martes, 17 de mayo de 2011

22 de mayo del 2011: 5o Domingo de Pascua A


PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 6, 1-7

En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua griega se quejaron contra los de lengua hebrea, diciendo que en el suministro diario no atendían a sus viudas. Los Doce convocaron al grupo de los discípulos y les dijeron:
-- No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración. Por tanto, hermanos, escoged a siete de vosotros, hombres de buena fama, llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea: nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, prosélito de Antioquia. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les impusieron las manos orando.
La palabra de Dios iba cundiendo, y en Jerusalén crecía mucho el número de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe.
Palabra de Dios

 SALMO 32
R.- QUE TU MISERICORDIA, SEÑOR, VENGA SOBRE NOSOTROS, COMO LO ESPERAMOS DE TI

 Aclamad, justos, al Señor,
que merece la alabanza de los buenos;
dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en Tu honor el arpa de diez cuerdas. R.-

Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R. -

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R.-

 SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PEDRO 2, 4-9

Queridos hermanos:
Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Dice la Escritura: «Yo coloco en Sión una piedra angular, escogida y preciosa; el que crea en ella no quedará defraudado.»
Para vosotros, los creyentes, es de gran precio, pero para los incrédulos es la «piedra que desecharon los constructores: ésta se ha convertido en piedra angular», en piedra de tropezar y en roca de estrellarse. Y ellos tropiezan al no creer en la palabra: ése es su destino. Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa.
Palabra de Dios.

ALELUYA Jn 14, 6
Yo soy el camino, y la verdad, y la vida --dice el Señor--; nadie va al Padre, sino por mí.

 EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 14, 1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-- Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.
Tomás le dice:

-- Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?
Jesús le responde:
-- Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.
Felipe le dice:
-- Señor, muéstranos al Padre y nos basta.
Jesús le replica:
-- Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.
Palabra de Señor



A guisa de introducción

PIEDRAS DE DEMANDA (queridas, deseadas, necesarias, esenciales...)

Desde siempre, los seres humanos hemos tenido una relación extraña con la piedra, formidable obstáculo de la naturaleza…Seria quizás por eso que el autor de la ranchera Mexicana  (1)cantaba:
“Una piedra en el camino
me ensenó que mi destino
era rodar y rodar…”

Y Julio Iglesias cantaba en una de sus célebres baladas (2) a finales de los  70s:


"tropecé de nuevo y con la misma piedra,
en cuestión de amores nunca he de ganar…”

Pero la piedra  se constituye de todas maneras como nuestra aliada en la construcción de rutas y de edificios sólidos.  Es necesario eliminar o barrerlas de nuestros terrenos y nuestros campos, sin embargo algunas entre ellas cuando ciñen nuestros dedos,  son consideradas de gran honor por el valor que uno les da.

Cómo una piedra, materia inerte y fría, puede ser considerada viva y cálida?
Una casa hecha en piedras brutas no encanta? Y por qué una pirámide o un templo Maya suscitan tanta admiración?

Frecuentemente  la piedra adquiere   valor cuando ella es bien acomodada o puesta con otras para formar un ensamblaje útil, caluroso y original. Parece entonces que es la suma de las piedras que hace ellas lleguen a estar “vivas”.
En la construcción de la Iglesia, parece ser que es también la comunidad en su conjunto que testimonia lo mejor de la acción del Señor. La variedad de carismas y su disposición hacen aparecer toda la belleza y la riqueza de una comunidad.

Sea que nos parezcamos a una pequeña piedra, a una gran roca bien redonda o a una piedra plana, todos nosotros jugamos un papel (rol) esencial en la edificación del templo espiritual del señor. Al ejemplo de Jesús Piedra viva desechada por los arquitectos pero escogida por Dios para llegar a convertirse en la piedra angular (la piedra principal, de base) , tomamos conciencia de nuestra importancia en la construcción del Reino.

Se necesitan piedras, hay demandas en la cantera de nuestro mundo y nuestra Iglesia…Responderemos a este llamado?
                                                                                              Jean-Francois Hemel


UNA APROXIMACION PSICOLOGICA

Si Dios existe, Jesús se le parece
Jean-Luc Hetu (En “Les options de Jesús”)

Con palabras muy simples y haciendo intervenir a dos de los discípulos, Juan desarrolla o muestra aquello que es el centro o CORAZON de la experiencia cristiana.

Si Dios existe- Y de ello , Juan está convencido- Él se parece a Jesús. En Jesús , las líneas de fuerza de toda experiencia humana- libertad, sensibilidad ante el otro, fidelidad- han llegado hasta una tal profundidad que uno se encuentra  con alguien que está más allá de la humanidad (Jesús es más que un simple ser humano).

Algunas palabras de Jesús eran “rudas” y difíciles de escuchar: “Si ustedes no comen la carne del Hijo del hombre, no tendrán vida en ustedes…” (Jn 6,60). En ocasiones, Él se veía en la obligación de explicarse inmediatamente ante sus discípulos sobre el sentido de sus palabras (Mc 4,34), lo que significaba entonces que no era siempre comprendido (Mc 8,21), y con frecuencia los apóstoles debieron repetirse entre ellos  “No comprendemos lo que Él quiere decir!”  (Jn 16,18).

Sin embargo esta dificultad  de “seguir” a Jesús intelectualmente no impedía a los discípulos de seguirle físicamente  y que creyeran en Él.

Es que en el plan humano, para los discípulos, las acciones de Jesús no engañaban. Los apóstoles no eran ni psicoanalistas ni exegetas (intérpretes o estudiosos  de la biblia), pero al menos,  ellos eran hombres que podían distinguir entre un  fruto bueno y otro malo (Mt 7,15-20), entre la libertad y la esclavitud,  entre la apertura al otro y el egoísmo.

