Hay palabras que son difíciles de escuchar porque son exigentes, incomodan,
mueven el piso, cuestionan…
Uno entonces puede taparse las orejas, uno puede relativizarlas, uno puede
decir: “Son palabras para los demás no para mi!” Hoy el Señor nos dirige palabras muy duras y quizás
hirientes: preparémonos a escucharlas.
L E C T U R A S
Primera lectura
Lectura del libro de los Números (11,25-29):
Palabra de Dios
El Señor bajó en la nube y habló a
Moisés; tomó parte del espíritu que había en él y se lo pasó a los setenta
ancianos. Cuando el espíritu de Moisés se posó sobre ellos, comenzaron a
profetizar, pero esto no volvió a repetirse. Dos de ellos se habían quedado en
el campamento, uno se llamaba Eldad y otro Medad. Aunque estaban entre los
elegidos, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu vino también sobre
ellos y se pusieron a profetizar en el campamento.
Un muchacho corrió a decir a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el
campamento.»
Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino diciendo: «¡Señor
mío, Moisés, prohíbeselo!»
Moisés replicó: «¿Tienes celos por mí? ¡Ojalá que todo el pueblo profetizara y
el Señor infundiera en todos su espíritu!»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 18
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
Aunque tu siervo vigila
para guardarlos con cuidado,
¿quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta. R/.
Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado. R/.
R/. Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.
La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
Aunque tu siervo vigila
para guardarlos con cuidado,
¿quién conoce sus faltas?
Absuélveme de lo que se me oculta. R/.
Preserva a tu siervo de la arrogancia,
para que no me domine:
así quedaré libre e inocente
del gran pecado. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta de Santiago (5,1-6):
Palabra de Dios
Vosotros los ricos, gemid y llorad ante
las desgracias que se os avecinan. Vuestra riqueza está podrida y vuestros
vestidos son pasto de la polilla. Vuestro oro y vuestra plata están oxidados y
este óxido será un testimonio contra vosotros y corroerá vuestras carnes como fuego. ¿Para qué amontonar
riquezas si estamos en los últimos días? Mirad, el jornal de los obreros que
segaron vuestros campos y ha sido retenido por vosotros está clamando y los
gritos de los segadores están llegando a oídos del Señor todopoderoso. En la
tierra habéis vivido lujosamente y os habéis entregado al placer; con ello
habéis engordado para el día de la matanza. Habéis condenado, habéis asesinado
al inocente, y ya no os ofrece resistencia.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos
(9,38-43.45.47-48):
Palabra del Señor
En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús:
«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos
prohibido, porque no es de nuestro grupo.»
Jesús replicó: «No se lo prohibáis, porque nadie que haga un milagro en mi
nombre puede luego hablar mal de mí. Pues el que no está contra nosotros está a
favor nuestro. Os aseguro que el que os dé a beber un vaso de agua porque sois
del Mesías no quedará sin recompensa. Al que sea ocasión de pecado para uno de estos pequeños que creen en mí, más le
valdría que le colgaran del cuello una piedra de molino y lo echaran al mar. Y
si tu mano es ocasión de pecado para ti, córtatela. Más te vale entrar manco en
la vida, que ir con las dos manos al fuego eterno que no se extingue. Y si tu
pie es ocasión de pecado para ti, córtatelo. Más te vale entrar cojo en la
vida, que ser arrojado con los dos pies al fuego eterno. Y si tu ojo es ocasión
de pecado para ti, sácatelo. Más te vale entrar tuerto en el reino de Dios que
ser arrojado con los dos ojos al fuego eterno, donde el gusano que roe no muere
y el fuego no se extingue.»
Palabra del Señor
A guisa de introducción:
El pecado es algo serio!
Es indudable que hoy casi no se
habla de pecado…preferimos decir “falta”, “error”, “pecadillo” , “metida de
pata”, “traspiés”, “debilidad”, “resbalada”, “caída”…Tratando siempre de
minimizar su daño, de suavizar sus consecuencias en la vida propia, del mundo y
de las demás personas.
