lunes, 15 de julio de 2013

21 de julio del 2013: 16o Domingo del Tiempo Ordinario (C)


Estamos acá para encontrar a Dios. En el evangelio, Jesús nos sugiere una manera concreta para darle prioridad a la actitud que verdaderamente (o realmente)  importa en nuestro encuentro con Él.



LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 10, 38-42

En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:
-- Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.
Pero el Señor le contestó:
-- Marta, Marta: andas inquieta y nerviosa con tantas cosas: solo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor y no se la quitarán.
Palabra del Señor



A guisa de introducción:

 Hablar mucho, escuchar poco!

Hoy, uno tiene la sensación de que se gusta mucho hablar pero poco escuchar. Los periodistas “intelectualoides, sabelotodos”, como esa parodia del informador que hace Heriberto Sandoval en el programa de humor “sábados Felices”, que pregunta y responde a la vez no están tan lejana de la realidad.

En los muros, los chats y bandejas de correo son más nuestras ideas, palabras que salen, y muy poco espacio que cedemos para las reacciones, para el comentario que hacemos a algo “receptado”, escuchado…O uno porque no recibimos nada u otro porque si recibimos pero no aceptamos.

En nuestras reuniones de amigos, la próxima vez fíjese, casi todos quieren hablar pero nadie parece muy dispuesto a escuchar.

Lo mismo sucede con los libros, las buenas lecturas, pasan de lado, porque no nos interesa mucho recibir, alimentarnos del otro, de lo otro…Y lo irónico es que si les abrimos nuestras orejas a cosas vacuas, al humor de la stand up-comedy o la farándula, a la música que no dice nada, le damos demasiado tiempo a las discusiones vanas e intrascendentes de fútbol,  y cerramos igualmente los ojos a la literatura, a los mensajes que podrían ayudarnos a encontrarle sentido a nuestras vivencias diarias…pero si los mantenemos abiertos para la RVB (realidad virtual basura), para publicaciones “sensacionalistas”, lights, y para los videojuegos por largas horas y los chats inútiles que nada aportan.

Por eso uno entiende que mucha gente se aburra en la misa o en la Eucaristía, porque allí hemos de ir a dedicarle gran tiempo a la escucha atenta de la Palabra, a lo que Dios nos dice y  viene diciéndole a la humanidad después de casi 4.000 años en la Biblia. Esto justifica el que seamos tan mediocres, tan escépticos, tan ignorantes en lo que concierne a la fe, nuestra fe de bautizados.

Y para saber que estamos en el año de la fe, después de octubre del 2012, el Papa de ese tiempo Benedicto XVI nos propuso profundizar en nuestra fe, en las verdades que afirmamos hace más de 2000 años (El credo, el catecismo), estudiar la Biblia…Pero le hemos dedicado tiempo a ello?

Y lo de la abulia a la lectura de todo tipo, la antilalia o fobilalia (los términos son míos) hoy está regada cual epidemia peligrosa sobre todo en muchos jóvenes entre los 18 y 35 años. Por eso es una generación sin bases, insegura, que no sabe discernir lo cierto de lo falso, que relativiza (y es fácil presa del relativismo, de la alienación) y cree y solo acepta lo que dicen sus ídolos terrenales de momento, la ciencia, la tecnología y la razón…Y lo más triste es que poco reaccionan o tienen para seguir una conversación más o menos madura, hilada y cómplice con los de otros grupos diferentes.

Por eso yo considero verdaderos amigos aquellos que “pierden” tiempo en el chat por unos minutos para saludarte, muestra interés por tus cosas y se asiente o encuentra novedoso algo que le dices y confiesa que le induce a pensar o a cambiar algo. Y son pocos esos amigos que cuando los ves después de un buen tiempo,  y en la intimidad y ante una taza de café o una cerveza se muestran atentos realmente interesados en lo que vives, te preocupa, te hace feliz y quieren saber tus planes…En una palabra amigos que escuchan!

A los creyentes de todas las épocas, representadas por Marta y María en el evangelio de este domingo, Jesús les propone un equilibrio…No seguir corriendo tras de nada (dinero, éxito, poder, fama, aparecer) no preocuparse por tantas cosas y poner la mirada en lo esencial.