Si ellos creían en Jesús, era más que todo por lo que Él era  y por lo que Él hacía más que a causa de sus enseñanzas, que les ha tomado largo tiempo para que penetren en ellos y así lograrlas asimilar.  Es el sentido de las palabras del versículo 11: “Si ustedes no creen en mi Palabra, crean al menos  a causa de mis obras”.

Hoy , para nosotros también, el reconocimiento de la divinidad de Jesús se encuentra al final del mismo camino. La fe no viene por un análisis de la teología del Nuevo Testamento, sino por una disponibilidad para escuchar lo que Jesús ha vivido, teniendo en cuenta que esa vivencia (experiencia de vida) aflora en cada página del evangelio.

No es seguro que antes de su encuentro con Jesús, los apóstoles hayan sido grandes creyentes y que haya sido la intensidad de su fe en Dios que les haya posibilitado abrirse a Jesús. Cuando ellos descubren en Jesús “el camino, la verdad y la vida”, probablemente ellos hacen el camino inverso.

A través de un hombre en el cual la libertad, la apertura al otro y la fidelidad les impresiona, ellos descubren la fe: fe de Jesús en el hombre, fe de Jesús en Dios. Es ahora que ellos se disponen a ensayar de hacerle y dar a  Dios la plaza  en sus vidas, la plaza que Jesús le daba en su vida.

He aquí entonces el impacto de Jesús sobre los apóstoles y sobre todo discípulo que viene después. Una experiencia de vida humana, donde la intensidad y la profundidad reenvían a otra cosa, y de lo cual Jesús testimonia, da muestras (manifiesta) por la influencia que Dios tiene sobre Él.

He aquí el por qué  los apóstoles se ven llevados a afirmar, después de haber encontrado a Jesús : “Dios existe y Él (Jesús) se le parece!”

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REFLEXION

“AQUEL o AQUELLA que crea en mi realizara las mismas obras que yo”
San Juan nos propone hoy el comienzo del discurso de Jesús durante la Última Cena. El utiliza las palabras del Señor para darnos un bosquejo o imagen de su personalidad y hacer un resumen de su mensaje.

Habiendo lavado los pies a sus discípulos, después de anunciar la traición de Judas y predicho la negación de Pedro, Jesús da sus últimas recomendaciones a los suyos. El evoca su partida próxima. Pero el agrega que regresara a buscarlos.  Ellos no tienen entonces por qué estar preocupados.

Cuando San Juan escribe su evangelio, 60 años después de la muerte de Jesús, los cristianos sufrían de discriminación y eran perseguidos. Habian sido expulsados de las sinagogas y habían perdido el contacto con sus comunidades respectivas. Ellos eran considerados como enemigos públicos para los romanos y considerados herejes por sus compatriotas judíos. Era para ellos un tiempo de grandes sufrimientos. En este contexto difícil, las palabras reconfortantes de Jesús son bien acogidas: “No tengan miedo. Ustedes creen en Dios, crean también en mi”.

En nuestras vidas, nosotros atravesamos a veces por momentos semejantes a los de los primeros cristianos y vivimos miedos angustiantes que se apoderan de nosotros, a causa de un avenir incierto, una ruptura en nuestras relaciones, una crisis económica imprevista, una invalidez debilitante, una enfermedad incurable, una seria disminución física que acompaña la vejez, etc.

A nuestros dramas individuales, se agregan los miedos colectivos: el desempleo, la violencia, la corrupción, la sobrepoblación, el hambre en el mundo, la polución, el desarreglo climático, el intenso invierno, los conflictos que se multiplican.


En nuestra Iglesia, la práctica religiosa disminuye, los cambios se multiplican, las iglesias se venden, el clero envejece y no responde más a las necesidades y exigencias actuales y o coyunturales, un viento de pánico se apodera mismo de los más fieles que tienen a veces la impresión que
más nada va bien.

A través estas tempestades de la vida, Cristo nos asegura y nos ofrece una dirección y una protección: “Yo estoy con ustedes todos los días…Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Entonces, como Pedro, podemos confiar y responderle al Señor que nos pregunta si también nosotros queremos dejarle: “Señor, a quien iremos? Tu solo tienes Palabras de Vida Eterna” (Jn 6,68).
EL Evangelio de este domingo nos recuerda que estamos llamados no solamente a creer en Jesús  sino también a utilizar nuestros talentos para hacer lo que Él ha hecho.

“Aquel que crea en mi hará también las obras que yo hago”: aportar el consuelo a aquellos que están afligidos, acompañar los enfermos, proteger los débiles y vulnerables, comer con los pecadores, defender el derecho de los oprimidos, denunciar la injusticia. Nosotros somos las manos, los pies y el corazón, el cuerpo de Cristo en nuestro mundo.

Para Jesús, lo más importante no es la actividad en el culto, sino la calidad de vida: “Yo he venido para que ustedes tengan la vida y la tengan en abundancia”. Es por ello que los templos de piedra serán siempre menos importantes que los templos vivos que somos nosotros. La desaparición de numerosas iglesias y el hecho de ser una minoría no nos impedirá de vivir nuestro cristianismo y tampoco afectara la calidad de nuestros compromisos 
cristianos.

