sábado, 15 de febrero de 2020

13 de febrero del 2011: sexto domingo del Tiempo Ordinario A


LECTURAS DEL SEXTO DOMINGO ORDINARIO A


PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO 15, 16-21

Si quieres, guardarás los mandatos del Señor, porque es prudencia cumplir su voluntad; ante ti están puestos fuego y agua, echa mano a lo que quieras; delante del hombre están muerte y vida; le darán lo que él escoja. Es inmensa la sabiduría del Señor, es grande su poder y lo ve todo; los ojos de Dios ven las acciones, él conoce todas las obras del hombre; no mandó pecar al hombre, ni deja inmunes a los mentirosos.

Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL

SALMO 118

R.- DICHOSOS LOS QUE CAMINAN EN LA VOLUNDAD DEL SEÑOR.

Dichoso el que con vida intachable
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que guardando sus preceptos
lo busca de todo corazón. R.-

Tú promulgas tus decretos
Para que se observen exactamente;
¡ojalá esté firme mi camino
Para cumplir tus consignas! R.-

Haz bien a tu siervo: viviré
Y cumpliré tus palabras;
Ábreme los ojos y contemplaré
Las maravillas de tu voluntad. R.-

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes
Y lo seguiré puntualmente;
Enséñame a cumplir tu voluntad
Y a guardarla de todo corazón. R.-



SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 2, 6-10

Hermanos:
Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, encendida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito:”Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman” y Dios nos lo ha revelado, por el Espíritu, y el Espíritu todo lo penetra, hasta la profundidad de Dios.

Palabra de Dios



ALELUYA Mt 11, 25

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del Reino a la gente sencilla.



EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5, 17- 37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será menos importante en el Reino de los Cielos. Pero quien lo cumpla y enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.
Os aseguro: si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: no matarás y el que mate será procesado. Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado.
Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “renegado”, merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.
Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.
Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el Abismo. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar al Abismo. Está mandado: “El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio.” Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer -–excepto en caso de prostitución-- la induce al adulterio, y el que se casa con la divorciada comete adulterio.
Sabéis que se mandó a los antiguos; “No jurarás en falso” y” Cumplirás tus votos al Señor.” Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir si o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Palabra del Señor



A GUISA DE INTRODUCCIÓN:

La felicidad de ser libre

Hace poco leía en una de las entradas del  blog de un filólogo y periodista muy reconocido de Colombia  esta frase: “Dios no es de ambiente, lo llevaría usted a una fiesta?" Porque lamentablemente es la imagen que se trata de vender en nuestra sociedad consumista, acelerada y desenfrenada de hoy la  de un dios que es triste, aburrido, carilargo, “rechupado”, de ahí se deducen frases sofismas como “pórtese bien pa’ que pase maluco”, “deje de ser aguafiestas y diviértase”, etc. Un sacerdote formador tenía mucha razón al decirnos esto:  “la sociedad de hoy es divertida mas no feliz”. 

En los anos 90s  corrió por los medios, en retiros y encuentros una pintura (en afiche, o en imágenes) de un Jesús muerto de risa, a carcajadas e inclusive a muchos “chocó” y desestabilizó porque la imagen de Dios y de su Hijo Jesús  que se tiene guardada en el  disco duro del cerebro, es de extrema seriedad, huraños, aburridos, “sin ambiente”. Por algo Mahatma Gandhi diría alguna vez , palabras más palabras menos que veía a Jesús y lo convencía, y leía el evangelio y se entusiasmaba, pero al ver los rostros de los cristianos se desanimaba, claro por lo aburridos que les veía.

Pero nada más lejos de la realidad que esta concepción. Pues Dios es un Dios alegre, joven, que quiere nuestra felicidad, nos quiere libres.

Muchos piensan que Dios, los mandamientos, la Palabra de Dios les coarta su libertad y entonces dicen que Dios es “condicionante",  "es aburridor", “ es un aguafiestas”, claro porque nuestra concepción de la felicidad y de la libertad son en el fondo muy erradas (o equivocadas). Quizás no haya existido un hombre más feliz y realizado que  Cristo, y su ejemplo lo quisieron  y quieren aún seguir muchos cristianos.

FELICIDAD y libertad: dos nociones compatibles de hecho, hecha la una para la otra, pero la concepción y la práctica son la mayoría de las veces confusas, que por lo mismo parecieran oponerse.

Porque no es raro ver personas que se dicen (creen) completamente libres, cuando la verdad  es que son  profundamente  desgraciadas y  tristes. 

Todo depende de lo que uno entienda por LIBERTAD, si se le concibe como una licencia (permiso) para hacer todo sin importar qué y cómo, es posible que la FELICIDAD no sea en realidad que alegría pasajera, diversión vana, placer momentáneo, satisfacción egoísta e inmediata.  LIBERTAD desbocada  (sin freno) lleva a la felicidad de ocasión. 