Sí, es verdad que es importante traducir la FE en acciones visibles. Pero la simplicidad tiene mejor gusto! “Tú te inquietas por muchas cosas y una sola cosa es necesaria!” Marta aprende entonces que es esencial escuchar al MAESTRO. “Ser receptivo, escuchar”, no es convertirse en hiperactivo, colocar los platos pequeños en los grandes. Es ante todo, saber acoger la PALABRA del visitante que va de paso, que se llame “otro” (una persona en particular)  o el “totalmente otro” (Dios, Jesús, el Espíritu).

Esta acogida, esta escucha de María, son tan pero tan necesarias que Jesús las califica de “la mejor parte”. La escucha alimenta la fe en la fuente pura de la Palabra divina, UNICA PALABRA que da sentido a nuestras múltiples palabras.



Aproximación psicológica al texto del evangelio

NO TEMAMOS CONFRONTAR A DIOS...NO HUYAMOS A SU CONTACTO...


Lei otro comentario de un psicólogo canadiense, y el habla 
del MIEDO AL ROCE, 
o del RIESGO QUE SE CORRE A DEJARSE DESCUBRIR, 
O INCOMODARSE POR JESUS (o DIOS). 

Tenemos miedo de confrontarnos con El, como quizás lo sentía Marta que se escudaba y o excusaba con la disculpa del demasiado que hacer...

 Argumenta el exegeta y terapeuta que el problema de Marta (y algunos fariseos)  podía ser ese que experimentamos a veces los seres humanos. Preferimos ocuparnos o aparentar estar muy demasiado ocupados para evadir a Dios, su mensaje o el mensajero (visitante) que viene a nosotros para compartir su palabra.

 Hay un miedo a veces a enfrentar nuestro yo, asumir nuestra vida, dificultades y palabras, miedo a que el otro vea nuestra vulnerabilidad, nos vea "desnudos"...

 Muchas personas dicen no tener tiempo para Dios, para orar, para leer la Biblia, para ir  a misa, porque argumentan estar muy cansados o tener demasiado trabajo, estudio o compromisos... Detrás o en el fondo del subconsciente puede haber más bien el miedo al "contacto"  o roce espiritual...

 Lo cierto es que hoy le huimos a la lentitud, a la tranquilidad, a la meditación, al llegar a casa nos aterra el silencio, y entonces encendemos el computador, la tableta, o la grabadora o el componente o el i-phone...porque  nos asusta la conciencia, la voz de Dios, pensar , meditar demasiado en nosotros...

A mí me parece muy válida la reflexión.  Es usted de las personas que le huyen a la meditación, al cuestionamiento personal,  a confrontar a Dios, por el miedo de  verse vulnerable, débil o quizás llamado a un cambio o transformación personal en su vida?  Jesús siempre incomoda...
 La Palabra de Dios debe ser siempre la base, el motor de nuestras acciones, ella es la lámpara para nuestros pasos en el camino de la vida, ella nos hace ver lo que es bueno y lo que nos conviene, lo que nos hace ser verdaderamente felices...

 Oremos y trabajemos, dejemos a Dios  y su palabra inspirar nuestra vida de cada día...



 REFLEXIÓN CENTRAL

Tiempo para lo esencial


“Marta, Marta tú te inquietas y te preocupas por muchas cosas, pero una sola cosa es necesaria”  (Lucas 10,41).

No dejo de hacer eco de este texto en mi vida diaria. Quizás porque pienso que es a mí personalmente que se dirige. Sin duda también porque cada vez que lo leo o escucho me invita a revisar mi vida. A revisar mis prioridades. A volver a poner en el centro de la existencia lo esencial.


De la frustración a… la mejor parte

Lucas es el único evangelista entre los cuatro que nos reporta esta escena y que visualizamos amplia y claramente. De camino a Jerusalén, Jesús se detiene en casa de Marta y María.

Como buena ama de casa preocupada por las reglas de la hospitalidad, Marta se ve absorbida por los trabajos y detalles de servicio. Marìa ha decidido acoger al Señor, dándole de su tiempo y aprovechando plenamente de su presencia, sentada a sus pies…Qué le preguntaría Maria? O qué conversación sobre cual sujeto los dos se embebían? Quizás Jesús le acaba de contar los pormenores de la misión de los 72 y el descanso merecido que se dieron y el cual aprovecharon para orar y encontrarse juntos. O tal vez Jesús le contaba sobre alguna visita o alguno de sus múltiples encuentros… O a lo mejor María confiaba todo a su confidente…vaya uno a saber…En todo caso ella se entretiene con Jesús y es indiferente a los preparativos de la comida (el algo, la media tarde, el chocolate o la merienda para el maestro en lo que se ocupa su hermana Marta).