Y después es evidente que los
pastores, al menos nosotros los sacerdotes católicos, muchos (yo me apunto y
digo “mea culpa”) preferimos no hablar mucho de él y no profundizarlo en
nuestras homilías…Y junto a la palabra pecado, sus referentes los pecado
original, venial y mortal, el infierno, el demonio (o diablo).
El mundo y nuestra sociedad
actual ha perdido la conciencia de pecado…Es la mayor crisis de nuestro tiempo,
ya lo decía en su tiempo el Papa Pio XII (años 50’s)…como dice el padre español
José A. Sayés: “pobre Pio XII, que tal que lo hubiera tocado vivir nuestra
época…” Donde hablar de pecado, diablo e infierno, es una “ñoñería”, una prueba de conservadurismo
trasnochado, de santurronería, de “rechupados” o asolapados como suelen llamar
quienes se oponen a los que reconocen su influjo nocivo en el corazón humano.
Uno no entiende por qué esta
reserva y laconismo frente a estos temas
del pecado y el infierno de la mayor parte de los predicadores católicos
actuales, cuando la Biblia misma lo reconoce, Jesús hace alusión en el evangelio de hoy y el
catecismo de la Iglesia en varios de sus números orientan sobre ellos…
Una de las excusas es que nuestra
religión tiene como centro a Jesucristo y la Gracia de su salvación y no el
pecado…
O hay la falsa presunción o
creencia que el pecado es un arma de la iglesia y sus jerarcas para infundir
miedo en sus adeptos y así controlarlos como les conviene…
Pero qué es el pecado? Del latin peccatum:
es la transgresión voluntaria de un precepto tenido por bueno. O sea para que
haya pecado siempre hay voluntad y libertad personal incluida, conciencia de
saber que es malo lo que se está haciendo o se pretende hacer.
De acuerdo a lo señalado en el
Catecismo católico, el pecado es "una
falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor
verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a
ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad
humana. Ha sido definido como ‘una palabra, un acto o un deseo contrarios a la
ley eterna’ (S. Agustín, Faust. 22, 27; S. Tomás de A., s. th., 1-2,
71, 6) ) .
Así pues, las lecturas de este
26o domingo ordinario nos recuerdan una
verdad simple de nuestra fe católica: EL PECADO ES COSA SERIA!
No es necesario poner excusar o
buscar peras en el olmo: puede suceder, retomando las imágenes del evangelio,
que nuestra mano, nuestro pie, nuestro ojo y también nuestra lengua se
conviertan en objeto de escándalo: ESCÁNDALO! Si que raramente relacionamos con
pecado (es su esencia) y creemos que solo son las salidas desafortunadas de los
políticos, de las estrellas de Hollywood o los personajes del Jet-Set o la
realeza… (retomo y amplío más esta idea
en la aproximación psicológica del evangelio más abajo…)
“Nuestra mano, es lo que nosotros hacemos, nuestro pie, es el lugar hacia
donde caminamos, nuestro ojo es nuestra manera de entrar en relación con los
otros. Nuestra mano nos conduce al pecado si lo que hacemos nos desvía del
evangelio. Nuestro pie nos lleva al pecado si él nos conduce lejos de los
caminos de Dios. Y nuestro ojo nos dirige al pecado si se convierte en un
instrumento de lujuria, de odio, y no
propicia el encuentro y el diálogo con los demás (Cardenal André
Vingt-Trois, homilía del 27 de septiembre del 2009…).
Tu mano! No la pongas al servicio del
pecado! Que ella no manifieste el egoísmo, la indiferencia, la
que quiere acaparar con mezquindad y envidia!
Tu pie! No lo pongas al servicio del
pecado! Que él no muestre el deseo de hacer caer al otro,
« de esperarlo a la vuelta » para hacerle “zancadilla “: él no pierde nada por esperar!”.
Tu ojo! No lo pongas al servicio del
pecado! Una mirada puede hacer mucho mal cuando se dirige con
desprecio y traduce el rechazo, el odio! De igual manera una lengua puede ser
cortante e hiriente como una espada bien afilada!
A la luz del evangelio, que
ilumina las zonas más escondidas y oscuras de nuestro corazón, nos concierne
discernir para purificarlas, y ver si nuestras actitudes, nuestras palabras,
nuestras miradas, nuestras acciones, están conformes con lo que Jesús espera de
nosotros.
