sábado, 28 de abril de 2012

MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI PARA LA XLIX JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LAS VOCACIONES 29 DE ABRIL DE 2012 – IV

TemaLas vocaciones don de la caridad de Dios


Queridos hermanos y hermanas

La XLIX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebrará el 29 de abril de 2012, cuarto domingo de Pascua, nos invita a reflexionar sobre el tema: Las vocaciones don de la caridad de Dios.

La fuente de todo don perfecto es Dios Amor -Deus caritas est-: «quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él» (1 Jn 4,16). La Sagrada Escritura narra la historia de este vínculo originario entre Dios y la humanidad, que precede a la misma creación. San Pablo, escribiendo a los cristianos de la ciudad de Éfeso, eleva un himno de gratitud y alabanza al Padre, el cual con infinita benevolencia dispone a lo largo de los siglos la realización de su plan universal de salvación, que es un designio de amor. En el Hijo Jesús –afirma el Apóstol– «nos eligió antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e irreprochables ante Él por el amor» (Ef 1,4). Somos amados por Dios incluso “antes” de venir a la existencia. Movido exclusivamente por su amor incondicional, él nos “creó de la nada” (cf. 2M 7,28) para llevarnos a la plena comunión con Él.

Lleno de gran estupor ante la obra de la providencia de Dios, el Salmista exclama: «Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano, para que te cuides de él?» (Sal 8,4-5). La verdad profunda de nuestra existencia está, pues, encerrada en ese sorprendente misterio: toda criatura, en particular toda persona humana, es fruto de un pensamiento y de un acto de amor de Dios, amor inmenso, fiel, eterno (cf. Jr 31,3). El descubrimiento de esta realidad es lo que cambia verdaderamente nuestra vida en lo más hondo. En una célebre página de las Confesiones, san Agustín expresa con gran intensidad su descubrimiento de Dios, suma belleza y amor, un Dios que había estado siempre cerca de él, y al que al final le abrió la mente y el corazón para ser transformado: «¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, más yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti» (X, 27,38). Con estas imágenes, el Santo de Hipona intentaba describir el misterio inefable del encuentro con Dios, con su amor que transforma toda la existencia.

Se trata de un amor sin reservas que nos precede, nos sostiene y nos llama durante el camino de la vida y tiene su raíz en la absoluta gratuidad de Dios. Refiriéndose en concreto al ministerio sacerdotal, mi predecesor, el beato Juan Pablo II, afirmaba que «todo gesto ministerial, a la vez que lleva a amar y servir a la Iglesia, ayuda a madurar cada vez más en el amor y en el servicio a Jesucristo, Cabeza, Pastor y Esposo de la Iglesia; en un amor que se configura siempre como respuesta al amor precedente, libre y gratuito, de Dios en Cristo» (Exhort. ap. Pastores dabo vobis, 25).  En efecto, toda vocación específica nace de la iniciativa de Dios; es don de la caridad de Dios. Él es quien da el “primer paso” y no como consecuencia de una bondad particular que encuentra en nosotros, sino en virtud de la presencia de su mismo amor «derramado en nuestros corazones por el Espíritu» (Rm 5,5).

En todo momento, en el origen de la llamada divina está la iniciativa del amor infinito de Dios, que se manifiesta plenamente en Jesucristo. Como escribí en mi primera encíclica Deus caritas est«de hecho, Dios es visible de muchas maneras. En la historia de amor que nos narra la Biblia, Él sale a nuestro encuentro, trata de atraernos, llegando hasta la Última Cena, hasta el Corazón traspasado en la cruz, hasta las apariciones del Resucitado y las grandes obras mediante las que Él, por la acción de los Apóstoles, ha guiado el caminar de la Iglesia naciente. El Señor tampoco ha estado ausente en la historia sucesiva de la Iglesia: siempre viene a nuestro encuentro a través de los hombres en los que Él se refleja; mediante su Palabra, en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía» (n. 17).