Marta se siente frustrada (decepcionada) por esta situación y uno puede comprenderla muy bien. Pero después de decir esto, Jesús la lleva rápidamente y a nosotros con ella, mucho más lejos y más allá de la frustración: Marta, Marta tú te preocupas demasiado…cálmate un poco! Tomate tiempo para sentarte! : “María ha escogido la mejor parte que no le será quitada” (Lucas 10,42). Yo estoy seguro que Marta no se esperaba esta respuesta y que ella se ha sentido regañada (ver incomprendida), reprendida, desconcertada. Habrá regresado sigilosamente a su cocina? O decidió quitarse el delantal y aprovechar también la presencia y charla amena trascendental de Jesús? El Evangelio no nos lo dice, pero una cosa es cierta, ella debía tener muchas cosas en la cabeza para comprender con más lentitud.

Marta y María en nosotros

Marta y María son diferentes, es cierto, pero ellas no nos son extrañas. Yo pienso y estoy convencido cada vez más, que hay un poco de las dos en cada uno de nosotros. Y que quizás hay mucho más de Marta que de María.

Marta, es esa parte de nosotros que quiere servir, pero que se deja acaparar por todo lo que hay para hacer, hasta el punto de olvidar lo esencial: LA ACOGIDA, LA ESCUCHA, LA PRESENCIA DEL OTRO.

María es esa otra parte de nosotros mismos que sueña con escapar a los imperativos de lo cotidiano para estar más atenta a sus necesidades internas y o espirituales. Ella desea una vida mas simple y mas verdadera, donde el acento seria puesto en el SER y no en el HACER. Ella aspira a un ritmo de existencia diferente, donde uno sería mayormente disponible y acogedor.

Marta y María hacen parte de nuestra vida. Ellas cohabitan en nosotros. Y el reto consiste en encontrar un justo equilibrio entre las dos maneras de ser, dar su parte correspondiente y la importancia,  tanto a la una como a la otra. Para no pasar de lado y omitiendo lo esencial.

En este tiempo de verano y aun de vacaciones (para algunos)  y que posibilita el descanso y los encuentros, yo deseo que todos encontremos espacios de libertad y de gratuidad. 

Que sepamos darnos tiempo para detenernos y escuchar, para estar en sintonía con nosotros mismos, con los otros y con Dios. Y yo les invito sobre todo a no olvidar la lección de Jesús. Su mensaje no puede ser más claro: “una sola cosa es necesaria…”  (Lucas 10,42).




OBJETIVO DE VIDA PARA LA SEMANA:

Este Domingo, acojo con cariño las personas que se me acerquen y vengan a mi casa de visita. Además de ofrecerles mi hospitalidad, le doy importancia a lo que tienen para decir, a sus vivencias, a sus experiencias.


En este año de la FE, reviso y evalúo el grado de atención e importancia que le doy a la Palabra de Dios. Aprovecho los momentos de descanso, de solaz, de silencio para poner en el centro lo esencial de mis decisiones como discípulo y amigo de Jesús.



ORACIÓN-MEDITACIÓN

Señor, hoy Tú me invitas a acogerte en mi vida,
como lo has hecho con Abraham en las encinas de Mambre (en la primera lectura)
y  con  Marta y María en Betania.

Tú sabes, me gustaría ser  igual a María:
Disponible, atento, totalmente centrado en Tí.
Pero con  mucha más frecuencia, yo soy como Marta:
acaparo el tiempo, preocupado por todo aquello
que debo pensar y hacer.
Se nos dificulta tanto detenernos hoy (hacer stop!),
Tengo tantas cosas que me dan vueltas en la cabeza.
Tantas cosas que a veces llego a perder de vista lo esencial
y a perderte a Ti también al mismo tiempo.

Señor, libérame de mis preocupaciones inútiles.
Ayúdame a reservarme cada día
un momento de intimidad contigo,
y a mantener siempre abierta una ventana al infinito.
Así, de este modo, yo podré interiorizar mucho más mi acción.

Y llegar a ser cada vez más permeable a tu Gracia y a tu Palabra.



REFERENCIAS:


Pequeño misal "Prions en Église", edición quebequense, 2010


HÉTU, Jean-Luc. Les Options de Jésus.





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Gustavo Quiceno