La primera lectura de hoy es reveladora y subraya la importancia del servicio para los cristianos. Cuando los discípulos, después de la resurrección, comenzaron a comprender el mensaje de Jesús, ellos crearon estructuras que correspondían a la enseñanza de Él: ellos instituyeron diáconos para servir las mesas, consolar y cuidar las viudas, ayudar los pobres, visitar los enfermos. Es la primera estructura de la Iglesia. Es un símbolo muy significativo que nos recuerda que la “práctica religiosa” consiste ante todo a encarnar en nuestras vidas las exigencias del evangelio, es decir, saber ponernos al servicio de los demás”.

San Juan que estaba si cercano a Jesús, ha comprendido muy bien esta enseñanza fundamental del Señor. En su evangelio, él nos cuenta “el lavatorio de los pies”, pero no menciona la “institución de la Eucaristía”. La Eucaristía era por lo tanto muy importante para Él y cuando él escribe su evangelio, varias décadas después de la muerte  y resurrección de Jesús los cristianos se reunían cada domingo, “el primer día de la semana” para “partir el pan” (celebrar la Eucaristía). Pero Juan quiere subrayar que esta celebración de la eucaristía solo toma todo su valor cuando nosotros somos capaces de ponernos al servicio de los demás, como Cristo lo ha hecho durante su vida y como Él ha querido remarcarlo por el lavatorio de los pies.

Cristo ha sido para nosotros no solamente un « maestro espiritual » simo también un ejemplo vivo de aquello que debemos hacer en nuestra vida de todos los días.

DE KOINONIA.ORG

Domingo 22 de mayo de 2011
 5° de Pascua.
 Joaquina Vedruna, Rita de Casia
Hch 6,1-7: Elección de los siete diáconos
Salmo responsorial 32: Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti
1 Pe 2,4-9: Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio real
Jn 14,1-12:  Yo soy el camino, y la verdad, y la vida

En la comunidad lucana descrita en la primera lectura, los apóstoles tienen plena conciencia que no lo pueden hacer todo y que necesitan valerse de otros para atender a las necesidades urgentes de la comunidad pero sin desatender el ministerio de la Palabra. Pero ellos no imponen. Invitan a la comunidad a escoger sus propios servidores, animadores. Les presentan a siete personas que son «autorizados» por los apóstoles para satisfacer las necesidades de la comunidad. No son servidores de segunda. Son personas encargadas o enviadas a realizar ministerios diferentes. Pero todos estaban empeñados en la difusión de la Palabra y en el crecimiento numérico y cualificado de la comunidad.

Así mismo, el autor de la carta de Pedro quiere subrayar el papel de todos los miembros de la comunidad creyente en la construcción del templo vivo de Dios. Jesús es la piedra viva, el fundamento, la base para construir la casa de Dios. Sobre esa piedra se instalan las demás piedras, los seguidores de Jesús. De manera pues que no somos sólo espectadores de la construcción. Somos artífices y al mismo tiempo materia fundamental para alcanzar la construcción del gran edificio humano, levantado sobre la roca, Jesucristo, sostenido por la columna del Espíritu Santo y estructurado con la activa cooperación de cada uno de los bautizados. El sacerdocio, más que un honor, un privilegio, una casta... es un dinamismo desatado por el Espíritu para el servicio de la comunidad eclesial. Todos somos ministros, todos sacerdotes, todos servidores en una densa experiencia fraternal al servicio del Reinado de Dios.

El evangelio de Juan revela la situación crítica que vive la comunidad naciente provocada por el ambiente hostil y peligroso en que se va desarrollando. Jesús no sólo es la piedra fundamental, sino que Jesús es también camino, verdad y vida. Los discípulos están confundidos ante las Palabras de Jesús. En los anteriores versículos Jesús ha anunciado la traición de Judas y la negación de Pedro. Este episodio refleja la situación de crisis de los discípulos porque no entienden el camino de Jesús. Las palabras que Jesús pronuncia pretenden alentarles en la esperanza, fortalecerlos en medio de la angustia, devolverles el horizonte de vida.

Jesús es camino, es decir, es proyecto, horizonte de vida para muchos. Su muerte está llena de sentido porque en ella se manifiesta el amor de Dios por la Humanidad y les devuelve la razón de vivir en momentos de confusión y desesperación.

Jesús es verdad: la mentira, el engaño, la corrupción se apodera del corazón de la persona humana. La Palabra anunciada y testimoniada por Jesús, que es la Palabra del Padre, se convierte en criterio de verdad, en transparencia que devuelve la luz.

Es vida: frente a las fuerzas de la muerte que causan terror, Jesús da sentido a la vida, se revela como Señor de la vida y vencedor de la muerte. Y en él todos los que apuestan a favor de un proyecto de vida, de verdad y amor como horizonte que puede salvar a la Humanidad del caos, la injusticia, la corrupción, la exclusión y la maldad.

Quién cree en Jesús cree en el Padre y será transparencia del Resucitado. En el fondo eso es ser cristiano, que es una forma de ser en plenitud hijos/hijas de Dios. Pero la propuesta de Jesús no es un asunto meramente individual, intimista, espiritualista. El proyecto de su seguimiento es exigente y radical. También la persona cristiana, integrada al cuerpo comunitario, debe ser camino, verdad y vida. Estamos llamados a ser una alternativa de vida, junto con otras alternativas de vida -representadas por otras personas y comunidades inspiradas por otras religiones- en medio de un mundo desorientado que con frecuencia no encuentra el sentido de la existencia. Somos servidores de la Vida aún en medio de la muerte que siembra el egoísmo humano cuando desatiende la sabiduría que se manifiesta «por los muchos caminos de Dios». La desatención a esta sabiduría divina manifestada por tantos caminos, repercute en las crecientes injusticias sociales y guerras que pretenden justificarse con apelos a la defensa de la libertad y de la seguridad, o a la imposición de la democracia o de la «libertad de comercio»... pero que en el fondo esconden mezquinos intereses económicos y hegemónicos de las grandes potencias y plagan de hambre y de miseria a los pueblos pobres.

