Un ejemplo (o muestra más de como se malinterpretan y desfiguran las noticias concernientes al Papa, las afirmaciones de la fe y la Iglesia...
Recién me despertaba esta mañana y escuchaba a un periodista de una de las cadenas radiales más importantes de Colombia diciendo esta perla: “En los pesebres este año no estarán el asno y el buey porque el papa Benedicto los prohibió!”
De donde saco esta perla este Señor? Lejos está de ser la frase del día Gustavito Gomez, ni la considere! je,je…
Acá algunas notas aclaratorias y muy precisas, para no seguir comulgando con afirmaciones ignorantes (tanto como la mula), aceleradas (no tanto como el burro) e irresponsables (no tanto como el buey que es res…je,je), como ciertos periodistas...Amen
Prohibió el Papa a la mula y el buey en el pesebre?
No; el Papa lo que dijo es que no hay certeza bíblica de que estuvieran esos animales. De hecho, considera probable que sí estuvieran, por el tipo de sitio (un pesebre; lugar donde se les alimenta).
Lo más importante de su libro no son esos animalitos, sino que nos demos cuenta que hay bases históricas más que razonables para afirmar la verdad de la historia de la infancia de Cristo.
Fr. Nelson M.
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El comentario de Benedicto XVI, en su último libro, sobre la no historicidad de la presencia del buey y la mula en el portal de Belén ha suscitado una curiosa polémica, que ha ocupado portadas en los periódicos y llenado tertulias en radios y televisiones.
Sobraría precisar que el Papa no va más allá con su afirmación, y que, desde luego, no ‘prohíbe’ que se coloquen esas figuras en los nacimientos. Digo sobraría, porque no faltan quienes, de modo equivocado, han sacado tal conclusión.
Pero lo que más me ha conmovido, de esta amable polémica, es comprobar cómo buen número de personas conocidas, incluidos no pocos periodistas, que admiten no comulgar con las creencias de la Iglesia, y, más aún, se declaran agnósticos y aun ateos, han ‘protestado’ por el comentario de Benedicto XVI sobre el buey y la mula. Algunos de ellos/as son colegas y aun amigos míos.
A no pocos les he escuchado manifestar, incluso públicamente, que ellos se van a ‘resistir’ a las indicaciones del Papa en este terreno, y van a seguir poniendo en sus belenes, por supuesto, la mula y el buey. Un acto de ‘rebeldía’ justificado en las tradiciones familiares que “siempre” han vivido en sus casas.
Lo que me conmueve es precisamente que esas gentes, todos ellos por cierto buenas personas, siguen poniendo el nacimiento cada Navidad.
Son ateos (agnósticos) con Belén, y me alegro por ellos. Primero, porque refleja el entrañable recuerdo de lo que vivieron en la infancia. Y, segundo, porque no quieren privar de tales vivencias a sus hijos, y hasta nietos. Les alabo el gusto, sin duda. Fueron y son momentos únicos.
editor@elconfidencialdigital.com
Twitter: @JoseApezarena
No; el Papa lo que dijo es que no hay certeza bíblica de que estuvieran esos animales. De hecho, considera probable que sí estuvieran, por el tipo de sitio (un pesebre; lugar donde se les alimenta).
Lo más importante de su libro no son esos animalitos, sino que nos demos cuenta que hay bases históricas más que razonables para afirmar la verdad de la historia de la infancia de Cristo.
El comentario de Benedicto XVI, en su último libro, sobre la no historicidad de la presencia del buey y la mula en el portal de Belén ha suscitado una curiosa polémica, que ha ocupado portadas en los periódicos y llenado tertulias en radios y televisiones.
Sobraría precisar que el Papa no va más allá con su afirmación, y que, desde luego, no ‘prohíbe’ que se coloquen esas figuras en los nacimientos. Digo sobraría, porque no faltan quienes, de modo equivocado, han sacado tal conclusión.
Pero lo que más me ha conmovido, de esta amable polémica, es comprobar cómo buen número de personas conocidas, incluidos no pocos periodistas, que admiten no comulgar con las creencias de la Iglesia, y, más aún, se declaran agnósticos y aun ateos, han ‘protestado’ por el comentario de Benedicto XVI sobre el buey y la mula. Algunos de ellos/as son colegas y aun amigos míos.
A no pocos les he escuchado manifestar, incluso públicamente, que ellos se van a ‘resistir’ a las indicaciones del Papa en este terreno, y van a seguir poniendo en sus belenes, por supuesto, la mula y el buey. Un acto de ‘rebeldía’ justificado en las tradiciones familiares que “siempre” han vivido en sus casas.
Lo que me conmueve es precisamente que esas gentes, todos ellos por cierto buenas personas, siguen poniendo el nacimiento cada Navidad.
Son ateos (agnósticos) con Belén, y me alegro por ellos. Primero, porque refleja el entrañable recuerdo de lo que vivieron en la infancia. Y, segundo, porque no quieren privar de tales vivencias a sus hijos, y hasta nietos. Les alabo el gusto, sin duda. Fueron y son momentos únicos.
A respecto del buey y la mula en el Pesebre de Belén.
Hace poco salió a la luz el último libro del Papa titulado “La infancia de Jesús”, donde el Santo Padre muestra los elementos históricos sobre los Evangelios y los explica a la luz de la Fe. Aseverando que la infancia de Nuestro Señor Jesucristo no es un relato para niños sino una historia que tiene consecuencias decisivas para la actualidad.
A respecto de este libro mucho se ha especulado en los medios informativos sobre una supuesta prohibición del Papa para incluir, entre las imágenes que acompañan la representación del nacimiento del Niño Dios, al “buey y a la Mula”. Se lee o se escucha por ahí: “el papa elimina a la mula y el buey del portal de Belén”, “El Papa prohíbe las imágenes del buey y la Mula en el Nacimiento”, “El Papa dice que en el pesebre no había ni buey ni mula”.
Al parecer el Papa ha dicho realmente que el buey y la mula no están en los Evangelios, y tiene toda la razón. Es lo que siempre se ha sabido, basta revisar los evangelios. No se puede asegurar que el Niño Dios nació acompañado de un buey y una mula.
En un determinado momento de la historia, a inicios del siglo XIII por iniciativa de San Francisco de Asís, aparecieron ambos animales en la representación del Portal de Belén; es en esa época que aparecen en la iconografía cristiana. Y el Papa no ha mandado que se los retire.
Entre las muchas cosas que colocó San Francisco en el Pesebre fue a estos animales para simbolizar que toda la creación debe reconocer a su Creador. Inspirado ciertamente en las meditaciones de los Padres de la Iglesia que a su vez citan el versículo de Isaías: “El buey conoce a su amo, y el asno (o mula) el pesebre de su dueño, en cambio Israel no conoce a su Señor” (Is 1,3).
A continuación les ofrecemos un corto vídeo de una sucinta explicación del secretario de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Juan Antonio Martínez Camino. Muy buena aclaración:
A respecto de este libro mucho se ha especulado en los medios informativos sobre una supuesta prohibición del Papa para incluir, entre las imágenes que acompañan la representación del nacimiento del Niño Dios, al “buey y a la Mula”. Se lee o se escucha por ahí: “el papa elimina a la mula y el buey del portal de Belén”, “El Papa prohíbe las imágenes del buey y la Mula en el Nacimiento”, “El Papa dice que en el pesebre no había ni buey ni mula”.
Al parecer el Papa ha dicho realmente que el buey y la mula no están en los Evangelios, y tiene toda la razón. Es lo que siempre se ha sabido, basta revisar los evangelios. No se puede asegurar que el Niño Dios nació acompañado de un buey y una mula.
En un determinado momento de la historia, a inicios del siglo XIII por iniciativa de San Francisco de Asís, aparecieron ambos animales en la representación del Portal de Belén; es en esa época que aparecen en la iconografía cristiana. Y el Papa no ha mandado que se los retire.
Entre las muchas cosas que colocó San Francisco en el Pesebre fue a estos animales para simbolizar que toda la creación debe reconocer a su Creador. Inspirado ciertamente en las meditaciones de los Padres de la Iglesia que a su vez citan el versículo de Isaías: “El buey conoce a su amo, y el asno (o mula) el pesebre de su dueño, en cambio Israel no conoce a su Señor” (Is 1,3).
A continuación les ofrecemos un corto vídeo de una sucinta explicación del secretario de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Juan Antonio Martínez Camino. Muy buena aclaración:
REFERENCIAS:
http://grupodeoraciondivinonio.blogspot.ca/2012/11/prohibio-el-papa-la-mula-y-el-buey-en.html
http://heraldosinfo.blogspot.ca/2012/11/a-respecto-del-buey-y-la-mula-en-el.html
http://evangelizadorasdelosapostoles.wordpress.com/2012/11/26/ateos-con-belen-la-mula-y-el-buey-seguiran-en-sus-belenes-pesebre/
Archivos audio Caracol Radio Colombia: http://caracol.com.co
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Gustavo Quiceno