martes, 9 de abril de 2013

14 de abril del 2013: tercer Domingo de Pascua (C)





La noticia de la RESURRECCION DE JESÚS es una buena 

noticia para la humanidad entera. 

Es la misma que anuncian los apóstoles con alegría en 

Jerusalén.

 El Resucitado acompaña su Iglesia y la convida a una 

pesca milagrosa.





EVANGELIO

 LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 21. 1-19

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:
Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón
Pedro les dice:
-- Me voy a pescar.
Ellos contestaban:
-- Vamos también nosotros contigo.
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada.
Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice:
-- Muchachos, ¿tenéis pescado?
Ellos contestaron:
-- No.
Él les dice:
-- Echad la red a la derecha de la barca y encontrareis.
La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro.
-- Es el Señor.
Al oír que era el Señor. Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaba de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces.
Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice:
-- Traed de los peces que acabáis de coger.
Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice:
-- Vamos, almorzad.
Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quien era, porque sabían muy bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.
Después de comer dice Jesús a Simón Pedro:
-- Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Él le contestó:
-- Sí, Señor, tu sabes que te quiero.
Jesús le dice:
-- Apacienta mis corderos.
Por segunda vez le pregunta:
-- Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Él le contesta:
-- Sí, Señor tu sabes que te quiero.
Él le dice:
-- Pastorea mis ovejas.
Por tercera vez le pregunta:
-- Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?
-- Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez si lo quería y le contesto:
-- Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.
Jesús le dice:
-- Apacienta mis ovejas. Te lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.
Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios.
Dicho esto, añadió:
-- Sígueme.

Palabra del Señor



A guisa de introducción:

André Beauchamp es un sacerdote canadiense , por lo mismo teólogo, pedagogo de gran renombre en Quebec, de donde es originario,  preocupado por la ecología y los temas sobre el medio ambiente. Es el típico ejemplo del apóstol que evangeliza a los hombres y mujeres de hoy con su pluma y sus conferencias acerca de los problemas y desafíos  actuales e invitando a una transformación en las maneras de vivir y asumir una sociedad acelerada y de consumo. Su actividad y su obra se pueden resumir en su frase: “La crisis ecológica es la crisis ética más importante de nuestra época…Hay ahí un campo MISIONERO fabuloso. Es ahí donde Dios nos manda señales (nos hace signo o guiño)”.

A manera de introducción de esta habitual reflexión hebdomadaria, les comparto este mini comentario de André Beauchamp sobre el evangelio de este domingo:

La resurrección es un perpetuo HOY:

“En nuestro espíritu, la resurrección es un evento único, que le pasó a Jesús en la mañana de Pascua. Nadie ve a Jesús RESUCITANDO. Los testigos encuentran una tumba vacía y no es sino poco a poco, de manera paulatina como comprenden que Cristo está vivo, que Él es el viviente por excelencia. De ahí la impresión que nos queda de un suceso del pasado que no le concierne sino a Jesús.

A mi manera de ver, esta concepción de las cosas no es suficiente. En Jesús Resucitado la vida no hace más que comenzar. Podríamos hablar de un nuevo big-bang, de una explosión de vida que se propaga en lo infinito, que penetra y transforma toda la creación. En todos lados, el odio, la cólera, la violencia y la muerta deben retroceder (echar reversa). En todo el mundo la alegría de la resurrección debe surgir y transfigurar la existencia. LA RESURRECCION ES UN HOY PERPETUO (PERMANENTE).

Nuestra misión o tarea es precisamente testimoniar la actualidad de la resurrección. Es la misión confiada a Pedro, a los apóstoles, al Papa Francisco, a todos los bautizados y no bautizados mismo (lo resaltado  es mío), a todos nosotros. Lanzar la red al mar. Testimoniar del efecto y sacudida  del amor que atraviesa el cosmos, amor que viene del Padre que resucita a Jesús y quien, por la FE, pasa en nosotros de generación en generación para que la resurrección done todos sus frutos.

En medio de las desgracias y las DUDAS  que nos asaltan en los días presentes, levantemos la cabeza. La RESURRECCION acaba de empezar.


Aproximación psicológica del evangelio:

Un nuevo comienzo de manera suave y tierna…

Después de una disputa violenta, los conyugues que se quieren reconciliar retoman a menudo contacto, rehacen su relación, haciéndose preguntas muy aterrizadas, como para evitar toda alusión a lo que acaba de pasar. En la punta de los pies, como para reaprovisionarse el uno con el otro, ellos comienzan a hacer el uno por el otro gestos muy simples que significan: acércate suavemente. Y más pronto que tarde, ellos están juntos de nuevo.

