Cada
vez que celebramos la Eucaristía, llegamos a ella con todo lo que conforma
nuestra humanidad, a veces desfigurada por el sufrimiento y el mal. Y que
traemos en nuestras manos? Pan y Vino. Así como este pan y este vino se
convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, nuestros rostros pueden ser
transfigurados si comulgamos (comemos) el cuerpo de Cristo.
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO
DEL GÉNESIS 15, 5-12.17-18
En aquellos días,
Dios sacó afuera a Abrahán y le dijo:
—Mira al cielo,
cuenta las estrellas si puedes.
Y añadió:
—Así será tu
descendencia.
Abrahán creyó al
Señor y se lo contó en su haber. El Señor le dijo:
—Yo soy el Señor
que te sacó de Ur de los Caldeos, para darte en posesión esta
tierra.
Él replicó:
—Señor Dios, ¿cómo
sabré que voy a poseerla?
Respondió el Señor:
—Tráeme una ternera
de tres años, una cabra de tres años, un carnero de tres años, una tórtola y
un pichón.
Abrahán los trajo y
los cortó por el medio, colocando cada mitad frente a la otra, pero no
descuartizó las aves. Los buitres bajaban a los cadáveres y Abrahán los
espantaba. Cuando iba a ponerse el sol, un sueño profundo inundó a Abrahán y
un terror intenso y oscuro cayó sobre él. El sol se puso y vino la oscuridad;
una humareda de horno y una antorcha ardiendo pasaba entre los miembros
descuartizados. Aquel día el señor hizo alianza con Abrahán en estos
términos:
—A tus
descendientes les daré esta tierra, desde el río de Egipto al Gran Río.
Palabra de Dios
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SALMO RESPONSORIAL
SALMO 26
R.- EL SEÑOR ES MI
LUZ Y MI SALVACIÓN.
El Señor es mi luz
y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la
defensa de mi vida,
¿quién me hará
temblar? R.-
Escúchame, Señor,
que te llamo,
ten piedad,
respóndeme.
Oigo en mi corazón:
“Buscad mi rostro”. R.-
Tu rostro buscaré,
Señor,
no me escondas tu
rostro;
no rechaces con ira
a tu siervo,
que tú eres mi
auxilio. R.-
Espero gozar de la
dicha del Señor
En el país de la
vida.
Espera en el Señor,
sé valiente,
ten ánimo, espera
en el Señor. R.-
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SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA CARTA
DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS FILIPENSES 3,
17-4, 1
Hermanos:
Seguid mi ejemplo y
fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como
os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos
que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su
Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas.
Nosotros por el contrario somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un
Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según
el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo
todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona,
manteneos así, en el Señor, queridos.
Palabra de Dios
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ACLAMACIÓN Mt 17,5
En el esplendor de
la nube se oyó la voz del Padre: Este es mi Hijo, el amado; escuchadle.
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EVANGELIO
LECTURA
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 9,
28b-36
En aquel tiempo,
Jesús se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago a lo alto de una montaña, para
orar. Y mientras oraba. El aspecto de su rostro cambió, sus vestidos
brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés
y Elías, que aparecieron con gloria, hablan de su muerte, que iba a consumar
en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y espabilándose
vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se
alejaban, dijo Pedro a Jesús:
—Maestro, qué bien se
está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para
Elías.
No sabía lo que
decía. Todavía estaba hablando cuando llegó una nube que los cubrió. Se
asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
—Este es mi Hijo,
el escogido, escuchadle.
Cuando sonó la voz,
se encontró Jesús solo. Ellos guardaban silencio y, por el momento no
contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Palabra del Señor
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A
guisa de introducción:
Entre
promesa y transfiguración
En
este segundo domingo de Cuaresma, las lecturas bíblicas nos hablan de PROMESAS.
La
primera lectura hace referencia a la antigua alianza que sella la promesa de
Dios con Abraham. Después el evangelio nos presenta la TRANSFIGURACIÒN como
PROMESA de la resurrección de Jesús. Después, el apóstol Pablo, en su carta a
los Filipenses, expresa su esperanza de vivir en su momento la resurrección que
transformará todo su ser.
No hay en todo esto algo provocador para nosotros
que vivimos en una sociedad donde la idea misma de PROMESA suscita con
frecuencia una reacción negativa o escéptica?