Para todos nosotros, nos
corresponde tomar en serio el pecado que envenena nuestras relaciones, el
pecado que crispa nuestras manos, dificulta nuestra marcha, endurece nuestra
mirada; más aun, con la ayuda del Señor, hemos de poner nuestra vida al
servicio del amor! Es necesario, retomando las palabras de San Pedro Damián
(+23 febrero 1072):
Que a Cristo lo escuchen por nuestra
boca,
Que a Cristo lo reflejemos en
nuestra vida,
Que Cristo sea percibido en nuestro corazón” (sermón 8,5).
P.D : Encontré
esta nota en Wikipedia.org sobre el pecado…de lo cual confieso, perdónenme (aun
siendo sacerdote) no había escuchado mayor cosa…Pero es que los medios de
comunicación son así (la verdadera NOTICIA no es noticia)…qué queremos? Ellos
si que tienen que ver con nuestra insensibilidad, indiferencia y cuota de relativismo
que le ponemos al tema…
El 10 de marzo de 2008, el regente del Tribunal de la Penitenciaría
Apostólica del Vaticano, Cardenal Gianfranco Girotti, presentó la siguiente
lista, que ha sido divulgada ampliamente por los medios de comunicación, con la
denominación de pecados sociales o nuevos pecados capitales:
No
realizarás manipulaciones genéticas.
No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones.
No contaminarás el medio ambiente.
No provocarás injusticia social.
No causarás pobreza.
No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común.
Y no consumirás drogas.
No llevarás a cabo experimentos sobre seres humanos, incluidos embriones.
No contaminarás el medio ambiente.
No provocarás injusticia social.
No causarás pobreza.
No te enriquecerás hasta límites obscenos a expensas del bien común.
Y no consumirás drogas.
Estos son los nuevos pecados
capitales, según publicaba el 'Osservatore Romano', periódico oficial de la
Santa Sede. La lujuria, la gula, la avaricia, la pereza, la ira, la envidia y
la soberbia, los tradicionales siete pecados capitales enumerados por el Papa
Gregorio I hace 1.500 años y recogidos después por Dante Alighieri en 'La
Divina Comedia', se habían quedado obsoletos para el mundo globalizado de hoy.
Así que el Vaticano ha decidido modernizar la lista exhibiendo una atención
especial hacia los llamados pecados sociales, aquellos cuya comisión va en
contra de la Justicia en las relaciones entre persona y persona, entre la
persona y la comunidad, y entre la comunidad y la persona.
El resultado son siete nuevos pecados capitales, que condenan como ofensas
a Dios acciones tales como no reciclar la basura, enriquecerse a costa de los
demás o algunas investigaciones científicas con implicaciones bioéticas.
COMENTARIO
CENTRAL
Estar con Cristo...Discípulos aquí y allá!
En el evangelio, Jesús no condena
la gente que no camina con Él. La única exigencia o requisito que pide para
reconocer su actividad, es este: “Aquel
que hace un milagro en mi nombre no puede al mismo tiempo hablar mal de mi”.
Lo que cuenta antes que nada es la “pertenencia a Cristo”, es actuar en nombre
de Cristo y ser reconocidos como personas (miembros) de Cristo: “aquel que les
de un vaso de agua por su pertenencia a Cristo no se quedara sin ser
recompensado”. Entonces, Todo el mundo
puede obrar “en nombre de Cristo” con la condición de que le pertenezca! El
anuncio del Evangelio de Cristo no está reservado a algunos misioneros
patentados, oficiales, a los sacerdotes o a los diáconos ordenados! La
evangelización concierne a todos los que son de Cristo, es decir, a todos los
cristianos, a toda la Iglesia!
