domingo, 14 de julio de 2013

Adiós a Cory Monteith (1982-2013) el simpático Finn del coro GLEE



Desde hace algún tiempo en este espacio virtual no he ocultado mi gusto por series de tv americanas con sentido y una historia profunda qué contar y de manera amena y entretenida.

Destacaba hace poco más de dos años a la serie GLEE, una de las pocas series que se salvan de la vacuidad y frivolidad que pululan en la mayoría de las series de TV.
De hecho la estoy siguiendo, la veo cuando puedo,  y hasta hoy he  terminado de ver la primera temporada y voy llegando casi a la segunda.

Pues bien el día de ayer( 13 julio) ha muerto uno de sus protagonistas Cory Monteith, actor canadiense, nacido el 11 de mayo de 1982 en Calgary, provincia de Alberta en Canadá.

Primeros años:

Cory era el hijo menor de Ann Mcgregor, una decoradora de interiores, y Joe Monteith, un militar que sirvió en la infantería canadiense. Tenía un hermano mayor llamado Shaun.

Sus padres se divorciaron cuando Cory tenía 7 años, él y su hermano mayor fueron educados por su madre en Victoria, en la provincia de Colombia Británica (Canadá).
Hacer frente a los cambios en su vida de familia, no es fácil para él y entonces comienza a refugiarse  en la droga y el alcohol que a su vez afecta sus estudios y la frecuentación escolar.

Después de haber estado en 16 escuelas diferentes y realizado  programas alternativos para los adolescentes en dificultad, finalmente abandona la escuela a la edad de 16 años. En aquel momento su adicción a la droga y al alcohol (toxicomanía) aumentaron y comienza a realizar actos delincuentes menores, como robar dinero a su familia y amigos, para financiar su toxicomanía.   Un momento importante de esperanza para el joven llega cuando su madre y un grupo de amigos de teatro lo envían a una terapia de desintoxicación, tenía entonces 19 años. En esos momentos Monteith dijo: “tengo suerte de estar con vida”. Finalmente obtuvo su diploma de estudios secundarios en 2011 en otra escuela diferente a la que asistió en Victoria.

Antes de llegar al mundo del espectáculo negocio, Cory trabajó en varios empleos, entre ellos anfitrión de vendedores en Wallmart, como chofer de taxi, chofer de autobús escolar.

Carrera

Comenzó su carrera como actor en Vancouver (Colombia Británica), Canadá. Hizo pequeños papeles en “Destination Finale 3”, “whisper (susurro) y “Deck the Halls”. Tenía un papel recurrente en “Kyle XY”. También apareció en series de tv como “Smallville”, “supernatural”, “Flash Gordon”, “Stargate Atlantis” y “Stargate SG-1”.

En el año 2005 apareció en “Bash Killer”. Al año siguiente tiene una breve aparición en “Urban Legend: un Bloody Mary”. En el 2007 interviene en la serie de MTV Kaya.
En abril del 2010 lo vemos en la película de comedia romántica  “Montecarlo”.

En diciembre del 2010, se anuncia que Monteith sería vedette y el coproductor de una nueva comedia sin título para Fox (se hablaba de Glee).

En enero del 2011, participa en la filmación de “Sisters and Brothers” con Dustin Milligan, que tiene su gran premier durante el Festival internacional de cine de Toronto.
El 11 de septiembre del 2011 hace una publicidad  con la Organización PSA, que busca cambiar el espíritu de los jóvenes y chicas heterosexuales en su actitud y punto de vista ante la comunidad LGBT.


Vida personal



Cory Monteith  tenía una relación con su compañera protagonista de la serie Glee Lea Michelle hasta el momento de su muerte.

En marzo de este año se le anunció a Monteith que se le había admitido en un centro de tratamiento para la toxicomanía. Antes ya había recibido un tratamiento de toxicomanía diez años antes, cuando tenía 19 años. Su tratamiento finalizó el 26de abril del 2013.