En
la vida de todos los días, sabemos que existen las PROMESAS que comprometen
mucho, donde es necesario responder ante los otros y mismo ante la ley. Cuántos
se atemorizan ante el precio a
pagar y tratan de evitar comprometerse! Por el contrario, hay otras
PROMESAS que toman un aire de votos piadosos y que suscitan el escepticismo,
ver el cinismo. Entre el miedo de perder nuestra libertad y el temor de ser
traicionado, las promesas ponen en evidencia nuestras limitaciones humanas. La necesidad
fundamental de poderse confiar a los otros, de fiarse de los demás, de confiar
en la vida chocan a menudo con esas limitaciones.
A
través de nuestras dificultades para confiar y aceptar las imperfecciones
humanas, nos atreveremos a creer que Dios es fiel a su Palabra, que cumple sus
PROMESAS?
La PROMESA de Dios es mucho más que una historia antigua. Ella es también tan real para nosotros como para Abraham, los discípulos y el apóstol Pablo. Cómo acogeremos nosotros, esta PROMESA DIVINA?
La PROMESA de Dios es mucho más que una historia antigua. Ella es también tan real para nosotros como para Abraham, los discípulos y el apóstol Pablo. Cómo acogeremos nosotros, esta PROMESA DIVINA?
APROXIMACIÓN PSICOLÓGICA AL TEXTO DEL EVANGELIO
El tiempo del éxodo
Qué es eso que ha vivido Jesús justo en ese
momento que llamamos su
“Transfiguración”? Es difícil
discernir el evento histórico que estaría en el origen de los relatos actuales
que encontramos en los 3 llamados evangelios sinópticos de Mateo, Marcos y
Lucas. Pero se puede pensar que, antes de su pasión, Pedro, Santiago y Juan han
vivido con Jesús, efectivamente algo
especial y que les ha marcado bastante.
Para
evocar este suceso, ellos lo han situado en el contexto del ÉXODO. En efecto,
acá en este relato todo nos habla del
ÉXODO de los judíos, la salida de Egipto: la montaña, la figura de Moisés, la
nube, las tiendas, la voz de Dios…
Todo
eso está detrás de la escena. En medio de la escena, encontramos por un lado un
diálogo entre Jesús y Moisés, y del otro
un diálogo entre Jesús y Elías. De qué
hablan? “Ellos hablaban de su éxodo (de Jesús) que se realizaría en Jerusalén”.
He
aquí el centro (corazón) del evento: Jesús esta concentrado en su “partida”, en
su experiencia de muerte que siente inminente, y para encontrar el sentido de
su muerte la pone en el contexto de la “partida”, del ÉXODO de su pueblo.
En
el momento de comprometerse en su ÉXODO y afrontar la realidad política y
militar egipcia y después los peligros del desierto, los judíos viven la
inseguridad, la duda, y
sienten la necesitad de volverse a situar en referencia al sentido y las consecuencias
que tendrá esta aventura.
Se
trata de la misma cosa para Jesús. Él siente que deberá comprometerse con su
ÉXODO, vivir en su momento, su enfrentamiento con el poder, y asumir el desierto
de la soledad y de lo desconocido de la muerte. Él siente al igual que el
pueblo judío, inseguridad y duda. Él siente
la necesidad de hablar de su ÉXODO,
de situar el sentido y las consecuencias, a partir de las referencias de su fe,
de su itinerario espiritual.
Es
aquí como la figura de Moisés toma todo su sentido, ya que el impacto que
Moisés ejerce sobre su pueblo, antes y después del éxodo, es galvanizar
(envolver) las reservas de esperanza:
todo saldrá bien, porque Dios está con nosotros. Para Moisés como para los
judíos que se reúnen alrededor de Él, la comunión con Dios es una garantía de
salvación.
Al
situarse en el contexto de la aventura de Moisés, Jesús mide las
consecuencias de su propia aventura, y se preparan en la fe para su propio
ÉXODO. Y en este caminar (marcha) Él
descubre en Dios la proximidad de un Padre y el apoyo incondicional de AQUEL
que está en el origen y en el corazón de todos los ÉXODOS y de todas las
liberaciones.
Otra Aproximación psicológica del evangelio:
El
misterio de Jesús es también nuestro misterio
Es
usted extrovertido o introvertido? Si es usted introvertido, alguien creerá que
usted guarda algún secreto, usted dará
la impresión que no se le conoce mucho. Si
usted es extrovertido, muchos creerán saber muy bien quién es usted, porque
usted habla demasiado y se muestra abierto. Por lo tanto, es muy posible que en
los dos casos a usted se le conozca mal, puesto que se toma como referencia primera su máscara para decir su ser real y profundo. Hay mucho
más. A usted se le conoce mal, puesto que antes que nada, usted no se conoce
bien.
Y
no nos equivocamos si decimos que el evangelio de este segundo domingo de
Cuaresma trata de REVELACIÓN y de CONOCIMIENTO DE IDENTIDAD. Pero atención!
Tenemos la tendencia de fijar los ojos en Jesús transfigurado, cuando son los
discípulos que están en el centro del relato.
Son
ellos los que viven una experiencia fuera de lo ordinario, son ellos quienes
descubren a un Jesús diferente y que perciben
en Jesús el misterio mismo de Dios en acción, el mismo misterio que
también obró en Moisés y en Elías. Y
también es muy cierto que son ellos quienes están enfermos, atemorizados por lo
que descubren. Igualmente si esta escena no habría podido existir sin la
experiencia de la Pascua, el fenómeno existencial continúa siendo el mismo.
Yo
he tratado de recordar de acuerdo a mi experiencia de vida, esos momentos
fuertes, esos momentos privilegiados de descubrimiento, sea de los otros o de
mi mismo y constato que ellos son verdaderamente escasos.
Puesto
que se trata mucho más que de bellos momentos agradables en compañía de un ser
querido, alrededor de una fogata y una botella de vino y quizás una guitarra
que se rasga, mismo si esos momentos pueden ser una invitación a entrar en la
densidad de las cosas y decir como Pedro: conservemos para siempre estos
momentos, fabriquemos tiendas para que ellos permanezcan entre nosotros.
El
día que yo fui consciente de estar enamorado y que mi ser deseaba entrar en un
nuevo proyecto de vida, yo viví un momento de luz y de liberación, pero al
mismo tiempo todo mi ser sentía miedo, atemorizado ante lo desconocido y todo
lo que eso implicaba.
Cuando
una pareja en conflicto permanente descubre al final de una terapia que ellos
están llamados a tomar caminos diferentes, sigue a esto un momento de
liberación y de miedo extremo ante las consecuencias y lo desconocido. Yo
conozco una madre que fue confrontada muy temprano con la deficiencia mental de
su hija: aceptarla o rechazarla, como era el caso para su cónyuge, tal cual fue
el dilema. Pero el descubrimiento y la aceptación de ver que ella estaba
llamada a un amor incondicional, fue a la vez liberador, pero también
atemorizador al pensar lo que eso implicaba para el resto de su vida.
Ustedes
piensan que me he alejado del relato de la transfiguración? De ninguna manera.
Al descubrir el misterio de Jesús, es el misterio de su propia vida que ellos
descubren (los discípulos). Es increíble y maravilloso: qué momento luminoso el
percibir así su vida si íntimamente ligada a este Ser que es la fuente del
mundo y de todo amor. Pero al mismo tiempo, ellos sienten miedo ante su
universo que se desvanece y ante lo desconocido que se anuncia. Es exactamente lo que nosotros podemos vivir
en esos momentos de rara verdad.
Me
queda aun una pregunta. Por qué esos momentos de verdad llegan (o se suscitan)
–muy frecuentemente en tiempo de sufrimiento y de prueba? En el relato del evangelio, es a la sombra
del anuncio de su próximo arresto y muerte que se vive este momento intenso.
Por
qué algunos necesitan del 11 de septiembre y de la visión de todos esos dossieres en mil pedazos flotando en el aire como fragmentos de nieve para que
de repente se vean de otro modo? Por qué es necesario a veces la pérdida de un
ser querido para iniciar ese viaje hacia el descubrimiento de si mismo? Por qué a veces es necesario que padres de
familia se abran con pena (tristeza) al anuncio de que su hijo es homosexual, para vivir
enseguida la intensidad de una interrelación verdadera y el re descubrimiento de
la belleza de su hijo?
Lo que los discípulos han vivido, nosotros estamos llamados a vivirlo en niveles o grados diferentes.
Pero
para ello, es necesario aceptar ser “llevado a la montaña”, “aparte”. El
significado de estas últimas palabras varía según las personas. Y además
nosotros no tenemos el control sobre esos momentos.
Este
tiempo de Cuaresma nos recuerda que la vida es un caminar del cual no
alcanzamos a “agarrar” “percibir” todos los contornos. Sin embargo, nosotros
podemos conservar un corazón abierto, y orar a Jesús quien nos ha precedido en
esta ruta, para que, luego de esos momentos de gran verdad, tengamos la
fuerza (el coraje) de vivirlos y no huir
por miedo.
REFLEXIÓN CENTRAL:
la Transfiguración y el sentido nuevo de la vida
Llegamos al SEGUNDO
DOMINGO DE CUARESMA.