El amor de Dios permanece para siempre, es fiel a sí mismo, a la «palabra dada por mil generaciones» (Sal 105,8). Es preciso por tanto volver a anunciar, especialmente a las nuevas generaciones, la belleza cautivadora de ese amor divino, que precede y acompaña: es el resorte secreto, es la motivación que nunca falla, ni siquiera en las circunstancias más difíciles.

Queridos hermanos y hermanas, tenemos que abrir nuestra vida a este amor; cada día Jesucristo nos llama a la perfección del amor del Padre (cf. Mt 5,48). La grandeza de la vida cristiana consiste en efecto en amar “como” lo hace Dios; se trata de un amor que se manifiesta en el don total de sí mismo fiel y fecundo. San Juan de la Cruz, respondiendo a la priora del monasterio de Segovia, apenada por la dramática situación de suspensión en la que se encontraba el santo en aquellos años, la invita a actuar de acuerdo con Dios: «No piense otra cosa sino que todo lo ordena Dios. Y donde no hay amor, ponga amor, y sacará amor» (Epistolario, 26).

En este terreno oblativo, en la apertura al amor de Dios y como fruto de este amor, nacen y crecen todas las vocaciones. Y bebiendo de este manantial mediante la oración, con el trato frecuente con la Palabra y los Sacramentos, especialmente la Eucaristía, será posible vivir el amor al prójimo en el que se aprende a descubrir el rostro de Cristo Señor (cf. Mt 25,31-46). Para expresar el vínculo indisoluble que media entre estos “dos amores”  –el amor a Dios y el amor al prójimo– que brotan de la misma fuente divina y a ella se orientan, el Papa san Gregorio Magno se sirve del ejemplo de la planta pequeña: «En el terreno de nuestro corazón, [Dios] ha plantado primero la raíz del amor a él y luego se ha desarrollado, como copa, el amor fraterno» (Moralium Libri, sive expositio in Librum B. Job, Lib. VII, cap. 24, 28; PL 75, 780D).

Estas dos expresiones del único amor divino han de ser vividas con especial intensidad y pureza de corazón por quienes se han decidido a emprender un camino de discernimiento vocacional en el ministerio sacerdotal y la vida consagrada; constituyen su elemento determinante. En efecto, el amor a Dios, del que los presbíteros y los religiosos se convierten en imágenes visibles –aunque siempre imperfectas– es la motivación de la respuesta a la llamada de especial consagración al Señor a través de la ordenación presbiteral o la profesión de los consejos evangélicos. La fuerza de la respuesta de san Pedro al divino Maestro: «Tú sabes que te quiero» (Jn 21,15), es el secreto de una existencia entregada y vivida en plenitud y, por esto, llena de profunda alegría.

La otra expresión concreta del amor, el amor al prójimo, sobre todo hacia los más necesitados y los que sufren, es el impulso decisivo que hace del sacerdote y de la persona consagrada alguien que suscita comunión entre la gente y un sembrador de esperanza. La relación de los consagrados, especialmente del sacerdote, con la comunidad cristiana es vital y llega a ser parte fundamental de su horizonte afectivo. A este respecto, al Santo Cura de Ars le gustaba repetir: «El sacerdote no es sacerdote para sí mismo; lo es para vosotros»(Le curé d’Ars. Sa pensée – Son cœur, Foi Vivante, 1966, p. 100).

Queridos Hermanos en el episcopado, queridos presbíteros, diáconos, consagrados y consagradas, catequistas, agentes de pastoral y todos los que os dedicáis a la educación de las nuevas generaciones, os exhorto con viva solicitud a prestar atención a todos los que en las comunidades parroquiales, las asociaciones y los movimientos advierten la manifestación de los signos de una llamada al sacerdocio o a una especial consagración. Es importante que se creen en la Iglesia las condiciones favorables para que puedan aflorar tantos “sí”, en respuesta generosa a la llamada del amor de Dios.