Esto se parece mucho al clima psicológico que se desprende de la aparición de Jesús a sus discípulos cuando estos están pescando.

Acaba de sucederse cosas terribles, muy duras entre Jesús y los apóstoles. El “pastor”  que tenía tanta influencia sobre el grupo “ha sido golpeado”, y este evento ha sumergido “las ovejas” en la decepción (Marcos 14,27). “Apretujados los unos contra los otros como animales durante la tormenta”  (Bornkamm), los discípulos cargan en silencio su sufrimiento reciente.

Si Jesús resucitado quiere reanudar contacto con ellos, le será necesario respetar este sufrimiento, caminar en la punta de los pies, consentir a recomenzar suavemente con ellos. Y de hecho, las interacciones entre las personas que no quieren hacerse daño, están teñidas emocionalmente de sobriedad y pudor:

Pedro: “Voy a pescar”.
Los otros: “Vamos contigo”.
Jesús:  «Muchachos, ¿tienen algo que comer?»
Ellos: Nada
Él: «Echen la red a la derecha…”
Juan: “Es el Señor”
El Señor: «Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar. Vengan a desayunar».

Y eso es todo…No hay más palabras. De parte y parte, se respeta la intensidad de lo que se ha vivido en el sufrimiento y el decaimiento. No será sino más tarde, luego de otros encuentros, que se arriesgará volver sobre lo que se ha vivido, que se ensayará de desprender o encontrar el sentido.

Pero tranquilamente, poco a poco,  la vida retoma su fuerza. Ahora, es alrededor de los apóstoles  cuando hay que retomar aliento. Y cuando el tiempo, mucho tiempo después, Pedro volverá a pensar en ello, cuando evocará los caminos de Dios a través de esta extraordinaria aventura, escribirá: “El nos ha hecho renacer por la resurrección de Jesús” (1 Pedro 1,3). Es aquel que uno creía muerto, pero éramos nosotros los muertos. Y su resurrección nos ha hecho revivir.

Feliz o bienaventurado aquel que vuelve a encontrar la FE  en la persona que para sus ojos (o a su manera de ver) estaba muerta!


REFLEXIÓN CENTRAL:

Primero: una homilía misionera: (En homenaje a los Padres Roberto Samaniego.mxy y Francisco Aristizabal.mxy, egregios hermanos misioneros fallecidos en los últimos 3 días).

Ustedes saben que pertenezco a los Misioneros de Yarumal, allí con mi comunidad aprendí y reforcé la convicción de que todos los bautizados hemos de compartir el mensaje del resucitado y trabajar a lo largo de nuestra vida por la construcción del mundo nuevo, fraternal…Pues bien, este domingo el evangelio nos posibilita una reflexión de una Iglesia misionera y eucarística veamos:

1.    Ante una misión imposible:

Hay momentos y horas oscuras, sombrías en la vida, cuando todo parece condenado al fracaso. Uno se siente acongojado por los eventos, agotado por las responsabilidades. En esos momentos uno se siente poca cosa, muy pequeño. Uno busca de donde nos vendrá la luz y la fuerza para cumplir nuestra misión o cometido. Y

De Gigantes malvados, de ogros buenos y perseguidos…En los 460 años de la muerte del creador de GARGANTUA Y PANTAGRUEL: FRANCISCO RABELAIS

En el colegio, y en la escuela, entre mi infancia y mi adolescencia fui cómplice con mis contemporáneos en la fascinación por los gigantes de la literatura, los ogros (de los cuentos) personas de gran tamaño de series de tv  y películas …Hombres de enorme dimensión corpórea, altos y por lo general feos físicamente (la belleza es relativa, si)   o que al menos mostraban una figura abominable y digna de miedo.

La primera referencia que recuerdo con respecto a los gigantes la encontré en la sagrada Biblia que empecé a leer a los 9 años…Esos versículos fascinantes del  capítulo 6  del libro del Génesis nunca los olvido:

 [1] Cuando los hombres empezaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, [2] los hijos de Dios se dieron cuenta de que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas aquellas que les gustaron. [3] Entonces dijo Yavé: «No permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, porque no es más que carne. Que su vida no pase los ciento veinte años.» [4] En ese entonces había gigantes sobre la tierra, y también los hubo después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y tuvieron hijos de ellas. Estos fueron los héroes de la antigüedad, hombres famosos.

