sábado, 15 de febrero de 2020

13 de febrero del 2011: sexto domingo del Tiempo Ordinario A


LECTURAS DEL SEXTO DOMINGO ORDINARIO A


PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO 15, 16-21

Si quieres, guardarás los mandatos del Señor, porque es prudencia cumplir su voluntad; ante ti están puestos fuego y agua, echa mano a lo que quieras; delante del hombre están muerte y vida; le darán lo que él escoja. Es inmensa la sabiduría del Señor, es grande su poder y lo ve todo; los ojos de Dios ven las acciones, él conoce todas las obras del hombre; no mandó pecar al hombre, ni deja inmunes a los mentirosos.

Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL

SALMO 118

R.- DICHOSOS LOS QUE CAMINAN EN LA VOLUNDAD DEL SEÑOR.

Dichoso el que con vida intachable
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que guardando sus preceptos
lo busca de todo corazón. R.-

Tú promulgas tus decretos
Para que se observen exactamente;
¡ojalá esté firme mi camino
Para cumplir tus consignas! R.-

Haz bien a tu siervo: viviré
Y cumpliré tus palabras;
Ábreme los ojos y contemplaré
Las maravillas de tu voluntad. R.-

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes
Y lo seguiré puntualmente;
Enséñame a cumplir tu voluntad
Y a guardarla de todo corazón. R.-



SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 2, 6-10

Hermanos:
Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, encendida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido, pues si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito:”Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman” y Dios nos lo ha revelado, por el Espíritu, y el Espíritu todo lo penetra, hasta la profundidad de Dios.

Palabra de Dios



ALELUYA Mt 11, 25

Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del Reino a la gente sencilla.



EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5, 17- 37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
No creáis que he venido a abolir la ley o los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres, será menos importante en el Reino de los Cielos. Pero quien lo cumpla y enseñe, será grande en el Reino de los Cielos.
Os aseguro: si no sois mejores que los letrados y fariseos, no entraréis en el Reino de los Cielos. Habéis oído que se dijo a los antiguos: no matarás y el que mate será procesado. Pero yo os digo: todo el que esté peleado con su hermano será procesado.
Y si uno llama a su hermano “imbécil”, tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama “renegado”, merece la condena del fuego. Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Con el que te pone pleito procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.
Habéis oído el mandamiento “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: el que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.
Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el Abismo. Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar al Abismo. Está mandado: “El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio.” Pues yo os digo: el que se divorcie de su mujer -–excepto en caso de prostitución-- la induce al adulterio, y el que se casa con la divorciada comete adulterio.
Sabéis que se mandó a los antiguos; “No jurarás en falso” y” Cumplirás tus votos al Señor.” Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir si o no. Lo que pasa de ahí viene del Maligno.

Palabra del Señor



A GUISA DE INTRODUCCIÓN:

La felicidad de ser libre

Hace poco leía en una de las entradas del  blog de un filólogo y periodista muy reconocido de Colombia  esta frase: “Dios no es de ambiente, lo llevaría usted a una fiesta?" Porque lamentablemente es la imagen que se trata de vender en nuestra sociedad consumista, acelerada y desenfrenada de hoy la  de un dios que es triste, aburrido, carilargo, “rechupado”, de ahí se deducen frases sofismas como “pórtese bien pa’ que pase maluco”, “deje de ser aguafiestas y diviértase”, etc. Un sacerdote formador tenía mucha razón al decirnos esto:  “la sociedad de hoy es divertida mas no feliz”. 

En los anos 90s  corrió por los medios, en retiros y encuentros una pintura (en afiche, o en imágenes) de un Jesús muerto de risa, a carcajadas e inclusive a muchos “chocó” y desestabilizó porque la imagen de Dios y de su Hijo Jesús  que se tiene guardada en el  disco duro del cerebro, es de extrema seriedad, huraños, aburridos, “sin ambiente”. Por algo Mahatma Gandhi diría alguna vez , palabras más palabras menos que veía a Jesús y lo convencía, y leía el evangelio y se entusiasmaba, pero al ver los rostros de los cristianos se desanimaba, claro por lo aburridos que les veía.

Pero nada más lejos de la realidad que esta concepción. Pues Dios es un Dios alegre, joven, que quiere nuestra felicidad, nos quiere libres.

Muchos piensan que Dios, los mandamientos, la Palabra de Dios les coarta su libertad y entonces dicen que Dios es “condicionante",  "es aburridor", “ es un aguafiestas”, claro porque nuestra concepción de la felicidad y de la libertad son en el fondo muy erradas (o equivocadas). Quizás no haya existido un hombre más feliz y realizado que  Cristo, y su ejemplo lo quisieron  y quieren aún seguir muchos cristianos.

FELICIDAD y libertad: dos nociones compatibles de hecho, hecha la una para la otra, pero la concepción y la práctica son la mayoría de las veces confusas, que por lo mismo parecieran oponerse.