Será tarea de la pastoral vocacional ofrecer puntos de orientación para un camino fructífero. Un elemento central debe ser el amor a la Palabra de Dios, a través de una creciente familiaridad con la Sagrada Escritura y una oración personal y comunitaria atenta y constante, para ser capaces de sentir la llamada divina en medio de tantas voces que llenan la vida diaria. Pero, sobre todo, que la Eucaristía sea el “centro vital” de todo camino vocacional: es aquí donde el amor de Dios nos toca en el sacrificio de Cristo, expresión perfecta del amor, y es aquí donde aprendemos una y otra vez a vivir la «gran medida» del amor de Dios. Palabra, oración y Eucaristía son el tesoro precioso para comprender la belleza de una vida totalmente gastada por el Reino.

Deseo que las Iglesias locales, en todos sus estamentos, sean un “lugar” de discernimiento atento y de profunda verificación vocacional, ofreciendo a los jóvenes un sabio y vigoroso acompañamiento espiritual. De esta manera, la comunidad cristiana se convierte ella misma en manifestación de la caridad de Dios que custodia en sí toda llamada. Esa dinámica, que responde a las instancias del mandamiento nuevo de Jesús, se puede llevar a cabo de manera elocuente y singular en las familias cristianas, cuyo amor es expresión del amor de Cristo que se entregó a sí mismo por su Iglesia (cf.Ef 5,32). En las familias, «comunidad de vida y de amor» (Gaudium et spes48), las nuevas generaciones pueden tener una admirable experiencia de este amor oblativo. Ellas, efectivamente, no sólo son el lugar privilegiado de la formación humana y cristiana, sino que pueden convertirse en «el primer y mejor seminario de la vocación a la vida de consagración al Reino de Dios» (Exhort. ap. Familiaris consortio,53), haciendo descubrir, precisamente en el seno del hogar, la belleza e importancia del sacerdocio y de la vida consagrada. Los pastores y todos los fieles laicos han de colaborar siempre para que en la Iglesia se multipliquen esas «casas y escuelas de comunión» siguiendo el modelo de la Sagrada Familia de Nazaret, reflejo armonioso en la tierra de la vida de la Santísima Trinidad.

Con estos deseos, imparto de corazón la Bendición Apostólica a vosotros, Venerables Hermanos en el episcopado, a los sacerdotes, a los diáconos, a los religiosos, a las religiosas y a todos los fieles laicos, en particular a los jóvenes que con corazón dócil se ponen a la escucha de la voz de Dios, dispuestos a acogerla con adhesión generosa y fiel.

Vaticano, 18 de octubre de 2011
BENEDICTO XVI

martes, 24 de abril de 2012

29 de abril del 2012: 4o Domingo de Pascua (B) Día de Jesucristo Buen Pastor

"La imagen de Jesús como pastor nos lleva a pensar en la comunidad creyente, donde muchos tienen el oficio de acompañarnos, guiándonos hacia verdes pastos y frescas aguas. Son ellos los ministros de la Iglesia, pero además los padres de familia, los educadores, los responsables de la sociedad civil..." (P. Gustavo Velez. mxy- CALIXTO)




29 de abril del 2012: 4º domingo de Pascua



L   E   C   T   U   R   A   S

PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 4,8-12

En aquellos días, Pedro, lleno del Espíritu Santo, dijo:
-- Jefes del pueblo y senadores, escuchadme: porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogáis hoy para averiguar que poder ha curado a ese hombre. Pues quede bien claro, a vosotros y a todo Israel, que ha sido el nombre de Jesucristo Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano ante vosotros. Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar y, bajo el cielo. no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 117

R.- LA PIEDRA QUE DESECHARON LOS ARQUITECTOS, ES AHORA LA PIEDRA ANGULAR.

Dar gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor,
que fiarse de los jefes. R.-

Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación,
La piedra que desecharon los arquitectos.
es ahora la piedra angular.
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente. R.-

Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor.
Tú eres mi Dios, te doy gracias.
Dios mío, yo te ensalzo.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia. R.-

SEGUNDA LECTURA

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN JUAN 3,1-2

Queridos hermanos:
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues, ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque no lo conoció a Él. Queridos: ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es.
Palabra de Dios

ALELUYA Jn 10, 14
Yo soy el buen Pastor, dice el Señor, conozco a mis ovejas y las mías me conocen.

EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 10, 11- 18

En aquel tiempo dijo Jesús:
-- Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y los dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor. Por eso me ama el Padre: porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido de mi Padre.
Palabra del Señor


A guisa de introducción:

Conocemos o al menos hemos oído hablar alguna vez de organismos como “Médicos sin fronteras”, “Clowns (payasos) sin fronteras” y tantos otros del mismo género. Estos movimientos se dan a la tarea de mejorar, hacer más vivible y o amable el mundo. Ellos ponen la mirada más allá de su pequeño universo (o como decimos popularmente: “miran más allá de sus narices”).

Gideon Sundback el hombre que perfeccionó la cremallera!


Personalmente siempre he admirado el mecanismo y la perfección de la cremallera (cierre, bragueta, le llaman otros). Cuánto tiempo de nuestra existencia nos ha permitido ahorrarnos y o ganar vistiéndonos, preparando maletas o utilizando cubiertas,bolsos o talegos que protegen nuestros utiles y herramientas de trabajo?

Se ha detenido a pensar usted qué bendicion tan aparentemente pequeña e insignificante pero tan importante a la vez ha sido la invención de la cremallera?
Seguramente usted como yo tambien ha pasado ratos de rabia y o momentos de mezcla de impotencia y risa cuando ella le ha fallado (en el aeropuerto a la hora de aforar las maletas, o atorarse en las situaciones más difíciles o de urgencia, en una ida o salida del w.c por ejemplo, etc).

Pero con todo una flor, un homenaje pequeño, una loa hoy a la cremallera y a sus inventores legendarios y a a aquel quien la perfecciono Mr Sundback! Definitivamente ella ha hecho mejor nuestro mundo!


ETIMOLOGÍA: Préstamo (s. xix ) del francés crémaillère ?barra metálica con dientes destinada a suspender las ollas, calderas, etc., sobre el fuego? y, por analogía de forma o de función, ?tren cuya locomotora dispone de ruedas dentadas?.






Hoy se cumplen 132 años del nacimiento de Gideon Sundback, un ingeniero sueco que perfeccionó la cremallera por medio de un mecanismo mejorado que le ha dado el aspecto que conocemos hoy.

Fiel a su costumbre de celebrar efemérides por medio de diseños espectaculares, Google ha colocado en la página de inicio de su popular buscador una cremallera interactiva que permite, a golpe de ratón, acceder al servicio de una manera muy original: abriendo la cremallera como si de una bragueta de pantalón se tratase.

Esta divertida animación ha servido, como de costumbre, para estimular la curiosidad de los internautas acerca de Gideon Sundback, aunque también ha arrojado algo de confusión. No fue Gideon Sundback el inventor de la cremallera, sino que se encargó de mejorar el sistema a partir de los primeros diseños de Elias Howe, Max Wolff y Whitcomb Judson, cuya patente se remonta a 1893.

Estas primeras cremalleras dejaban mucho que desear: eran incómodas, grandes, pesadas y difíciles de producir. La labor de Gideon Sundback fue coger la idea básica y replantearla de modo más eficiente. Tras trabajar en ello desde 1906 a 1914, el ingeniero consiguió mejorar el diseño hasta tal punto que en la actualidad se sigue usando. Su solución fue colocar dos tiras iguales e intercambiables de pequeños dientes, lo que abarataba la producción en masa. Al deslizar un carro estos dientes se unían y el mecanismo quedaba cerrado.

Aunque la nueva cremallera de Gideon Sundback ponía solución a casi todos los problemas presentados en versiones anteriores, su implantación en el mercado no fue tarea fácil y su uso se vio prácticamente limitado a botas y bolsas de tabaco a pequeña escala.

Con la llegada de la II Guerra Mundial el uso de las cremalleras se vio impulsado. El mecanismo era perfecto para los trajes de los pilotos y los salvavidas, de modo que Gideon Sundback vio multiplicados sus encargos. Además, a partir de 1935 comenzó a extenderse el uso de la cremallera en prendas de vestir, como pantalones, vestidos o faldas.

Junto al propio mecanismo Gideon Sundback diseñó máquinas para producir cremalleras en masa, facilitando y abaratando el proceso de estampar los dientes en las tiras y fijarlos correctamente.