Muerte:

El 13 de julio, con apenas 31 años, Monteith fue encontrado muerto en su cuarto de hotel en el Fairmont Pacific Rim en Vancouver.  El había prevenido su fin de estadía para el 13 de marzo y viendo que no abandonaba el hotel, el personal del edificio entra en su cuarto y descubrieron su cuerpo.

Bien que la policía de Vancouver ha declarado que la causa del fallecimiento no mostraba de manera inmediata signos de violencia, un asesinato se ha descartado.

Una autopsia se ha anunciado para mañana 15 de julio. Uno de los publicistas cercanos a Monteith ha dicho después de las declaraciones de la policía:

“Estamos muy tristes al tener que confirmar que los reportes sobre la muerte de Cory Monteith son exactas. Estamos en estado de choc y de luto por esta trágica pérdida”.


En twitter:

En esta gran red social Cory Monteith cuenta en este momento con 1.827.072 seguidores.

Habia escrito hasta ayer 2427 trinos y lo último que escribió  fue esto: “Oh. IT,S A SHARK TORNADO”, “Esto es un tornado de tiburones”…A qué se refería?

En todo caso es incomprensible que un hombre con tanto talento,  cualidades de cantante, bailarín, con belleza, con fama, bella novia (Lea Michelle), todo el dinero que quería…y todos esos seguidores en twitter, nada hubiera evitado que muriera de manera tan temprana, trágica y repentina…


Nuestras condolencias a su familia, y confiemos nuestro buen Cory a la inmensa misericordia del Todopoderoso en amor, a nuestro Padre, el Padre de Jesucristo, Amén.



REFERENCIAS:


http://wikipedia.org en inglés:





miércoles, 10 de julio de 2013

Ha muerto Joe Conley, el tendero y encargado del correo en la serie de tv "Los Waltons"




Mientras completaba la entrada sobre el aniversario 90 de Earl Hamnes Jr, la voz en off de la serie de Waltons, me enteraba de la muerte reciente de uno de los actores secundarios del show: JOE CONLEY, quien había nacido el 3 de marzo de 1928.

En internet me he encontrado con que ha muerto el pasado 7 de julio a la edad de 85 años.

Conocido por el rol de Ike Godsey, el comerciante del poblado en la serie “Los Waltons”, interpretó este papel desde 1971 y durante las 9 temporadas y 10 años que duró el show.

Su esposa Louise, dice que murió en una casa de reposo en Newbury Park, California. Sufría de demencia.

El actor pasó la mayor parte de su tiempo como el propietario de la  unica tienda del pueblo y al lado de Ronnie Claire Edwards, quien es  Corabeth Walton Godsey, su esposa autoritaria.

Nacido en Bufalo, New York, en 1928, Conley llegó a California para seguir una carrera como actor, después de haber servido en el ejército durante la guerra de Corea.

Tuvo pequeños papeles además en las series de los 60s « Green Acres » y « The Beverly Hillbillies” (Los Beverly Ricos), antes de llegar a “Los Waltons”.

Él había publicado su autobiografía “Ike Godsey de la montaña de Walton” en 2009.

Feliz cumpleaños (90) para Earl Hamner Jr. La voz en off (el narrador) de "Los Waltons"





Hoy cumplea 90 años Earl Hamner Jr. El narrador o la voz en off de “The Waltons”,  la serie de tv conocida en francés como “La Famille des Collines” y en español como “Los Waltons”.

Su verdadero nombre es Earl Henry Hamner Jr. Fue  escritor, escenarista y productor de tv. Su nombre está fuertemente relacionado a la saga de la familia estadounidense que vivió durante los años de la gran depresión en Estados Unidos.

Esta serie se produjo y emitió entre los años 70s y 80s. También colaboró con la serie Falcon Crest.

Nació un dia como hoy el 10 de julio de 1923 en Shuyler, Virginia.