Explicaciones sobre este pasaje hay muchas, pero acá no es el caso hacerlo…(bueno si, verán un comentario al final de la entrada).

Continuaré diciéndoles que en la escuela escucharía hablar de nuevo de Goliat, pues ya
lo había referenciado en mi lectura personal de la Sagrada Escritura…en clase de religión, me entretendría un buen rato imaginando la proeza del pequeño David, futuro rey de Israel, que vencería con una simple honda (cauchera armada de piedras) al descomunal soldado de los filisteos, enemigos acérrimos del pueblo preferido de Dios (Samuel 17:4-23; 21:9). Desde ese día la leccion fue aprendida: más vale la inteligencia, la sagacidad y la paciencia que la fuerza bruta, ciega y violenta...

La mayoría de los cuentos nos presentarían unos personajes llamados OGROS, de gran estatura, de apetito insaciable, que se comen los niños…

sábado, 6 de abril de 2013

"Quiero morir callado", en la resurrección del P. Roberto samaniego (1927-2013)

Quiero morir callado

como mueren los días

después de haber cumplido
la divina tarea
de ser mañana y tarde…
Quiero morir callado
bendiciendo a la Vida.




Ha resucitado esta tarde de sábado el Padre Roberto Samaniego. mxy (Misionero Javeriano de Yarumal). Hermano en el sacerdocio, amigo muy especial sobretodo en mis primeros días de ordenado…El Padre Robertico se constituyó en uno de los baluartes y emblemas del misionero fuerte, fiel, audaz, creativo y comprometido con el bienestar integral de todas las personas que encontró a su paso, sobre todo los más pobres.

Nacido en Ecuador, en el pueblo de Sigsig, provincia del Azuay en 1927, Roberto conoció a los Misioneros de Yarumal, gracias a un tío suyo que lo trajo al Putumayo en 1938 (con 11 años) y desde aquel día decidió enrolarse como seminarista y ordenarse sacerdote en 1954.

En 1991, siendo novicio,  fui  en experiencia pastoral  a Buenaventura en el valle, región donde ese tiempo laboraban nuestra comunidad, oí hablar por la primera vez del Padre Roberto…La gente contaba sus hazañas realizadas en el pasado en su país y las presentes en el puerto negro.

Luego, tendría la oportunidad de encontrarme más íntimamente y personalmente con él en Ecuador en julio del 2002. Era mi tercer viaje al vecino país, después de mi año de pastoral en 1993, una visita que luego hice estando fuera del seminario en 1996 y la ultima ya como sacerdote recién ordenado…Fue el padre Samaniego quien me acogió en su casa cural y me daría la oportunidad de estrenar mi sacerdocio en parroquia, confiándome todo: administración, pastoral, por casi dos semanas, mientras él venía a Colombia para un chequeo médico. Aquello nunca lo olvido…En lo poco que compartí con este gran hermano, fui testigo de su sencillez, de su entrega y celo apostólicos, de su preocupación por jóvenes, ancianos y niños a los que quería ofrecerlos lo mejor: el amor del Padre representado en una oportunidad de progreso (ahorros, becas…), en un trabajo u ocupación puntual (huertas comunitarias por ejemplo)…

Mismo a su avanzada edad (75 años) en ese momento y a pesar de sus dolores físicos que comenzaban a manifestarse, el Padrecito no se quejaba ni se amilanaba…antes era presa de las voces críticas y fatigadoras de los otros que le decían que no trabajara más, que ya había hecho suficiente…Pero él no “le paraba bolas” a esas palabras…su convicción era recia y profunda de darse hasta lo último…sin guardarse nada para él.

Roberto nos dejó un hermoso libro pleno de poesía llamado "Sueños y recuerdos", que contiene mucho de su biografía y donde manifiesta su visión de la Iglesia y muchos recuerdos...

Gracias padre Roberto por tu testimonio de hombre cristiano, de discípulo comprometido, de misionero fiel hasta el final…Dios te recibe ahora con los brazos abiertos y te dice: “entra conmigo a la Casa de Tu señor…y contempla mi Gloria, la que buscaste siempre durante tu trasegar por la tierra…”



Para que conozcan un poco más de las facetas de este excelso misionero  les comparto el siguiente artículo aparecido en el boletín virtual AVANCE de Ecuador en 2009… 

Un Jinete que hoy Cabalga en Silla de Ruedas.