Nuestra misión, pues, como personas cristianas, es juntarnos con muchas otras personas y comunidades creyentes, practicantes de otras religiones, y ser alternativa de vida, de resistencia y esperanza para todos.

En una época como la que vivimos, marcada por la entrada en curso en un nuevo paradigma, el paradigma pluralista, hemos de leer y proclamar con cuidado tanto la expresión de Pedro de un «linaje escogido», como la expresión de Juan, que él pone en labios de Jesús: «Yo soy ‘el’ Camino»... Esta última sobre todo no deja de ser una expresión propia de un lenguaje confesional, un lenguaje de amor y de fe, cultual, y en ese contexto hay que entenderla. No hay que perder de vista que, en otro sentido, son muchos los caminos de Dios, sus caminos, que no son nuestros caminos, y que nos pueden sorprender siempre con el descubrimiento de nuevos caminos de Dios. Recomendamos la lectura de la serie «Por los muchos caminos de Dios», de la Asociación Ecuménica de Teólogos del Tercer Mundo, en la colección «Tiempo axial» (http://latinoamericana.org/tiempoaxial ).


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS




1.  pequeno Misal en frances :" prions en eglise", Quebec, 2011.


2.   HETU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.


3.   http://cursillos.ca


 (reflexion del P. Allard, s.v.d).


4.   http://servicioskoinonia.org 


viernes, 13 de mayo de 2011

5 años BLOGUEANDO


 El 11 de abril del 2006 creé una primera cuenta para bloguear en miarroba.es.

Pasado un mes decidí cambiarme de casa virtual, quizás debido a razones de estética, quizás por más facilidad de manejo y  por una más clara comprensión para trabajar mis entradas de blog …Así fue como fui a parar a blogspot.com.

Con todo ya cumplí 5 años  blogueando. Algunos dirán que no he blogueado exactamente, al menos no todo el tiempo, puesto que el bloguear implica siempre escribir tus propias opiniones e ideas basados en tus vivencias directas y personales…Está bien, de acuerdo, es un sitio web en internet donde “blogueo” a veces.

En un principio el sitio virtual lo imaginé para compartir sobre todos los temas que me gustaban: autobiografía,  personajes entrañables,  ensayos de opinión sobre diversos temas: literatura, música, cine, vida de espiritualidad, evangelio, misión y fe  y fútbol que son los temas recurrentes hasta el día de hoy.

De hecho la primera entrada fue la reproducción del ensayo sobre mi pueblo “Marquetalia, yo y otros nombres” el 5 de mayo del 2006. http://gusqui.blogspot.com/2006/05/marquetalia-yo-y-otros-nombres.html

Era imposible luego no publicar por este medio y dar mayor acceso a muchas personas amigas, mis artículos sobre las experiencias de misión en Camerún (África), en donde me encontraba en ese momento. Los artículos salían en las publicaciones de mi comunidad,  y no todos, entonces, esos y los otros también tuvieron su espacio en adelante en mi recién nacido blog. El primer artículo sobre la misión fue este: http://gusqui.blogspot.com/2006/05/cronica-de-un-viaje-al-sur.html

Después decidí hacer como una especie de resonancia o eco de ciertos artículos de opinión e información que me encontraba en la red en periódicos virtuales, demás sitios web y otros blogs personales afines.  La primera entrada de este tipo fue un artículo sobre el libro “El código Da Vinci” ,tan en boga en esos días, el 17 de mayo del 2006. http://gusqui.blogspot.com/2006/05/decodificando-el-codigo-da-vinci.html

Aquel primer año del arranque fue el más pobre de todos en publicaciones, por muchos factores. Solo se editaron y publicaron 14. El año de más entradas ha sido  el 2010  (139).

Hoy por hoy, con esta entrada de aniversario son 337 entradas.

Desde diciembre del 2009 decidí compartir una reflexión extensa sobre la palabra de Dios de cada domingo, a veces con tinte personal pero apoyado en autores y publicaciones franceses y quebequenses, tanto de la red como libros normales. La primera entrada sobre una reflexión sobre el evangelio dominical fue la del primer domingo de adviento en el ciclo c: http://gusqui.blogspot.com/2009/11/y-el-adviento-esta-aca-primer-domingo.html

Durante estos 5 años he disfrutado mi oficio de bloguero, pues lo hago por convicción y con mucho gusto de poder  compartir la palabra de Dios, con el deseo que ella ilumine las vidas de tantos , por el gusto de hacer parte de mis  experiencias,  de recordar nostalgias y rendir homenaje a tantos personas entrañables que se nos van…

Por eso en este aniversario especial, llegue mi agradecimiento a todos mis seguidores conocidos oficiales y los anónimos…Gracias a los pocos que me han dejado su palabra de estimulo y de animo en mis propios blogs y o a través del correo. Siguen siendo bienvenidos sus comentarios y reacciones.

Buen día,
Dios los bendiga

P. GUSTAVO QUICENO JARAMILLO. mxy

miércoles, 11 de mayo de 2011

Mayo 15 del 2011: 4º Domingo de Pascua Día del Buen Pastor y Jornada Mundial de las Vocaciones





TEXTO DEL EVANGELIO DE  SAN JUAN 10, 1-10

01       Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante.
02       El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas.
03       El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las hace salir.
04       Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz.
05       Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz».
06       Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir.
07       Entonces Jesús prosiguió: «Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas.
08       Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado.
09       Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento
10       El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.