Ahora,  existe  una libertad que sea otra cosa diferente a la facultad de hacer todo lo que se quiera en toda circunstancia?  Y se puede concebir una FELICIDAD que sea otra cosa mucho más que una acumulación de placeres pasajeros?

Si, existe una auténtica libertad que conduce a una verdadera felicidad. Jesús es el más perfecto modelo. Él fue libre por el incesante combate que el llevo hasta el fin contra el egocentrismo. Él sabía que la verdadera felicidad no podía residir en una búsqueda de su bienestar personal. La felicidad que Dios quiere  para el ser humano toma prestada la vía del sacrificio, entendida no como renuncia por renuncia, o ciega resignación sino como la persecución del bien de los demás, en la búsqueda de relaciones humanas de gran calidad, es decir, basadas en el respeto al otro.

La felicidad de ser libre, es la felicidad de un corazón libre, desprovisto de todo sentimiento que no se arraigue en el amor.



APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA AL TEXTO DEL EVANGELIO

La lenta liberación de la ley

Hubo en la Iglesia primitiva serios enfrentamientos acerca del papel que en adelante debía jugar la ley judía en la vida de los cristianos. En un encuentro histórico en Jerusalén, el apóstol Santiago  dirá esto a Pablo: “Tu puedes ver, hermano, cuantos miles de fieles hay entre los judíos, y todos son ardientes partidarios de la ley “ (Hechos 21,20). Estos judíos convertidos esperaban bien que Pablo no pasara por alto  ningún detalle de la ley mosaica.

Ahora, recordemos que Mateo escribe su evangelio para cristianos, los cuales la mayoría son de origen judío. Es de esperarse que esta cuestión sobre la observación de la ley sea un punto muy delicado para él.

Y de hecho, los versículos 17 al 20 no tienen paralelo con Marcos o Lucas, quienes escribían para conversos venidos del mundo griego o romano, y no tenían por qué preocuparse sobre este asunto  de la ley judía.

Se siente en el evangelio de Mateo la tensión entre la posición de “los judaizantes “ que veían en la ley un valor absoluto , y la posición de Pablo, que se sentía en adelante claramente “liberado de la ley” y de su “régimen caduco” (Rm  7,6).

Así, en el versículo 19, Mateo valoriza la observación sistemática de la ley, más en el versículo siguiente , declare  que ella es absolutamente  incapaz  de posibilitar “la entrada al Reino”!

Jesús condenó violentamente a los escribas y fariseos que se las ingeniaban para rivalizar entre ellos a propósito de la puesta en práctica de nimiedades de la ley, y de paso olvidando lo esencial (Mt 15,1-9 y 23 ,16-29). Sería sorprendente que acá Jesús invite a sus discípulos a competir con ellos sobre su propio terreno.

Si es necesario superar los escribas y fariseos , no se hace  cayendo en el mismo panal que ellos, es decir, en la obsesión de “hacer cosas” para sentirse bien. Es haciendo con justicia lo que Jesús les reprocha a ellos, “olvidan” , es decir, ocuparse de lo que pasa al interior (Mt 25,27) de este “interior”(v.25) “lleno” de cosas que causan miedo: agresividad, deseo sexual, robos y mentiras…(Mt 15,19), pero también dulzura y misericordia, preocupación por la paz y sed de justicia (Mt 5,4-10).

Y claro, es acá donde se juega la cuestión del Reino: ya no más al nivel de una ley a la cual no se puede que obedecer  o sustraerse , sino más bien al nivel de una vivencia  interior que es necesario clarificar con valentía, liberar y unificar : “felices los corazones puros”, simples y libres: “Ellos verán a Dios” (Mt 5,8).


DOMINGO DE LA SALUD

Cada año, el 11 de febrero es la Jornada mundial del enfermo. En esta jornada de la salud 2011, nos encontramos alrededor del tema: “abre mis ojos”. Somos entonces invitados a profundizar en nuestra mirada para dejarnos guiar por las maravillas de la ley del amor de Dios.

Es también una invitación  para nosotros a poner nuestra atención mayor a las realidades sanitarias y sociales  y sobre todo a matricularnos en la Escuela de Jesucristo. Él es el Buen Samaritano que ve  y asiste al hombre herido sobre el camino. EN lugar de pasar de largo, él se detiene, se inclina, se pone a su lado y lo cuida. El prójimo es aquel que se hace próximo. Jesús nos da testimonio por toda su vida.

Si hubiéramos podido escoger los textos bíblicos para este domingo de la salud,  nosotros no habríamos pensado seguramente a los que se nos proponen hoy.

El Evangelio de este domingo denuncia las muertes, la infidelidad, las falsas promesas. A primera vista, esto le  importa a otros dominios más que a la salud.

