Escucharemos este domingo el grito de Juan Bautista: “Preparen el camino del Señor…”? Y responderemos siendo atentos a
la Palabra de Dios y respondiendo a la invitación a la Cena del Señor? Que
nuestros corazones estén disponibles para escuchar y responder.
L E
C T U
R A S :
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE BARUC 5, 1-9
Jerusalén,
despójate de tu vestido de luto y aflicción y viste las galas perpetuas de la
gloria que Dios te da; envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte a
la cabeza la diadema de la gloria perpetua, porque Dios mostrará tu esplendor a
cuantos viven bajo el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: "Paz en
la justicia, Gloria en la piedad."
Ponte de
pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia Oriente y contempla a tus hijos,
reunidos de Oriente a Occidente, a la voz del Espíritu, gozosos, porque Dios se
acuerda de ti. A pie marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los
traerá con gloria, como llevados en carroza real. Dios ha mandado abajarse a
todos los montes elevados, a todas las colinas encumbradas, ha mandado que se
llenen los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con
seguridad, guiado por la gloria de Dios; ha mandado al bosque y a los árboles
fragantes hacer sombra a Israel. Porque Dios guiará a Israel entre fiestas, a
la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia.
Palabra de Dios
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 125
R.- EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON
NOSOTROS Y ESTAMOS ALEGRES.
Cuando el Señor cambió la suerte
de Sión,
nos parecía soñar;
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R.-
Hasta los gentiles decían:
"El Señor ha estado grande
con ellos."
El Señor ha estado grande con
nosotros,
y estamos alegres. R.-
Que el señor cambie nuestra
suerte,
como los torrentes del Nagueb.
Los que sembraban con lágrimas,
cosecharan entre cantares. R.-
Al ir, iban llorando,
llevando la semilla,
al volver, vuelven cantando,
trayendo sus gavillas. R.-
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS FILIPENSES 1,4-6.8-11
Hermanos:
Siempre que
rezo por vosotros, lo hago con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores
míos en la obra del evangelio, desde el primer día hasta hoy. Esta es nuestra
confianza: que el que ha inaugurado entre vosotros una empresa buena, la
llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús. Testigo me es Dios de los
entrañablemente que os quiero en Cristo Jesús. Testigo me Dios de lo
entrañablemente que os quiero en Cristo Jesús. Y ésta es mi oración: que
vuestra comunidad de amor siga creciendo más y más en penetración y en
sensibilidad para apreciar los valores. Así llegareis al Día de Cristo limpios
e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús, a
gloria y alabanza de Dios.
Palabra de Dios
ALELUYA Lc 3, 4-6
Preparad el
camino del Señor, allanad sus senderos. Todos verán la salvación de Dios
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN
SAN LUCAS 3, 1-6
En el año
quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de
Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y
Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, bajo el sumo sacerdocio de Anás y
Caifás, vino la Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y recorrió
toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de
los pecados, como está escrito en el libro de los oráculos del Profeta Isaías.
-- Una voz
grita en el desierto: preparad el camino del Señor, allanad sus senderos;
elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se
enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios.
Palabra del Señor.
A guisa
de introducción:
Hay tres cosas que destaca San Lucas en el
evangelio de este domingo:
1.
La manifestación de Dios, su revelación tiene lugar en la
historia humana concreta, situada.
2.
No todos se muestran abiertos a su revelación, a su
Gracia, a su Palabra…Solo unos privilegiados (con conciencia despierta,
contemplativos, orantes, pequeños y aparentemente insignificantes: vg. Juan Bautista) le escuchan y se ponen en
movimiento.
3.
Esta Palabra de Dios invita a la conversión, a la
purificación, a “hacer de tripas
corazón”, “a construir la esperanza” en medio de la desesperanza, a ser
creativos ante la adversidad, a construir
la autopista o carretera en medio de los senderos en curva, accidentados y o
plenos de obstáculos de la existencia.
Todo lo anterior nos da las pistas para vivir en
plenitud este tiempo de gracia (El
Adviento) que hemos comenzado el domingo pasado.
1.
Hemos de afinar el oído, aguzar nuestra vista y ser
sensibles a los signos de los tiempos, a lo que el mundo vive, a aquello por lo
que está pasando la sociedad, nuestras comunidades, familias y lo que
personalmente nosotros mismos vivimos para poder mirar así el paso (el pasaje)
de Dios …Nuestro Dios no es un Dios simplemente del pasado, no es un Dios
prehistórico o antehistórico, está
presente, se manifiesta acá y ahora por su Palabra, los sacramentos, en los sucesos y personas que son signos de
esperanza, de amor, de acogida, de fraternidad…Todavía más, el volverá un día…
2.