A guisa de introducción:

Reconocer su voz

Ahh aquellos tiempos de mi infancia!, que no puedo dejar de evocar…
Existía una imagen o dibujo que veía muy a menudo sobre los acetatos de música de 45, 33 y 78 r.p.m. Era el distintivo de una famosa compañía discográfica: la RCA VICTOR (1), presentaba un perro ante un gramófono: el perro parecía afinar la oreja cerca de una especie de corneta fijada a un torna discos. Y el slogan era: “la voz de su amo”.

El afiche o publicidad ponía en evidencia la fidelidad del sonido que se transmitía. Así el perro fiel ponía atención a la voz misteriosa, a aquella de su amo.

Los animales, lo sabemos, reconocen la voz de su amo. Los humanos también reconocen una voz conocida y familiar. Al teléfono, en el aeropuerto o en medio de una multitud, desde la primera palabra, desde la primera inflexión, uno sabe quién habla.

Como la huella digital, como el ADN, la voz tiene la firma de la persona. Y claro que hay usurpadores, imitadores, pero el engaño es rápidamente desenmascarado.

En nuestra vida es que nosotros sabemos reconocer la voz de Jesús? Hay tantos mensajes y mensajeros, tantos parásitos en la línea,  tantos virus y voces en las redes, tantos juguetes  electrónicos, robots, que uno no sabe más quien habla y cuál es el mensaje.

En todo este maremágnum, caos y confusión de voces es necesario que desarrollemos una escucha atenta.

Hemos de darle tiempo al discernimiento para que la voz del Maestro nos permita acceder a la plenitud prometida.  Si las ovejas saben reconocer la voz del pastor, hay en nosotros suficiente amor y familiaridad para que reconozcamos y sigamos la voz por excelencia?  (que no es Héctor Lavoe ni Frankie Ruiz, jeje) (2).

Puesto que Jesús nos invita a vivir, a vivir plenamente: “Que ellos tengan la vida en abundancia”.


Una aproximación psicológica:

Todos los libros del Nuevo Testamento, cada uno a su manera  prácticamente presentan a Jesús como la Nueva Pascua, el Nuevo Moisés, el Liberador, el Mediador de la Nueva Alianza.

Bajo cada una de estas aproximaciones, hay una sola y misma realidad central: EL EXODO, es decir, la intervención de Dios en la historia para hacer salir a su pueblo y ponerlo en marcha para que le siga.

Es admirable constatar como el vocabulario empleado acá reenvía a esta experiencia clave del éxodo. Todo es movimiento: entrar, abrir, llamar, llevar fuera, hacer salir, ir delante, seguir, entrar y salir, encontrar su alimento…

Es el itinerario de todo un pueblo que surge acá, es el camino espiritual de toda una nación que es evocada y en el fondo es la misma experiencia que se abre para los discípulos de Jesús.

Jesús hace vivir un éxodo, una salida de si, Él libera de la inercia y de la inconsciencia, y llama a emprender una marcha que refresca, renueva a quien la vive y que le permite encontrar  “de qué alimentarse”.

El “llama a cada uno por su nombre”, a sus discípulos Simón, Andrés, Mateo y los otros.  Él “Les hace salir a todos” de una existencia sin horizonte. “El marcha adelante, a la cabeza”, como Dios mismo marchaba a la cabeza (en frente) de su pueblo, en el desierto de una vida esterilizada por la ley y las instituciones de su tiempo, sin otro objetivo que la rutina cotidiana.

En fin, Juan hace expresar a Jesús  la convicción que con ÉL, sus discípulos “encontraran de qué alimentarse”, que Él les hará vivir  experiencias que los harán crecer y construir”.

El éxodo vivido y realizado por Jesús, es una salida de sí mismo, una puesta en marcha que pone en contacto con la “vida abundante”, vivida intensamente y en plenitud.

Jesús no aparece entonces como un reformador religioso que recuerda una fidelidad primera. Él no lleva a lo que ya era. Él pone en camino hacia lo que todavía no es.

Él no es aquel que agrupa en los “cercados” de una ley o de una moral. Es por el contrario aquel que “hace salir”, “que lleva afuera”, al gran día, y que nos precede en el camino de la libertad y de la realización personal.

Luego del primer éxodo, Dios ha arrancado su pueblo de una sociedad de opresión, de un cerco (cercado) de explotación, para enviarlo a construir un país de libertad y de fraternidad.

De modo parecido acá, cuando los falsos pastores se apropian de los bienes de los demás y destruyen la vida, Jesús viene para ensenar a compartir los bienes y a servir la VIDA.

He aquí el Nuevo Éxodo al cual nosotros estamos invitados.


REFLEXION CENTRAL

Cada año, en el cuarto domingo de pascua tenemos como centro de nuestra reflexión litúrgica la parábola del Buen Pastor, tantas veces dicha y tantas veces representada en el arte cristiano.

En el evangelio de hoy, Jesús mezcla las imágenes de una manera un poco desconcertante. Él mismo se compara con el Buen Pastor como con la puerta del cerco del rebano, dos imágenes que en el Nuevo testamento son complementarias.

En los campos de la Palestina, los pastores hacen parte del paisaje cotidiano. Cuando se acerca la noche, al final del atardecer, ellos juntan sus rebaños para protegerlos de los peligros de la noche. Después, al día siguiente, conducen sus ovejas hacia los pastos. La Biblia nos habla igualmente de pastores  y de ovejas. En el salmo 23 que acabamos de escuchar, leíamos:

“EL Señor es mi Pastor,
Él me hace descansar en verdes praderas,
Me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas…”

Es una manera de decir que Dios conduce su pueblo y que cuida de él.