Pero démonos  el tiempo de mirar más cerca: entonces descubriremos ahora, cuántas personas son asesinadas por toda esta violencia física o moral; cuando ellas son víctimas de tales acciones, su salud acaba por verse gravemente comprometida.

El evangelio de hoy abre una puerta que deja entrever mucha miseria. No podemos nosotros dejar correr todo ese mal. No podemos tampoco limitarnos a la observación estricta de la ley. Hace falta absolutamente llevarla a su pleno cumplimiento (realización), el amor incondicional del ser humano.

Este llamado, lo encontramos a lo largo de las lecturas de este día. Ben Sirac nos dice: “Elige la vida”. Pablo nos recuerda que la verdadera sabiduría no es la del mundo, sino la de Cristo que lo han crucificado. Él es quien toma el lugar del desdichado para manifestarle su amor y arrancarlo de la desdicha. De ahí la razón del Salmo 118 que ha sido escogido como tema de este domingo de la salud: “abre mis ojos a tus maravillas, al esplendor de tu ley”. Y el Señor que ve todo, posara su mirada sobre aquellos que le temen” (1ª lectura).

Es así como queremos profundizar nuestra mirada en la mirada de Dios. Queremos dejarnos guiar por su ley de amor. Es un llamado a ponernos de verdad a la escucha de Cristo Buen samaritano. Él es  aquel quien ve el hombre herido y se hace su prójimo. El Evangelio nos lo sugiere: las personas asesinadas, que mueren son muchas. La actualidad vertiginosa de estas últimas semanas nos muestra dolorosos ejemplos. Ahora, no nos quedemos solo a la espera de noticias sensacionalistas en los medios de comunicación. Démonos tiempo para escuchar lo que Cristo nos dice: abre los ojos y dirige tu mirada hacia tus hermanos. El tema de la Jornada es una luz que se nos ofrece. 

Acojámosla sin importar cuál sea nuestra situación en el mundo de la salud.

Ahora, dirijamos nuestra mirada hacia aquellos que la sociedad hace enfermar, aquellos que no tienen derecho a la palabra, que no tienen techo bajo el cual abrigarse. Pensemos también en todas las victimas del desempleo, en aquellos que son rechazados por sus familias, las víctimas de la enfermedad o los accidentes. Y con toda seguridad, no olvidemos los equipos de curación, de medicina que trabajan en condiciones difíciles de mañana hasta entrada la noche por y con personas que atraviesan las horas más frágiles de su existencia.

El papel de los acompañantes y visitadores es igualmente muy importante. Todos nosotros hemos tenido la oportunidad  de visitar personas solas, enfermas o ancianas que tienen tanta necesidad de amor en la tarde de su vida.

El peligro es de ver y quedarnos indiferentes. Esa fue la actitud del sacerdote y del levita en la Parábola del Buen Samaritano. Ellos pasaron delante del herido sin detenerse para darle auxilio (o socorrerlo). Nosotros también, arriesgamos de pasar de lado, olvidando los sufrimientos sin comprometernos. Hoy el señor nos invita a seguirle para ser como El,  el Buen Samaritano que cura y protege los heridos de la vida.

Es entonces,  a una verdadera conversión que somos llamados. EL evangelio de este domingo nos muestra que Cristo ha puesto muy en alto la barra del amor fraternal. No es posible amar a Dios sin amar a nuestros hermanos. Un día Jesús dijo: “si tú te acuerdas  de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda y vete a reconciliar con tu hermano “. Como celebrar dignamente cuando estamos enojados con alguien? Cómo testimoniar de  un Dios que es amor cuando estamos divididos? El gran proyecto de Dios es hacer de todos los humanos un pueblo de Hijos de Dios, un pueblo de hermanos.

Esta ley del amor toma todo su sentido, su esencia cuando cruzamos personas que atraviesan la prueba de la salud física, social o espiritual. Con seguridad que nosotros no podremos tener respuestas para todos esos sufrimientos; de otro lado no es eso que se nos demanda. Pero no podemos resignarnos al mal. Es hoy la ocasión de saludar los profesionales , las asociaciones  y los voluntarios que no bajan los brazos ante los sufrimientos del mundo. Cada uno de nosotros  estamos invitados a la realización del amor. No se trata de dar la medicina , ni de distribuir calmantes, mas de aportar consolación con nuestra presencia amorosa cerca de los que están enfermos y sufren. Es a esto que Cristo nos llama.

En este domingo de la salud le decimos aun: Abre nuestros ojos y nuestros corazones, libéranos de nuestros egoísmos porque es amando como tu  y contigo que podremos ser fieles a tu Palabra. Amen



REFERENCIAS:

Misal en francés , pequeño de prions en église, febrero 13 2011.

HETU, Jean-Luc. Les options de Jésus.

http://dimancheprochain.org

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Gustavo Quiceno