miércoles, 31 de diciembre de 2008

POR QUE JESUS ES MEJOR QUE SANTA CLAUS?


Santa vive en el Polo Norte
JESÚS esta en todas partes.

Santa se pasea en trineo
JESÚS se pasea por el viento y camina sobre las aguas.

Santa viene una vez al año...
JESÚS es una ayuda siempre presente.

Santa llena tus calcetines con regalitos...
JESÚS suple todas tus necesidades.

Santa baja por tu chimenea sin invitación...
JESÚS se detiene en tu puerta y toca, después entra a tu lado cuando tú lo invitas.

Para ver a Santa tienes que hacer fila...
JESÚS está tan cerca como el hecho de mencionar su nombre.

Santa te deja sentarte en sus piernas...
JESÚS te deja descansar en sus brazos.

Santa no se sabe tu nombre, todo lo que puede decir es "Hola pequeño, como te llamas?"
JESÚS sabe tu nombre desde antes de que nacieras. No sólo sabe tu nombre, también sabe tu dirección. Él sabe tu historia y tu futuro.

Santa tiene una barriga que parece llena de mermelada...
JESÚS tiene un corazón lleno de amor.

Todo lo que Santa puede ofrecer es un HO! HO! HO!...
JESÚS ofrece salud, ayuda, esperanza.

Santa dice "No llores"...
JESÚS dice "Descansen sus preocupaciones en mí, que yo cuidaré de ustedes."

Los pequeños ayudantes de Santa hacen juguetes...
JESÚS hace nueva vida, repara corazones lastimados y arregla hogares rotos.

Santa puede hacerte sonreír...
JESÚS te da la alegría que es tu fuerza.

Santa deja regalos debajo de tu árbol...
JESÚS fue nuestro regalo y murió en una cruz que viene de un árbol.

Es obvio que no puede haber una comparación real.
Necesitamos recordar a Quien verdaderamente le da sentido a la Navidad.
Necesitamos poner a Jesús de regreso en Navidad.
Jesús es la verdadera razón de ser de esta época.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Vértigo: velocidad y consumismo en la época de los amores de usar y tirar.



Me permito transcribir este artículo muy interesante y por lo tanto actual, que nos puede ayudar a todos a una serena, profunda y madura reflexión personal.

Quisiera añadir que las inquietudes de Oscar Trujillo, comulgan con lo que pregona también en sus artículos el teólogo brasileño LEONARDO BOFF, respecto a la necesidad de encontrar la manera de construir una sociedad alternativa, más humana, más ralentizada, donde se de más importancia a los valores humanos , se tenga en cuenta la situación de los más desfavorecidos y se respete a la vez el planeta y todo el ecosistema.

Bien Oscar, un abrazo
GUSQUI TEOFILO

10/12/2008

Por Oscar Trujillo.

Me gustas: nos acostamos, te conozco, nos separamos, nos odiamos. Quizás he exagerado un poco en la síntesis, pero es la historia de una amor promedio cualquiera en la era del vértigo. La vida pasa rauda, las emociones se suceden a un ritmo súper sónico, demencial, y hacemos hasta lo imposible por no dejar que decaiga el nivel de euforia. La simple posibilidad de quietud, de encontrarnos a solas nos aterra. Queremos el amor, queremos el equilibrio, queremos la dicha, la perfección, el placer total, una vida infalible y sin contratiempos. ¡Y la queremos ya!, sin dilaciones, sin espera y sin que implique mayor esfuerzo. Con indiferencia de que la mayoría de las veces, nosotros mismos aún no estemos preparados para responsabilidades tan altas, y haya tanto que curar en nuestro interior antes, para poder ofrecer después, al menos, algo de valor a los demás.

Pero este vértigo no es sólo exclusividad de las relaciones sentimentales, es un reflejo de la era en que vivimos; Zigmunt Bauman en (“vida líquida” Ed. Paidos, 2005) ya nos da unas claves que retratan con exactitud los principios que rigen estos tiempos vertiginosos que habitamos: “ la sociedad moderna líquida es aquélla en que las condiciones de actuación de sus miembros cambian antes de que las formas de actuar se consoliden en unos hábitos y en unas rutinas determinadas” Esto explicado en términos “agropecuarios” Y en la vida cotidiana es algo así como: yo me compro un computador que es la última maravilla de la informática por mil trescientos euros, y tres años después se estropea, y el técnico me dice que en lugar de arreglarlo me sale más barato comprar otro, porque en 36 meses ya han salido 7 versiones diferentes de la misma marca, más modernas, con mejores prestaciones y que mi equipo, con todo respeto, ya está “desfasado” no tiene acceso a las últimas aplicaciones de moda. Para colmo ya no se consiguen fácilmente conectores ni baterías de repuesto para el modelo que tengo, supongo que por ser ya muy “antiguo” (…)

Lo mismo sucede con los carros, te van cambiando el modelo cada año, le incluyen más accesorios, le cambian el alerón, los retrovisores, los faros, y en menos de cinco años ya han sacado la versión nueva del mismo modelo, que no se parece en absoluto al carro que uno tiene, y que con sólo un lustro, ya ha perdido casi todo su valor comercial. Para obligarnos a “actualizarnos” y no perder el “tren de la modernidad”. Mire su armario; con chaquetas, blusas costosísimas, camisas bonitas, en su momento (hace dos años) y de buena calidad, colgadas en el último rincón, ropa que siempre hacemos a un lado cuando nos vamos a vestir porque: el estampado, los cuadros, las rayas o “X” material ya esta “desfasado”, 24 meses después, ya no se usa. Diez posturas, cinco lavadas… y al último rincón del armario. O lo que es lo mismo casi 90.000 pesos tirados a la basura por una camisa intacta muerta en vida. La sociedad devoradora de cosas endiosa el desperdicio, el exceso y la futilidad.

Así mismo nos van cambiando los íconos, los modelos a seguir, las tendencias artísticas con una velocidad sideral. Cuando aún no han dejado de promocionar y vender la infinidad de artículos de marketing de la última película para niños de Disney, Pixar o “Dreamworks”, ya está la otra presionando en cartelera para que el marketing de la misma inunde el mundo entero; perfectamente sincronizado con los restaurantes de comidas rápidas, los creadores de videojuegos, comics, camisetas, gorras y demás parafernalia mercantil asociada a un producto de éxito.
La moda, los gustos, las tendencias, la estética, las novedades arquitectónicas, literarias etcétera, cambian a un ritmo y manera imposible de seguir, asumir, y reemplazar para la inmensa mayoría de las personas que habitan este mundo, que aún así, se dejan la vida intentándolo. La voracidad consumista que hemos desarrollado no tiene límites.

De forma paradójica, antes que acercarnos a la felicidad, esta dinámica frenética lo único que consigue es causar más estrés, depresión y decepción al comprobar que nunca es suficiente, nunca alcanzamos a estar realmente “in”; que cuando ya creemos lograrlo, nos cambian las reglas, nos cambian los patrones, y la industria de la felicidad de oropel nos escupe su último catalogo con mil modelos más nuevos y sofisticados, que pasan a ocupar el lugar de objetivos de lo que ya tenemos, que obviamente ya se habrá convertido en “out”

Me viene bastante oportuna esta reflexión de Paul Valery: “ya no toleramos nada que dure. Ya no sabemos cómo hacer para lograr que el aburrimiento de fruto. Entonces todo el tema se reduce a esta pregunta: ¿La mente humana puede dominar lo que la mente humana ha creado?”… Me temo, “monsieur” Valery que de momento se nos ha salido de las manos. Si es que alguna vez lo hemos tenido controlado.

Es evidente que inmersos en esta vorágine de sensaciones, de estímulos que nos bombardean por todos lados y de los cuales (muy a nuestro pesar) no podemos abstraernos del todo, estamos metidos hasta el cuello en la mierda de obligaciones que el poder en la sombra (las multinacionales) nos cuelan por todas las rendijas. Si queremos un trabajo decente, tenemos que entrar en el juego: aparentar, llevar el “disfraz” que exijan en nuestra oficina, o compañía: “ser dóciles”, mantener “un nivel” aunque nos sintamos repugnantes de hacerlo, de ser y vivir así.

Sin embargo salvo que seamos futbolistas de élite, artistas consagrados, políticos corruptos o narcotraficantes, que pueden vivir eternamente sin trabajar un solo dia más de su vida con lo que ya tienen; la “gente normal” tiene que laborar en oficios y profesiones para las que ha estudiado y se ha preparado, (o en cualquier sitio donde le paguen un sueldo digno aunque no sea su profesión) y casi siempre, haciendo de tripas corazón, termina entrando en “el sistema” aunque haya sido rebelde contra el “establishment”, y “echado piedra” en su época estudiantil, y se tape la nariz cuando contempla lo que tiene que hacer para ganarse el pan.


En una época de pauperización, temporalidad y fugacidad de los trabajos, gracias a las salvajes reformas laborales neo liberales, las relaciones humanas, de pareja o familiares no escapan a este voraz torbellino de velocidad: reemplazar antes que curar. Incapaces de separarnos de los designios y presión de una sociedad risueña y perfecta que se anuncia en las series de televisión, películas, revistas y publicidad que agobia por todos los flancos, buscamos de manera desesperada la horma ideal para nuestras frustraciones en forma de posibles amigos perfectos, amantes 5 estrellas, y amores interinos bajo prueba constante, con mínimo margen de error. Huimos a la primera dificultad, tiramos la toalla y nos marchamos heridos de ver que alguien nos devuelve ante el espejo una imagen tan imperfecta y caprichosa como la nuestra.

Nadie soporta a nadie, y nadie quiere hacer sacrificios o concesiones. Los matrimonios duran en el mejor de los casos un promedio de cinco años, más galvanizados y sostenidos por los hijos y las deudas en común, que por un amor que valga la pena. Idealizamos con desesperación y mucha ansiedad cualquier espejismo bienintencionado, que medio quepa en nuestras necesidades estéticas, que “parezca sintonizar”, y que pueda encajar en la pasarela emocional de los sueños consumistas sentimentales, que de forma expresa o subliminal, nos han sido bombardeados desde niños. Perdemos la perspectiva de nuestras limitaciones y verdaderas necesidades, y jugamos a enamorarnos sin siquiera conocernos antes, tan urgidos, tan desbocados, que como es apenas lógico, el resultado es bastante predecible.

Y cuando aún nos retorcemos de dolor por la decepción, sin siquiera tomarnos tiempo para curarnos y meditar al respecto; ya tenemos dos ilusiones nuevas en remojo, en la mira, para no tener que quedarnos solos, para no tener que enfrentar las carencias y aceptar que aún no hemos madurado lo suficiente, entre otras cosas, por estar sentados siempre ante un computador, o jugando con una consola, hibernando ante la pantalla del televisor, o dejando media vida (literal) en una empresa explotadora que odiamos, y donde permanecemos tan sólo para ganar más dinero, que nos permita comprar mejor ropa, cosas, un carro más nuevo y ultra modernos electrodomésticos. Tenemos trabajo, (cada vez más precario) tenemos muchas cosas, demasiados objetos adornando nuestra vida, pero todo sucede tan rápido que no nos queda tiempo de saborearlo, de digerirlo, ni de acomodarnos en una existencia con verdadero valor.