El heroísmo de una vida que es ejemplo de misión evangelizadora en estrecha relación con el servicio a la gente marginada de los pueblos deprimidos y abandonados





Todo el tiempo me pasé predicando la resignación. ¿Cómo no he de resignarme yo ahora? Así responde sin rencor a la vida el viejo cura de parroquias, condenado a la silla de ruedas.

Diez años atrás, cuando Roberto Samaniego Álvarez recorría en acémila los escabrosos caminos de Chaucha y Molleturo, un traspié de la bestia le echó al suelo y se averió la columna: los campesinos acompañantes le aliviaron con masajes para que reanudara las andanzas pastorales, pero las lesiones acabarían por dejarle definitivamente con los brazos y las piernas inmovilizados.


El rostro sereno del hombre de 83 años, originario del pueblo azuayo de Sígsig, irradia paz espiritual mientras cuenta el trayecto existencial desde los 11 años, cuando el tío Augusto Samaniego, cura misionero, le llevó de vacaciones al Putumayo colombiano, donde acabaría enrolado en la carrera eclesiástica. Se ordenó sacerdote el 31 de octubre de 1954 en el Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal.


Con la fortaleza de los 27 años, se entregó con pasión a evangelizar a los indígenas tunebos en la misión colombiana de Santander, luego en los barrios

lunes, 1 de abril de 2013

7 de abril del 2013: segundo Domingo de Pascua (C)




Es a través de los ojos de la FE que los discípulos han reconocido al RESUCITADO. Al igual que Tomás, quizás nosotros tengamos necesidad de nuestros ojos y nuestras manos para creer. Entonces, estemos atentos a los signos que nos presenta el RESUCITADO.






http://betania.es/imagen/2-cruz.gif LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 20, 19-31

Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
-- Paz a vosotros.
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
-- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:
-- Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos.
Tomás, uno de los doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino el Señor. Y los otros discípulos le decían:
-- Hemos visto al Señor.
Pero él les contestó:
-- Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto el dedo en el agujero de los clavos, si no meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho días estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y les dijo:
-- Paz a vosotros.
-- Luego dijo a Tomás:
-- Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Contestó Tomas:
-- ¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo:
-- ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean si haber visto.
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su Nombre.

Palabra del Señor



A guisa de introducción:

La incredulidad hace parte del crecimiento en la FE

Para muchos de nosotros, la FE no ha sido un PROBLEMA, una cuestión a resolver (bueno…quizás en los llamados momentos de crisis). Nosotros la recibimos de nuestros padres y abuelos, de nuestro ambiente…nosotros crecimos con ella. Ella está ahí, simplemente.

Cuando vemos a nuestros familiares, nuestros amigos o mismo nuestros mismos hijos (o sobrinos), tomar su distancia y no adherirse a nuestra FE, podemos preguntarnos: “por qué ellos, simplemente…no creen como nosotros?..

El ejemplo de Tomás nos permite realizar (o darnos cuenta) que “tener la FE no es algo automático”. Él ha pedido ver antes de creer. Es una reacción normal. Sería ingenuo creer todo lo que se dice. Y creer en la RESURRECCION no es algo insignificante! Es creer en la ETERNIDAD, es creer que Dios habita nuestra cotidianidad, es creer que Jesús está presente en lo más profundo de nuestro corazón como en cada persona que me encuentro…Es creer que su PALABRA ES VIDA, que Dios nos ha creado UNICOS E IRREMPLAZABLES, que Él nos llama a vivir.

Y uno podría continuar por largo rato esta enumeración sin poder agotar todo lo que “CREER EN JESUS”, significa para nosotros.

Jesús se hace presente en nuestro corazón, Él nos invita a creer. Es importante para nosotros,  los cristianos inspeccionar, revisar regularmente los “fundamentos” de nuestra FE, y en el caso que pudiéramos haberlas olvidado, revenir a ellas de vez en cuando, para que así esta FE esté siempre sana, viva y actuante…Así de simple.



Aproximación psicológica del evangelio

La FE no es un dogma

Los sucesos de la PASCUA, suponen un desplazamiento de acento, o cambio de significación de la FE de los discípulos. Durante todo el tiempo que había pasado antes con ellos, Jesús había centrado sus discípulos en el Reino que surgía en sus vidas, Él les había sensibilizado sobre la ternura del Padre, Él les había hecho descubrir la importancia de la oración, Él les había hecho caer en cuenta de la gratuidad del amor fraternal.