Porque no es raro ver personas que se dicen (creen) completamente libres, cuando la verdad  es que son  profundamente  desgraciadas y  tristes. 

Todo depende de lo que uno entienda por LIBERTAD, si se le concibe como una licencia (permiso) para hacer todo sin importar qué y cómo, es posible que la FELICIDAD no sea en realidad que alegría pasajera, diversión vana, placer momentáneo, satisfacción egoísta e inmediata.  LIBERTAD desbocada  (sin freno) lleva a la felicidad de ocasión. 

Ahora,  existe  una libertad que sea otra cosa diferente a la facultad de hacer todo lo que se quiera en toda circunstancia?  Y se puede concebir una FELICIDAD que sea otra cosa mucho más que una acumulación de placeres pasajeros?

Si, existe una auténtica libertad que conduce a una verdadera felicidad. Jesús es el más perfecto modelo. Él fue libre por el incesante combate que el llevo hasta el fin contra el egocentrismo. Él sabía que la verdadera felicidad no podía residir en una búsqueda de su bienestar personal. La felicidad que Dios quiere  para el ser humano toma prestada la vía del sacrificio, entendida no como renuncia por renuncia, o ciega resignación sino como la persecución del bien de los demás, en la búsqueda de relaciones humanas de gran calidad, es decir, basadas en el respeto al otro.

La felicidad de ser libre, es la felicidad de un corazón libre, desprovisto de todo sentimiento que no se arraigue en el amor.



APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA AL TEXTO DEL EVANGELIO

La lenta liberación de la ley

Hubo en la Iglesia primitiva serios enfrentamientos acerca del papel que en adelante debía jugar la ley judía en la vida de los cristianos. En un encuentro histórico en Jerusalén, el apóstol Santiago  dirá esto a Pablo: “Tu puedes ver, hermano, cuantos miles de fieles hay entre los judíos, y todos son ardientes partidarios de la ley “ (Hechos 21,20). Estos judíos convertidos esperaban bien que Pablo no pasara por alto  ningún detalle de la ley mosaica.

Ahora, recordemos que Mateo escribe su evangelio para cristianos, los cuales la mayoría son de origen judío. Es de esperarse que esta cuestión sobre la observación de la ley sea un punto muy delicado para él.

Y de hecho, los versículos 17 al 20 no tienen paralelo con Marcos o Lucas, quienes escribían para conversos venidos del mundo griego o romano, y no tenían por qué preocuparse sobre este asunto  de la ley judía.

Se siente en el evangelio de Mateo la tensión entre la posición de “los judaizantes “ que veían en la ley un valor absoluto , y la posición de Pablo, que se sentía en adelante claramente “liberado de la ley” y de su “régimen caduco” (Rm  7,6).

Así, en el versículo 19, Mateo valoriza la observación sistemática de la ley, más en el versículo siguiente , declare  que ella es absolutamente  incapaz  de posibilitar “la entrada al Reino”!

Jesús condenó violentamente a los escribas y fariseos que se las ingeniaban para rivalizar entre ellos a propósito de la puesta en práctica de nimiedades de la ley, y de paso olvidando lo esencial (Mt 15,1-9 y 23 ,16-29). Sería sorprendente que acá Jesús invite a sus discípulos a competir con ellos sobre su propio terreno.

Si es necesario superar los escribas y fariseos , no se hace  cayendo en el mismo panal que ellos, es decir, en la obsesión de “hacer cosas” para sentirse bien. Es haciendo con justicia lo que Jesús les reprocha a ellos, “olvidan” , es decir, ocuparse de lo que pasa al interior (Mt 25,27) de este “interior”(v.25) “lleno” de cosas que causan miedo: agresividad, deseo sexual, robos y mentiras…(Mt 15,19), pero también dulzura y misericordia, preocupación por la paz y sed de justicia (Mt 5,4-10).

Y claro, es acá donde se juega la cuestión del Reino: ya no más al nivel de una ley a la cual no se puede que obedecer  o sustraerse , sino más bien al nivel de una vivencia  interior que es necesario clarificar con valentía, liberar y unificar : “felices los corazones puros”, simples y libres: “Ellos verán a Dios” (Mt 5,8).


DOMINGO DE LA SALUD

Cada año, el 11 de febrero es la Jornada mundial del enfermo. En esta jornada de la salud 2011, nos encontramos alrededor del tema: “abre mis ojos”. Somos entonces invitados a profundizar en nuestra mirada para dejarnos guiar por las maravillas de la ley del amor de Dios.

Es también una invitación  para nosotros a poner nuestra atención mayor a las realidades sanitarias y sociales  y sobre todo a matricularnos en la Escuela de Jesucristo. Él es el Buen Samaritano que ve  y asiste al hombre herido sobre el camino. EN lugar de pasar de largo, él se detiene, se inclina, se pone a su lado y lo cuida. El prójimo es aquel que se hace próximo. Jesús nos da testimonio por toda su vida.