Italo Calvino en (“Las ciudades invisibles” Ed. Siruela, 1998) nos pinta una inquietante fábula en Eutropia, una ciudad cuyos habitantes en cuanto se sienten presa del hastío y ya no puede soportar su trabajo ni a sus parientes, ni su casa ni su vida, “se mudan a la ciudad siguiente” donde cada uno conseguirá un nuevo empleo, y una esposa distinta, verá otro paisaje al abrir la ventana, y dedicará el tiempo a pasatiempos, amigos y chismes distintos” Sin duda al paso que vamos, no tardaran en empezarnos a ofrecer algo parecido en agencias de viajes, condominios caribeños, planes de pensiones o de seguros de vida para ejecutivos con dinero y “yuppies” deprimidos.

Hoy ya no importa tanto ser personas admiradas por nuestro arte, oficio o cualidades: queremos tener plata y ser famosos a cualquier precio, y a la mayor brevedad. Entendiéndose por “famoso” alguien que es conocido por ser una persona muy conocida, sin más, con indiferencia del valor que tenga como ser humano, y aunque esa “fama” sea producto de una estafa, de una venta o revelación de intimidades eróticas ante un despecho por una ex amante que nos abandonó, o simplemente por haber salido en un “reality show” de los que copan la parrilla televisiva con los más altos índices de audiencia y acogida.

No tenemos paciencia, no tenemos vocación, capacidad de sufrimiento, no tenemos ningún apego por la disciplina, el rigor y evadimos cualquier esfuerzo por mejorar como seres humanos que esté fundamentado a medio o largo plazo, o que implique esfuerzo. Queremos satisfacción, queremos placer intenso, queremos euforia constante y no podemos esperar ni un minuto más. Por eso siempre estamos tentados a tomar el atajo, el camino más corto, el pasaporte directo a la fama.

Al marketing lo mueve y lo mantiene la estimulación de los deseos espontáneos de la gente…la velocidad, la sobre exposición, mantener la excitación latente, en el límite pero sin colmarla del todo, para que siempre queramos más, para que la rueda nunca pare. Los valores sólidos, los gustos fieles no son bien vistos por este monstruo consumista que todo lo devora. Hay que hacer apología a las pasiones más bajas, al egoísmo más radical: “quiero mi placer y lo quiero ya…por que yo lo valgo”. Hay que cohonestar la individualidad más extrema, y venderle al cliente que todos los seres humanos tenemos el “derecho” de adquirir esa felicidad empaquetada y modificada cada seis meses, tenemos “el derecho” a tener la ultima consola de Sony, zapatillas de Nike, o el último Teléfono de cuarta generación Nokia, aunque el que guardamos en el bolsillo funcione perfectamente y lo hayamos cambiado tan sólo hace un año.

No sé a donde irá a parar todo esto, sólo digo que tiene mala pinta. El “desplome” económico mundial es una evidencia de que hemos estado viviendo con el agua al cuello, por encima de nuestras posibilidades, y presionados por grupos económicos cuya solvencia era humo, estaba cimentada en la probable regularidad, fidelidad y enajenación para mantener nuestro consumo. Se vendía humo, se compraba humo y sólo unos pocos se embolsaban el dinero real. Se creaban diez mil necesidades estúpidas, y se cambiaban dos o tres veces al año. No podemos seguir produciendo a un ritmo tan demencial, somos ya demasiados seres humanos en este castigado planeta, y queda apenas nada que destruir y saquear. Los abismos entre los pocos privilegiados y los que no entran en el engranaje de los posibles clientes, no para de crecer, este modelo ha colapsado, tendremos que cambiar nuestros hábitos, tendremos que replantear lo que significaba progreso, civilización, desarrollo…tendremos que aprender a vivir con menos, esto no es progreso, ni es libertad ni es nada.

Del mismo modo, habrá que mirar nuestras relaciones con los demás con más calma, recordar que el amor no es un sentimiento lineal cuya cotización en bolsa suba de forma gradual y a la par con nuestra preparación intelectual, profesional o el dinero o éxito que creamos tener. El amor verdadero no tiene época para llegar, no avisa, y no tiene por qué aparecer necesariamente en la primera parte de la vida. Hay que ir despacio, probando disfrutando, e intentando conocernos antes de depositar todos nuestros ahorros emocionales en alguien. Hay que aprender a disfrutar de la incertidumbre, hay que volver a valorar el esfuerzo y la paciencia como virtudes, antes que como asquerosos impedimentos que nos impiden disfrutar de un hedonismo radical en constante celo; hay que desligarnos en nuestra vida íntima de la orgía de presión inmediatista y destructiva que nos asalta por todos lados.

Este mundo nos lleva al límite, nos lleva a toda máquina recalentada, y el vértigo, la exagerada velocidad no nos permite ver el paisaje, las sombras se suceden informes, y la vida se va llenando de lagunas, de evasiones, de espacios sin habitar, de frustraciones enquistadas, maquilladas en medio de una aparente abundancia hipotecada. Hay que ser muy estrecho de miras (o tener muchos intereses económicos en juego) para no considerar que el modelo que traemos, ha fracasado, y que debemos emprender un nuevo camino donde las cosas, los afectos, y las personas que nos importan duren más.


¿Estaría usted dispuesto a trabajar menos, vivir más, y hacerlo con la mitad de lo que gana, con la mitad de las cosas que tiene?


oscartruma72@hotmail.com


Tomado de la página web
http://www.vive.in/bogota/comentarios.php?id_recurso=450014699&id_foro=&id_blog=4303823&titulo=V%E9rtigo%3A+velocidad+y+consumismo+en+la+%E9poca+de+los+amores+de+usar+y+tirar.&url=un_articulo.php%3Fid_recurso%3D450014699%26id_blog%3D4303823%26id_foro%3D&fecha=&numcomentarios=13&posicion=10&hasta=20&pagActual=2&paginitaActual=1

viernes, 7 de noviembre de 2008

ALBERT CAMUS: En los 95 años de su nacimiento




Es posible una religión sin dios? Se puede ser verdaderamente humano y a la vez declararse ateo? La bondad es acaso exclusiva del ser humano religioso?
Estas son sólo algunas preguntas a las cuales confronta con sus lectores el escritor en lengua francesa ALBERT CAMUS.
Nacido un día como hoy el 7 de noviembre de 1913, hace exactamente 95 años, sería este autor entre otros que me sacudiera de mi adormecimiento intelectual, propio de la adolescencia. Cuando lo encontré por primera vez frisaba ya los 18 y yo cursaba el undécimo grado en la Normal La Candelaria de mi pueblo Marquetalia. Mi espíritu más que ensimismado se tornaba agnóstico en cuestiones de religión y rebelde sin causa ante los acontecimientos de mi entorno y mi mundo interior.
La lucha interna, mi combate , consistía entre aprobar o asumir lo que me enseñaba la religión católica, propia de mi ambiente de hogar, de pueblo y de colegio, y los valores e ideales de la filosofía existencial aprehendida en la lectura de libros literarios y filosóficos. En ese momento no se me venía a la cabeza (o no era aun propio de la época) verbos como “conciliar”, “sintetizar” o “armonizar”…No, eran los días en que se debía tomar Posición y entonces se caía en la angustia, el cuestionamiento, la crisis y en el peor de los casos en el fundamentalismo.
Libros como las novelas de Albert Camus e ideas filosóficas con respecto al existencialismo de otros autores como J.P Sastre , me llevaban a confrontar sus pensamientos con lo que se me había inculcado hasta ese momento.
Al confrontar aquellos dos representantes del “existencialismo ateo”, denotaba una diferencia para mí importante y descollante entre ambos, mientras que el pesimismo de Sastre con respecto a Dios cuestionaba y desconcertaba, haciendo ver la vida realmente absurda y sin sentido, veía en los postulados de Camus una visión de la existencia distinguida más por la esperanza, el optimismo alegre. Mismo si él negaba a Dios y pregonaba el absurdo en ciertos acontecimientos de la vida del hombre , al final demostraba que sólo cuando los hombres trabajan en grupo, se ayudan y se solidarizan frente a la tragedia, este mundo puede ser más amable.

“La peste” fue el primer libro de Camus que leí justo en el último año de colegio. Y para graduarme y aprobar el área de español y literatura , debíamos escoger una obra de algún autor que se hubiera comprendido en aquel año. Y sin saber por qué me encontré de frente con Camus y su mundo tan convulsionado , trágico pero a la vez atractivo representado en “la peste”.
La novela que había encontrado en algún rincón de la pequeña y limitada biblioteca de mi colegio contenía pocas páginas y recuerdo con nitidez que en su pasta bajo el gran título aparecía una calavera pintada a lapiz pintada de color sepia sobre un color naranja.
La obra la leí en cuestión de dos meses, al mismo tiempo realicé el informe de lectura y una mañana de noviembre poco antes de graduarnos , me dieron una hora para exponer rápidamente ante mis compañeros el argumento de la novela, describir sus personajes y de algún modo exponer mi pensamiento y conclusiones personales respecto al libro.
Aquella lectura camusina me atrapó y desde entonces me declaré un seguidor apasionado de este autor franco argelino.
Por ejemplo en la peste, Camus narra y describe de manera tan elocuente y atractiva, en sencillo lenguaje , provocando que el lector se fascine y se forme las imágenes en su cabeza como si estuviera visionando ante una pantalla gigante .
En “la peste” nos presenta un pueblo argelino , en los años 50 que es amenazado y posteriormente tomado por la peste, queda en cuarentena , aislado sus personajes con sus almas, sueños y miedos.

"La peste" es una novela contemporánea de carácter humanista, en la que el autor narra la historia de la ciudad de Orán cuando se ve afectada repentinamente por una peste, y como durante esta etapa valores como la moral, la honestidad y la solidaridad invaden los corazones de algunos de los personajes.
Despues de la peste me encontre con "El extranjero", en ella Camus cuenta la historia de Mersault, quien es un hombre sencillo que disfruta de la rutina de su vida. La muerte de su madre cambia de algún modo esa rutina. También, empieza una relación con una chica y traba amistad con uno de sus vecinos. Esta amistad le traerá varios problemas, entre ellos un asesinato. Meursault irá a la carcel y tendrá que ser juzgado.

Camus nació en Argelia y estudió en la universidad de Argel. Sus estudios se interrumpieron pronto debido a una tuberculosis. Formó una compañía de teatro de aficionados; también trabajó como periodista. En 1939, publicó Bodas. En 1940, se trasladó a París y formó parte de la redacción del periódico Paris-Soir. Durante la II Guerra Mundial fue miembro activo de la Resistencia francesa y de 1945 a 1947, director de Combat, una publicación clandestina.
Camus logra su primer éxito con El extranjero (1942) y en el mismo año El mito de Sísifo. Más tarde aparece Calígula (1945). En su novela La Peste (1947) Camus reconoce el valor de ciertos seres humanos ante los desastres. Sus obras posteriores destacadas son La caída (1956), El hombre rebelde (1951), Estado de sitio (1948); y El exilio y el reino (1957). Colecciones de sus trabajos periodísticos aparecieron con el título de Actuelles (3 vols. , 1950, 1953 y 1958) y El verano (1954). En 1994, se publicó la novela incompleta en la que trabajaba cuando murió, El primer hombre. Sus Cuadernos, que cubren los años 1935 a 1951, también se publicaron póstumamente en dos volúmenes (1962 y 1964). Camus, que obtuvo en 1957 el Premio Nobel de Literatura, murió en un accidente de coche en Villeblerin (Francia) el 4 de enero de 1960.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Feliz cumpleaños Hermano Francisco!