Como escritor se le conoció por la novela “Spencer s Mountain” (La montaña de Spencer), que fue inspirada en las vivencias de su infancia y que sirvió de base a la vez para la película del mismo nombre y la serie de tv “The Waltons”, en ella Earl aportaba la voz de la narración en la introducción y final de cada capítulo.

Para la creación de los abuelos Waltons se inspiró en sus propios abuelos italo-americanos.
Hamner igualmente contribuyó en 8 episodios de la serie de ciencia ficción “The TWilight zone” (La dimensión desconocida) a comienzos de los años 60. Su primera aceptación del script para la serie era su gran primer aporte de libreto en la tv.

Después creó otras dos series de menor éxito, Apple s Way(1974-75) sobre la CBS con Ronny Cox, y Boone sobre la NBC (1983-84), con Tom Byrd y Barry Corbin.


Hamner utilizó los apellidos de familia en los títulos de sus proyectos: “Spencer s mountain” es el nombre de soltera de su abuela paternal Susan Henry Spencer Hamner. “The Waltons” viene de su abuelo paternal Walter Clifton Hamner y su bisabuelo Walter Leland Hamner.


THE WALTONS

Es una serie americana de televisión creada por Earl HamnerJr., basado en su libro  "Spencer s Mountain" , y en una película del mismo nombre aparecida en 1963.

La trama está centrada en una familia que hace parte de una comunidad rural en el estado de Virginia, durante la Grande Depresión y la Segunda Guerra Mundial.

El episodio piloto de la serie fue emitido el 19 de diciembre de 1971, como un tele film titulado "The Homecoming: A Christmas Story"  . A partir de septiembre la serie se transmitió en la cadena  CBS y  se transmitió durante 9 temporadas hasta 1981  cuando fue anulada. Tres telefilmes le siguieron en 1982 con otros 3 en los años 90.

The Waltons fue producida por Lorimar Productionsy distribuida por Warner Bross.



La historia:

John (RALPH WHITE,, 22 junio 1928 y hoy con 85 años) y Olivia Walton (MiICHAEL LEARNED,nacido el 9 de abril 1939, hoy con 79 años), con los padres de John, Zebulón "Zeb" (WILL GEER, nacido el 9 de marzo1902 y fallecido el 22 de abril de 1978) y Esther Walton (ELLEN CORBY, nacida el 3 de junio de 1911 y fallecida el 14 de abril de 1999), crian sus 7 hijos durante la GRAN DEPRESION y LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
La historia es narrada al inicio y final de cada episodio por el hijo mayor John Boy (RICHARD THOMAS, nacido el 13 de junio 1951 y hoy con 62 años)  y a quien le presta la voz EARL HAMNER JR, quien llega a ser periodista y novelista.
John se gana la vida gracias a un aserradero de madera donde es ayudado por su padre (el abuelo Zeb) y de sus hijos a medida que envejecen. El dinero para el sostenimiento familiar es completado gracias a una agricultura a pequeña escala, además John caza de vez en cuando para aportar carne a la mesa. Personajes extraños y conocidos pasan por su casa, a quienes les brindan hospitalidad,  con ellos comparten siempre a pesar de las penurias económicas.  
En la pequeña comunidad que lleva el mismo nombre de su propiedad, habitan también ciertos personajes folclóricos con diferente poder adquisitivo y nivel social. Están por ejemplo las hermanas Baldwin: Emily y Mamie (Mary Jackson, 1910-2005 y Helen Kleeb, 1907-2003)  dos mujeres ancianas y solteras que destilan moonshine y al que todos llaman la "receta". Después está Ike Godsey ( en la época, con ligero parecido al presidente colombiano santos) interpretado por el actor JOE CONLEY (nacido el 3 de marzo de 1928 y fallecido hace 3 días, el 7 de julio a la edad  me acabo de enterar,  85 años), el hacía de tendero y posteador de las cartas...la esposa de éste,  un poco snob Corabeth (prima de los Walton) Ronnie Claire Edwards (1933).