El filósofo Henri Bergson escribía: “la gran cantidad de libros que yo he leído no me han dado tanto alivio como  lo ha hecho el Salmo 23: “El Señor es mi Pastor, nada me falta; si yo atravieso las sombras de la muerte yo no temo ningún mal, porque tú estás conmigo, tu vara y tu cayado me confortan”.

Pero cuando leemos estos textos bíblicos, debemos poner cuidado para no equivocarnos sobre el sentido de la palabra “rebaño”. A los ojos del Señor, nosotros no somos un colectivo anónimo, Somos su pueblo y a cada uno nos conoce por nuestro nombre; Él nos dice a cada uno de nosotros: “Tu eres mi hijo (a) “. Nosotros somos una grande familia de creyentes, mas hay un lugar para cada uno de entre nosotros en el corazón de Dios; “Yo te he llamado por tu nombre, tú tienes mucho valor ante mis ojos y yo te amo”. Esto se lo decía al pueblo de Israel, mas hoy, Jesús nos anuncia que es de igual manera verdadero para cada uno de los Hijos de Dios.

En el evangelio, Jesús se presenta como la puerta del cerco donde están las ovejas. Para comprender esta parábola, es necesario recordar que él se dirige a los fariseos, Estos últimos tienen un tal sentido de lo sagrado que no pueden imaginarse esta proximidad o cercanía de Dios . Para ellos, Dios es el Santo , el inaccesible; el hombre no puede llegar a Él por sus solas fuerzas. Sobre este punto, Jesús les da la razón. Mas él nos anuncia que Él mismo nos abre la puerta y entonces podemos encontrarle. Esta puerta que nos permite de  (ir) llegar hasta Dios , es Jesús mismo. “Si alguien entra por ella, será salvado”. Él es quien nos transporta nos ayuda a pasar y atravesar la muerte para acrecentar y fortalecer en nosotros las fuerzas de la vida.

A pesar de  todas nuestras reivindicaciones de independencia y de autonomía, tenemos necesidad de ser guiados hacia la felicidad, hacia una vida plena y total. Tenemos necesidad de un gobernador.

Nosotros podemos, seguramente, seguir a otros guías, y muchos se presentan ante nosotros como “salvadores providenciales”, pero Jesús nos advierte: “atención!, pilas!,  moscaa!”si ustedes les siguen, ustedes correrán el riesgo de ser engañados”. Se nos promete un cuerpo perfecto, sin arrugas, que no envejece más (véase por ejemplo la publicidad de Amparo Grisales y sus productos de belleza para parar el envejecimiento); la felicidad instantánea (por el dinero fácil a través del robo, el atraco,  la corrupción, el engaño del fisco, a través del tráfico y venta de drogas, alucinógenos, el negocio de la pornografía, etc). La alegría rápida si compramos tal o cual casa , tal barco de placer, tal carro; las vacaciones de nuestros sueños; el negocio de la bolsa en su momento, o un seguro de vida que nos procurara un avenir seguro.  

Con la crisis económica que atravesamos, miles de personas se han dado cuenta de la fragilidad de tales promesas.  Millones de personas han perdido sus empleos, su casa, su estilo de vida. La crisis económica ha hecho que millones de personas se vean literalmente ahora en la calle. Y todo ello a causa de la ambición o avidez  desaforada de algunos!

Es muy fácil dejarse seducir por los comerciantes o mercaderes de la felicidad garantizada. Todos nos proponen una receta-milagro, “para nuestro más grande bienestar!”

Pero muy a menudo esos charlatanes, esos vendedores de sucesos en rebaja, no buscan que enriquecerse a costa de desangrarnos y de empobrecernos ( es decir a nuestras costillas!)

Jesús se presenta hoy ante nosotros como el guía, el pasaje o tiquete, la puerta que da acceso a un mundo mejor. Detrás esta puerta, no hay un Dios que atemorice o un Dios que nos pida poderes o competencias extraordinarias, sino que hay  un Dios que ama, que acoge el Hijo prodigo, la mujer pecadora, el buen ladrón, al Pedro arrepentido, al Pablo el perseguidor.

La preocupación del Señor no es encerrarnos en el corral con el fin de protegernos, sino más bien de hacernos salir para descubrir la belleza del aire libre, los grandes horizontes, los espacios ilimitados: “El entrará y saldrá y encontrara pastos”.


Desafortunadamente, muchos escogen caminos de perdición y van hacia la infelicidad o desgracia. Después de meses, los mass medias nos hablan todo el tiempo de violencias, de actos de racismo, de guerras, de muertos y más muertos. De jóvenes completamente desesperados se evaden en la droga y el alcohol. Es a ese mundo tal como es que somos enviados como portadores de esperanza. Nuestra misión, es mostrar a Cristo “pastor de toda humanidad”. Nada podrá impedirle de querer salvar a todos los humanos. Es absolutamente necesario que nosotros entremos en ese gran proyecto de amor que anima a Jesucristo.


En ocasiones, nosotros estamos encerrados en una especie de “corral”, bloqueados a causa de una enfermedad, de un complejo, de un traumatismo, de una adicción al alcohol, al juego, a la droga, a causa de nuestro ambiente. Todos tenemos algún día que hacerle frente, ponerle cara a los problemas que nos agobian y no parecen tener salida.

Nos sentimos atrapados  en la trampa, prisioneros, no sabiendo cómo salir adelante y o liberarnos.