No, no hablo de San Francisco de Asís, ni de San Francisco Javier.
Cuando entré al Semisiones en 1988, venía en ocasiones a la casa de Reposo de nuestra congregación, contigua al centro de formación, allí donde están nuestros Hermanos Mayores. Y siempre veía a un anciano de pelo lacio, grandes gafas y que caminaba con dificultad por los corredores…Siempre le veía con la camándula en mano y en algunas ocasiones le vi y escuché encorando el rosario en la capillita local, de una manera muy devota y hasta amena.
El Hermano Francisco Gómez es el hombre de más edad de nuestra casa de Emaús.
El pasado 29 de octubre celebró su cumpleaños 98. Y ahí sigue el hombre, el anciano, el ser humano que ha estado toda su vida consagrado al Señor.
Nació en Pensilvania(Caldas) en 1910. Perteneció a una familia de 11 hijos, cuando él tenía 32 años (1942), su padre lo trajo a Arboleda (corregimiento cercano a Pensilvania) ahí encontró una revista del Seminario de Misiones, fundado 15 años atrás en 1927 por Monseñor Miguel Ángel Builes en Yarumal. Vio que allí había invitación dirigida a jóvenes que quisieran unirse a esta empresa misionera e iniciar su formación fuera para sacerdote o Hermano , allá en el montañoso y frío pueblo antioqueño..
Con esa edad, el hermano decidió tomar la senda y así fue como se hizo Hermano. Su primer grupo estuvo compuesto por 15 formandos.
Sus primeros formadores fueron los Padres Miguel ángel Gallego Y Aníbal Muñoz Duque entre otros.
Fue enviado primero a un pueblo llamado San Martín de Loba, en el Magdalena Medio. Allí estuvo colaborándole a los sacerdotes Luis Maria Serna y . Luego pasó a Buenaventura y después al Chocó, donde permaneció 20 años , recorriendo diversos caseríos enseñando la Palabra de Dios, rezando el Rosario e invitando a la gente a vivir en la paz y la armonía.
En 1985 cuando vino a unas vacaciones a Medellín, nuestro hermano fue atropellado por un automóvil, lo que le causó una amnesia temporal y luego de análisis médicos, se le diagnosticó diabetes y entonces se le sugiere quedarse en la casa de Reposo.
Han pasado 23 años desde su llegada a Emaús y ahí está el hombre, el hermano entregado a una profunda vida de oración, testimonio para todos nosotros sus hermanos javerianos.
Con el Hermano Cano, "canito" hemos venido a hacerle visita este mismo día de su cumpleaños...Son casi las 2 pm y lo encontramos de pie, al lado de su cuarto comiendo unas galletas que alguien le regaló hace pocos minutos. Todavía oye bien y su acento paisa es remarcable, habla duro , con tono seco y rutinariamente. En el transcurso de la conversación, en algún momento se da cuenta que tiene el cierre de su pantalón abierto y lo cierra de manera disimulada, sin inmutarse y respondiendo a nuestras preguntas.
Me cercioro que el Hermano no gusta hablar mucho de sí mismo, de sus cosas, a pesar de que aparentemente aun tiene buena memoria.
Come bien, duerme bien, aún parece puede leer y goza de buena salud, aunque debe cuidarse del azúcar. En este día de su cumpleaños el Hno Francisco pide en su oración a La Santísima Trinidad que los lleve con ellos, a descansar…demostrando así su profunda fe de carbonero.
Al final le pedimos un mensaje para todos los demás miembros del Instituto, sus hermanos y nos dice: "Que obedezcan a los superores en todo, hagan lo que ellos les digan, en ellos se refleja la Voluntad de Dios".
Que Dios te bendiga querido hermano Francisco. Gracias por tu testimonio silencioso, de paz, fe y esperanza en Dios.
Gracias por tu oración callada o en voz alta, pidiendo e intercediendo por el mundo, nuestro instituto, tus hermanos sacerdotes, Hermanos y laicos.
(queda pendiente la foto).

lunes, 20 de octubre de 2008

SAN GAETANO ERRICO


GAETANO ERRICO
(1791-1860)

El Padre Gaetano Errico, fundador de los misioneros del Sagrado Corazón de Jesús y de María, el pasado 12 de octubre , durante la ceremonia de canonización, fue presentado por el Papa como un experto en la ciencia del perdón, pues promovió el cuidado del sacramento de la reconciliación para que los fieles encontrasen en el trato misericordioso de los confesores una expresión de la misericordia de Dios dada en el sacramento.

Cayetano Errico, fundador de los Misioneros de los Sagrados Corazones, ha nacido el 19 de octubre de 1791 en Secondigliano, antigua aldea al Norte de la ciudad de Nápoles (Italia). Es el tercero de los diez hijos de Pascual y María Marseglia. El padre dirige una modesta fábrica artesanal para la producción de pasta; la madre teje felpa. Fue bautizado al día siguiente de su nacimiento en la iglesia parroquial de los santos Cosme y Damián con los nombres de Cayetano Cosme Damián. Asiste a la escuela comunal con dos maestros sacerdotes, Tagliamonte y Vitagliano. A los siete años recibe la primera comunión, y a los once, el sacramento de la confirmación. A los catorce años pide ingresar primero entre los Capuchinos y después entre los Redentoristas; pero el pedido es rechazado debido a la edad.
A los dieciséis años pide ser admitido en el seminario arzobispal de Nápoles.En enero de 1808 viste el hábito talar. La familia no puede sostener los gastos para su mantenimiento como alumno interno por lo que realiza los estudios como externo, yendo a pie al seminario. Todos los días, entre ida y vuelta, son ocho kilómetros, con frío, calor y lluvia, provocando la admiración de la gente que, al verlo pasar exclama: «¡Ahí pasa San Cayetano!».
En el tiempo de su formación seminarística frecuenta la escuela con gran provecho, participa a la misa todas las mañanas, recibe la comunión, ayuda en la casa, visita todos los jueves a los pacientes del hospital de «Incurables» de Nápoles llevándoles algún regalo fruto de sus ahorros semanales, y el domingo recorre las calles con el crucifijo recogiendo a los niños para el catecismo.
Fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre de 1815 por el Cardenal Ruffo Scilla en la Capilla de Santa Restituta, en la Catedral de Nápoles.
Ordenado sacerdote, inmediatamente se le asigna a Don Cayetano la tarea de maestro comunal, cargo que ejerce por casi veinte años con diligencia, atención y celo, preocupándose por enseñar, junto con la cultura, sobre todo los principios cristianos. Se dedica con amor al servicio pastoral en la iglesia parroquial de los Santos Cosme y Damián.
Desarrolla su actividad apostólica en cuatro direcciones: anuncio de la Palabra, ministerio de la reconciliación, asistencia material y espiritual de los enfermos, servicio de la caridad. Cuatro maneras distintas para decir a los hombres que Dios es Padre y los ama.
Tiene una vida de intensa oración y de rigurosa penitencia, de tal manera que hace decir a la madre que lava las camisas manchadas de sangre: «Ahora me haces sentir el dolor que no tuve cuando te llevé en el vientre y te di a luz».
Siendo sacerdote, se retira todos los años a Pagani (Salerno), en la casa de los padres Redentoristas, para los ejercicios espirituales.En el año 1818, mientras reza en el coro, acontece un hecho destinado a marcar y cambiar el curso de su vida: se le aparece San Alfonso para comunicarle que Dios lo quiere fundador de una Congregación religiosa, dándole como «señal» la construcción de una Iglesia en honor de la Virgen Dolorosa en Secondigliano. El anuncio de que es Dios quien quiere la construcción de una Iglesia en honor de la Dolorosa, es acogido con entusiasmo en Secondigliano por la mayor parte del pueblo; pero está también quien se muestra desconfiado y hostil. Los adversarios, pocos pero muy aguerridos y combativos, juran que impedirán la construcción de la Iglesia. Cuando el proyecto parece definitivamente destinado a fracasar, don Cayetano continúa creyendo en él y asegura a la gente: «La Iglesia se hará, porque es Dios quien la quiere». El 9 de diciembre de 1830 la Iglesia es bendecida.
Terminada la construcción, Cayetano Errico encarga a Francisco Verzella, escultor napolitano, una estatua de madera de la Virgen Dolorosa. Una tradición refiere que ha hecho rehacer varias veces el rostro, exclamando al final: «Así era». ¿La había visto en una visión?
La estatua hace su entrada en Secondigliano en mayo de 1835, y desde entonces continúan ininterrumpidamente la peregrinación y la devoción de los fieles hacia la Dolorosa de Cayetano Errico.
En los años siguientes, mientras don Cayetano reza delante del Santísimo Sacramento en el mismo coro de Pagani, el Señor le manifiesta que la nueva Congregación «debe ser fundada en honor de los Sagrados Corazones de Jesús y de María».
Desde entonces los Sagrados Corazones se transforman en el centro de la acción apostólica y misionera de Cayetano Errico, y él, en el apóstol de su amor misericordioso en todo el Sur de Italia. El amor de los Sagrados Corazones lo impulsa a buscar al hermano pecador para llevarlo al Padre, incluso a costo de la vida, y a entregarse sin descanso ni medida, particularmente a los hermanos de los grupos más desprotegidos: enfermos, obreros, artesanos, campesinos, analfabetos, muchachas sin dote y extraviadas, encarcelados.Se propone hacer sentir a todos la presencia de un Padre amoroso, dispuesto al perdón y lento para el enojo.
Terminada la iglesia, don Cayetano comienza a construir, en un lugar adyacente, la casa que tendrá que alojar a los futuros religiosos, los Misioneros de los Sagrados Corazones. Primeramente construye una pequeña casa, en donde se retira, en 1833, para vivir junto a un laico que atiende el servicio de la iglesia.
Con el traslado desde la casa paterna, comienza «oficialmente» la realización del encargo más importante recibido de Dios: la fundación de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones.
Ampliada la casa, funda el «Retiro sacerdotal de los Sagrados Corazones», para acoger a los sacerdotes dispuestos a empeñarse sobre todo en el trabajo de las misiones populares.
Don Cayetano es un hombre de Dios, es un «santo».¿Qué ha hecho para llegar a serlo?
El primer secreto de su santidad es «consumir las rodillas en la oración y... también en el suelo». Que Don Cayetano es un hombre de oración lo testifican tantas personas que lo han conocido y los dos «pocitos» en el piso de su habitación, excavados por sus rodillas.
La penitencia es el segundo secreto de su «santidad». Los viernes y los sábados limita sus comidas a un solo plato de sopa. Todos los miércoles y en la vigilia de muchas fiestas ayuna a pan y agua.A menudo duerme en el suelo. Lleva «un cilicio que ciñe su cuerpo: pecho, brazos y piernas». «Usaba disciplinas de cuerdas y de hierro de diversos tipos».
En 1833 don Cayetano presenta al Rey el pedido de reconocimiento de un Retiro, que es aprobado junto con el reglamento el 14 de marzo de 1836. El 1o de octubre de 1836 abre el noviciado, admitiendo a nueve jóvenes. En mayo de 1838 solicita el reconocimiento pontificio de la Congregación, y el 30 de junio recibe de la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares el decreto de elogio. El 6 abril de 1839, con el propósito de consolidar el desarrollo de la Congregación, pide el reconocimiento gubernamental, que el Rey concede el 13 de mayo, declarando «la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones legítimamente existente y capaz de gozar de los correspondientes efectos civiles y canónicos».
En abril de 1846 regresa a Roma para solicitar la aprobación definitiva. La Congregación ha crecido: el número de los congregados ha aumentado y han sido abiertas varias casas. El 7 de agosto de 1846 el Papa Pío IX emite el decreto de aprobación, y el 15 de septiembre el Breve apostólico.
Cayetano Errico, elegido unánimemente como Superior General después de la aprobación, trabaja hasta la muerte para el desarrollo de la Congregación, cuidando de modo particular la formación de los individuos.
Se empeña en la actividad misionera, en la predicación al pueblo y de los ejercicios espirituales en numerosos conventos
de religiosas, en la dirección espiritual y, especialmente, en la administración del sacramento de la reconciliación.
Muere en Secondigliano, a los 69 años de edad, el 29 de octubre de 1860 a las diez de la mañana.
«Ámense mutuamente y sean observantísimos de las Reglas».Es el testamento que deja a sus congregados. «Ha muerto un santo», es el comentario unánime de todo el pueblo. El eco de estas expresiones continúa todavía.Para los secondiglianeses y para todos sus devotos, Cayetano Errico, llamado y conocido como «O Superiore» El Superior, continúa siendo un «santo», esto es un ejemplo, un punto de referencia, un intercesor, una señal que indica a todos el camino de Dios, que los Sagrados Corazones, por amor, han vivido y trazado.
En 1866 el Cardenal Riario Sforza introdujo el proceso diocesano ordinario. En diciembre de 1884 el Papa León XIII lo declaró Venerable, y el 4 de octubre de 1974 el Papa Pablo VI emitió el decreto de la heroicidad de sus virtudes.El 24 de abril de 2001 Juan Pablo II firmó el Decreto de aprobación del milagro obtenido por el señor Salvatore Cacciappoli por intercesión de Cayetano Errico.

