viernes, 22 de junio de 2012

24 de junio del 2012: Solemnidad del nacimiento de San Juan Bautista





L   E   C   T   U   R   A   S

PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 49, 1-6

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo:
—Tú eres mi siervo de quien estoy orgulloso.
Mientras yo pensaba: “En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas”, en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel —tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza—:
—Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Palabra de Dios.


SALMO RESPONSORIAL
SALMO 138

R.- TE DOY GRACIAS, PORQUE ME HAS ESCOGIDO PORTENTOSAMENTE.

Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso,
todas mis sendas te son familiares. R.-

 Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma. R.-

 No desconocías mis huesos,
cuando, en lo oculto me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra. R.-


 SEGUNDA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 13, 22-26

En aquellos días dijo Pablo:
—Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: “Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos”. Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: “Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias”. Hermanos descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación.
Palabra de Dios.


ALELUYA Lc 1, 76
A ti niño te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos.


 EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 1, 57-66.80

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaron Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo:
— ¡No! Se va a llamar Juan.
Le replicaron:
—Ninguno de tus parientes se llama así.
Entonces preguntaban por señas del padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: “Juan es su nombre”. Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que le oían reflexionaban diciendo:
— ¿Qué va a ser este niño?
Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.
Palabra del Señor.



A guisa de introducción:

El tiempo de ser precursores

Juan Bautista hace parte de esas raras figuras de la Biblia que tienen derecho a un relato concerniente a las circunstancias de su concepción y de su nacimiento. Estos personajes son, en el Antiguo Testamento: Isaac, Moisés,  Sansón, Gedeón, Samuel, El Emanuel y en el Nuevo Testamento, Juan Bautista y Jesús. Todos han jugado un papel preponderante en la Historia de Salvación del Pueblo de Dios. Su nacimiento que parecía improbable en razón de la edad o esterilidad de sus padres, o todavía por la virginidad de la madre (en el caso de María), ha sido recibido como una Buena Noticia extraordinaria y como un signo de bendición divina.

Juan Bautista, cuyo nombre quiere decir “El (Dios) hace gracia”, es, entonces, él también, un signo particular de la “ternura del corazón de nuestro Dios”, para retomar las palabras de Zacarías, su padre, en el “Benedictus” (Lucas 1,78). Y con toda seguridad, Juan Bautista es escogido y bendecido por Dios desde antes de su nacimiento, en razón del papel singular que debe jugar en relación con Jesús, “Salvador de Israel”.

Es el precursor de Jesús y de su Buena Nueva que los quebequenses con todos los franco-parlantes de Canadá han elegido como patrón…Él, personaje  inspirador, el predicador, es el punto de unión entre la Antigua y Nueva Alianza…

La Primera Alianza se termina con Juan Bautista, precursor de Jesús. Es él quien prepara los corazones para acogerlo y lo muestra ante sus discípulos como “el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1,29). Jesús ha querido necesitarlo, requerir de su ministerio de profeta, de su Palabra valiente y animosa y de su humildad.

Todavía hoy, Jesús aparece y permanece como un desconocido para mucha gente. Algunos lo ignoran o todavía no lo han puesto en el centro de sus vidas. Por lo tanto, Jesús Resucitado no ha dejado nuestro mundo, y está presente más que nunca. Pero él no se impone; Él quiere ser revelado por aquellos que lo han encontrado. Ahora, cuando circulan tantas promesas de felicidad y éxito, la Iglesia y la sociedad en general tienen necesidad de precursores.

En el bautismo y la confirmación, nosotros todos hemos recibido la responsabilidad de ser profetas y testigos de Jesús.

lunes, 11 de junio de 2012

Junio 17 del 2012: 11º domingo del tiempo ordinario



A guisa de introducción:

Pequeña semilla pero inmensa cosecha!