Gideon Sundback también fue el fundador de Lightning Fastener Company, una de las primeras fábricas del mundo de cremalleras. Aunque Gideon Sundback mantuvo su domicilio en Meadville, Pennsylvania, donde murió de un problema cardíaco en 1954, la fábrica se construyó en la localidad canadiense de St. Catharines, Ontario, obligándole a desplazarse constantemente.

En 1951 Gideon Sundback recibió la Medalla de Oro de la Real Academia Sueca de las Ciencias de Ingeniería por su trabajo. En el año 2006 se incluyó su nombre de forma honorífica en el Salón Nacional de la Fama de los Inventores.


jueves, 19 de abril de 2012

22 de abril del 2012: 3er domingo de Pascua (B)

L    E   C   T   U   R   A   S



PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 3, 13-15.17.19

En aquellos días, Pedro dijo a la gente:
-- El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis ante Pilato, cuando había declarado soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo y pedisteis el indulto de un asesino; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos y nosotros somos testigos. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia y vuestras autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había dicho por los profetas: que su Mesías tenía que padecer. Por tanto arrepentíos y convertíos para que se borren vuestros pecados.
Palabra de Dios


SALMO RESPONSORIAL
SALMO 4

R.- HAZ BRILLAR SOBRE NOSOTROS EL RESPLANDOR DE TU ROSTRO

Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío,
tu que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mi y escucha mi oración. R.-

Hay muchos que dicen:
"¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?". R.-

En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo Señor, me haces vivir tranquilo. R.-


SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN JUAN 2, 1-5a

Hijos míos:
Os escribo esto para que no pequéis. Pero si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. El es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. En esto sabemos que le conocemos: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: "Yo le conozco" y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero quien guarda su Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto conocemos que estamos en El.
Palabra de Dios


ALELUYA Lc 24, 32
Señor Jesús, explícanos las Escrituras; haz que arda nuestro corazón mientras nos hablas


EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 23, 35-48

En aquel tiempo contaban los discípulos lo que les había acontecido en el camino y como reconocieron a Jesús en el partir el pan. Mientras hablaba; se presentó Jesús en medio de sus discípulos y les dijo:
-- Paz a vosotros.
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma. El les dijo:
--¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro interior? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un fantasma no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo.
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
--¿Tenéis ahí algo que comer?
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. El lo tomó y comió delante de ellos. Y les dijo:
--Esto es lo que os decía mientras estaba con vosotros: que todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí tenía que cumplirse.
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y añadió:
--Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto.



A guisa de introducción

Quién nos hará ver la felicidad?

Es un verso del salmo responsorial de este domingo que ha acaparado mi atención y que finalmente me ha sugerido el tema: “muchos cuestionan, reclaman: Quien nos mostrara la felicidad?  (la alegría, el bien) , dicen otras traducciones.

“Que tu rostro Señor nos ilumine!” Al lanzar la pregunta (sin lugar a dudas la mas vital para la mayoría de nosotros, el salmista al mismo tiempo da la respuesta. La gente feliz y contenta en efecto tiene el sol en sus ojos y de su figura se desprenden rayos de luz. Y uno no podrá sorprenderse al constatar que esta luz les viene del mismo señor Resucitado.

La Palabra de Dios que encontramos en las lecturas de hoy, nos hablan abundantemente de la resurrección de Jesús, como la fuente de nuestra paz y de nuestra alegría, como estimulante por el perdón de nuestros pecados y por la observancia de los mandamientos.

Comentarios de las Lecturas:

Hechos de los Apóstoles 3,13-19

El discurso de Pedro al pueblo recuerda la pasión, la muerte y la resurrección de Jesús. De igual modo, él recuerda el pecado del pueblo quien ha entregado, rechazado y asesinado a Jesús. Mas es “por ignorancia” que el pueblo y sus jefes han actuado de este modo. En fin, Pedro exhorta  la gente a convertirse, a volver a Dios para que sus pecados sean borrados.

