Señor.
A guisa de introducción:
SERVICIO Y PODER
Hay una película francesa del año 2010 que ha causado gran impacto mundial y se llama “Des hommes et des dieux” (de dioses y hombres). En Canadá, fue presentada a finales del año pasado.
Basada en hechos reales, es la historia de un monasterio en las montañas del Magreb en los años noventa. Ocho monjes cistercienses viven en perfecta armonía con la población musulmana, pero paulatinamente la violencia y el terror se instalan en la región.
Un grupo de fundamentalistas islámicos asesina a un equipo de trabajadores extranjeros y el pánico se apodera de todos. El ejército ofrece protección a los monjes, pero estos la rechazan.
¿Qué deben hacer? ¿Irse, quedarse? A pesar de las crecientes amenazas que los rodean, la decisión de los monjes de quedarse se hace más firme día tras día. Empiezan a darse cuenta de que no tienen elección y deben quedarse, cueste lo que cueste.
La película recoge, a grandes rasgos, la vida de los monjes cistercienses del Tibhirine, en Argelia, del año 1993 hasta su secuestro y masacre en 1996.
Actualmente se está presentando en Colombia, pero solamente en Bogotá y Medellín (http://cine.colombia.com/pelicula/i3414c0p0/de-dioses-y-hombres-of-gods-and-men?id=3414&idc=0&p=0), y lástima que no la hayan proyectado en las otras ciudades , cuando es un film verdaderamente magnifico que permite contemplar y reflexionar acerca de valores tan sublimes como la fe en la providencia, la fidelidad a la vocación a la vida consagrada, el amor por el servicio, el dialogo y tolerancia interreligiosos, etc.
Pues bien, les recomiendo verla.
Sucede que en esta misma cinta, el hermano Christian, el prior o abad del monasterio, es invitado a cuestionarse sobre su manera de ejercer la autoridad. Éste mismo, acaba de tener un encuentro frente a frente con los terroristas, negándose a ceder a su requerimiento, ya que querían llevarse con ellos al hermano Luc, el médico del claustro. Su decisión traerá graves y pesadas consecuencias para el avenir de la comunidad. Sus hermanos le recuerdan que él no ha sido elegido para tomar solo las decisiones.
El ejercicio del poder es siempre delicado. Es verdad esto, tanto en la sociedad como en la Iglesia. Y es aún más verdadero en lo que concierne o mira el poder espiritual, cuando se dice actuar en nombre de Dios.
En el evangelio de hoy, Jesús les reprocha a ciertos fariseos el abusar de su poder en el ejercicio de su autoridad. Algunos se aprovechan de su posición para descargar sobre el pueblo pesos insoportables que ellos mismos no intentan siquiera mover ni con su dedo menique. Ellos dicen (predican) y no hacen (practican). Algunos pretenden imponerse o mostrarse como modelos para los demás, mas no se interesan que en sus fachadas.
Nuestra Iglesia no es perfecta. Y no lo será jamás. Ella está compuesta y dirigida por seres humanos. Los errores y los abusos del pasado nos recuerdan que nosotros siempre tenemos necesidad de convertirnos. No podemos olvidarnos (ser negligentes ante) de la organización, de tareas a cumplir y de las funciones a ejercer. Pero cada persona que tiene una responsabilidad en la comunidad eclesial debe recordar que ella está ante todo, al servicio de los otros.
APROXIMACION PSICOLOGICA Y POLITICA DEL TEXTO:
En el cristianismo primitivo hay una inspiración de igualdad que tiene sus raíces en las mismas enseñanzas de Jesús.
Como aquellos holandeses que hacen recular el mar para recuperar tierras arables (o cultivables), Jesús ha hecho volver atrás su familia y las tradiciones de su tiempo para recuperar para si un terreno personal que sería su espacio vital.
Sobre este terreno, Jesús vivió su vida y su búsqueda de Dios, y nadie vino a dictarle o decirle cómo tomarlo.