De nosotros depende descubrirlo (Dios)… y para ello, para
ser sensibles a lo que quiere decirnos o mostrarnos tenemos como modelo al
ultimo profeta del A.T a Juan Bautista, un hombre marginal, pobre, austero,
sencillo, no alienado y no en profunda relación con los “poderosos” del mundo
de su tiempo, sino más bien comprometido con la realidad social de su época, un
hombre contemplativo, orante, en dialogo con la tradición de la fe de su
pueblo, pleno de esperanza, invitando a “despertar”, a “cambiar” la gente de su
tiempo para preparar ese paso de Dios, para construir la ruta de Aquel que
vendrá después…
3.
A cada uno le corresponde mirar qué es lo que debe
cambiar, enderezar, “pavimentar” y preparar esa autopista o carretera para que
el Señor pueda irrumpir en nuestros ambientes, en nuestros corazones y nuestras
vidas…Mirar qué es aquello que no me permite ser feliz ni hacer felices a los
otros, aquello que no me permite levantar la cabeza con dignidad, desechando
todo odio, división, egoísmo… y celebrar así la autentica NAVIDAD (que es
natividad, nacimiento de Dios) y no cualquier navidad (no de Papa Noel, ni de
santa Claus, de barullo, fiestas y regalos superficiales) sino la de JESÚS (o
sea el EMMANUEL, el “Dios con nosotros”).
Día a día parece
que no se impusieran nada más que los grandes titulares de los
periódicos de papel , en el FLIPBOARD sobre el PC o el Smartphone… Se destaca que
las únicas preocupaciones son los movimientos políticos, la fluidez de la
Bolsa, los indicadores económicos, la FARANDULA (vida superficial, enmascarada
de los famosos), la actividad cultural, deportiva, tecnológica…Y no, hay algo
más que todo eso que APARECE, que encandila y enceguece las más de las veces y
no deja percibir esa otra realidad que nos supera…que no se ve, que es
aparentemente invisible y que es lo verdaderamente importante…
Los medios de comunicación quisieran hacernos
creer que lo esencial de las noticias, que lo que se debe retener gira en torno
a los grandes de este mundo (presidentes, ministros, deportistas y artistas
estrellas) o en torno a lo sensacionalista (violencia, pansexualismo…en fin,
superficialidad).
Lucas conoce a los grandes de su época: los
Tiberios, Pilatos, Herodes, Caifás y compañía. La noticia que él se afana por poner de manera escrita- y que ha
atravesado la historia hasta nuestros días- no les concierne de manera directa
a ellos. Según Lucas, la Buena Noticia es que la PALABRA DE DIOS fue dirigida a
alguien llamado JUAN, hijo de Zacarías, en el desierto, lejos de las trompetas
y pompas de la ciudad.
Bajo el impulso de esta PALABRA, Juan se pone a
anunciar el perdón de los pecados y a invitar a la conversión. Y esto cambia
verdaderamente el curso de la historia.
Nosotros no siempre miramos hacia el lugar correcto cuando
buscamos lo que es más importante.
Inscribámonos en la escuela de San Lucas, y conociendo también el nombre
de los grandes Y O MAS CONOCIDOS de
nuestro tiempo (OBAMA, CAMERON, BILL GATES, etc.) aprendamos a discernir los vientos de cambio
entre los pequeños (ignorados, los
pobres, los que trabajan en silencio…) de este mundo, porque es ahí donde se juega el
futuro de la humanidad. Palabra del Evangelio!
Aproximación
psicológica del evangelio:
Una voz
prepara una pista al Señor
Jesús no se encontraba inscrito o matriculado en
ninguna de las corrientes socio-políticas o político-religiosas de su tiempo. Jesús
no se identificaba ni con los sacerdotes que comandaban en el templo, ni con
los laicos fariseos que se habían replegado alrededor de las sinagogas, ni con
las comunidades ascéticas del desierto del Mar Muerto, ni con los zelotes
(guerrilleros o revolucionarios de la época).
De hecho hay una excepción importante: Jesús se mostró
bastante interesado y vibró ante el movimiento lanzado por Juan Bautista, al
punto de comprometerse públicamente con él.
El movimiento del Bautista puede entonces
brindarnos preciosas informaciones sobre lo que le atraía o interesaba a Jesús.