Joe Conley a quien las redes sociales en español hasta el momento de elaborar esta entrada sobre el narrador de la serie,  no habian difundido la noticia de su muerte.

Mientras completaba la entrada sobre el aniversario 90 de Earl Hamnes Jr, la voz en off de la serie de Waltons, me enteraba de la muerte reciente de uno de los actores secundarios del show: JOE CONLEY, quien había nacido el 3 de marzo de 1928.

En internet me he encontrado con que ha muerto el pasado 7 de julio a la edad de 85 años.

Conocido por el rol de Ike Godsey, el comerciante del poblado en la serie “Los Waltons”, interpretó este papel durante las 9 temporadas y 10 años que duró el show.

Su esposa Louise, dice que murió en una casa de reposo en Newbury Park, California. Sufría de demencia.

El actor pasó la mayor parte de su tiempo como el propietario de la  unica tienda del pueblo y al lado de Ronnie Claire Edwards, quien es  Corabeth Walton Godsey, su esposa autoritaria.

Nacido en Bufalo, New York, en 1928, Conley llegó a California para seguir una carrera como actor, después de haber servido en el ejército durante la guerra de Corea.

Tuvo pequeños papeles además en las series de los 60s « Green Acres » y « The Beverly Hillbillies” (Los Beverly Ricos), antes de llegar a “Los Waltons”.

Él había publicado su autobiografía “Ike Godsey de la montaña de Walton” en 2009.

REFERENCIA:


martes, 9 de julio de 2013

No hay que demonizar el fútbol (ensayo sobre el fútbol II)


 "En ningún sitio aprendí tanto de mí y de los demás como en una cancha"  (Valdano)


Alguien dijo es muy simple vivir por y para el FUTBOL...no, yo le rebato: es muy simpe vivir por y para Dios" (G.Q)


  Creo que todos los que estamos en el fútbol y sentimos esta fascinación por él, todos queremos ganar pero estamos obligados a defender el fútbol, mimarlo y a trasladar la mejor ética y la mejor conducta personal.




Pero si debe ser un sujeto educativo y de discusión  a abordar entre los adolescentes y jóvenes latinoamericanos, hablo especialmente de los  colombianos (aunque se ha sabido de desórdenes en Argentina, Brasil, Chile, Mexico, Peru, Venezuela, solo por citar algunos). Propongo “la cátedra sobre el futbol: el deporte que es vida NO LA VIDA”.

Y escribo en la antesala del partido de esta noche en Bogotá por las semifinales de LA COPA BRISTOL LIBERTADORES: Santafé- Olimpia.

Pienso que todos los periodistas y redactores deportivos a escasas horas del partido hacen muy bien en llamar a la cordura, a la sabiduría, a todos los hinchas, sobre todo a los de las barras bravas tanto del equipo protagonista como de los equipos rivales  compañeros (no enemigos) de turno (hablo de Millonarios, de Nacional, etc).

Me ha gustado esta frase de un twitter del espectador aparecido ayer: EL FUTBOL ES VIDA NO LA VIDA y se lo compartí a mi sobrino seguidor del equipo rojo en Bogotá.

Pues no olvidemos, el fútbol no es más que un simple juego, es intrascendente y algo nimio ante el inmenso valor que tiene la VIDA que es SAGRADA, UNICA y a la que se ha de defender y preservar por sobre todo.

No se puede echar la culpa de todos los males, tragedias y muertos a este deporte considerado por muchos como el mejor espectáculo del mundo.

El problema está en los seres humanos que se lo toman a pecho y de manera incorrecta, endiosándolo, poniéndolo en primer lugar sobre cosas más importantes como Dios, la patria, la familia.

En este mundo hay hinchas moderados (yo me considero uno de ellos y que me he salvado de la alienación y el fanatismo en el cual muchos han caído).

Y están los hinchas FURIBUNDOS o sea los irascibles, y por ello enfurecidos y violentos. Estos últimos son los que relativizan la vida, se enceguecen al ponerse la camiseta de su equipo y  cuando van a un estadio ya no son los mismos, se metamorfosean como Dr Jeckell en Mr Hyde…Y son capaces de lo peor.