En materia de misión, no hay
especialistas! Aquellos que son de Cristo, todos los bautizados, son
“sacerdotes, profetas y reyes”, es lo que decimos siempre al hacer la unción con
el oleo sagrado en el bautismo. El “especialista de la misión”, si yo puedo
decirlo así, el animador de la actividad misionera de la Iglesia, es en efecto
El Espíritu Santo! “El Espíritu Santo es
el agente principal de la evangelización: es Él quien empuja a cada uno a
anunciar el Evangelio” (Ecclesia in África,20). Es el Espíritu que Jesús ha
derramado desde lo alto de la cruz al “expirar” y sobre sus apóstoles soplando
sobre ellos el atardecer de la resurrección. Es este mismo Espíritu que ha sido
expandido y ha venido sobre todos los que estaban presentes el día de
Pentecostés, sin importar sus orígenes.
“Si el Señor podía poner su
espíritu en ellos para hacer de todo su pueblo un pueblo de profetas!” : si ese
gran deseo de Moisés pudiera realizarse hoy! No habría todos esos falsos
profetas que engañan los ignorantes y los pobres, en diversos lugares y
ambientes de nuestro mundo…todos esos se dicen profetas, detentores de poderes
misteriosos de curación, para atraer las multitudes, colectar el dinero de los
débiles y volverse ricos como aquellos
de los que habla Santiago en su carta o como aquellas gentes a las que Jesús
condena porque conducen a la perdición y a la caída los pequeños que Dios ama.
Todos los bautizados deberían ser
verdaderos profetas! Todos nosotros
deberíamos ser profetas puesto que pertenecemos a Cristo! Para ser verdaderos
profetas, es necesario al menos dos condiciones según nos dice la Palabra de
Dios de este día. La primera, es pertenecer verdaderamente a Cristo. Haber
apostado (echarse toda la vida al hombro como una manta ) por Él. No
simplemente con palabras, sino también con todo lo que somos. Esto supone que
hayamos renunciado a toda búsqueda de nuestro propio interés y a nuestras
actitudes egoístas. Poner atención a no
comportarnos como esos ricos de los cuales habla Santiago! Ellos no se
preocupan nada más que de sus bienes: “sus”
riquezas, “sus vestidos , “su” oro, “su” dinero, “sus” tierras…Hay
peligro cuando nos preocupamos solo de nosotros mismos, de nuestros bienes, de
nuestras carreras! En el evangelio,
Jesús pone como imagen los miembros del cuerpo que nos pide cortar, arrancar si
ellos nos incitan a pecar.
Nosotros sabemos que nuestras
manos, nuestros pies, nuestros ojos, nos llevan a pecar de múltiples maneras.
Que los ojos desean con lujuria o ambición cualquier cosa, los pies conducen
para que la mano pueda ampararse por si misma: es así como se da el robo, el
adulterio y todas las conductas graves. Jesús nos llama a que seamos profetas
renunciando, mismo a pesar que sea difícil,
a todo lo que nos lleva a traicionar la misión evangélica que hemos recibido en
el bautismo.
La segunda condición para ser
profeta, es ser conducido por el Espíritu de Dios.
Se puede decir de otro modo, a
la manera de San Pablo y es siendo
“cristianos espirituales”. Dejémonos modelar interiormente por la fuerza
evangélica del Espíritu Santo que hemos recibido en el bautismo. Porque el
deseo de Moisés se ha hecho realidad en Pentecostés. El objetivo de la misión
de Jesús era de dar el Espíritu Santo a todos los que creyeran en su nombre. En
efecto, todos los que renuncian a si mismos, a sus falsas riquezas, y que
hacen la opción por pertenecer a Cristo, realizan verdaderos milagros en nombre
de Jesús; ellos son profetas de Cristo ahí donde viven y en todos los lugares
donde van. Es la fuerza de Cristo que nos ha sido dada para que nuestra vida
esté animada y que nuestra manera de vivir esté marcada por el servicio y el
respeto a los demás y no por nuestros intereses egoístas.
Es el Espíritu Santo que actúa en
la vida de los verdaderos profetas y mismo en la de los niños. Él hace grandes
milagros en aquellos que son de Cristo!
Los textos de hoy nos invitan a
reflexionar sobre nuestros perjuicios, nuestras exclusiones, nuestro rechazo al
otro. La apertura no nos obliga a renunciar a nuestra propia identidad
cristiana, al contrario ella la fortalece, no en el enfrentamiento pero si en
el dialogo. Dialogar para comprender, maravillarse, enriquecerse! Cuando uno se
acerca a los otros, ya sean anglicanos, metodistas, mormones, musulmanes,
hindúes, judíos, no creyentes, ateos, animistas, se descubren perlas de
humanidad y de espiritualidad.
Uno se da cuenta que fuera de la
Iglesia, hay muchos signos de vida, que muchos exorcizan demonios, es decir que
luchan contra el mal, la enfermedad, los prejuicios y la discriminación.
Existen muchas personas que hacen un trabajo excepcional en un gran espíritu de fraternidad y compromiso…
Ni el grupo de los Doce, ni
ninguna Iglesia es la sola depositaria del Espíritu de Dios. Fuera de nuestros
cenáculos, el Espíritu sopla, imprevisible, libre como el viento (Juan 3,8).
Cristo nos invita hoy a abrirnos,
a estar abiertos a aquellos que quieren hacer el bien, ser edificados por sus
compromisos, a admirar el bello trabajo que realizan aquellos que no pertenecen
a nuestro grupo, a nuestro partido político, a nuestra nacionalidad. “No se lo impidan, mismo si no son de los
nuestros”.
Aproximación psicológica del evangelio :
Mucho más que figuras
de estilo :
Hay 3 maneras de comprender el “ESCÁNDALO” del cual se
trata aquí:
Primero en el sentido moderno,
que es al mismo tiempo el sentido más
superficial, donde la misma persona
es a la vez la autora y la victima del escándalo en cuestión. Pensemos por
ejemplo en el escándalo político implicando un diputado denunciado por haber
aceptado un soborno, o puesto en el ojo del huracán por conducir embriagado.
El segundo sentido o esencia se
sitúa en el plano religioso y designa el escándalo como un obstáculo a la fe, es
decir, un comportamiento que hace más difícil
el CREER. Así, el espectáculo de cristianos practicantes el domingo y
explotadores durante la semana es un escándalo para la fe de aquellos que se
preguntan si la asamblea eucarística vuelve a las personas más fraternales.
Pero hay un tercer nivel de
sentido de escándalo que es más profundo todavía, y es cuestión de una
experiencia global, de un juzgamiento o análisis existencial, que el auditor
está invitado a portar dentro de su vida práctica. Sea vigilante y fiel, no
deje un solo sector de sus vivencias diarias comprometer el conjunto o la
totalidad de su existencia. Nos agregamos entonces a la otra advertencia de
Jesús: “De qué le sirve al hombre ganar
el mundo entero si arruina su propia vida? (Lucas 9,25). De qué le sirve al hombre superdotado desarrollar un
aspecto de lo que vive (su cabeza, su vientre, su poder de adquisición…) si
pasa al margen (o de lado) del sentido profundo de su existencia?
La liturgia de este domingo
asocia al presente texto un pasaje de la carta de Santiago que aclara con mucha
precisión lo que decimos: “He aquí, clama
el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño
no les ha sido pagado por vosotros; su
salario grita venganza(…)Ustedes han buscado sobre la tierra el placer y el lujo,
y ustedes han engordado sus corazones como en día de matanza…”(traducción
actual: mientras que ustedes consumen en exceso, el sistema económico que hacia
posible esta sobre consumación exigía que en los países (mal llamados) del
tercer mundo, se torture a la gente que lo cuestionaba- (Santiago 5,4-5).
Si uno ve en las posesiones
materiales la prolongación de la mano, del pie y del ojo; las advertencias de
Jesús toman la siguiente resonancia: si para que poseas es necesario que haya
otros que sean desposeídos; corta eso; ten la clarividencia y el coraje de
romper con situaciones que de hecho van a comprometer tu entrada en el Reino.
Hablando con Verdad hay acá mucho
más que simples figuras de estilo como les gusta decir a muchos otros comentaristas del
evangelio de este domingo.
El pecado, es algo serio, digno
de reflexionar: hasta tal punto que Santiago en la segunda lectura nos explica
claramente que si alguien pasa su vida envenenando la vida de los demás,
mintiendo, haciendo trampas (corrupción, copilla, ventajas), robando, este
podrá, ciertamente “aprovechar” por un tiempo de esos “crímenes”, pero no
escapará al juicio y deberá rendir cuentas!