Santa Alfonsa de la Inmaculada Concepción: una santa india


La Beata Alfonsa de la Inmaculada Concepción nació en Kudamalur, de la región de Arpookara, en la diócesis de Changanacherry, India, el 19 de agosto de 1910, de la antigua y noble familia de los Muttathupadathu.

Desde su nacimiento, la vida de la Beata estuvo marcada por la cruz, que se le revelará progresivamente como el único camino para conformarse con Cristo. La mamá, María Puthukari, la dio a luz prematuramente al octavo mes de embarazo, después del susto provocado por una serpiente que se le enrolló a la cintura, mientras dormía. Ocho días después, el 28 de agosto, la pequeña venía bautizada según el rito siro malabar por el párroco Padre José Chakalayil recibía el nombre de Annakutty, diminutivo de Ana. Era la última de cinco hijos.

Transcurridos apenas tres meses, murió la madre. Annakutty pasó sus primeros años en casa de los abuelos en Elumparambil. Allí vivió un tiempo particularmente feliz para su formación humana y cristiana, durante el cual aparecieron en ella los primeros gérmenes de vocación. La abuela, mujer piadosa y caritativa, le comunicó la alegría de la fe, el amor a la oración, el impulso de la caridad para con los pobres. A los cinco años la niña sabía ya guiar, con entusiasmo infantil, la oración vespertina de la familia reunida, según el uso siro malabar, en la « sala de oración».

El 11 de noviembre de 1917, Annakutty recibió por primera vez el pan eucarístico. Decía a sus amigas «¿Saben por qué hoy estoy particularmente contenta? ¡Porque tengo a Jesús en mi corazón!».

Y en una carta a su padre espiritual, del 30 de noviembre de 1943, le había confiado: «Desde la edad de siete años no soy más mía. Me he dedicado toda a mi Esposo divino. Lo sabe bien Su Reverencia».

El mismo año de 1917 comenzó a frecuentar la escuela elemental de Thonnankuzhy, donde estableció una sincera amistad también con los niños hinduistas. Acabado el primer ciclo de instrucción, en 1920, viene el tiempo de trasladarse a Muttuchira, a casa de la tía Anna Murickal, a la que la mamá la había encomendado antes de morir, como madre adoptiva.

La tía era una mujer severa y exigente, con tratos despóticos y violentos exigía de Annakutty la obediencia a sus más mínimas disposiciones o deseos. Asidua en las prácticas religiosas, acompañaba a la sobrina, pero no compartía la amistad de la joven con las Carmelitas del monasterio vecino, ni sus largas jornadas de oración al pie del altar. Sin embargo estaba bien determinada a procurar un ventajoso matrimonio a Annakutty, obstaculizando los claros signos de su vocación religiosa.

La virtud de la Beata se manifestó en aceptar esta severa y rígida educación como una senda de humildad y paciencia por amor a Cristo, resistiendo tenazmente los reiterados intentos de noviazgo a los que buscaba obligarla la tía. Para sustraerse al compromiso de matrimonio, Annakutty llegó al punto de provocarse voluntariamente una gravísima quemadura, poniendo el pie en brasas ardientes. «Mi noviazgo estuvo determinado cuando tenía trece años cumplidos. ¿Qué podía hacer para evitarlo? Oré toda la noche... entonces me vino una idea. ¡Si mi cuerpo hubiese estado un poco desfigurado, ninguno me habría querido!... ¡Cuánto he sufrido! Y todo lo ofrecí por mi gran intención».

El propósito de disimular su singular belleza no valió del todo para librarla de las atenciones de los pretendientes. También en los años siguientes la Beata debió defender la propia vocación, incluso durante el año de prueba, cuando se intentó darla en matrimonio con la complicidad de la misma maestra de formación. «¡Oh, vocación que he recibido! ¡Don de mi buen Dios!... Dios vio el dolor de mi ánimo aquel día. Dios alejó las dificultades y me afianzó en este estado religioso».

Fue el P. Giacomo Muricken, su confesor, quien la orientó hacia la espiritualidad franciscana y para hacerla conocer la Congregación de las Franciscanas Clarisas. El 24 de mayo de 1927 Annakutty ingresaba en su colegio de Bharananganam en el actual territorio de la diócesis de Palai, para asistir como interna a la séptima clase. El año siguiente, el 2 de agosto de 1928, Annakutty iniciaba el Postulantado, tomando el nombre de Alfonsa de la Inmaculada Concepción, en honor de S. Alfonso de Ligorio, celebrado aquel día. El 19 de mayo de 1930 fue la vestición religiosa durante la primera visita pastoral a Bharananganam del Obispo Mar Giacomo Kalacherry.

El período de 1930-1935 estuvo marcado por graves enfermedades y sufrimientos morales. Pudo enseñar a los niños en la escuela de Vakakkad sólo el año escolar de 1932-33. Después, a causa de su debilidad, desempeña la tarea de auxiliar enseñante y de catequista en la parroquia. Estuvo encargada también como secretaria, sobre todo para escribir cartas oficiales, por su hermosa letra.

En 1934 fue introducido en la Congregación de las Franciscanas Clarisas el noviciado canónico. Deseando comenzarlo de inmediato, la Beata, a consecuencia de su inestable salud, fue admitida hasta el 12 de agosto de 1935. Casi una semana después de comenzado el Noviciado se presentaron hemorragias de la nariz y de los ojos, un profundo agotamiento orgánico y llagas purulentas en las piernas. La enfermedad se agravó a tal punto que se temió lo peor. El cielo vino en ayuda de la santa novicia. Durante una novena al Siervo de Dios Padre Kuriakose Elía Chavara —Carmelitano, hoy Beato— fue milagrosa e instantáneamente curada. Reiniciado el noviciado escribía en su diario espiritual sus santos propósitos: «No quiero actuar o hablar según mi inclinación. Cada vez que falte haré una penitencia... quiero estar atenta y no contradecir jamás a ninguno. A los demás diré sólo palabras amables. Quiero controlar mis ojos con rigor. Por cada pequeña falta pediré perdón al Señor y la expiaré con una penitencia. De cualquier tipo que sean mis sufrimientos no me lamentaré jamás y cuando deba afrontar cualquier humillación buscaré refugio en el Sagrado Corazón de Jesús».

El 12 de agosto de 1936, fiesta de Santa Clara, día de su Profesión perpetua, fue de inexpresable alegría espiritual. Se realizaba el deseo largamente guardado en su corazón y confiado a su hermana Isabel cuando apenas tenía doce años: «Jesús es mi único Esposo, y ningún otro».

Pero Jesús quería conducir a su esposa a la perfección por el camino del sufrimiento. «Hice mi profesión perpetua el 12 de agosto de 1936 y vine aquí a Bharanganam el día 14 siguiente. Desde aquel tiempo parece que me ha sido confiada una parte de la Cruz de Cristo. Ocasiones de sufrir me vienen en abundancia... Tengo un gran deseo de sufrir con alegría. Parece que mi Esposo quiere cumplir este deseo».

Hubo una serie de enfermedades dolorosas: una fiebre tifoidea, una pulmonía doble y, lo más grave, un shock nervioso por el susto al ver un ladrón, la noche del 18 de octubre de 1940. El estado de postración física se prolongó cerca de un año durante el cual no estuvo en grado de leer ni de escribir.

En toda situación Sor Alfonsa mantuvo una gran reserva y una actitud caritativa hacia las Hermanas, soportando en silencio sus sufrimientos. En 1945 sus enfermedades tuvieron un ataque violento.

Un tumor difundido en todo el organismo transformó su último año de vida en una continua agonía. Una gastroenteritis con complicación al hígado le provocaba violentas convulsiones con vómitos, hasta cuarenta veces al día. « Siento que el Señor me ha destinado a ser una oblación, un sacrificio de sufrimiento... Considero el día en que no he sufrido como un día perdido por mí».

En esta actitud de víctima por amor al Señor, contenta hasta el último momento y con la sonrisa de la inocencia siempre impresa en sus labios, Sor Alfonsa terminó serenamente y con alegría su camino terreno en el convento de las Franciscanas Clarisas en Bharananganam a las 12:30 horas del 28 de julio de 1946, dejando el recuerdo de una Hermana llena de amor y santa.

El 8 de febrero de 1986 Alfonsa de la Inmaculada Concepción Muttathupadathu fue proclamada Beata por el Papa Juan Pablo II en Kottayam, India.

Hoy, con la canonización, la Iglesia que peregrina en la India muestra a la veneración de los fieles de todo el mundo su primera Santa. En su nombre fieles provenientes de todas partes del mundo se unen en el único agradecimiento a Dios, en el signo de dos grandes tradiciones oriental y occidental, romana y malabar, que Alfonsa vivió y armonizó en su vida santa.