Uno tiene la impresión de que después de los eventos pascuales, todas esas pistas fueron un poco abandonadas. Lo que es importante ahora para los discípulos  no es más  la riqueza de la vida en la cual Jesús les ha iniciado, sino lo que le ha sucedido al mismo Jesús después de su muerte.

Es así, si comentamos sin vericuetos el versículo 31, esto nos lleva a concluir que lo importante para los discípulos no es lo que Jesús ha sido, la libertad y el coraje con las cuales Él ha vivido su búsqueda de Dios. Lo importante ahora es creer que Él es el CRISTO. Al final de cuentas, lo que salvaría a la persona no sería tanto vivir como Jesús sino creer que Él es el Mesías.

Las cosas suceden como si fuera más fácil propagar un enunciado dogmatico sobre Jesús que sensibilizar lentamente la gente sobre la manera como Jesús ha vivido su vida.  Es así como Pedro definirá la misión de los apóstoles: “Testimoniar que Dios ha designado a Jesús de Nazaret como juez de vivos y muertos” (Hechos 10,42).

Probablemente era necesario que los apóstoles se centraran por un tiempo en el hecho de la RESURECCIÓN. Visto su carácter misterioso, era probablemente inevitable que ellos reflexionaran sobre la importancia de este evento con un vocabulario asemejándose más a la TEOLOGÍA que a un testimonio de vida (juez, Mesías, Hijo de Dios, Señor, Salvación…).

Sin embargo, estos hechos no deben hacernos olvidar que Jesús no nos envía a proclamar dogmas ya que Él mismo no los ha proclamado. Él no nos envía tampoco a defender una moral, pues mientras que vivió, Él estaba más del lado de aquellos que atacaban (o transgredían)  la moral de la época.

Estas observaciones corren el riesgo de chocar a muchos cristianos quienes, en cada

miércoles, 27 de marzo de 2013

Mis razones para CREER en JESUCRISTO RESUCITADO!



En este Domingo de Pascua, el primero entre todos  los 50 o 52 del año, el DOMINGO POR EXCELENCIA, QUE ha dado origen a nuestra celebración y reunión hebdomadaria de la EUCARISTIA…Trataré de compartirles mis razones para CREER en  JESUCRISTO RESUCITADO, en la ASAMBLEA  de los creyentes en LA RESURRECCION (Iglesia) y  en la MISION (o el COMPARTIR DE ESTA BUENA NOTICIA).

Hemos vivido 3 días intensos de celebración, de extensas liturgias, de prolongados silencios, de profunda meditación y oración…Ojalá haya sido así…pero cuál es el centro de todo esto? Si, JESUCRISTO…En quien vemos reflejada la historia humano-divina.

Al igual que Jesús todos nosotros nos confrontamos con el sufrimiento, CON EL dolor, la enfermedad, con la traición, con la angustia, con el desespero, con  la incredulidad, con la muerte…En fin, LA CRUZ.

La cruz que está en todas partes y la vemos tantas veces en nuestro recorrido existencial y que por lo mismo no la percibimos…

Saben? Cristo me “salvó” desde muy niño…Siempre he considerado como una GRACIA INMENSA de su amor el haberme permitido escuchar su voz, el constatar rápidamente que la VIDA, es el regalo más sagrado y apreciado y  que hay que defenderla y amarla por todos los medios…Cristo fue quien no me dejó  “obnubilar” por el pecado propio y de los otros …Si, me explico, desde muy joven fui consciente de que en mi familia no todos eran perfectos, que en la escuela estaban esos “otros” niños agresivos, “montoneros”, de algún modo violentos, y que en el mundo y la sociedad en que me había tocado vivir había crímenes, injusticias…Nunca fui ciego ante eso…Pero también tuve la capacidad de VER la luz del otro lado sombrío, de descubrir a la par “signos de vida y alegría” en mi misma familia, en la escuela, en la sociedad y el mundo…Acá podría enumerarles muchas personas, narrarles pequeñas experiencias de vida y testimoniar esos signos de luz, en fin signos que yo llamaría de RESURRECCION, de OTRA VIDA, de VIDA NUEVA.