Se podría resumir este movimiento en 3 líneas:
1.
Juan también guarda distancia, se tiene lejos tanto de la “religión” como de la “política”, en el sentido de las
instituciones y de las estructuras; es “en el desierto” que él actúa, allí donde el hombre, desnudo,
desprovisto de sus funciones, de sus roles y de sus rutinas, se encuentra
confrontado consigo mismo.
2.
Su objetivo es conducir a sus contemporáneos a resituarse
de cara a Dios, y de cara a un Dios que se prepara a emerger (surgir) en la
historia;
3.
Esta radicalización espiritual lo lleva a atacar tanto
las deformaciones religiosas (cfr. Mateo 3,7-10) como a los abusos del poder
político (cfr. Lucas 3,19-20) y a la injusticia
(Lucas 3,10-14) que observa alrededor.
Estas opciones de Juan Bautista
debían suscitar profundas resonancias en Jesús. No solamente este último se solidariza
con Juan recibiendo su bautismo, sino que llegará mismo a decir: “Juan
es un profeta y más que un profeta”… (cfr. Lucas 7,26)
Varias veces en el evangelio
Jesús manifiesta estima y admiración por las personas que encuentra en su
recorrido por azar (Natanael, el centurión, el joven rico, la viuda del
templo…) Pero acá vemos más que estima y admiración: se manifiesta una adhesión
profunda a lo que Juan ha tratado de vivir y de hacer vivir a los otros.
Y
cuando el poder interrumpe brutalmente la carrera de Juan, es Jesús
mismo quien se pone en movimiento, tomar la batuta…(cfr. Marcos 1,14).
Para todo aquel que se encuentra
inmerso en la sociedad, toda sociedad es una jungla, es decir, un conjunto complejo
de corrientes y de contra corrientes entre las cuales no siempre es fácil
situarse.
Jesús no escapaba a esta
condición humana. Con el fin de situarse claramente en su medio, de manera que
corresponda a las miradas de Dios sobre él, Él ha tenido necesidad de alguien
para darle pista.
En una jungla social, Juan
Bautista abre el camino para Jesús. Y el mismo Jesús dirá más tarde a aquellos
que al igual que Él tienen la intención de situarse socialmente y
espiritualmente: “Yo soy el camino”
(Juan 14,6).
La confesión de los pecados:
Estamos en el momento que precede
a la llegada de sucesos importantes - parece decir Juan Bautista- y es el
momento de mirar el lugar donde se sitúa cada quien y hacer los cambios que se
imponen, de lo contrario todo será un fracaso.
Este es en sustancia el mensaje de Juan, he aquí lo que propone:
confesar sus pecados, para poder estar listos de cara a los eventos.
La confesión de los pecados, es a
menudo vista o practicada como una escandalosa alienación; como un sacramento
pasado de moda, innecesario y parecía creerse “No sirve para nada”…Por un lado,
uno se acusa, uno se flagela como si se fuera un criminal, uno se humilla y de
modo muy frecuente uno ennegrece el cuadro u horizonte vital pensando complacer
a Dios si uno se disminuye. De otro lado, uno deja de lado la culpa o pretende
ignorarla en medio de los afanes de la vida, creyendo como los fariseos y los
saduceos denunciados por Juan, que un bautismo o que una buena confesión va a
solucionar las cosas (cfr. Mateo 3,7-9).
Más allá de estas caricaturas,
muy frecuentemente reales, la confesión de los pecados puede efectivamente dar
acceso al Reino, es decir, a una vida de libertad, de paz y de comunión.
Juan llega para sacudir a sus
contemporáneos y hacerlos salir de sus torpezas y de su inconsciencia, hacerles
descubrir su fondo, convertirles, hacerlos tornar hacia lo esencial, y hacerles
tomar su vida en mano (produciendo un fruto que corresponda con su conversión-
Mateo 3,8).
Para realizar todo eso, la
confesión de los pecados es una manera adecuada, porque ella presupone una
evaluación de mi práctica, lo que me lleva a la vez a tomar una conciencia más viva de mis acciones (o actos) y a clarificar los valores implícitos a
partir de los cuales yo funciono.
Confesar mis pecados, es expresar
claramente las incoherencias que yo he identificado entre mis aspiraciones y mi
práctica, es asumir la responsabilidad en esas incoherencias (en lugar de
refugiarme o justificarme en mi herencia, en mi ambiente, mi cónyuge o mi
carácter!)
Confesar los pecados, es al mismo
tiempo, ser enviado a una reorganización inevitable de mis actitudes concretas
y de mi práctica cotidiana.
Quien negará, que como tal, la
confesión concientiza, unifica y libera, que ella vuelve a poner en contacto
con las mejores aspiraciones que yo llevo en mí y que ella desemboca en una
reapropiación y en una renovación de mis prácticas?
La mejor manera como Juan podía
“preparar la ruta” para Jesús es convidando sus más cercanos “a hacerse
bautizar confesando sus pecados” , y los creyentes de hoy
de qué mejor manera pueden prepararse a acoger el perdón, la salvación,
el Reino, en una palabra, la presencia y la acción de Dios en su vida?
REFLEXIÓN CENTRAL:
Toda carne vera la salvación de Dios
Estamos en el 2º domingo de
adviento, y tradicionalmente el tiempo de adviento es un tiempo de espera, de
alegría, un tiempo de preparación para la navidad con certeza, pero de manera
más radical es un tiempo de espera de salvación, un tiempo de renovación de la esperanza.
El evangelio de hoy describe las
circunstancias históricas que rodearon el comienzo de la predicación y misión
del Bautista.
El marco temporal y geográfico es
muy preciso. Uno viene siempre de alguna parte, de un ambiente, de una calle,
de un barrio. Uno habla tal lengua (la lengua maternal). Uno está marcado por
su padre y su madre (bien dice Serrat en la canción “Esos locos bajitos”, donde
los padres hablan de los hijos: “cargan
con nuestros dioses, y nuestro idioma, con nuestros rencores y nuestro
porvenir… Les vamos trasmitiendo nuestras frustraciones con la
leche templada y en cada canción”). Uno aun más
está marcado por la cultura, por los cantos y las danzas de su ambiente,
por sus leyendas, por los colores o los valores de su medio. El ser humano no es universal. Nace singular,
particular, encarnado, con las ventajas y las limitaciones de esta primera
inserción…nacemos como nos enseñaba la introducción a la filosofía “condicionados”.
Es a partir de esta primera identidad como enseguida uno puede ampliar su punto
de vista, universalizar su mirada. Antes
de llegar a ser un ciudadano del mundo, uno es ante todo el hijo de una familia,
de un pueblo (qué viva Marquetalia!), de una calle, de un barrio. De esto es
necesario acordarse antes de comprender los gestos y las palabras de Jesús….
Lucas nos dice en el evangelio de
hoy que la Palabra de Dios le fue dirigida a Juan Bautista cuando estaba en el
desierto. Juan es un profeta, es decir, un hombre inspirado por Dios y que habla en nombre de Dios.
Los profetas son más que simples adivinos
(como solemos creer), no solo son personas que solo predicen el futuro. Son
personas que hablan en nombre de Dios y bajo su inspiración….
Juan proclama un bautismo de conversión
para el perdón de los pecados. Él bautiza la gente en las aguas del Jordán.
En todas las religiones, el agua
lava y purifica. Se practica a menudo abluciones. Juan va más lejos. El lava
enteramente. De manera simbólica, él anuncia el perdón de los pecados y llama a
la conversión.
Juan no acepta las lasitudes, ignominias,
injusticias y pecados de su tiempo. Demasiada gente abdica ante el mal, la
injusticia, la mediocridad, la mentira, el miedo. Juan quiere despertarlos y
ayudarles a recuperar su dignidad. Él anuncia que Dios viene.
“Preparen el camino del Señor, allanen la ruta”
Todos tenemos experiencias con
las carreteras o autopistas. Mis paisanos de Marquetalia (en Colombia) saben
que por varias décadas estuvimos sufriendo con nuestras vías intermunicipales (que comunican con Manzanares y La Victoria),
afectados por la corrupción política, la desviación de los recursos y sumado a
ello la accidentalidad geográfica, los inviernos …paso mucho tiempo y tuvimos
que armarnos de mucha paciencia para que
por fin hoy tengamos asfalto nuevo, líneas bien claras y demarcadas y derechas…
y por fin las carreteras como deben ser, hoy son poco a poco una realidad.
A la gente de su tiempo, Juan
anuncia la autopista de Jesús, él relanza la esperanza. Él evoca el antiguo
exilio y dice a la gente de su país que el exilio ha terminado y que Dios está cerca.
Ellos no están más en exilio en otro país, ellos están exiliados en su propia
casa, distanciados unos de otros, distanciados de ellos mismos. Ellos están desesperados,
desechados. Ellos no osan ni creer ni esperar. Entonces Juan recuerda la
antigua esperanza y la vuelve a poner en ruta.
Al escribir su evangelio, Lucas
cita todo el versículo del libro de Isaías: “y
todo hombre verá la salvación de Dios”. Seria necesario traducir: “y toda carne verá la salvación de Dios”…
Toda carne verá la salvación de
Dios, ésto evoca los humanos; pero la palabra carne parece designar nuestra dimensión
corporal y carnal. La salvación no se encuentra simplemente en la cabeza, y
luego la palabra carne también puede designar al mundo animal. La salvación es
la enorme esperanza que Dios hace surgir en nosotros, con la cual podemos hacer
cambiar el corazón de los hombres y mujeres…
Al comienzo de su evangelio,
Lucas parece hablar de un país bien pequeño y de una época muy limitada: el año
28 de nuestra era. Pero, en realidad el mensaje de Juan Bautista por los
contornos o pistas del profeta Isaías, evoca el exilio a Babilonia, la gente de
Palestina en el tiempo de Jesús y también a toda carne.
No es algo meramente del pasado. También
nos corresponde hoy salir de nuestros exilios, de nuestras esclavitudes, y
construir la ruta del Señor.
“Jerusalén quítate el vestido de tristeza y de miseria” (Baruc 5,1).
Esto es entrar en el Adviento.
Retomar la esperanza. Es abrir los ojos y hacer frente a nuestras mentiras y nuestros compromisos. Es aguzar
el oído y escuchar la Promesa de Dios.
“Dios conducirá Israel en la alegría” (Baruc 5,9).
Es a nuestra comunidad que se
dice esto, bajo el reino de Obama, de Juan Manuel Santos, de Stephen Harper, Enrique Peña o Mariano Rajoy, mientras que
Pedro, Santiago o Juan reinan en la
provincia, en la región o la ciudad. La palabra de Dios nos es dirigida,
anunciada…habrá alguien como Juan para escucharla y retomar el camino de la
esperanza?
OBJETIVO-VIDA PARA LA SEMANA
1. El adviento es un tiempo de esperanza. Qué puedo hacer
para renovar mi esperanza y cultivar la alegría? Una pista: por ejemplo puedo
como mínimo buscar una buena noticia en los periódicos y compartirla …
2. El tiempo del Adviento nos invita a pensar en los otros,
en sus realizaciones, sus dificultades…Qué puedo hacer por las personas tristes
que me rodean? Una pista: puedo por ejemplo decir un buen cumplimento, una
palabra amable o felicitación a alguien que trabaja y hace bien las cosas en la
sombra (discretamente), o en silencio.
3. El adviento es pervertido o contaminado sin cesar por la
publicidad y el abuso de consumación. Qué puedo hacer para cambiar esta situación?.
Una pista: personalmente puedo hacer un lugar en mi corazón para ver de otra
manera el mundo, deteniéndome en las grandes cosas que hacen las personas
ordinarias (o normales).
ORACION-CONTEMPLACION
Señor, tu conoces las montanas que yo afronto:
mis sueños, mis ilusiones, mis inquietudes de todo tipo…
Tú conoces los caminos por donde me conduzco:
mis arrepentimientos, mis nostalgias, mis heridas del
pasado,
mis necesidades insatisfechas…
Tú conoces mis periodos de angustia y de desaliento.
Sácame de ahí!
Yo sé que tu me amas.
Pero necesito que me lo vuelvas a decir una y otra vez.
Dime de nuevo hasta qué punto yo soy importante para Ti
para que la certeza de saberme amado por Ti
llene mi boca de risas y pueda abrir mi corazón a los
otros.
Si, vuélvemelo a decir Señor!
Permíteme tomar conciencia
de tu venida constante sobre mi camino.
Dame el coraje de superar los momentos difíciles,
permíteme perdonar y amar sin condiciones ni esperar nada
a cambio
y que yo permita a las personas que me rodean vean a través
de mí
tu bondad, tu ternura y tu paz.
Ven Señor y permanece en mi vida, ahora y por siempre,
Tú mi fuerza, mi esperanza y mi LUZ!
REFERENCIAS
Bibliográficas:
Revista litúrgica
SIGNES D’AUJOURDHUI, edición canadiense,
2009.
HÉTU, Jean-Luc.
Les Options de Jésus.
BEAUCHAMP, André.
Comprendre la Parole, année C. Novalis, 2006.
Pequeño Misal "prions en Église", edición quebequense, 2009,2012.
Pequeño Misal "prions en Église", edición quebequense, 2009,2012.
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Gustavo Quiceno