Si hubiéramos podido escoger los textos bíblicos para este domingo de la salud,  nosotros no habríamos pensado seguramente a los que se nos proponen hoy.

El Evangelio de este domingo denuncia las muertes, la infidelidad, las falsas promesas. A primera vista, esto le  importa a otros dominios más que a la salud.

Pero démonos  el tiempo de mirar más cerca: entonces descubriremos ahora, cuántas personas son asesinadas por toda esta violencia física o moral; cuando ellas son víctimas de tales acciones, su salud acaba por verse gravemente comprometida.

El evangelio de hoy abre una puerta que deja entrever mucha miseria. No podemos nosotros dejar correr todo ese mal. No podemos tampoco limitarnos a la observación estricta de la ley. Hace falta absolutamente llevarla a su pleno cumplimiento (realización), el amor incondicional del ser humano.

Este llamado, lo encontramos a lo largo de las lecturas de este día. Ben Sirac nos dice: “Elige la vida”. Pablo nos recuerda que la verdadera sabiduría no es la del mundo, sino la de Cristo que lo han crucificado. Él es quien toma el lugar del desdichado para manifestarle su amor y arrancarlo de la desdicha. De ahí la razón del Salmo 118 que ha sido escogido como tema de este domingo de la salud: “abre mis ojos a tus maravillas, al esplendor de tu ley”. Y el Señor que ve todo, posara su mirada sobre aquellos que le temen” (1ª lectura).

Es así como queremos profundizar nuestra mirada en la mirada de Dios. Queremos dejarnos guiar por su ley de amor. Es un llamado a ponernos de verdad a la escucha de Cristo Buen samaritano. Él es  aquel quien ve el hombre herido y se hace su prójimo. El Evangelio nos lo sugiere: las personas asesinadas, que mueren son muchas. La actualidad vertiginosa de estas últimas semanas nos muestra dolorosos ejemplos. Ahora, no nos quedemos solo a la espera de noticias sensacionalistas en los medios de comunicación. Démonos tiempo para escuchar lo que Cristo nos dice: abre los ojos y dirige tu mirada hacia tus hermanos. El tema de la Jornada es una luz que se nos ofrece. 

Acojámosla sin importar cuál sea nuestra situación en el mundo de la salud.

Ahora, dirijamos nuestra mirada hacia aquellos que la sociedad hace enfermar, aquellos que no tienen derecho a la palabra, que no tienen techo bajo el cual abrigarse. Pensemos también en todas las victimas del desempleo, en aquellos que son rechazados por sus familias, las víctimas de la enfermedad o los accidentes. Y con toda seguridad, no olvidemos los equipos de curación, de medicina que trabajan en condiciones difíciles de mañana hasta entrada la noche por y con personas que atraviesan las horas más frágiles de su existencia.

El papel de los acompañantes y visitadores es igualmente muy importante. Todos nosotros hemos tenido la oportunidad  de visitar personas solas, enfermas o ancianas que tienen tanta necesidad de amor en la tarde de su vida.

El peligro es de ver y quedarnos indiferentes. Esa fue la actitud del sacerdote y del levita en la Parábola del Buen Samaritano. Ellos pasaron delante del herido sin detenerse para darle auxilio (o socorrerlo). Nosotros también, arriesgamos de pasar de lado, olvidando los sufrimientos sin comprometernos. Hoy el señor nos invita a seguirle para ser como El,  el Buen Samaritano que cura y protege los heridos de la vida.

Es entonces,  a una verdadera conversión que somos llamados. EL evangelio de este domingo nos muestra que Cristo ha puesto muy en alto la barra del amor fraternal. No es posible amar a Dios sin amar a nuestros hermanos. Un día Jesús dijo: “si tú te acuerdas  de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda y vete a reconciliar con tu hermano “. Como celebrar dignamente cuando estamos enojados con alguien? Cómo testimoniar de  un Dios que es amor cuando estamos divididos? El gran proyecto de Dios es hacer de todos los humanos un pueblo de Hijos de Dios, un pueblo de hermanos.

Esta ley del amor toma todo su sentido, su esencia cuando cruzamos personas que atraviesan la prueba de la salud física, social o espiritual. Con seguridad que nosotros no podremos tener respuestas para todos esos sufrimientos; de otro lado no es eso que se nos demanda. Pero no podemos resignarnos al mal. Es hoy la ocasión de saludar los profesionales , las asociaciones  y los voluntarios que no bajan los brazos ante los sufrimientos del mundo. Cada uno de nosotros  estamos invitados a la realización del amor. No se trata de dar la medicina , ni de distribuir calmantes, mas de aportar consolación con nuestra presencia amorosa cerca de los que están enfermos y sufren. Es a esto que Cristo nos llama.

En este domingo de la salud le decimos aun: Abre nuestros ojos y nuestros corazones, libéranos de nuestros egoísmos porque es amando como tu  y contigo que podremos ser fieles a tu Palabra. Amen



REFERENCIAS:

Misal en francés , pequeño de prions en église, febrero 13 2011.

HETU, Jean-Luc. Les options de Jésus.

http://dimancheprochain.org

sábado, 8 de febrero de 2020

6 de febrero del 2011: 5o DOMINGO ORDINARIO: Jornada Cristiana de la Comunicaciòn


Primero que todo  los textos a leer aca:
http://betania.es/

A GUISA DE INTRODUCCION

Después del día de nuestro bautismo, somos discípulos de Cristo.

La  Palabra de Dios de este domingo se dirige entonces, antes que nada a nosotros.

Sumergidos en el amor de Dios, somos sal de la tierra y luz del mundo! Nuestra misión consiste en sazonar el mundo, darle sabor de evangelio (Buena Nueva) y hacer brillar la Luz de Cristo que se nos ha confiado. Fácil de decir pero difícil de vivirlo.

Cómo ofrecer al  mundo de hoy un testimonio- ejemplo de fe, proponer la luz del Evangelio sin pasar por un rechazo categórico o ser catalogado de moralista intransigente? Referirse a Jesús es bueno siempre, pero si se habla de la Iglesia a quien habla se  “se asume con ligereza, con casi desprecio e indiferencia, o un “quemeimportismo”.

Importa entonces ofrecer la luz evitando de enceguecer, manejando el salero con prudencia. Si ponemos demasiada sal podremos volver amargo lo que toquemos. El buen cocinero utiliza los aliños para resaltar y o hacer surgir el buen gusto de los alimentos.

Cada Eucaristía renueva nuestro gusto por el Evangelio, revive en nuestros corazones la luz de Cristo. Impulsa y posibilita al Espíritu de inspirarnos el gesto concreto que será proclamación del Evangelio: “si das al hambriento lo que deseas para ti (de buen corazón) y sacias al hombre oprimido, brillará tu luz en las tinieblas, y tu oscuridad se volverá como la claridad del mediodía” (Isaías 58,10)


COMENTARIO 1

APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA AL TEXTO DEL EVANGELIO

Descendientes de los profetas

Cuando uno toma estos cuatros versículos de manera aislada, es difícil discernir el sentido de las expresiones “sal de la tierra” y “luz del mundo”. Uno puede pensar vagamente en el deber del discípulo de Jesús “dar testimonio”, pero todavía ahí, la cuestión de la naturaleza de este testimonio resta pendiente.

Las cosas cambian si se comprende esta breve sección (versículos 11 al 16) como un desarrollo, explicación ampliada de la última bienaventuranza, que se refiere a los  perseguidos por la justicia (v.10) esta idea de la persecución por la justicia aparece en efecto como el hilo que comunica sólidamente los versículos entre sí (v.11 al 16).

He aquí la cadena: los discípulos serán perseguidos (v.11) como los profetas lo han sido también (v.12); los discípulos son los nuevos profetas (v.13-14) de quienes su testimonio no debe relajarse, omitirse o esconderse (v.15), mas al contrario, llevar a la humanidad a reconocer a Dios (v.16).

Desde esta perspectiva , las cosas se aclaran. En calidad de discípulos de Jesús y sucesores de los profetas, los creyentes deben vivir abiertamente según sus convicciones, sin disminuir su luz o debilitarla.

Esta tentación llegará de modo inevitable, ya que los nuevos profetas enfrentarán llegado el momento insultos, difamaciones y represión. Pero hay que resistir, perseverar, porque si ellos se callan, quién hablará? Si aquellos que han escuchado el llamado de Dios a tomar partido  por los oprimidos y ponerse de su lado, se desaniman, dejan todo acabar y o se acomodan, quien continuará el combate?

Dios no puede ser presentado, reconocido, “glorificado” (v.16) que ahí donde su amor por el pobre, el desfavorecido y el explotado se manifiesta y actúa gracias  a los discípulos de Jesús. La  “luz” que Dios quiere reflejar sobre “las manos debilitadas, las rodillas que se doblan y los corazones que desfallecen” (Is 35,3-4), ella no puede pasar que por aquellos que viviendo como Jesús, llegan a ser los relevos de Dios.

No se trata para los cristianos de ganar un concurso de popularidad por sus buenas obras, como una lectura distraída o complaciente del versículo 16 podría hacernos creer. Se trata de “construir la paz” (v.9) al lado de los pobres, de tener hambre y sed de justicia” (v.6), de compartir activamente la sed de Dios por la fraternidad y la justicia, y esto al precio del rechazo social el más doloroso (y o difícil). Su futuro es en esta dirección, nos dice Jesús.

2

JORNADA CRISTIANA DE LA COMUNICACIÓN

Este primer domingo de febrero es la 45a jornada de las Comunicaciones Sociales. El papa Benedicto XVI nos invita a reflexionar sobre la expansión de la comunicación a través de la red de INTERNET. Algunos no se sienten quizás, aludidos o comprometidos. Pero uno no puede cerrar los ojos ante lo que está ocurriendo, y sería la ocasión para interpelar a las jóvenes generaciones. Con las nuevas tecnologías se puede no solamente “intercambiar informaciones sino también compartir una nueva visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales”.

El “fenómeno” INTERNET está presente en todas las capas de la sociedad: niños, jóvenes, adultos, mayores. Las Personas  enfermas o solas, encuentran ahí un medio para salir de su soledad y encontrar amigos. Lo importante,  es poner todo ello “al servicio del bien integral de la persona y de la humanidad entera”.

Es así como hombres, mujeres y niños han encontrado un nuevo medio de comunicarse con el mundo entero. Se puede comunicar el evangelio mismo, la vida de la Iglesia, los sucesos, los proyectos, las fiestas. Con Jesús, la Iglesia se preocupa de la catequesis, del conocimiento del Evangelio, de la cultura religiosa, de la VERDAD. Todos conocemos cristianos que han llegado a ser muy competentes en diversos planos, pero en lo que concierne al conocimiento religioso, ellos no han progresado.

Es por esta razón que la Iglesia utiliza también los medios actuales. Es una oportunidad más que le ha sido dada para llegar a mas número de personas.

Pero la comunicación no es automática. Ella tiene necesidad de la técnica; si, seguro, pero también le hace falta oídos que escuchen, ojos que vean, corazones que se maravillen (o se asombren) , voluntades que se comprometan: esto puede resumirse en unas cuantas palabras: “comunicar es amar”. El amor debería animar todos los Medios de Comunicación. Es verdad para nuestra relación con Dios, mas  también con todos nuestros hermanos. “Uno no puede comunicar sin amar”

El Evangelio de este domingo nos aporta un albor nuevo: para comunicar de verdad, es necesario ser “la sal de la tierra” y “la luz del mundo”. Y ello no será posible sino cuando nos reunamos alrededor de Jesús. Cristo es como un sabor que da a cada ser humano un gusto que viene del interior. Hemos de ser vigilantes para no dejar que las cosas pierdan su sabor, y no dejar que otros sabores (amargo, acido, picantísimo) tomen el lugar. Lo importante es el de  hacer  todo por dar a nuestra vida el gusto de Dios. Es para responder a este llamado que nos reunimos el domingo en las iglesias. Es El quien nos invita a beber, a “sustraer el agua” en la fuente del amor que está en El.

La Sal y la luz son reveladores (indicadores, medidores); la sal valoriza los alimentos. La luz ayuda a descubrir, a  conocer la belleza de los seres y del mundo. Los alimentos existen antes de recibir la sal. Los seres y el mundo existen antes de ser iluminados. Esto habla extensamente de  la misión que Jesús confía a sus discípulos y a nosotros mismos. Nadie tiene necesidad de nosotros para existir. Pero todos nosotros tenemos un papel particular a jugar, a desempeñar. El señor cuenta con nosotros.

Como sal de la tierra, en comunión con Cristo, hemos de revelar a la humanidad el sabor de su vida. Ellos no nos han esperado para vivir de gestos de amor y de compartir bellos. Nosotros vemos que se comprometen en el banco de alimentos y en diversas asociaciones con objetivo humanitario. Algunos olvidan mismo sus vidas. Nuestra misión es testimoniar que  Dios está ahí en todos esos gestos y palabras de amor.

Nuestro papel es revelar el nombre de Aquel que actúa a través de ellos. Dios está presente en todo lugar donde hay amor.

“Ustedes son la luz del mundo”, nos dice aun Jesús. Nacer es venir al día, es ver la luz. Nadie puede vivir en la oscuridad, no más los humanos que las plantas. La oscuridad hace morir; la luz es la vida y la alegría de vivir. Como luces del mundo, estamos acá para resaltar (revalorizar) la belleza del mundo. Es la mirada del amor que revela el verdadero rostro de las personas y de las cosas. Pero esto no puede hacerse que en la discreción. Demasiada sal acaba por volver los alimentos repugnantes. Una luz que encandile demasiado puede provocar accidentes en la carretera. Para ser sal y luz, es necesario ante todo amar. La evangelización no es una conquista; es el anuncio de una Buena Noticia. Esto no puede hacerse sino dentro y en una presencia de amor.

Cristo nos previene contra la sal que se vuelve “simploreta” o pierde su sabor.  Un cristiano que se aleja de Dios termina por perderle el gusto a la fe. No vive más de la sabiduría de Jesucristo. Es un bueno para nada. Para volver a encontrar el sabor a Evangelio, hemos de venir una y otra vez hacia Aquel quien es la fuente. Así, podremos transmitirlo (ese gusto, ese sabor) a otros y alrededor de nosotros. El Evangelio es una Buena Noticia a la cual es necesario que vengamos incesantemente (referenciarla, alimentarnos de) para alimentarnos (nutrirnos).

No podemos contentarnos con lo que dicen los Medios de Comunicación cada día. Lo importante es que nuestra vida testimonie (muestre, revele) cada día el amor que está en Dios.  


ORACIÓN FINAL

Dios Padre Nuestro,
Tú confías tanto en nosotros
Que nos pides ser
Sal de la tierra y luz del mundo.
En cada Eucaristía,
Tú reavivas en nosotros el gusto del Evangelio
Y tú nos iluminas  por tu Hijo
Quien no deja de aclararnos  en las tinieblas.
Como El lo hizo con el apóstol Pablo,
Que tu Espíritu nos de
Un lenguaje y una sabiduría
Que sabrá tocar y unir  los corazones
Y tocar los espíritus.
Así podremos hacer brillar
La luz de Cristo para nuestros hermanos y hermanas¸
Y ellos te glorificaran a Ti, Nuestro Padre del Cielo. Amen

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:

Misal mensual de Febrero: PRIONS EN EGLISE, edicion quebequense.
HETU, Jean-Luc. Les option de Jésus.
http://dimancheprochain.org/
http://prionseneglise.ca/
http://youtube.com/


sábado, 11 de enero de 2020

Enero 9 del 2011: Fiesta del Bautismo de Jesus


MONICIÓN DE ENTRADA.

La liturgia de hoy nos va a poner ante la presentación "oficial" de Jesús en público. Su aparición ante los hombres y mujeres de su época para dar comienzo a lo que tradicionalmente se ha llamado su "ministerio público".

Pero, como punto de partida en esta cuestión, como es lógico y normal, lo primero será presentar al "protagonista": ¿quién es Jesús? El evangelio de hoy nos dará una respuesta clara, una respuesta de fe, a esta pregunta: es el Hijo predilecto de Dios.


¿Damos también nosotros a Jesús en nuestra vida esa predilección?; quizá en nuestras teorías y en nuestros esquemas mentales Jesús sea preferente. Pero ¿también en las obras? Ahí está la cuestión.


Comencemos nuestra celebración dispuestos a revisar nuestra postura vital práctica ante la figura de Jesús.



A GUISA DE INTRODUCCION:

La belleza del bautismo

Si, aquello debió haber sido un bello bautismo…Yo imagino Jesús entre los penitentes que se presentan ante Juan. El baja al Jordán como lo hacen los demás, se sumerge en sus aguas. Cuando sale del agua, he aquí que el cielo se abre! Dios entonces se hace oír con toda la fuerza de su voz y su ternura . Dios Padre identifica el Hijo del carpintero de Nazaret como su Hijo Bien Amado.  Y es cierto, seguramente que Jesús no tenía necesidad de cumplir con este rito de conversión, El , el santo.  Pero Dios tenia la ocasión ideal de manifestar su deseo  de hacerse cercano a nosotros y a nuestra humanidad que tiene tanta necesidad de esperanza y de renovación. El presenta su Jesús, que viene a levantarnos y a sanarnos. Que gracia!


Nuestro bautismo también fue de una admirable belleza. Es seguro  que la mayoría de nosotros no se acuerda de haber sido bautizado, a menos que haya sido bautizado en su adolescencia o en la edad adulta. Aquel día por tanto, el cielo se abrió en nuestro corazón. Dios ha puesto en nosotros todo su amor, dejándonos tomar parte en su divinidad. No es poco decir!


Avanzando en el camino del tiempo, yo me pregunto…Que he hecho yo del don maravilloso que he recibido! Tengo conciencia de mi responsabilidad, de ser testigo de la misericordia, de la paz y de la alegría de Dios? Es que yo me paso haciendo el bien como Jesús? Que el Espíritu Santo me inspire a vivir como un hijo bien amado del Dios vivo…


 LECTURAS

 PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 42, 1-4.6-7


Así dice el Señor:

--Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido a quien prefiero. Sobre él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones: No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, el pábilo vacilante no lo apagará. Promoverá fielmente el derecho, no vacilará ni se quebrará hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes, que esperan las islas. Yo, el Señor, te he llamado con justicia, te he tomado de la mano, te he formado y te he hecho alianza de un pueblo, luz de las naciones. Para que abras los ojos de los ciegos, saques a los cautivos de la prisión, y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas.



Palabra de Dios




SALMO RESPONSORIAL

SALMO 28

R.- EL SEÑOR BENDICE A SU PUEBLO CON LA PAZ

Hijos de Dios, aclamad al Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor,
postraos ante el Señor en el atrio sagrado. R.-

La voz del Señor sobre las aguas,
el señor sobre las aguas torrenciales.
La voz del Señor es potente,
la voz del señor es magnifica. R.-

El Dios de la gloria ha tronado.
El Señor descorteza las selvas.
En su templo un grito unánime: ¡Gloria!
El Señor se siente por encima del aguacero,
el Señor se sienta como rey eterno. R.-



 SEGUNDA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 10, 34-38


En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo:

-- Está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y práctica la justicia, sea de la nación que sea. Envió su palabra a los israelitas anunciando la paz que traería Jesucristo, el Señor de todos. Conocéis lo que sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque la cosa empezó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios con la fuerza del Espíritu Santo, que paso haciendo el bien y curando a los oprimidos por el diablo; porque Dios estaba con él.


Palabra de Dios




ALELUYA Mc 1, 11

Los cielos se abrieron y se oyó la voz del Padre: Este es mi hijo, el amado; escuchadle


EVANGELIO

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 3, 13- 17

En aquel tiempo, fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirle diciéndole:

-- Soy yo el que necesita que tú me bautices, ¿y acudes a mi?

Jesús le contestó:

-- Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere.

Entonces Juan se lo permitió.

Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía:

-- Este es mi hijo, el amado, mi predilecto.



Palabra del Señor.
 




REFLEXIÓN 1

LA DECISIÓN DE COMPROMETERSE


Aquellos que no esperaban nada más de la vida, aparte de lo que ya poseían, no iban a recibir el bautismo de Juan.

Aquellos que tenían una buena conciencia absoluta y que no se cuestionaban por nada de lo que ellos hacían, pensaban  o hablaban, estos tampoco iban para recibir el bautismo de Juan.

Aquellos que no se preocupaban por encontrarle sentido a la vida y  por vivir una vida plena de sentido y que fuera animada por la fe y que por ello la existencia fuera  fecunda, ellos tampoco iban para recibir el bautismo de Juan.

Ya que Juan anunciaba un evento que sucedería y que  implicaba cuestionarse personalmente y  adoptar   una disponibilidad interior. Para abrirse a este evento, hacía falta ser consciente de que se puede ser y hacer  más  y estar preparado a comprometerse para esa marcha (o empresa o tarea, o misión).

Y por razones que responden  a la inercia humana, a la resistencia al cambio, uno se abstiene voluntariamente  y no se compromete.

Cierto, no  todo el mundo  iba a recibir el bautismo de Juan, pero había al menos muchos, parece. Y entre ellos estaba Jesús. Nada autoriza a pensar que Jesús viene al bautismo de Juan  por razones que serían completamente diferentes a las de los otros.

Jesús va al bautismo porque Él también quiere ir al encuentro de ese Reino que llegaba. El también desea cuestionarse en su vida como carpintero, y preguntarse si su fidelidad está presente todavía en su vivir (en lo que hace). El también, anhela una práctica que dé frutos,  y vivir una vida que tenga sentido.

Esto hacia ver suficientes buenas razones para emprender esta ruta de fe. Sin embargo los versículos 13 al 17  no se centran sobre las motivaciones de la acción  de Jesús (su bautismo) , mas sobre lo que pasó en aquel momento.  A menudo, cuando uno se compromete en una empresa (misión, camino, tarea) que en apariencia nos llevará lejos, uno se descubre con una nueva mirada, uno aprende muchas cosas sobre sí mismo que no sabía, o  no percibía al menos de manera clara.

Mateo nos habla quizás de una revelación parecida acá. Es seguro que el evangelista no se ha preocupado por aquello que Jesús ha vivido interiormente en el momento de este episodio, y a él  no le interesa sino ver y expresar de manera clara que Jesús era el Hijo Bien Amado del Padre. Pero se puede pensar por lo mismo que Jesús vivió una experiencia espiritual- cualquiera  que sea- como una confirmación  de aquello a lo cual Él se sentía llamado a vivir.


Igual si las preocupaciones teológicas marcan fuertemente el relato en su forma actual, el bautismo de Jesús pervive como una experiencia humana y espiritual que no está lejana (ni es diferente)   de aquellas  que nosotros mismos podemos  vivir en ciertos momentos de nuestra vida.



REFLEXIÓN 2

DEL PADRE GUSTAVO VELEZ  “CALIXTO”


Las angustias del Padre Tobías


“Fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Entonces se abrió el cielo y una voz se escuchó: Este es mi Hijo amado”. San Mateo, cap. 3.


El Padre Tobías está de muerte. Los años, los achaques y sus muchos pesares lo mantienen sumido en un sopor que ya no es vida. Pero tampoco es muerte todavía.


El sacerdote que le acompaña se ha ausentado, dejando junto al lecho a un pariente que estudia medicina.


De pronto, el moribundo se incorpora sobre las almohadas y le dice al muchacho: - Oiga, hijo, ¿usted cree en Dios? - Claro que sí, padre. Yo creo.

- ¿Y Dios es muy bueno, verdad? ¿Y nos perdona?

- Claro, Padre Tobías, nos perdona.

- ¿Y después de todo esto tan amargo, dizque hay una vida feliz?

- Yo sí creo, Padre. Así me ha enseñado siempre usted.

- Mire, hijo, prosiguió el anciano, ese vaso de agua. ¿Usted por qué no me bautiza?

El muchacho, intuyendo la angustia del moribundo, levantó el vaso y mojó lentamente la frente sudorosa del sacerdote: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo”...

El anciano se desmadejó sobre el lecho, para expirar enseguida.


Uno piensa que este sacerdote habría luchado toda su vida contra el mal. Se habría gastado en la era del Señor, enseñando podando la viña y abonando el trigo. Pero tal vez nunca gozó de ser hijo de Dios.


Al comienzo de su vida pública, Jesús se acerca al precursor para pedirle el bautismo. El rito con el cual los discípulos de Juan iniciaban un cambio de vida. Entonces se escuchó una voz del cielos: “Este es mi Hijo amado”.


Es cierto que el Señor no necesitaba convertirse, pero empezaba entonces una vida distinta. Dejaba en Nazaret a su madre María, el taller de artesano y los parientes, para ser un profeta andariego.


Los biblistas señalan también que, con aquel gesto, Jesús le daba al futuro bautismo de los cristianos un poder especial.


Pero conviene distinguir entre el rito durante el cual el sacerdote nos baña, declarando que pertenecemos a la Iglesia, y la experiencia interior. Hijos de Dios por creación, somos entonces reconocidos por el Padre del Cielo.


Si nos quedamos únicamente con el rito y un documento, sólo con el rito y un documento de poco nos servirá el bautismo. Pero un cristiano de verdad llena el corazón de alegría y la mente de confianza. Para él la vida y la muerte, el dolor y el pecado, el presente y el futuro se tasan con medida muy distintas.


De otro lado, los sacramentos son como miniaturas de la paternidad de Dios. Aquello tan extraordinario, tan excelente, que no puede explicarse con palabras, se hace gesto, plegaria, signo en nuestros ritos.


Pero alguien pudiera sospechar que una fe así, de hijos muy amados por el Señor, nos llevaría a vivir descuidados, ante un Dios alcahuete. Todo lo contrario: El amor verdadero es más exigente que todos los códigos y leyes. Y según los sicólogos y los ascetas, el sentirnos amados alcanza cambios insospechables en cualquiera de nosotros.


Tal vez el Padre Tobías se esforzó con angustia por no pecar. Tal vez a ratos amó al Señor. Pero no imaginó que ser cristiano es sentirse infinitamente amado por el Padre de los cielos. Y en su delirio final, querría empezar nuevamente el camino de Cristo.


Para la oración de los fieles


- Para que todos los hombres y mujeres, sean de la religión que sean, acepten y fomenten el Amor, la Justicia y el Derecho, roguemos al Señor…

- Por todos los seguidores de Jesús, para que se distingan siempre –como el Mesías en el que creen- por su amor a la paz, a la concordia, a la justicia y al derecho…

- Para que aprendamos de todos los hombres y mujeres, de cualquier religión, que han descubierto el imperativo absoluto de los derechos humanos, que vienen a ser “derechos divinos”…

- Para que todos renovemos nuestro bautismo: nuestra decisión de seguir a Jesús y comprometernos con su proyecto mesiánico de “implantar el Derecho en el mundo”…

- Para que la Iglesia resuelva de la mejor manera posible la problemática inherente a la pastoral del bautismo de niños…


Oración comunitaria

* Dios Padre nuestro, que en el bautismo de Jesús lo has proclamado como tu “Hijo muy amado, el predilecto”; te suplicamos nos cobijes bajo su nombre y nos concedas conformarnos cada día más cercanamente a su imagen, haciendo nuestra su Causa y prosiguiendo su misión de ser “luz de las naciones” y de “implantar el Derecho en la tierra”. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor…

* Misterio Infinito, inexpresable, que queremos adorar en silencio, sin palabras... Reconocemos tu Presencia ubicuamente, en el corazón de la Materia y en las raíces de la Realidad, en lo mejor del ser humano, que nos conduce por eso a una convergencia incontenible con el Amor, con la Justicia y la Fraternidad. Ayúdanos a adorarte con el Corazón profundo de nuestro ser, y con la práctica de la justicia, «pasando por la vida haciendo el bien, y curando a nuestros hermanos y hermanas de toda opresión».


Objetivos de la semana:

-         1, Tomo conciencia de que Dios no se esconde entre las nubes. Él ha abierto su cielo, Él se ha mostrado en Jesús y Él se hace  siempre cercano  y disponible.

-         2, Identifico personas, momentos, sucesos , por los cuales , Dios viene a mi encuentro y le doy gracias.

-         3, Tengo en cuenta en mis oraciones a los niños, los jóvenes y los adultos que serán bautizados en el transcurso de este año.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:


Betania.es

Prionseneglise.ca

HETU, Jean-Luc. Les options de Jésus. Traducción del francés.

Tejasarriba.org (del Padre Gustavo Velez « Calixto »)

Servicioskoinonia.org