El Reino de Dios es como…o se parece…a qué? Debía preguntarse la inmensa multitud agolpada al pie de Jesús. Acaso el Reino de Dios es como un ejército de langostas que devoran la cosecha? Es de este modo como los soldados de Dios derrotarán y o eliminarán el ejercito del invasor romano? O acaso el Reino es como un león pleno de coraje que organiza sus tropas con el fin de hacer derrotar los ricos y poderosos? Si, dínoslo Jesús, el Reino de Dios es como…

“Como una semilla que, una vez en tierra, brota y crece sin resistencia. O como la más pequeña de las semillas enterrada que llegará a ser un gran árbol”.   Un tal discurso ha debido desconcertar esta multitud que soñaba con un Dios que estableciera su reino a punta de batallas y de victorias…

Y yo me pregunto si nosotros somos diferentes, yo me sorprendo, pues en ocasiones sueño con iglesias plenas de gente y con procesiones inmensas del Corpus Christi…

Pero las maneras de Dios no son las nuestras. Desde siempre, Él trabaja con lo que es pequeño y humilde. Un joven laico sin experiencia, originario de Asís, llamado Francisco…un buen anciano llamado a ser Papa “de transición” bajo el nombre de Juan XXIII…una agente de pastoral que pone en marcha la catequesis para los niños…una pareja que organiza encuentros de compartir de la fe  para  las familias jóvenes…
Miremos alrededor de nosotros. Hay de estas pequeñas semillas repletas de la  energía de Dios, de su fuerza de amor y de paz. Mientras que el mundo se excita y se divierte, ellas preparan una cosecha que nos sorprenderá y nos alimentará.

viernes, 8 de junio de 2012

Junio 10 del 2012: Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo





Lecturas
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL ÉXODO 24, 3-8
En aquellos días Moisés bajo y contó al pueblo todo lo que había dicho el Señor y todos sus mandatos; el pueblo contestó a una:
--Haremos todo lo que dice el Señor.
Moisés puso por escrito todas las palabras del Señor. Se levantó temprano y edificó un altar en la falda del monte, y doce estelas, por las doce tribus de Israel. Y mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer al Señor holocaustos y vacas, como sacrificio de comunión. Tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. Después, tomó el documento de la alianza, se lo leyó en alta voz al pueblo, el cual respondió:
--Haremos todo lo que manda el Señor y le obedeceremos.
Tomó Moisés la sangre y roció al pueblo, diciendo:
--Esta es la sangre de la alianza que hace el Señor con vosotros, sobre todos esos mandatos.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 115
R.- ALZARÉ LA COPA DE SALVACIÓN, INVOCANDO EL NOMBRE DEL SEÑOR
¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. R.-

Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava,
rompiste mis cadenas. R.-

Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos,
en presencia de todo el pueblo. R.-

SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA A LOS HEBREOS 9, 11-15
Hermanos:
Cristo ha venido como Sumo Sacerdote de los bienes definitivos. Su templo es más grande y más perfecto: no hecho por manos de hombre, es decir, no de este mundo creado. No usa sangre de machos cabríos ni de becerros, sino la suya propia; y así ha entrado en el santuario una vez para siempre, consiguiendo la liberación eterna. Si la sangre de machos cabríos y de toros y el rociar de las cenizas de una becerra tiene el poder de consagrar a los profanos, devolviéndoles la pureza externa; cuánto más la sangre de Cristo que, en virtud del Espíritu eterno, se ha ofrecido a Dios como sacrificio sin mancha, podrá purificar nuestra conciencia de las obras muertas, llevándonos al culto del Dios vivo. Por esa razón es mediador de una alianza nueva: en ella ha habido una muerte que ha redimido de los pecados cometidos durante la primera alianza; y así llamados pueden recibir la promesa de la herencia eterna.
Palabra de Dios
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ALELUYA Jn 6, 51-52
Yo soy el pan vivo bajado del cielo, dice el Señor; quien coma de este pan vivirá para siempre.

EVANGELIO
Description : http://betania.es/imagen/2-cruz.gif LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 14, 12-16.22-26
El primer día de ázimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dijeron a Jesús sus discípulos:
--¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la cena de Pascua?
Él envió a dos discípulos diciéndoles:
--Id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidlo, y en la casa en que entre, decidle al dueño: “El maestro pregunta: ¿Dónde está la habitación en que voy a comer la Pascua con mis discípulos?” Os enseñará una sala grande en el piso de arriba, arreglada con divanes. Preparadnos allí la cena.
Los discípulos se marcharon, llegaron a la ciudad, encontraron lo que les había dicho y prepararon la cena de Pascua.
Mientras comían, Jesús tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo:
--Tomad, esto es mi cuerpo.
Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio y todos bebieron. Y les dijo:
--Esta es mi sangre, sangre de alianza, derramada por todos. Os aseguro que no volveré a beber del fruto de la vid hasta el día que beba el vino nuevo en el Reino de Dios.
Después de cantar el salmo, salieron para el Monte de los Olivos.
Palabra del Señor



A guisa de introducción:

Es seguro que aun a muchos de entre nosotros no nos dice nada la Eucaristía, mismo siendo católicos bautizados…Por qué? Porque simplemente no hemos tenido tiempo de detenernos a reflexionar en ella o no nos hemos interesado lo suficiente para comprenderla, saborearla mejor y vivirla como debe ser.

La Eucaristía festeja y o es la celebración de este misterio del Cuerpo y la Sangre del Señor. La eucaristía como tal es entonces un sacramento, un misterio pero que no debe quedarse en esa dimensión obscura, abstracta e incomprensible. Hace un tiempo escuché la mejor definición de sacramento que me transmitió un sacerdote ya mayor y por ende muy sabio: el sacramento, decía, es la celebración de la presencia del Señor en cada momento significativo de nuestra vida:

 al nacimiento Dios nos acoge y nos regala la nueva vida espiritual a través del bautismo;
en nuestra niñez se nos descubre en el primer perdón (la penitencia)  y nos santifica en el sacramento de la Eucaristía (Primera comunión). Mi hermana Alba  y yo por ejemplo hicimos el sacramento en una fiesta de “Corpus Christi”.

Luego ya un poco más maduros o superada la adolescencia, en la juventud y en plena conciencia Dios nos propone reconocerlo como nuestro guía, nuestra luz y descubrirlo como Espíritu Santo en la confirmación.

Luego cuando decidimos vivir nuestra vida en pareja y formar un hogar Dios nos visita y nos bendice con el sacramento del matrimonio.


Y pero si no es el matrimonio que nos colma y nos sentimos llamados por Dios a compartir nuestra vida y nuestra fe en el apostolado de caridad y de la liturgia, el Señor hace que nos consagremos en el sacerdocio o la vida religiosa por el sacramento del Orden.

Y en la vejez, cuando llegan las enfermedades y la soledad la fe se fortalece, la esperanza ilumina con el sacramento de los enfermos, en otro tiempo llamado la extremaunción.

El pan y el vino consagrados durante la Eucaristía se convierten en el pan y el vino de la alianza. Ellos se nos dan para hacernos más íntimos de Dios, para hacernos sus aliados.

Ellos nos unen a Cristo para que juntos formemos todos el pueblo santo (la Iglesia) encargado de anunciar los altísimos hechos divinos, para que seamos la levadura en la masa, sal y luz del mundo. Tarea inmensa que no puede ser asumida sino con  grande modestia, ya que nos supera tanto, pero también es una tarea a ejercer con gran confianza.

Porque el pan y el vino que comemos y bebemos, depositan en nosotros el dinamismo que le ha permitido a Jesús atravesar la muerte, instaurar la supremacía del amor y hacernos dignos de “celebrar el culto del Dios vivo” (Hebreos 9,14).

El pan partido y el pan convertido en “sangre de alianza”, derramado por la multitud” (Marcos 14,24) ciertamente se nos dan para nuestra paz, nuestra alegría, nuestra fortaleza, nuestra iluminación. Pero también se nos han ofrecido para que lleguemos a ser hombres y mujeres que, lentamente transformados por ellos, nos hagamos solidarios constructores del mundo nuevo que Jesús ha anunciado e instaurado.

Es bello, es grande, es fecundo, este rito del pan y del vino que celebramos juntos cada domingo. Gracias a él, rememoramos de la “alianza nueva y eterna” sellada con la sangre de Jesús. Nosotros la guardamos viva y tomamos parte en ella para recoger todos los frutos.

Somos nosotros conscientes de esto?


jueves, 31 de mayo de 2012

3 de junio del 2012: Domingo de la Santísima Trinidad

L  E   C   T   U   R   A   S



PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DEL DEUTERONOMIO 4, 32-34.39-40

Moisés habló al pueblo, diciéndole: "Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás desde un extremo a otro del cielo palabra tan grande como ésta?, ¿se oyó cosa semejante?, ¿hay algún pueblo que haya oído, como tú has oído, la voz del Dios vivo, hablando desde fuego, y haya sobrevivido?, ¿algún Dios intento jamás venir a buscarse una nación entre las otras por medio de pruebas, signos, prodigios y guerra, con mano fuerte y brazo poderoso, por grandes terrores, como todo lo que el Señor, vuestro Dios, hizo con nosotros en Egipto?". Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y los mandamientos que yo te prescribo hoy, para seas feliz, tú y tus hijos, después de ti, y prolongues tus días en el suelo que el Señor tu Dios te da siempre.
Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL
SALMO 42

R.- EL DICHOSO EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ESCOGIÓ EN HEREDAD.
La palabra del señor es sincera,
y todas sus acciones leales;
El ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R.-

La palabra del Señor hizo el cielo,
el aliento de su boca, sus ejércitos,
porque El lo dijo y existió,
Él lo mandó y surgió. R.-

Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre. R.-

Nosotros aguardamos al Señor:
Él es nuestro auxilio y escudo;
Señor, que tu misericordia
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti. R.-


SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS 8, 14,17

Hermanos: los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos que nos hace gritar: ¡Abba! (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y si somos hijos, también herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para también con él glorificados.
Palabra de Dios

ALELUYA Ap 1,8
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Al Dios que es, que era y que vendrá.

 EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 28, 16-20
En aquel tiempo los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
-- Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final del mundo.
Palabra del Señor


A guisa de introducción:  y
Un pequeño tinte de aproximación psicológica del evangelio

Misterio de Dios, misterio del hombre

La conclusión del evangelio de mateo nos permite volvernos sobre el misterio de la Trinidad.

Lo que más impacta del dogma y  después de tomar cierta distancia para ver mejor es que cada una de las 3 personas renvía a las otras dos y cada una introduce al misterio de las otras dos.

En el Bautismo de Jesús, el Padre dice: “Este es mi Hijo” (Mateo 3,17), este Hijo que Él ha enviado al mundo (Juan 17,18), así como más tarde él “donará otro Paráclito” (Juan 14,16).

El Hijo, por su parte, esta centrado en el Padre; “Que no se haga mi voluntad sino la tuya” (Lucas 22,42), y Él se retira para que el Espíritu venga: “si yo no me voy, el Paráclito no vendrá sobre ustedes; si al contrario yo me voy, yo se los enviaré” (Juan 16,17).

En fin, en cuanto al Espíritu, es Él quien nos permite dirigirnos al Padre, es Él  “por quien nosotros gritamos: Padre” (Romanos 8,5), y es Él quien nos permite recordarnos de todo lo que Jesús nos ha dicho  (Juan 14,26).

 He aquí la riqueza del misterio: cada uno se encuentra porque cada uno es creador de comunión, porque cada uno desencadena un movimiento que le permite unirse al otro.
Un autor menciona que el filósofo Hegel, justamente en una reflexión sobre la Trinidad  decía: “La verdad de la persona consiste precisamente en esto: encontrarse por inmersión por el hecho de estar inmerso en el otro”.

Al contrario, el pecado consiste en “retener con envidia” para sí mismo (guardarse) (Filipenses 2,6), en “cerrar sus entrañas al hermano”  y no abrirse a él (1 Juan 3,17), y entonces aquel quien ama “presta servicio, no busca su interés propio, excusa todo y espera todo” (1 Corintios 13,4-7).

De tal modo que el actuar y comportamiento cristiano está llamado a moldearse en el “funcionamiento” trinitario, y hemos de aprender a actuar como Dios. Aprendiendo a vivir según el evangelio, nos cuidaremos de emprender la observancia de una ley arbitraria, sino que comenzamos a actualizar nuestro ser profundo, porque hechos a la imagen y semejanza de Dios, comenzamos a actuar como Él.

El misterio de la Trinidad no se nos ha revelado y o propuesto para llegar a ser un dogma (una verdad que no admite ninguna discusión o reparo) ante el cual afirmaríamos nuestra fe sin comprender nada. Al penetrar de forma progresiva en el misterio de la Trinidad, es nuestro propio misterio  que nosotros penetramos, porque somos hechos a la imagen de Dios.

En la apertura y el compartir, gracias al otro aprendemos a descubrirnos y a comprendernos, mientras que en el ostracismo o encierro egoísta permanecemos siendo un misterio para nosotros mismos.

Una vez más somos conducidos y o llevados a la famosa reflexión  de Jesús: “Quien quiera conservar su vida la perderá y quien la pierda la salvará” (Lucas 17,33).


 Reflexión:

Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo:

Los discípulos regresan a la montana donde Jesús los congregaba para orar e instruirles.

Si se quiere comprender a Dios y saber que es lo verdaderamente importante en la vida es necesario un poco de silencio, de contemplación y de oración.

Cuando Moisés encuentra a Dios en la montana primero se quita sus sandalias y se prosterna la cara contra el suelo.

Los musulmanes en sus mezquitas, los judíos en sus sinagogas aun hoy practican estos gestos de respeto hacia Dios. Pascal decía: “para amar una persona es necesario comprenderla, y para comprender (o entender) a Dios es necesario amarle”. Hay personas que hablan de Dios sin medir sus palabras, con una tal grosería, un desprecio e insolencia que duelen!

La fiesta que celebramos hoy de la SANTISIMA TRINIDAD nos vuelve a lanzar la pregunta: Quién es Dios para nosotros? Qué papel juega Él en nuestras vidas?

Esta celebración nos recuerda que Dios es amor, que Él es relación y comunidad. Este es el verdadero sentido de la TRINIDAD.

Entonces, Dios puede ser experimentado más fácil en familia, en parroquia, en grupo de amigos, porque Él es unidad en la diversidad.

Los evangelios y las cartas de San Pablo nos recuerdan que pertenecemos a la familia de Dios. No somos esclavos que viven presos del miedo sino que somos más bien hijos creados a la imagen de Dios, quien nos ofrece compartir la serenidad, la paz y la fraternidad.

En esta gran Fiesta de la Santísima Trinidad que corona el ciclo de nuestra liturgia, estamos invitados a redescubrir nuestro Dios y a preguntarnos qué lugar, qué sitio ocupa Él dentro de nuestra vida.

Un viejo monje egipcio hacia la pregunta a los cristianos de su pueblo: “Dónde esta Dios?”  ellos respondieron: “Dios está en todas partes”. El monje replica: “No, Dios está ahí, donde se le deja entrar”.

miércoles, 23 de mayo de 2012

27 de mayo del 2012: Domingo de pentecostés





LECTURAS


PRIMERA LECTURA

LECTURA DEL LIBRO DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES 2, 1-11

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde se encontraban. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, cada uno en la lengua que el Espíritu le sugería.

Se encontraban entonces en Jerusalén judíos devotos de todas las naciones de la tierra. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma. Enormemente sorprendidos, preguntaban:

-- ¿No son galileos todos esos que están hablando? Entonces, ¿cómo es que cada uno los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay partos, medos y elamitas, otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia o en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene; algunos somos forasteros de Roma, otros judíos o prosélitos; también hay cretenses y árabes; y cada uno los oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua.

                        Palabra de Dios


SALMO RESPONSORIAL

SALMO 103

R.- ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA FAZ DE LA TIERRA.

Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas. R.-

Les retiras el aliento,
y expiran y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas, y
repueblas la faz de la tierra. R. -

Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor. R. -


 SEGUNDA LECTURA


LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 12, 3b-7. 12-13

Hermanos:
Nadie puede decir: “Jesús es Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo. Hay diversidad de dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de funciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.

Porque, lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
                                                                      Palabra de Dios.



SECUENCIA

Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.

 Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.

ALELUYA

Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor

 EVANGELIO
 LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 20, 19-23

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
-- Paz a vosotros
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
-- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
-- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Palabra del Señor.



A guisa de introducción :

Feliz Pentecostés!

Estoy convencido que es el Espíritu quien me motiva y empuja para escribir estas líneas iluminadoras para ustedes.

Es el mismo Santo Espíritu que ha animado y continúa animando  la vida de la Iglesia (la asamblea de los seguidores de Cristo) durante estos más de 2000 años en toda época y lugar, en toda cultura, en todo ambiente.

Estamos acá y ahora, leyendo estas palabras, o nos preparamos para celebrarla en comunidad, o estamos celebrando ahora mismo la Eucaristía, porque buscamos comprender más a fondo la Palabra de Dios porque el Espíritu de Dios nos inspira, nos ilumina, nos empuja, nos mueve a actuar y a mostrar gestos de amor, acogida, de comprensión, de tolerancia, de perdón…

Cada uno de nosotros, como respuesta a los dones del Espíritu (sabiduría, temor de Dios, Paciencia, entendimiento… ) aporta su contribución a la vida de la parroquia y de la comunidad (familia, grupo, iglesia…) y esto merece ser celebrado y destacado.

En esta fiesta de PENTECOSTES (50 días después de la resurrección de Cristo, de la venida del Espíritu prometido por el Señor sobre los apóstoles y María (la Iglesia naciente)  podemos ver al Espíritu de aventura, de renacimiento, de solidaridad y de confianza presente a lo largo de esta historia particular (tantos años) de su Iglesia local (p.e : del Barrio Aurora, de nuestra Parroquia NSD, de Villaluz, de San Clemente…) 

Dentro de poco y a nivel de la Iglesia universal iniciaremos el año dedicado a la fe. Un año de gracia, especial además para recoger los frutos después de 50 años de la inauguración del Concilio vaticano II, tiempo además propicio para reflexionar sobre el catecismo y la vida de fe familiar.

Còmo destacar estos acontecimientos de suma importancia en nuestra comunidad local?

Solo si nos dejamos guiar e iluminar por el Espíritu Santo con seguridad que complaceremos a Dios:

Quizás por fin avancemos un poco más en la implementación de las lìneas pastorales ideales del Concilio:

Que aboga por una Iglesia participativa, horizontal y no vertical,
donde se manifiesta la unión de los pastores y el pueblo de Dios,
una iglesia dispuesta al dialogo, a la democracia participativa, a la apertura, a la tolerancia, a la vivencia alegre y dinámica de la fe,
poniendo mas énfasis en lo espiritual más que en lo religioso, destacando más la misericordia concreta que los ritos y ceremonias litúrgicas vacuos.

Es el momento de la familia, el momento ha llegado en que los padres de familia deben tomar en serio la comunicación de su fe, de los valores evangélicos, de la fe…Una buena y adecuada respuesta al Espíritu seria que los padres de familia y los adultos se propusieran a conocer y estudiar su fe y así poder comunicarla con mas credibilidad y más convicción a sus hijos y quienes les suceden.

Pentecostés, ha dicho alguien, es la fiesta de la segunda oportunidad. Dios nos da otro chance de salir de nuestra timidez, de nuestra mediocridad y abulia para lanzarnos abrasados por el fuego del Espíritu sobre caminos de arrojo, coraje, autenticidad, verdad y entusiasmo y sobre los cuales podamos contagiar a otros y por ende salvar el mundo (comunicarle la verdadera felicidad).

Pentecostés nos ha de donar el gusto por trabajar en comunidad, juntos como hermanos y miembros de una misma familia, para construir una comunidad estable en torno a los valores del evangelio.

Nuestro gran reto es continuar nuestra misión que se nos ha encomendado, la misión de evangelización (sea nueva, primera, renovada…), encontrando las palabras y las acciones que hablaran el lenguaje de hoy para que todos puedan conocer las maravillas que Dios hace en nuestras vidas. Es por el Espíritu y utilizando aquello que el Señor ha creído bueno, justo  y necesario poner en cada uno de nosotros (hablo de los dones,  cualidades, carismas o valores), que sabremos hacer los ajustes y encontrar las nuevas maneras que nos permitirán superar este desafío.

Por eso, en este día de efusión y gozo en el Espíritu, celebremos este Dios que nos habita y que nos ama!

Feliz Pentecostés!

miércoles, 16 de mayo de 2012

20 de mayo del 2012: Ascensión del Señor (B)

EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 16, 15-20


En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once y les dijo:
-- Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos y quedarán sanos
Después de hablarles, el Señor Jesús, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la Palabra con los signos que los acompañaban.
Palabra de Señor


A guisa de introducción:
Ahora nos toca a nosotros…

Sin lugar a dudas, uno de los misterios de la fe cristiana más difíciles de atrapar por la razón es el de la ascensión de Jesucristo al cielo.

Ascensión es montada, subida. Palabras como asceta, ascensor, se refieren al hecho de pasar de un estado, espacio o condición bajos a uno de ellos de más altura. Así la ascensión significa además de subir dentro de un espacio geométrico o físico es también “mejorar”, “ser promovido”, “vivir una dignidad mas alta”.   En la vida laboral, profesional  y ejecutiva hablamos de ascenso, algo soñado por muchos que comienzan modestamente en una empresa por ejemplo y que con el paso del tiempo, ascienden gracias a sus méritos y talentos, obtienen ciertos privilegios, ocupando así posiciones más altas.

Cuando Jesús venció la muerte y obtuvo su triunfo sobre la cruz fue ensalzado y glorificado por el Padre…fue promovido, obtuvo su graduación. Así sabemos que para el evangelista San Juan,  sobre la cruz misma y al momento de dar la vida por la humanidad Jesús fue glorificado por el Padre. En el seminario algún sabio profesor nos decía que en la teología joànica (o sea la de San Juan) no hay distinción entre muerte sobre la cruz, resurrección y ascensión, y que todo se resume en un solo momento de Gloria…Jesús por su muerte en cruz muestra su “poder” sobre el pecado y  la muerte y se ratifica como el Hijo de Dios.

No podemos seguir pensando o diciendo como nos lo sugiere el Papa Benedicto XVI “ creer que la Ascensión es la ida del Señor hacia un lugar alejado de la humanidad y del mundo. La ascensión del Señor no es un viaje espacial hacia los astros más recónditos y lejanos…La Ascensión de Cristo significa  que ya no pertenece más al mundo de la corrupción y de la muerte que condiciona nuestra vida… Él, el hijo eterno ha conducido nuestra condición humana al lado de Dios y ha aportado con Él la carne y la sangre bajo una forma  transfigurada…El ser humano encuentra un lugar en Dios…La ascensión significa que Cristo no se aleja de nosotros, sino que ahora gracias a su presencia cerca del Padre, Él está cerca a cada uno de nosotros para siempre…”

Cada uno de nosotros puede tutearle, puede llamarle. Él se encuentra siempre ad portas de nuestra voz. Podemos alejarnos de Él interiormente. Podemos darle la espalda. Pero Él nos espera siempre, y siempre está cerca de nosotros “.

Toda partida (momento de adiós o hasta luego y separación) es un momento, a veces feliz, en ocasiones triste, tanto para la persona que parte como para aquellas que se quedan.

La fiesta de la Ascensión no esta exenta de ese decorado de tristeza y nostalgia, pero nos ofrece al mismo tiempo vista con la fe y la esperanza, doble alegría.

Mas la partida de Jesús, su ausencia física, no se traduce para nosotros en una nostalgia o en un sentimiento de abandono y orfandad. Al contrario, esta aparente ausencia exterior se traduce por el don de una fuerza interior, aquella del Espíritu Santo.

Y es la hora del testimonio. Aquel que se ha ido no cesa de estar presente en nuestro mundo, pero son testigos que lo revelarán, “Proclamen la Buena Nueva a toda la Creación” , dice el Resucitado.

La fiesta de la Ascensión se parece a una graduación: es a nosotros que nos toca ahora como discípulos y seguidores de Cristo de hacer creíble y verdadera la feliz noticia.

Cuando los padres ven su bebé gateando y levantándose para dar algunos pasos sobre sus piernas aun frágiles, una emoción maravillosa se apodera de ellos: “Él camina! Él camina!”.

La ascensión nos hace adultos, nos pone de pie.

Es tiempo de ponernos en marcha.



Aproximación socio-política y sicológica del evangelio:

En tiempos después de la Ascensión hay un mandato a precisar

Después de la partida de Jesús, los apóstoles sentían que les quedaban las grandes líneas (o lineamientos) de una “misión” originaria en Jesús. Pero las palabras que los evangelistas emplean para describir esta misión aparecen increíblemente vagos, no muy claros : 

« proclamar el evangelio » (Mc 16,15),
 « hacer discípulos » (Mt 28,19),
« predicar la conversión » (Lc 24,47),
« ser el pastor de las ovejas » (Jn 21,16).

Uno se ve obligado a decir que “no es muy operacional y o funcional”  Como iban los apóstoles a precisar su mandato? Irían ellos a romper con el sistema o reformarlo desde el interior? Protestar en bloque a la sinagoga o proponerle una reforma? Debían ellos predicar una conversión interior-intima o trabajar en cambios externos?

Todas las posiciones, probablemente fueron consideradas y exploradas.

A derecha, los partidarios de la continuidad y de la interioridad tuvieron su hora. Se continua frecuentando el templo, viviendo “a lo judío”, diciéndose que lo más importante no son los gestos realizados sino el espíritu con el cual se hacen.