Sexta semana de reflexión cuaresmal y
pascual ecológica
De las tinieblas de la muerte a la
vida nueva
Lectura del Evangelio según San Mateo
27, 45.50-54
Los elementos naturales reaccionan ante la muerte de Jesús
Desde el
mediodía hasta las tres de la tarde todo el país se cubrió de tinieblas (…)Pero
nuevamente Jesús dio un fuerte grito y entregó su espíritu. En ese mismo instante la cortina del
Santuario se rasgó de arriba abajo, en dos partes. La tierra tembló, las rocas
se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas
que habían llegado ya al descanso. Estas salieron de las sepulturas después de
la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha
gente. El capitán y los soldados que custodiaban a Jesús, al ver el temblor y
todo lo que estaba pasando, se llenaron de terror y decían: «Verdaderamente
este hombre era Hijo de Dios.»
La época actual se asemeja un viernes
santo permanente: los daños hechos al medio ambiente parecen irreparables. La
tierra agoniza. Y como le ocurre al centurión, esta situación nos provoca un
gran temor por el presente y el futuro.
Oremos por las personas afectadas por
las catástrofes naturales y ambientales: los refugiados climáticos, las
personas que huyen de los terremotos y o de las zonas de sequia; oremos por
aquellas que son expulsadas y forzadas a desplazarse de su medio natural de
vida (el campo, la selva) a causa de la deforestación intensiva (donde pesa los
intereses injustos por la madera) y la explotación
minera ; oremos por aquellos que no tienen acceso al agua potable.
Serán ellos vistos…y ayudados (o
rescatados?).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por haber visitado mi blog, espero tus comentarios, reacciones y que continúes brindándome ideas y sugerencias para mejorarlo.
Gustavo Quiceno