RAPIDAMENTE ENTONCES, concluí, vi y no sé en qué momento decidí tomar partido en MI VIDA por la bondad, por los gestos positivos, por el amor, el perdón, la ayuda, la solidaridad, la compasión…Es decir, no agregar más sufrimiento al mundo,

sábado, 23 de marzo de 2013

24 de marzo del 2013: Domingo de Ramos y de la Pasión del Señor



En este Domingo de Ramos y de la Pasión, la unidad de los textos de la Palabra de Dios es digna de resaltar. Toda nuestra atención se centra en Jesús: su última cena, su proceso injusto, sus sufrimientos de todo tipo, su compasión y su confianza en su Padre Dios. Él es ese siervo (servidor) sufriente anunciado por Isaías y también aquel que siendo de condición divina, se hace obediente hasta morir en la cruz. A pesar de todas las apariencias, Dios está siempre con su servidor que será proclamado Señor y salvador de todos los humanos.

Lectura del Evangelio de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo según San Lucas:




 A guisa de introducción:

Celebrar

“Jesús iba avanzando, montado en un borrico. Cuando se acercaba al Monte de los Olivos, la masa de los discípulos gritaba diciendo: Bendito el que viene cómo rey”. San Lucas, cap.19.

Celebrar no es solamente un verbo de tres sílabas que se conjuga cómo el verbo amar. Celebrar es sencillamente estar vivo. La naturaleza celebra el retorno de la luz y la bondad de la lluvia. El niño celebra la presencia de su madre. Aun los animales expresan si el visitante es amigo o desconocido.

La vida humana es una celebración en muchas dimensiones.
El juego es la celebración de lo que seremos y de lo que deseamos. El noviazgo es la fiesta de un amor que comienza. Celebramos los cumpleaños, el regreso de un amigo, las bodas, los negocios, los grados, las distinciones, las fiestas nacionales y también las exequias.

Por eso, de la vida misma, nace la celebración religiosa que significa la alegría de nuestra relación con el Señor.
Sus signos son la asamblea cristiana, los cantos, las luces, las flores, los vestidos, las plegarias, las procesiones.
Celebrar es recordar, es revivir, es renovar. Esta Semana Santa es la gran celebración cristiana. El Señor ha realizado en favor nuestro cosas maravillosas Llamó a Abraham desde Ur de Caldea para constituirlo padre de un pueblo innumerable. Selló un pacto con los patriarcas, nuestros antepasados en la fe.
Sacó a su pueblo de Egipto y lo condujo a través del desierto. Cuidó de los suyos por medio de reyes y profetas. Condujo de su mano la historia de Israel.
Un día en Belén, nació de Santa María Virgen y apareció visiblemente entre nosotros.
Aquella multitud que aclamaba a Jesús a su entrada en Jerusalén, celebraba la presencia del Señor en su pueblo.
Nosotros recordamos este episodio al iniciar la Semana Santa. El Señor nunca está lejos de nosotros.
Durante estos días, revivimos esa presencia del Señor por la oración, por la participación litúrgica, por los Sacramentos.
Los discípulos, cuenta el evangelista, desatan el borrico que Jesús necesita. Lo cubren con sus mantos y ayudan al Señor a cabalgar. La gente alfombra el camino con sus mantos, corta ramas de olivo y las tiende al paso del Maestro.
Nosotros, en distinto paisaje, pero con idéntica intención, hacemos un alto en el camino. Detenemos el frenesí de nuestra vida, levantamos los ojos hacia El y tomando de la mano a nuestros hijos, nos dirigimos al templo cercano a celebrar que Dios nos ama.
(Calixto)



Aproximación psicológica al texto del evangelio:

“Aquel que te golpee…”

A lo que se le ha llamado “enseñanza de Jesús” no tenía nada de académico. Por enseñanza, normalmente se entiende la transmisión de un contenido cognitivo de una persona a un grupo. Pero cuando Jesús habla, Él “saca de su tesoro lo nuevo y lo viejo” (Mateo 13,52), él toma tanto de su experiencia personal inmediata como de la tradición espiritual de la cual se alimenta.

Y resulta que cuando Jesús enseña son sus convicciones profundas las que Él comparte, Él habla a sus auditores de aquello que le hace vivir. Esta realidad se encuentra puesta a la luz en los sucesos de su PASIÓN.

Jesús ya había invitado a responder al mal con amor: “Hagan el bien a quienes los odien” (Lucas 6,27). Él había abierto una pista desconcertante  y misteriosa en el sentido de la no-violencia interpersonal: “A aquel que te golpee en una mejilla, preséntale también la otra” (Lucas 6,29). “Entonces ustedes serán hijos del Altísimo”, había dicho Él (Lucas 6,35).

Sin los sucesos de la Pasión, uno podría continuar preguntándose qué es lo que quería decir Jesús justamente, si Él pensaba verdaderamente  lo que decía, si Él empleaba figuras de estilo aceptables en el marco de un sermón pero inutilizables en la vida cotidiana.

La actitud de Jesús durante la Pasión viene para responder con claridad a estas preguntas. Cuando Judas se acerca a Jesús y le da un beso, Marcos no menciona ninguna reacción de la parte de Jesús (Marcos 14,45), mientras que según Lucas, Jesús reacciona con un reproche: (“Judas con un beso entregas al Hijo del Hombre?” – Lucas 22,48), y que según Mateo, Jesús quiere pasar por esto rápidamente (“Lo que has de hacer hazlo pronto”  - Mateo 26,50).

Pero hay un comentador de este pasaje quien remarca que la verdadera respuesta de Jesús ha sido dicha momentos antes, cuando Jesús dijo, en el contexto de la última cena: “Este es mi cuerpo”.

A aquel que te golpee en tu deseo de solidaridad, de comunión, preséntale también tu cuerpo para que él también llegue a ese nivel.

He aquí la verdadera reacción de Jesús ante la traición, ahí está el consentimiento, la aceptación de su destino, he ahí la verdadera unión entre su enseñanza y su vida, entre lo que ha dicho y lo que ha hecho. He ahí la profundidad a la cual invita sus discípulos que quieren ir tras sus pasos.

Por su fidelidad a Dios, por el perdón a sus verdugos y el don de su vida en el amor, Jesús toma el camino que conduce hacia la Pascua. Por qué no acompañarlo?

Después de la mañana de Pascua, el camino de la CRUZ se convierte en el camino de la vida, de la luz y de la liberación.

En Jesús resucitado, Dios nos asocia por bondad a su victoria sobre el mal y la 
muerte y nos ofrece una vida nueva.



REFLEXION CENTRAL:

“Jesús, acuérdate de mí”

Este Domingo de Ramos y de la Pasión es complejo.

A mí me gusta la bendición y la procesión de los ramos y ese recuerdo o suvenir que nos llevamos a la casa para el resto del año. Hay mucha gente que sólo ve en esto solo algo que aportará felicidad, una especie de amuleto para protegernos del peligro o de la mala suerte. En la religión, la magia nos amenaza siempre. Mismo en nuestra época que se dice racional y científica, el pensamiento mágico está siempre a flor de labios, latente, desde  los horóscopos, la carta astral, el tarot, hasta los remedios –milagro.

Es bueno estar en la ceremonia de Ramos y aclamar como los discípulos lo han hecho en la entrada de Jesús a Jerusalén.

En este sentido, los Ramos nos dan la esperanza en este inicio de semana santa, porque sabemos que Aquel que va a morir, es ya, a pesar de todo el rey mesiánico tanto tiempo esperado. El llega entre la pobreza y la sencillez, pero inaugura una era o época nueva. Aportar un ramo a la casa, no es como llevar una herradura o pata de conejo, ni es una protección mágica. Sino que es más bien recordar que la Pasión de Jesús tiene un mensaje universal, que ella tiene que ver con toda la ciudad donde vivimos. No es una cosa que uno encierra entre una iglesia, entre un grupo de fieles poco numeroso y envejecidos, esto tiene que ver con el destino del mundo. Es en el mismo sentido que  el viernes santo, habrán marchas de perdón o vía-crucis como llaman en otros lugares. Muchas personas desfilarán por las calles, no para acusar o señalar aquellos que permanecen en sus ocupaciones, sino para decirles que el amor de Dios les concierne y que él también les es ofrecido, para su salvación, para su felicidad o realización.

En este sentido, los Ramos son indisociables de la Pasión. Este mismo Domingo escuchamos la lectura de la Pasión y este año, la versión de San Lucas. Estos relatos son sobrios y breves. Lo que se dice allí es absolutamente terrible, es la muerte del justo. Pero esto es dicho con total sobriedad  y pudor: nada de gritos, nada de lágrimas, nada de complacencia en la violencia, no hay sangre. Algo para retener y