lunes, 25 de agosto de 2008

EN LOS 470 AÑOS DE BOGOTA



No podía dejar finalizar el mes de agosto sin escribir sobre este espacio personal, algo sobre el cumpleaños 470 de Bogotá. El pasado 6 de agosto la capital de Colombia cumplió un año más desde su fundación por allá en 1538 bajo la dirección de Don Gonzalo Jiménez de Quesada. Sí porque eso de decir que fue fundada por Gonzálo Jiménez solamente, es injusto , porque se pretende obviar u olvidar a cuántas personas le colaboraron y estuvieron detrás del proyecto urbano.
Bogotá antes de la llegada de Gonzalo Jiménez de Quesada, su fundador, estaba habitada por las culturas Chibcha y Muisca que se extendían por lo que es hoy Bogotá, Tunja, Iracá, Tundama y Guanetá, la zona estaba organizada bajo el mando de dos jefes: el Zipa y el Zaque.
Gonzalo Jiménez de Quesada, general español encargado de buscar el mítico El Dorado, llega a América por el norte en 1537 en compañía de 750 hombres. Una vez en Bacatá somete, asesina y maltrata en compañía de su tropa a indígenas por las ansias de oro y esmeraldas.
Después de la muerte del Zipa de Bogotá, Quesada decidió fundar una villa para establecerse en el terreno conquistado, y por la consigna de los conquistadores de "fundar y poblar" para establecer un gobierno estable y una vivencia ordenada para los indios. La villa fue erigida en Thybzaca (hoy Teusaquillo) por su abundancia de aguas, la cercanía de recursos como madera, piedra, tierras, y la protección del viento que les daban los cerros Monserrate y Guadalupe.
Comenzaron con 12 bohíos y una modesta capilla construida por los indígenas y se escogió el día de la "Transfiguración del Señor", 6 de agosto, para la celebración por la edificación la villa y por el terreno tomado que nombró Santa Fe de Bacatá en honor a Santa Fe de Granada, lugar de origen de Jiménez de Quesada. La fundación de Bogotá coincide con la llegada de otros dos exploradores europeos, Sebastián de Belalcázar (que fundaría posteriormente la ciudad de Cali) y el alemán Nicolás de Federman.
Aunque no existe acta de fundación de la ciudad, se aceptó como fecha de fundación el 6 de agosto de 1538, pues según cuenta la historia, aquel día el sacerdote Fray Domingo de las Casas ofició la primera misa en la capilla erigida en el centro de la villa. Ese día también se nombró a la región Nuevo Reino de Granada. El poblado luego se llamó Nuestra Señora de la Esperanza, después se llamo Bogotá y finalmente se bautizó con el de Santa Fe de Bogotá Distrito Capital en 1991.

Me encontré con Bogotá por primera vez por allá a finales de 1992, recién cumplidos mis 20 y una pizquita de años…Anduve primero un poco por el barrio San Francisco en el sur, donde vivía uno de mis amigos de infancia (Ariel Quiceno) con su esposa e hija y algunos otros de la familia. Recuerdo después que subí a uno de sus cerros más emblemáticos (sino el más) a Monserrate en compañía de un compañero de seminario (Darío Castillo), allí asistimos a la Eucaristía y me impresionó bastante el movimiento y la romería que suscitaba el Cristo negro caído ubicado en uno de los rincones de la gran capillaque todo mundo llamaba “El Señor caído”.. A lado y lado de la gran mole sacra, encontraba placas y escritos bajo diversas formas que testimoniaban los milagros obrados por tal advocación (si se puede llamar así) del señor Jesucristo.
Antes me había impactado la subida allí en un aparato que llamaban teleférico, especie de ascensor conducido por una cuerda gruesa y resistente y no puedo ocultar que me dio cierta fobia la montada en las alturas.
El frío que cala hasta los huesos siempre ha sido una característica de la capital. Ubicada a 2640 metros sobre el nivel del mar, en una meseta de la Cordillera Oriental de los Andes, es de esperarse temperaturas que a veces llegan hasta bajo cero.
Confieso que en un principio Bogotá no me gustó. Más bien la impresión fue negativa, pues sumado al frío, uno sentía la tensión y el stress por lo que hablaban de su inseguridad: robos en buses y calles, agresiones, asaltos que terminaban en asesinatos en sitios asolados y oscuros, y la estigmatización de violentos que se le daba sobretodo a ciertos barrios del sur. En esa época se hablaba de un censo de 6 millones de personas.
Aunque después tuve la oportunidad de caminar por las calles y pernoctar en habitaciones y o casas del centro, descubrí muy pronto que el ambiente de norte, centro y sur diferían mucho entre sí.
Pero hoy la realidad ha cambiado. Y aunque se sigue hablando actualmente de lo inseguro que es Bogotá, no se puede negar la transformación importante que ha sufrido para bien en muchos aspectos. Esta ciudad llamada la Atenas suramericana, dicen que por su gran nivel cultural, y por contar con eventos como el Festival iberoamericano de Teatro, la feria del libro, los grandes conciertos musicales, etc., ha mejorado por otro parte también en su cultura ciudadana y su organización urbana.
La mayoría de la gente dicen que en esta transformación positiva de la ciudad tuvieron que ver mucho dos administraciones encabezadas primero por Antanas Mockus y después por Enrique Peñaloza. Ambos dirigentes son considerados hoy día entre los mejores burgomaestres que ha tenido la capital inmensa de los colombianos.
Ellos al menos lograron hacer olvidar un poco ese ambiente agreste y negativo que tenía por tradición la gran urbe. Hicieron relativizar a sus habitantes los inmensos huecos que no faltan en sus calles, hicieron creer a la gente que por la educación y la honesta y transparente inversión en parques, sitios de recreación y una mejor organización del comercio, esta Bogotá podría mostrar otra cara y así le hicieron creer a los colombianos en una Bogotá coqueta, cariñosa, acogedora, perteneciente a todos los colombianos.
Y es que Bogotá es de todos y de nadie. Acá han llegado personas de todas las regiones del país en busca de mejores oportunidades, de una mejor suerte, la construcción de un mejor futuro. Junto a Cali, es Bogotá la mejor plaza para encontrar empleo o trabajo. Durante muchos años la gente ha llegado y se ha instalado acá junto a su familia, tanto que hoy por hoy se habla de que Bogotá tiene un poco más de 7 millones de habitantes.
Aunque muy criticado y vilipendiado, , el sistema de transporte masivo TRANSMILENIO también ha mejorado en parte el problema del desplazamiento de la población y aunque no se invirtió desde un primer momento en la construcción de un metro, en parte esos buses modernos de origen brasilero han contribuido a mejorar un poco el caos de transporte de pasajero que aun es de notar… por eso algunos le parodian el nombre llamándolo “transmilleno””, pues sobretodo en las horas pico son inabordables y uno tiene que soportar empujones, estar dispuesto a correr por las congestionadas estaciones y no lo dejen, debido a que paran y se van inmediatamente… Otros demoran en llegar y algunas rutas son escasas. De otro lado , al parecer los horarios son de incumplimiento y todavía hoy día carece de estrategias efectivas de educación e información para los usuarios , pues es comprobado que aún muchos se pierden y no se encuentran con este moderno método de viaje en los semi-ungulados buses rojos.
Pero ahí está Bogotá amenazada hace tiempo con un gran terremoto, los esfuerzos se ven por prevenir y evitar una gran catástrofe, por ello se están haciendo simulacros y dando conferencias y seminarios en las empresas, hospitales, zonas residenciales y colegios así prepararse para el momento…La gran pregunta es, en qué momento arribará? Que Dios nos coja fuera de aquí y si acá estamos que nos coja confesados como dicen por ahí.
De otro lado por estos días se habla de “la inseguridad en las calles bogotanas”, tal vez más que nunca antes. Pareciera que hubiera un “delirio de incertidumbre” entre muchos, una especie de “obsesión” que pretende crear pánico y transmitir esa “paranoia” que se está sufriendo. Es verdad que en los últimos días, sobretodo en el centro han ocurrido casos por demás curiosos como aquel , recuerden, del indigente que arrebató el arma de un policía, asesinó a alguien e hirió unos cuantos…Y por ello la policía está en vilo ya que inclusive ha habido casos de agresión y robo en “las narices de los gendarmes” y ellos no se han dado cuenta.
Pero lo que si me preocupa a mí es el origen de esa violencia que radica en la mayoría de los casos en una falta de más tolerancia entre las personas por un lado, y de respeto a la vida por el otro. Imagínense que según reportes de la policía , entre las 6 de la tarde del pasado viernes 22 de agosto y la madrugada de ayer domingo 24, se reportaron en la capital 3565 riñas entre amigos y familias. La causa de ello el mal uso de las bebidas alcohólicas y el abuso de las drogas. En una de esas riñas perdió la vida un policía bachiller y otro resultó herido.
La verdad acá en Bogotá hay que andar con tino, prudencia y con los sentidos muy despiertos, mirando fijamente en las esquinas y tratando de “no dar mucha papaya” sobretodo de noche. Aunque es lastimoso y duele verdad ver tanto aire de desconfianza entre los transeúntes y usuarios del transporte tanto en buses como en el transmilenio. Las personas vamos como prevenidos, armados, caminando con semblante huraño, mirando con desconfianza y omitiendo saludos y sonrisas. Qué pena, ver como cada quien se aisla con los audífonos en las orejas, ensimismado y perdiéndose la oportunidad de hacer una nueva amistad y agrandar el grupo de amigos…
Es posible vivir así? En medio de la indiferencia, la mala educación, la desconfianza …Es propio de seres humanos esto? O acaso será la ley de los tiempos modernos en las grandes urbes? Hasta cuando este ambiente?
No será que si nos propusiéramos cada uno ensayar a ser afables, amables, repartir sonrisas o al menos dar el saludo, esto se metamorfosearía poco a poco? Tal vez disminuiría el nivel de depresión y de crisis que inclusive ha llevado a la muerte a tantos.
Qué bueno cambiarle la cara a Bogotá y aunque permanentemente esté fría por el invierno , que bueno sería si nosotros nos propuiéramos ponerle cara amable cada día al andar por los espacios públicos? Ahí creo daríamos origen entonces a la “Bogotá coqueta”, ahí si la acercaríamos de verdad a las estrellas de la concordía, la simpatía , la alegría y tolerancia que debe existir siempre entre los seres humanos que habitan sobre el mismo planeta bogotano… He dicho.
FELIZ CUMPLEAÑOS BOGOTA

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por haber visitado mi blog, espero tus comentarios, reacciones y que continúes brindándome ideas y sugerencias para mejorarlo.
Gustavo Quiceno