En mi juventud fui testigo y a veces presa momentánea de la alienación en los estadios, animado por los narradores que invitaban a hacer la ola, a saltar, a gritar consignas a favor del equipo…eso sí en lo que nunca estuve de acuerdo y lo pensé dos veces para hacerlo fue lanzar improperios y palabras groseras tanto a los árbitros como a los jugadores del equipo contrario.

En los 90s, recuerdo que una tarde  en Manizales fui a un partido entre  Once Philips (como se llamaba en ese momento) y Millonarios. El estadio creo era el Fernando Londoño.  Fui acompañado de mi gran amigo Jorge Willian…El local perdió 0-3 y en esa tribuna oriental baja donde estábamos comenzó una batalla de palos de banderolas entre hinchas de los dos equipos; mi amigo y yo estábamos en medio de los dos enfurecidos grupos…gracias a Dios la policía se cercioró rápidamente de la situación y subió a calmar los ánimos de los hinchas…con todo detuvieron a dos chicos. Aquella noche sentí un miedo terrible de la violencia en los estadios y me di cuenta como personas inocentes o no tan furibundas por el fútbol pueden perder la vida en un momento.

 Recuerdo otra noche que fui al estadio Atanasio Girardot y compré boleta en la tribuna popular para ver un partido entre Medellín y Once Caldas. Por precaución había ido como hincha clandestino y secreto, vistiendo bajo mi camisa de manga larga la camiseta de mi equipo del alma, para colmo me encontraba entre hinchas rivales (no enemigos) pero reconocidos por su ardiente pasión, y sabiendo que algunos hinchas se dejaban dominar por la violencia…En un momento determinado del partido no recuerdo bien cuando, el Once se pone encima en el marcador y yo comienzo a gritar : “Once, Once…”, rápidamente percibí las miradas adustas y agrias sobre mí y entonces continué… ”ra,ra…Medellín es tu papá”.

No es más que un juego. Es verdad muchos se desaniman y dicen no querer ver más futbol dizque porque está asociado a la violencia y a  la muerte de muchas personas…otros dicen porque hay mucha corrupción, injusticia. Es un mundo donde se invierte por millonadas de millonadas el dinero , todo un “malgasto o desperdicio”, donde se bota el dinero  ( en estructuras, traspaso  y venta de jugadores, apuestas…) y con el que muchos pobres se podrían alimentar y o tener mejores condiciones de vida. En esto si doy la razón, las protestas de los grupos, las ONGs y sectores de la sociedad brasileña ocurridas en la reciente copa confederaciones en Brasil, debería ser un llamado a la sabiduría, a la justicia…No dar tanta importancia al fútbol mientras se olvidan y pretenden ignorarse las condiciones deplorables de un país y de toda una población.

Quizás el escándalo más grande esté en España. Es absurdo que un país pase por las actuales condiciones de miseria, desempleo, inseguridad social, mientras el dinero fluye entre unos pocos dueños de la liga … pero de esto los medios de comunicación oficiales poco hablan porque están casados con los intereses de los grandes monstruos económicos que se alimentan con el negocio del fútbol.

Un mundo muy confundido este donde el fútbol ha tomado semejantes proporciones…cuando no es más que un simple deporte, un simple juego.

Hace unas dos décadas, el entonces Papa Juan Pablo II quiso hacer volver los ojos del mundo católico a la importancia del DOMINGO y sugirió que los domingos no se realizara partidos de fútbol y de este modo las familias y personas hicieran el esfuerzo y encontraran tiempo para reunirse en la asamblea dominical (en la misa, o reflexión de la Palabra) en los templos…La sugerencia no tuvo mucho eco y si se realizan partidos hasta miércoles, jueves y sábados pero todo para cumplir con los muchos torneos locales, continentales y mundiales que se multiplican cada día más.

