Un espacio para compartir nostalgias nunca olvidadas en torno a la musica, la literatura, el cine, la TV y reflexiones sobre vivencias de fe cristiano- CATOLICAS, diversas utopías y proyectos que nos hagan más humanos, fraternales y felices.
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En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en la viña’. Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». «El primero», le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él».
ES MUCHO MEJOR HACER QUE HABLAR…(actuar que predicar…)
Es una actitud insensata encerrarse en
certezas cómodas: los buenos, de los cuales nosotros pensamos seguramente hacer
parte, serán salvados, y los otros, los cuales estimamos o creemos no comparten nuestros valores, nuestras creencias no lo serán…serán condenados y arrojados al
infierno! irán al abismo…Se piensa por ejemplo…
Pero como podemos estar seguros? De los misterios, de lo que no sabemos (y
solo sabe Dios), de lo que no podemos constatar, es mejor no hablar con categorías
definitivas…
La parábola de Jesús sobre los dos
hijos, donde uno dice Si, pero no hace
nada, y el otro dice NO, pero termina por realizar la voluntad de su padre,
viene para romper las certezas.
Es el mismo toque de campana de la
parte del profeta Sofonías, que no le da pena denunciar las infidelidades de Jerusalén
“la rebelde”, y de todos aquellos, que con todo reclamando (o dándoselas de ser)
el pueblo elegido (escogido), no han sabido respetar las exigencias de la
alianza. La salvación viene siempre de otra parte, siempre de otra manera, siempre
más allá de nuestras previsiones
humanas. Es a partir de un pequeño resto solamente que el pueblo de Dios será
restaurado. Este pueblo también será formado por todas esas personas de Buena
Voluntad, a quienes no se les pegaría la etiqueta de “creyentes” o de “practicantes”, pero que hacen gestos
concretos con los cuales testimonian su amor al prójimo y su sentido de la
justicia.
En 1531, en Tepeyac, cerca de la
ciudad de México, La Virgen María se le apareció a un amerindio azteca llamado
Juan Diego, de quien celebramos su santo el pasado viernes 9 de diciembre.
La Virgen le da instrucciones al pequeño
que deberán llevar a la construcción de una iglesia y deja una imagen de ella
pintada o impregnada sobre su poncho. Este santuario llega a ser un lugar de peregrinación
bastante frecuentado.
Reina de México y patrona de las Américas
desde 1946, Nuestra Señora de Guadalupe fue proclamada Madre de América por
Juan Pablo II en 1999.
De todas las apariciones o visiones de la Virgen María, es quizás esta la más
celebre en el mundo moderno…Objeto de estudio, de curiosidad y de admiración inclusive
por la NASA, el poncho o pequeño telón sobre el cual la Virgen quiso representarse
continua siendo un signo indeleble y permanente de esperanza a través del tiempo.
Hoy el Pueblo latinoamericano celebra
la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, madre y patrona de nuestros pueblos.
Mujer madre, de rostro Indio, virgen morena, de nuestra propia raza, mujer
campesina, madre amorosa a la que acudimos para fortalecer nuestra esperanza.
El evangelio nos pone en contacto con
un relato que evidencia la presencia de la maternidad de Dios. La visita de
María a Isabel es una gran lección de solidaridad, de fe y de alegría por las
cosas que Dios ha hecho y cómo las ha hecho. La generosidad de María con Isabel
muestra la manera cómo ella ha entendido la misión que Dios le ha encomendado.
La fe de María, exaltada por Isabel, es una manifestación del amor y la responsabilidad
con la que María asume su papel en la obra de la salvación. Ella es destinataria
de la dicha, de la alegría de Dios.
Hoy como cristianos estamos llamados
también a participar del plan de Dios, viviendo con generosidad al servicio de
los hermanos más necesitados. La fe no se cultiva sólo en el culto; se robustece, ante
todo, con la práctica de la solidaridad.
¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
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ORACIÓN DE JUAN PABLO II
Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena felicidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los Obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares la gracia de amar y de respetar la vida que comienza, con el mismo amor con el que concebiste en tu seno la vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias, para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos a levantarnos, a volver e El, mediante la confesión de nuestras culpas y pecados en el Sacramento de la Penitencia, que trae sosiego al alma. Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos Sacramentos, que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia, con nuestros corazones libres de mal y de odios podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz, que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y con el Espíritu Santo vive y reina por los siglos de los siglos, Amén.
__________
ORACIONES DIVERSAS
I
Dios de poder y de misericordia, bendeciste las Américas en el Tepeyac con la presencia de la Virgen María de Guadalupe. Que su intercesión ayude a todos, hombres y mujeres, a aceptarse entre sí como hermanos y hermanas.
Por tu justicia, presente en nuestros corazones, reine la paz en el mundo. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
II
Santa María de Guadalupe, Mística Rosa, intercede por la Iglesia, protege al Soberano Pontífice, oye a todos los que te invocan en sus necesidades. Así como pudiste aparecer en el Tepeyac y decirnos: "Soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios", alcánzanos de tu Divino Hijo la conservación de la Fe. Tu eres nuestra dulce esperanza en las amarguras de esta vida. Danos un amor ardiente y la gracia de la perseverancia final. Amén.
III
Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra. Venos aquí postrados ante tu santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia. Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura: "Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado," cuando radiante de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac.
Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras. Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la mas tierna, la mas compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe.
Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre. Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras necesidades. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de nosotros.
IV
Virgen de Guadalupe, Madre de América. Tiende tu protección sobre todas las naciones del Continente y renueva su fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Suscita propósitos de equidad y rectitud en sus gobernantes. Protege a los hermanos de Juan Diego para que no sufran discriminación. Cuida a los niños. Guarda la unidad de las familias... Que desde esta tu Imagen manifiestes siempre tu clemencia, tu compasión y tu amparo. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
VI
Virgen Santísima de Guadalupe, Madre y Reina de nuestra patria. Aquí nos tienes humildemente postrados ante tu prodigiosa imagen. En Ti ponemos toda nuestra esperanza. Tu eres nuestra vida y consuelo. Estando bajo tu sombra protectora, y en tu maternal regazo, nada podremos temer. Ayúdanos en nuestra peregrinación terrena e intercede por nosotros ante tu Divino Hijo en el momento de la muerte, para que alcancemos la eterna salvación del alma. Amén.
Verdades y
mitos de la Tilma
Sr. Canónigo Dr. Eduardo Chávez,
postulador para la causa de canonización de San Juan Diego.
1-Se dice que "estudios oftalmológicos
realizados a los ojos de María han detectado que al acercarles luz, la retina
se contrae y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, exactamente como ocurre en
un ojo vivo"
Respuesta : Esto es FALSO, no existe
ninguna prueba de que esto ocurra; de hecho, cuando yo inspeccioné la Imagen de
Nuestra Señora de Guadalupe de manera directa en 1998, dentro del Proceso de
Canonización de San Juan Diego, fue comprobado que no se da este fenómeno.
2-Se dice: "La temperatura de la
fibra de maguey con que está construida la tilma mantiene una temperatura constante
de 36,6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva"
Respuesta : Esto es FALSO, en primer
lugar, no existe ninguna prueba de que la tilma tenga una temperatura de 36,6
grados. En segundo lugar, la tima de San Juan Diego no está confeccionada de fibra
de maguey, sino de fibra de "Agave Popotule" como lo ha comprobado el
Dr. Isaac Ochoterena (Cfr.Dr.I. OCHOTERENA, Análisis de unas fibras del ayate
de Juan Diego o Icono de Nuestra Señora de Guadalupe, realizado por el
Instituto de Biología de la UNAM, México a 7 de junio de 1946, Dirección del Instituto
de Biología, UNAM, oficio 242, exp. 812.2/-2, en Archivo para la Causa de
Canonización de Juan Diego, en la CCS,Santa Sede); también se llama planta de
ixtle.
3-Se dice: "Uno de los médicos
que analizó la tilma colocó un estetoscopio debajo de la cinta que María posee
(señal de que está encinta) y escuchó latidos que rítmicamente se repiten a 115
pulsaciones por minuto."
Respuesta : Esto es FALSO, no existe
ninguna prueba que demuestre este hecho; además, simplemente por la cinta que
tiene la Imagen de Santa María de Guadalupe es suficiente para manifestar que
está efectivamente "encinta" de Jesucristo; pero no hay tal prueba ni
experimento sobre las palpitaciones en su vientre.
4-Se dice: "No se ha descubierto
ningún rastro de pintura en la tela. De hecho, a una distancia de 10
centímetros de la imagen, sólo se ve la tela de maguey en crudo. Los colores
desaparecen. Estudios científicos no logran descubrir el origen de la coloración
que forma la imagen, ni la forma en que la misma fue pintada. No se detectan rastros
de pinceladas de otra técnica de pintura conocida."
Respuesta : En este número hay varias
afirmaciones, unas son totalmente FALSAS e IMPRECISAS. Es totalmente FALSO que
a una distancia de 10 centímetros, sólo se vea la tela de maguey crudo y que
los colores desaparecen. Por otro lado, ciertamente no se han descubierto el
origen de la coloración ni la forma en que fue pintada (para ser más precisos,
se debería decir: ni la forma en que se plasmó o se imprimió en la tilma, pues efectivamente
no hay pinceladas ni brochazos).
Sobre la técnica o técnicas de esta estampación,
es decir, la Imagen de Santa María de Guadalupe, no se tiene precisión, aunque
el gran pintor oaxaqueño del siglo XVIII, Miguel Cabrera en su libro
"Maravilla Americana" publicado en 1756, trata de acercarse a este
punto, señalando que para él hay cuatro técnicas de pintura: óleo, temple, aguazo
y labrada al temple; pero, ciertamente no existen pruebas contundentes e este respecto.
Si bien, es sorprendente de que no se encuentren pinceladas o brochazos en la
Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe que está estampada en la tilma de San
Juan Diego, y además, el hecho de que no se sabe de qué técnica o técnicas
pictóricas se tratan; hay otra cosa que también sorprende mucho y es el de advertir
que el zapato de la Virgen, que se aprecia pisando en la luna, no tiene ningún
tipo de color, simplemente es la tilma cruda. Todo esto es inexplicable.
5-Se dice: "Se ha hecho pasar un
rayo láser en forma lateral sobre la tela, detectándose que la coloración de la
misma no está ni en el anverso ni en el reverso, sino que los colores flotan a
una distancia de tres décimas de milímetro sobre el tejido sin tocarlo, los
colores flotan en el aire sobre la superficie de la tilma."
Respuesta : Esto es totalmente FALSO.
No es verdad que se le haya pasado un rayo láser y mucho menos que los colores
están flotando; al contrario, los colores pasan hasta el otro lado de la tilma
de San Juan Diego y con esto se comprueba que la Imagen de Santa María de Guadalupe
está en una tela totalmente inapropiada para realizar una obra como ésta y
además sin ningún tipo de preparación o de "aparejo" como se decía en
el siglo XVI; esto es lo sorprendente, una tela inapropiada, con agujeros,
desperfectos e incluso una costura burda que cruza por en medio de arriba a
abajo, que no tiene preparación y los colores penetran hasta el otro lado y lo sorprendente
es que la Imagen "aprovecha" de esos defectos, ya que algunos agujeros
hacen de "sombras", nudos de los hilos de la tilma ayudan a ver más
hermosos algunos rasgos como el labio inferior del bello rostro de Santa María
de Guadalupe, esto es lo verdaderamente sorprendente.
6-Se dice: "La fibra de maguey
que constituye la tela de la imagen, no puede perdurar más que 20 o 30 años.
Hace varios siglos que se pintó una réplica de la imagen en una tela de fibra
de maguey similar, y la misma se desintegro después de varias décadas. Mientras
tanto, a casi 500 años del milagro, la imagen de María sigue tan firme como el
primer día. La ciencia no se explica el origen de la incorruptibilidad de la
tela."
Respuesta : Básicamente es VERDAD,
aunque con varias IMPRECISIONES, empecemos por recordar que es una fibra de
agave o ixtle y no exactamente del maguey que conocemos, sobre el experimento
que se realizó hace varios siglos, seguramente se está hablando del que realizó
el Dr. José Ignacio Bartolache en 1787, quien mandó realizar copias tratando de
que fueran lo más similar a la imagen original y colocó dos de estas copias en
el mismo Tepeyac, una en la construcción que se llama "El Pocito" y
otra en el santuario de Santa María de Guadalupe; pero estas copias no duraron
ni diez años, manifestando lo sorprendente de la incorruptibilidad de la Imagen
original (Cfr. JOSÉ IGNACIO Bartolache y Díaz de ARTOLACHE Y DÍAZ DE POSADAS,
Manifiesto Satisfactorio u Opúsculo Guadalupano, en ERNESTO DE LA TORRE VILLAR
Y RAMIRO NAVARRO DE ANDA, Testimonios
Históricos Guadalupanos, Ed.FCE
,México, 1982).
7- Se dice: "En el año de 1791
se vuelca accidentalmente ácido muriático en el lado superior derecho de la
tela. En un lapso de 30 días, sin tratamiento alguno, se reconstruye
milagrosamente el tejido dañado."
Respuesta : Esto es IMPRECISO, ya que
no fue en 1791,sino que fue en 1785, cuando se derramó, accidentalmente,
Aguafuerte sobre el lado izquierdo de la Imagen, en donde todavía existe la
huella de este incidente. Treinta y cinco años después, en 1820 se levantó todo
un Informe notariado sobre este hecho prodigioso, donde se manifiesta que a la
tela no le pasó nada (aunque permanece una sutil mancha que se puede observar a
simple vista y por la parte de atrás de la tilma se observa esa misma mancha
con gran fuerza ya que está negra), así que es FALSO que se haya dañado la tela
y treinta días se haya reconstruido, es más sorprendente que el ácido no la
dañó en nada, ni a la tela ni a la imagen. (Cfr. Instrumento Jurídico sobre el
agua fuerte que se derramó, casualmente, hace muchos años, sobre el Sagrado
lienzo de la portentosa Imagen de N.Sra. de Guadalupe de México, 1820, HGB,
Correspondencia con el Supremo Gobierno,caja 3, Exp. 54.)
8-Se dice: " Las estrellas
visibles en el Manto de María reflejan la exacta configuración y posición que
el cielo de México presentaba en el día en que se produjo la estampación."
Respuesta : Esto es VERDAD, todavía
resulta más interesante cuando se ha demostrado por el Dr. Juan Homero
Hernández Illescas, que se pueden cotejar las constelaciones de aquel 12 de diciembre
de 1531 en las estrellas del manto de la Virgen, pero vistas de arriba hacia
abajo, como si estuviéramos mirando con los ojos de Dios hacia el Tepeyac.
(Cfr. JUAN HOMERO HERNÁNDEZ ILLESCAS; MARIO ROJAS SÁNCHEZ Y ENRIQUE R.SALAZAR S.,
La Virgen de Guadalupe y las estrellas, Ed. Centro de Estudios Guadalupanos,
México 1995.)
9-Se dice:" A inicios del siglo
XX, un hombre escondió una bomba de alto poder entre un arreglo floral, en cual
colocó a los pies de la tilma. La explosión destruyó todo el alrededor, menos
la tilma, que permaneció en perfecto estado de conservación."
Respuesta : Esto es VERDAD, el
atentado que sufrió la Imagen la mañana del 14 de noviembre de 1921,
"cuando una bomba fue detonada en la misma Basílica de Guadalupe; Luciano
Pérez Carpio, empleado de la Secretaría Particular de la Presidencia, protegido
por soldados disfrazados de civiles, fue quien puso la bomba a los pies de la
Imagen de la Virgen de Guadalupe, la explosión fue de tal magnitud que se
escuchó en un radio de un kilómetro a la redonda; a Imagen de la Virgen de Guadalupe
no le pasó absolutamente nada, no así a los candelabros y al crucifijo de
bronce que estaban en el altar, los cuales quedaron doblados por el
impacto." (Cfr. EDUARDO CHÁVEZ SÁNCHEZ, la Iglesia de México entre dictaduras,
revoluciones y persecuciones, Ed. Porrúa, México 1998). Actualmente, el
crucifijo de bronce está expuesto al público en el mismo recinto de la
Basílica.
Resulta más que increíble que se haya
pretendido destruir la Imagen de Santa María de Guadalupe utilizando dinamita
oculta, precisamente, en medio de un ramo de flores, es decir, utilizar
exactamente el mismo signo elegido por María para dar prueba de la verdad y el amor
de Dios, y ahora ser utilizado para intentar destruirla totalmente.
10-Se dice: "La ciencia descubrió
que los ojos de María poseen los tres efectos de refracción de la imagen de un ojo
vivo."
Respuesta : Esto es VERDAD, se ha
descubierto por expertos oftalmólogos de México, este fenómeno de ver los
reflejos de las imágenes en los dos ojos, como ocurre en los ojos de un ser humano
vivo, como por ejemplo el Dr. Manuel Torroella, el Dr. Enrique Graue, el Dr.
Rafael Torrija, el Dr. Jorge Antonio Escalante, etc. El reflejo en los ojos de
los seres vivos fue un fenómeno que descubrieron Purkinje y Sanson y, precisamente,
este fenómeno se da en los ojos de la Imagen de Santa María de Guadalupe
Después
surgió como un fuego el profeta Elías, su palabra quemaba como una antorcha. El
atrajo el hambre sobre ellos y con su celo los diezmó. Por la palabra del
Señor, cerró el cielo, y también hizo caer tres veces fuego de lo alto. ¡Qué
glorioso te hiciste, Elías, con tus prodigios! ¿Quién puede jactarse de ser
igual a ti? tú fuiste arrebatado en un torbellino de fuego por un carro con
caballos de fuego. De ti está escrito que en los castigos futuros aplacarás la
ira antes que estalle, para hacer volver el corazón de los padres hacia los
hijos y restablecer las tribus de Jacob. ¡Felices los que te verán y los que se
durmieron en el amor, porque también nosotros poseeremos la vida!
REFLEXION
Cuando
Dios nos visita, sepamos acogerle:
Hoy, la liturgia nos presenta un monumento:
el profeta Elías. Entre sus hazañas o milagros, retenemos que le ha dado órdenes
a la lluvia, ha resucitado un niño, multiplica el pan y el aceite, predice la muerte
del rey Acab y de su reina Jezabel y tiene un encuentro con Dios cual Moisés ,
sobre el Sinaí. Y por tanto, él no tenía ni casa, ni riqueza, ni ejército. Él
fue abandonado por todos, amenazado de muerte, perseguido.
Dios viene a nosotros la mayor parte
del tiempo y se manifiesta dentro de lo que es simple y “desnudo” o despojado.
Nosotros corremos el riesgo de no percibirlo, puesto que tenemos la tendencia
de ver a Dios o manifestarse dentro de lo que es poderoso y prestigioso. Elias
mismo, esperaba a Dios manifestarse o verlo entre la tempestad y los rayos.
Ahora, Dios ha venido se ha presentado “en el murmullo del silencio” (1 Reyes
19,12).
Dios nos visita de manera
desconcertante: sepamos percibirlo y acogerle.
Texto del Evangelio (Mt 17,10-13):
Bajando
Jesús del monte con ellos, sus discípulos le preguntaron: «¿Por qué, pues,
dicen los escribas que Elías debe venir primero?». Respondió Él: «Ciertamente,
Elías ha de venir a restaurarlo todo. Os digo, sin embargo: Elías vino ya, pero
no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también el
Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ellos». Entonces los discípulos
comprendieron que se refería a Juan el Bautista.
El evangelio de hoy está en la
perspectiva de la esperanza mesiánica que habitaba en el pueblo, esperándolo de
distintas maneras. La esperanza más común era que, según la profecía, la venida
de Elías, como precursor, precedería a la venida del Mesías.
Los discípulos que están con Jesús
acaban de ser testigos de la transfiguración y, si reconocen en Jesús al
Mesías, entonces ¿qué pasó con Elías? Jesús dice con claridad que Elías ya
vino, pero las autoridades no lo aceptaron, lo maltrataron, persiguieron y
asesinaron. Es entonces cuando los discípulos entienden que Jesús se refería a
Juan en Bautista.
En este corto relato, Jesús también
anuncia que lo que sigue no será nada fácil. El tratamiento que le darán a él
será peor que el que dieron a Juan. Jesús ya sospecha que las “buenas autoridades”
están muy incómodas con su presencia y con su predicación; así que el proyecto
para eliminarlo está en marcha. Los discípulos no pueden ser ajenos a estas
circunstancias.
Señor, que
tu pueblo permanezca en vela aguardando la venida de tu Hijo, para que,
siguiendo las enseñanzas de nuestro Salvador, salgamos a su encuentro, cuando
él llegue, con las lámparas encendidas.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amen.
Lectura
del profeta Isaías 48,17-19
Así dice
el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te
enseña para tu beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar. ¡Si
tan sólo hubieras atendido a mis mandamientos! Entonces habría sido tu paz como
un río, y tu justicia como las olas del mar. Sería como la arena tu descendencia, y tus
hijos como sus granos; nunca habría sido cortado ni borrado su nombre de mi
presencia
REFLEXION
Cuando Dios nos visita, el corazón se
despierta!
En la oración de hoy, estamos
invitados a orar así: “Guarda a tu pueblo
despierto, Señor “. A veces, se dice
de alguien: “cuando se despierte, será demasiado tarde". Hay personas así, que
no se dan cuenta que su negligencia o su indiferencia les conduce directo al
fracaso…de su matrimonio, de su familia o de sus negocios.
Como es de importante tener un corazón
atento tanto a lo bello que vivimos como a aquello que nos amenaza la vida. Es
parecido o igual en lo que corresponde a nuestra relación con Dios. “Si tu hubieras estado atento a mis
mandamientos, tu paz seria como un rio”.
Si, oremos para que nuestro corazón se
despierte.
Oremos para que el Espíritu nos haga
vigilantes o personas bien despiertas, atentas a los embajadores de Dios, a los
eventos y personas que son capaces de dibujarnos o mostrarnos los trazos
(huellas) de Dios en nuestras días, inclusive los más ordinarios.
Lectura del
santo Evangelio según Mateo 11,16-19
«¿Pero,
con quién compararé a esta generación? Se parece a los chiquillos que, sentados
en las plazas, se gritan unos a otros diciendo:
`Os hemos
tocado la flauta,
y no
habéis bailado,
os hemos
entonado endechas,
y no os
habéis lamentado.'
«Porque
vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: `Demonio tiene.' Vino el Hijo del
hombre, que come y bebe, y dicen: `Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo
de publicanos y pecadores.' Y la Sabiduría se ha acreditado por sus obras.»
Reflexión
• A los líderes, a los sabios, no les
gusta cuando alguien les critica o los desafía. Esto ocurría en tiempos de
Jesús y ocurre hoy, en la sociedad civil y en la Iglesia. Juan el Bautista vio,
criticó u no fue aceptado. Decían: “¡Está poseído por el demonio!” Jesús vio,
criticó y no fue aceptado. Decían: “¡Está fuera de sí!”. –“¡Se ha vuelto loco!”
(Mc 3,21) -“¡Está poseído por el demonio!” (Mc 3,22) -“¡Es un samaritano!” (Jn
8,48) -“¡No es de Dios!” (Jn. 9,16). Hoy ocurre lo mismo. Hay personas que se apegan
a lo que siempre ha sido enseñado y no aceptan otro modo de explicar y vivir la
fe. Luego inventan motivos y pretensiones para no adherir: -“¡Es marxismo!”
-“¡Va en contra de la Ley de Dios!” -“¡Es desobediencia a la tradición y al
Magisterio!”
• Jesús se queja por la falta de
coherencia de parte de su gente. Se inventan siempre algún pretexto para no
aceptar el mensaje de Dios anunciado por Jesús. De hecho, es relativamente
fácil encontrar argumentos y pretextos para rechazar a los que piensan de forma
diferente a la nuestra.
• Jesús reacciona y demuestra su
incoherencia. Ellos se consideraban sabios, pero Jesús reacciona y demuestra su
incoherencia. Ellos se consideraban sabios, pero eran como niños que quieren
divertirse en la plaza y que se rebelan cuando la gente no se mueve según la
música que tocan. O como los que se consideran sabios sin tener nada de
realmente sabio. Aceptaban solamente aquellos que tenían las mismas ideas. Y
así ellos mismos se condenaban, por su actitud incoherente.
Para la
reflexión personal
• ¿Hasta que punto soy coherente con
mi fe?
• ¿Tengo conciencia crítica hacia el
sistema social y eclesiástico que, muchas veces, inventa motivos y pretensiones
para legitimar la situación cualquier cambio?
En aquel
tiempo, fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David;
el nombre de la virgen era María.
Y
entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se
conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El
ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas
a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre
Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará
el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su
reino no tendrá fin». María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no
conozco varón?». El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será
santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha
concebido un hijo en su vejez, y éste es ya el sexto mes de aquella que
llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios». Dijo María: «He
aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel dejándola
se fue.
1
REFLEXIÓN
DEL
SERVICIOS BIBLICO LATINOAMERICANO
Gn
3,9-15.20: ¿Dónde estás?
Salmo
responsorial 97: Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas
Ef
1,3-6.11-12: Dios nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo
Lc
1,26-38: Alégrate, María, llena de gracia; el Señor está contigo
Hoy los textos nos hacen una muestra
de que el plan de Dios se realiza con los medios menos aceptados en la
sociedad: Una mujer, pobre, humilde, de la periferia, es la interlocutora del
mensajero de Dios, que vincula a María en el proyecto liberador del Padre.
Eran días en que el pueblo esperaba
de muchas formas la llegada del Mesías. Las difíciles condiciones de vida
acrecentaban las expectativas populares. Dios se manifiesta de manera
inesperada en la elección de una mujer del pueblo.
Así el texto del evangelio muestra
hasta dónde llega la voluntad de Dios. Aquello que se considera imposible para
la humanidad es posible para Dios, como la concepción de un hijo por una mujer
adulta, el caso de Isabel; después por una joven mujer sin esposo, el caso de
María. Estos hechos nos muestran que el querer de Dios rompe con todas las
estructuras humanas.
Pongamos en las manos de Dios la vida
de las mujeres, madres, hijas, hermanas, especialmente las que luchan de manera
comprometida por un mundo más justo e igualitario.
2. Cuando Dios
visita Él llama.
Desde el siglo XII, ciertos
monasterios celebraban la fiesta de la Virgen Inmaculada.
Hoy celebramos nosotros dos cosas:
Primero, constatar el hecho que DIOS NOS
LLAMA! Un llamado que es una opción. Es lo que San Pablo afirma en su Carta a
los Corintios: “En Cristo, él nos ha elegido (escogido) antes de la creación del
mundo” (1,4). No somos el fruto de un azar (o destino) ciego, nacimos gracias a
una elección, por un llamado de Dios.
Lo que celebramos también hoy, es la
respuesta de la Virgen a este llamado. Una respuesta que es un SI perfecto,
entero, constante, ante la venida de Dios en su vida. Y he aquí, por
consecuente UNA mujer (un ser humano)
que el Mal no ha podido tocar! “más joven que el pecado”, ha escrito Bernanos.
Y he aquí UNA mujer que puede guiarnos en nuestra respuesta a este llamado. Una
respuesta anclada en su FE y su HUMILDAD.
3
La fiel y firme María
“…Hágase
en mí según tu palabra”, decía María (Lucas 1,37) ¡Qué confianza! ¡Qué abandono! El sí
de María a Dios es un ejemplo para nosotros, que la mayor parte del tiempo,
queremos tener el pleno control de nuestra vida. Es seguro, puede ocurrírsenos decirle a Dios
que tome las riendas de nuestra vida. Pero es más verdad que casi todas las
veces, en lo concreto, muy a menudo más bien le dictamos el camino a tomar.
María ha tenido la simplicidad de
querer vivir, entregar (gastar) la vida de acuerdo a la voluntad de Dios. Ella había
comprendido en su interior que la Voluntad divina no es nunca punible o difícil.
La Voluntad de Dios no es una serie de eventos que nos suceden porque sí. Ella
se inscribe preferiblemente en lo que hacemos por conservarnos fieles a su amor,
a pesar de los sucesos que nos sacuden. Así, un accidente no es algo querido
por Dios. Al contrario, lo que Él quiere, es que encontremos un camino, en ese
drama, para continuar marchando tras sus pasos, con esperanza, alegría y amor.
A lo largo de toda su vida, María ha
tomado ese camino de la fe que permanece constantemente anclada sobre el agua
del agua viva. Sea en la reacción de José ante su maternidad, en la huida a
Egipto, mismo en el ministerio de Jesús
o en el momento de su arresto, Maria ha permanecido firme, perseverante y
fuerte.
Pidámosle en este día de fiesta
mariano, interceda por nosotros para que seamos también fieles y permanezcamos
firmes en la fe.
Señor, aquí estoy delante de ti. Ayúdame a tomar conciencia viva de que tú estás conmigo siempre. Esté donde esté, tu presencia amorosa me envuelve. Dame tu gracia para que este rato de oración me sea provechoso. Que vea claro qué quieres de mí. Dame un corazón nuevo, que me guíe por tus caminos de amor. Me pongo en tus manos, Señor. Soy todo tuyo. Haz de mí lo que tú quieras. Amén.
Ahora lee despacio la Palabra de Dios y las reflexiones que se proponen. Déjate empapar de la Palabra de Dios. Si con un punto de reflexión te basta, quédate ahí, no prosigas.
2. La palabra de Dios
Por qué andas hablando, Jacob, y diciendo, Israel: «Mi suerte está oculta al Señor, mi Dios ignora mi causa»? ¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído? El Señor es un Dios eterno y creó los confines del orbe. No se cansa, no se fatiga, es insondable su inteligencia. Él da fuerza al cansado, acrecienta el vigor del inválido; se cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan; pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas corno las águilas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse. (Isaías 40,27-31)
En aquel tiempo, exclamó Jesús: "Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera." (Mateo 11,28-30).
1. Caminamos buscando al Señor. Esperamos su venida. A veces la espera se nos hace larga, y duro el camino de la búsqueda. Al Israel del destierro que empezaba a desconfiar de Yahvé, Isaías le recuerda: “¿Por qué andas hablando, Jacob, y diciendo, Israel: mi suerte está oculta al Señor, mi Dios ignora mi causa?” Los desterrados han llegado a pensar que Dios no se preocupa de ellos. Pero el profeta les dice que no olviden que la misericordia del Señor “no se cansa, no se fatiga,” que “los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, les nacen alas como de águilas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse.” Recordémoslo nosotros en los momentos de desaliento. Porque ¿de dónde vienen nuestras desesperanzas y cansancios? ¿No será que olvidamos cómo es nuestro Dios y el amor que nos ha mostrado en tantas ocasiones, y que, cuando hemos caminado de su mano, no hemos desfallecido, sino que hemos corrido sin cansarnos, hemos marchado sin fatigarnos?
2. El evangelio nos entrega hoy un texto muy breve pero ¡qué hermoso! Jesús mira quiénes son los que captan su mensaje y el sentido de las obras que hace y le siguen, y ve que no son los ricos ni los sabios, los entendidos, los que sobresalen; es la gente sencilla del pueblo, los pobres, los ignorantes, los enfermos, los que no son apreciados en aquella sociedad. A ellos mira y a ellos llama: "Venid a mí todos los que está-is cansados y agobiados, y yo os aliviaré.” Hoy es a nosotros a los que mira y llama Jesús. A nosotros que, a veces, nos sentimos cansados, dudando del amor de Dios u olvidándolo. Y nos invita, porque ha venido -y viene- para aliviar nuestros cansancios, para aligerar la carga de nuestros desalientos, de nuestros pecados. El que acude a él encuentra el descanso que necesita y el ánimo y la fuerza para no desfallecer. Señor, que hoy y siempre escuche esta invitación tuya tan cargada de cariño y comprensión. Que vaya a ti, Señor, para descansar y sentirme querido por ti, a pesar de mis fallos y pecados. Cuando he ido, ¡qué renovado he vuelto!
3. Otra invitación nos hace el Señor: “Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera". Cargar con su yugo es unirnos a él, seguirle y aprender de él que es manso y humilde de corazón. Es aceptar su nueva ley que es ley de amor y servicio. Y aceptarla con amor y por amor. Que entonces su carga ni agobia ni oprime, se hace ligera. Lo dijo San Juan de la Cruz: “el alma que anda en amor, ni cansa ni se cansa.” ¿No has comprobado cómo el amor aligera hasta las renuncias más costosas y los trabajos más pesados? Y si es tu amor, Señor, ¡qué suaves y llevaderas hace todas las cargas! ¡Qué suave se torna la senda estrecha y empinada del servicio y la entrega, y con qué alegría se camina por ella cuando el que empuja es el amor, no el legalismo frío de los escribas y fariseos!
Señor, que nos mandas abrir camino a Cristo, el Señor; no permitas que desfallezcamos en nuestra debilidad los que esperamos la llegada saludable del que viene a salvarnos de todos nuestros males. (Colecta de la misa). Y tú, María, Madre de la Esperanza, ruega por nosotros para que, imitándote, seamos firmes en la espera.
3. Diálogo con Dios
A la luz de esta Palabra y estas reflexiones, pregúntate qué te pide el Señor... Háblale como a un amigo. Pídele perdón, dale gracias. … Escucha en tu corazón qué te dice el Señor. Pide que te ayude para poder llevar a la práctica los deseos que han surgido en tu corazón.
El
Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado
para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones
desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la
libertad, para proclamar el año de gracia del Señor.
Desbordo
de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de
gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona,
o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un
jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los
himnos ante todos los pueblos.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL Lc 1, 46-48.
49-50. 53-54
R.- ME ALEGRO CON MI DIOS.
Proclama mi alma la grandeza del
Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi
salvador;
porque ha mirado la humillación de su
esclava. R.-
Desde ahora me felicitarán todas las
generaciones.
porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de
generación en generación. R.-
A los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia. R.-
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES 5,16-24
Hermanos:
Estad siempre alegres. Sed constantes
en orar. En toda ocasión tened la Acción de Gracias: ésta es la voluntad de
Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no
despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno.
Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la Paz os consagre
totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin
reproche hasta la Parusía de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es
fiel y cumplirá sus promesas.
Palabra de Dios.
ALELUYA Is 61, 1
El Espíritu del Señor está sobre mí;
me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres.
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 1,
6-8. 19-28
Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan: éste venia como testigo, para dar testimonio de la luz,
para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la
luz. Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde
Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran:
-- ¿Tú quién eres?
El confesó sin reservas:
-- Yo no soy el Mesías.
Le preguntaron:
-- Entonces, ¿qué? ¿Eres tú Elías?
El dijo:
-- No lo soy.
--¿Eres tú el Profeta?
Respondió:
-- No.
Y le dijeron:
-- ¿Quién eres? Para que podamos dar
una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?
Contestó:
-- Yo soy la voz que grita en el
desierto: "Allanad el camino del Señor" (como dijo el Profeta
Isaías).
Entre los enviados había fariseos y
le preguntaron:
-- Entonces, ¿por qué bautizas, si tú
no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?
Juan les respondió:
-- Yo bautizo con agua; en medio de
vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que existía antes
que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.
Esto pasaba en Betania, en la otra
orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Palabra del Señor
****
A guisa de introducción:
« La
hora ha llegado », el Señor está en nuestra puerta. Él, quien se fijó en María, su humilde sierva, se acerca a nosotros y nos convida ( o invita)
a entrar en su alegría, porque anuncia
una Buena noticia de sanación y de libertad.