El pecado es serio!: Nuestro
Señor Jesucristo (no siempre simplemente
Jesús) es totalmente claro y categórico en el Santo Evangelio de este día: Él
habla de la Gehena, de ese lugar que, en el Antiguo Testamento, era una especie
de horno crematorio público en el cual eran botadas los desperdicios, los cadáveres
de animales y también los cadáveres de criminales ejecutados por la justicia:
símbolo de la eterna separación del alma con Dios! Es necesario releer acá el
CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA? Si! Sin ninguna duda! Qué leemos?:
Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del "fuego que
nunca se apaga" (cf. Mt 5,22.29; 13,42.50; Mc 9,43-48) reservado a los
que, hasta el fin de su vida rehúsan creer y convertirse , y donde se puede perder
a la vez el alma y el cuerpo (cf. Mt 10, 28). Jesús anuncia en términos graves
que "enviará a sus ángeles [...] que recogerán a todos los autores de
iniquidad, y los arrojarán al horno ardiendo" (Mt 13, 41-42), y que
pronunciará la condenación:" ¡Alejaos de mí malditos al fuego
eterno!" (Mt 25, 41).
La enseñanza de la Iglesia afirma la existencia del infierno y su
eternidad. Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal descienden a
los infiernos inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del
infierno, "el fuego eterno" …La pena principal del infierno consiste
en la separación eterna de Dios en quien únicamente puede tener el hombre la
vida y la felicidad para las que ha sido creado y a las que aspira…Las
afirmaciones de la Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del
infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar
de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo
un llamamiento apremiante a la conversión… (Catecismo de
la Iglesia Católica No 1034-1036).
El pecado es algo serio : « corta
tu mano! Corta tu pie! Arranca tu ojo! Es mejor llegar al paraíso,
amputado (o manco), estropeado o tuerto, que ser arrojado en “fuego que no se apaga!”, como
hermanos, debemos acoger estas Palabras de Nuestro Señor Jesucristo?
Como una invitación necesaria, urgente,
a la conversión de nuestra vida, de nuestro corazón a Jesús todo debe pasar:
las manos, los pies, los ojos, y también la lengua y más aun el corazón; San Pablo
lo dirá de una manera lapidaria: “ustedes los cristianos, no expongan los
miembros de sus cuerpos al servicio del pecado!” (Romanos 6,12-18).
ORACIÓN-MEDITACIÓN
Sobre tu pueblo Señor, envías tu Espíritu.
Haces surgir
profetas de todas las razas y culturas.
Múltiples
obreros que envías a la viña del mundo.
Ellos hablan en
tu nombre. Ellos sirven en tu nombre.
Ellos viven,
sufren y mueren a causa de tu evangelio.
Con sus manos,
crean nuevos semilleros,
y siembran la
paz, la justicia y la solidaridad.
Con sus pies
atraviesan nuevas fronteras
y hacen recular
la ignorancia, la miseria y el miedo.
Con una mirada
pura, ellos se levantan para celebrar la belleza de la vida,
para llamar al
respeto de todo ser humano.
Sobre tu pueblo,
Señor, haz reposar tu Espíritu.
Tu suscitas
profetas de todas las razas y culturas;
profetas que espantan
los malos espíritus;
Profetas que nos
cuestionan y nos incomodan.
Profetas que
portan un fuego que pensamos apagado.
Es por eso que
nos dices: “no se lo impidan!”
Déjenles llevar
de nuevo la esperanza a sus hijos.
Déjenles entrar en el templo de la cotidianidad
Déjenles entrar en el templo de la cotidianidad
Mientras dicen también:
“El Espíritu del
Señor está sobre mi,
Él me ha
consagrado y me ha enviado a llevar la Buena Nueva a los pobres.”
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
http://www.ciudadredonda.org/lectura/?f=2012-09-30 (para
las lecturas)
HÉTU,
Jean-Luc. Les Options de Jésus.
Pequeño misal « Prions en Église »,
edición quebequense, 2009 et 2012.
Diversas fuentes de internet
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Gustavo Quiceno