Jesús ha resucitado. El hecho es afirmado con solemnidad. Y Pedro testimonia con claridad y pasión. Pero si Cristo ha resucitado, es para que finalmente, las personas puedan acceder a la verdadera felicidad liberándose de sus faltas y apegándose (o siguiendo)  a Jesús.

Salmo 4, 2.7.9

El salmo primero hace eco de la miseria y de la desgracia del salmista. Este grita su súplica al Señor y aspira ver la felicidad que se revela en el rostro luminoso del Señor. Entonces, encuentra la paz en la confianza.

1 Juan 2, 1-5ª

El apóstol Juan pide a sus “hijitos” evitar el pecado, porque para él es un camino importante para alcanzar la felicidad. Pero él agrega de manera realista: “Si alguno de nosotros llegara a pecar…no hay lugar para el pánico, “puesto que tenemos un defensor ante el Padre: Jesucristo, el justo”.

Es este un camino importante de esperanza. Al final Juan da otro camino hacia la felicidad y la “perfección”: guardar, observar como debe ser los mandamientos del Señor.

Cristo resucitado tiene la capacidad de hacernos felices perdonando nuestros pecados y los del mundo entero. Él también puede capacitarnos para “conocerle” viviendo según sus mandamientos.

Lucas 24, 35-48

El relato del evangelio de este domingo es la continuación del encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús. Los discípulos aun “calientes” y entusiasmados por aquel encuentro, mientras  les cuentan a los 11 y a sus compañeros  lo sucedido , de pronto ven como todavía,  Jesús resucitado aparece en medio de ellos.
Qué sorpresa pero ante todo qué alegría!

Jesús se da a conocer a través de un gesto concreto y verificable por los sentidos (come con ellos, les habla, se deja tocar) y a través de la Escritura (que confirma lo que le ha pasado). Él les comunica su paz y se alegran. Finalmente Él les invita a ser testigos de todos estos hechos, principalmente de su resurrección, “para el perdón de los pecados”.

Jesús quiere la felicidad (bienestar, alegría, bien, lo bueno) para todos. Él sabe que todos quieren ser felices. Pero Él sabe también que existe el mal en nosotros y alrededor nuestro. Es por ello que Él nos invita a la conversión y al perdón de los pecados, pero sobretodo a poner nuestra esperanza en el poder de su resurrección.


Aproximación psicológica del evangelio

Una ecuación con 4 incógnitas

Es imposible cerrarle la puerta a Jesús! Él irrumpe en la vida de sus discípulos en el momento en que ellos no lo esperan, o como dice Juan, en el momento en que tienen “todas las puertas atrancadas o cerradas” (Jn 20,19). En todo tiempo, Jesús conserva el derecho a la iniciativa (o el derecho de admisión que puede reservarse alguno).

Al igual que el Padre Misericordioso de la parábola esperando que su hijo pródigo regrese, pero decidiendo ir Él mismo delante de su otro hijo que se hace “halar las orejas”. Porque Dios no cierra su puerta ni siquiera ante aquel que le cierra la suya, “Él es bueno, para los desagradecidos y malvados” (Lc 6,35).

La Biblia no quiere hacer del ser humano un juguete, y ella insiste sobre su responsabilidad. Todas las amenazas de castigo y de juicio que ella contiene, buscan o tienen como visión salvaguardar esta idea de la responsabilidad del ser humano. Es en este sentido que Juan hace decir a Jesús en el Apocalipsis: “Yo estoy a la puerta y yo toco. Si alguien entiende mi voz y abre la puerta, yo entraré a su casa y yo cenaré con él…” (Ap. 3,20).

martes, 17 de abril de 2012

En memoria de Kateri Tekakwitha (+1680)




 “En esta época, cuando el principio del placer que domina nuestra sociedad, y cuando la gente gasta todo tipo de tiempo, esfuerzo y energía para eliminar la cruz del cristianismo y para escapar de las realidades a veces duras y responsabilidades de la vida cristiana madura, Kateri Tekakwitha se erige como un ejemplo heroico de cómo integrar el misterio de la cruz con el misterio de la resurrección de una manera que da honor y gloria a Dios y que garantiza un servicio de amor a su pueblo” 

                   (Monseñor Howard J. Hubbard, DD, Obispo de Albany, Nueva York)

Intro:
Kateri Tekakwitha nos muestra que la santidad en nuestra gran asamblea de los seguidores de Jesucristo (es decir, la Iglesia) no tiene rostro determinado, ni exclusiva cultura o un solo color y raza.