Si, el fútbol se puede volver un dios…pero es un dios que al final deja vacíos inmensos en la vida o en el alma (como quieran decir).

Yo me cuestiono mucho cuando percibo tantos periodistas, cronistas deportivos, hinchas que consagran tanto tiempo al fútbol y minusvaloran lo otro…eso que es más importante para la realización y plenitud humanas: la familia, la vida social, el trabajo o servicio de voluntariado, el descanso, la oración…y con todo ello DIOS. A QUÉ HORAS TENDRÁN TIEMPO PARA LOS OTROS “SUPERESTERES” (la palabra es mía)  no menesteres…que son con todo LA VIDA?

Y repito no es el fútbol en si el culpable de nuestras desgracias, locuras e insensateces que nos llevan a veces hasta matar (con palabras, con cuchillo, con arma de fuego…)

El fútbol tiene un principio muy bonito (de vez en cuando es bueno utilizar este adjetivo aparentemente insulso, de cajón pero más fácil a comprender): son dos equipos (lo que nos demuestra que no podemos vivir ni jugar solos…uno no puede realizarse como solitario francotirador, y esto en todos los dominios de la vida política, social y de la fe…La Iglesia nos muestra que uno no puede ser cristiano creyente todo solo),   que corren tras una pelota para experimentar el valor de la lucha, de la competencia…descubrir las potencialidades y saborear los triunfos y victorias…pero sin la muerte total del rival, sea porque se pierda o se gane,  porque  no habría partido sin equipo rival y no habría de nuevo la posibilidad de vivir todo eso.

Así pues que esta noche, salga triunfante o perdedor el equipo rojo, los leones de la capital de Colombia, a celebrar o a asumir la derrota con SABIDURÍA, moderación…Y no olvidar esta simple, corta pero verdadera frase del twitter:

EL FUTBOL ES VIDA PERO NO LA VIDA!

  El fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes.

Y cuidado como nueva religión: "El fútbol puede llegar a ser hoy el  verdadero OPIO DEL PUEBLO".

 ...soy fanático del fútbol , pero no hasta llegar a matar por un sentimiento!

me gustaría ver el fútbol sudamericano que sea una fiesta ver a las hinchadas mezcladas y cantar ya sea el resultado que sea, pero la fiesta que quede y no sea cánticos  que promuevan la violencia, por que alentar a tu cuadro con ¨...y te querés matar...¨eso no es aliento, incitación al odio, 

por lo que digo esa gente que entra quema la fiesta!!!  (hincha uruguayo)



Suerte y lo mejor ésta noche para la empresa, los hinchas y el equipo santafereños.



Les comparto enseguida este otro artículo que encontré en Internet y me parece acertado para completar la presente reflexión.


Reacciones: 
jueves, 4 de julio de 2013
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Cada día asesinan a un hincha del fútbol en Colombia. Esta semana murieron dos, tras ser apuñalados.

En un ataúd pintado y adornado con los colores de la bandera y el escudo de su equipo, el cuerpo sin vida de Óscar Sandino, de 28 años, fue llevado el martes al estadio El Campín para despedirlo de su pasión más grande: Millonarios, el combinado al que acompañó durante más de 15 años en la barra Subazul y desde donde trabajó por mejorarles la imagen a las llamadas barras bravas. Ese mediodía, unos 300 hinchas rodearon el féretro y gritaron, con cuatro tambores como telón de fondo, “Óscar, querido, tu recuerdo siempre estará vivo”.

Cuatro días antes, Sandino había viajado a Cali a ver jugar a su equipo, con tres amigos más, pero no alcanzó a llegar al Pascual Guerrero. Fue apuñalado por hinchas del Cali de camino al estadio. Según la Policía, cuando el taxi en el que viajaba se detuvo para dejar a sus ocupantes, unos aficionados con camisetas del equipo azucarero que iban a pie lo vieron y le lanzaron una puñalada directo al corazón. Ni siquiera alcanzó a bajarse del taxi.