Las lecturas que vamos a escuchar en este
día tienen algo en común: DIOS HACE UN PACTO CON NOSOTROS. Primero con Abraham,
padre en la fe. Y, San Pablo, nos recordará que estamos llamados a ser
ciudadanos del cielo. La transfiguración del Señor es un aperitivo de todo lo
que nos queda por vivir en el cielo si creemos en la muerte y resurrección del
Señor.
En el texto de
la transfiguración, Lucas es el único evangelista que nos dice
que Jesús fue a la montaña para orar. Y es durante
su oración que El se transfigura.
Unos días antes Jesús le había revelado a
sus discípulos que el montaría a Jerusalén para ser
rechazado y condenado por las autoridades civiles y religiosas,
para así sufrir y luego morir.
Hoy en contacto con su padre en
la ORACIÓN, su camino oscuro y de sufrimiento se ilumina y toma pleno
sentido. El amor será más fuerte que la muerte. Esto será para
Él un camino de liberación, un "éxodo" que
le conducirá a la resurrección.
La Tradición decía que después de
su encuentro con Dios sobre la montaña, el rostro de Moisés quedó tan
brillante, tanto que el debía ponerse un velo para no enceguecer o
encandilar sus compatriotas. La Gloria de Dios se manifiesta hoy sobre el
rostro de Jesús, en el momento preciso cuando la perspectiva del
sufrimiento y de la muerte se confirma. Es como la anticipación de
la resurrección, un aperitivo de lo que será la resurrección. En
otras palabras un avant-gout (palabra en francés) o sea aquello antes del
GUSTO.
Después de
la transfiguración Jesús tendrá el coraje de
descender de la montaña e ir a Jerusalén para enfrentar a sus
adversarios.
Lo que es de
verdad importante en el texto de este domingo no es el milagro del cambio
exterior de Jesús sino más bien la manifestación o revelación del
Padre Dios quien dice: "Este es mi
Hijo , aquel que yo he escogido: Escúchenlo!"
Escuchar las
Palabras de Jesús y ser también nosotros transfigurados,
ese es el objetivo de la cuaresma. ser renovados gracias al contacto que
tenemos con el Señor.
La transfiguración se
produce o la vemos muchas veces en el evangelio: Cristo transfigura los
heridos de la vida, los rechazados de la sociedad, los pecadores y los transgresores.
Al tener contacto con el Señor estas personas retoman o rencuentran el
gusto por la vida, ellos vuelven a ser alguien, recuperan su
dignidad. Esa es la historia del leproso expulsado fuera de la ciudad, de
la samaritana viviendo con su sexto marido, de Zaqueo el publicano, de María
Magdalena "la pecadora", de la prostituta en la casa
de Simón el fariseo, de la mujer adultera condenada a ser apedreada,
de Pedro el renegado, del ladrón sobre la cruz, etc.
Y
a través de los siglos, miles de personas que entrarán en contacto
con Cristo, aprenderán a darle un sentido nuevo a sus vidas. Se trata entonces,
de verdaderos "renacimientos".
Entrar en contacto con CRISTO
es dejarse cuestionar por Él, para aprender a darle un sentido
nuevo a nuestra EXISTENCIA.
Nosotros queridos
hermanos y hermanas, podemos vivir una transfiguración,
una transformación que nos ayudara a retomarle gusto a la vida, a
hacer mejor, más valioso nuestro peregrinaje sobre la tierra, y ésto a
pesar de nuestras enfermedades, nuestras debilidades, nuestros fracasos y
pecados.
La transfiguración es
una invitación a avanzar. Ella nos incomoda y nos impide instalarnos
definitivamente. Pedro quería quedarse sobre la montaña, pero Cristo
lo invita descender a la planicie. Como a Abraham, Dios nos incita a dejar
nuestra rutina confortable , a reiniciar la marcha : "Yo soy el Señor que te ha hecho salir de Ur de Caldea” (Génesis 15,
7).
Gracias a la fe no
nos replegamos sobre nuestro pasado y no nos instalamos confortablemente en el
presente. La fe es un elemento que combate la inactividad, el adormecimiento.
La fe es un itinerario de libertad, que nos impulsa siempre hacia
adelante.
El Discípulo toma
en serio el mensaje del Señor Jesús y se deja cuestionar por El.
El discípulo escucha.