Actualmente reconocida como beata, y después de casi 4 siglos desde su nacimiento por fin será elevada a los altares por su Santidad Benedicto XVI el próximo 21 de Octubre en Roma.

El personaje indio y o la cultura india permanece en nuestra mente, en la mayoría de los casos, con una imagen empobrecida y corta que nos ha sido transmitida por las películas del oeste (o westerns) y hasta por canciones, donde el "apache" por ejemplo es simple sinónimo de asesino sin piedad. Guerreros, salvajes, considerados enemigos durante un gran periodo de la historia norteamericana (otros enemigos de los estadounidenses han sido luego los rusos, los colombianos narcotraficantes, los árabes y hasta los supuestos “extraterrestres”).

Es necesario una mirada detenida y profunda, una mística y espiritualidad abierta para descubrir los valores indios presentes en cualquier pueblo aborigen del planeta: la comunión con la naturaleza, el respeto al medio ambiente, la búsqueda de la paz al interior de la comunidad, el referente espiritual o religioso (comunicación y dialogo con los dioses, los antepasados o ancestros), el orgullo o fiereza de la raza, la valentía y decisión en la defensa de sus convicciones, la fidelidad a sus leyes y a sus raíces, etc.

Indudablemente tenemos mucho que aprender de los pueblos indios y hacer más eco de sus virtudes y valores aprovechables para un mundo necesitado de nuestra consideración, respeto y amor.

Por ello es digno resaltar la próxima canonización de esta bienaventurada virgen mohawk (o iroquesa)  llamada el lirio de los Mohawks.

Nacida en 1656 en el actual Estado de New York. Kateri es la primera amerindia de quien la Iglesia ha reconocido oficialmente los méritos y las virtudes.


Una breve biografía:

Tekakwitha, Beata Kateri
El Lirio de los Mohawks, virgen
1656-1680 Fiesta: 17 de abril en Canada, 14 de julio en USA.


Los padres jesuitas recibieron de San Ignacio, su fundador, la visión de hacer todo "para la mayor gloria de Dios".  Es por eso que se lanzaron a tierras lejanas para evangelizar con gran amor y desprendimiento.  En el siglo XVII los padres jesuitas tenían misiones entre los indios desde Norte América hasta las regiones de Paraguay y Argentina en el sur.  Dos de estos jesuitas son los santos Isaac Jogues y Jean de Lalande, quienes sufrieron el martirio en manos de los indios en 1646 en Osserneon (Auriesville), New York (Norte América).

La sangre de los mártires no fue en vano. Diez años después del martirio, en 1656, nació en el mismo pueblo la india Kateri Tekakwitha. Su madre, una india de la tribu Algonquin, ya había acogido la fe cristiana cuando fue raptada por los Iroquois y casada con un jefe Mohawk pagano.

Kateri quedó huérfana a los cuatro años cuando sus padres y hermano murieron en la epidemia de viruela. Por la misma enfermedad, ella quedó con la vista seriamente impedida y su cara desfigurada.  Kateri fue adoptada por sus dos tías y su tío.

Su madre sin duda intercedía por ella desde el cielo, porque Kateri, siendo una adolescente, aceptó la fe católica en 1676 al encontrarse con el Padre misionero jesuita Jacques de Lamberville.

-Fue bautizada a los 20 años de edad el 18 de abril del 1676 en la misión de San Pedro, en Caughnawaga, Nueva York.

Kateri pronto tuvo que sufrir por su fe grandes abusos y rechazo por parte de familiares y de los otros indios. La persecución fue tal que huyó de su pueblo, caminando unas 200 millas (320 km.) por el bosque hasta llegar a Sault Ste. Marie, un pueblo cristiano cerca de Montreal (Canadá), en 1677.