Narcisa de Jesús : Nueva santa latinoamericana



Narcisa de Jesús nació en Nobol, Ecuador, a fines de 1832. Sus padres fueron don Pedro Martillo Mosquera y doña Josefina Morán. Se desempeñaban como campesinos y murieron cuando Narcisa era muy joven. La nueva santa ecuatoriana se trasladó a Guayaquil donde vivió por más de 15 años dedicada a la oración, al trabajo manual y a la caridad apostólica. A principios de 1868 viajó a Lima y allí continuó su vida virtuosa como seglar, alojada en la Casa de las Hermanas de la Orden Laical de Santo Domingo, hasta su muerte el 8 de diciembre de 1869. Su cuerpo fue trasladado a Guayaquil en 1955 y ahora permanece en Nobol, su pueblo natal.
En 1992 el Papa Juan Pablo II la beatificó. En aquella ocasión el Santo Padre señaló que “Narcisa de Jesús Martillo Morán, joven laica nacida el siglo pasado en Nobol, es presentada hoy por la Iglesia como un modelo de virtud, especialmente para tantas mujeres de América Latina que, como ella, tienen que emigrar del campo a la ciudad en busca de trabajo y sustento. La espiritualidad de Narcisa de Jesús está basada en el escondimiento a los ojos del mundo, viviendo en la más profunda humildad y pobreza, ofreciendo al Señor sus penitencias como holocausto para la salvación de los hombres”.

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Narcisito, como era conocida, dedicaba ocho horas diarias a la oración. Sus pilares eran la eucaristía que recibía diariamente, las Sagradas Escrituras y su amor filial a María a través del Santo Rosario. Tenía igualmente una devoción especial al Sagrado Corazón.

Siendo laica, Narcisita vivió la virginidad, la pobreza y la obediencia: “Ella optó por buscar afanosamente las ayudas que la santa Madre Iglesia en sus cuidados maternales siempre proporciona a todos sus hijos. En este sentido, supo elegir prudentemente sus directores espirituales y confesores como mediadores que expresaban la voluntad de Dios, voluntad que ella buscaba con todo su corazón”, asegura el sacerdote ecuatoriano Carlos Vinicio Urdiales, estudioso de la vida de la santa.

Fue la búsqueda de un director espiritual lo que la llevó a trasladare a Guayaquil cuando tenía 18 años con el padre Luis Tola. Más tarde y por la misma razón la santa viajó a Lima en 1868 para recibir allí dirección espiritual con el padre Fray Pedro Gual.

Narcisita tuvo que vivir desde muy pequeña varias renuncias y abnegaciones. La primera de ellas fue la muerte de su madre cuando tenía sólo seis años. A los 18 años murió su padre y la joven renunció a su herencia.

Además practicó fuertes actos de penitencia con azotes y coronas de espinas: “Encontramos la aplicación constante de la sabiduría de la cruz en cada circunstancia de la vida. Ella estaba firmemente persuadida de que el camino de la santidad pasa por la humillación y la abnegación, es decir, por el sentirse crucificada con Cristo”, dijo el Papa Juan Pablo II en la homilía durante su beatificación en 1992.

Tuvo un fuerte celo apostólico con los niños y jovenes. Primero en la parroquia de la localidad de Dualde y luego en la catedral de Guayaquil, donde enseñaba.

También estuvo involucrada con la pastoral de jóvenes abandonadas y refugiadas trabajando en la “Casa de las Recogidas” de Guayaquil. Allí enseñaba costura y bordado. A su vez visitaba a los enfermos y moribundos.

La práctica de la caridad la llevaron hasta la ciudad de Cuenca donde atendió a su director espiritual monseñor Amadeo Millán, quien meses más tarde murió de tuberculosis.

Narcisita falleció en diciembre de 1869 luego de largos meses de enfermedades y ofrecimientos. Según los médicos que la revisaron su cuerpo estaba extenuado por la vida de sacrificios y penitencias.

Fuentes: ZENIT.org e ACIprensa

La Madre Bernarda: "la santa cartagenera"


A pesar de haber hacido en Suiza, sus devotos la consideran 'la santa cartagenera', ya que en la capital de Bolívar desarrolló su obra durante muchos años.

María Bernarda del Sagrado Corazón de Jesús Butler, como es su nombre de pila, nació en el Cantón de Argovia (Suiza) en 1848, y murió en Cartagena en 1924.
Los cartageneros se sienten 'dueños', más que ninguno de otra región del mundo, de la obra milagrosa de la religiosa, pues son muchos los que aseguran haber sido beneficiados directamente por sus milagros.
Por eso una delegación de unas 50 personas de esta ciudad, entre ciudadanos del común, sacerdotes y religiosas ,se encontraron en Roma para presenciar la ceremonia.
De acuerdo con muchas opiniones, la madre Bernarda es la responsable de que en Cartagena haya clínicas, iglesias, calles y centenares de mujeres con su nombre de pila: Bernarda, debido a su elogiada labor.
"Aquí la sentimos como si fuera nacida en nuestro suelo, pues fue en esta ciudad donde desarrolló su labor milagrosa", señaló Eugenio Salcedo Lora, uno de los viajeros a la canonización ocurrida el pasado 12 de octubre en Roma.
Aunque la exaltación a santa se logró por dos testimonios ocurridos en Cartagena: la de la médica Mirna Jazime Correa, y la de la barranquillera Liliana Sánchez, cuyas recuperaciones, cuando estaban al borde de la muerte, sirvieron para la beatificación y posterior canonización, son muchos los testimonios que no son conocidos públicamente.
Precisamente Salcedo Lora es una de estas personas que dice haber recibido la bendición de la madre Bernarda.
Cuenta que a la edad de 7 años sufrió una severa meningitis, que posteriormente le degeneró en una poliomielitis, que le impidió caminar durante más de cuatro años.
Pero su madre, Elena Lora, puso toda su devoción a la madre Bernarda, y no desfalleció nunca, no obstante no haber recibido ninguna respuesta en la primera novena que le ofrendó.
En la segunda novena, en el último día, Eugenio se levantó de la cama sin ayuda de nadie y desde entonces no ha sufrido ninguna discapacidad.
De eso hace 49 años, y Salcedo cada vez que puede le rinde tributo a la santa madre Bernarda, al igual que la mayoría de los que viajó a Roma desde Cartagena. "Cada uno tiene su historia de sanación", precisó.
En 1995, cuando fue beatificada por Juan Pablo II, Salcedo Lora también asistió a la ceremonia.

La celebración se extenderá hasta el 3 de noviembre próximo cuando se abran las puertas del santuario donde reposarán sus restos mortales.


Los dos milagros

Dos milagros han sido reconocidos expresamente por la Iglesia Católica, atribuidos a la intercesión de la madre María Bernarda Bütler.
El milagro tomado para la beatificación ocurrió en 1969: la pequeña Liliana Sánchez, natural de Barranquilla, que por aquel entonces contaba con sólo 15 días de vida, presentaba ausencia de los huesos de la bóveda craneana e iba a morir en el corto plazo según dictaminaron los médicos que le veían.
Una religiosa de la congregación, la hermana Filomena Martínez, le entregó a la mamá de la niña una reliquia de la madre Bernarda y una novena.
La señora puso la reliquia en la cabeza de su hija y rezó. De la noche a la mañana, se produjo una reconstrucción ósea completa, verificada por los médicos, asegura hoy.
El otro hecho ocurrió en el año 2002. Mirna Jazime Correa, una médico de 29 años de edad de Cartagena, presentaba neumonía atípica complicada con derrame pleural bilateral y síndrome distrés respiratorio del adulto (SDRA), por lo que los médicos la habían desahuciado.
La mamá de Mirna también colocó sobre la cabeza de su hija una reliquia de la beata María Bernarda y pidió durante todo el día la curación.
"La recuperación fue testificada por 12 médicos", indicó la hermana María Elisa Hincapié, de la comunidad franciscana Misionera María Auxiliadora.
Este hecho fue aprobado por el Papa quien por intermedio de un decreto aprobó el milagro.

JUAN CARLOS DÍAZ M.
Corresponsal de EL TIEMPO
CARTAGENA

CUATRO NUEVOS SANTOS EN LA IGLESIA CATOLICA

El 12 de octubre pasado,el papa Benedicto XVI canonizó a cuatro personas en Roma, con lo que la Iglesia católica romana cuenta con nuevos santos: la monja activa en Colombia nacida en Suiza Maria Bernarda Bütler, la ecuatoriana Narcisa de Jesús Martillo, la india Anna Muttathupandathu y el italiano Gaetano Errico.Numerosos fieles se congregaron en la plaza de San Pedro en El Vaticano para participar en la misa de canonización.
"La madre Bernarda (1848-1924) sigue siendo un ejemplo ilustrador de una mujer bíblica: fuerte, inteligente, mística, maestra espiritual y misionera excelente", se dijo en la misa durante la canonización de la primera santa nacida en suiza, en el municipio de Auw situado entre Zúrich y Lucerna, y que trabajó como monja en Colombia.
El procedimiento para la canonización está fuertemente regulado en la Iglesia católica. Una de las condiciones es la realización de un milagro además de haber llevado una vida intachable como cristiano.
En el caso de Bütler se investigan desde hace 50 años dos posibles milagros: la sanación de un tumor cerebral en un niño de dos semanas y de la afección pulmonar de una doctora en Cartagena. Para la Iglesia ya está claro que se trató de curaciones milagrosas.
El Papa también canonizó a la ecuatoriana Narcisa de Jesús Martillo, fallecida en Perú en 1869, y a la monja india Anna Muttathupandathu, fallecida en 1946, que se convirtió en la primera santa de esa nacionalidad. El sacerdote italiano Gaetano Errico, oriundo de Nápoles y fundador de la orden de los Misioneros de los Sagrados Corazones, fue el único hombre entre los nuevos santos.

Encuentro con el Caballero Gaucho (segunda parte)



ENTREVISTA CON EL CABALLERO GAUCHO 5




En mi encuentro con Don Luis Angel Ramírez Saldarriaga "El Caballero Gaucho", pude descubrir la faceta espiritual y mística de un artista clásico popular que es ante todo un ser humano, un hombre como todos.
En verdad su simplicidad, sencillez y acogida son sorprendentes. Su casa está abierta a todos los que quieran ir hasta La Virginia a visitarlo.
Después de tomar un almuerzo muy paisa continuamos departiendo con mucho entusiasmo. Don Luis habló casi todo el tiempo de una experiencia que con muy pocos comparte: "EL MILAGRO DE LA VIRGEN DEL JORDAN".
Resulta que allí mismo en la zona urbana del municipio risaraldense donde vive hce más de 30 años, existe un santuario dedicado a la Virgen María, bajo la advocación de La Virgen del Jordán. Contando la historia a "vuelo de pájaro", resulta que en 1994 le apareció una llaga en el paladar y en una de las tantas visiones que ha tenido con un anciano noble , alto de barbas este le dijo compadeciéndose de él que tenía cáncer. Don Luis fue acompañado por su esposa a diversos centros médicos de la región para corroborar lo escuchado de una manera muy particular y mística. Efectivamente a Don Luis le fueron dados tres diagnósticos que científicamente demostraban los inicios de un cánce maligno en la parte superior de su boca.
Cierto el caso es que Doña Esperanza su esposa y compañera desde hace 27 años, comenzó a aplicarle sobre la herida, gotitas de agua tomadas de la fuente del santuario de la Virgen del Jordán. Ella lo hizo con esa fe tan grande que siempre la ha caracterizado. Después de 6 meses le fue hecho otro diagnóstico a nuestro ídolo popular y milagrosamente no se encontraron más rastros de la mortal enfermedad. El milagro, el beneficio se le adjudicó a la mencionada Virgen.
Por ello Don Luis ha hecho imprimir muchos folleticos que reparte a quienes quere, y en donde relat de manera suscinta cómo fue ese milagro de curación.
Don Luis Angel afirma ser un creyente fervoroso de Dios de toda la vida. Nacido en un hogar muy católico, los valores religiosos le fueron infundidos a él y sus cuatro hermanos con mucha fuerza.
En muchas de sus canciones se refleja esa creencia y amor por el Divino creador:
Regalo Divino, canción de su propia inspiración, en ella a la vez que le canta a la mujer , a su esposa actual Esperanza, se dirige a Dios, destacándolo por su creación y su bondad:

"Mi Dios que hizo los mares y los cielos,
me dio este corazón que tanto te ama.
Hizo de tu persona un ser tan bueno,
tan lleno de ternura en el alma.
Y bendigo al Señor porque me ha dado
como regalo tu amor y tu cariño
y lloro por lo nidos ya vacíos
que han quedado en la nieve y el olvido.

Por eso como el ave busca el fruto,
busco yo en tu querer la complacencia.
Por eso es que te quiero y sufro mucho
si me faltan tu voz y tu presencia".


Lo mismo ocurre en canciones como "Amor de Dios", "Viejo juguete", "Ante la Cruz" siempre nombra a Dios, pródigo de amor, ternura y dedicación por la criatura humana y que le asiste aún en sus penas y sufrimientos de amor, esos males del corazón.
Don Luis afirma con mucha convición "En todas mis canciones trato de nombrar a Dios", A EL le debemos todo y sin él no podemos hacer nada".

Todas sus canciones expresan vivencias del pueblo, sobretodo del campesino de nuestra región que algunas veces se refleja en los sentimientos gauchos cantados con esa voz pampera que lo ha identificado por más de 60 años de vida artística.

El nombre artístico de "Caballero Gaucho", fue idea del poeta y mánager de la época Don Luis Carlos González, quien viendo que Luis Ramírez no decia mucho ni nada, se le ocurrió el mote. Este nombre obedece a su "voz pampera", excelente y adecuada para cantar tangos, pero este artista también ha cantado muy bien valses, foxes y rancheras.

Irónicamente nunca ha visitado ni ha ido de gira por La Argentina, pero Don Luis me dijo que alguna vez tuvo los boletos de avión en la mano, invitado por el también artista Andrés Falgás, pero no me explicó a fondo el por qué no fue (pero uno deduce que debió haber tenido dificultades de visa, enfermedad o quien sabe).

Con nostalgia recordamos juntos DOn Luis y yo, a muchos otros artistas de la música popular a quienes él les ha sobrevivido:
Lucho Bowen le trajo alguna vez serenata hasta su casa. Lucho Bowen falleció en Cali (Abril 30, 2005) a dónde viajo desde casi la década de los 50 junto a otros famosos como Julio Jaramillo. Murió por dolencias cardiacas a eso de las tres de la tarde...
Con Julio Jaramillo compartió escenario muchas veces y lo recuerdaz como un hombre bastante bohemio y muy depresivo, pero excelente amigo según me contaba "El Caballero Gaucho".
J.J, como se le conocía, murió el 9 de febrero de 1978 en las horas de la noche, segundos después de reír a carcajadas por un chiste. Tan pronto se supo por la radio su muerte, el pueblo se agolpó junto a la clínica y aunque él pidió reiteradamente que no le rindieran homenajes póstumos, cerca de 200 mil personas lo tuvieron en cámara ardiente durante tres días, lo acompañaron al cementerio y con respeto y profundo dolor cargaron su ataúd. Así despidieron al ídolo del pueblo, al zorzal del Ecuador...

(Continuará...)

Jean Marie Gustave Le Clézio: el nómada de la palabra itinerante


Perfiles 19-10-2008


Desde París, Francia, un asiduo de J.M.G. Le Clézio, el Premio nobel de literatura 2008, nos hace un retrato de su obra, a través de las palabras del propio escritor francés, y de las notas al margen de sus libros.

Marlon Meza Teni, Especial para Siglo 21 |

Una joven estudiosa me hizo descubrir la literatura de J.M.G. Le Clézio, hace más de dos décadas en París. Fue un asunto muy breve entre ambos, que duró menos de dos libros. Luego nos dejamos… y yo me quedé con una fuerte adicción por los libros de Le Clézio. Las personas que lo habían leído y que entonces me cruzaban con sus textos bajo el brazo me aseguraban: ¡te vas a desmoralizar con tus lecturas! No sucedió, por supuesto. Quizás por eso ninguna atribución del Premio Nobel de Literatura me ha causado hasta hoy tanta alegría como la de este 2008, otorgado a J.M.G Le Clézio (Niza, Francia. 1940). Se trata de un autor sencillamente fraternal, dueño de un universo poético cristalino, y aunque algunas veces sombrío, de gran simplicidad. Le Clézio (catalogado un tiempo bajo la etiqueta del nouveau roman), es indudablemente el único representante vivo de la gran “Literatura” en Francia, desde que Georges Perec desapareció. Artesano de la palabra, como él mismo se considera, su prosa, que se encuentra fuera de lo ordinario es, sin embargo, accesible, precisa y poseedora de un discurso moral impar. “Un libro es el único lugar del mundo en donde dos desconocidos pueden encontrarse de manera íntima”. La frase es de Paul Auster, pero se aplica aún más a la obra de J.M.G. Le Clézio, o dicho de otra manera: la impresión de estar frente a un ser discreto y hospitalario es inmediata desde las primeras líneas.
Con sus libros sobre mi escritorio y ahora que el otoño está a medio camino en Europa, y que los días empiezan a ser fríos y los árboles se transforman en acuarelas, creo que lo mejor para presentar a J.M.G. Le Clézio es dejarlo hablar con sus frases calurosas –imaginadas en algún desierto o alguna isla lejana, lejos de las grandes ciudades– que durante dos décadas he ido subrayando cuidadosamente en tomos, entrevistas, o anotando de sus breves pasajes por la televisión… “Un escritor es, sin duda, alguien imperfecto, inacabado, que escribe justamente con vistas a este fin, que busca incansablemente la perfección”, asegura él mismo.
J.M.G. Le Clézio escribió sus primeras novelas cuando tenía 9 años, durante un viaje a Nigeria, adonde iba para conocer a su padre (Un largo viaje, Oradi negro). “…Pienso que estamos condicionados por todo aquello que vivimos en los primeros años de vida… lecturas, cuentos que pudieron contarnos o pudimos oír. Es todo esto lo que otorga un verdadero destino. El resto de la existencia consiste en reconstruir este período…”. De los 48 libros publicados hoy día, menos de 15 han sido traducidos al español. Hecho sorprendente si se toma en cuenta su larga estadía en México y Centroamérica, y al mismo tiempo natural si se toma en cuenta que Le Clézio es un escritor enigmático, volunta-riamente secreto que –como lo prueba en El atestado, La Fiebre, El diluvio, El éxtasis material– odia las ceremonias, huye a las mul-titudes, aborrece la grava, el cemento, los automóviles, los semáforos, los supermercados, los micrófonos, las grandes ciudades, la sociedad consumista y cualquier sistema que vaya en deterioro del planeta y de la especie humana. A cambio: su curiosidad por el desierto, el mar, la naturaleza –“inconscientemente me resulta imposible escribir una novela sin pensar en el aire, el viento, el fuego, la tierra, el agua; para mí, elementos tan importantes como la sociedad humana”– las sociedades nómadas, los pueblos y las civili-zaciones indígenas, los extranjeros, los vagabundos, los niños salidos del desierto, aquellos víctimas de la esclavitud, y quienes so-breviven abarrotados en las áreas marginales. En resumen: Seres pobres –algunas veces personajes incultos– que construyen con una forma de movimiento heterogéneo su propia libertad. “…La belleza de los pueblos pobres es invencible...”, escribe en El desco-nocido sobre la tierra. “…Quiero escribir para la belleza del mundo, por la pureza del lenguaje... Quiero escribir para estar del lado de los animales y de los niños (...) Con el lenguaje, el hombre se convirtió en el más solitario de los seres del mundo porque se excluyó del silencio”.

Las obras, las palabras y los temas esenciales
De su extensa obra, quizá haya que retener varios libros: El atestado, escrita muy joven a orillas de una playa de Niza, y con la cual ob-tuvo, a los 23 años, el premio Renaudot en 1963. La Fiebre (1965), una colección de nueve relatos basados en una historia familiar, que como con la Náusea, de J.P. Sartre, o El Asco, de Horacio Castellanos Moya, posee la magia de transmitir un malestar que instiga a un cuestionamiento; en este caso, la febrilidad del lector. Le Clézio es un malabarista de las emociones profundas, un provocador de desequilibrios en un planeta en donde el orden establecido parece ser un anticipo de los grandes desastres. Entre 1966 y 1968 apare-cen El diluvio, El éxtasis material y Terra Mata. “…Lo que yo quería, era construir libros en donde hubiera una nada antes, y una nada después”. En 1969, El libro de las huidas: “…Quiero trazar mi ruta, para destruirla, así, sin descanso. Quiero romper lo que creé, para crear otras cosas, para romperlas de nuevo. Este movimiento es el verdadero movimiento de mi vida…”. Entre 1970 y 1973 publica La Guerra y Los Gigantes, un grito de alboroto contra el ruido de las ciudades, su violencia y el espacio obstruido, representado por la so-ciedad consumista y sus supermercados. “…Siempre he pensado que la literatura no debe servir para describir sino más bien para comprender lo que hemos visto y poder integrarlo en nosotros…”. Entre 1975 y 1977 acentúa una nueva etapa con Viajes del otro la-do, en donde el mito profundo del Agua, como elemento, es confrontado a la industrialización del mundo moderno y sus redes cual trampas. En 1980 recibe el premio Paul Morand, el primero otorgado por la Academia Francesa, por Desierto, sin duda uno de sus más logrados textos sobre las sociedades nómadas. “No había un fin para la libertad, era tan vasta como la extensión de la tierra, bella y cruel como la luz, dulce como los ojos del agua. Cada día, durante el alba, los hombres libres retornaban a su vivienda, en el sur, allí en donde nadie más sabía cómo vivir”. En 1981, mientras viaja a las Islas Mauricio y Rodríguez, escribe Viaje a Rodríguez. En 1982-1983, La ronda y otros relatos, un libro peligroso de aparente inocencia en donde –como en muchos de sus textos– instala la inquietud, el peligro que deriva del azar y de la realidad cotidiana. De 1984 es importante subrayar su interés por lanzar en la Editorial Gallimard una colección llamada A l’aube des peuples (al alba de los pueblos), iniciativa que comparte con el escritor Jean Grosjean, y a través de la cual, el hoy Nobel presentara en 1991 su traducción de La Relación de Michoacán. En 1985 escribe El buscador de oro, sin duda su libro más bello de aventuras. Al origen: un texto que había empezado a escribir a los 15 años, en donde narra la historia de su abuelo, un buscador de oro en las islas. De 1989 data La primavera y otras estaciones, libro de 5 relatos que pone en escena a 5 mujeres. (“No es de una importancia extrema definir lo que es una novela o un cuento; creo que se trata simplemente de una cuestión de ritmo”). En-tre 1991 y 1992, Onitsha y Estrella errante. En 1993-1994 escribe la novela en donde narra la extraña historia de amor entre Diego Ri-vera y Frida Kahlo, Diego y Frida. De 1995 es La Cuarentena, editado por Tusquets en español, un libro en el cual la genealogía del propio Le Clézio se inscribe. “…Si mi abuelo no hubiera decidido volver a Francia después de la experiencia de una cuarentena en la Isla Mauricio, no se hubiera casado, y sin duda yo no hubiera nacido…”. De 1996-1997 es El pez dorado, la historia de una niña inmi-grante marroquí en París, inspirado por un proverbio náhuatl: “Oh Pescado, pescadito de oro, cuídate, pues hay tantos lazos y redes tendidas para ti en este mundo”.