Ahora, aquí, Jesús recomienda de modo parecido a sus discípulos de vigilar también ellos sobre su espacio vital y no dejar a ninguna autoridad religiosa venir regir sus vidas. “No llamen a nadie Padre sobre la tierra” (v.9) ; no dejar a nadie tomar el poder sobre su vida.
Este compromiso radical con la libertad, encontrará algunos años más tarde eco en San Pablo quien preguntará: “es que acaso mi libertad va a ser juzgada por la conciencia de otro?” (1 Cor 10,29).
No tengan entre ustedes ni “Padre”, “ni doctores”, “ni maestro”, porque ustedes todos son “hermanos” (v.8), dice Jesús. De cara a los otros, ustedes son fundamentalmente iguales y libres. Habiten totalmente su libertad y guárdense (eviten) de toda tentativa por domesticar la libertad de otro, por reinar sobre su conciencia.
Pablo comprenderá con buen derecho que la salvación, la liberación en Cristo son simultáneamente una tarea y un don, al igual que la vocación de toda una vida es al mismo tiempo un evento misterioso realizado en la muerte y resurrección de Jesús.
“Hemos sido liberados para la libertad”, escribirá Paul a los gálatas (en otras palabras: “es para que seamos verdaderamente libres que Cristo nos ha liberado”- Gal 5,1). “Sean fuertes y perseverantes y no se dejen dominar bajo el yugo de la esclavitud” (v.2). No dejen nada, ni posesiones, ni ideologías, ni a nadie tomar el poder sobre sus vidas…
Notemos finalmente la convergencia entre el pensamiento de Jesús y el de Pablo. Pablo no quiere que esta libertad caiga en el vacío, ni se obnubile o pierda en el egoísmo: “por amor, pónganse al servicio los unos de los otros” (v.13). Esto se relaciona con lo dicho por Jesús: “el más grande entre ustedes será su servidor” (v.11).
Mejor que ser esclavos y no pensar más que en nosotros, estamos llamados a ser libres y a pensar en los otros!
Ellos actúan siempre para ser vistos…
Cuan delicada es la misión del discípulo de Jesús. Bien puede él estar actuando con toda sinceridad y buena intención y puede ser que alguien le esté juzgando e interpretando mal su celo, su compromiso y trabajo, considerando que lo que hace, lo hace con el fin de ser visto, de ganar celebridad y que digan los demás: cómo trabaja! Míralo qué tan lindo cómo se ocupa de los demás, cómo se preocupa por la Iglesia…
Los textos de este 31o domingo nos hablan de malos ejemplos, de falsas imágenes, de la búsqueda de promoción, de corrupción, del abuso del poder : temas que conocemos muy bien. No tenemos sino que leer los periódicos y mirar la televisión para darnos cuenta que la Palabra de Dios se aplica también a nuestro mundo de hoy.
La corrupción de los dirigentes a todos los niveles del gobierno, el abuso del poder de los ricos y de los poderosos que imponen su ley y no buscar que su interés, la irresponsabilidad de ciertos grupos religiosos de cara a las víctimas de pedofilia, la avaricia y la avidez de los bancos y de los sistemas financieros que provocan crisis económicas de manera continua, los numerosos escándalos de ciertos representantes políticos…todo ello ha creado una crisis de confianza sin precedentes en la historia de nuestras instituciones.
Cómo podemos llevar a los jóvenes a resolver sus diferencias de manera pacífica, cuando ellos ven cómo los adultos se valen de tácticas violentas para arreglar los conflictos, cuando ellos constatan la degradación sistemática y las campañas de suciedad en tiempo de elecciones para los puestos públicos, cuando ellos se dan cuenta de la ambición y avidez sin límites que reina en los gobiernos y en las empresas.
Cómo podemos convencer a los jóvenes que ejerzan su responsabilidad social y de que tengan compasión hacia los demás cuando una cantidad considerable de adultos abusan regularmente de su poder para llenarse los bolsillos y cuando la corrupción parece ser la única manera de llegar al primer puesto en los deportes, la política o en los negocios?