La palabra de Dios
nos permite encontrar una dirección y perspectivas nuevas. "Yo soy el camino, la Verdad y la
Vida" (Juan 14,6). Como dice el Salmo de hoy: "El Señor es mi luz y mi salvación"
(Salmo 26). " Él es una lámpara
para nuestros pasos " (Salmo 119, 105).
Hasta ese momento
uno escuchaba a Moisés, interlocutor de Dios en el Sinaí (Éxodo 34,29).
Uno escuchaba también los profetas, donde Elías es
el símbolo en el Evangelio de hoy. Ahora, no hay más que una sola voz
a escuchar , la voz de Cristo.
"Este es mi Hijo Amado, a quien YO he
elegido. Escúchenlo"
Otra
reflexión
El
rostro de Cristo “transfigurado” es de una tal belleza que Pedro, Santiago y Juan
no pueden vivir la experiencia que en el silencio. Ellos están llenos de
admiración. Un poco como nosotros, cuando contemplamos el cielo lleno de
estrellas, nos sentimos llamados a decir: “shiito,
y cállate”.
Lo
que les sucede a los tres amigos de Jesús en la montaña los deja sin voz. Ellos
no pueden intentar mismo explicarlo, porque es tan excepcional, tan misterioso.
Finalmente, ellos no buscan hablar del evento: ellos guardan silencio. Y no
revelaran tal suceso hasta algunos años más tarde cuando recordarán la imagen
brillante que les ha dado Jesús rodeado de Moisés y de Elías.
Pero
como comprendemos hoy nosotros este misterio de LA TRANSFIGURACIÓN? Porque de
hecho y muy a menudo, nosotros tratamos
de leer las experiencias que vivimos únicamente a través de los criterios de la
razón. Las verdades son analizadas, mensuradas, pesadas y decorticadas (como el
café para tostar). Esta aproximación científica-técnica, es el fundamento de
nuestra “modernidad”. La RAZÓN es cada vez más el único criterio de juicio y
uno escucha decir: “Si no es explicable
no es real y entonces no es verdadero”. Error.
Error,
en efecto, el libro del teólogo William Placher (1) explica bien la trampa que
se nos ha tendido: “toda trascendencia en
nuestra vida se ve rechazada cuando ella no es más “domesticable” para nuestro
pensamiento moderno”.
Quedamos
al nivel de la calle…poco a poco, dentro de este estado del espíritu, Dios pierde toda
trascendencia, toda santidad. No tenemos más que una visión extremamente
simplista de un Dios que nos da: “una manito a veces” para resolver nuestros
pequeños problemas!
La
TRANSFIGURACIÓN DE CRISTO no podemos comprenderla, aprehenderla sino a través
de la presencia de Dios. Creer en Dios, es creer humildemente que en realidad
existe algo más allá de lo explicable. Es en efecto, un acto de modestia
intelectual, donde se admite que hay una gran cantidad de cosas que no comprendemos y que hay un misterio en
el corazón de este mundo.
No
descendamos entonces tan rápidamente de la montana! Permanezcamos en contacto
con lo inexplicable! Miremos hacia lo alto, tomemos tiempo para reflexionar y
darle espacio (lugar) al silencio en
nuestras vidas. Y no olvidemos que ciertas experiencias en nuestras propias
vidas tienen nada más que una buena respuesta: el silencio.
OBJETIVO DE VIDA PARA LA SEMANA:
Me reservo un tiempo para volver a leer sea la
primera lectura, sea el evangelio. Después cierro los ojos e imagino la escena
contada en el texto escogido, metiéndome en la piel de Abraham o de los
discípulos. Pongo atención a mis pensamientos, a mis emociones. Dejo subir mi
oración hacia Dios: agradecimiento, alabanza, peticiones, preguntas, etc.
ORACIÓN- MEDITACIÓN
Muéstranos tu rostro y seremos salvados.
Tú, el desconocido,
Tú, el inaccesible,
Tú, el más allá de todo,
Muéstranos tu rostro.
Sobre nuestro mundo, todo no es más que velo y
mentira
Y a veces, a la inversa, todo no es más que
strip-tease,
Como si todo se pudiera ver,
Todo comprenderse, todo poseerse.
Danos el sentido del respeto,
Danos el sentido del misterio.
El vestido no es nada,
La desnudez no es nada,
No hay nada más verdadero que el respeto.
Guíanos hacia la verdad completa.
Amen.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
http://betania.es (para los textos de
las lecturas)
Pequeño Misal
“Prions en Èglise”, edición quebequense, 2010.
http://cursillos.ca (reflexión del P.
Allard)
BEAUCHAMP, André. Comprendre
la Parole. Année C.