Y mientras en El Campín lo despedían, otro joven hincha fallecía: Sebastián Jiménez, de 16 años e hincha del Chicó, quien llevaba nueve días en cuidados intensivos después de que seguidores del Patriotas Fútbol Club le propinaron dos puñaladas: una en el cuello y otra en la cabeza.

En mayo mataron a tiros, en Itagüí, a un seguidor del Once Caldas que iba en una chiva. Y en abril, Daniel Sánchez y otros tres amigos tuvieron la mala fortuna de encontrarse en un parador de carretera, en Chinchiná, con un grupo de barras bravas del Atlético Nacional. Tras un cruce de insultos, la pelea estalló y Daniel murió por una puñalada en la espalda. Sus asesinos se llevaron su camiseta del Once Caldas ensangrentada como trofeo.

El balance es dramático. En lo que va corrido del año han sido asesinados ocho barristas. Es decir, cada 22 días matan a uno en Colombia, ya sea en una riña o en un hecho de violencia donde la protagonista es una camiseta de un equipo de fútbol.

Solo contando los disturbios reconocidos por la Policía desde el 2011, ha habido 72 enfrentamientos graves de barras bravas, que han dejado más de cien heridos –la mayoría, menores de edad–. En el mismo periodo se ha intentado ingresar a los estadios 28.000 armas blancas y tres de fuego.

La mayoría de los hechos no tienen lugar en los estadios. Se presentan en los alrededores de estos escenarios deportivos, en los barrios donde se reúne la hinchada o en las carreteras. Por eso, la Federación Colombiana de Fútbol no los cuenta como episodios de violencia relacionados con este deporte; solo reconoce la muerte de un hincha en los últimos 20 años.

Un grave problema social

“Que me muestren las pruebas y los fallos judiciales en los que se certifica que estos muchachos han muerto por culpa del fútbol, y les creo”, dice Gustavo Morelli, jefe de seguridad de la Federación. Para él, las muertes que ocurren fuera de los estadios “son un problema de orden público que, en la mayoría de casos, nada tienen que ver con el deporte”.

“Se acepte esto como violencia del fútbol o no, es evidente que tenemos una grave problemática social con las barras del país”, dice Alirio Amaya, funcionario de Coldeportes y miembro de Goles en Paz, un programa de la Alcaldía de Bogotá para generar mejores niveles de convivencia entre las barras. Según él, hay unos 50.000 miembros reconocidos de 25 barras de Colombia, que se han multiplicado exponencialmente en los últimos diez años; eso, sin contar con los ‘parches’ que se suman dentro y fuera de los estadios y que a veces no pertenecen a ninguna barra.

Una investigación realizada por él y otros autores sobre los Comandos Azules, de Millonarios, entre el 2005 y 2009, determinó que “el 90 por ciento de los barristas eran menores de edad, de entre 14 y 17 años, y que el 98 por ciento no había terminado el bachillerato”.

Alexánder Castro, joven sociólogo de la Universidad Nacional, quien se metió en una barra brava durante cinco años, dice que muchos son jóvenes solitarios que encuentran allí pertenencia y compañía. “La barra es su vida, y por ella matan. Ni siquiera lo es el equipo. Uno les pregunta sobre la nómina, y muchos la desconocen. La barra es su familia, su casa, su sangre”.

En medio de la efervescencia por el equipo, de los cánticos, de las banderas y los rituales, estos jóvenes encuentran “algo que la sociedad no ha podido darles: una identidad, un lugar”, explica Luis Fernando Orduz, presidente de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis.

Son jóvenes, agrega el respetado comentarista deportivo Hernán Peláez, “con pocas esperanzas de solucionar su vida laboral y social, que encuentran en el fútbol la disculpa para expresar su inconformidad a través de la irreverencia y el desacato a la autoridad y de las leyes sociales”.