La búsqueda de poder y de riqueza, la carrera por los honores y los privilegios, no son solamente abusos de la época de Jesús. Hoy, ya no es mas cuestión de “filacterias o de franjas muy largas” (como en los fariseos), sino que es cuestión de marca de auto, de estilo de vida extravagante, de aviones privados, de barco de diversión (o placer), de residencias de un lujo como de fantasía. Esta riqueza excesiva, expuesta en el gran día, aparece como un insulto para los miles de millones de pobres del planeta. El deseo de aparentar deviene entonces el objetivo de la vida. Al seguir estos abusos, uno comprende un poco la revuelta (revolución, protesta) de los “indignados” contra Wall Street y contra el sistema financiero actual.
Jesús llama a aquellos que actúan para ser vistos : “hipócritas”, “actores”. Él invita a quitarse las máscaras y a dejar de interpretar (o jugar) la comedia. La vida no es un Halloween permanente! La autoridad de Jesus es exclusivamente una autoridad de servicio y de liberacion.
Un obispo italiano, Monseñor Tonfino Bello decía a los sacerdotes de su Diócesis: “En cada parroquia, debería haber a la vista un gran delantal como símbolo del servicio que los cristianos deben prestar a los demás. El delantal es el único vestido litúrgico mencionado por Jesús. San Juan nos dice que la tarde del jueves santo, durante la primera eucaristía, el señor se vistió de una especie de delantal (amarró su túnica a la cintura) y comenzó a lavar los pies de sus apóstoles!”
Un obispo italiano, Monseñor Tonfino Bello decía a los sacerdotes de su Diócesis: “En cada parroquia, debería haber a la vista un gran delantal como símbolo del servicio que los cristianos deben prestar a los demás. El delantal es el único vestido litúrgico mencionado por Jesús. San Juan nos dice que la tarde del jueves santo, durante la primera eucaristía, el señor se vistió de una especie de delantal (amarró su túnica a la cintura) y comenzó a lavar los pies de sus apóstoles!”
En la segunda lectura de hoy, se nos da el ejemplo de San Pablo que ama y sirve a su comunidad de Tesalónica. Este hermoso texto nos brinda un remarcable retrato (perfil) del verdadero pastor: Él es “pleno de delicadeza, de dulzura, como una madre con sus bebes”. Él se muestra lleno de afecto para con ellos, queriendo darles no solamente el evangelio sino todo lo que él mismo es. Él pena y se fatiga noche y día para no ser una carga para los otros.
También Jesús nos dice en el evangelio de este domingo: “paren ya de darse títulos infladores: “No se dejen dar títulos, no busquen privilegios ni primeros puestos, ni actúen para conseguir ventajas personales”. Estos títulos arriesgan crear una apariencia engañosa, detrás la cual se esconde muy a menudo un vacío infinito.
La autoridad de Jesús es exclusivamente una autoridad de servicio y de liberación: Él perdona, sana, levanta, da una segunda oportunidad, abre un avenir. Esto permite avanzar en la alegría: “Yo les digo todo esto para que su alegría sea completa” (Juan 15,11). Es suficiente con contemplar o ver aquellos que se encuentran con Jesús: la samaritana, Zaqueo, María Magdalena, los ciegos, los leprosos…
Y es practicando la autoridad del servicio propuesta por Cristo que nosotros daremos una imagen positiva de Dios a la gente alrededor de nosotros.
Todo lo que hacen los escribas y fariseos es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros. Pero entre ustedes, no debe ser así: “si alguien quiere ser grande entre ustedes, que él sea su servidor. Porque el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida por la multitud” (Mateo 20, 25-28).
REFERENCIAS :
1.Pequeño misal « prions en eglise », edición quebequense. Reflexión de Yves Chamberland.
2. HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.
3. http://cine.colombia.com/pelicula/i3414c0p0/de-dioses-y-hombres-of-gods-and-men?id=3414&idc=0&p=0
4. http://betania.es/historico/447-31dom-santos/index.htm
5. http://cursillos.ca./ Reflexión cristiana de P. Yvon-Michel Allard, s.d.v.
5. http://cursillos.ca./ Reflexión cristiana de P. Yvon-Michel Allard, s.d.v.
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Gustavo Quiceno