Este tercer domingo de Adviento también
es llamado “domingo de la alegría”. Esta alegría, la podemos descubrir o
percibir a través de las calles y avenidas iluminadas. Grandes árboles de
navidad han sido erigidos en nuestras plazoletas y parques. La gente circula
por la calle con grandes paquetes –regalos. Todo esto es bello. Pero este 3er
domingo nos invita a dar un paso más en la fe. Se trata para nosotros de
alegrarnos en el Señor. “Estad siempre alegres, oren sin desfallecer, den
gracias a Dios en todo momento y o circunstancia”. Es este el llamado que
encontramos en cada una de las lecturas de este domingo.
Dentro de pocos días, festejaremos la
Navidad. Habrá muchos regalos bien envueltos en papel coloreado. Esta será la ocasión
para llevar alegría a aquellos que amamos. Pero si nos quedamos meramente ahí, será
muy triste y o limitado. Vivir la navidad, es hacer un gesto de fe; es creer en
Jesús que viene y comprometernos a escuchar su palabra y a seguirle.
Los más bellos regalos del mundo, las
más fastuosas nochebuenas o veladas no pueden llenarnos o colmarnos planamente.
Es únicamente cerca del Señor que encontramos la verdadera alegría. Y no puede
haber vida cristiana auténtica sin esta alegría
que nace del amor a Dios. No podemos anunciar la Buena Noticia de Jesucristo
con un aire o cara de funeral.
Acojamos esta invitación a la alegría
como un llamado a la fe, a una fe irradiante y comunicativa. Tras los pasos de
Juan el Bautista, seamos también testigos de la luz siempre cuidadosos (y o preocupados)
por preparar los caminos del Señor y de comunicar su amor. Es esto lo que
espera de cada uno de nosotros. Pero para cumplir con esta misión, venimos a
beber o tomar de la fuente que está en Él. Nosotros nos alimentamos de la
Palabra del Señor y de su Eucaristía.
Esperar al Mesías es experimentar una
cierta impaciencia…
El león y
el ratoncillo (fabula de La Fontaine)
Importa
favorecer y obligar a todos. Muchas veces puede sernos útil la persona más
insignificante. Dos fábulas puedo alegar en apoyo de esta máxima .tanto abundan
las pruebas.
Un
ratoncillo, al salir de su agujero, viose entre las garras de un león. El rey
de los animales, portándose en aquel caso como quien es, perdonole la vida. No
fue perdido el beneficio. Nadie creería que el león necesitase al ratoncillo;
sucedió, sin embargo, que, saliendo del bosque, cayó el valiente animal en unas
redes, de las que no podía librarse a fuerza de rugidos. El ratoncillo acudió,
y royendo una de las mallas, dejo en libertad al selvático monarca.
Paciencia
y constancia consiguen a veces más que la fuerza y el furor.
***
Paciencia
y constancia consiguen a veces más que la fuerza y el furor, concluye así esta fábula
el gran La Fontaine.
Hay aquí una grande sabiduría que parece paradójica.
Los profetas son todos modelos de
impaciencia. Quién se atrevería a presentar o hablar de un Elías, de un Amos, de un Isaías,
de un Jeremías, o de un Juan Bautista, como modelos de paciencia? Todos ellos
son hombres que no tuvieron miedo de alzar la voz para sacudir no solamente al
pueblo, sino también a su Dios. Ellos se muestran impacientes por ver el pueblo
“meterse” o introducirse con resolución en
la hora de la justicia y la compasión y de ver a Dios cumplir sus promesas.
Bienaventurados entonces estos impacientes que como Juan Bautista, no esperen
nada menos que el evento del Reino! Pueda nuestra Iglesia ponerse a la escucha
de esos impacientes de hoy, hombres y mujeres, que trabajan con cuerpo y alma
en la construcción de este Reino.
Aproximación
psicológica del texto del evangelio:
El movimiento desatado o iniciado por
Juan el Bautista, aun después de muerto continuaba
atrayendo discípulos o adeptos del asceta del desierto (cfr. Hechos de los Apóstoles
19,1-7).
Ahora, para los primeros cristianos,
por más grande que hubiera sido Juan Bautista y todo el elogio que se hubiera puesto en labios de Jesús a la hora de hacer
referencia a él, no debía ser más que alguien que había intervenido de manera breve para prepararle el
terreno.
El objetivo o preocupación de Juan
evangelista en este pasaje, es corregir esa incomoda anomalía, poniendo en los
labios del Bautista palabras bien claras: no, yo no soy el Cristo, mi único objetivo
es de conducir (llevar) hacia Él.
El mensaje que el evangelista
comunica a los discípulos del Bautista esta entonces libre de toda ambigüedad:
hay algo que se les ha escapado “en medio
de ustedes hay uno que no conocen”, vayan un poco más lejos, vayan a lo más
profundo (más allá) de lo que ven o se
les presenta… y descubran a Jesús el Cristo…
Contrariamente al tono duro o fuerte
que adopta para hablar de los sacerdotes o de los fariseos, el tono del
evangelista está libre de toda recriminación. Se trata más bien de lanzar un
llamado discreto a personas y o hombres que son de buena fe, donde su único problema
es el no haber superado la atracción personal por un hombre que les invitaba
por lo tanto a estar atentos y a ir más lejos.
Nosotros podemos aplicar hoy este fenómeno
a nuestra propia situación de cristianos. Hay
ciertas realidades que se nos han sido dadas nada más que para permitirnos
ir más lejos, pero nosotros nos detenemos (nos paralizamos) ante (o en éstas ) como si ellas constituyeran ya el objetivo
final.
Por ejemplo, pensemos en el rol (o
papel) de la institución eclesial: dada para facilitar o posibilitar el agrupamiento
y la comunión, muy a menudo la hacemos un absoluto, de manera que si la
salvaguardamos, llegamos a creer que lo esencial esta hecho (o salvado).
Pensemos en nuestras actividades
pastorales: concebidas originalmente para buscar y celebrar juntos el sentido
de la vida revelada en Jesús, ellas llegan a convertirse en tareas,
organizaciones que funcionan de manera recurrente sin que sea en verdad cuestión
(o cosa) de Jesús…
Pensemos en ciertas asambleas eucarísticas,
en nuestras vidas en pareja, en nuestras experiencias de fraternidad religiosa:
concebidas y queridas en el origen como aventuras comunitarias o
interpersonales de crecimiento humano (y por lo mismo espiritual) se convierten
con el tiempo en rituales limitados, planificados, circunscritos y o rutinarios!
La afirmación del Bautistaque cuestiona puede
llegarnos como un latigazo pleno: “En medio de ustedes hay alguien que ustedes
no conocen”; en el corazón (centro) de sus vidas hay una presencia ante la cual
no son atentos; hay en la franja de sus existencias, valores que ustedes han perdido
de vista en su caminar (sobre su ruta); hay en el “claroscuro” (o penumbra) de
su marcha cotidiana, opciones creativas que podrían hacerles revivir…
REFLEXIÓN:
En medio
de ustedes hay alguien que ustedes no conocen (o no logran reconocer)…
Juan Bautista es junto con María, la
gran figura del Adviento. Cada año, el segundo y tercer domingos son
consagrados a ellos.
El evangelista san Juan nos lo
presenta como el “testigo de la luz”, cuando los otros evangelistas nos lo
presentan como el “predicador de la penitencia”.
Desde el inicio del 4º evangelio, Juan
lanza el tema de “Jesús, la luz del mundo”. Y será uno de los temas preferidos
y o privilegiados del evangelista con “ojo de águila”. En el prólogo, Cristo es
la Luz verdadera que ilumina todo hombre que viene a este mundo”. Un poco más
lejos, el mismo Jesús declara: “yo soy la luz del mundo. Aquel que me sigue no
camina en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida eterna ” (Jn 8,12).
Juan Bautista señala, empuja hacia
Cristo, “la luz del mundo”, y agrega que nosotros no conocemos lo suficiente
ese Jesús, Mesías y Salvador: “En medio de ustedes hay alguien que ustedes no
conocen”…Nosotros estamos invitados a descubrirlo o a conocerle mejor. Esto
requiere un esfuerzo particular, esto no llega por sí solo. Para lograrlo, es
necesario consagrar el tiempo, orar, escuchar los evangelios, reflexionar,
meditar, leer a ciertos grandes
escritores que nos ayudan a conocer mejor la personalidad de Jesús.
A un abogado que se decía ateo, su
amigo sacerdote le pregunta: - Conoces tù acaso los evangelios? – y el hombre
de la ley le respondió: - “me han contado esas historias en mi niñez” – “Has leído
acaso los documentos del ultimo concilio ecuménico?”- “No. Yo no tengo tiempo
de leer todo lo que se publica”- “conoces la Suma Teológica de Santo Tomas de
Aquino?” , - “No, no la conozco”- Y los escritos de San Ireneo?” – “Quien es
él?” pregunta el abogado- “Es un sabio y
el patrón de los abogados”.
Después de todas estas preguntas y
respuestas, el amigo del abogado le dice : « Quizás tu eres ateo,
perosobretodotú eres ignorante. Tu rechazas categóricamente lo que no conoces”.
Esto también me hace recordar al Papa
Juan Pablo II quien dijera esa hermosa frase que influyo grandemente en mi decisión por la vocación al sacerdocio: “A Jesucristo es imposible conocerle, conocerle
y no amarle, amarle y no seguirle”…
Los textos del Adviento hablan de conversión,
pero ante todo quieren destacar que el descubrimiento de Cristo nos aporta (da) una gran alegría. Isaías exclama: “Desbordo de gozo con el Señor y me alegro
con mi Dios” (Isaías 61,10). María “exulta
(se llena de alegría) porque Dios ha hecho en y por ella maravillas”. A los
pastores, el Ángel les dirá: “yo les
anuncio una gran alegría, que sera la alegría de todo el pueblo; hoy les ha
nacido un salvador…”(Lucas 2,10). Pablo repetirá continuamente a los
cristianos: “Estén siempre
alegres. Oren sin cesar. Permanezcan en la acción
de Gracias…No apaguen el Espíritu » (Tesalonicenses 5,16).
La fiesta de Navidad que preparamos
desde ahora, celebra la venida de Dios en nuestro mundo. Nunca estamos solos,
porque Dios nos acompaña, Él camina con nosotros, Nuestra vida tiene un sentido
y un objetivo, y Dios está presente en todas nuestras alegrías y en todas
nuestras penas. “Mismo si yo atravieso los senderos de la muerte, yo no temo a ningún
mal porque Tu estas cerca de mí, tu vara y tu cayado me sostienen…”, canta el Salmo 23.
Alegrémonos porque la Navidad está
muy cerca.
Alegrémonos porque Cristo viene hacia
nosotros.
Él es nuestro Emmanuel, es decir, el
Dios con nosotros.
Con Cristo presente en nuestras
vidas, las crisis que nos amenazan continúan siendo un desafío, pero no son
eventos catastróficos. Una persona (o un ser querido) muere súbitamente; el
medico nos dice que nuestro cáncer es terminal; vivimos una ruptura definitiva
en nuestro matrimonio; uno de nuestros hijos deja la casa para irse a vivir a
otra parte; un amigo nos abandona dejándonos caer…A través de todas esas
desgracias, Cristo está presente, Él es fiel, Él nos acompaña siempre y no nos
abandona.
« Cristo, Luz del mundo »,
es aquel que ilumina nuestras situaciones las más oscuras. Durante este tiempo
del Adviento, aprendamos a descubrir Aquel que está en medio de nosotros y a quien no conocemos bien”.
Oración :
En este domingo, nos volvemos hacia
Ti Señor : « Que tu luz se irradie a través de nosotros y atraiga la
humanidad hacia Ti. Que tu amor llegue a ellos a través de nosotros, a través
de nuestras palabras y nuestra vida de todos los días. Amen”.