El problema, dice John Vásquez, líder de la barra Holocausto, del Once Caldas, es que en las filas de la barra no solo hay drogadicción y delincuencia, sino pandillismo. “En Manizales hay ocho pandillas identificadas, y tienen pequeños grupos dentro de las barras; así que a menudo trasladan sus problemas al fútbol y a la camiseta”, dice Vásquez.

La Policía se queja de que debe usar entre 5.000 y 8.000 efectivos por cada fin de semana de fútbol en el país, lo que representa en ciudades como Pereira que el 31 por ciento de sus hombres deban estar en el estadio y sus inmediaciones.
Según el general Rodolfo Palomino, director de la Policía Ciudadana, cada barra tiene un enlace en la Policía, que conoce los números de teléfono de los líderes y les presta acompañamiento en traslados y actividades. “Las causas nacen más allá del estadio –en el barrio, en la casa–, y por eso hay que abordarlas desde todos los ángulos. Necesitamos el apoyo del ICBF, de las familias, de los clubes, de los directivos y del negocio del fútbol”, afirma el general.
El Gobierno expidió una ley (la 1270 del 2009) y publicó un protocolo de seguridad y convivencia, hace tres años, en el que se le dice a cada quien lo que debe hacer antes, durante y después de los partidos. Además puso en marcha, el mes pasado, el Plan Decenal del Fútbol, “que busca, con talleres y actividades, trabajar de manera directa con las barras durante diez años”, afirma el viceministro de Relaciones Políticas del Ministerio del Interior, Carlos Eduardo Gechem.

Pero el problema está aún lejos de resolverse. Adriana Castillo, de la Fundación Juan Manuel Bermúdez Nieto, que lleva este nombre por una víctima de la violencia asociada al fútbol, pregunta: “¿Dónde está la responsabilidad social de los dueños del millonario negocio del fútbol? ¿Qué es lo que están poniendo para solucionar este problema?”.

Partidos de día y escalonados

La Alcaldía de Medellín también ha prendido las alertas. “Le hemos enviado oficios (a la Federación) para que programe los partidos de día –porque la ciudad es más fácil de controlar– y de forma escalonada, para que no se crucen los hinchas en las carreteras. Sin embargo, no hacen nada porque está de por medio el negocio de la transmisión por televisión en horario triple A”, argumenta un funcionario de la Secretaría de Gobierno de Medellín, que prefiere omitir su nombre. El Concejo de esta ciudad debatió esta semana medidas de control para frenar la violencia asociada al fútbol, que contemplan carnetización y sistemas digitales de identificación.

La violencia en las barras no debe verse como un hecho aislado. “Nos habla de violencia intrafamiliar, de matoneo, de una gran dificultad para amar y reconocer al otro como ser humano”, señala Alfonso Rodríguez, director del área psicosocial de la facultad de Medicina de la Universidad del Bosque.

A lo que el comentarista deportivo César Augusto Londoño agrega: “En Colombia nos matamos por una camiseta, por un celular, por 20.000 pesos. Aquí no se respeta la vida, y la justicia es débil. En el fútbol hay barras buenas y también malas, que son nido de delincuencia y droga. Estas son las que hay que combatir, denunciar y vetarles el ingreso a los estadios”.

¿Cómo salir adelante? Primero, dicen los consultados, que las autoridades cumplan a rajatabla con los protocolos de seguridad. Segundo, que se saque adelante y se implemente el Plan Decenal del Fútbol, que tiene como uno de sus principales fines trabajar socialmente con los muchachos. Tercero, no programar todos los partidos el mismo día y jugarlos siempre a la luz día. Cuarto, carnetizar a las barras y censarlas.

Y, como dice Antanas Mockus, trabajar con las barras los mismos valores que se les promueven a los jugadores de fútbol: “Van a la cancha a ganar, pero entrenan para ello y juegan dentro de unas reglas. En la barra, lo que los mueve no es el logro individual ni el trabajo ni la determinación, sino el pensamiento uniforme, donde el otro siempre es un enemigo”.


REFERENCIAS: