Reflexión por
una conciencia ecológica más fuerte:
3ª semana de
ARREPENTIMIENTO: Admitir nuestra responsabilidad
Salmo 50, 1-3.
7-13 (adaptado): El Dios de Dioses ha hablado
Dios habla; y en esto, Él se
distingue de los falsos dioses que uno se fabrica.
En este Salmo, Dios denuncia los
sacrificios de animales sea por causa de la religión, de la ciencia, por la Estética
(belleza corporal), por el provecho.
En cambio de los sacrificios,
Dios prefiere la alabanza y o adoración humilde.
“Escucha Pueblo
mio, voy a hablar;
Israel yo voy a
testimoniar contra ti:
“Yo soy Dios, tu
Dios!”
No es por causa
de tus sacrificios que yo te acuso;
por siempre, tus
holocaustos son ante mi.
Tú no me honras
sacrificando los ratones en los laboratorios;
Ni las vacas y
toros en los mataderos;
Porque todo los
animales me pertenecen, libres o cautivos.
“Yo conozco las
aves de las alturas y los peces de las profundidades,
Y la fauna
salvaje me pertenece.
“Si tuviera
hambre, no te lo diría, porque el mundo
Y todo lo que contiene es mio.
Voy yo a comer la carne de los toros
y a beber la
sangre de las cabras?
La única manera
de dar Gloria al Altísimo,
Es ofreciendo a
Dios la alabanza como sacrificio
Y de permanecer
fieles a las promesas del Altísimo”.
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Gustavo Quiceno