-Hizo su Primera Comunión el día de Navidad de ese año en la misión de San Francisco, en La Prairie, Canadá. Vivió con gran santidad, destacándose por su oración, penitencia y austeridad.

-En 1679 hizo voto de castidad, dedicándose plenamente a Jesucristo. Era muy devota a la Eucaristía y a Jesús crucificado.

-Murió el 17 de abril de 1680, durante semana santa en Kahnawaké, Canadá, a la edad de 24 años. Pronto fue venerada por su santidad y servido al prójimo. ¡Los caminos de Dios! Kateri, quién, como su madre, sufrió tanto en manos de los Mohawks hasta tener que huir de ellos, llegó a ser conocida como El Lirio de los Mohawks.

Muchos milagros se le atribuyeron y en 1943 fue declarada Venerable por el Papa Pío XII

Beatificada por el Papa Juan Pablo II en 1980.

El 19 de diciembre del año pasado, un Decreto de la Congregación por la la Causa de los Santos reconoció un milagro atribuido a su intercesión, lo que la hecho avanzar un poco más hacia el camino de la canonización.

Kateri Tekakwita murió un día como hoy el 17 de abril de 1680 a la edad de 24 años.



La fecha de su memoria litúrgica corresponde al día de aniversario de su muerte. 

Ella está  enterrada en una tumba de mármol en la iglesia de Saint-Francois-Xavier, en Kahnawake, cerca de Montreal.





lunes, 16 de abril de 2012

Felices 85 años Papa Benedicto XVI








Lombardi: estadísticas del Papa que «no duraría» y «no sabría»

Al cumplir 85 años de edad y 7 de pontificado, el balance de trabajo de Benedicto XVI es impresionante.
Actualizado 14 abril 2012 
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C.L. / ReL  
Este sábado, un comunicado editorial del portavoz de la Santa Sede en Radio Vaticano ha servido para conmemorar a la vez el cumpleaños de Joseph Ratzinger (85 años el lunes) y el aniversario de su llegada al trono de Pedro (7 años el jueves).

Y el padre Federico Lombardi, S.I. ha recordado lo que se decía de él cuando fue elegido: "Muchos se preguntaron si, tras años marcados por la enfermedad de su gran predecesor, su papado sería tan fuerte y duradero como se esperaba, y si un teólogo que había conducido un dicasterio específicamente doctrinal durante tanto tiempo sabría cómo abordar las muy diferentes tareas del gobierno pastoral de la Iglesia universal".

Pues bien, ¿cuáles son los resultados? La lista que hace Lombardi no deja lugar a dudas de cómo Benedicto XVI ha disipado todas esas dudas:

-23 viajes internacionales;
-23 países visitados;
-26 viajes dentro de Italia;
-4 sínodos de obispos;
-3 jornadas mundiales de la juventud;
-3 encíclicas e infinidad de otros actois magisteriales;
-2 años dedicados, a San Pablo y al Sacerdocio;
-2 libros, Jesús de Nazaret Luz del mundo.

Y, añade Lombardi, "hemos visto al Papa afrontar con valentía, humildad y determinación -esto es, con un claro espíritu evangélico-, situaciones difíciles, como la crisis de los abusos sexuales".

Además, "y por encima de todo, hemos conocido, por la coherencia y consistencia de sus enseñanzas, que la prioridad de su servicio a la Iglesia y a la humanidad es conducir a las almas a Dios, al Dios que nos dio a conocer Jesucristo, y que la fe y la razón se ayudan mutuamente en la búsqueda de la verdad y responden a las expectativas y exigencias de cada uno de nosotros y de la humanidad en su conjunto, que la marginación de Dios y el relativismo son serios peligros de nuestro tiempo".

Lombardi recuerda, por último, que la tarea continúa, y el Papa tiene por delante a corto plazo el Encuentro Mundial de las Familias, el viaje a Oriente Medio, el Sínodo para la Nueva Evangelización y el Año de la Fe.

Todo ello está, concluye, "en las manos de Dios, al servicio de Dios y de su Iglesia".
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