Indudablemente la aventura y la búsqueda vistas a través de los ojos de un niño es el elemento básico o el punto de partida de una obra que enseguida ramifica en temas como la soledad, el mito, la espiritualidad, la travesía, los continentes y las islas; el desencanto por las ciudades, el tiempo, el silencio, la ausencia, el desierto, las fronteras, la arena… y el mar. Le Clézio es un autor que oscila entre el sueño y la denuncia, entre la inocencia creativa de la niñez –desde el primero de sus libros (un texto inédito) en donde todo sucede en un mundo de gaviotas, hasta el más reciente de sus libros, inspirado en el personaje de su madre, Cantinela del hambre– y el descubrimiento abrupto de la violencia adulta.


EL PREMIO NOBEL:
El día en que se anunció el Premio Nobel, J.M.G. Le Clézio estaba casualmente invitado a un programa literario de la televisión francesa (para la presentación de su más reciente novela Ritournelle de la faim), al que no desistió a pesar de las cámaras y micrófonos del mundo entero que lo solicitaban. “Un premio literario siempre es bueno, pero el Premio Nobel es magnífico por-que fue inspirado por una historia de amor (…) la historia que está al origen de este premio es maravillosa”, afirmó al iniciar el programa.
Esta vez el premio Nobel de Literatura ha sido entregado a la mirada de todos aquellos niños del mundo que sufren la guerra, los deterioros de la modernidad y tienen la cualidad esencial de una mirada desnuda, sin prejuicios, a todos aquellos seres que han inspirado su universo imaginario, idealista; a los marineros del mundo, a los inmigrantes pobres de la noche que huyen de la miseria de un territorio devastado, a los seres nómadas del silencio, a todos aquellos que no necesitan de un horizonte para avanzar, y a quienes desconfían del mal uso que la política da a las palabras, porque “pensar es actuar, y ser sí mismo es ser los otros. No es necesario (…) estar inscrito en un partido político”. Un premio a los hombres que a diario mantienen una lucha ecológica para salvar al planeta, porque “la ecología es un sentimiento antes que una política”, y porque de la misma forma en que asegura en El éxtasis material: “Los más grandes pecados el hombre no los comete por culpa de sus sentimientos, sino por culpa de su inteligencia”. El Premio Nobel ha sido entregado a quienes como él creen que la literatura es “como el mar, o más bien como el vuelo de un pájaro encima del mar, deslizándose muy cerca de las olas, pasando frente al sol...”.


LE CLÉZIO Y EL UNIVERSO MÍTICO DE LOS AZTECAS Y LOS MAYAS
Eterno nómada, Le Clézio –que hoy vive en un sitio desconocido de Albuquerque– pasó largos períodos entre París, Niza, Nigeria, La Saguia el Hamra (al sur de Marruecos), la Isla de Rodríguez, la Isla de Mauricio, Nuevo México. Panamá. México D.F, y en Jacona (México), donde se de tuvo por más de 12 años. Admirador del mundo Azteca y Maya, afirma: “…Cambié mi imagen del tiempo, des-pués de haber estado en contacto con los indios de América (…) si hubiéramos sabido cómo viven los amerindios, o cómo las gentes del desierto, seguramente no tuviéramos que estar administrando tanta catástrofe (...) ellos tienen voces que las sociedades no nos dejan llegar y que tienen tantas cosas que aportarnos…La voz de Rigoberta Menchú es una voz sorprendente porque dice cosas de una gran simplicidad”. Le Clézio, perfecto conocedor de los mitos, su literatura, sus sueños y las fiestas tradicionales, tradujo al francés La Rela-ción de Michoacán, Las Profecías del Chilam Balam, Tres ciudades santas y es autor de los ensayos El sueño mexicano (un estudio sobre los mayas de Yucatán y Petén) y la Fiesta cantada, una obra poética en donde plantea sus dudas y sus certezas acerca de la civilización, al lado de textos de los Chichimecas, Dzibilnoac y Rigoberta Menchú. Creador de una colección (Label Tradition en Galli-mard), el Nobel francés pudo incluir como primer título después de muchas discusiones y batallas editoriales, una nueva traducción del Popol Vúh. “…Tuve la suerte de compartir la vida de un pueblo amerindio (…) experiencia que cambió toda mi vida, mis ideas so-bre el mundo y sobre el arte, mi manera de ser con los otros, de caminar, de amar, de dormir, y hasta mis sueños…”.


“Quiero trazar mi ruta, para destruirla, así, sin descanso. Quiero romper lo que creé, para crear otras cosas, para romperlas de nuevo. Este movimiento es el verdadero movimiento de mi vida”

Tomado literalmente de la página web:

http://www.sigloxxi.com/noticias/23933

El PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2008


Jean-Marie Gustave Le Clézio
De Wikipedia, la enciclopedia libre

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Nombre Jean-Marie Gustave Le Clézio
Nacimiento 13 de abril de 1940 (68 años)
Niza, Francia
Ocupación Escritor y traductor
Nacionalidad Francesa
Género Novela, ensayo
Movimientos Existencialista, inicialmente.
Cónyuge Jemia
Prole 2
Jean-Marie Gustave Le Clézio (Niza, Francia, 13 de abril de 1940), normalmente abreviado como J.M.G. Le Clézio, es un escritor franco-mauriciano de origen anglo-bretón, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2008 y de otros reconocimientos, como el Premio Renaudot en 1963, el Premio Paul Morand en 1980 y elegido en 1994 por los lectores de la revista francesa Lire como el mejor escritor francés vivo.[1]


Biografía
Le Clézio proviene de una familia bretona emigrada a Isla Mauricio en el siglo XVIII. Nació el 13 de abril de 1940 en Niza, hijo de padre inglés y madre bretona.[2] Durante la Segunda Guerra Mundial la familia se separó, su padre no pudo unirse a su esposa e hijos que vivían en Niza. Le Clézio se trasladó con su familia cuando tenía 8 años a Nigeria, donde su padre sirvió como cirujano en las Fuerzas Armadas Británicas.[3]

Le Clézio estudió en la Universidad de Bristol de 1958 a 1959 y terminó su licenciatura en el Collège Universitaire littéraire de la Universidad de Niza.[4] Después de graduarse como doctor en letras, se mudó a los Estados Unidos como profesor. En 1967 fue enviado a Tailandia para realizar el servicio militar, pero fue expulsado casi de inmediato por protestar contra la prostitución infantil y fue enviado a México para cumplirlo. De 1970 a 1974, vivió con los indios Embera-Wounaan de Panamá. Escribió una tesis doctoral sobre Henri Michaux, por la que obtuvo un máster, en la Universidad de Aix-en-Provence en 1964[5] y escribió otra tesis en la Universidad de Perpiñán en 1983 sobre los comienzos de la historia de México.

Después de su especialización en la literatura francesa, se hizo famoso a los 23 años con su primera novela, "Le Procès-verbal" (El atestado), que fue seleccionada para el Premio Goncourt y que obtuvo el Premio Renaudot en 1963. En ella definía su literatura existencialista, próxima a las obras de sus coetáneos Georges Perec y Michel Butor. Desde entonces ha publicado más de cincuenta libros, entre cuentos, novelas, ensayos, dos traducciones sobre el tema de la mitología hindú, un sinnúmero de prefacios y comentarios, así como algunas contribuciones en diversas publicaciones.

En 1975 contrajo matrimonio con Jemia, de origen marroquí, con quien ha tenido dos hijos.[6] Desde 1990 ha alternado su lugar de residencia entre Albuquerque (Nuevo México, Estados Unidos), Mauricio y Niza.[7]


Carrera literaria
Empezó a escribir a los 7 años y no ha dejado de hacerlo a pesar de sus numerosos viajes. Su carrera literaria puede dividirse en dos grandes períodos. En el primero de ellos, de 1963 a 1975, Le Clézio exploró temas como la locura, el lenguaje, la escritura y se dedicó a la experimentación formal, al igual que hicieron otros autores contemporáneos suyos, como Georges Perec y Michel Butor. La imagen pública de Le Clézio era la de un innovador y un rebelde, y recibió elogios de Michel Foucault y Gilles Deleuze.

A su primera novela, la mencionada "Le Procès-verbal" ("El atestado"), siguieron otras dos en las que también realizó una descripción de los tiempos de crisis. Ellas son la colección de relatos "La Fièvre" ("La fiebre") de 1965 y "Le Déluge" ("El diluvio") de 1966, en las que pone de manifiesto los conflictos y el miedo predominantes en las principales ciudades del mundo occidental. En esta etapa también destacó como autor comprometido con la ecología, como demuestran sus obras "Terra amata" de 1967 y "Le Livre des fuites" (El libro de las huidas) de 1969.[6]

El segundo período comenzó a finales de los años 70 en los que el estilo de Le Clézio experimentó un cambio drástico. Abandonó la experimentación y el estado de ánimo de sus novelas se convirtió en menos atormentado, abordando temas como la infancia, la adolescencia o los viajes, con los que logra atraer a un número de lectores más amplio y popular. En 1980 recibió el Premio Paul Morand, y fue el primero en obtener tal galardón, adjudicado por la Academia francesa a su obra "Désert" ("Desierto"). En este relato pone de manifiesto el contraste entre "la grandiosidad de las culturas perdidas del norte de África y la mirada de los inmigrantes indeseados en Europa".[6]

A partir de ese momento, sus obras se centraron en temas relacionados con la cultura amerindia, en la que profundiza a partir de la traducción de obras como "Les Prophéties du Chilam Balam" ("Las profecías de Chilam Balam") o "Le Rêve mexicain ou la pensée interrompue" ("El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido"). La temática de sus obras cambió, centrada en viajes y mundos desconocidos, por lo que obtuvo un gran éxito de ventas.[6]

En 1994, una encuesta realizada por la revista literaria francesa Lire mostraba que el 13 por ciento de los lectores le considerada el mejor escritor vivo en lengua francesa.[1]

El 9 de octubre de 2008 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.[8] La Academia Sueca lo calificó como "El escritor de la ruptura, de la aventura poética y de la sensualidad extasiada, investigador de una humanidad fuera y debajo de la civilización reinante".[6]