Es cuando Cristo interviene y nos dice que Él es la puerta, que Él es la salida. Imagen de libertad!, imagen de solaz, de frescor y de vida! Seguir a Jesús no es como muchos lo piensan, vivir una vida mediocre, es por el contrario vivir plenamente: “Yo he venido para que tengan vida y la vida en abundancia” (Juan 10,10).

Cada domingo, venimos a encontrar el Señor que puede darle de nuevo un sentido a nuestra vida. Él es nuestro guía, el pasaje o tiquete hacia la libertad, el compañero de camino que nos acompaña a lo largo de toda la vida.


ORACION;

Señor, tu nos invitas a acoger este amor que está en ti.
Tu eres en nosotros esta puerta abierta por la cual pasamos de la tristeza a la alegría, de la duda a la confianza.
Haznos disponibles e irradiadores de tu presencia.
Te pedimos especialmente por todos aquellos que tu llamas como los sacerdotes, los diáconos, los religiosos y religiosas, pero también por los laicos comprometidos en el Anuncio del evangelio. Que los unos y los otros, allí donde estemos, seamos la voz de Cristo el Buen Pastor.

PARA TODOS MIS COLEGAS y AMIGOS Y FAMILIA QUE SE HAN TOMADO EN SERIO LO DEL BAUTISMO...

f e l i z  d i a   d e l   b u e n    p a s t o r !






REFERENCIAS:
-         
Pequeño misal “prions en Eglise”, Novalis, Canadá.

-         HÉTU, Jean-Luc. Les options de Jésus.

-         http://cursillos.ca

-         http://dimancheprochain.org


(2).     Varios cantantes llevan el apodo de “la voz”, significando a veces de manera muy  presuntuosa, será por sus managers o seguidores que ellos son por excelencia los primeros, el prototipo de la salsa.

jueves, 5 de mayo de 2011

8 de mayo del 2011: 3er domingo de Pascua

TEXTO DEL EVANGELIO


Evangelio según San Lucas 24,13-35. 

Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de Jerusalén.
En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió caminando con ellos.
Pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.
El les dijo: "¿Qué comentaban por el camino?". Ellos se detuvieron, con el semblante triste,
y uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: "¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días!".
"¿Qué cosa?", les preguntó. Ellos respondieron: "Lo referente a Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en palabras delante de Dios y de todo el pueblo,
y cómo nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado a muerte y lo crucificaron.
Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel. Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas.
Es verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro
y al no hallar el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les habían aparecido unos ángeles, asegurándoles que él está vivo.
Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres habían dicho. Pero a él no lo vieron".
Jesús les dijo: "¡Hombres duros de entendimiento, cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas!
¿No era necesario que el Mesías soportara esos sufrimientos para entrar en su gloria?"
Y comenzando por Moisés y continuando con todos los profetas, les interpretó en todas las Escrituras lo que se refería a él.
Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante.
Pero ellos le insistieron: "Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba". El entró y se quedó con ellos.
Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio.
Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero él había desaparecido de su vista.
Y se decían: "¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?".
En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que estaban con ellos,
y estos les dijeron: "Es verdad, ¡el Señor ha resucitado y se apareció a Simón!".
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



 A guisa de introducción:

UNA PRESENCIA QUE NO SE TOCA
Vivimos en un mundo donde las comunicaciones ocupan una plaza preponderante. El internet y la telefonía alámbrica o inalámbrica nos permiten tener contactos fáciles y rápidos.
Mismo si las personas están lejos, podemos contactarlas de manera casi instantánea. Aunque estén ausentes, llegan a ser presentes por la voz y lo mismo por la imagen.
Sin embargo a pesar de los grandes avances tecnológicos que nos permiten acercarnos los unos a los otros, parece que el desaliento por la vida, la soledad, el desespero y la perdida de sentido sean la realidad de un gran número de personas.
Es decir, nuestros medios de comunicación conocen al menos una limitación, aquella de no poder calentar y sanar un corazón frio, vacío, traumatizado, desalentado o herido? Gracias a los medios, la ausencia llega a ser presencia, mismo si esta se presenta finalmente impotente para llenar completamente el corazón.
En el orden espiritual, es lo contrario que se produce.
En el relato de los discípulos de Emaús, la presencia de Jesús deviene ausencia, pero sin antes haber calentado el corazón de los discípulos y de haberlo llenado de alegría y esperanza.
No lo reconocemos siempre, pero el Resucitado camina con nosotros en nuestra ruta cotidiana, Él se interesa en lo que vivimos, Él nos habla al corazón y nos comparte el pan.
Cuando llegamos a reconocer su presencia “intocable e inmaterial”, tomamos conciencia que nuestro corazón arde y esta pleno de vida.
                        Michel Talbot

Una aproximación psicológica:

LA PALABRA Y EL PAN

San Lucas resalta la mirada (o visión)  de los dos discípulos que se devolvían a Emaús. Jesús se les agrega en el camino. “…pero sus ojos estaban ciegos y ellos no lo reconocían”. El mismo fenómeno es subrayado en cada aparición de Jesús Resucitado. María Magdalena cree (tiene la impresión de) ver un jardinero. Los apóstoles creen ver un fantasma. Todos ellos ven, bien un hombre que está ahí, ante ellos.
Pero en un primer momento, de entrada, ellos no lo reconocen. Y esto nos parece extraño. ¿No han sido ellos víctimas de una  ilusión o mismo de una alucinación? Reflexionemos por un momento!
Si Jesús hubiera aparecido tal como sus discípulos le habían conocido antes de su muerte y de depositarlo en el sepulcro, habría habido un desprecio enorme, totalmente, que nosotros no estaríamos aquí hoy, reunidos alrededor del Señor Resucitado. Ellos habrían entendido en efecto, que Jesús había vuelto a encontrar su vida de antes (de morir), al igual que su amigo Lázaro.
Pero Lázaro ha debido morir por segunda vez, y nadie ha podido jamás decir que él estaba todavía vivo. Jesús habría entonces de morir una segunda vez.
Pero entonces, los apóstoles no habrían tenido ninguna razón de irse por el mundo a anunciar que Jesús estaba todavía vivo, vencedor definitivo de la muerte. La fe cristiana habría muerto, mismo antes de nacer.
Era necesario entonces que Jesús condujera sus amigos más allá de lo inmediatamente visible. Él debía hacerles atravesar un umbral, llevarlos a un acto de fe que supere la experiencia humana de la vida y de la muerte.
Para ello, Él recurre  o se vale de diversos medios. A los discípulos de Emaús les dona ante todo una lección bíblica: “hablando de Moisés y de todos los profetas, explicándoles todo lo que le concernía a Él en las escrituras”. Jesús se dirige entonces a su razón, pero también a su inteligencia de corazón (emocional) :“No ardía nuestro corazón, mientras Él nos explicaba las escrituras?”
Y después “Jesús toma el pan, pronuncia la bendición, lo rompe y se los da”. No hay más palabras, es un acto. Él los reenvía a la última cena tomada con ellos, en la víspera del jueves santo, al último momento de intimidad con Él.  Es lo que Jesús hace siempre con nosotros en cada eucaristía. Por la escucha de su Palabra, el alimenta nuestra inteligencia. Por el compartir del pan de vida, el alimenta nuestro corazón y lo mismo nuestro cuerpo para acrecentar en nosotros su presencia de Resucitado. Nuestros ojos entonces pueden abrirse y podemos reconocerle en el amor que nos permite vivir con Él y los unos con los otros.
                                                           Père Jean Civelli

No ardían nuestro corazones…?

El jueves santo hacíamos hincapié en  como San Juan a diferencia de los otros evangelistas (Lucas, Mateo y Marcos) no hace ninguna alusión a la eucaristía y más bien habla del lavatorio de los pies, que a su turno no mencionan los otros tres…Y concluíamos que para Juan tanto el lavatorio de los pies como la eucaristía tenían el mismo sentido, desembocaban en el mismo objetivo: el servicio, la acogida, el amor…
Pero también es porque Juan escribe su evangelio más tardíamente, hacia el año 80 cuando la eucaristía ya era cotidiana y estaba en la raíz de las comunidades cristianas, era oficial…quizás se había vuelto rutinaria, a veces simple, indolora…
Uno de los grandes riesgos o  el  máximo peligro de la eucaristía es que esta pase de ser un rito a “ritualismo”. De un rito que debería vivirse con intensidad pasara a ser algo monótono, sin sentido, indiferente…
Es lo primero que remarcan nuestros amigos y familiares que se han pasado a sectas, y hacen hoy por hoy parte de otros grupos de oración extraños a la catolicidad en familias, en garajes, en grandes salones de nuestros pueblos y ciudades.
Ellos dicen “yo ahora siento algo especial, me siento contento, muy bien, de verdad en la reunión, en la asamblea en aquella x o y iglesia (adventista, testigos de Jehová, pentecostal, mormona…)”.
“Allá uno se siente acogido, en familia, uno puede compartir la Palabra de Dios, nos escuchamos, visitamos y ayudamos unos a otros…es una bacaneria!”
Y lamentablemente uno tiene que darles la razón…Nuestra Misa o eucaristía católica debería  evidenciar que vive todo eso que allá se ha sentido…Era o más bien es el objetivo, el gran sueño de Jesús aquel jueves santo cuando instituyo la Eucaristía.
En pequeños grupos como en los seminarios, las casas de retiros especiales es posible acercarse a ese ideal eucarístico…porque decimos no hay tanta masa, no hay tanta despersonalización, puede haber mayor control de todo, hay más intimidad y posibilidad de llegar más a los corazones, a las mentes, a los espíritus…
Pero es indudable que hay eucaristías de eucaristías…No las habrá muchas donde el sacerdote acoge los feligreses a la entrada de la iglesia y los despide igualmente al final de la celebración.
Habrá seguramente eucaristías donde el presidente y los ministros, el coro, posibilitan los momentos de silencio interior para digerir y poderse alimentar más efectivamente del mensaje de la Palabra y los gestos que allí se presentan.
Yo he estado en eucaristías donde es una pasión compartir la Palabra, es ameno escuchar el presidente y a las personas que intervienen en un espíritu de inteligencia, serenidad y mucho amor. Eucaristías donde no hay “sermón” sino “homilía” (o sea enseñanza  o conversación familiar).
El padre Calixto (Gustavo Velez. Mxy)  nos decía : “cuando sean sacerdotes muchachos , no reganen los poquitos que van a misa…”. Cuantas misas se aprovechan para hablar de moralismos, de hacer denuncias locales sin fundamentos, corrigiendo sin caridad y prudencia…
El evangelio de este domingo, el de los discípulos o peregrinos de Emaús nos hace recordar que la asamblea dominical es para reencontrarnos con los hermanos, sobretodo con quienes tenemos diferencias o dificultades para aceptar,  reconocer a Jesús en nuestra historia remota y presente y para compartir el pan eucarístico . , porque al final sumergidos o inmersos en la eucaristía nuestro corazón deberia arder, sentir calor y salir a ofrecer ese calor de la fraternidad, del perdon, de la compasion, la misericordia y la solidaridad a todos los demás con quienes nos encontramos en nuestros diversos ambientes de vida.

Buena semana
P. gustavo