Obras
1963 : Le Procès-verbal (El atestado)
1965 : La Fièvre (La fiebre)
1966 : Le Déluge (El diluvio)
1967 : L'Extase matérielle
1967 : Terra Amata
1969 : Le Livre des fuites (El libro de las huidas)
1970 : La Guerre (La guerra)
1970 : Lullaby
1971 : Haï
1973 : Mydriase
1973 : Les Géants (Los gigantes)
1975 : Voyages de l'autre côté (viajes del otro lado)
1976 : Les Prophéties du Chilam Balam (Las profecías de Chilam Balam)
1978 : Vers les icebergs (Ensayo sobre Henri Michaux)
1978 : Mondo et autres histoires (Mundo y otras historias)
1978 : L'Inconnu sur la Terre (El desconocido sobre la tierra)
1980 : Désert (Desierto)
1980 : Trois villes saintes (tres villas o ciudades santas)
La Ronde et autres faits divers
Relation de Michoacán
1985 : Le Chercheur d'Or (El buscador de oro)
Diego et Frida
Voyage à Rodrigues
Le Rêve mexicain ou la pensée interrompue (El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido)
Printemps et autres saisons (La primavera y otras estaciones)
Onitsha
Étoile errante (Estrella errante)
Pawana
La Quarantaine (La cuarentena)
Le Poisson d'or (El pescado de oro)
Gens des nuages (Gente de nubes)
La Fête chantée (La fiesta cantada)
Hasard (seguido de Angoli Mala)
Cœur Brûle et autres romances (Corazón quemante y otros romances)
Révolutions (Revoluciones)
2004 : L'Africain (El africano)
2006 : Ourania
2008 : Ritournelle de la faim

Referencias
↑ a b Lire, "Le Clézio N° 1" , 1994, 22s.
↑ «Jean-Marie Gustave Le Clezio wins the 2008 Nobel Literature Prize», Times Online, 9 de octubre de 2008. Consultado el 9 de octubre de 2008. (en inglés)
↑ «France’s Le Clezio wins Nobel literature prize», Boston Herald, 9 de octubre de 2008. Consultado el 9 de octubre de 2008. (en inglés)
↑ Amin Maalouf entrevista a J.-M. Le Clézio (en francés). Consultado el 9 de octubre de 2008.
↑ Marshall, Bill; Cristina Johnston. France and the Americas. ABC-CLIO, 2005. ISBN 1-85109-411-3. p.697
↑ a b c d e elpais.com (9 de octubre de 2008). El novelista francés Jean-Marie Le Clézio, Nobel de Literatura 2008 (en español). Consultado el 9 de octubre de 2008.
↑ Pollard, Niklas, Estelle Shirbon. «"Nomadic" writer wins Nobel prize», 'International Herald Tribune', 9 de octubre de 2008. Consultado el 9 de octubre de 2008. (en inglés)
↑ El francés Jean-Marie Gustave Le Clezio, Nobel de Literatura. Consultado el 9 de octubre de 2008.

Enlaces externos
Noticia
Artículos en Wikinoticias: Jean-Marie Gustave Le Clézio gana el Premio Nobel de Literatura
«Association des lecteurs de Le Clézio» (en francés)
Jean-Marie Le Clézio en El poder de la palabra

martes, 14 de octubre de 2008

ENCUENTRO CON EL CABALLERO GAUCHO (Primera Parte)


Martes 30 de septiembre del 2008:

(Aqui la primera parte de un compartir espontaneo con Don Luis Ramirez, donde me cuenta sobretodo sus experiencias misticas, y refleja su inmensa fe en Dios. En la entrevista se escucha su nietecita y la voz de su mujer)

PRIMERA PARTE ENTREVISTA CABALLERO GAUCHO. MP3



SEGUNDA MINIPARTE ENTREVISTA CABALLERO GAUCHO



Un bello y tibio sol calienta la ciudad de Pereira y la Perla del Otún es aparentemente más acogedora, apacible y bella en esta jornada. Son las 10 y 21 de la mañana y me dirijo a la Terminal de Transportes. Afuera estacionan los buses intermunicipales que conducen la gente hasta el vecino y cercano municipio de La Virginia.

Luego de una corta espera, arriba el bus, monto y pago un pasaje irrisorio de 1300 pesos que me posibilitará hacer un recorrido de aproximadamente 30 kms hasta el pueblo donde tendré un anhelado y soñado encuentro albergado en mí después de tantos años.

El bus arranca, no está totalmente lleno, mis compañeros de pasaje de todas las edades se comportan bien. No se oyen gritos, ni malas palabras, no hay tensión, afanes, stress.

El viaje transcurre en mucha calma. A mi lado va un hombre grueso, de raza negra, afable y abierto. Con él intercambio algunas palabras y entre lo que me cuenta, recuerdo que me dice no ser de esa región y que se dirige a la Virginia por razones de trabajo. Mientras , observo a través de la ventana un abigarrado y hermoso paisaje a la vez que confirmo que el clima acá es más caliente que en la misma capital de Risaralda. Este pueblo queda sobre la via que conduce al Valle, expresamente a Cartago. Pasamos por Cerritos y luego nos desviamos hacia La Virginia.

A lado y lado de la carretera, mientras el automotor avanza velozmente , alcanzo a ver de manera fugaz gran cantidad de piñas amontonadas que se ofrecen en venta. Me cercioro gracias a mi acompañante que esta es una tierra rica en la producción de las ananás como un Barbosa (Antioquia) y una Lebrija (Santander).

Después de casi una hora de viaje, pues el reloj de mi celular me indica que son las 11 y 15, desciendo del bus en un paraje que calculo es el centro del pueblo.
Cerca diviso un parque y una Iglesia, que después corroboraré , es la única parroquia municipal. Un muchacho tiene una especie de carreta de madera grande , cubierta por una especie de tablón o mesa , sobre la cual ofrece dulces, cigarrillos, etc. Me acerco , lo saludo y le pregunto de una si sabe dónde está ubicada la casa de Don Luis Ramírez. Antes de que me diga cuál Luis y con el ánimo de ganar tiempo, agrego con rapidez:”El caballero Gaucho”…
Si, me responde, mas inmediatamente se dirige a un amigo que está dentro de unas cabinas telefónicas ubicadas al frente de su improvisado carro de ventas:
-Julio…Dónde es que es la casa del Caballero Gaucho?
El otro chico percatándose que soy yo el interesado se dirige a mí:
- Usted se va derecho de acá hasta el parque que se ve allá, después coge hacia la derecha, sube dos cuadras y voltea la esquina, ahí hay una casa adornada con piedra, ahí es…

Asimilando rápidamente las instrucciones, les agradezco y sigo en mi búsqueda.
Llego al Parque y en uno de sus costados veo un supermercado. Pienso que he de llevarle un presente a mi personaje y sin dudarlo, me decido por adquirir un licor y unas galletas.
En la sección de licores no hay mucha variedad, aparte del vino cherrynol, unos cuantos vinos y una sola botella de piña colada. Se me ocurre que la piña colada es apropiada como regalo, pero la observo y detallo bien, busco una fecha de vencimiento, y mi ignorancia a cerca de los licores y su conservación, me hacen dudar, amén de que la botella estaba empolvada y con su etiqueta semirasgada.
No, mejor me decido por un vino, el más carito y adjunto a este unas galletas dulces.
Pago a la cajera y para confirmar la información acerca de la ubicación exacta de mi personaje (no es por dármelas de que soy conocido del ídolo del pueblo y que voy a visitarlo…no) le pregunto dónde queda al casa del ilustre cantautor…La información de coordenadas simples coincide y me digo dentro de mí que acá no hay perdedero.
Salgo del recinto,avanzo, el sol se hace más fuerte. En el parque, alrededor de la Iglesia se ve harta gente. Sigo las instrucciones y me adentro por una calle más bien tranquila. De una pequeña cantina fonda, salen unos versos cantados del “caballero Gaucho” e inmediatamente trato de identificar la canción, pero mi memoria no da con el título…Más tarde en la conversación con el propio Don Luis me daría cuenta que es “Ramito de flores”, donde un huérfano sostiene una conversación con el sepulturero, reclamando por qué le han robado el sitio donde estaba enterrada su madre, a quien han desplazado, para sepultar allí un hombre rico.


Me emociono una vez más pensando que muy pronto tendré frente a mí ese hombre que desde mi más tierna infancia me arrulló con su música, y que amenizó y acompañó muchos momentos de mi existencia. A mi abuelo materno, a mi papá y sobre todo a algunos tíos maternos , esas tonadas les fascinaba. Mi padre tenía en su amplia discoteca de acetatos negros, propios de la época cinco long plays (que así se llamaba de él). Esos discos los había producido La Compañía Fuentes de Medellín con sellos blancos y recuerdo mi papá y yo posteriormente los pondría sobre un “equipo de sonido” ensamblado en madera y de marca SHARP. Aquel aparatejo duró muchos años en casa, despúes derruido por el peso de los años y desplazado por otro aparato más moderno, terminó como era de esperarse en la basura.

Mientras camino, como muchas otras ocasiones, en mi cabeza resuenan sus canciones o más bien fragmentos de una y otra tonada gaucha, quizás las que más consciente e inconscientemente me han impactado o tramado.
Por fin llego ante la puerta de mi ídolo terrenal, toco la puerta la primera vez y escucho al interior un perro que ladra…No hay mucha demora y escucho también la voz de una mujer. Ella es quien me abre la puerta. Saludo, me presento y me dice Esperanza , que así es como se llama, que me estaban esperando.
-¿Cómo está?
-Muy bien gracias
-Siga Padre, siéntese que ya viene mi esposo, está en la parte de atrás…
-Gracias
-Qué quiere tomar? Un tintico, juguito, mientras el almuerzo.
-Un vasito de agua por favor- le digo- a la vez que le entrego “mi traido”.
-Padre, no debió molestarse…qué pena…
-No, es con mucho gusto.
La señora de mediana edad, de contextura delgada y de bello rostro es la esposa y compañera de Don Luis Angel Ramírez Saldarriaga. Percibo que anda muy “atareada” con el almuerzo, respondiendo llamadas constantes del teléfono, atendiendo a la puerta.
Ella va a la cocina para traerme el vasito de agua. Mientras yo me levanto de mi aposento y me detendo a mirar todos los álbumes del artista que penden de la pared del costado derecho de la sala. Cuento más de 50 longs plays y unos cinco CDs. Hurgo con mi mirada e identidico aquellos álbumes que estaban en mi casa y que  mi papá, mi abuelo y yo escuchábamos regularmente…Todos los cinco están entre aquella colección y recuerdo que los discos de mi padre deben estar archivados aun en un algún rincòn de la emisora comunitaria de mi pueblo, donde dieron muchas vueltas sobre un viejo tocadiscos antes de ser relegados definitivamente al cuarto de San Alejo...Pero con todo han servido de referencia para adquirir esta bella musica en los nuevos formatos de CD y DVD.
TERCERA PARTE ENTREVISTA CABALLERO GAUCHO



CUARTA PARTE ENTREVISTA AL CABALLERO GAUCHO




(Continuará)